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Retórica y Poética

Empédocles de Agrigento (493‑433 a. C.)

José Antonio Hernández Guerrero
María del Carmen García Tejera

Obras

Junto a esta Retórica de la «verosimilitud» se desarrolla también en Sicilia, otra Retórica llamada psicagógica o «conductora de almas». Se relaciona con la medicina que, más que describir enfermedades, aplica el remedio adecuado a cada enfermo ‑más que enfermedades, existen enfermos‑ y con la magia que, conociendo los poderes secretos de las palabras y de las cosas, produce efectos sorprendentes y milagrosos -las palabras y las cosas poseen poderes secretos-. Su origen se remonta a los «Discursos pitagóricos» y a una tradición recogida por Aristóteles, que considera a Empédocles de Agrigento, filósofo y poeta con fama de mago, como el verdadero fundador de la Retórica.

Este «arte» no se proponía convencer mediante una demostración técnicamente rigurosa, sino que pretendía conmover, apoyándose en esa atracción irresistible que las palabras, cuando se emplean con habilidad, ejercen sobre los oyentes. La Retórica psicagógica intentaba provocar, más que una adhesión racional, una reacción emotiva, una «comunión». Aconseja varios procedimientos para conseguir tales efectos como, por ejemplo, la «antítesis» relacionada con la teoría pitagórica de los contrarios, y la «politropía», o capacidad de encontrar diferentes modelos de discurso para los distintos tipos de auditorio. En este ambiente pitagórico, según Aristóteles, surge esta Retórica de lo «oportuno», de lo «adecuado», de lo «justo», de lo «exacto» en el sentido aritmético y que, obviamente, guarda una relación estrecha con la noción de «proporción numérica».

Bibliografía

  • José Antonio Hernández Guerrero y M.ª del Carmen García Tejera (1994), Historia breve de la Retórica, Madrid, Síntesis.
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