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ArribaAbajoCapítulo XIII

Alrededores de Madrid: aspecto de la campiña. Casas de campo. Sitios reales. Pueblos del radio


Al tender la vista por la árida campiña que rodea a Madrid, se creería con dificultad que estas mismas lomas, áridas hoy y descarnadas, fueron en otro tiempo tan célebres por su feracidad y hermosura. Sin embargo, los testimonios que de ello tenemos son irrecusables. Testigos de vista los más imparciales nos han trasmitido la descripción de sus frondosos bosques, montes poblados, y abundantes pastos. El agua, este manantial de la vida, abundante entonces y voluntario en esta región, ofrecía su alimento a la inmensidad de árboles que la poblaban, y que describe el libro de montería del rey don Alonso XI; y este arbolado, esta abundancia de agua hacían el clima de Madrid tan templado y apacible como lo pintan Gonzalo Fernández de Oviedo y demás contemporáneos en el siglo XV; pero el establecimiento de la corte, que debía ser para esta comarca la señal de una nueva vida, sólo fue de destrucción y estrago. Sus árboles, arrasados por el hacha destructora, pasaron a formar los inmensos palacios y habitaciones de la corte, y a servir a sus necesidades; desterrada   —329→   la humedad que atraían con sus frondosas copas para filtrarla después en la tierra, dejaron ejercer su influjo a los rayos de un sol abrasador, que, secando más y más aquellas fuentes perennes, convirtieran en desnudos arenales las que antes eran fértiles campiñas; de aquí la falta de aguas en Madrid; de aquí la miseria y triste aspecto de su comarca, y de aquí finalmente la insalubridad de su clima. Con efecto, no encontrando contrapeso ni temperante los rayos del sol canicular, ni los mortales vientos del norte, destemplaron las estaciones, aumentaron el rigor de ellas, y ejerciendo a la vez su imperio, hicieron raros entre nosotros los templados días de primavera. Ya se penetró de estos males el ilustrado gobierno de Carlos III, que, formando hermosos y magníficos paseos dentro y fuera de la población, plantando cerca de dos millones de árboles en las márgenes y praderas del canal, y otros muchos en las orillas del río, en el Retiro, bosques del Pardo, Casa del campo y otros sitios, hizo conocer la importancia que daba a este objeto; pero por desgracia se desconoció entonces que la aridez y el mal principal estaban por los lados del norte y levante, y que tanto estos como los demás, no podían volver a su antigua fertilidad no trayéndoles aguas abundantes y haciendo plantaciones extensas, sin contarse con las parciales ya verificadas. En este mismo caso estamos en el día, y hasta que aquella se verifique, no hallará el viajero en los paseos que rodean a Madrid, en especial por mediodía, compensación suficiente para borrar de su memoria las áridas llanuras y peladas colinas que viene atravesando hasta muy cerca de las tapias de la capital, ni   —330→   los habitantes de esta encontrarán en sus campiñas la salud, el recreo y holgura que necesitan.

Los terrenos que rodean a Madrid están ondeados de pequeñas cuestas y lomas, razón por la cual no se perciben por ningún punto más que tres o cuatro lugares a la vez de los que tiene en su radio. Las tierras son de varias calidades, y se siembran por lo regular de trigo y cebada; hay muy pocas viñas y olivares, a pesar de que el terreno es a propósito; y esto, unido al aspecto de las peñas de yeso que abundan en los alrededores, completan el triste cuadro de esta comarca. Las poblaciones participan de este aire de miseria; y parecerá increíble si se asegura que son de las más tristes y miserables del reino en lo general, y también de las menos civilizadas.

Dada esta idea rápida de los alrededores de Madrid, pasaremos ahora a hablar de los varios objetos notables que de trecho en trecho alteran aquella monotonía, y a donde la naturaleza, apurada por el arte; ha formado sitios de placer correspondientes a la cercanía de la corte. Empezaremos, pues, por los más inmediatos a ella, y concluiremos con los sitios reales.

Real Casa de campo. Esta posesión, destinada desde el glorioso reinado de Carlos III para sitio de caza mayor y menor, se halla situada a la parte O. de Madrid sobre la orilla derecha del Manzanares y frente al palacio de S. M., desde el cual hay un camino de arcos subterráneos y un bello puente de piedra nuevamente construido que conducen a ella. Su extensión es de tres leguas de circunferencia, y de una superficie muy extensa y multiplicada   —331→   en razón de los diferentes montes que en ella se encuentran; hay también un lago grande y un estanque que reúnen y reciben las aguas de los diferentes manantiales de la posesión, repartiéndola a los jardines, huertas y bosques.

Con motivo del objeto a que ha estado destinada esta posesión, no ofrece en el día por su mayor parte más que un cercado inculto y montuoso, siendo muy corto el sitio destinado a jardines y arboleda. Entre los varios adornos de estos en estatuas, fuentes y estanques, la más notable es la que representa a Felipe III a caballo ejecutada en bronce por Juan de Bolonia, que pesa 12.518 libras, y una magnífica fuente en la misma calle del caballo. Frente a esta se alza la principal fachada de la habitación, que en el día está inhabitable y abandonada; y saliendo de este recinto pequeño, sólo se hallan en el bosque algunas casas esparcidas en tal o cual punto con el objeto de albergar a los guardas y demás empleados.

Nuestra augusta soberana doña María Cristina, siempre ocupada de los objetos de utilidad pública, conoció cuan susceptible de ventajas es esta real posesión, tanto por la abundancia de aguas que tiene, cuanto por la feracidad de su terreno; y convencida de su importancia por hallarse tan inmediata a la capital, concibió el proyecto de realizar aquí los adelantos de la agricultura en otros países.

Empezose la obra ampliando y reedificando una casa muy capaz para vaquería, y construyendo al efecto dos magníficos establos bastantes a contener ochenta vacas; también se hicieron otras varias obras conducentes al servicio de esta casa y a los laboratorios   —332→   necesarios para la fabricación de quesos y manteca, como igualmente se formaron prados artificiales con variedad de semillas para pastos del ganado; se construyeron dos magníficas norias que sacan una gran cantidad de agua a la altura de veinte y cuatro pies y medio, y se proyectaba la construcción de tres estanques colocados convenientemente para el riego de todos los puntos de la pradería.

Además de todas las obras ya dichas, se construyó en otro distrito de esta real posesión un edificio muy elegante para la reunión y conservación de diferentes clases de aves hermosas y desconocidas en este país. Este edificio consta de dos cuerpos de planta baja bien distribuidos, entre los cuales hay tres hermosos patios en forma de jaulones con pilastras y enrejadura de alambre, y varias fuentes en el medio.

Igualmente entraba en el plan general de obras la idea de construir en el real jardín llamado de la faisanera un invernáculo o estufa para la conservación de las plantas indígenas delicadas y de muchas especies exóticas, así como también de la cochinilla, y esta estufa había de ser de hierro colado fabricada en España por expresa voluntad de la Reina. El edificio principal para descanso de SS. MM. había de ser una casa gótica construida según los mejores dibujos con un jardín cubierto para formar naranjales y plantar árboles exóticos. Últimamente pensó S. M. también establecer una yeguada haciendo venir de los países extranjeros caballos no conocidos en España, muy útiles para la agricultura y para el trasporte de pesos enormes, y dividir 800 fanegas de tierra de la posesión en cuatro partes, estableciendo en cada una   —333→   una casa de labranza: la primera al estilo de Castilla; la segunda al estilo de Vizcaya, por ser la provincia en donde está más adelantada la agricultura; la tercera por el método de Italia, y la cuarta según el sistema inglés y suizo, que son equivalentes, a fin de comparar los diferentes resultados.

Pero habiéndose tocado sin duda dificultades que no se tendrían presentes al principiar las obras, se han suspendido estas con sentimiento de los amantes de este pueblo, que conocen lo mucho que influiría en su bien estar el cultivo y adorno de una posesión tan inmensa en su cercanía, así como también la aclimatación en ella de aves, plantas y labores desconocidas en nuestro país, que facilitasen al naturalista, al botánico y al agricultor los medios de extender la instrucción práctica de estas ciencias.

La Moncloa. Esta casa real de recreo, perteneciente en el día a S. M., fue antes quinta de los duques de Alba; está situada al N. O. de la villa y a un cuarto de legua de ella. Está rodeada de bonitos jardines, algunos trozos de viña y olivar y tierras de labor. La casita es pequeña y adornada con el mejor gusto. Dentro de esta posesión está la casa fábrica de loza y porcelana, establecida pocos años hace de real orden; y en ella se trabajan excelentes vajillas a precios muy moderados, y que han merecido premios en las exposiciones.

Alameda. La casa y jardín que en la Alameda posee la excelentísima señora Condesa de Benavente es uno de los objetos más preciosos de las cercanías de Madrid y aun de todo el reino. Esta posesión, en donde dicha señora ha invertido enormes sumas, ha sido dirigida por todas las reglas del arte, pudiendo   —334→   competir en riqueza y buen gusto con las más célebres de esta clase en el extranjero. Este resultado es tanto más recomendable, cuanto que su ilustre dueña permite la entrada a cualquiera familia decente que la solicita. Los jardines, bosques, palacio, colmenar y otros infinitos objetos que adornan esta posesión, todo es primoroso y digno de verse. Está situada a la izquierda del camino que conduce de Madrid a Alcalá, a siete cuartos de legua de la corte.

Quinta del Espíritu Santo. Sitio de recreo abierto al público en las afueras de la puerta de Alcalá el día 2 de junio de este mismo año. En él suelen darse fiestas campestres los días festivos, y la amenidad del sitio y la alegría y franqueza propias de esta clase de reuniones, atrae a ellas un número considerable de gentes de todas las clases que gustan entregarse a sus respectivas inclinaciones, ya admirando unos la agilidad y destreza de los bailarines de cuerda, ya ejercitándose otros en juegos de sortijas y columpios, ya visitando los distintos compartimentos del jardín, o siguiendo el bullicio de los bailes populares improvisados en el salón de las ninfas, bien saboreando en la fonda las salsas de Perona, o despachando su modesta merienda en la gruta de Robinson, o sintiendo en fin poéticas inspiraciones al pie del Parnaso

Viendo correr la mísera Hipocrene.



Con este concluimos la descripción de los sitios de recreo inmediatos a Madrid, pues aunque hay algunas otras quintas y huertas, no son de tanta importancia, y además están reservadas a los placeres   —335→   de sus dueños respectivos. La falta de aguas de estos contornos, la inseguridad, el poco gusto y otras causas, han dado lugar a que los personajes que habitan la corte de España se priven de los placeres agradables del campo. Suelen tener sin embargo casas de recreo en los pueblos circunvecinos, como los Carabancheles, Pozuelo, Chamartín, Villaviciosa, Miraflores y otros. En el Carabanchel alto son de notarse la casa y huerta de los condes de Chinchón, el jardín de la condesa de Miranda, el del marqués de Bélgida, la casa de don Antonio Masoni y otras; en Pozuelo la casa de baños y jardín de don Pedro Cano; cerca de aquel la posesión de Somos-aguas de la baronesa viuda de Eroles, y en Chamartín el palacio de lo duques del Infantado con jardines muy adornados, en cuyo palacio se expidieron los cinco decretos dados por Napoleón en los primeros días de diciembre de 1808, estando su cuartel general en dicho pueblo. Pero todos estos objetos son de poca importancia, en comparación de los sitios reales, de que vamos a dar una idea.

El Pardo. Sitio real de invierno a dos leguas N. O. de Madrid a la izquierda del río Manzanares, que atraviesa su bosque. Su población es de unos 775 habitantes, la mayor parte empleados y jornaleros; tiene capilla parroquial de buena construcción, un hospital, administración real, escuela y estudio de latinidad, y fábrica de baldosas. El palacio se construyó de orden de Carlos V por su arquitecto Luis de la Vega; en el reinado de Carlos III se aumentó, y en el actual ha recibido mejoras considerables, como son un arco de comunicación con   —336→   la capilla y otras. Es un gran edificio cuadrado con un foso al rededor plantado de verduras y frutales. La belleza de las piezas con pinturas al fresco ejecutadas diestramente por los primeros profesores modernos de la corte; los riquísimos tapices, obra de la fábrica de Madrid, que adornan sus paredes y que representan costumbres nacionales; los elegantes muebles y alhajas, entre los que merecen citarse la prodigiosa colección de relojes y las elegantes obras de cristal; el bonito teatro, donde suele representarse durante la permanencia de SS. MM.; todo esto ha dado a este palacio una importancia que no tenía. Delante de él se forma en el día un gracioso jardín, que contribuye a embellecer su agradable vista. Algo más distante y a la parte N. hay una casita llamada del Príncipe, que consiste en un bello recibimiento de estuco, un gabinete circular de mármoles que da paso al parterre, la sala principal a la izquierda y otras salas más pequeñas, todas ricamente vestidas de terciopelo y seda, y pintadas sus bóvedas.

Por último, el gran bosque que rodea la población tiene 15 leguas de circunferencia, siendo su puerta principal la de Hierro, situada en el camino de Madrid. En toda su extensión hay buenos montes de encina, fresno, bardaguera, retama y pastos. El bosque está dividido en varios cuarteles con sus correspondientes guardas. Le atraviesa de N. a S. el río Manzanares, y más de 20 arroyos que le fertilizan, cruzándole 17 caminos. A menos de un cuarto de legua del pueblo al poniente, y pasado el río se eleva sobre una colina el convento de capuchinos fundado por Felipe III es 1612, en el cual   —337→   se venera la sagrada efigie de nuestro Señor en el sepulcro, obra del escultor Gregorio Hernández. A la media legua por S. E. está el palacio y posesión de la Real Quinta, y a las dos leguas la de la Zarzuela, célebres antes de la guerra por sus buenas pinturas, adornos, jardines y demás, y que se van renovando decentemente.

Aranjuez. El real sitio de Aranjuez ha sido y es en todos tiempos el objeto de la admiración de nacionales y extranjeros. Si se hubiera de hacer no más que la enumeración de las infinitas bellezas de todas clases que le enriquecen y le hacen el primer sitio de placer de España, y tal vez de Europa, sería alejarse del objeto de esta obra, que es hablar de Madrid, y dar sólo una idea rápida de sus alrededores, a la manera que el que forma el mapa de un reino presenta ligeramente indicadas las provincias confinantes con él. Quien guste adquirir mayor noticia de este delicioso sitio, puede hallarla en las dos descripciones más modernas que hay, que son la publicada en 1824 por don Manuel de Aleas, y la que contiene el Diccionario geográfico del señor Miñano.

La proximidad de Aranjuez se hace sensible una legua antes: el aspecto árido de la campiña que se ha venido recorriendo desde Madrid por espacio de seis leguas, cambia de repente en un valle encantador. Una inmensa multitud de árboles altísimos sombrean el camino; otros, formando bosques deliciosos, presentan toda la riqueza de la vegetación; las praderas cubiertas de verdura, el ruido de los arroyos, el alegre canto de los pájaros, todo anuncia un nuevo clima, una región diferente de la que   —338→   se acaba de dejar. Las aguas del Tajo y del Jarama, y la cultura más esmerada son la causa de esta maravilla. La ilusión va en aumento al llegar a una plaza circular, en la que desembocan doce calles o paseos formados por hermosos árboles. Desde aquí ya se descubre Aranjuez, llamando la atención los arcos de la gran plaza, la iglesia de san Antonio y el monte llamado el Parnaso. Poco después se llega al puente sobre el Tajo. Aquí la vista se deleita de lleno con la perspectiva que se presenta; al frente la hermosa población de Aranjuez, a la derecha el palacio, el jardín de la isla, un precioso molino construido nuevamente; y a la izquierda el inmenso jardín del Príncipe, la calle de la Reina, y otra multitud de objetos interesantes.

La población de Aranjuez es una villa a la holandesa, según la idea que a su regreso de la embajada de Holanda dio el marqués de Grimaldi. Sus calles anchas y derechas, algunas con árboles en medio; sus casas, no muy altas, están pintadas, y esto, unido a los bellos palacios que de trecho en trecho alteran la uniformidad, dan a este pueblo un aspecto hermoso. Tiene 4022 habitantes fuera de jornada, pues durante ella, que es en la primavera, es grande la concurrencia, y pueden acomodarse en sus casas 20.000 almas. Reúnese entonces en este sitio cuanto puede hacerle agradable: casas cómodas y buenas fondas, aunque muy caras, paseos deliciosos, excelentes comestibles, placeres campestres de caza, pesca y demás, un gracioso teatro, plaza de toros, cafés, y sociedad en fin la más delicada; todo concurre entonces a embellecer a Aranjuez.

Pero sobre todo, lo que le hace más interesante   —339→   son sus deliciosos jardines. El llamado de la Isla, en que está el real palacio, es admirable por la riqueza, buen gusto, y frondosidad de sus distintos compartimentos, y por la belleza de sus adornos en fuentes, estatuas, estanques, cenadores y otros. Está situado en la isla que forma el Tajo y la ría que, corriendo por la fachada norte del palacio, va a reunirse otra vez a aquel en el puente verde, y se halla rodeado de un foso con murallas de cantería, adornadas de barandillas de hierro, con tiestos y jarrones, todo del mejor efecto. El palacio por la parte del jardín tiene un aspecto muy sencillo, y por bajo de sus ventanas corre la ría, y a muy corta distancia el Tajo forma una cascada encantadora. La fachada principal del palacio cae fuera del jardín, y es muy elegante, como asimismo su interior. Este palacio es obra del famoso Juan de Herrera, y fue construido de orden de Felipe II, aumentado y mejorado en los reinados sucesivos110, y decorado correspondientemente a sus augustos dueños.

No es menos variado y rico el jardín del Príncipe, cuya frondosidad y hermosura exceden a toda ponderación. Este jardín fue principiado por el rey don Carlos IV cuando era príncipe de Asturias; tiene 6905 varas de circunferencia, y está poblado de cuantos árboles y arbustos han recogido los botánicos en sus viajes por América y Asia. Es tan inmenso, que se confunde el que entra a visitarle sin método, y puede dividirse en cuatro distritos: 1.º el jardín que empieza desde la puerta de los Pabellones, y circundando al de Primavera, llega a la calle de Apolo: 2.º el mismo jardín de Primavera: 3.º el comprendido entre la calle de Apolo y la del Blanco;   —340→   y 4.º la parte de jardín que rodea la casa del Labrador. El Tajo, corriendo con mil revueltas por estos jardines, los fertiliza de un modo sorprendente, y permite a las personas reales pasearlos embarcadas, para lo cual hay su embarcadero con una batería. Sus muchas fuentes, deliciosos puntos de vista, jardines de todos los gustos, islas de América y Asia, laberinto, y palacio de la casa del Labrador, todo es extraordinario en hermosura. Esta casa, que se edificó en el reinado de Carlos IV con el objeto de formar una casa rural, como indica su nombre, no tiene nada de esto, y sí es propiamente un palacio admirable por la suntuosidad y exquisito gusto de sus adornos. Ellos son tales, que sorprenden la admiración de los viajeros más acostumbrados a ver palacios reales, y en ellos se ve de cuanto sería capaz la industria española que ha producido tantos y tan preciosos objetos como adornan este palacio. Nos abstendremos pues de describirlos, y terminaremos este artículo estimulando a todo hombre de gusto a que vaya a contemplar por sí mismo este y los demás encantos de Aranjuez.

San Lorenzo (el Escorial). Este célebre monasterio fue fundado por el rey don Felipe II bajo los planes y dirección de los arquitectos Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, y le dio el título de san Lorenzo el real de la Victoria, en memoria de la que consiguió en su día en 1557 en la memorable batalla de san Quintín. Todo el edificio forma un paralelogramo rectángulo que se extiende de N. a S. 744 pies, y de E. a O. 580. Su elevación es proporcionada. La materia piedra berroqueña o de granito, y la forma por la mayor parte el orden dórico.   —341→   Sus cubiertos están vestidos de pizarra azul, y en muchas partes de planchas de plomo. Las torres, capiteles, cimborios, pirámides, puertas, ventanas, remates y frontispicios, guardan la mayor uniformidad y simetría, resultando de todo una obra verdaderamente noble. La planta es a imitación de unas parrillas, con relación al martirio del santo a quien está dedicado. El mango le forma la habitación real, que está a espaldas de la capilla mayor, y los pies se figuran en las cuatro torres de las esquinas. La fachada principal, y la de mayor adorno, es la que mira a poniente donde está la entrada general. Tiene de largo por esta banda 774 pies, por 62 de alto hasta la cornisa; en las esquinas hay dos torres de más de 200 pies de elevación, y en el espacio intermedio tres grandes portadas. La fachada de oriente tiene la misma extensión; la del S. tiene de torre a torre 580 pies, y es la que agrada más a la vista por la continuación no interrumpida de los cuatro órdenes de ventanas; la banda del N. es paralela a la anterior, y hay en ella tres puertas para la entrada de palacio y oficinas. Todo el cuadro de la casa tiene 3002 pies de circunferencia; las puertas que se ven en estos lienzos de fuera son 15, 17 nichos, y 1110 ventanas. Al rededor de las dos fachadas de norte y poniente hay una espaciosa lonja, que tiene de ancho por aquella parte 130 pies, y 190 por esta. El suelo está repartido con sus losas, y por ambos lados está cerrado de un antepecho de piedra.

La división interior del edificio es en tres partes principales; la primera, que ocupa todo el diámetro del cuadro de poniente a oriente, comprende la   —342→   entrada principal, el patio de los reyes y el templo con todo lo que le pertenece; la segunda, que es el costado del lado del mediodía, son cuatro claustros pequeños y otro grande, en cuya extensión están las habitaciones de los monjes conventuales; la tercera, del otro costado del N., guarda proporción con la anterior, y en los cuatro patios pequeños están los dos colegios, y en el grande el palacio, al cual pertenece también el claustrillo que figura el mango de la parrilla detrás de la capilla mayor. Después de la entrada principal se halla el gran patio de los reyes, llamado así por las seis estatuas colosales que se ven en el frontispicio del templo, y representan a David, Salomón, Ezequías, Josías, Josafat y Manasés. Tiene este patio 230 pies de largo por 136 de ancho. El gran templo a que se entra desde allí tiene de largo 320 pies por 230 de ancho. Toda la altura del cimborio desde el suelo del templo hasta el remate de la cruz es de 330 pies. Los altares del templo son 48. El panteón, que es el sitio destinado a la sepultura de los reyes de España, está situado debajo del altar mayor, de modo que el celebrante pone los pies sobre la clave de su bóveda. Bájase a él por una preciosa escalera de granito y mármol pardo hasta la bóveda, en cuya portada hay una reja de bronce de bellísima forma, la cual ofrece entrada para la escalera principal del panteón. Este consiste en una pieza ochavada de 36 pies de diámetro por 38 de alto, toda de jaspes y mármoles de gran pulimento, llenos de adornos de bronce dorado. Alrededor hay 26 nichos, donde están colocadas otras tantas urnas sepulcrales, todas de una misma medida, materia y forma. Contienen   —343→   los cuerpos de los reyes don Carlos V, don Felipe II, don Felipe III, don Felipe IV, don Carlos II, don Luis I, don Carlos III, y don Carlos IV; y de las reinas doña Isabel, doña Ana, doña Margarita, doña Isabel de Borbón, doña María Ana de Austria, doña María Luisa de Saboya, doña María Amalia de Sajonia, y doña María Luisa de Borbón. En este panteón principal se entierran solamente los reyes, y las reinas que hubiesen dejado sucesión. El panteón llamado de infantes, que está inmediato, y no tiene nada de particular, contiene multitud de cuerpos de personas reales, entre los cuales llaman la atención, el príncipe don Carlos hijo de Felipe II, don Juan de Austria hijo natural de Carlos V, el duque de Vandoma, y las tres augustas esposas de nuestro monarca actual.

Si hubiéramos de describir menudamente las infinitas bellezas artísticas que encierra esta casa, no acabaríamos nunca. Baste decir que con ser tal su grandeza exterior, es incomparablemente mayor la que en él se encierra, causando la admiración de nacionales y extranjeros, que con razón la han llamado la octava maravilla. Limitándonos, pues, a una recapitulación, diremos que se cuentan en este real monasterio 63 fuentes corrientes, y 13 sin uso; 11 aljibes, y más de 40 cantinas, 12 claustros, más de 80 escaleras, 73 estatuas de bronce y otras materias, 4 de mármol, 6 colosales de piedra berroqueña, y una de 15 pies; infinidad de bajos relieves, 207 libros de coro, 2 bibliotecas con más de 24.000 volúmenes impresos y 4000 manuscritos, 13 oratorios, 8 órganos, 16 patios, 5 refectorios, 9 torres, 51 campanas, de las cuales había 31 dispuestas   —344→   en consonancia (que padecieron un gran deterioro en 1821 con la caída de un rayo), 14 zaguanes, y más de 10.000 ventanas. Las alhajas en reliquias, obras primorosas, ornamentos y demás no tienen número. Las bóvedas y paredes pintadas al fresco en el templo, coro, claustros, escalera, salas y bibliotecas, componen un espacio de 2972 pies de longitud, y son obra de Pelegrini, Lucas Cangiaso, Rómulo Cincinato, Carducho, Jordán, y otros. Las pinturas al óleo (que forman una de las más preciosas colecciones de Europa) son en el día 566 originales de los primeros pintores del mundo, y 261 copias; y en fin puede admirarse en esta casa cuanto es capaz de producir el ingenio humano.

La descripción minuciosa de todo ello puede verse en el libro publicado en 1820 por el padre Fr. Damián Bermejo, monje de dicha casa, con el título de Descripción artística del real monasterio del Escorial. Por último, añadiremos que la urbanidad y paciencia con que los monjes conducen al forastero por aquel inmenso recinto, son dignas de la mayor alabanza.

La detención que no hemos podido menos de hacer al enumerar tantas bellezas, nos obliga a pasar por alto las muchas que se encierran en la parte de palacio, correspondiente al alto objeto de su destino. Igualmente habremos de renunciar al placer de describir la lindísima casa de recreo de SS. MM. llamada del Príncipe, situada en el declive de una pradera cerca del Escorial de abajo. Esta casita es notable por la buena forma que le dio su constructor el arquitecto Villanueva, pero más aún por el inmenso número de preciosidades con que están alhajadas   —345→   sus salas, que contienen todos los progresos del gusto moderno, y toda la magnificencia propia de las personas reales.

El Escorial está situado a 7 leguas de Madrid, al pie de Guadarrama, y sirve de sitio real en la estación de otoño. El pueblo es poco notable.

San Ildefonso (la Granja). Fundó este real sitio el señor don Felipe V en 1720 a imitación de Versalles, donde había pasado su niñez, escogiendo para ello el terreno a propósito en la falda de los montes carpetanos, cordillera del Guadarrama, a distancia de dos leguas cortas de la ciudad de Segovia, y a unas 12 de Madrid. Trajo para ello los primeros artistas de aquella época, y en 1724 se consagró ya la real colegiata, que es muy elegante y adornada. Es notable en ella el panteón mandado construir por el rey don Fernando VI, situado entre la sacristía y la iglesia, en que se conservan con gran suntuosidad los cuerpos del fundador Felipe V y su esposa doña Isabel Farnesio. Contiguo a la colegiata está el real palacio, cuya fachada principal, que es muy linda, cae a los jardines. Estos comprenden una extensión de 14.764.000 pies superficiales, y están situados a la falda de la montaña, dominando casas de la población. Es de admirar en ellos su bella distribución, los caprichos de sus cuadros, los estanques, de los cuales el mayor llamado el mar, ha sido navegable en sus primeros años, y tiene en su línea inferior 400 pasos, 60 sus costados, y 36 pies de profundidad; la multitud de estatuas y jarrones que decoran todos los paseos, el complicado laberinto y otros muchos objetos, regulándose el total de árboles en 3.140.000, sin contar los arbustos no   —346→   sujetos a línea, que son incalculables. Pero lo que embellece sobre todo estos jardines; y en lo que acaso no tienen igual, son las magníficas fuentes repartidas por todos ellos. Suben estas a 26, llamadas de la Fama, los Baños de Diana, Latona o las Ranas, el Canastillo, Andrómeda, Neptuno o Caballos, los Vientos, Pomona o la Selva, las tres Gracias, Anfitrite, dos de el Caracol, el Abanico, Apolo, dos de la Taza, dos de los Dragones, y las ocho de la hermosa plazuela de las ocho calles, desde la cual se ven correr 16 fuentes a un tiempo. El artificio con que están combinados los juegos de aguas de todas estas fuentes es admirable, y merecía una prolija descripción, pero por muy difusa que fuese, nunca sería bastante a hacer formar una idea del efecto que producen a la vista del asombrado espectador. Baste decir que la de Pomona consta de 83 salidas de agua; que las de las Ranas, Baños, Canastillo, Vientos y otras, llenan con sus deliciosos juegos las plazas en que están situadas, y que la de la Fama arroja el agua a la altura de 134 pies franceses, siendo todas en fin encantadoras por su combinación y riqueza, así como por las fábulas mitológicas diestramente ejecutadas que representan. Por último, hay también otras fuentes naturales, una magnífica cascada, una ría, una cascada vieja, cenador; y en fin, cuantos objetos pueden hacer interesante un sitio de esta clase. El interior del palacio está ricamente adornado. La plaza que da entrada al real sitio tiene 600 pasos de longitud, 200 de latitud por lo más ancho, y 50 por el menos, decorada por buenos edificios de cuarteles, caballerizas, etc. El resto del pueblo también es agradable. Este sitio sirve de mansión   —347→   real en la estación de verano. Para conocer por menor todas sus bellezas puede tenerse presente la descripción publicada en 1825 con el título de Compendio histórico topográfico y mitológico de los jardines y demás del real sitio de san Ildefonso.

A media legua de distancia está el real sitio y palacio de Valsaín destruido, y a dos leguas el palacio de Riofrío, obra suntuosa de la reina doña Isabel Farnesio, cuya magnífica escalera causa la admiración de los inteligentes.



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Lista de todos los pueblos en el radio de las diez leguas de Madrid a que se extiende la jurisdicción de la sala de señores Alcaldes de Casa y Corte, con expresión del número de vecinos que cada uno tiene, y leguas que dista de la corte

PueblosVilla, Lugar, AldeaNúmero de vecinos Leguas
AjalvirV. R.2004
Alameda de la Sagra L. S. 3707
AlamedaV. S.51 ¾
ÁlamoV. S.1196
AlarpardoV. S.246
AlbaresV. S.3009
Alcalá de HenaresC. S.12806
AlcobendasV. S. 250 3
Alcolea de ToroteV. S.67
AlcorcónL. R.1452
Aldea del FresnoV. S. 26 8
AlgeteV. S.3535
AlmogueraV. S.20010
AlpedreteL. S.526 ¾
AmibiteV. S.1007
AmbrozL. R.71
AnchueloV. R.507
Añover de TajoV. R.4008
AravacaV. S.1001
AranjuezSitio Real7
AranzuequeV. S.9010
ArcicollarV. S.509 ½
Arganda V. R.6544
ArroyomolinosV. S.16 4
AzañaV. S.827   —349→  
AzuquecaV. S.818
BaezuelaDespoblado6
BaldaraceteV. S.3008
BarajasV. S.2501 ½
Barrio de AlpedreteA. R. 207
BatresV. S.225
BayonaV. S.605
BecerrilV. S.938
BellónV. S.1258
Belmonte de TajoV. S.1207
BerruecoV. S.4310
Boadilla del MonteV. S.422 ¾
BoaloV. S.109
BorojV. R.3006
BreaV. S.200 9
BruneteV. R.3345
BugésV. S.37
BustarviejoV. R.27010
Cabanillas del CampoV. R.909
Cabanillas de la SierraV. R.309
Cabañas, junto a YepesV. S.25910
Cabañas de la SagraV. S.949
CabreraV. S.5310
CamarenaV. S.2959
Camarma del CañoV. S.186
Camarma de EncimaV. S. 36
Camarma de EsteruelasV. S.306
Campo RealV. S.3505
CanillasV. S. 221
CanillejasV. S. 14 1   —350→  
Carabanchel de abajoL. R.2251
Carabanchel de arribaL. R.3001
CarabañaV. S.2407
CarranqueV. S.3106
Casa de UcedaV. R.1429
Casar de TalamancaV. S.2457
Casarubios del MonteV. S.3307
CasarobuelosA. R.30 5
Casas de las NavasV. S.726
CedilloV. S.2037
CercedaV. S.20 9
Cercedilla V. S.22510
ChamartínV. S.1101
ChapineríaV. S.2309
ChiloechesV. S.225 9
ChinchónV. S.774 6
Chozas de CanalesV. R.1109
Chozas de la SierraV. S.25 8
CienpozuelosV. S.4005
Collado MedianoV. S.208
Collado VillalbaV. S.707
Colmenar del ArroyoV. S. 57 8
Colmenar de OrejaV. S.12007
Colmenar ViejoV. S. 9006
ColmenarejoV. S.40 5
CorpaV. S.1008
CosladaL. R.121 ¾
CovejaV. S.82 8
CoveñaV. S.504
CubasV. S.60 5   —351→  
CabilloV. R.110 9
Daganzo de abajoV. S.124
Daganzo de arribaV. S.1305
Dos-barriosV. S. 82810
DrievesV. S.909
EscaricheV. R.10010
EsquiviasV. R.2116
EstremeraV. S.3979
FresnedillasV. R.607 ½
Fresno de ToroteV. S.285
Fuencarral L. R.3802
FuenlabradaL. R.3503
FuensalidaV. S.45510
Fuente el FresnoL. R.8 3 ¾
Fuente la HigueraV. R. 80 9
Fuente NovillaV. S.1408
Fuente el SazV. R.1005
FuentidueñaV. S.1109
GalapagarV. S.130 6
GalápagosV. S.577
GetafeL. R.5002
GriñónV. S.1005
Guadalajara C. R.250010
GuadalixV. S.200 9
GuadarramaV. S.909
HortalezaV. S.1281
HoyoV. S. 62 8
HuerosV. R.306
Huerta de ValdecarábanosV. S.40010
Humanes V. S.534   —352→  
Húmera V. S.61 ½
Illescas V. R. 4006
Leganés V. S. 300 2
LoechesV. S. 1204
Loranca de TajuñaV. S.250 9
Majada-hondaL. R. 1602
MálagaV. R.6010
Malaguilla V. S.4710
Manzanares del RealV. S.388
MarchamaloV. S.32010
Mata el Pino V. S.22 9
Mata RubiaV. R.5910
MazuecosV. S. 1129
MecoV. S. 2337
MejoradaV. S.45 3
MéntridaV. S.539 8
MesonesV. R.288
Miraflores de la SierraV. S.360 9
MolarV. S.2327
MolinosV. S. 70 9 ½
MondéjarV. S. 5008
Moraleja la MayorV. S. 3 4 ½
Moraleja de EnmedioV. S. 804
Moral-ZarzalV. S. 207
Morata de TajuñaV. S.311 5
MóstolesV. R.2703
Navas del MarquésV. S.600 10
NavacerradaV. S.3710
NavalafuenteV. R. 459
NavalagamellaV. R.1107   —353→  
NavalcarneroV. R. 6805
NavalquejigoV. S. 96
NoblejasV. S.268 10
Nuevo BastánL. S. 209
OcañaOrd. de Sant.1411 9
OlíasV. R. 50010
Olmeda de la CebollaV. S.357 ½
OntígolaV. S.1508
OrejaV. S. 57
Orusco V. S.1007
PalomequeV. S.646
PantojaV. R.457
ParacuellosV. S.703
PardoSitio Real2
ParlaV. S.1253
Patones L. S.409
PedrezuelaV. S.1107
PeguerinosV. R.709
PelayosV. S. 29 10
PeralejoV. R.106
Perales de MillaV. S.557
Perales del RíoV. S.22 2
Perales de TajuñaV. S.160 6
PesadillaV. S.24 ½
Pezuela de las TorresV. S.1509
PintoV. S.3423
PiozV. S. 259
Polvoranca V. S.5 2 ½
PortilloV. S.35010
Pozo de GuadalajaraV. S. 18 9   —354→  
Pozo de AlmogueraV. S. 309
Pozuelo de AlarcónV. S.150 2
Pozuelo del ReyV. S.2745
PradoV. S.57010
QuerV. S. 518
QuijornaV. S.456
RecasV. S.1068
RedueñaV. R. 389
RejasV. S.72
RivasV. S. 112
RivatejadaV. R. 407
Robledo de Chavela V. R. 198 9
RomanillosDespoblado103 ½
Rozas L. R.118 3
Sacedón de CanalesV. S. 64
San AgustínV. S.606 ½
San FernandoSitio Real98 3
San Martín de la VegaV. S.1024
S. Martín de ValdeiglesiasV. S. 212 10
San Sebastián de los Reyes L. R. 200 3
Santa Cruz del RetamarV. S.40010
Santa María de la AlamedaV. R.100 9
San TorcazV. S.153 8
Santos de la HumosaV. R.1508
SerracinesV. S. 36
SerranillosV. S.505
Seseña V. S.2305
Sevilla la NuevaV. S. . 255
TalamancaV. S.957
TielmesV. S.1206   —355→  
Torre de Esteban HambránV. S. 2949
Torrejón de ArdozV. R.400 4
Torrejón de la CalzadaV. R.9 4
Torrejón del Rey V. S. 75 7
Torrejón de VelascoV. S. 2804
TorrelagunaV. R.4009
TorrelodonesV. S.405
TorremochaL. S.34 9
TorresV. S.1805
UcedaV. S.1409
Ugena V. R.1086
UsanosV. R.1059
VaciamadridV. S.53
ValbuenoV. S.20 8
ValderachasV. S. 25 10
ValdeaberoV. S.877
ValdeaberueloV. S.606
ValdelagunaV. S.1207
ValdemaquedaL. S.409
ValdemoroV. R.4504
Valdemorillo L. R. 226 6
Valde-Nuño FernándezV. R.50 8
ValdeolmosV. S.26 6
ValdepiélagosV. S.808
ValdetorresV. S.130 6
ValdilechaV. S.1366
VallecasL. R.1601
ValmojadoV. S.107 7
ValverdeV. S.256
Velilla de San AntonioV. S.40 3 ½   —356→  
Venta de Juan CalvoVenta S. 8 9
Ventas de Retamosa V. S.848
VenturadaV. S.30 8
VicálbaroL. R.4491
Villaconejos V. S.207
Villafranca del CastilloV. S. 6 4
Villahermosa de AloberaV. S. 558
VillaluengaV. S.3008
VillalvillaV. R.757
VillamantaV. S.706
VillamantillaV. S.100 7
VillamanriqueV. S.709
VillamielV. S.12710
VillamuelasV. S.14010
Villa de la Cañada, la EspernadaV. R.1005
Villanueva del PardilloV. S.504
Villanueva de la SagraV. S. 1378
Villanueva de la TorreV. S.607
Villarejo de SalvanésV. R.4007
Villa-Real-CiruelosV. S.1249
VillarubiaV. S.37710
Villar del OlmoV. S. 606 ½
Villaseca de la SagraV. S.3759
Villaseca de UcedaL. R.109
VillasequillaV. R.18010
VillaverdeV. R.1051
VillaviciosaV. S.1353
ViñuelasV. R.653
Viso (El)V. S.1026   —357→  
YebraV. S.17010
YelesV. S.136
YepesV. R.10009
YevesV. S.809
YunclerV. R.1478
YunclillosV. S.969
YuncosV. R.1107
ZarzalejoV. R.1618
Zarzuela del MonteCaserío S.16