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Retórica y Poética

Dionisio de Halicarnaso (ca. 60‑ca. 5 a. C.)

José Antonio Hernández Guerrero
María del Carmen García Tejera

Obras

Contemporáneo de Horacio, enseñó Retórica en Roma desde el año 30 al 7 a. de C. a la vez que redactaba su obra más importante titulada Antigüedades Romanas veinte libros, de los que sólo los diez primeros han llegado hasta nosotros‑, escribió una historia crítica sobre los oradores de la gran Ática (titulado Sobre los oradores antiguos) y algunos trabajos menores (Primera carta a Ammeo, Carta a Pompeyo Gémino, La Filosofía Política, Sobre la imitación, Tratado crítico sobre Demóstenes, Sobre Tucídides, Segunda carta a Ammeo, Dinarco, Demóstenes, Las figuras del estilo, en el que se ocupa del estilo de las grandes figuras griegas como Platón, Tucídides, Herodoto y Jenofonte). El trabajo que más influyó fue el titulado La composición literaria cuyas raíces se remontan a Isócrates (V. Bécares Bota, 1983: IV) y que fue comentado, ya en el Renacimiento, por Castelvetro.

Dionisio considera la palabra como elemento artístico, trata sobre la redacción literaria y, más concretamente, sobre el orden de las palabras. No describe las partes del discurso: sólo ofrece normas para la organización sintagmática de la frase y presta atención a algunos aspectos que, hasta entonces, no se habían analizado.

Las ideas retóricas de Dionisio, también destacado teórico literario, no constituyen un sistema coherente ni fijo, sino que evolucionan a lo largo de sus diferentes trabajos. En las primeras obras, Lisias representa el modelo del buen orador, y en las últimas, reconoce la superioridad de Demóstenes. En la primera y en la segunda parte de su tratado Sobre Demóstenes, adopta diferentes criterios de clasificación de los estilos literarios.

Su obra Sobre la composición literaria trata sobre teoría literaria y se ocupa, principalmente, de la disposición de las palabras, de sus diversas combinaciones, de la estructura de las oraciones y del ritmo. Quizás el mayor interés de la obra estriba en la atención que presta a la musicalidad de la frase, un aspecto no tratado adecuadamente por sus predecesores.

Su particular contribución a la Retórica consistió en mostrar cómo, mediante la oportuna organización de palabras ordinarias, se obtienen diferentes efectos decorativos, expresivos y estéticos. Su consideración de los estilos desde una perspectiva original, y la proclamación del clasicismo ático como ideal de la prosa artística, constituyen, en opinión de la mayoría de los críticos, su aportación más interesante (V. Bécares Bota, Ibidem).

Aunque se sabe que escribió varias obras de retórica y de crítica literaria que se han perdido, por tradición indirecta conocemos el contenido fundamental de Sobre la imitación y Sobre la elección de palabras. En el primero trata de la imitación en general y estudia los autores dignos de ser imitados. Se ha perdido su libro titulado Sobre las figuras del estilo, citado por Quintiliano. Del libro Sobre los oradores antiguos sólo se ha conservado el tomo I y está dedicado a los tres oradores antiguos: Lisias, Isócrates e Iseo. Hace una descripción bio‑bibliográfica, y define los rasgos estilísticos y los contenidos temáticos de sus respectivas obras (A. Sancho Royo, 1991: 10).

Su método, basado en la lectura de autores clásicos, proporciona abundante información histórica y crítica, y una amplia base teórica. Sus ideas retóricas, mezcla de elementos platónicos, isocráticos, peripatéticos y estoicos, son origen de ambigüedades y de imprecisiones.

No debemos olvidar el papel que desempeña Dionisio de Halicarnaso en la transmisión de conceptos teórico-literarios y retóricos: sus ideas sobre la mimesis y sobre la composición, las heredan, entre otros, Plutarco, Quintiliano, Hermógenes de Tarso, Siriaco, los Escoliastas. Incluso en el Renacimiento: en Bembo, Escalígero, Pico della Mirandola, Castelvetro, Fray Luis de Granada o Fernando de Herrera (C. Bobes, 1998, II: 23).

Bibliografía

  • Carmen Bobes y otros (1998), Historia de la Teoría literaria, 2 vols. II. Transmisores. Edad Media. Poéticas clasicistas, Madrid, Gredos.
  • Vicente Bécares Bota (1983), «Introducción» a Dionisio de Halicarnaso: La composición literaria, Salamanca, Publicaciones de la Universidad.
  • José Antonio Hernández Guerrero y M.ª del Carmen García Tejera (1994), Historia breve de la Retórica, Madrid, Síntesis.
  • Antonio López Eire (2002), Poéticas y Retóricas griegas, Madrid, Síntesis.
  • Antonio Sancho Royo (1991), Introducción, traducción y notas de Hermógenes, Sobre los tipos de estilo. Sobre el método del tipo Fuerza, Sevilla, Publicaciones de la Universidad.
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