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Veinticinco años de estudios sobre la ciudad hispano-romana


Juan Manuel Abascal Palazón


Universidad de Alicante

Publicado originalmente en Tempus, 10, 1995, 19-84.



Los estudios sobre la ciudad romana, en su acepción conceptual más amplia, están de moda. El interés por la fisonomía y el funcionamiento de las antiguas formaciones urbanas ha crecido en la medida en que lo han hecho en los últimos años nuestras fuentes de información. Al mismo tiempo, nuevas perspectivas e intereses han surgido a partir del hecho físico del espacio urbano y de la imagen de su tiempo que éste pudo proyectar.

Se hace imposible recoger en unas pocas páginas la totalidad del caudal informativo del que ahora disponemos, debido a que los hallazgos de nuevos documentos jurídicos en la provincia Baetica han disparado el ritmo de edición de nuevos enfoques y el replanteamiento de viejos problemas1. A fin de facilitar el manejo de la crónica que sigue, hemos adoptado el esquema siguiente.






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Obras generales

Hasta hace algo más de 20 años la bibliografía estuvo estado compuesta por obras clásicas de gran envergadura pero en número reducido: F. de Coulanges, La cité antique, Paris, 1885 (Trad. castellana: La ciudad antigua, Barcelona, 1984); J. S. Reid, The Municipalities of the Roman Empire, Cambridge 1913; F. F. Abbot - A. C. Johnson, Municipal Administration in the Roman Empire, 1926, rptd. New York 1968; R. D'Ambrosio, Alle origine della città, 1956; M. Clavel-Lévêque y P. Lévêque, Villes et structures urbaines dans l'Occident romain, Paris, 1971 (rptd. 1984); M. Hammond, The city in the ancient world, 1972.

De 1975 a esta parte ha hecho su aparición un buen elenco de títulos en torno al tema en todas las aproximaciones imaginables: D. Macauly, Eine Stadt wie Rom, 1975; J. Rykwert, The Idea of a Town. The Anthropology of Urban Form in Rome, Italy and the Ancient World, Londres, 1976 (Trad. castellana: La idea de ciudad. Antropología de la forma urbana en el mundo antiguo, Madrid, 1985), que tanta influencia ha tenido en trabajos posteriores; C. J. Classen, Die Stadt im Spiegel der Descriptiones und Laudes urbium in der antiken und mittelalterlichen Literatur bis zum Ende des zwölften Jahrhunders, New York - Hildesheim, 1980; W. Dahlheim, «Die Funktion der Stadt im römischen Herrschaftsverband», Historische Zeitschrift, 7, 1982, pp. 13-74; F. Kolb, Die Stadt im Altertum, Munich, 1984 (Trad. española, La ciudad en la antigüedad, Madrid, 1992); M. A. Levi, La città antica. Morfologia e biografia della aggregazione urbana nell'antichità, 1989; T. Lorenz, Römische Städte, Darmstadt, 1987; F. Jacques, Les cités de l'occident romain. Du Ier siècle avant J.-C. au VIe siècle après J.-C. Documents traduits et commentés, Paris, 1990; W. Eck y H. Galsterer (ed.), Die Stadt in Oberitalien und in den nordwestlichen Provinzen des Römischen Reiches. Kölner Forschungen, 4, Mainz, 1991; H.-J. Schalles, H. von Hesberg y P. Zanker, Die römische Stadt im 2. Jahrhundertn. Chr. Der Funktions - wandel des öffentlichen Raumes. Koll. Xanten 1990, Bonn, 1992.

Específicamente referidos a Hispania pueden citarase los siguientes trabajos: J. F. Rodríguez Neila, Sociedad y administración local en la Betica romana, Córdoba, 1981; J. M. Abascal y U. Espinosa, La ciudad hispano-romana. Privilegio y poder, Logroño, 1989; W. Trillmich y P. Zanker (eds.), Stadtbild und Ideologie. Die Monumentalisierung hispanischer Städte zwischen Republik und Kaiserzeit. Madrid, 1987, München, Bayerische Akademie der Wissenschaften,1990; Aspectos de la colonización y municipalización de Hispania, Mérida, 1989 (con contribuciones de J. M. Roldán [«Colonización y municipalización durante la República», pp. 11 ss.], JJ. Sayas [«Colonización y municipalización bajo César y Augusto: Bética y Lusitania», pp. 33 ss.], J. M.ª Solana [«Colonización y municipalización bajo César y Augusto: Hispania citerior», pp. 71 ss.], J. Santos [«Colonización y municipalización de Hispania desde Tiberio a los Flavios», pp. 107 ss.], J. González [«Las leyes municipales flavias», pp. 133 ss.] y J. Mangas [«La municipalización flavia de Hispania», pp. 153 ss.]; Los asentamientos ibéricos ante la romanización, Madrid, 1988; N. Mackie, en Th. Blagg y M. Millett, The early Roman Empire in the West, Oxford, 1990 (con recensión de G. Woolf, Journal of Roman archaeology, 5, 1992, pp. 349-352); Conquista romana y modos de intervención en la organización urbana y territorial. Primer Congreso histórico-arqueológico hispano-italiano. Elche 1989, DArch, 10, 1992; M. Bendala (ed.), La ciudad hispanorromana. Tarragona, 1993, que recoge diversos trabajos de índole regional debidos a J. Guitart, L. Abad, C. Aranegui, A. Fuentes, P. Rodríguez Oliva y otros, que actualizan la información sobre la mayor parte de las ciudades; M. Bendala, «La ciudad en la Hispania romana», en XIV Congr. Int. de arqueología clásica. Tarragona 1993 (en prensa); íd., «Fórmulas de promoción y desarrollo urbano y urbanístico en la Hispania tardorrepublicana», en Italia e Hispania en la crisis de la República. III Congr. Histórico-arqueológico hispano-italiano. Toledo 1993 (en prensa); Ciudad y comunidad cívica en Hispania, siglos II y III d. C. Actes du colloque organisé par la Casa de Velázquez et par le Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid 25-27 janvier 1990, Madrid, 1993, y las cuestiones planteadas en esta obra por P. Le Roux, «Peut-on parler de la cité hispano-romaine aux IIe. - IIIe.s.? Questions de forme et questions de fond pour una absence de synthèse», pp. 187-195; íd., Romains d'Espagne. Cités et politique dans les provinces, IIe siècle av. J.-C. - IIIe siècle ap. J.-C., Paris, 1995 (especialmente capítulo 3); Teoría y práctica del ordenamiento municipal en Hispania. Revisiones de Historia Antigua, 2. Vitoria, 1993 (en prensa).

La bibliografía sobre el particular se ha extendido, incluso, al ámbito de la tardía romanidad, que había recibido menos atención hasta el presente: E. Pack, Städte und Steuern in der Politik Julianus. Untersuchungen zu den Quellen eines Kaiserbildes, Bruxelles, 1986; F. M. Ausbüttel, Die Verwaltung der Städte und Provinzen im spätantiken Italien, Frankfurt a. M., 1988; M. R. Cataudella, «Democrazia municipale in Africa nel Basso Impero?», en L'Africa romana. Atti del V Convegno di studio, Sassari, 1988, pp. 87-100; Cl. Lepelley, «Permanences de la cité classique et archaïsmes municipaux en Italie au Bas - Empire», en Mélanges A. Chastagnol, pp. 353-371; S. Gutiérrez, «De la civitas a la madina: destrucción y formación de la ciudad en el sureste de Al-Andalus. El debate arqueológico», en Sociedades en transición. Actas del IV Congreso de arqueología medieval española. Alicante 1993, Alicante, 1994, vol. 1, pp. 13-35, sobre Hispania con la bibliografía anterior.

Sobre las relaciones entre el poder central y las ciudades los estudios básicos son los de D. Nörr, Imperium und Polis in der Hohen Prinzipatszeit, Munich, 1969; A. B. Bosworth, «Vespasian and the Provinces: some Problems of the early 70's», Athenaeum 51, 1973, 49 ss.; M. Stahl, Imperiale Herrschaft und provinziale Stadt. Strukturprobleme der römischen Reichs-organisation in 1-3 Jh. der Kaiserzeit, Göttingen 1978; F. Millar, «The Emperor, the Senate and the Provinces», en JRS, 56, 1966, pp. 156 ss.; íd., The Emperor in the Roman World, Londres, 1977; íd., «Empire and City, Augustus to Julian: Obligations, Excuses and Status», JRS, 73, 1983, pp. 76-96; S. Riccobono, «Le "civitates" nell'unità dell'impero romano. Autonomie locali e politica del territorio», Atti del Convegno 'Plini il vecchi sotto il profilo storico letterario'. Como 1979 = La città antica come fatto di cultura, Como 1983, pp. 215-231; P. Guichard, «Sénat de Rome et Concilium de Bétique: les relations entre les deux assemblées de 92 à 99 ap. J.-C. à l'occassion des procès de Massa, Gallus et Classicus», MCV, 25, 1989, pp. 31-54; W. Bojarski, «La suprématie de l'état romain et l'autonomie des villes», Eos, 78, 1990, pp. 203-208; P. Le Roux, «Cité et culture municipale en Bétique sous Trajan», Ktema, 12, 1987 [1991], pp. 271-284.




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Desarrollo histórico de la ciudad hispano-romana. Las primeras fundaciones

Desde el estudio clásico de Vittinghoff (Fr. Vittinghoff, Römische Kolonisation und Bürgerrechtspolitik unter Caesar und Augustus, Wiesbaden, 1952), un buen número de libros y artículos han insistido en ofrecer imágenes globales sobre la extensión del régimen colonial y municipal a las comunidades de la Península Ibérica.

La obra de D. Antonio García y Bellido es una referencia obligada entre los más tempranos estudios sobre la promoción jurídica de las ciudades hispano-romanas (A. García y Bellido, «Las colonias romanas de Hispania», AHDE, 29, 1959, pp. 447-519; íd., «Orígenes y formas de las colonias romanas de Hispania», Cuadernos Hispanoamericanos, 1969, pp. 238-240; íd., «Del carácter militar activo de las colonias de Lusitania y regiones inmediatas», Trabalhos de Antropologia e Etnologia [Porto], 117, 1959). Sigue siendo indispensable referirse como obra de conjunto al estudio de H. Galsterer (Untersuchungen zum römischen Städtewesen auf der iberischen Halbinsel, Berlín, 1971), que incluía una estimación temporal del impacto jurídico sobre las ciudades, así como una valiente lista final datando cada una de las transformaciones. Junto a estos estudios se hacen imprescindibles hoy las síntesis de N. Mackie, Local Administration in Roman Spain A. D. 14-212. BAR Int. Series 172, Oxford, 1983 y R. Wiegels, Die Tribusinschriften des römischen Hispanien. Ein Katalog, Berlín, 1985, que, al hilo de la tribu empleada en la promoción jurídica de las diferentes ciudades, sustituyendo para Hispania al antiguo trabajo de J. W. Kubitschek (Imperium Romanum tributim discriptum, Praga, 1889, ed. anastásica, Roma, 1972), recoge e interpreta la información disponible sobre cada una de las ciudades y su fecha de promoción. De forma general, siguen siendo útiles los trabajos contenidos en Symposium de ciudades augusteas (2 vols.), Zaragoza, 1976, que incluía tanto síntesis regionales como trabajos específicos sobre diferentes localidades.

Perspectivas similares se han editado en los últimos años con márgenes temporales y regionales más reducidos (M. Tarradell, «Las ciudades romanas del este de la Península», Symposium de ciudades augusteas, 2, Zaragoza, 1976, p. 289-313; íd., «Les villes romaines dans l'Hispania de l'est», en P. M. Duval y E. Frezouls (ed.), Thèmes de recherches sur les villes antiques d'Occident. Strasbourg 1971, Paris, 1977, pp. 97-120; M.ª A. Marín, Emigración, colonización y municipalización en la Hispania republicana, Granada, 1988; C. González Román, Imperialismo y romanización de la provincia Hispania Ulterior, Granada, 1980).

En las actas del coloquio Les Villes de Lusitanie romaine. Hiérarchies et territoires. Table Ronde... Talence, 8-9 décembre 1988, Paris 1990, figuran un buen número de trabajos de especial interés firmados por P. Le Roux («Les villes de statut municipal en Lusitanie romaine», pp. 35-49) A. Tranoy («L'organisation urbaine dans le Conventus Scallabitanus», pp. 11-20), M. Salinas de Frías («Las ciudades romanas de Lusitania oriental: su papel en la transformación del territorio y la sociedad indígena», pp. 255-263) y J. de AlarçaoIdentificaçao das cidades la Lusitânia portuguesa e dos seus territorios», pp. 21-34), además de estudios específicos que recogemos en los apartados correspondientes.

Entre las síntesis regionales debe citarse también J. González, «Res Publica Siarensium y municipios de la Bética», Actas del II Congreso Andaluz de Estudios Clásicos. Antequera-Málaga 1984, Málaga, 1988, pp. 69-97) y el minucioso estudio de A. U. Stylow, «El municipium Flavium V (---) de Azuaga (Badajoz) y la municipalización de la Baeturia Turdulorum», Studia Historica [Salamanca] 9, 1991, pp. 11-27.

Sobre Carpetania y, en general, sobre las ciudades de la Meseta sur: M.ª P. González-Conde, Romanidad e indigenismo en Carpetania, Alicante, 1987; J. Mangas y J. Alvar, «La municipalización de Carpetania», en Toledo y Carpetania en la Edad Antigua. Toledo 1986, Toledo, 1990, pp. 81-96. La obra de G. Alföldy (Römisches Städtewesen auf der neukastilischen Hochebene. Ein Testfall für die Romanisierung, Heidelberg, 1987) desborda ampliamente las consideraciones regionales que su título anuncia, y analiza cuestiones de régimen local de interés para toda la Península. Vid. también la contribución de A. Fuentes en M. Bendala (ed.), La ciudad hispanorromana. Tarragona, 1993.

Entre el final de la segunda Guerra Púnica y el de las guerras celtibéricas, Roma organizó en Hispania las primeras comunidades al modo romano, empleando para ello los mecanismos coloniales. Entre los años 205 y 133/32 a. C. hacen su aparición Italica, Carteia, quizá Gracchurris, probablemente Corduba, Valentia, Palma y Pollentia.

La bibliografía sobre estos enclaves es muy abultada y, en gran parte, recoge tan sólo intervenciones arqueológicos sin discusión de los problemas jurídicos.

Sobre Valencia: D. Fletcher, «Consideraciones sobre la fundación de Valencia», APL, 10, 1963, pp. 193-206 (recogiendo sus consideraciones de Arbor, 1, 1961); M. Tarradell, «Valencia, ciudad romana», Papeles del laboratorio de arqueología de Valencia, 1, 1962, pp. 15 ss.; A. García y Bellido, «Valencia, colonia romana», en BRAH, 169, 1972, pp. 247-261; R. Wiegels, «Liv. Per 55 und die Gründung von Valentia», en Chiron, 4, 1974, pp. 153 ss. (= APL, 14, 1975, pp. 193-218); M. Tarradell, «Las ciudades romanas del este de la Península», Symposium de ciudades augusteas 1, Zaragoza, 1976, pp. 289-313; J. Esteve, Valencia, fundación romana, Valencia, 1978; A. Ventura, «Qui sub Viriatho militaverant», APL, 16, 1981, pp. 539-551; M. Dolç, «Fonts clàssiques de la ciutat de València», Actas del I Congreso de Historia del País Valenciano 1971, Valencia, 1981, vol. 2, pp. 291-300; M.ª J. Pena, «Los magistrados monetales de Valentia», Saguntum, 20, 1986, pp. 151-164; A. Ribera, (ed.), L'Almoina. Viatge a la memòria històrica de la ciutat, Valencia, 1987; G. Pereira, «Valentini veterani et veteres. Una nota», Homenaje a Domingo Fletcher, 1, APL, 17, 1987, pp. 337-340; A. Ribera, «Avance al estudio del foro de Valentia», en Foros, óp. cit. en nota 1, pp. 113-120; P. P. Ripollés, La ceca de Valentia, Valencia, 1988: M.ª J. Pena, «Consideraciones sobre el estatuto jurídico de Valentia», Saguntum, 22, 1989, pp. 303-317; R. Soriano, «La necrópolis de la Boatella: elementos para su cronología», Saguntum, 22, 1989, pp. 393-411; L. Abad y C. Aranegui, «Las ciudades romanas de los ámbitos levantino y baleárico», en La ciudad hispanorromana, Barcelona, 1993, p. 89. Las inscripciones pueden encontrarse en: G. Pereira, Inscripciones romanas de Valentia. Trabajos Varios del S. I. P., n.º 64, Valencia, 1979; V. Escrivá, «Novedades epigráficas de la ciudad de Valentia», Saguntum, 24, 1991, pp. 177-191; F. Arasa y V. Escrivá, «Noves troballes epigràfiques de Valentia», Saguntum, 26, 1993, pp. 214-228.

La bibliografía sobre Pollentia sigue siendo deudora de las excavaciones en la ciudad: J. M. Roldán, «Pollentia», en The Princeton Encycl. for Class. Sites, Princeton, 1976, pp. 721 ss.; A. Arribas y M. Tarradell, «El foro de Pollentia. Noticia de las primeras investigaciones», en Foros, óp. cit. en nota 1, pp. 121-136; cfr. además, A. Arribas et alii, Pollentia I. Excavaciones en Sa Portella, Alcudia (Mallorca), 2 vol., Madrid, 1973 y 1978); M. Tarradell et alii, Historia de Alcudia I. Prehistoria y Antigüedad, Alcudia, 1978; M. Almagro Basch, «El teatro romano de Pollentia», en El teatro en la Hispania romana, Badajoz, 1982, pp. 99-114; A. Arribas, La romanització de les Illes Balears, Palma de Mallorca, 1983; A. Arribas et alii, Pollentia. Estudio de los materiales I: Portella: excavaciones 1957-1963, Palma de Mallorca, 1983. En general, vid. las comunicaciones del simposio Pollentia y la romanización de las Baleares, Palma de Mallorca, 1983.

Sobre Palma, cfr. especialmente G. Roselló, «Palma romana, nuevos enfoques a su problemática», en Pollentia y la romanización de las Baleares, Palma de Mallorca, 1983, pp. 141-155.

Corduba: F. Chaves, La Córdoba hispano-romana y sus monedas, Sevilla, 1977; R. C. Knapp, Roman Cordoba, Berkeley, 1983; J. F. Rodríguez Neila, Historia de Cordoba I. Del amanecer prehistórico al ocaso visigodo, Córdoba, 1983; A. Canto, «Colonia Patricia Corduba: nuevas hipótesis sobre su fundación y nombre», Latomus, 50, 1991, pp. 846-857; una puesta al día de la investigación, con exhaustivo inventario bibliográfico, puede verse en A. Ventura, El abastecimiento de agua a la Córdoba romana I. El acueducto de Valdepuentes, Córdoba, 1993.

La abultada bibliografía sobre Italica puede sintetizarse en las siguientes obras: M. Wegner, «Italica», Gymnasium, 61, 1954, pp. 427 ss.; A. García y Bellido, Colonia Aelia Augusta Italica, Madrid, 1960; R. Syme, «Hadrian and Italica», JRS, 54, 1964, pp. 142-149 (= Roman Papers II, 617-628); A. García y Bellido, «La Italica de Hadriano», en Les Empereurs romains d'Espagne, Paris, 1965, pp. 7-26; J. M.ª Luzón, La Italica de Hadriano, Sevilla, 1975; J. González, «Italica, municipium iuris Latini», en MCV, 20, 1984, pp. 17-44 (Vid. la discusión sobre el fragmento legislativo de Cortegana en J. González, «More on the Italica fragment of lex municipalis», ZPE, 70, 1987, pp. 217-221); A. Blanco, «Nuevas inscripciones latinas de Italica», BRAH, 180, 1983, pp. 1-19; P. León, Traianeum de Italica, Sevilla, 1988.


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La obra cesariana y augustea

Tras las fundaciones coloniales específicas de la época de conquista, las concesiones de privilegios a las comunidades en época cesariana y augustea siguen concitando un interés sólo relativo en la bibliografía. La razón no es otra que lo que P. Le Roux y J. Arce han denominado acertadamente como «fetichismo» flavio («Présentation», en Ciudad y comunidad cívica, óp. cit. en nota 1, pp. 9-12).

Nuestro conocimiento sobre la etapa cesariana y augustea sigue siendo deudor de algunos estudios clásicos: M. T. Henderson, «Julius Caesar and Latium in Spain», JRS, 32, 1942, pp. 1-13; Fr. Vittinghoff, Römische Kolonisation und Bürgerrechtspolitik unter Caesar und Augustus, Wiesbaden, 1952; H. Bogli, Studien zu den Koloniengründungen Caesars, Berlín, 1966; E. T. S. Salmon, Roman Colonisation under the Republic, Londres, 1969; P. A. Brunt, Italian Manpower 225 B. C. - A. D. 14, Oxford, 1971.

A ellos se pueden añadir ahora algunos trabajos recientes: C. Castillo, «La tribu Galeria en Hispania: ciudades y ciudadanos», en J. Arce & J. González (ed.), Estudios sobre la Tabula Siarensis. Anejos de AEA, 9, Madrid, 1988, pp. 233-243; así como varios estudios específicos: M.ª A. Marín, Emigración colonización y municipalización en la Hispania republicana, Granada, 1988; J. J. Sayas, «Colonización y municipalización bajo César y Augusto: Bética y Lusitania», en Aspectos de la colonización y municipalización de Hispania, Mérida, 1989, pp. 33 ss.; J. M.ª Solana, «Colonización y municipalización bajo César y Augusto: Hispania citerior», en íbid., pp. 71 ss. Una propuesta de clasificación de los municipios y colonias cesarianas y augusteas en Hispania puede verse en Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, pp. 66-67.

Emporiae es una de las ciudades cuya fecha de promoción sigue siendo objeto de polémicas. J.-N. Bonneville, «Les patrons du municipie d'Emporiae», REA, 88, 1986 [Hommage à Robert Etienne. 1988], pp. 181-200, sugirió el año 36 como el de la constitución del municipio, considerando que el deductor del contingente cesariano habría sido Cn. Domitius Calvinus; cfr. en sentido similar E. Sanmartí, «Una nueva lápida emporitana», XIII Congr. Nac. Arq. Huelva, 1973, Zaragoza, 1975, pp. 963-966; N. Lamboglia, «La formazione del municipio di Emporiae», Rivista di Studi Liguri, 39, 1973, p. 21 ss.

En los últimos años la bibliografía sobre el enclave evidencia hasta qué punto siguen quedando cuestiones pendientes. Sólo desde 1980 se pueden esgrimir los siguientes títulos:

J. Nieto, «Acerca del progresivo despoblamiento de Ampurias», Rivista di Studi Liguri, 47, 1981, pp. 34-51; M.ª J. Pena, «Ampurias romana a través de su epigrafía», Cypsela, 4, 1982, pp. 173-178; E. Sanmartí et alii, «Les excavacions a l'àrea del pàrking al sud de la Neàpolis d'Empúries (informe preliminar)», Ampurias, 45-46, 1983-84, pp. 116-124; R. F. J. Jones, «The roman cementeries of Ampurias reconsidered», en Papers in Iberian archeology. BAR, 193, 1984, pp. 237-265; J. Aquilué et alii, El fòrum romà d'Empúries, Barcelona, 1984; M.ª J. Pena, «Apuntes y observaciones sobre las primeras fundaciones romanas en Hispania», Estudios de la Antigüedad, 1, 1984, pp. 49-85; ead., «Le problème de la supposée ville indigène à côté d'Emporion. Nouvelles hypothèses», DHA, 11, 1985, pp. 69-83; H. Devijver y P. van Wonterghem, «Neue Belege zum "Campus" der römischen städte in Italien und im Westen», ZPE, 60, 1985, pp. 147-158; M.ª J. Pena, «Nota sobre el campus de Emporia(e)», Estudios de la Antigüedad, 3, 1986, pp. 149-154; J. Aquilué et alii, «Das römische Forum von Ampurias» (L'Escala, Alt Empordà, prov. Gerona), MDAI(M), 27, 1986, pp. 225-234; R. Mar y J. Ruiz de Arbulo, «El foro republicano de Empúries. Metrología y composición», 6º Col·loqui Int. d'Arqueologia de Puigcerdà 1984, Puigcerdà, 1986, pp. 367-374; E. Sanmartí et alii, «Las estructuras griegas de los siglos V y IV a. C. halladas en el sector sur de la Neápolis de Ampurias (Campaña de excavaciones del año 1986)», Cuadernos de Prehistoria y Arqueología Castellonenses, 12, 1986, pp. 141-184; E. Sanmartí y J. M. Nolla, «La datation de la partie centrale du rempart méridional d'Emporion», DAM, 9, 1986, pp. 81-110; eid., «Informe preliminar sobre l'excavació d'una torre situada a ponent de la ciutat grega d'Empúries», 6º Col·loqui Int. d'Arqueologia de Puigcerdà 1984, Puigcerdà, 1986, 159-161; E. Sanmartí, «El foro romano de Ampurias», en Foros, óp. cit. en nota 1, pp. 55-60; J. E. Borao, «Las posibles centuriaciones ampuritanas», Anales del Institut d'Estudis Empordanesos, 20, 1987, pp. 277-326; M.ª J. Pena, «Hipòtesis noves sobre Empúries a partir de l'analisi de les fonts litéraires», Fonaments, 7, 1988, pp. 11-45; ead., «El problema del estatuto jurídico de Emporia(e). Análisis de la documentación», Actas del I Congreso peninsular de Historia Antigua 1986, Santiago de Compostela, 1988, vol. 2, pp. 455-466; R. Marcet y E. Sanmartí, Empúries, Barcelona, 1989; M.ª J. Pena, «Ampurias: première période de l'implantation romaine», DHA, 15, 1989, pp. 219-248; R. Plana, «Le territoire d'Ampurias: première phase de l'implantation romaine», DHA, 15, 1989, pp. 249-281; E. Sanmartí et alii, «Emporion: un ejemplo de monumentalización precoz en la Hispania republicana (los santuarios helenísticos de su sector meridional)», en Stadtbild und Ideologie, óp. cit. en nota 1, pp. 117-144; E. Ripoll, «Orígenes de la ciudad romana de Ampurias», Gerión, 8, 1990, pp. 163-210 (íd. Els origens de la ciutat romana d'Empúries, Barcelona, 1978; cfr. E. Ripoll, «Notas acerca de los orígenes de la ciudad romana de Ampurias», Ampurias, 33-34, 1971-72, pp. 359-375); E. Sanmartí, «Emporion, port grec à vocation ibérique», La Magna Grecia e il lontano occidente. Atti del ventinovesimo convegno di studi sulla Magna Grecia (Taranto, 6-11 ottobre 1989), Taranto, 1990, pp. 389-410; J. Ruiz de Arbulo, «Los inicios de la romanización en occidente: los casos de Emporion y Tarraco», Athenaeum, 79.2, 1991, p. 470; J. Ruiz de Arbulo, «El templo del foro de Ampurias y la evolución de los foros republicanos», Cuadernos de arquitectura romana, 1, 1992, pp. 11 ss.; M.ª J. Pena, «Emporiae», Conquista romana y modos de intervención en la organización urbana y territorial. Primer Congreso histórico-arqueológico hispano-italiano. Elche 1989, DArch, 10, 1992, pp. 65-77; ead., «Ampurias. Dès la polis à la civitas», Index, 20, 1992, pp. 135-144; J. M. Nolla, «L'abandonament de la Neàpolis emporitana. Estat de la qüestió i noves dades», Miscel·lània arqueològica a Josep M. Recasens, Tarragona, 1992, p. 87 ss.

Otra de las ciudades promocionadas jurídicamente en esta primera etapa y que continúa siendo objeto de polémicas es Tarraco. La tradición historiográfica la hace cesariana (Fr. Vittinghoff, Römische Kolonisation und Bürgerrechtspolitik unter Caesar und Augustus, Wiesbaden, 1952, p. 79; C. H. V. Sutherland, The Romans in Spain, 1939 (reed. 1971), p. 128; R. Syme, «Rival Cities, Notably Tarraco and Barcino», Ktèma, 6, 1981, p. 277 [= Roman Papers, 4, Oxford, 1988, p. 83]) en razón de la antigüedad de algunas de las referencias disponibles: una inscripción datable entre los años 16 y 14 a. C. ya la denomina colonia Triumphalis Tarraco (HAE 182 = AE 1955, 243 [= RIT 58]), Plinio la identifica como colonia (Plin., N. h. 3, 4, 21) y en otra inscripción de época tiberiana vuelve a ostentar el mismo título (HAE 184 = AE 1955, 244 [= RIT 68]). La cuestión hoy no tiene una solución definitiva, pero los argumentos disponibles, entre los que no hay que descartar los apelativos coloniales, aconsejan situar su promoción entre los años 45 y 27 a. C. (G. Alföldy, «Tarraco», RE, suppl. 15, 1978, pp. 570 ss., esp. p. 594; íd., «Die altëste römische Inschrift der Iberischen Halbinsel», ZPE, 43, 1981, pp. 1-12.; íd., Tárraco y el Imperio Romano, Bellaterra, 1988), formando parte del programa colonial cesariano.

La gran cantidad de títulos sobre la antigua Tarraco aborda múltiples aspectos de urbanismo, historia, excavaciones recientes, etc. Es fundamental el estudio de G. Alföldy, «Tarraco», RE, suppl. 15, 1978 (trad. castellana: Tarraco, Tarragona, 1991). Por su carácter recapitulatorio, cfr. en general: F. Tarrats, Tarraco, Tarragona, 1990; J. Ruiz de Arbulo, «Los inicios de la romanización en occidente: los casos de Emporion y Tarraco», Athenaeum, 79.2, 1991, pp. 459-493; J. Guitart, «La ciudad romana en el ámbito de Cataluña», en La ciudad hispanorromana, Barcelona, 1993, pp. 60 ss.

Los aspectos urbanísticos pueden verse en: A. Balil, Excavaciones en la «Torre de Pilatos» (Tarragona). Campañas del año 1962, Madrid, 1969; Th. Hauschild, «Römische Konstruktionen auf der oberen Stadtterrasse des antiken Tarraco», AEA, 45-47, 1972-74, pp. 3-44; íd., «Die römische Stadmauer von Tarragona. Ausgrabungen in der Torre de Minerva und im Baluarte de Santa Bárbara. Kampagnen 1976 bis 1979», MDAI(M), 20, 1979, pp. 204-237; íd., Arquitectura romana de Tarragona, Tarragona, 1983; R. Mar y J. Ruiz de Arbulo, «La basílica de la colonia Tarraco. Una nueva interpretación del llamado foro bajo de Tarragona», en Foros, óp. cit. en nota 1, pp. 31-44; X. Dupré, «Forum provinciae Hispaniae citerioris», en Foros, óp. cit. en nota 1, pp. 25 ss.; Taller Escola d'Arqueologia, «El foro provincial de Tarraco. Un complejo arquitectónico de época flavia», AEA, 62, 1989, pp. 141-191; J. Ruiz de Arbulo, «El foro de Tarraco», Cypsela, 8, 1990, pp. 119-138; X. Aquilué et alii, «La cronologia de les muralles de Tàrraco», Revista d'Arqueologia de Ponent, 1, 1991, pp. 295 ss.; A. Prieto, «Tarraco. De cité indigène à cité romaine», Index, 20, 1992, pp. 153-161; J. Ruiz de Arbulo, «Edificios públicos, poder imperial y evolución de las élites urbanas en Tarraco (s. II-IV d. C.)», en Ciudad y comunidad cívica, óp. cit. en nota 1, pp. 93 ss. Una bibliografía exhaustiva sobre la ciudad puede encontrarse en X. Aquilué et alii, Tarraco. Guía arqueológica, Tarragona, 1991, pp. 120-128.

La vieja polémica sobre la condición de colonia augustea ex nouo de Barcino ha sido discutida de nuevo en los últimos años. Con los datos actualmente disponibles parece que tal condición puede darse por segura: J. O. Granados e I. Rodá, «La Barcelona de l'època romana», en III Congrés d'història de Barcelona. Barcelona 1993, Barcelona, 1994, pp. 11-24; los autores (p. 11) suponen que la ciudad es una fundación ex nouo datable hacia el año 10 a. C.

Sobre la ciudad: A. Balil, Colonia Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino, Madrid, 1964; F. Pallarés, «La topografía e le origini della Barcelona romana», RELig, 36, 1973, pp. 63-102; M. Mayer, «Punica Barcino», Latina et Graeca [Zagreb], 6, 1975, pp. 45-54; I. Rodá, «Barcino. Su fundación y títulos honoríficos», en Symposium de ciudades augusteas II, Zaragoza, 1976, p. 225 ss.; J.-N. Bonneville, «Les inscriptions impériales de Barcino (Barcelona), un reflet de l'histoire de la colonie», Conimbriga, 17, 1978, pp. 365-388; J.-N. Bonneville, «Aux origines de Barcino romaine», REA, 80, 1978, pp. 37 ss.; R. Syme, «Rival Cities, Notably Tarraco and Barcino», Ktèma, 6, 1981, pp. 271-285 (= Roman Papers 4, Oxford, 1988, pp. 74-93); J. Guitart, «Quelques reflexions sur les caractéristiques de l'enceinte augusteénne de Barcino (Barcelona)», en Les Enceintes Augusteénnes dans l'occident romain (France, Italie, Espagne, Afrique du nord). Nîmes oct. 1985, Nîmes, 1987, pp. 125 ss.

La ciudad de Carthago Noua sigue planteando hoy cierta polémica en lo referente a la fecha de su promoción colonial, aunque el material epigráfico y los últimos hallazgos en la zona del teatro apuntan a una datación augustea: J. M. Abascal, «La temprana epigrafía latina de Carthago Noua», en Actas del Congr. Roma y las primeras culturas epigráficas en Occidente. Zaragoza 1992 (en prensa).

Sobre la ciudad: S. F. Ramallo y R. Arana, Canteras romanas de Carthago Nova y alrededores (Hispania citerior), Murcia, 1987, p. 134; S. F. Ramallo, La ciudad romana de Carthago Nova: la documentación arqueológica, Murcia, 1989, con una exhaustiva bibliografía recogiendo los importantes trabajos de A. Beltrán y P. San Martín Moro; S. F. Ramallo et alii, «Carthago Nova», en Conquista romana y modos de intervención en la organización urbana y territorial. Primer Congreso histórico-arqueológico hispano-italiano. Elche 1989, DArch, 10, 1992. pp. 105 ss.

Las élites de la ciudad han sido estudiadas por M. Koch, «Las "grandes familias" en la epigrafía de Carthago Nova», I Congr. Peninsular de Historia Antigua, Santiago de Compostela 1986, Santiago, 1988, vol. 2, pp. 403-407; íd., «Die Turullii und Neukarthago», en F. J. Oroz (ed.), Navicula Tubingensis. Studia in honorem Antonii Tovar, Tübingen, 1984, pp. 233-246. Minería: Cl. Domergue, «Les Planii et leur activité industrielle en Espagne sous la République», MCV, 1, 1965, pp. 9-29; íd., «L'exploitation des mines d'argent de Carthago Nova: son impact sur la structure sociales de la cité et sur les dépenses locales à la fin de la République et au début du Haut-Empire », en L'origine des richesses dépensées dans la ville antique, Aix-en-Provence, 1985, pp. 197-217; íd., Les mines de la Péninsule Ibérique dans l'Antiquité romaine, Roma, 1990. Sobre las monedas: M.ª M. Llorens, La ciudad de Carthago Nova: las emisiones romanas, Cartagena, 1994, con la bibliografía anterior.

Inscripciones: A. Beltrán, La colección epigráfica romana del Museo de Cartagena, Valencia, 1944; íd., «Las lápidas latinas religiosas y conmemorativas de Cartagena», AEA, 23, n.º 80, 1950, pp. 255-278; íd., «Las inscripciones funerarias de Cartagena», AEA, 23, n.º 81, 1950, pp. 385-433; M. Koch, «Neue römische Inschriften aus Carthago Nova I», MDAI(M), 17, 1976, pp. 285-294; íd., «Neue... II», MDAI(M), 19, 1978, pp. 251-262; íd., «Neue... III», MDAI(M), 28, 1987, pp. 127-134; íd., «M. Agrippa und Neukarthago», Chiron, 9, 1979, pp. 201-214 (sobre Agrippa e Hispania, cfr. además J. M. Roddaz, «Agrippa et la Péninsule Ibérique», II bimillenario di Agrippa. Genova 1989, Genova, 1990, pp. 57-81); íd., «Isis und Sarapis in Carthago Nova», MDAI(M), 23, 1982, pp. 347-352; S. F. Ramallo, «Inscripciones honoríficas del teatro de Carthago Nova», AEA, 65, 1992, pp. 52-54.

Entre los municipios cesarianos, Gades es el que ha recibido más atención de los historiadores: W. Seston, «Gades et l'Empire romain», Cuadernos de Historia, 11, 1968, pp. 1-13; J. F. Rodríguez Neila, Los Balbos de Cádiz, Sevilla, 1973; G. Chic, «Gades y la desembocadura del Guadalquivir», Gades, 3, 1979, pp. 7-23; J. F. Rodríguez Neila, El municipio romano de Gades, Cádiz, 1980.

Mérida ha sido objeto de continuos análisis debido al interés que despierta el propio asentamiento de veteranos, la vertebración de un gran territorio algunos de cuyos límites tenemos atestiguados epigráficamente y un vigoroso desarrollo monumental: L. García Iglesias, «Notas sobre el panorama económico colonial de Augusta Emerita», Revista de la Universidad de Madrid, 79, 1971, pp. 97-111; J. Álvarez Saenz de Buruaga, «La fundación de Mérida», en Augusta Emerita, Madrid, 1976, pp. 19-32; R. Wiegels, «Zum Territorium der augusteiche Kolonie Emerita», en MDAI(M), 17, 1976, pp. 258 ss.; R. Corzo, «In finibus Emeritensium», en Augusta Emerita, Madrid, 1976, pp. 222 ss.; M. Almagro Basch, Guía de Mérida, Madrid, 1983 (10.ª y última ed.); R. Etienne y F. Mayet, «La dénomination antique de Mérida», Lucerna. Homenagem a D. de Pinho Brandâo, Porto, 1984, pp. 159 ss.; J. M.ª Álvarez Martínez, El puente y el urbanismo de Augusta Emerita, Madrid, 1981; A. Canto, «Colonia Iulia Augusta Emerita. Consideraciones en torno a su fundación y territorio», Gerión, 7, 1989, pp. 149 ss.; J. M. Fernández Corrales, «El territorio de Augusta Emerita y los límites entre la Bética y Lusitania», XIX Congr. Nac. Arq. Castellón 1987, Zaragoza, 1989, pp. 889-898; A. Canto, «Las tres fundaciones de Augusta Emerita», Stadtbild und Ideologie, óp. cit. en nota 1, pp. 289-296; F. Mayet, «Mérida: capitale économique», en Les Villes de Lusitanie romaine. Hiérarchies et territoires. Table Ronde... Talence, 8-9 décembre 1988, Paris, 1990, pp. 207-212. Una relación bibliográfica exhaustiva hasta 1992 puede verse en A. Velázquez, Repertorio de bibliografía arqueológica emeritense. Cuadernos emeritenses, 6, Mérida, 1992.

Uno de los temas más sugerentes de la etapa augustea es la existencia de programas epigráficos dedicados a la familia de Augusto en algunas ciudades hispanas. Se conocen con detalle los ejemplos de Ulia y Carthago Noua. Sobre Ulia, cfr. A. U. Stylow, en P. Lacort, R. Portillo y A. U. Stylow, «Nuevas inscripciones latinas de Córdoba y su provincia», Faventia, 8.1, 1986, p. 89, que las ha relacionado con el hecho de que Ulia (Montemayor, Córdoba), fuera la única ciudad bética que durante las guerras civiles nunca vaciló en su respaldo a César (Bell. Hisp. 3, 3), de lo que probablemente deriva su cognomen Fidentia.

En los últimos años se ha dado a conocer un nuevo municipio de probable cronología augustea, ubicado en las proximidades de Hellín (Albacete), del que conocemos ahora una inscripción con los nombres de unos duunviros y parte de una gran inscripción con menciones imperiales: L. Abad, S. Gutiérrez y R. Sanz Gamo, «El proyecto de investigación arqueológica "Tolmo de Minateda" (Hellín). Nuevas perspectivas en el panorama arqueológico del sureste peninsular», en J. Blánquez, R. Sanz y M.ª T. Musat (coord.), Arqueología en Albacete, Toledo, 1993, p. 155. Sobre el emplazamiento, vid. también L. Abad y R. Sanz, «La comarca hellinera ante la romanización», en Ponencias a la historia de Hellín II, Hellín, 1991, pp. 33- 41.

Otros estudios regionales que han abordado el período y sus fundaciones o promociones jurídicas están recogidos en los apartados 1 y 2.




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Julio-Claudios y guerra civil


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Las nuevas promociones urbanas

Parece existir una cierta unanimidad en aceptar el estancamiento de las progresiones jurídicas comunitarias en Hispania durante la dinastía julio-claudia. Tal circunstancia ya fue puesta de manifiesto por A. García y Bellido, «Una pausa en el proceso de romanización de España durante los Julio-Claudios», en Homenaje a Xabier Zubiri, Madrid, 1970, pp. 607 ss. y por D. Nony, «Claude et les espagnols sur un passage de l'Apocoloquintose», MCV, 4, 1968, pp. 60-66.

Sin embargo, tenemos evidencias de algunas concesiones individualizadas en esta etapa. Es el caso de Baelo: P. Le Roux et alii, «Un document nouveau sur Baelo (Bolonia, province de Cadiz): l'inscription de Q. Pupius Vrbicus», en AEA, 48, 1975, pp. 129-139 (= AE, 1975, 172); P. Jacob, «Baelo Claudia et son contexte», en Los asentamientos ibéricos ante la romanización, Madrid, 1988, pp. 141-153. Sobre la tribu empleada en todas estas fundaciones, cfr. R. Wiegels, Tribusinschriften, óp. cit. en nota 1.

También en la Meseta norte parecen producirse algunas progresiones urbanas; entre ellas habría que incluir la de Clunia, como prueban sus emisiones monetales de época tiberiana; cfr. al respecto U. Espinosa, «Las ciudades de Arévacos y Pelendones en el Alto Imperio. Su integración jurídica», en I Symposium de arqueología soriana. Soria 1983, Soria, 1984, pp. 307-324. Una puesta al día de la cuestión puede verse en H. Galsterer, Untersuchungen..., pp. 31 ss.; J. F. Rodríguez Neila, «Aportaciones epigráficas I», Habis, 14, 1983, pp. 153-192, especialmente pp. 159-162; Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, pp. 68-69: J. Santos [«Colonización y municipalización de Hispania desde Tiberio a los Flavios», en Aspectos de la colonización y municipalización de Hispania, Mérida, 1989, pp. 107 ss.

Los acontecimientos de los años 68 y 69 pudieron dejar algún eco en el paisaje jurídico de las ciudades de Hispania. Tradicionalmente se ha invocado a este respecto la elevación al rango colonial de Clunia y la promoción de Anticaria. Sobre el primer enclave citado, cfr. P. de Palol, Clunia Sulpicia, ciudad romana, Burgos, 1959; P. de Palol, «Clunia, cabeza de un convento jurídico de la Hispania Citerior o Tarraconense», en Historia de Burgos, vol. I, Burgos 1984, pp. 395-428; sobre su promoción, vid. Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, pp. 70-71; la progresión está testimoniada por las emisiones RIC, I (1984, rptd.) 469 y 473.

El caso de Anticaria presenta más complicaciones y sólo se apoya en la pseudo tribu Sulpicia de un veterano de Anticaria en Apulum (Dacia), testimoniada por CIL, III, 196; la argumentación está recogida en Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, p. 87, nota 57; cfr. P. Rodríguez Oliva, «Notas sobre Anticaria Sulpicia», Jábega, 24, 1979, pp. 9-12.




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Las relaciones entre Roma y las ciudades: las tabulae Siarensis e Ilicitana


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Tabula Siarensis

El conocido documento con las disposiciones senatoriales sobre las honras fúnebres de Germánico hace ya casi quince años que figura en la bibliografía. Contiene un senado-consulto que daría lugar a una lex, la lex Valeria-Aurelia, datada ahora en el año 20 a. C. y cuyo texto contiene en parte la llamada Tabula Hebana, descubierta en la ciudad italiana de Magliano.

La noticia del hallazgo de la Tabula Siarensis (J. González, Iura 31, 1980, pp. 135-137) vino acompañada de una pronta edición de J. González y F. Fernández, («Tabula Siarensis», Iura, 32, 1981, pp. 1-36 = AE 1983, 515). La primera valoración del documento, aún a partir del texto inicialmente propuesto es la de J. Arce, «Tabula Siarensis: primeros comentarios (I)», AEA, 57, 1984, pp. 149 ss. Más detallada es la versión de 1984 (J. González, «Tabula Siarensis, Fortunales Siarenses et municipia civium Romanorum», ZPE, 55, 1984, pp. 55-100 = AE 1984, 508), corregida en J. González, «Addenda et corrigenda zu "Tabula Siarensis, Fortunales Siarenses et municipia civium Romanorum", ZPE, 55, 1984, 55 ss.», ZPE, 1985, p. 146. cfr. los comentarios de C. Castillo en «Miscelánea epigráfica hispano-romana», SDHI, 52, 1986, pp. 381-387). El texto definitivo ha quedado establecido en fecha reciente: J. González, «Texto de la Tabula Siarensis. Nueva edición», en J. Arce & J. González (ed.), Estudios sobre la Tabula Siarensis. Anejos de AEA, 9, Madrid, 1988, pp. 305-315.

El interés del documento quedó pronto reflejado en la celebración de un coloquio específico sobre su contenido y significado (J. Arce & J. González (ed.), Estudios sobre la Tabula Siarensis. Anejos de AEA, 9, Madrid, 1988), con aportaciones de C. Castillo («La tribu Galeria en Hispania: ciudades y ciudadanos», pp. 233-243); F. Millar («Imperial ideology in the Tabula Siarensis», pp. 11-19); P. Le Roux («Siarium et la Tabula Siarensis: statut politique et honneurs religieux en Bétique sous Tibère», pp. 21-33); J. S. Richardson («The rogatio Valeria Aurelia: form and context», pp. 35-41); J. Arce («La Tabula Siarensis y los funerales imperiales», pp. 43-50); W. Trilmich («Der Germanicus - Bogen in Rom und das Monument für Germanicus und Drusus in Leptis Magna. Archäologisches zur Tabula Siarensis (I, 9 - 21)», pp. 51-60); H. Galsterer («The Tabula Siarensis and Augustan municipalization in Baetica», pp. 61-74).

Entre la larga serie de pequeñas correcciones y comentarios puntuales que se han hecho a la editio princeps hay que citar las debidas a W. D. Lebek: «Schwierige Stellen der Tabula Siarensis», ZPE, 66, 1986, pp. 31-48; íd., «Die drei Ehrenbögen für Germanicus: Tab. Siar. frg. I, 9-34; CIL, VI, 31199 a 2-17», ZPE, 67, 1987, pp. 129-148; íd., «Kleinere Ergänzungsprobleme in der Tabula Siarensis», ZPE, 70, 1987, pp. 57-62; íd., «Consensus universorum ciuium. Tab. Siar. frg. II, col. b, 21-27», ZPE, 72, 1988, pp. 235-240; íd., «Die circensischen Ehrungen für Germanicus und as Referat des Tacitus im Lichte von Tab. Siar. frg. II, col. c2-11», ZPE, 73, 1988, pp. 249-274; íd., «Kritik und Exegese zu Tab. Heb. cap. 5 (Z. 50-54) und Tac. Ann. 2, 83, 1», ZPE, 73, 1988, pp. 275-280; íd., «Tab. Siar. frg. I, 25-28, frg. II, col. A 7-8 und Einige Liviusstellen», ZPE, 73, 1988, pp. 281-284.

La relación de trabajos puntuales sobre el documento se puede completar con los siguientes títulos: D. S. Potter, «The Tabula Siarensis, Tiberius, the Senate and the eastern boundary of the Roman Empire», ZPE, 69, 1987, pp. 269-276; G. Zecchini, «La Tabula Siarensis e la "Dissimulatio" di Tiberio», en ZPE, 66, 1986, pp. 23-29; A. Fraschetti, «Osservazioni sulla Tabula Siarensis (frag. I, ll. 6-8)», en Epigraphica, 50, 1988, pp. 47-60.

Algunos historiadores, siguiendo las propuestas de Saumagne (Le droit latin et les cités romaines sous l'Empire, París, 1965) revitalizadas por J. González («Tabula Siarensis, Fortunales Siarenses et municipia civium Romanorum», ZPE, 55, 1984, pp. 55-100) han creído ver en las disposiciones de transmisión del texto la prueba de la inexistencia de municipia ciuium Romanorum fuera de Italia, tesis que no es unánimemente compartida. cfr. en este sentido las opiniones de J. Gascou, «Municipia civium Romanorum», en Latomus, 30, 1971, 133-141; íd., «La Tabula Siarensis et le problème des municipes romains hors d'Italie», Latomus, 45.3, 1986, pp. 541-554; P. Le Roux, «Municipe et droit latin en Hispania sous l'Empire», RHD, 64.3, 1986, pp. 325-350; y del propio J. González, «Res Publica Siarensium y municipios de la Bética», Actas del II Congreso Andaluz de Estudios Clásicos. Antequera-Málaga 1984, Málaga, 1988, pp. 69-97; íd., «Italica, municipium iuris Latini», en MCV, 20, 1984, pp. 17-44; íd., «Los municipia civium Romanorum y la lex Irnitana», Habis 17, 1986, pp. 221-240; íd., «El Ius Latii y la ley Irnitana», en Athenaeum 65.3-4, 1987, pp. 317-333. cfr. a este respecto la valoración contraria a las tesis de J. González expuesta por C. Castillo, «Epigrafía jurídica romana de Hispania en el último decenio: época imperial», en Epigrafía jurídica (cfr. nota 1), p. 293, tras analizar (ibíd. pp. 285-295) la bibliografía sobre la Tabula Siarensis y la lex Irnitana.




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La Tabula Ilicitana

Sólo se conservan de este documento dos fragmentos hallados en 1899 y 1949, que albergan hoy los Museos Arqueológico Municipal de Elche y Monográfico de La Alcudia de Elche respectivamente (el primer fragmento es EE, 9, 349, a partir de dibujo de P. Ibarra; el resto de la bibliografía en EJER [vid. infra] y en el resto de las ediciones citadas).

Las placas de Ilici fueron primeramente consideradas como parte de la ley municipal de la colonia (A. García y Bellido, «Sobre la supuesta lex municipalis ilicitana», AEA, 23, n.º 79, 1950, pp. 163-164). A partir de esa fecha y tras la identificación realizada por U. Coli (U. Coli, «Due nouvi frammenti della Tabula Hebana», PP, 14, 1950, pp. 433-438) se pensó en una copia de la Tabula Hebana, fechable a finales del año 19 d. C., referida a los honores fúnebres de Germánico (A. García y Bellido, «De nuevo sobre la Tabula ilicitana», AEA, 24, n.º 83-84, 1951, pp. 240 ss. = HAE, 1-3, 1950-52,9; A. D'Ors, «Tabula ilicitana (un nuevo fragmento)», Iura, 1, 1950, pp. 280 ss. [= HAE 263]). Con posterioridad el mismo D'Ors aceptó la tesis de que estos fragmentos ilicitanos no corresponderían a una rogatio del año 19 d. C., sino a una posterior, del año 23 d. C., sobre los honores tributados a Druso César con motivo de su muerte el 1 de julio del año 23 d. C.

Las opciones finales del documento figuran en EJER, pp. 25 y 449, que utiliza como modelo el texto de la Tabula Hebana encontrada en Magliano, con la bibliografía anterior a 1953; cfr. ahora J. González, «Tabula Siarensis, Fortunales Siarenses et municipia civium Romanorum», ZPE, 55, 1984, p. 85 y Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, pp. 69 ss. El texto se encuentra editado en EJER, citado supra y en M. A. Rabanal y J. M. Abascal, «Inscripciones romanas de la provincia de Alicante», Lucentum 4, 1985, pp. 223-224, n.º 62; íd., «Dos nuevas inscripciones y algunas correcciones a la epigrafía romana de la provincia de Alicante», Lucentum, 5, 1986, p. 172, n.º 21; L. Abad y J. M. Abascal, Textos para la historia de Alicante. Historia Antigua, Alicante, 1991, pp. 82-84, n.º 4, que recoge los pormenores bibliográficos del descubrimiento y algunas ediciones locales.

Sobre la Tabula Hebana, que da luz tanto a la Tabula Siarensis como a la Ilicitana, cfr. A. Minto, «Magliano. Scoperta di una tabula aenea inscritta nella localitá Le Sassaie nel territorio dell'antica Heba», NS, 8, 1947 (1948), pp. 49-54; U. Coli, «Magliano. Nota storico-giuridica sulla nuova iscrizione di Magliano», en ibíd., pp. 55-68, con suplementos posteriores de U. Coli en PP, 14, 1950, pp. 433-438; texto completo en J. H. Oliver - R. E. A. Palmer, «Text of the Tabula Hebana», AJPh, 75, 1954, 225-247. Bibliografia del documento hasta 1953 en EJER, pp. 29 ss. y 447 ss. Bibliografía más reciente puede verse en F. J. Lomas, «Tabula Hebana», Habis, 9, 1978, pp. 323 ss. y en S. Demougin, «Une proposition de restitution des lignes 54 à 57 de la Tabula Hebana», Athenaeum, 80, 1992, pp. 65-77. En relación con este texto puede verse ahora la Tabula Siarensis (vid. supra), uno de cuyos fragmentos contiene un texto ya conocido por CIL, VI, 911 = 31199, y el segundo da luz a la lectura de las primeras líneas de la Tabula Hebana.








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Flavios

Un alto porcentaje de los enclaves hispanos cuya condición municipal parece probada hoy día son de época flavia; epigráficamente estas nuevas promociones se amparan bajo el nombre de municipium Flavium, seguido de un calificativo derivado del nombre de la ciudad; parece probable que la tribu de casi todos estos enclaves sea la Quirina (Cfr. R. Wiegels, Tribusinschriften, óp. cit. en nota 1, pp. 11 ss., con el resto de la bibliografía).

Gran parte de lo que hoy sabemos sobre el período sigue gravitando sobre la obra de R. K. McElderry, «Vespasian's reconstruction fo Spain», JRS, 8, 1918, pp. 53 ss. y JRS, 9, 1919, pp. 86 ss. A partir del descubrimiento de la ley de Irni, el interés por la progresión jurídica del período flavio ha crecido de forma notoria, de tal manera que a la magnífica síntesis que en su día elaborara A. Montenegro («Problemas y nuevas perspectivas en el estudio de la España de Vespasiano», HAnt, 5, 1975, 7 ss.), se pueden añadir ahora multitud de estudios. De forma general, además de los citados en el apartado 3.2.2 y ss., cfr. P. Orsted, Vespasian og Spanien. Mâl og midler i romersk provinsadministration. Opuscula graecolatina, 14, Copenhague, 1977; J. Muñiz Coello, «La política municipal de los Flavios en Hispania: el municipium Irnitanum», Studia Historica [Salamanca] 2-3, 1984-85, pp. 151-176: J. Mangas, «La municipalización flavia de Hispania», en Aspectos de la colonización y municipalización de Hispania, Mérida, 1989, pp. 153 ss.; P. Guichard, «Les effets des mesures flaviennes sur la hiérarchie existant entre les cités de la Péninsule Ibérique», en Ciudad y comunidad cívica, óp. cit. en nota 1, pp. 67 ss.

Aunque estamos informados por Plinio sobre la concesión a Hispania del derecho latino por parte de Vespasiano, ni la datación de la concesión ni su ámbito de ejecución han conseguido un consenso historiográfico. La mayor parte de las opiniones coinciden, no obstante, en ubicar la concesión en torno a los años 73/74 d. C.: R. K. McElderry (cit. supra); G. Alföldy, Fasti Hispanienses, Wiesbaden, 1969, p. 19; H. Galsterer, Untersuchungen zum römischen Städtewesen auf der iberischen Halbinsel, Berlín, 1971, p. 37; R. Wiegels, «Das Datum der Verleihung des ius Latii an die Hispanier: zur Personal und Municipalpolitik in den ersten Regierungsjahren Vespasians», Hermes, 106, 1978, 196 ss.; N. Mackie, Local Administration in Roman Spain A. D. 14-212. BAR Int. Series, 172, Oxford, 1983, p. 216; A. U. Stylow, «Apuntes sobre epigrafía de época flavia en Hispania», Gerión, 4, 1986, p. 299; Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, p. 72. Una datación más temprana en torno a los años 70/71 d. C. parece preferible para A. B. Bosworth, «Vespasian and the Provinces: some Problems of the early 70's», Athenaeum, 51, 1973, 49 ss., a quien siguen A. Montenegro y J. Muñiz Coello.

La concesión del derecho ha sido relacionada en ocasiones con la labor censual de Q. Vibius Crispus en el norte de Hispania. Cfr. J. J. Sayas, «Ad census accipiendos de ciudades vasconas y várdulas y la legatio censualis de un pamplonés», Espacio, Tiempo y Forma / Historia Antigua, 2, 1989, pp. 137-152. Sobre los problemas de datación de este viaje, cfr. A. U. Stylow, «Apuntes sobre epigrafía de época flavia en Hispania», Gerión, 4, 1986, p. 299, nota 26, con el resumen de la bibliografía.

En cuanto al ámbito geográfico beneficiado por el edicto de Latinidad de Vespasiano, no existe unanimidad a la hora de aceptar la expresión pliniana de universa Hispania; tanto los defensores de la no extensión del privilegio al noroeste (H. Galsterer, Untersuchungen zum römischen Städtewesen auf der iberischen Halbinsel, Berlín, 1971, pp. 45 ss.), de la aplicación selectiva a determinados núcleos de esta región (A. Tranoy, «Rome et les indigènes dans le nord-ouest de la Péninsule Ibérique. Problèmes d'épigraphie et d'histoire», MCV, 9, 1973, pp. 177-231; P. Le Roux - A. Tranoy, «Villes et fonctions urbaines dans le nord-ouest hispanique sous domination romaine», en Actas do Colóquio Inter-Universitário de Arqueologia do Noroeste [Porto 1983], Portugalia, 4-5, 1983-84, pp. 199-207, resumiendo sus anteriores trabajos; A. Tranoy, «Communautés indigènes et promotion juridique dans le nord-ouest ibérique», en Ciudad y comunidad cívica, óp. cit. en nota 1, pp. 27 ss., que sigue sosteniendo la escasa presencia del hecho municipal en los enclaves del noroeste), como los partidarios de una extensión universal filtrada con el criterio expuesto por Pereira (vid. supra) (Abascal y Espinosa, Ciudad, óp. cit. en nota 1, pp. 71-82, con el resto de la bibliografía) debemos esperar el incremento de nuestra documentación en los próximos años.

Aunque hay que admitir que el volumen de testimonios sobre la vida institucional en el noroeste hispánico durante el Principado es muy reducido, esta ausencia momentánea de información no debe llamarnos al escepticismo. Tras la interpretación de la «C» invertida presente en algunas inscripciones del noroeste como castellum, mérito de M.ª L. Albertos (Cfr. G. Pereira, «Caelo Cadroiolonis f. Cilenus, "C" Berisamo et al.: centuria or castellum?, a discussion», en Zephyrus, 34-35, 1982, pp. 249-267; P. Le Roux y A. Tranoy, «"C", le mot et la chose. Contribution au débat historiographique», AEA, 56, 1983, pp. 109-121; en último término, M.ª L. Albertos, «Sobre los castella del NO peninsular», en Actas del I Congreso peninsular de Historia Antigua. Santiago 1986, Santiago, 1988, vol. 2, pp. 191-195), G. Pereira ha introducido en la discusión la posibilidad de que el ius Latii concedido a partir de los años 73/74 d. C. afectara al noroeste de una forma particular: un determinado conjunto de castella, separados físicamente pero unidos por lazos internos de carácter étnico (ej. Limici) recibirían un rango jurídico que no se correspondería con un paisaje urbano específico, sino que serviría únicamente para articular sus relaciones con Roma y para dotar a esta comunidad de castella de órganos de gobierno similares a los del resto del occidente latino (G. Pereira, «Los castella y las comunidades de Gallaecia», Zephyrus, 34-35, 1982, pp. 249-267; íd., «La formación histórica de los pueblos del norte de Hispania. El caso de Gallaecia como paradigma», Veleia, 1, 1984, pp. 271-287). La tesis, a caballo entre la plena integración bética y lo que sabemos para regiones como los Alpes Marítimos, parece plausible en el estado actual de nuestros conocimientos.

La política de promoción flavia ha sido abordada de forma individualizada al analizar la promoción de algunos enclaves problemáticos. Sigue siendo útil el estudio de L. García Iglesias, «Sobre los municipios Flavios de Lusitania», Rev. de la Univ. de Madrid, 118, 1979 (Homenaje a García y Bellido, 4), pp. 81-95, a propósito de la controvertida autenticidad de la inscripción de Alcántara (vid. infra 6.1); a los trabajos citados más arriba puede añadirse también J. M. Abascal, «Q. Calvisius Sabinus y un posible municipio flavio en San Esteban de Gormaz (Soria)», Studia Historica [Salamanca], 2-3, 1984-85, pp. 141-149. La hipótesis de un municipio flavio en Rodae ha sido lanzada por G. Fabre et alii, IRC, III, p. 18: «sin duda promovida por los Flavios» y ha dado pie a una serie de discusiones a favor y en contra: cfr. M.ª J. Pena, «El municipio flavio de Rhode: una hipótesis errónea», en Homenatge a Miquel Tarradell, Barcelona, 1993, pp. 667 ss.; J. M. Nolla, «Les ciutats romanes del nord-est de Catalunya. Els municipis flavis», en ibíd., pp. 659 ss.




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¿Hay municipios post-flavios?

Salvo la referencia de Aulo Gelio a la solicitud de Italica para modificar su rango local en época adrianea, no hay ninguna otra referencia explícita. Hace algunos años M. Zahrnt, «Ein hadrianisches municipium in der Hispania Tarraconensis?», ZPE, 79, 1989, pp. 173-176 (= AE, 1989, 472; HEp, 3, 241), planteó la posible condición de municipio hadrianeo para Illugo, una ciudad del sur de la Tarraconensis, a partir del testimonio de CIL, II, 3239 (+ p. 949) (= EE, 9, p. 125; AE, 1902, 1). Ya F. Fita había propuesto restituir [condi]tori en las líneas 8 y 9 de esta inscripción de Santiesteban del Puerto, Jaén (CILA, Jaén, 244). Sin embargo, el texto brinda posibilidades de restitución mucho más sencillas como ha sabido ver A. Canto en sus comentarios ad HEp, 3, 241.





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