Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

31

[«madrideños» sic en el original, en vez de «madrileños» (N. del E.)]

 

32

[«madrideños» sic en el original, en vez de «madrileños» (N. del E.)]

 

33

[«812» en el original (N. del E.)]

 

34

Nació san Isidro por los años 1082, de padres honrados, aunque humildes. Su ejercicio principal fue el de labrador, aunque según la tradición también trabajó en algunas otras obras y menesteres. Se hizo célebre por sus virtudes y milagros, de que tratan largamente muchos historiadores. Vivió 90 años, y murió en 30 de noviembre de 1172, siendo sepultado en el cementerio de la parroquia de san Andrés debajo del sitio que es hoy altar mayor, en donde está señalado el de su sepultura con una reja. Después ha tenido varias colocaciones, y últimamente se halla en la iglesia del colegio imperial de la Compañía de Jesús con notable magnificencia. Fue canonizado por la santidad de Gregorio XV en 1622, y Madrid le escogió por su patrono.

En la casa n.º 7 de la calle del Águila hay una capilla dedicada a san Isidro, y es tradición que el santo vivió en ella; así como igualmente hay otra en la casa contigua a la parroquia de san Andrés, donde se dice que vivió y murió cuando servía a Iván de Vargas, dueño de dicha casa. (N. del A.)

 

35

[«virey» en el original (N. del E.)]

 

36

Francisco Ramírez de Orena, señor de la casa principal de los Ramírez, de Madrid, general de artillería de los reyes Católicos, fue célebre por su valor. El que desplegó en 1485 en el cerco del castillo de Alhabar y Cambil hasta rendirle, le valió el heredamiento de Boruos, de que el rey le hizo merced; y después en 1487 estando los reyes sobre Málaga, y conociendo la dificultad de rendirla sin tomar un puente de cuatro arcos que estaba entre el muro de la barrera con dos torres muy fuertes, mandaron a Ramírez verificarlo: hízolo con asombro de todo el campamento, recibiendo una herida en la cabeza y puso la bandera de Santiago en la segunda torre, derribando la de los moros, que luego entregaron la ciudad. El rey queriendo recompensar su valeroso esfuerzo, le armó caballero en el mismo sitio de esta gloriosa acción, añadiendo a sus armas la puente y torre que había tomado.

Casó en primeras nupcias con Isabel de Oviedo, natural de esta villa; y viudo de ella recibió de los reyes la mano de la célebre Beatriz Galindo (La Latina) maestra de la reina doña Isabel y su camarera mayor. En 1490 fue nombrado alcaide de Salobreña por lo que se había distinguido en la toma de su fortaleza, y en 1499 habiéndose rebelado los moros de la Serranía de Ronda le mandó el rey pasar a reducirlos, y fue muerto por ellos con otros muchos caballeros en 17 de marzo de 1501.

Él y su esposa fundaron el hospital que hoy se llama de La Latina, y los dos monasterios de la Concepción Francisca y Gerónima, y ambos yacen en este último, y aún se ven en la capilla mayor los sepulcros de alabastro con inscripciones que lo indican. (N. del A.)

 

37

Don Rodrigo Zapata de León fue el primero que en la toma de San Quintín en 1557 acometió la batería y plantó la bandera española. Asistió también, y distinguiéndose siempre, en el socorro de Orán y Mazarquivir, en la toma del Peñón y en el socorro de la isla de Malta. En Flandes y en Holanda se hizo tan célebre por su valor que el gran duque de Alba le encargaba las mayores empresas. En el paso del Ampurdán perdió el brazo izquierdo, y vuelto a España fue nombrado capitán de caballos y caballero del hábito de Santiago. Después sirvió en Flandes, y de maestre de campo en Portugal. Fue tan célebre por su valor, que era conocido por el capitán y bandera de la Sangre. Murió en Anfana de Sosa, y fue trasladado al convento de Constantinopla de Madrid, patronato de su casa. (N. del A.)

 

38

Fue hijo de Gonzalo Pérez, secretario de Estado del Emperador, y después de concluidos sus estudios en Alcalá, Padua y Salamanca, fue nombrado secretario de la Cámara del Consejo de Italia, hasta que por la gran fama de su saber le eligió Felipe II en 1570 para secretario de Estado. Descargó en él el rey el peso del gobierno cerca de diez años; mas por la acusación de muerte del secretario Escovedo, asesinado en la callejuela detrás de la parroquia de santa María, y otros motivos que nunca se supieron, fue preso; y aunque al principio no era rigorosa su detención, fue agravándose diariamente durante once años, hasta llegar a término de haber sentencia de muerte: por lo cual determinó fugarse de su prisión, que la tenía en la casa que es hoy Consejo de la guerra, en la plazuela de la Villa, y lo consiguió con el auxilio de su esposa en la noche del 18 de marzo de 1590; llegó en posta a Aragón, y allí se le volvió a prender por el tribunal de la Inquisición, y de resultas del favor que le prestaron los aragoneses, envió el rey un ejército, con que se alteró todo el reino. Viendo Pérez las cosas en tan mal estado, se pasó a Francia, donde vivió hasta 1611 que murió en París, y yace sepultado en el convento real que fue de los Celestinos, donde hay una lápida que lo indica. Su mujer doña Juana Coello, también hija de Madrid, fue, igualmente célebre por los viajes que hizo por mar y tierra, para acudir a la defensa de su marido: fue presa públicamente, y murió muy pobre, dejando varios hijos. (N. del A.)

 

39

Don Alonso de Ercilla y Zúñiga nació en 7 de agosto de 1533, y fue hijo del doctor Fortunio García de Ercilla, caballero del hábito de Santiago, y del concejo y cámara del emperador Carlos V, y de doña Leonor de Zúñiga, guardadamas de la emperatriz doña Isabel. Don Alonso se crió en calidad de paje del príncipe don Felipe; y en 1547 pasó con este monarca a Bruselas y luego a Inglaterra, desde donde partió a América a la pacificación del estado Araucano, en que se distinguió por sus grandes proezas, restituyéndose a España en 1561.

Casó en Madrid con doña María de Bazán, y ea 1571 le hizo el rey merced del hábito de Santiago, sirviendo después de gentil-hombre de cámara al emperador Rodolfo. No se sabe el año en que murió; pero sí que fueron trasladados sus restos al convento de carmelitas descalzas de Ocaña fundado por su esposa.

Este insigne guerrero es igualmente célebre como autor del poema heroico la Araucana, que si no reúne todas las cualidades necesarias a una obra de esta clase, contiene las suficientes para haber merecido el mayor aprecio de naturales y extranjeros. (N. del A.)

 

40

Nació en la puerta de Guadalajara y casas de Gerónimo de Soto, parroquia de san Miguel, en 25 de noviembre de 1565, y se bautizó en dicha parroquia en 6 de diciembre siguiente. Fueron sus padres Félix de Vega y Francisca Fernández, personas de conocida nobleza en esta villa. Las obras de este celebérrimo poeta son tan conocidas y apreciadas, que no hay para qué encarecerlas, y ellas le granjearon el renombre de Fénix de los ingenios, y una consideración de todas las clases de la sociedad, de que hay muy pocos ejemplares. Admitido a la presencia de los reyes y príncipes, admirado del público, embriagado con las continuas alabanzas, Lope dejó correr su fácil pluma, y sin más riendas que su capricho natural, pervirtió el gusto del público con sus ingeniosísimas y desordenadas comedias: el número de éstas se hace subir a 1800, y por ellas adquirió Lope su mayor reputación y conveniencias.

Su vida fue también dramática; pues fue estudiante, militar, dos veces casado, y luego eclesiástico. Caballero del orden de san Juan, doctor en teología (cuyo título le envió el papa Urbano con una carta de su misma letra), capellán mayor de la congregación de presbíteros naturales de Madrid, promotor fiscal de la reverenda Cámara apostólica y notario escrito en el Archivo romano. Tuvo varios hijos legítimos y naturales, de que le sobrevivieron por lo menos dos hijas.

Murió en 27 de agosto de 1635 en su casa propia, que estaba en la calle de Francos, y se dice ser aquella que a la mano izquierda, entrando desde la del León, y pasando la del Niño, se distingue con el n.º 11 y tenía sobre el dintel de la puerta esta pequeña inscripción que ha desaparecido con la reforma de la casa

D. O. M.

PARVA PROPIA MAGNA

MAGNA ALLIENA PARVA.



Su entierro se verificó en público, can una pompa y magnificencia sin igual, siendo tanto el concurso de lo más distinguido de Madrid, que había empezado ya a entrar el acompañamiento en san Sebastián, y no había salido el cuerpo aún de la casa; no obstante que la carrera fue por la calle de Francos, la de san Agustín, que hace frente a las vistas del convento de Trinitarias descalzas (por donde pasó para que le viese su hija Marcela, monja en dicha casa), la de Cantarranas, la del León, plazuela de Antón Martín y calle de Atocha. Se depositó el cadáver en la bóveda que hay debajo del altar mayor, en el segundo nicho de la orden tercera. (N. del A.)