Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


 

11

Ignoro si algo parecido a lo sucedido con la primera religiosa mencionada pudo ocurrir en el mucho más conocido -por su celebridad literaria- «Hna. San Sulpicio».

 

12

Creo que hay que tomar en cuenta, desde que ha saltado la noticia a la información pública, que, p. ej., el nombre predominante entre los impuestos a las nacidas en Barcelona durante 1984 ha sido Vanessa, por encima no sólo de «Mercedes», sino incluso de «Montserrat», pero advirtiendo que no con la elección queda la cuestión zanjada: nuevamente caben de este nombre equivalencias («Vanesa», Vanesse) según los contextos lingüísticos en que estas barcelonesas sean mencionadas, o fosilización cualquiera que sea la lengua donde su nombre sea empleado.

 

13

Todas las que conozco detalladamente, masculinos utilizados por escritoras, como las dos célebres que citaré, respectivamente D.ª Cecilia Böhl de Faber y D.ª Catalina Albert. Pero me consta que D. Víctor Balaguer había tenido a su cargo, con seudónimo femenino que ahora no consigo recordar, un consultorio en la sección «para mujeres» de un periódico.

 

14

Me refiero a la vívida exposición de estas actitudes y la comprensión hacia ellas mostrada nada menos que por el académico Dr. E. Lorenzo en su donosa vulgarización «Nombres y modas», ABC 16-8-1986, 56.

 

15

Una de las objeciones, pues, que -dicho sea de paso- más directamente pueden oponerse a la mera transcripción o transliteración de antroponimia clásica aludidas al comienzo: los propios griegos y latinos no practicaron la fosilización.

 

16

Cfr. E. FLORES, «Nomina ficta» en la poesía narrativa latina pagana I-II, Madrid 1984 y las obras sobre este tipo de onomástica en distintos autores y géneros, griegos y latinos, enumeradas en la parte correspondiente de su Bibliografía, págs. LII-LXXIII del vol. I.

 

17

Recuérdese el todavía útil Lexicon Graeco-Latinum de E. F. Leopold, Leipzig, 1936.

Indice