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471

Fol. 224.

 

472

1 de febrero de 1793, fol. 223.

 

473

COLFORD precisa: «He had to make a trip to Madrid in midwinter», añadiendo, sin razón, que este viaje fue la causa de su enfermedad. No justifica esta afirmación (obra cit., pág. 112).

 

474

B..N.M., ms. 20-242-32, Cuentas de Bernardo González Álvarez desde el 18 de junio de 1791 al 14 de septiembre de 1793.

 

475

Ibid., carta de 31 de julio de 1793.

 

476

El primero, don Isidro de Antayo Bermúdez de Espinadero, familiarmente Chichito para Jovellanos, pasó todo el mes de septiembre de 1791 en Valladolid, donde le vemos varias veces en compañía de Jovellanos y de Meléndez, y en junio de 1796 se le vuelve a encontrar en Gijón. Don Justo Zurro es citado con más frecuencia por Jovellanos (veinticuatro veces según la tabla de los Diarios, establecida por José Martínez Cachero para la edición de Ángel del Río) y aparece como uno de sus colaboradores ocasionales. Tras haber permanecido en Valladolid en septiembre de 1791, pasa a Salamanca y del 14 al 16 de noviembre acompaña a Jovino, que le encarga de anotar «las particularidades de todo el trayecto de Salamanca a Zamora» (Diarios, ed. Ángel del Río, t. I, págs. 237 y 238-240). Volvemos a encontrarle en mayo de 1794: está encargado de redactar una «historia del establecimiento del Banco de San Carlos y de sus progresos»; Jovellanos, no teniendo los informes necesarios, se los pide a Cabarrús (22 de mayo-2 de junio de 1794); Zurro, por su parte, se ha puesto al habla con Cabarrús. Más tarde, Zurro, que es sobrino de Nogués, asesor de Correos y miembro de la Comisión de Carreteras, se interesa por la creación del camino de Asturias a León y, con el fin de ayudar a Jovellanos, entra en contacto con personajes influyentes (del 6 de agosto de 1794 al 30 de diciembre 1796, passim).

 

477

NARCISO ALONSO CORTÉS: «Jovellanos pasa», Miscelánea Vallisoletana, quinta serie, Valladolid (s. d.), págs. 129 a 140.

 

478

Diarios, ed. Ángel del Río, t. II, Oviedo, 1954, pág. 463, a menos que se trate de don Arias Mon y Velarde, el antiguo oidor de Zaragoza, pues Jovellanos, contra su costumbre, escribe Mon, y no Pinar.

 

479

Cf. más adelante, t. I, págs. 425 y ss.

 

480

N. ALONSO CORTÉS: «Jovellanos pasa», art. cit., págs. 131-132.