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9-4. Correas trae estas formas del refrán:
«Cedacillo nuevo, tres días buenos. -Cedacillo nuevo, tres días en estaca. (De lo que le dura poco la bondad, y más en el que entra diligente a servir y afloja presto)» |
Véase también a Covarrubias (Cedaçillo, fol. 182 vuelto). (N. del E.)
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9-5. Locución semejante se lee en el Quixote (II, 10, 62): «Apártense nora en tal del camino, y déjenme pasar.» El anotador de la edición de 1829 considera nora en tal como equivalente a «enhoramala» o «en mala hora». Cejador (La lengua de Cervantes, tomo II; Madrid, 1906; pág. 777) entiende que el tal indica reticencia, como en voto a tal. (N. del E.)
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9-10. Tener, en el sentido de «detener, parar». «Tener», por «detener», es muy usado por Cervantes. Véanse las páginas 115 y 116 de estos Entremeses: «téngase» y «ténganme». «No pudo la Duquesa tener la risa.» (Don Quixote, II, 33, fol. 129 vuelto.) (N. del E.)
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10-6. El Diccionario de Autoridades dice muy bien que brúxula
«se llama por translación el acecho y cuidado con que uno mira y atisba para reconocer alguna cosa». |
Y luego cita (muy a propósito para el pasaje cervantino) estos versos de un romance de Góngora:
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(N. del E.)
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10-7. Quínola es,
(Dic. acad.) |
No estando al descubierto estas últimas, los jugadores han de brujulear y calcular para ver si tienen quínola. Véase también la nota puesta por F. Rodríguez Marín al capítulo LVII del Quixote (II, tomo VI, pág. 144), sobre quínola y otros juegos. (N. del E.)
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11-23.
(Don Quixote, II, 13, fol. 46 recto.) |
«Aquí estoy moliente y corriente.» |
(El casamiento engañoso.) |
(N. del E.)
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11-30. Principal puerta de la antigua villa de Madrid, y muy citada por novelistas y poetas del siglo XVII. Se hallaba entre la embocadura de la Cava de San Miguel y la calle de Milaneses. (Véase R. de Mesonero Romanos, El antiguo Madrid, edición de 1881; I, 209, y II, 233.) Era lugar celebrado por sus tiendas y por ser centro de reunión de gente ociosa y novelera. (Consúltese El Diablo Cojuelo, de Luis Vélez de Guevara, edición citada, pág. 218.) (N. del E.)
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12-8. «Dar barato -dice Covarrubias-, sacar los que juegan del montón común, o del suyo, para dar a los que sirven o asisten al juego.» Véase, acerca de los baratos, el libro de Francisco de Navarrete y Ribera La casa del juego (Madrid, 1644) y el Desengaño contra la ociosidad y los juegos, de F. de Luque Faxardo (Madrid, 1603; fol. 47 vuelto). Véase la excelente escena de La gitanilla, donde están jugando a diversos juegos muchos caballeros, y Preciosa les pregunta si quieren dar barato. «Los que jugaban le dieron barato, y aun los que no jugaban. Cogió la hucha de la vieja treinta reales.» También Don Quixote, II, 49, fol. 185 recto; y Las flores de Don Juan (I, 7), de Lope de Vega. (N. del E.)
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12-18. Muchas veces repite Cervantes que el poeta es siempre pobre, y hay en ello una triste nota autobiográfica de interés para el lector:
«Pues cierto que es más milagro darme a mí un poeta un escudo, que yo recibirle.» |
(La gitanilla) |
«Otra vez le preguntaron qué era causa de que los poetas por la mayor parte eran pobres.» |
(El licenciado Vidriera.) |
«Por la mayor parte, grande es la miseria de los poetas.» |
(El coloquio de los perros.) |
«El año que es abundante de poesía, suele serlo de hambre»; porque «dámele poeta, y dártele he pobre», si ya la naturaleza no se adelanta a hacer milagros, y síguese la consecuencia: «hay muchos poetas, luego hay muchos pobres; hay muchos pobres, luego caro es el año.» (Persiles y Sigismunda, IV, 7.)
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(Viaje del Parnaso, I, v. 70.) |
«Ítem, que si algún poeta dijere que es pobre, sea luego creído por su simple palabra, sin otro juramento o averiguación alguna.» |
(Adjunta al Parnaso. Privilegios, ordenanzas, etc.) |
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(Lope, El bobo del colegio, III, 22.) |
(El donado hablador, I, cap. 7); |
y véase también a Tirso, Por el sótano y el torno, II, 15.) (N. del E.)
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12-24.
«Palillos, por otro nombre bolillos o majaderuelos, con que las mujeres hacen randas.» |
(Covarrubias, |
y compárese Quixote, II, 6.) Alude Cervantes a los ministros de justicia, que todavía usan los susodichos bolillos en las bocamangas de sus ropones. (N. del E.)