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40-16. Algunos ejemplares de A: rebu. (N. del E.)

 

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40-20. la le-: R. M. entiende le-va, que significa ardid, astucia según el vocabulario de Juan Hidalgo, y así se lee en Lazarillo de Tormes, segunda parte, II, 1: «yo que le entendí la leva, le convidé». En Cervantes (Rinconete) y Quevedo (Cuento de Cuentos), se lee: «no hay levas conmigo», frase sacada de la germanía; no la conozco en otra forma en Cervantes. En cambio, entender la le-tra (que es como leen muchos), me parece más lógico en esta décima que un sentido germanesco. (Compárese El Buscón: Yo vi luego la letra, edición Castro, 1927, página 218.) (N. del E.)

 

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40-21. C: la. (N. del E.)

 

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41-3. C: piedra en la ma. (N. del E.)

 

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41-11. Héroe del libro titulado: Los quatro libros del virtuoso cauallero Amadís de Gaula; la edición más antigua que se conserva lleva la fecha de 1508, folio, en letra gótica, impresa por G. Coci, en Zaragoza (Museo Británico). El autor de esta versión es Garci Rodríguez de Montalvo, regidor de Medina del Campo. Para el estudio del libro, consúltese H. Thomas: Spanish and Portuguese Romances of Chivalry, Cambridge, 1920, páginas 41 y siguientes; bibliografía en Fitzmaurice-Kelly, Historia de la literatura española (1926), página 409; texto publicado por Gayangos en B. A. E., tomo XL; Palau: Manual, I, 62. (N. del E.)

 

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42-1. De una rareza extraordinaria son las ediciones antiguas de este «afamado D. Belianis», que pertenecía a la biblioteca de Don Quijote. Consta de cuatro partes, cuyo autor fue el licenciado Jerónimo Fernández. El Libro primero del valeroso e inuencible Principe don Belianis de Grecia (partes I y II, folio, letra gótica), se publicó en Burgos, Martín Muñoz, 1547; Biblioteca Nacional). Consúltese Catálogo de la Exposición celebrada en la Biblioteca Nacional en 1905, página XIX. Otra edición: Estella, 1564; La «Tercera y Quarta Parte» se publicaron por primera vez en Burgos, 1579, folio (Museo Británico). El nombre del autor se declara en el colofón de esta edición, y se añade que compuso también las partes I y II. Nicolás Antonio (Bibliotheca Nova, II, 397) cita el libro entre los anónimos. El licenciado Jerónimo Fernández, abogado de Madrid, era hijo de Toribio Fernández, vecino de Burgos, según la advertencia puesta al fin de la cuarta parte en la edición de 1579; por muerte del autor se le concedió el privilegio de imprimir la tercera y la cuarta parte a su hermano Andrés, también vecino de Burgos. Salvá: Catálogo, II, 24, número 1532; Palau: Manual, III, 197. (N. del E.)

 

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42-6. C: y fuy. (N. del E.)

 

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42-12. Br: prostrada. (N. del E.)

 

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42-14. «Por mi verna la dueña andar al estricote.» Estrofa 815. Arcipreste de Hita, edición Cej., I, 277.

«Todos andamos hechos una pella y al estricote.» Quevedo: Cuento de Cuentos, B. A. E., II, 411. También Pedro de Urdemalas, Comedias y Entremeses, III, 147, línea 13, y Don Quijote, 376-14; Cejador: Fraseología, II, 535. ¿Se deriva del alemán strick (soga)? Comp. am Strick führen. (N. del E.)

 

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42-18. La Señora Oriana era hija de Lisuarte y Brisena, reyes de la Gran Bretaña. «El Doncel del Mar, que en esta sazón era de doce años, y en su grandeza e miembros parescía bien de quince, servía ante la reina, e así della como de todas las dueñas e doncellas era mucho amado; mas desque allí fué Oriana, la hija del rey Lisuarte, dióle la reina al Doncel del Mar que la sirviese, diciendo: -Amiga, éste es un doncel que os servirá.- Ella dijo que le placía. El Doncel tuvo esta palabra en su corazón, de tal guisa, que después nunca de la memoria la aparto.» I, IV; el castillo de Miraflores estaba a dos leguas de Londres. Amadís, II, 10, 12. (N. del E.)