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ENRÍQUEZ (DON ANDRÉS GIL). Hallábase por los años de 1670 y 71 al servicio del duque de Medina de las Torres, marqués de Toral, don Ramiro Felípez Núñez de Guzmán, el cual estaba a la sazón casado en terceras nupcias con doña Catalina Vélez de Guevara, condesa de Oñate. Escribió Gil Enríquez, para festejar los días de ésta «su señora», en los dos años referidos de 70 y 74, dos Loas que se imprimieron al siguiente, en Zaragoza, en la colección intitulada: Ramillete de sainetes. Compuso algunos entremeses que se publicaron desde 1668 en adelante; una ingeniosa comedia (1670) titulada: El lazo, banda y retrato; y la tercera jornada de El Vaquero Emperador, siendo en este drama sus colaboradores Matos y Diamante.

El lazo, banda y retrato. (P. 34.)

No hay prevención contra el hado. Esta pieza se ha impreso anónima; pero según manuscrito incompleto, con fecha de 1660, qua posee el señor Durán, pertenece a Gil Enríquez.

Tercera jornada de El Vaquero Emperador, Tamerlan de Persia. (Con Matos y Diamante). (P. 39.)

Entremés famoso de El ensayo.

(Ociosidad entretenida en varios entremeses. -Madrid, 1668.)

Entremés de El Amigo verdadero. (Libro de entremeses incompleto y sin portada, impreso al parecer de 1670 a 1675. -Bibliotecas de los señores Durán y Fernández-Guerra).

(Floresta de entremeses. -Madrid, 1680).

Loa en fiesta de la celebración del nombre de mi señora la duquesa de Medina de las Torres, condesa de Oñate, etc., en el día de Santa Catalina.

Loa al propio asunto, en el año siguiente.

(Ramillete de sainetes. -Zaragoza, 1672).

Entremés de Los retraídos.

ENRÍQUEZ (JUAN JACINTO). De Setúbal; nació en 1704; profesó la jurisprudencia. En 1738 tenía escritas varias poesías y las comedias:

Los empeños de una liga.

La omnipotencia en las grutas.

El mezquino liberal.

ENRÍQUEZ (DON RODRIGO).

Sufrir más por querer menos. (P. 10.)

No puede mentir el cielo86.

ENRÍQUEZ DE FONSECA (DON LUIS). Malagueño; nació por los años de 1620. Sus padres, Diego González y Catalina Tellez, eran portugueses. Estudió filosofía y medicina en Sevilla; fue muy docto en el idioma latino y cultivó la poesía. En 1640 tenía escrita su comedia: Viriato, que estuvo para ser representada en Cádiz, estudiada ya por la compañía de Pedro de la Rosa, pero el autor la recogió pagando la costa hecha. Pasó después Enríquez a Nápoles, donde residía ya por el año de 1669, según se infiere; y en 1683 era catedrático de prima de Medicina de aquella Universidad. Publicó entonces, con el título de Ocios de los estudios, una colección de sus versos líricos, de algunos discursos y composiciones dramáticas.

Barbosa, que no conoció este libro, asegura que dejó manuscritos tres voluminosos tratados de Medicina, poesías líricas, entre ellas un poema: A Cádiz, y las tres comedias que citaremos.

Ocios de los estudios, versos y discursos philológicos. Dedicados al excellentíss. señor don Fernando Ioachín Faxardo Requesens y Zúnica, de el Consejo de Estado de su Magestad, virrey, lugarteniente y capitán general de el reino de Nápoles, etc. (Escudo.) Por don Luis Enríquez de Fonseca, cathedrático de prima de Medicina en la insigne real Universidad de Nápoles. -En Nápoles, por Salvador Castaldi Reg. Impressor 1693. Con licencia de los superiores; 4.º

Contiene cinco piezas dramáticas:

El cuerpo de guardia. (Loa.)

El Anibal de España, Viriato. (Fragmento de una comedia.)

El Amor y la Fortuna. (Baile.)

Loa, que se representó en la comedia: Todo es dudar.

Baile cantado de Perogrulladas.

El fragmento de comedia comprende poco más de una jornada; solo quiso publicar esta muestra su autor.

Comedias inéditas:

Venganza y amor logrados.

Obligar con rendimientos.

Los rayos de Italia.

ENRÍQUEZ GÓMEZ (ANTONIO). Conocido en sus primeros años por don Enrique Enríquez de Paz. Nació este distinguido ingenio en Segovia, por los años de 1600 a 1602. Fue su padre Diego Enríquez Villanueva, portugués, judío converso. Profesó en su niñez y primera juventud la Religión cristiana; dedicóse al estudio de las humanidades; y después, aún no cumplidos los veinte años de su edad, abrazó la carrera militar. Era entonces conocido en la corte por el nombre de don Enrique Enríquez de Paz. En recompensa de sus servicios militares llegó a obtener una capitanía y el hábito de la Orden portuguesa de San Miguel87.

Por los años de 1629, residiendo probablemente ya en Madrid, Enríquez, inclinado a la poesía, dotado de felicísimas disposiciones para su cultivo, y que, según él mismo dice en el prólogo de sus Academias morales, había obtenido el primer laurel poético en la ciudad de Cuenca, escribió diversas comedias que, representadas en los teatros de esta capital, fueron repetidamente aplaudidas, y con especialidad la de El cardenal de Albornoz y las dos de Fernán Méndez Pinto88. Enríquez formaba parte sin duda de las reuniones literarias matritenses de aquella época, a la que se refirió años después, el de 1656, en el prólogo de su poema: Samsón Nazareno, en los términos siguientes:

En mi tiempo, dejando aparte el Adam de la comedia que fue Lope, hubo muchísimos poetas. Don Antonio de Mendoza, secretario de Apolo89, se llevó el Palacio; el doctor Juan Pérez de Montalbán, entre muchas comedias que escribió, puso en las tablas la De un castigo dos venganzas, con que se vengó de sus émulos; notable ingenio fue este; don Pedro Calderón por las trazas se llevó el teatro; Villaizan por lo conceptuoso los ingenios; el doctor Godinez por las sentencias los doctos; Luis Vélez por lo heroico fue eminente. No olvidó a don Francisco de Rojas, ni a don Pedro Rosete, Caspar de Ávila, don Antonio de Solís, don Antonio Cuello y otros muchos que con acierto grande escribieron comedias. Las mías fueron veinte y dos... etc.



Parece que Enríquez debía de hallarse en Madrid, a fines de 1635, al imprimirse la Fama póstuma a la vida y muerte de Lope de Vega, muerte ocurrida el 27 de agosto de dicho año, puesto que en este libro se insertó un buen soneto «de Antonio Enríquez, a la muerte feliz del doctor frey Lope Félix de Vega Carpio»; y que de una de las epístolas del mismo Enríquez incluida en sus Academias morales, impresas en Burdeos el año de 1642, se infiere que salió de España en el de 163690.

Vemos quepor aquella fecha ya Enríquez había tomado otro nombre de pila, y que callaba su segundo apellido. De creer es, que así este cambio como el acuerdo de abandonar su patria, fueron llevados a efecto por Enríquez prudente y preventivamente, por temor de la persecución que le amenazaba si llegaban a traslucirse en él las opiniones judaicas, a que sin duda le habían inclinado los consejos y el ejemplo de su familia. Oigamos las palabras que pone en boca de Danteo, en la epístola que antecede a la que arriba dejamos citada.


   Terrible por mi mal se llamó el día
que de la amada patria te ausentaste
por gusto de tu propia fantasía.
    El norte rigoroso que tomaste
alabo con razón; del mar saliste,
y en él con justa causa me dejaste.
   Cuerdo en huir de la tormenta fuiste;
celebro tu prudencia generosa,
pues con ella los daños redimiste.
    Después de tu partida venturosa,
el mar se alborotó de tal manera,
que aún dura su borrasca lastimosa.
[...]91



Acogióse a Francia, donde halló protección y amparo, nada menos que en la real familia. Consta que llegó a ser consejero y mayordomo del rey Luis XIII; y en la dedicatoria de sus Academias morales, que dirigió a la majestad cristianísima de doña Ana de Austria, reina de Francia y de Navarra, dice, aludiendo a la protección elevada de que disfrutaba, que


...Si contrario ser su pluma ofende,
la Lis la ampara, el Austria la defiende.



Permaneció probablemente en Francia hasta después del año de 1656, en que sacó a luz su poema: El Samsón Nazareno, imprimiéndole en Rúan, donde también había hecho estampar otras seis obras suyas; dos el año 1644 y cuatro el de 1647. En Burdeos y París salieron otras dos, años 1642 y 45.

Por una de estas primeras ediciones de sus libros, la de El siglo pitagórico y Vida de don Gregorio Guadaña (Rúan, 1644), sabemos que tuvo un hijo llamado Diego Enríquez Basurto; consta así de un soneto que, compuesto por éste en alabanza de la obra, precede a dicha primera edición de ella, y fue suprimido en las subsiguientes. Diego Enríquez Basurto profesó también la religión judaica, y cultivó la poesía siguiendo las huellas de su padre, a quien se parece en el estilo. Con versos fáciles y cadenciosos, aunque pecando casi siempre por demasiada afectación, escribió un poema titulado: El triumpho de la virtud y paciencia de Job, en variedad de metros, dividido en seis visiones, y con algunos trozos intercalados de los Salmos, traducidos con mucha valentía.Diole a luz en Rúan, 1649; 4.º, y en su introducción dice que tenía veinte y cinco años cuando le compuso. -Había sido Enríquez Gómez, al parecer, tan reservado en materia de opiniones religiosas, tan oscuro y ambiguo al hablar en sus obras de las causas de su emigración y al dirigir a sus enemigos embozadas alusiones, que no debe tenerse por extraña e improbable la continuación de su favor con los Reyes y otros altos personajes de Francia92 por el largo espacio de veinte años.

Parece, sin embargo, que pasado el de 1656, dejó la Francia, recorrió acaso algunos otros países, y se fijó por último en Amsterdam, centro común de los de su secta, y en cuya ciudad se hallaba por el año de 1660. Conocidas ya entonces y divulgadas sus opiniones religiosas, la Inquisición española hubo de procesarle y sentenciarle en rebeldía, quemando su estatua en el solemne auto de fe, celebrado en Sevilla el día 14 de abril de 1660, auto donde salieron a ser castigadas por judaizantes ochenta personas de ambos sexos93.

Es de creer que Enríquez volviese aun después a Francia, país en el cual, además de hallar para sus creencias religiosas la tolerancia suficiente, debía contar con numerosas relaciones y simpatías. La notable circunstancia de no haber llevado a efecto la publicación de varias obras suyas que ofreció en el prólogo del Samsón Nazareno, nos mueve a conjeturar que su vida no hubo de dilatarse mucho más allá del expresado año de 1660, en que próximamente cumplía los sesenta de edad. Los datos que hemos tenido presentes para fijar el tiempo de su nacimiento, no pueden ser más auténticos. He aquí las palabras suyas textuales en el sexto párrafo de la edición príncipe de sus Academias, suprimido en las impresiones españolas:

Grabó en mi retrato el laurel de la amistad el capitán Manuel Fernández Villarreal... Si el laurel te pareciere muy verde, en cuarenta años, aun hay primavera...94



El retrato, en efecto, perfectamente grabado por Masne (que hizo también el frontis) representa a Enríquez como de cuarenta años de edad. La impresión lleva la data de Burdeos, 1642). Reproduce muy vivaniente el grabado a que nos referimos, el tinte de profunda tristeza que debía resaltar en el semblante de Enríquez Gómez, el cual en la mayor parte de sus obras líricas dio a conocer la amargura que le causaba su destierro.

Hizo Enríquez en el referido interesantísimo prólogo del Samsón Nazareno, 1656, una reseña de todas sus obras publicadas y proyectadas; y entre ellas expresa mención de veinte y dos comedias que ofreció dar de breve a la imprenta en dos volúmenes. De estas comedias unas habían formado parte de sus Academias y de su Torre de Babilonia; otras salido a luz sueltas y frecuentemente atribuidas a otros autores. Solamente dos se conocen con el nombre de Enríquez, no comprendidas en dicho catálogo de El Samsón. Como ya hemos indicado, nuestro poeta no llegó a cumplir la promesa de publicar reunidas sus obras dramáticas. Consignamos estos antecedentes para hacernos cargo de una conjetura formada y publicada recientemente acerca de nuestro Antonio Enríquez Gómez. -Ha llamado la atención don Adolfo de Castro, en sus notas al Gil Blas, sobre cierta especie relativa al autor que nos ocupa, existente en los índices expurgatorios de fines del siglo XVII, y que yo he comprobado en el Índex novissimus, del año de 1747. Prohíbense allí la Política Angélica y la Torre de Babilonia, de Enríquez; y más adelante se estampa el artículo siguiente (en la letra Z):

Don Fernando de Zárate. (Es Antonio Enríquez Gómez). Su comedia: El Capellán de la Virgen, San Ildefonso, se prohíbe95.



Fundado el señor Castro en este dato, infiere desde luego que el don Fernando de Zárate, bajo cuyo nombre salieron a luz considerable número de comedias, no ha existido, y que Antonio Enríquez Gómez fue el autor verdadero de tales piezas, disfrazándose con aquel (en tal supuesto) seudónimo, a fin de que, no obstante hallarse él proscrito y anatematizado, corriesen y se representasen libremente en los teatros de España.

Antes de destruir con datos más o menos conocidos y con poderosas razones críticas el liviano fundamento de la referida suposición, manifestaremos lealmente los indicios que pueden apoyarla y robustecerla.

En ninguna de las biografías ni historias de nuestro Teatro que conocemos (dice el señor Mesonero Romanos) hallamos la más leve indicación de la personalidad del apreciable dramático, cuyas discretas obras corren bajo el nombre de don Fernando de Zárate.



Es cierto. Y tampoco hallamos bajo este nombre composición alguna en los libros impresos de certámenes y academias, ni panegíricos al frente de otros libros de su tiempo.

La comedia titulada: A lo que obligan los celos, que Enríquez Gómez, en su prólogo del Samsón, declaró por suya el año de 1656, fue publicada en la Parte veinte y cinco de comedias de Varios (Colección de Madrid) impresa el de 1666, con el nombre de don Fernando de Zárate. En la Parte catorce de la misma Colección, impresa en 1660, cabalmente el año de la figurada quema de Enríquez, empezaron a publicarse las comedias que en dicha Colección van atribuidas a don Fernando de Zárate; no encontrándose en toda ella sino una bajo el nombre de Enríquez Gómez, la titulada: No hay contra el honor poder, inserta en la Parte segunda (1652), que Enríquez no mencionó en su referido Catálogo.

Cierto es que en ninguna de las biografías e historias de nuestro antiguo teatro se encuentra la menor noticia sobre la persona de don Fernando de Zárate y Castronovo. Pero atendida la oscuridad en que yace envuelta nuestra descuidada historia literaria, aquella falta no es ni remotamente suficiente razón para negar la existencia de tal escritor. Confesamos a nuestra vez que la falta del nombre de don Fernando de Zárate en los certámenes y justas, y entre los obligados panegíricos de los antiguos libros, es por extremo notable y extraña. Sin embargo, prescindiendo de que no podemos asegurarla rotundamente, observaremos que no faltó en aquel siglo algún otro eminente poeta español que rehusase constantemente aparecer entre esos panegiristas y tomar parte como opositor en los públicos certámenes: tal fue don Francisco de Rioja.

No es, empero, tan absoluta la falta de comprobantes de la existencia de un poeta de mediados y fines del siglo XVII, llamado legítimamente don Fernando de Zárate, que no podamos presentar ni uno solo al autor y sostenedores de esa suposición. Tres tenemos ya a la presente fecha: el primero publicado por el señor barón de Schack, en los apéndices a su Historia alemana del arte y de la literatura dramática en España, tomo II (Francfort sobre el Mein, 1854); el segundo, consignado en unos apuntes de los señores don José y don Aureliano Fernández-Guerra; y el tercero, hallado por mí.

Al dar noticia el señor Schack de varios de los preciosos manuscritos de antiguas comedias españolas que guarda en su rica librería, y con su habitual generosidad le comunicó el señor don Agustín Durán, hace expresa mención de uno autógrafo de Fernando de Zárate de la comedia. (impresa, ya con su nombre, ya más frecuentemente, anónima): El noble siempre es valiente (o Vida y muerte del Cid, y noble Martín Peláez). -En los referidos apuntes de los señores Fernández-Guerra se da noticia de otro manuscrito original de don Fernando de Zárate, que por los años de 1827 poseía el erudito don Bartolomé José Gallardo. Era este precioso autógrafo una comedia titulada: La Montañesa de Burgos, dedicada por Zárate a don Fadrique de Lila y Valdés, y fechada en Sevilla, año de 166096.

En el códice M-5 de la Biblioteca Nacional de esta corte, colectado con particular interés por el curioso bibliófilo y poeta matritense don Juan Isidro Yáñez Fajardo y Monrey, a principios del Siglo pasado, según consta de su portada que dice. «Poesías de don Joseph Pérez de Montoro y de otros autores, recogidas por don Juan Isidro Fajardo y Monroy, caballero del Orden de Calatrava, oficial de la Secretaria de Estado, y regidor de Madrid, año, de 1712»; a su folio 222, vuelto, se lee una composición, cuyo epígrafe dice así: «Pintura en seguidillas, de don Fernando de Zárate la hoz». (Sic) «Es assumpto de Academia. Seguidillas».

En el índice del códice se halla reclamada en estos términos: «Seguidillas; pintura de don Fernando de Zárate, folio 222».

Comprende este códice, además de las poesías de Montoro, las del mismo colector Fajardo (don Juan Yáñez de Monroy), varias de Gerardo Lobo y de Candamo, y algunas de Bocángel y del padre Valentín de Céspedes, que florecieron ya a mediados del siglo XVII. La adición del apellido La Hoz al de Zárate, que se nota en el texto solamente, puede ser debida a distracción del colector97. Con el segundo apellido Castronovo se halla designado don Fernando de Zárate en su comedia: Las misas de San Vicente Ferrer, edición suelta. -Salamanca, imprenta de la Santa Cruz; sin año (siglo XVIII). Esta pieza concluye del modo siguiente:


Y aquí Zárate da fin
al mayor pródigo, siendo
su voluntad el mayor
sacrificio, y de los yerros
os pide perdón, pues es
para serviros su ingenio.



La titulada: La escala de la gracia, concluye:


Dando con aquesto fin,
pues es tan vuestro el ingenio
de don Fernando de Zárate,
a lo literal del texto,
corrección de alegoría;
siendo su nombre perfecto,
en La escala de la gracia
La presentación del templo.



Comenzaron a imprimirse en la Parte catorce (Madrid, 1660-61) las comedias de don Fernando de Zárate; continuando en la quince (1661), diez y nueve y veinte y una (1663), veinte y dos (1665), veinte y tres (1666), veinte y nueve (1668) etc., hasta la cuarenta y cuatro. De Antonio Enríquez Gómez nada sabemos desde el año de 1660; entonces ya contaba sobre sesenta de edad; es probable que no llegase a contar muchos más. En 1656, se declaró autor de veinte y dos comedias, que nombró una por una. ¿Podrá creerse que desde esta última fecha compusiese treinta y tres, o más, que corren bajo el nombre de Zárate?

Por otra parte, ¿cómo un escritor israelita, severa y escrupulosamente concienzudo, cual Enríquez, hubiera podido violentarse hasta el punto de escribirlas comedias tituladas: El gran sepulcro de Cristo, Santa María Magdalena, El vaso y la piedra, (San Pedro y San Pablo), San Estanislao, San Antonio Abad, La escala de la gracia, San Lucas, Santa Pelagia, San Ermenegildo, Santa Taez, La Margarita del cielo, y Las misas de San Vicente Feirrer, todas publicadas bajo el nombre de Zárate?

Si pasamos al examen comparativo de las comedias conocidas por de Enríquez, y las que llevan el nombre de Zárate, encontramos (prescindiendo ya de la respectiva diversidad de sus argumentos y tendencia) la mayor desemejanza en el estilo, en el desenvolvimiento del plan y en la pintura de los caracteres.

Concluyamos. El señor Castro ha hecho un servicio a nuestra literatura, promoviendo esta cuestión fundada en el dato de los Índices expurgatorios. Pero este dato es sin duda una equivocación de los que redactaron aquellos catálogos, hija de la que cometió el editor de la Parte veinte y cinco, atribuyendo a don Fernando de Zárate una comedia de Antonio Enríquez Gómez.

Apoyando hasta cierto punto un escritor la conjetura de don Adolfo de Castro, por no haberse cuidado de comprobar en el Índice expurgatorio la vaga cita de este erudito, ha cometido el error evidente de suponer que tal vez los escritos ascéticos de fray Fernando de Zárate, elocuente agustiniano, fuesen condenados por la Inquisición.

Sirvale de correctivo el literal artículo del Índice que dejamos transcrito. Y de paso advertiremos, que este fray Fernando, hijo insigne de nuestra coronada villa, murió algunos años antes de la época en que fueron escritas las comedias del Zarate cuestionado. Tampoco hay motivo razonable para sospechar, que el distinguido poeta Francisco López de Zárate disfrazase su nombre de pila al escribir composiciones dramáticas, no habiéndole disfrazado en las líricas, entre las cuales dio a luz su tragedia: Hércules furente; ni tiene viso alguno de probabilidad la suposición de haber sido su nombre equivocado por los impresores en las varias y repetidas ediciones del numeroso repertorio de don Fernando de Zárate.

Posteriormente el señor Mesonero Romanos ha rectificado su juicio anterior acerca de esta cuestión, impugnando enérgica y razonadamente la desacertada suposición de Castro, aunque sin conocer los terminantes datos que yo acabo de exponer. Me refiero al tomo I de Dramáticos posteriores d Lope de Vega (XLVII de la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra), donde su colector, el señor Mesonero, publica, ilustradas con noticias críticas, las comedias de Enríquez Gómez: Celos no ofenden al sol y a lo que obliga el honor.

La razonada demostración del señor Mesonero no ha convencido, sin embargo, al erudito gaditano, quien contestó a su impugnador (según éste nos refiere en el último tomo de la Colección de Dramáticos), con una carta en que obstinadamente reproducía su opinión, sin presentar otra prueba que el mismo consabido párrafo del Índice expurgatorio transcrito de la edición de 1707. Advertiremos que en esa copia, según la imprime el señor Mesonero, hay sin duda equivocación. Dice: «Don Fernando de Zárate (que es Antonio Enríquez Gómez): su comedia de El Capellán de la Virgen, San Ildefonso, se prohíbe. «En la edición del Índice de 1747, que tengo a la vista, no se estampa el relativo que; dícese: «Don Fernando de Zárate (es Antonio Enríquez Gómez): su comedia, etc. «Pero, tenga o no relativo, la aserción del tribunal expurgador es bajo cualquier concepto equivocada. El señor Mesonero, replicando a don Adolfo, observa muy oportunamente que la comedia: El Capellán de la Virgen, San Ildefonso, fue escrita por Lope de Vega, y por él mismo publicada en la Parte diez y siete de las suyas, año de 1623. Cierto es que puede haber otra pieza posterior del mismo título, o refundición de la compuesta por Lope, si bien solo hallamos esta citada en los Catálogos; pero en tal caso, ¿por qué el Santo Oficio no hizo la conveniente distinción entre ambos dramas? Bajo cualquier punto de vista aparece bien clara la escasa noticia, que acerca de tales materias alcanzaba el redactor del Índice expurgatorio. El señor don J. Amador de los Ríos hace en sus Estudios sobre los judíos de España un detenido análisis de las obras de Enríquez Gómez; presenta escogidas muestras de las líricas y dramáticas, donde a su juicio resaltan grandes bellezas de expresión y de pensamiento entre los borrones del culteranismo, y concluye opinando que Enríquez es acreedor a ocupar un puesto distinguido entre nuestros poetas dramáticos de segundo orden, y como poeta lírico a más alto galardón. Observa al mismo tiempo, que hubiera obtenido brillantes resultados del cultivo de la novela picaresca, en vista de la que compuso de este género (El siglo pitagórico y Vida de don Gregorio Guadaña), que acaba de ser reimpresa en la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra.

He aquí el catálogo de sus obras.

Academias morales de las Musas. -Bourdeaux, por Pedro de La Court, 1642; 4.º mayor Frontis y retrato.

Las mismas. -Madrid, por Buendía, 1660; 4.º -Barcelona, 1701. Sin retrato; suprimida la dedicatoria, y parte del prólogo.

El siglo pitagórico y Vida de don Gregorio Guadaña. -Rohan, por Lorenzo Maurry, 1644: 4.º -Rohan, por id. 1647. -Rohan, por id., 1682. -Bruselas, por F. Foppens, 1727; todas en 4.º -Madrid... -Y en el tomo XXXIII de la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra.

La culpa del primer Peregrino. -Rohan, por Lorenzo Maurry, 1644; 4.º -Madrid, 1735; 4.º, con los preliminares suprimidos. (En verso y prosa.)

Luis dado de Dios a Anna, y Samuel dado de Dios a Elcana y Anna. -París, por Renato Baudry, 1645; 4.º Prosa, dedicado a Luis XIII.

Política Angélica, primera Parte, dividida en cinco diálogos. -Rohan, por Lorenzo Maurry, 1647; 4.º

Política Angélica, segunda parte.

La torre de Babilonia, primera parte. -Rohan, 1647. -Madrid, por Bernardo de Villadiego, 1670.

El Samsón Nazareno, poema heroico. -Rohan, 1656.

Comedias varias.

Obras que prometió, pero no llegó a publicar.

La torre de Babilonia, segunda parte.

Aman y Mardocheo.

El Caballero del milagro.

Josué. (Poema heroico.)

Triumphos imortales, en rimas.

El poema Triumpho de la virtud y paciencia de Job, de su hijo Diego Enríquez Basurto, se imprimió en Rohan, por Lorenzo Maurry, año 1649; 4.º

El artículo sobre Enríquez Gómez que don N. Antonio escribió en su Bibliotheca Hispana, dice:

«Antonius Enríquez Gómez, lusitanus, inter galos degens, atque Ordinis saneti Michaelis equitem, consiliarium et oeconomum reglum ordinarium se appellans, Scripsit:»



La culpa del primer Peregrino. A la serenísima princesa madama Margarita de Lorena, duquesa de Orleans. -Rúan, por Lorenzo Maurry, 1644; 4.º

Luis dado de Dios a Luis y Anna, y Samuel dado de Dios a Elcana y Anna, a Luis XIII, Rey de Francia, etc. -París, por Renato Baudry, 1645; 4.º

Política Angélica, primera parte; dividida en cinco diálogos. -Rúan, por Lorenzo Maurry, 1647; 4.º

Menciona después la Torre de Babilonia, como impresa en Rúan, 1649, y en Madrid, 1670; y el Siglo pitagórico, en Rúan, 1644, y dice que este autor parece el mismo que escribió las Academias morales.

Es muy singular esta ignorancia de Antonio acerca de la persona y aventuras de Enríquez, su contemporáneo. Si no es afectada, comprobará lo que indican las aprobaciones y encomios que obtuvieron las obras de Enríquez en sus reimpresiones españolas; que los sucesos de su vida se vulgarizaron muy poco, por efecto de su prudente reserva y de su residencia en el extranjero.

Barbosa Machado, en su Bibliotheca lusitana, tomo I, Lisboa, 1741, asegura equivocadamente que Enríquez Gómez nació en Portugal. Mas, prescindiendo de esto, refiere algunas curiosas noticias de su persona, y la da de cierta obra no conocida como suya.

...Educóse (dice) en Castilla, y en Francia fue caballero de la Orden de San Miguel, consejero y mayordomo ordinario del Rey cristianísimo. Aunque en los primeros años no se aplicó a ciencia alguna por inercia de sus padres, tanto que llegó así a pasar de la adolescencia; como su inclinación y talento le incitaban a los estudios, comenzó a ser discípulo de sí propio, saliendo igualmente versado en las Historias sagrada y profana, etc., etc.



Habla en seguida de sus obras, y le atribuye, sin expresar con qué fundamento, la siguiente que salió a luz en París sin nombre de autor.

Triumpho lusitano, no qual se contem a felice acclaça del rey dom Ioao o IV, e a embaixada que Francisco de Mello, Monteiro Mor do Reino, e ou doutor Antonio Coelho de Carvalho fizera por seu mandado a Majestade Cliristianissima de Luis XIII, rey de França. -París, 1641; 4.º

Comedias de Enríquez Gómez.

Fernán Méndez Pinto en la China. Manuscrito. Biblioteca de Osuna.

La soberbia de Nembrot y primero rey del mundo. Manuscrito, en la Biblioteca de lord Holland, con esta nota:

«Presentada al teatro del Prado, por F. Martínez de Mora, 5 de agosto 1635».

Atribúyese en este manuscrito a Lope.

El valiente Diego de Camas. Anónima en el Catálogo de Huerta. Es la que cita Enríquez en el prólogo de su Nazareno Samsón. De ella tiene copia manuscrita el señor Durán.

Academias morales de las Musas, dirigidas a la magestad cristianíssima de doña Ana de Avstria, reina de Francia y de Navarra. Por Antonio Enríquez Gómez. (Dentro de un bello frontis con escudo de armas). Al fin de la tabla de erratas, última hoja de principios, dice:

«Estampado en Bourdeaux, por el señor Pedro de la Court. 1642». -4.º mayor; retrato.

Contiene:

A lo que obliga el honor.

La prudente Abigail.

Contra el amor no hay engaños.

Amor con vista y cordura.

Los preliminares de esta hermosa edición son por su orden:

Frontis, grabado por Masne, en 1642. -Dedicatoria del autor a la Reina, en octavas; firmase «Humilde vasallo». -Retrato del autor, por M. Masne. -Apología en las Academias... por el capitán M. F. de Villareal... -Prólogo, de Enríquez. -Dísticos latinos de Hier. Lopes d. Th. y de Franc. Cassawielh Burd. Med. en alabanza de las comedias que contiene el libro. -Madrigal francés, de Colet.-Otros dísticos panegíricos, de H. L. D. T. -Soneto, de Alonso del Campo Romero al autor. -Texto. -Índice. (Después de la lista de interlocutores van salvadas varias erratas.)

La edición de las Academias morales, hecha en Madrid por José Fernández de Buendía, en 1660, consta por su dedicatoria (a don Gaspar de Haro y Guzmán, conde de Morente, etc.) que era ya la tercera impresión en España. La aprobación que en ella aparece es de Valencia, a 19 de diciembre de 1646. La firma el padre maestro fray Juan Bautista Palacio, trinitario, calificador del Santo Oficio. Parece, pues, que debió hacerse una edición en Valencia, a principios de 1647. La dedicatoria de esta otra de 1600 es del librero Rodríguez (Gregorio), a cuyo favor consta despachada la licencia en 16 octubre 1659. No obstante, en la portada dice: «A costa de Alonso Lozano, librero de su Majestad». Tiene suprimidos la dedicatoria del autor, los versos panegíricos, y un párrafo y varios períodos del prólogo.

La edición de La culpa del primer peregrino, hecha en Madrid, 1755, salió sin prólogo alguno del autor, y dedicada al marqués de Montealto, corregidor de esta corte, por el librero Pedro Reboredo. -Licencia y aprobaciones de 1735.

La Torre de Babilonia. -Rohan, por Lorenzo Maurry, 1647. -Madrid, por Bernardo de Villadiego, 1670; 4.º

Contiene:

Fernán Méndez Pinto, primera parte.

Fernán Méndez Pinto, segunda parte.

Comedias sueltas que él declaró por suyas en el prólogo de su poema: Samsón Nazareno, impreso en Rúan, 1656:

Las mías, dice, fueron veinte y dos, cuyos títulos pondré aquí para que se conozcan por mías, pues a todas ellas, o las más, que se imprimen en Sevilla, les dan los impresores el título que quieren y el dueño que se les antoja. (De estas veinte y dos, seis son las comprendidas en las Academias, y en la Torre de Babilonia, y diez y seis sueltas, cuyos nombres copiamos por el orden con que los cita Enríquez.)

El Cardenal de Albornoz, primera y segunda parte98.

Engañar para reinar99.

Diego de Camas.

El capitán Chinchilla.

Celos no ofenden al Sol.

El rayo de Palestina.

Las soberbias de Nembrot.

A lo que obligan los celos.

Lo que pasa en media noche.

El Caballero de Gracia100.

La fuerza del heredero.

La Casa de Austria en España.

El trono de Salomón, primera y segunda parte.

El Sol parado101.

El gran cardenal de España, don Gil de Albornoz, primera y segunda parte. (Comedias de Lope de Vega Carpio (y otros autores.) Parte veinte y siete. -Barcelona, 1633. (Una de las llamadas extravagantes.) (Van con el nombre de Lope.)

Celos no ofenden al sol. (Flor de las mejores doce comedias de los mayores ingenios de España. -Madrid, 1652.)

Contra el amor no hay engaños. (P. 10.)

A lo que obligan los celos. (P. 25.) (Va atribuida a don Fernando de Zárate.)

La prudente Abigail. (Comedias de los más célebres autores... -Amsterdam, 1726.)

Jerusalén libertada; impresa en Sevilla. Enríquez no hace mérito de esta comedia en su citado catálogo del poema: Samsón Nazareno. Se le atribuye Fajardo.

La soberbia de Nembrot. Impresa suelta en Sevilla, según Fajardo.

No hay contra el honor poder. (P. 2.ª, 1652, y P. 2.ª variante). No citó Enríquez esta comedia en el Catálogo referido.

ENRÍQUEZ DE GUZMÁN (DOÑA FELICIANA). Apenas tenemos otras noticias de la vida de esta singular poetisa, que las referidas por Lope en el elogio que la dedicó en su Laurel de Apolo. Sábese que nació en Sevilla a fines del siglo XVI, y por el expresado elogio, que siendo de juvenil edad, llevada de un vivo y apasionado deseo de adquirir instrucción literaria, pasó a Salamanca, en cuya célebre Universidad


...Mintiendo su nombre
y transformada en hombre,
oyó filosofía,
y por curiosidad astrología;
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Y de aquella científica Academia
mereció los laureles con que premia;
no de otra suerte que a Platón divino
aquella celebrada Mantinea,
que en forma de varón a Grecia vino.
    Mas como amor pasión del alma sea,
y natural pensión de los discretos,
y como la experiencia y los efectos
nos muestran que jamás ha sido ingrato
a la amistad y al trato,
si no le mira mal alguna estrella,
puso los ojos Feliciana bella
en un ilustre mozo;
[...]
Descubriendo en un día
cuanto la honestidad calló tres años;
logrando sus engaños
los dos firmes amantes
de sus mismas pasiones estudiantes;
hasta que Feliciana tuvo celos,
y con lágrimas, voces y desvelos
dijeron de mil modos
lo que ella a solo amor, celos a todos.
    Con esto fue forzosa que el ausencia
saliese por fiadora a la imprudencia
de haberse declarado:
Mas, ¿cuando amor calló desesperado?
Don Félix se quedó: fuése la dama,
que nueva Safo; Salamanca llama;
escribiendo a sus celos pesadumbres
luego que penetró las altas cumbres
del cano eternamente Guadarrama;
porque ¿cómo podía
vivir, siendo mujer, donde tenía
hábito y nombre de hombre,
tan bizarro galán y gentil hombre,
que con notable gracia entretenía
damas, que con amores y desvelos,
a unas daba favores y a otras celos,
haciendo que muriesen en la fuente
que de Narciso, por su error, se nombra
enamoradas de su propia sombra?
Milagro fue de amor que al nuevo Orfeo,
cuando no le matase ajeno empleo,
no le matasen ellas;
para que colocara en las estrellas
Febo más dulce lira
que la que al cisne admira;
corriendo por el Tormes su cabeza
como la que captando su tristeza,
entre las ondas de Estrimon suspira.
    Mas de los versos que en igual destreza
componía y cantaba,
que a la pluma la voz acompañaba,
estos solo llegaron a mis manos
llamados de su nombre Felicianos.



La oscuridad equívoca de los últimos períodos de este relato panegírico, se aumenta, lejos de aclararse, con su principio, que de intento he dejado para transcrito aparte; y dice así:


   ¡Qué alegre propusiera el claro Tormes
con votos uniformes
un estudiante rico y generoso
y no menos gallardo que estudioso,
de quien dijo la Fama
que se volvió por unos celos dama,
si supiera la parte
donde se fue a estudiar de Ovidio el arte,
la bella Feliciana que hoy requiebra
y entre pizarras y álamos celebra,
quebrando en ellos vidrios fugitivos,
y la llamara con acentos vivos!



Cualquiera que sea la interpretación que se de a estos pasajes, no cabe duda sobre el hecho, poco frecuente con tales circunstancias, de los estudios universitarios de doña Feliciana. Vuelta a Sevilla, se dedicó predilectamente al de las bellas letras; ejercitóse con aplauso en la poesía, y pretendió contrariar y desnaturalizar el gusto dramático español de su época, hijo legítimo del ingenio y de los progresos del arte y de la cultura, y fundado en el más puro nacionalismo, erigiéndose en defensora de los preceptos clásicos y presentando como dechados o modelos de composición teatral dos dramas que llamó tragicomedias, con título de Los jardines y campos Sabeos, primera y segunda parte, las cuales acabó de escribir en Sevilla, a 9 de octubre de 1619.

Al fin de ellas, con habilidad y donosa gracia, fingió un pleito entablado contra su obra por los poetas cómicos de España, el cual refiere en la Carta ejecutoria, cuyos son los siguientes párrafos:

La cual (autora), por su petición, dijo que la dicha querella y demanda no procedía... porque su tragicomedia era muy útil y provechosa para desterrar de España muchas comedias indignas de gozar los campos Elisyos; y para libertarla y libertar a sus ilustre y nobles poetas del tributo que, por tener paz con el bárbaro vulgo, le han pagado basta su tiempo... Que ella no ponía defeto..., en la elegancia y elocuencia, donaires y sales de las comedias españolas... Que sola su censura era del único lugar... y breve tiempo... en que se afirmaba haber faltado todos los cómicos españoles. Los cuales no se debían ofender de esta censura, que muy más rigurosa era la de otras muchas personas, y señaladamente la del buen caballero andante Don Quijote de la Mancha, cuyo Rocinante se atrevió a morder a nuestra caballo Pegaso, y le dijo en jumental idioma que las comedias de los dichos poetas, lo habían convertido en caballo Gradario, haciéndole discurrir algunas de ellas, casi por todas las partidas del mundo con sus autores y actores...



Aun más fuerte y pronunciada es la censura que hizo de la escuela de Lope en el prólogo en verso suelto que da principio a la tragicomedia. Lope no se dio por entendido, y si en su referido elogio de una Feliciana en el Laurel de Apolo hizo relación a la poetisa Enríquez de Guzalan, puede asegurarse que no conoció, a pecar de haber sido impresas, tan singulares comedias. Mézclanse en su extraño argumento la mitología y la historia fabulosa de España y otras partes; la versificación en general es feliz.

Muy preciada la autora, no descuidó sus propias alabanzas:



Cree nuestra poeta que ello ha sido
la primera de todos en España
que, imitando a los cómicos antiguos,
propiedad ha guardado, arte y preceptos
de la antigua comedia, y que ella es sola
la que el laurel a todos ha ganado
y ha satisfecho a doctos el deseo... etc.

    Empresa ha sido difícil,
pero no imposible empresa
aunque ha parecido a muchos
imposible en este era.

    Y es maravilla mayor
haber sido la maestra
de esta nao, de esta victoria,
una mujer, una hembra.



En la carta ejecutoria del pleito ganado por ella ante el tribunal de Apolo y las Musas, escribe la sentencia siguiente:

Faltamos: que debemos declarar y declaramos a la tragicomedia de Los jardines y campos Sabeos, haber ganado nuestra corona de laurel en la arte y preceptos de los cómicos antiguos, a todas las comedias y tragedias españolas compuestas hasta los tiempos del magno Felipe IV de las Españas. Y mandamos a nuestros poetas españoles, que en las comedias que de aquí adelante hicieren, guarden las leyes y preceptos de su Primera y segunda parte, so pena de no ser tenidos por nos por cómicos ni trágicos... etc., etc.



Estas comedias no se representaron al público. Así lo declara la misma autora:

Es de tan buen parecer, dice, mi tragicomedia, que puede salir en público a ver, no los teatros y coliseos, en los cuales no he querido ni quiero que parezca; más los palacios salas de los príncipes y grandes señores, y sus regocijos públicos y los de sus ciudades y reinos; y asimismo, con menos ruido, visitar en sus casas a los aficionados a las buenas letras.



Parece inferirse del prólogo de la Primera parte que fue representada al rey Felipe IV en Sevilla, año de 1624.

Al frente de la primera de estas piezas, estampó doña Feliciana una especie de dedicatoria a los manes de don León Enríquez y su hermana doña Isabel Enríquez, marquesa de Montemayor, nieta del rey don Enrique II de Castilla, y de don Fernando de Portugal y esposa de don Juan, condestable de este último reino, y conde de Montemayor.

Permitid, dice, que al Castillo y dos Leones... etc., de vuestras armas... otra de la misma sangre, y vuestra por la misma línea, haya carteado y juntado con la insignia de nuestra salud, otros Leones, Barras, etc., etc.



Alude en esto a los escudos que ornan las portadas, donde van reunidos a los timbres de Enríquez y Guzmán los de su esposo, cuyo apellido era León, según demostraremos. Dedica las comedias a sus hermanas doña Carlota Enríquez y doña Magdalena de Guzmán, monjas en Santa Inés, de Sevilla; pero sin perjuicio de esta primera dirección, lo sCoros y Entreactos y la Segunda parte, llevan dedicatorias a otras personas, como después diremos. En la que dirige a sus hermanas, indica bien claramente ser estas fabulas (a la verdad de bien extravagante artificio), alegóricas de sucesos verdaderos. Infiérese de dicho documento, y del romance que se canta al fin de la Parte segunda, que la princesa Maya es la misma doña Feliciana, a cuyos amores con el príncipe Clarisel, y felices bodas, aluden estas composiciones. Confirmando dos sonetos que Maya y Clarisel recíprocamente se escriben al principio de la Segunda parte. Clarisel renuncia arrepentido a su loca pasión por Belidania (asunto de la Parte primera), y se entrega en casto nudo a la poetisa.

No es difícil la averiguación del nombre del afortunado esposo de Feliciana. Hállase cifrado en un Laberinto de veinte y seis letras, que va al frente de la Segunda parte, seguido de estas redondillas:


Este gótico cartel
que veintiséis letras tiene,
en todos ellas contiene
el nombre de Clarisel.
Es de Maya ramillete,
en esta segunda parte,
de flores, que le reparte
seiscientas sesenta y siete.



Sin descifrar completamente este Laberinto, observamos desde luego que contiene el nombre de don Francisco de León Garavito, sevillano102, jurisconsulto, que en 1625 publicó en Sevilla su Información en derecho por la Purísima Concepción de nuestra Señora, libro a cuyos principios escribió doña Feliciana Enríquez de Guzmán unos versos panegíricos de la Purísima Virgen y de la hazaña de las doncellas de Simancas. Era entonces ya esposa del autor.

Confírmanse estos datos, que yo, como tantos otros, descubro y pongo en claro con presencia de los antiguos libros, por las dedicatorias especiales que doña Feliciana hizo, de la Segunda parte a don Lorenzo de Ribera Garavito «su hermano por afinidad», y de los coros y entreactos a don Diego de León Garavito, vicario de Cicacica, en la provincia peruana de los Charcas; y además por un soneto que se canta en el prólogo teatral de la Segunda parte, y concluye así:


   De ti procederán dos altas ramas
de Enríquez y Guzmanes, de las cuales
una, que será honor de Garavitos;
    Felicísima, gloria de las damas
de tu Betis, sus perlas y corales
en ti celebrará, y en sus escritos.



A la verdad, en ninguna de las dos comedias se descubre la menor alusión a los novelescos sucesos que Lope nos cuenta de Feliciana. Adviértese que no la nombra por su apellido. ¿Se refirió tal vez a otra persona?

Al fin de la Segunda parte se expresa que acabó la tragicomedia su autora en Sevilla, a 9 de octubre de 1619. Igual fecha tienen las dedicatorias a las monjas y a don Lorenzo de Ribera. En el fingido pleito se ponen las de 9 de octubre de 1623 y 1.º de marzo de 1624. El prólogo (loa) de la Primera parte concluye así:


¿Qué yedras, qué laureles, qué guirnaldas
si me oyesen Timolos y no Midas
no podría esperar? qué honor y aplauso?
    Este espero, y ahora que del Magno
Felipe visitada (dulce patria)
te veo, aunque de paso, me contento
con solo verlo a nuestra acción atento.

(En Sevilla, 1.º de marzo de 1624.)                




En la advertencia final a los lectores, dice la poetisa:

En la primera impresión dividí licenciosamente cada una de sus dos partes en tres jornadas, al uso español...Hoy que veo el edificio fraguado y firme, he quitado en esta segunda las cimbras de las jornadas a los arcos de los actos.



El ejemplar que tengo a la vista, propio del señor don Pascual Gayangos, ofrece la Primera parte, impresa en Lisboa, por Gerardo de la Viña, 1627, con las aprobaciones y licencias de la misma ciudad, dadas a principios de 1624. Con portada aparte, fechada, sin impresor, en 1628; van luego los coros y entreactos, y después la Segunda parte, impresa en Lisboa, por Pedro Crasbeeck, 1624. De este mismo año se cita una edición de Coimbra, impresa por Jácome Carvalho, en 4.º

Tragicomedia: Los Jardines y Campos Sabeos. Primera y segunda parte, con diez coros y cuatro entreactos. Por doña Feliciana Enríquez de Guzmán. Dedicada a doña Carlota Enríquez y a doña Magdalena de Guzmán, sus hermanas, monjas en Santa Ynés de Sevilla. (Escudo de los Enríquez, Guzmanes y Leones Garavitos.) -Con licencia, en Lisboa, por Gerardo de la Viña, año 1627; 4.º

«A don Leó y doña Isabel Enríquez...» etc. -Aprobación y licencias de Lisboa, enero, marzo y abril de 1624. -La comedia, precedida de un prólogo en verso suelto con fecha de Sevilla, 1.º de marzo de 1624. -Se divide en cinco actos, y estos en escenas. -Al fin se salvan las erratas.

Síguese:

Coros de los actos de la primera parte de la tragicomedia: Los Jardines y Campos Sabeos. Dirigidos a don Diego de León Garauito, vicario y beneficiado de Cicacica, en la provincia de las Charcas, de los reinos del Pirú. Año (hueco en blanco, en el cual se halla pegada una estampa de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana) 1628. Debajo empieza el texto.

Tres de los coros son liras, y dos romances, en los respectivos a la primera parte. Para la misma dos entreactos, o sean graciosos entremeses, sin título, en prosa; varios de los personajes son mitológicos.

Coros de los actos de la Segvnda parte. Dirigidos al muy reverendo padre maestro fray Jerónimo de Ribera, prior del convento de San Agustín de Sevilla.

Estos coros son romances, un romancillo y un soneto. Los entremeses dos: en verso el uno, el segundo en prosa; personajes mitológicos; en el segundo figuran Midas, con sus orejas de asno, y Licas, con su cola. -Síguese la dedicatoria de la autora a sus hermanas.

Después:

Segunda parte de la tragicomedia Los Jardines y Campos Sabeos. Compuesta por doña Feliciana Enríquez de Guzmán. Dedicada a don Lorenço de Ribera Garauito. (El mismo escudo que en la primera, sobrepuesto, pegado.) En Lisboa, por Pedro Crasbeeck, año de 1624.

Dedicatoria. -Dos décimas de Calíope. -Los sonetos de Maya y Clarisel. -El Laberinto de letras. -Texto. -Al fin la referida carta ejecutoria, dada por Apolo. -Prólogo «A los lectores», de la autora. -Dos sonetos a la misma: uno de Apolo y otro de la monja doña Carlota.

ENRÍQUEZ HARANA Y PUERTO (DON GONZALO). Caballero ilustre, natural de Montilla; floreció a fines del siglo XVII y principios del siguiente. Escribió poesías líricas, y, entre ellas, en su Colección autógrafa e inédita, que formando un tomo de mas de 600 páginas y titulada: El Cisne andaluz, posee el señor Gayangos, se hallan tres composiciones dramáticas.

El Cisne andaluz, colección de poesías del expresado. Manuscrito autógrafo, en la biblioteca del señor don Pascual Gayangos.

Contiene:

El siempre heroico Español, trágico fin de su madre. Comedia en tres jornadas.

El perdido mejorado, loa en celebración de los años del excelentísimo señor don Manuel Fernández de Córdoba y la Cerda, marqués de Montalbán.

Sainete cantado entre dos coros, en recibimiento de la soberana imagen de Jesús, el día de su traslación a su capilla.

ENRÍQUEZ VELA (DON ANTONIO).

Con la risa me engañó una bizarra Española. Pertenece a la segunda cuarta parte del siglo XVIII.

EQUI (MADAMA). «Escribió en Madrid para nuestros teatros», dice Manuel García de Villanueva, Hugalde y Parra, en su Origen época y progresos del Teatro español, hablando de algunas poetisas que honraron nuestra patria «en los tiempos antiguos», y después de citar a sor Juana Inés de la Cruz.

ERASO (FRANCISCO DE).

Hablar bien del enemigo. Manuscrito. Biblioteca de Osuna.

ESCLAPES DE GUILLÓ (PASCUAL). Natural de Elche, librero en Valencia; curioso y aficionado a la poesía. Escribió varios papeles en verso para festejos sagrados y profanos; cuatro comedias, de las cuales dos se representaron en Valencia, y además de alguna otra obrilla poco notable, un

Resumen historial de la fundación y antigüedad de la ciudad de Valencia. Impreso, allí por Bordazar, año de 1738; 4.º; y que en 1805 se reimprimió en la misma ciudad, con adiciones de don Antonio Suárez.

Murió Esclapés el 24 de marzo de 1755.

El martirio más sangriento, y muerte en cama de flores. (De San Vicente mártir, patrón de Valencia.)

La restauración de Orán.

El premio de la humildad. (Historia de San Luis Beltrán.)

Amor imposibles vence, y piadoso Bandolero.

Las dos primeras, según Jimeno, sa representaron en Valencia. De las cuatro, solamente consta la primera en el Catálogo de Huerta, anónima.

ESCOBAR (JUAN DE). Portugués, músico insigne; escribió y publicó una obra de su profesión, y el auto, que dedicó al rey don Sebastián, y se imprimió repetidamente, titulado:

O Fidalgo de Florencia.

ESCRIVA (EL COMENDADOR). Floreció por los años de 1500 a 1510. Hállanse composiciones suyas en el Cancionero general, y entre ellas un Diálogo en verso y prosa, en el que introduce varios interlocutores.

ESCUDER (DON JUAN FRANCISCO). Alguacil mayor perpetuo de Zaragoza; compuso, en 1712, para festejar el nacimiento del infante don Felipe, hijo segundo de Felipe V, la comedia:

Los desagravios de Troya. (Con loa, baile, e intermedio músico.) -Impresa en 1712.

Baile: Audiencia de Amor general.

ESPINOSA MALAGÓN Y VALENZUELA (DON JUAN DE).

El Dichoso desdichado, Poncio Piloto. Impresa en Córdoba, en la imprenta del Colegio de la Asumpción; 4.º

ESPÍRITU SANTO (FRAY FÉLIX DEL). Natural de Oporto, hijo de Juan de Almeida Pita y de Isabel Suárez. Después de haber estudiado en Coimbra derecho civil, tomó el hábito de agustino descalzo en Lisboa, el 14 de julio de 1680. Dejó escritas varias poesías sagradas, y entre ellas cinco Autos sacramentales.

ESQUERDO (VICENTE). Natural y ciudadano de Valencia. Nació por los años de 1596 a 1600. Sirvió en aquella ciudad el destino de credenciero o fiel de la Diputación en la sisa del corte. Fue muy pundonoroso y estimado; de memoria tan feliz y tal facilidad poética, que, oído un sermón, luego le escribía en verso con todos sus lugares y frases, sin olvidar nada. Escribió algunas comedias, que se representaron en Valencia pero no llegaron a imprimirse. Da puntual noticia de cinco de ellas el erudito Pastor Fuster, que las vio manuscritas. Hállanse varias poesías suyas en Relaciones de fiestas celebradas y publicadas en su ciudad patria.

Murió, dice Fuster, como de treinta años de edad, el día 25 de marzo de 1630.

Marte y Venus en París. Representada en la casa de la diputación de Valencia, lunes 11 de febrero de 1619.

La ilustre Fregona. Representada en 1.º de julio 1619.

La Toledana en Madrid.

La mina de amor. Se representó en 12 de julio de 1619.

El fuerte, animoso, sagaz y valiente Martín López de Aybar, valenciano, teniente de maese de campo general en los estados de Flandes. Representóse con grande aplauso en Valencia por junio de 1620.

ESQUILACHE (PRÍNCIPE DE). Don Francisco de Borja y Aragón. Conde de Mayalde y de Simari. Nieto de san Francisco de de Borja, duque de Gandía, hijo segundo de don Juan de Borja, conde de Mayalde y Ficallo, natural de Valencia, y de su segunda esposa doña Francisca de Aragón y Barreto. Supónese, teniendo en cuenta las noticias de sus contemporáneos y algunas conjeturas, que nació en Madrid; pero el diligente Baena no halló su partida de bautismo. Sin embargo, le coloca entre los hijos de esta coronada villa, y calcula que debió nacer por el año de 1581 u 82; pues por marzo de 1581 vino a España su padre, sirviendo a la emperatriz doña María. Pero contra este cálculo debe advertirse que don Juan de Borja regresó poco después a su embajada de Alemania, pues que a 1.º de julio de 1581 firmó en Praga la dedicatoria al rey don Felipe II, de sus Empresas morales, impresas en la misma ciudad de Praga, por Iorge Nigrin, 1581.

Educado con el mayor esmero, desde muy joven dio muestras de sus privilegiados talentos, y tuvo gusto en el cultivo de la poesía, aleccionado por el célebre rector de Villahermosa, Bartolomé L. de Argensola. Niño aún, en 1588, recibió el hábito de Montesa, y seguidamente, por muerte de su primo hermano, la encomienda mayor de la Orden, que poseyó hasta el año de 1602 en que se le concedió pasar a la de Santiago, para obtener la encomienda de la Reina; después tuvo la de Azuaga, con la dignidad de Trece. A los veinte y un años de su edad casó con doña Ana de Borja, princesa de Esquilache (Squilacce), y condesa de Simari, su deuda, y tuvo de ella un hijo varón, que murió mozo, y dos hijas; doña María Francisca, que sucedió en la casa, y se enlazó con su tío carnal don Fernando, hermano de nuestro poeta, año de 1623, y doña Francisca, que nació en esta corte a fines de marzo de 1611, y casó con el marqués de Laconi.

En el año de 1602 era ya gentil hombre de cámara de S. M., y en 1614 fue nombrado virey, gobernador y capitán general del Perú. Llegó a Lima el 18 de diciembre de 1615; gobernó con acierto y justicia, y concluidos los seis años de su gobierno, habiendo recibido la noticia del fallecimiento de Felipe III, sin esperar sucesor, se embarcó para España en 31 de diciembre de 1621. Llegado a la corte, no parece que mereció grandes distinciones del Conde-duque; residió algunas temporadas en Valencia; pero aquí tuvo su más habitual morada, en la misma casa que ocupó antes de pasar a América, situada sobre el pretil de Palacio, y denominada después Casa de Reveque. Aquí se hallaba por febrero de 1623, al celebrarse el casamiento de su hija mayor (parroquia de Santa María). En 21 de diciembre de 1628 asistió con toda la grandeza al reconocimiento del cuerpo del beato Simón de Rojas. No aparece su nombre en la lista de grandes y títulos que en 1632 concurrieron al solemne juramento del príncipe don Baltasar Carlos, pero consta que compuso, para las fiestas que dio con este motivo en palacio la condesa-duquesa de Olivares, una comedia de capa y espada; noticia que nos ha trasmitido en su Relación de aquella solemnidad don Antonio Hurtado de Mendoza, y única de esta pieza dramática, la única también de nuestro poeta, y que no ha llegado a la presente época.

A los famosos festejos con que se celebró en esta corte la elección de Rey de romanos, que recayó en Fernando III, asistió nuestro Borja representando muy notables papeles. Fueron, él y Enríquez de Cabrera, almirante de Castilla, los generales de la mascarada, en que tomó parte el Rey (día 15 de febrero de 1637), y cinco días después concurrió en calidad de juez al certamen poético que se hizo en el Retiro.

Ocupado casi exclusivamente desde su vuelta de América en el estudio y cultivo de las letras, resolvió dar al público los frutos de su ingenio, y laboriosidad, y comenzó imprimiendo su obra lírico-ascética, apenas conocida:

La Passión de nuestro Señor Jesuchristo, en tercetos, según el texto de los santos quatro evangelistas. -Madrid, por Francisco Martínez, 1638; 4.º

Dio luego a la estampa sus producciones lírico-profanas, gran parte de ellas compuestas en su primera juventud:

Obras en verso de don F. de B. P. de E. -Madrid, 1639; 4.º

Y continuó trabajando en otras, que tal vez deseaba limar y perfeccionar más detenidamente. A principios de 1644 tuvo el sentimiento de perder a su esposa, que falleció en esta capital, y fue sepultada en el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús.

Desde mediados de 1649 tenía nuestro autor logrado el Real privilegio para la impresión de su poema: Nápoles recuperada pero no le publicó hasta igual época del año 1651.

Poema heróico: Nápoles recuperada por el rei don Alonso, que dedica á la Magestad del Rei nuestro señor don Felipe qvarto, el grande, don Francisco... etc. -En Çaragoça; en el Real y General Hospital de nuestra Señora de Gracia. Año MDCLI; 4.º

En el prólogo declara, que había escrito este poema (prefiriendo su asunto por ser los príncipes de Esquilache descendientes del rey don Alonso) muchos años antes, y mostrádole «a personas que pudieron aprovecharse de lo primero que tuvo trabajado en él». Al frente lleva un juicio panegírico del padre Francisco Macedo, y las aprobaciones de fray Diego Niseno, del padre Agustín de Castro, del eminente fray Jerónimo de San José, y de fray Juan Pérez de Munebrega. La impresión de ésta obra en Zaragoza nos indica la residencia del autor en aquella ciudad por alguna temporada.

El último de sus trabajos literarios que dedicó a la Reina, y no salió a luz sino póstumo, fue la traducción del latín que hizo de las,

Oraciones y meditaciones de la vida de Jesu-Christo por el B. Thomás de Kempis, con otros dos tratados: De los tres Tabernáculos, y soliloquios del alma. -Bruselas, por Francisco Foppens, 1661; 4.º

Cuatro años antes de su muerte se reimprimieron con magnificencia, y bastante aumentadas sus

Obras en verso. -En Amberes, imprenta Plantiniana, año 1654. Allí mismo se reprodujeron póstumas, con grande aumento en 1663.

Falleció el príncipe de Esquilache a los setenta y siete años de edad, próximamente, en Madrid, el 26 de octubre de 1658. Testó ante Juan Sánchez Izquierdo, disponiendo su sepultura al lado de su mujer, en el Colegio Imperial, bóveda de la capilla de San Ignacio, propia de los Borjas.

Atribuyósele una obra inédita, traducción que Sedano vio manuscrita, tilulada:

Instrucción de Séneca a Nerón: Plutarco a Trajano, y Sentencias filosóficas del doctor Juan de Olarte.

El señor don José Cuesta poseía un precioso códice de las poesías de Esquilache, si no autógrafo, escrito bajo la dirección del autor. En él se encuentra colocada una carta autógrafa de Lope al príncipe, declarándole el verdadero sentido de cierto pasaje de una comedia suya mal expresado por el actor que le recitó.

Pudieran llenarse muchas páginas con la relación de los elogios que a nuestro Borja tributaron sus más insignes contemporáneos: y al mismo tiempo con la noticia de su correspondencia y amistades literarias. La benignidad y dulzura de su carácter le granjearon el afecto de todos.

El crédito y renombre de que goza como poeta lírico es justamente debido a sus fáciles versos y a la sencillez y espontaneidad de sus romances, madrigales y letrillas. Partidario de la escuela castellana, empleó, sin embargo, con destreza y gusto los metros italianos. Combatió el culteranismo, sin librarse absolutamente de su contagio; siendo, a no dudarlo, uno de los más castizos y elegantes hablistas que han ilustrado el idioma castellano.

En todas las modernas Colecciones ocupan un distinguido lugar las mejores composiciones líricas del príncipe de Esquilache. Su poema: Nápoles recuperada, ha sido reimpreso en la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra.

Debemos el retrato de este insigne poeta al diligente celo de López de Sedano, que le publicó en el tomo IX de su Parnaso español, copiado prolija y diestramente del cuadro que existía en Lima, en el palacio de los vireyes. Represéntasele allí condecorado con el Toisón, y Sedano afirma que le tuvo; pero lo niega Baena, pues que ni la Historia de dicha Orden, ni documento alguno de los que él vio, le citan como individuo de ella.

Escribió una comedia de capa y espada para las fiestas que se hicieron en palacio con motivo de la solemne jura en Cortes del príncipe don Baltasar Carlos, año de 1632.

Representáronse tres comedias (dice don Antonio Hurtado de Mendoza, en la Relación que escribió de aquel acto), la primera (y no hay mayor alabanza) del príncipe de Esquilache, don Francisco de Borja, cuya grandeza no solo quedó en la sangre, sino pasó al ingenio, y a las demás partes y virtudes en que es tan aventajado; no desdeñando el ejercicio en fiesta que tenía por motivo a su Alteza, y por dueño a la condesa de Olivares.



Dio, en efecto, estas funciones la condesa-duquesa de Olivares, aya del príncipe.

ESTENOZ Y LODOSA (DON PEDRO DE).

El Soldado más herido, y vivo después de muerto. (San Sebastián.) (P.24).

El Levita aragonés. San Lorenzo.

ESTRADA Y BUSTAMANTE (DON ANTONIO DE). Escribió en 1742 su comedia

El asombro de Argel, y mágico Mahomad.

EXIMENEZ Y LLORIS (DON VICENTE).

Los Esclavos de amor y celos.

La maldición contra sí. Manuscrito antiguo: Señor Durán.

El premio de la humildad, y la traición castigada.




ArribaAbajo- F -

FAJARDO Y ACEVEDO (FRAY ANTONIO). Acaso existieron dos autores de este nombre. Al fin de la comedia: Marte y Belona en Hungría, se expresa que «el hermano Antonio Fajardo y Acevedo, ermitaño de San Antonio de Padua en la villa de Carcajente, reino de Valencia, la escribió en el término de ocho días». -En la Parte cuarenta, de Madrid (1675), se imprimieron: Los bandos de Luca y Pisa, de Antonio de Acevedo, y El origen de Nuestra Señora de las Angustias, de Antonio Fajardo y Acevedo.

Bajo este nombre se hallan y citan otras comedias. -Tenemos un Resumen historial de las edades del mundo, y Genealogía real y origen de las Religiones eclesiásticas y militares, por el padre maestro Antonio Faxardo y Acevedo (Madrid, 1670). El señor Durán cita en su Romancero una Colección de varios romances escritos a la Liga, por... Fajardo y Acevedo. (Valencia, 1687; 12.º) La he visto impresa en un pliego suelto con título de Sucesos de la Liga, y con el nombre del autor: «el hermano Antonio Faxardo y Acevedo, ermitaño de San Antonio de Padua en la villa de Carcaxente».

FAJARDO Y ACEVEDO (MAESTRO ANTONIO).

La toma de Granada. Manuscrito, en la biblioteca de Osuna.

El valor hace fortuna. Manuscrito, en la biblioteca del señor Durán; letra de principios del siglo XVIII.

Los bandos de Luca y Pisa.

Origen de Nuestra Señora de las Angustias, y rebelión de los moriscos. -Ambas en la (P. 40.)

La conquista de Granada.

La estrella de Europa, primera y segunda parte.

El fénix de África.

Marte y Belona en Hungría.

No hay cautelas contra el cielo.

No hay veneno como Amor.

El Salomón de Mallorca.

San Juan limosnero, o el gran Padre de pobres.

El valor hace fortuna.

FARIA (RODRIGO JOSÉ DE). Eclesiástico; nació en Braga, año de 1716. Escribió poesías, dos Relaciones de exequias regias, la novela, inédita, de

Lizardo e Florisbella.

y dos dramas músicos titulados

Nova conquista do Vellocino.

A ventura de hum enganno.

FARIA ARRAES (JOSÉ DE). Nació en Setúbal, año de 1672. Fue eminente profesor de música y cultivó la poesía. Dejó manuscritas dos comedias y siete loas.

El Pastor de las Brottas.

Bien sucede a quien bien vive.

Siete Loas con sus Bailes, en obsequio de Nuestra Señora de las Brottas.

FARIA CORDERO (JUAN CRISÓSTOMO). Hijo de don Antonio Cordero de Faría y doña Teresa Vasconcelos de Sá; nació en Lisboa, año de 1732. Publicó algunas de sus obras poéticas. Suyas son las comedias:

Para amar quer-se ventura.

Agamenón e Clitemnestra.

El amor todo prodigios.

El amor cuando es amor sabe vencer con desdén.

Triunfos de Portugal: o Rey don Joa I.

FEIJOO DE ARAUJO (LICENCIADO GABRIEL).

Entremés de los Labradores. Manuscrito no original, con fecha de 1671, en la biblioteca de Osuna.

FELICES DE CÁCERES (LICENCIADO JUAN BAUTISTA). Presbítero. Nació en Calatayud el año de 1601 y murió hácia el de 1630.

Escribió diferentes comedias, y además las siguientes obras:

El caballero de Ávila. Por la Santa Madre Teresa de Jesús, en las fiestas y torneos de la Imperial ciudad de Zaragoza. Poema heroico. -Zaragoza; por Diego de la Torre, 1623; 8.º

Certamen poético por la Cofradía de la sangre de Christo de la ciudad de Zaragoza. Acción del mismo Caballero de Ávila. -Zaragoza; por Diego de la Torre, 1623; 8.º

Justa poética por la Virgen Santísima del Pilar de Zaragoza. Zaragoza, por Diego de la Torre, 1629; 8.º

Torneo de a caballo en campo abierto, que celebró la ciudad de Zaragoza en la venida de la Serenísima reina de Hungría. Zaragoza; por Diego de la Torre, 1630; 4.º En verso y prosa. Alabó mucho esta obra, Bartolomé L. de Argensola.

Escribió versos en otros diferentes certámenes.

Lope de Vega elogió a este malogrado ingenio en los siguientes versos del Laurel:


   Juan Bautista Felices en su nombre
ya tiene la vitoria declarada.
No el Ebro solo, el mundo todo asombro
el arco de su lira coronada
de tantas varias flores
cuantos son los Amores
que cantaba en sus versos a la reina,
para cuyas divinas plantas bellas
su plata celestial la luna peina.
¡Dichoso aquel Pilar que es cielo en ellas!

(Silva 2.ª)                




Don Jerónimo de Cáncer y Velasco en el Vejamen que dio siendo secretario de la Academia (de Madrid), cita en primer lugar, al maestro Felices, poeta distinto del que nos ocupa.

El ingrato por amor, o nunca el bien hacer se pierde. Manuscrito autógrafo; señor Durán. Con tres licencias: la primera dada en Zaragoza, 25 de enero 1629; las otras de Madrid y Granada, 1630 y 1632.Se ha impreso con título de Hacer bien nunca se pierdo.

FELIPE IV DE AUSTRIA (REY DE ESPAÑA). Amó Felipe IV apasionadamente las letras; honró a sus profesores y las cultivó con gusto, mientras el conde-duque de Olivares cuidaba de regir el Estado y de fomentar la afición y distracciones que ponían en su mano los destinos del país103.

En 1627 don Fernando de Vera y Mendoza publicó, inserta en su Panegírico por la poesía, impreso en Montilla, y ya comenzado a estampar seis años antes, una composición poética del rey Felipe IV, con su nombre expreso, acompañada de elogios al ingenio y gusto del regio poeta. Diferentes escritores le ensalzaron bajo este concepto, y entre ellos el gran Lope le declaró (en las Rimas de Burguillos, 1634), no solamente favorecido de las Musas, y español Apolo, sino entregado a más graves tareas literarias; a la traducción del historiador Guicciardini:


Que porque habló bien de España
quiso que hablase español.



Consérvanse, en efecto, esta traducción de la Historia de las guerras de Italia, de Francisco Guicciardini, y otra que al mismo Rey se atribuye de la Descripción de los Países Bajos, escrita por Luis Guicciardini. Once décimas a la muerte de su esposa, la reina doña Isabel, glosando títulos de comedias y alguna otra composición, se han publicado modernamente como debidas a la misma pluma.

Una tradición constante, y cuyo antiguo rastro no me es conocido, generalmente admitida por los eruditos, atribuye al rey don Felipe IV la composición de algunas comedias. Consta, ciertamente, que en las reuniones académicas de palacio, donde se complacía en congregar a nuestros más ilustres ingenios, concurría con ellos a la improvisación de sazonadísimas farsas burlescas.

Pero no se trata de estos juegos pasajeros del ingenio, sino de formales dramas que se afirma fueron impresos, y aun representados al público. Tan solo nos señalan esas noticias tradicionales, como obra del rey Felipe IV, una comedia, la titulada: El conde de Sex (Essex), o dar la vida por su dama, sentido y excelente drama, cuya historia bibliográfica debemos referir.

Imprimióse con el título único de El conde Sex, y bajo el nombre de don Antonio Coello, poeta muy favorecido del Rey, en la Parte treinta y una de las mejores comedias (Barcelona, 1638). Volvió a publicarse en la primera edición de El mejor de los mejores libros de comedias (Alcalá, 1651), donde van todas las piezas anónimas, y se reprodujo en la segunda (Madrid, 1653), con el nombre del mismo Coello. En estas dos últimas Colecciones lleva el título de La tragedia más lastimosa de amor. Existen de ella varias impresiones sueltas, en las cuales aparece, ya como de un ingenio de esta corte, ya atribuida a Coello, ya también a Matos Fragoso, autor que asimismo se la da en la Colección de Bruselas, año de 1704. Consérvase en la biblioteca del Excmo. señor duque de Osuna, un manuscrito de esta pieza que la atribuye a don Antonio Coello, y, a cuyo fin se lee una censura dada por el fiscal Avellaneda, en Madrid a 11 de agosto de 1661, aprobándola con algunas supresiones. El señor barón de Schack halla en este manuscrito una prueba decisiva contra la opinión que atribuye a Felipe IV el drama cuestionado.

Tengo a la vista una edición suelta de Sevilla, imprenta de Leefdael, sin año (principios del siglo XVIII), y en ella leo este final:


Y del Senado merezca
tener perdón de sus yerros
el autor, como poeta.



Final diverso del que presenta la impresión de la Parte treinta y una, de Barcelona, que dice:


Y del Senado merezca
el perdón de nuestras faltas,
pues en serviros se emplea.



La cuestión queda indecisa mientras no pueda rastrearse el origen de la suposición que señaló a Felipe IV por autor de este drama.

Concluiremos añadiendo que es inexacta la que atribuyó al mismo augusto poeta el titulado: Don Enrique el Doliente, obra de seis ingenios, y que no hay fundamento alguno para creer que lo fuese de la singular y curiosa farsa: Lo que pasa en un torno de monjas.

El conde de Sex. Manuscrito existente en la biblioteca del señor duque de Osuna104. A su fin lleva la siguiente censura:

He visto esta comedia del Conde de Sex con todo cuidado, por ser caso de Inglaterra, y quitados unos versos que van anotados en la primera jornada, que tocan en la armada que el señor Felipe II aprestó contra aquel reino (noticia que no es bien que se toque), y una redondilla en la segunda jornada de Los Válidos; en todo lo demás, el autor supo granjear la aprobación de V. S. Madrid II de agosto de 1661. -Francisco de Avellaneda.

El conde de Sex. (Dar la vida por su dama.) (Parte treinta y una de las mejores comedias que hasta hoy han salido... Barcelona, 1638.) (Va atribuida a Coello.)

La Tragedia más lastimosa de amor. (El conde de Sex.) (El mejor de los mejores libros que han salido de comedias nuevas. -Alcalá, 1651. -Madrid, 1653.)

En la primera anónima: en la segunda como obra de Coello.

El conde de Sex, (Dar la vida por su dama.) (Comedias escogidas de diferentes libros de los más célebres e insignes poetas. -Bruselas, 1704.) (Va atribuida a Matos.)

Se ha reimpreso este drama en la Colección del señor Ochoa y en otras modernas.

FERNÁNDEZ (AGUSTÍN). Nació en Setúbal, año de 1675, y murió en 1715. Escribió

Relación lírica a Nuestra Señora de Saude.

Loas sagradas (ocho).

FERNÁNDEZ (PADRE ANDRÉS). Natural de Viana, en Alentejo; entró en la Compañía de Jesús en 2 de abril de 1622. Insigne filósofo, teólogo y profesor de retórica en su Colegio. Electo obispo del Japón, renunció; fue confesor del príncipe don Teodosio, y después de don Juan IV. Murió en 27 de octubre de 1660. Compuso una tragicomedia latina: Sanctus Eustachius Martyr, que se representó en la Universidad de Évora, año de 1635, al duque de Braganza, luego rey don Juan IV.

FERNÁNDEZ (DON ANTONIO PABLO).

El Ángel lego y pastor, San Pascual Bailón.

Los dos Amantes más finos, Píramo y Tisbe.

La prudencia en la niñez.

FERNÁNDEZ (DOMINGO). Presbítero, del hábito de san Pedro, natural de Álvaro, en la Extremadura portuguesa. Fue muy docto en el idioma latino; y publicó en 1743, 47 y 49 una obra de retórica, dos comentarios a Ovidio y dos Autos sacramentales.

FERNÁNDEZ (LUCAS). Autor dramático desconocido de los bibliógrafos e historiadores literarios, hasta el año de 1836, en que dio noticia de él y de sus producciones cómicas don Bartolomé José Gallardo105. Fue natural de Salamanca, donde publicó un tomo de Farsas, cuando más florecía el famoso Juan de la Encina, en el año de 1514. El señor Gallardo, reservando para su Historia crítica del ingenio español más extensa noticia de este escritor y de sus obras, dice respecto de estas:

Las Farsas son seis: tres a lo divino, las otras a lo humano; las humanas van delante, y las más a estilo de aquel tiempo, son jarras sin asa; quiero decir, que no tienen título. Sus encabezamientos son:... Es de advertir que aunque el título y argumento de algunas de estas piezas sea piadoso, en su fondo suelen encontrarse algunos pasos, que tienen menos de píos que de picantes y picarescos; circunstancia que no será tal vez la que menos haya hecho raras estas composiciones, como lo son otras muchas antiguas por el mismo estilo, de las cuales no nos queda ya más memoria que la tiznada que dejan las tablillas negras de los Índices expurgatorios de la Inquisición.



Podrá ser así, pero ninguna de las Farsas de Lucas Fernández consta en los tales Índices.

Este autor, según se ve por una de sus referidas composiciones, la segunda del libro, y por dos escenas de la cuarta, que el señor Gallardo inserta, fue imitador feliz de su paisano Encina. Las muestras reimpresas son dignas del mayor aprecio. Escribió en verso como su maestro y modelo.

Farsas y églogas al modo y estilo pastoril y castellano, fechas por Lucas Fernández, salmantino, nuevamente impresas.

(Frontis que figura en lo alto un San Francisco arrodillado, recibiendo los estigmas de las llagas de un Crucifijo que está en el aire. Al lado del Santo un lego de su hábito.)

Colofón final. -«Fue impresa la presente obra en Salamanca por el muy honrado varón Lorenzo de Lion Dedei, a diez días del mes de noviembre de 1514 años». -En fol.: l. g.; estampas.

Contiene:

Comedia hecha por Lucas Fernández, en lenguaje y estilo pastoril, en la cual se introducen dos pastores y dos pastoras, y un viejo, los cuales son llamados Bras Gil y Berenguella, y Miguel Turra y Olalla, y el viejo es llamado Juan Benito.

Farsa o cuasi comedia, fecha por Lucas Fernández, en la cual se introducen tres personas: conviene a saber: una doncella, y un pastor y un caballero, cuyos nombres ignoramos...

Farsa o cuasi comedia, fecha por Lucas Fernández, en la cual se introducen cuatro personas, conviene a saber: dos pastores (Prabos y Pascual) e un soldado e una pastora (Antona).

Égloga o farsa del nascimiento de Jesu Christo, fecha por Lucas Fernández, en la cual se introducen tres pastores y un ermitaño, los cuales son llamados Bonifacio, Gil, Marcelo, y el ermitaño Macario.

Auto o farsa del nacimiento de Nuestro Señor, hecha por Lucas Fernández, en la cual se entroducen cuatro pastores, llamados, Pascual, Lloreinte y Juan y Pedro Picado.

Auto de la Pasión, fecho por Lucas Fernández. -Representación de la Pasión de nuestro Redemptor Jesu Cristo, compuesta por...; en la cual se entroducen las personas siguientes: Sant Pedro, e Sant Dionisio, e Sant Mateo, e Jeremías e las tres Marías. (Reimpresas la segunda de estas piezas y dos escenas de la cuarta en El Criticón, de don B. J. Gallardo, números 4.º y 5.º -Madrid, 1836; 8.º)

En el número 7.º del Criticón, póstumo (publicación reciente; continúase esta con los materiales que el autor dejó preparados),

e han reimpreso con esmero y con la ortografía de los originales, la primera comedia de las de Lucas Fernández, y un

Diálogo para cantar (entre Juan Pastor y Bras), fechó por Lucas Fernández, sobre ¿Quién te hizo Juan Pastor?

el cual no se halla citado por Gallardo en su noticia del libro de Fernández. Una y otra pieza se han impreso por copias de mano de aquel bibliógrafo.

FERNÁNDEZ DE ÁVILA (GASPAR).

Poema dramático de La infancia de Jesu Christo. De Gaspar Fernández de Ávila. -Málaga. (impreso y escrito en la segunda cuarta del siglo XVIII); en 4.º Pieza dividida en diez coloquios, con los títulos: siguientes:

1.º La Encarnación del Hijo de Dios.

2.º La expectación de María Santísima.

3.º El nacimiento de nuestro Señor Jesuchristo.

4.º La manifestación de nuestro Señor Jesucristo.

5.º La adoración de los santos Reyes.

6.º La presentación de nuestro Señor en el templo.

7.º La huida a Egipto.

8.º La degollación de los Inocentes.

9.º La pérdida de nuestro señor Jesucristo.

10.º La invención de Nuestro Señor en el templo.

FERNÁNDEZ DE BARROS (ANTONIO). Presbítero lisbonense, profesor de humanidades. Murió en su patria, año de 1680. Compuso poesías y comedias castellanas y portuguesas, que no se imprimieron.

FERNÁNDEZ DE BUSTAMANTE (DON JOSÉ).

Comedias nuevas, su autor, don Joseph Fernández de Bustamante, vecino de esta corte. Primera parte. Con privilegio. -En Madrid, en la imprenta de Francisco Xavier García, calle de Capellanes, año 1759. Se hallarán en casa de don Francisco Palacios, frente las gradas de San Phelipe el Real, y en la de don Juan de Morales, mercader, en el portal de paños; 4.º

Censura del doctor don Francisco de la Fuente, capellán mayor del convento de la Baronesa. Madrid 7 noviembre 1758. -Licencia del ordinario, 14 id. id. -Real privilegio a Bustamante por diez años, 20 de setiembre de id. -Erratas, 21 enero 1759. -Tasa, 31 id. id. -Prólogo «Al lector». (En festivo estilo, y no sin gracia; dice el autor que no era nuevo en él ni en su familia, el quedarse sin comer muchos días.) Antes la tabla.

Contiene siete comedias.

Al audaz fortuna ayuda.

Al poder la ciencia vence.

No siempre el destino vence, si en su imperio Amor domina, y Príncipes encubiertos.

El sol de la fe en su Oriente, y conversión de la Irlanda.

En la mayor perfección se encuentra el mejor estado, Santa Catalina de Bolonia.

Azote de la herejía y espejo de la virtud, San Jácome de la Marca.

Celos, aun imaginados, conducen al precipicio, y mágico Diego Triana.

Todas llevan al fin el pie de imprenta como en la portada; las seis primeras con fecha de 1758; la última, de 1759.

Comedias nuevas, segunda parte.

No he logrado ver este tomo ni hallar noticia de su contenido.

Por conseguir la deidad, entregarse al precipicio. Zarzuela en dos actos, ejecutada en la Cruz, el 5 de diciembre de 1733; música de don Diego Lana. Citada en el Catálogo del señor Durán.

FERNÁNDEZ DE CASTRO Y BOCÁNGEL (DON JERÓNIMO). Doctor en ambos derechos; del Consejo, de S. M. su secretario, y caballerizo, mayor de su excelencia el marqués de Castelfuerte, virey del Perú. Residía allí en el año de 1724; escribió la Relación de las fiestas que se celebraron en Lima y el Callao a la proclamación de Luis I, por diciembre, enero y febrero de 1724 y 25. -El Rey había fallecido en 31 de agosto. -Escribió asimismo un Fin de fiesta, compuesto de sarao con música, y su introducción, para la comedia que en el Callao representaron los

arientes y criados del virey en su palacio. Declárase embozadamente autor de estas composiciones en la Relación expresada, que tituló: Elisio peruano, Solemnidades heroicas, etc., etc. -Lima, 1725; 4.º

En este curioso libro se halla, pues, inserta la expresada:

Introducción al sarao de los planetas. (Con música.)

FERNÁNDEZ DE CONSUEGRA (DON MATÍAS).

La patrona de Toledo, Santa Leocadia. Manuscrito de principios del siglo XVIII. Señor Sancho Rayón.

FERNÁNDEZ GALTERO.

San Gregario de Ostia. Índice manuscrito de Gámez.

FERNÁNDEZ DE LEÓN (DON MELCHOR). Nació a mediados del siglo XVII. Si en efecto es suya la comedia burlesca titulada: Cada cual con su cada cual, que otros atribuyen a León Marchante, pero que no se halla incluida en la Colección de obras de este último, diremos que debió de nacer en Alcalá de Henares, puesto que en la edición suelta anónima de dicha pieza se expresa ser obra «de un ingenio complutense». Se ha confundido a don Melchor con el maestro don Manuel de León Marchante, asimismo poeta dramático, pero algún tanto anterior a él.

Por los años de 1676 ya escribía para el teatro, y alcanzaba celebridad. En la Parte cuarenta y dos de comedias escogidas de varios autores, que salió a luz en esa última fecha, se publicó su drama: Endimión y Diana, y se le atribuyó el San Francisco de Borja, duque de Gandía, escrito por el padre Fomperosa. Dos años después, tuvo la honra de que se representase por primera vez en palacio su comedia (inédita): El dios Pan, fiesta al cumpleaños de S. M. la Reyna. (El 27 de diciembre de 1678).

Habiendo falleciao a fines de mayo de 1681, su amigo, el insigne dramático don Pedro Calderón de la Barca sin poder concluir el segundo auto que escribía para la fiesta del Corpus, mereció don Melchor que la villa le encargase la terminación de aquella obra dramática. Así lo noticiaba don Antonio de Solís a don Alonso Carnero, en carta feéhada el 11 de junio de dicho año, de la cual va ya transcrito el párrafo relativo a este punto en el artículo de Calderón.

Continuaron publicándose las comedias de nuestro autor, ya sueltas, ya en la colección de Varios, de Madrid, Parte cuarenta y cuatro, cuarenta y seis y cuarenta y ocho. Esta, que fue la postrera de la serie, se imprimió en el año de 1704. Fernández de León podría llegar entonces a los cincuenta años, y sin duda vivió algunos después.

En una nota que el señor don J. E. Hartzenbusch ha puesto al discurso preliminar que Moratín, escribió al frente de sus propias comedias (edición de la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra), se expresa así respecto de la época teatral de principios del siglo XVIII.

Era entonces nuestro teatro lo mismo que había sido en el último tercio de la larga vida de Calderón: una escuela donde al lado del maestro se habían formado discípulos inferiores a él, pero no faltos de mérito. Tres eran los que a manera de satélites reflejaban tibiamente su luz: Bances Candamo, Zamora y cañizares; a mayor distancia que ellos, se dejaba todavía percibir Melchor Fernández de León, el resto, salva una excepción sola, no merecía la pena de ser nombrado.



Fue nuestro don Melchor grande amigo de don Agustín de Salazar y Torres, en cuyo elogio fúnebre hizo un soneto que va al principio de la Cítara de Apolo, de aquel ingenio, segunda parte, año de 1694.

El señor don Pascual Gayangos posee en su rica y selecta biblioteca un manuscrito de las obras dramáticas de don Melchor Fernández de León, copiadas en 1689. Algunas de las piezas que en él faltan pudieron ser posteriores.

Obras de don Melchor de León, mano-escritas, que se componen de tres comedias, loa, entremeses y sainetes. Trasladadas el año de 1689. Manuscrito en 4.º de 85 folios, biblioteca del señor Gayangos.

Contiene:

Comedia nueva de Ícaro y Dédalo. Lleva copiada la portada de su edición de Madrid, 1684. La precede su

Loa al nombre de la Reyna doña María Luisa de Borbón.

Después de la jornada segunda va el Baile de Las Aves.

Al fin el

Entremés: La junta de las Doctoras.

Comedia famosa: La vida del gran Tacaño,de don Melchor de León.

Venir el amor al mundo, y labrar flechas contra sí. Fiesta de zarzuela al nombre de Carlos II, rey de las Españas... año de 1680. De don Melchor de León.

Precédela una

Introducción, en que hablan: Regocijo, Alegría, Ingenio, Nobleva.

Comedia nueva de Ícaro y Dédalo. Fiesta que se representó a sus Magestades en el Real palacio de esta corte, en celebridad del nombre de la Reyna reynante nuestra señora doña María Luisa de Borbón, el día de San Luis, veynte y cinco de agosto de este presente año de MDCLXXXIV. En que se describen apariencias, mutaciones, loa y sainetes. Escrita por don Melchor de León. Y egecutada por disposición del Condestable mayordomo mayor. -En Madrid, en la imprenta de Bernardo de Villa. Diego, impresor de su Magestad. Año de MDCLXXXIV; 4.º

Endimión y Diana. (P. 42.)

El Sordo y el Montañés . (P. 44.)

La conquista de las Molucas.

El veneno en la guirnalda y la Triaca en la fuente. (P. 46.)

Venir el amor al mundo.

Icaro y Dédalo. (Con loa y baile). (P. 48.)

Comedias sueltas:

Cada cual con su cada cual.

El primer templo de amor.

Los tres mayores prodigios en tres distintas edades, y origen Carmelitano. Moratín atribuyó esta última a don Antonio Bazo.

El dios Pan. Representóse por primera vez en palacio, delante de SS. MM., el 27 de diciembre de 1678, en celebridad del cumpleaños de la Reina.

Hace mención de este drama inédito el señor barón de Schack.

Cada cual con su cada cual. Manuscrito en la biblioteca de Osuna, sin nombre de autor.

En la colección de Dramáticos, de la Biblioteca de Autores Españoles, de M. Rivadeneyra, se ha incluido la comedia de Fernández de León titulada: El Sordo y el Muntañés.

Bayle de las Aves. (Al fin de su comedia: Ícaro y Dédalo, en lo Parte cuarenta y ocho.)

FERNÁNDEZ DE MESA (BLAS). Natural de Toledo. Fiscal y contador mayor de aquella ciudad, se le titula en el epígrafe de un soneto suyo a la muerte de Montalbán, inserto en las Lágrimas panegíricas, este suceso, (Madrid, 1639). En otro soneto que compuso al sepulcro de Lope de Vega (Fama póstuma de este ingenio, 1636), se le titula fiscal por S. M. en Toledo, y contador de la Imperial.

Lope de Vega le dedicó un lisonjero elogio en el Laurel de Apolo. (Silva 1.ª) Dice así:


Servid, Pimpleas, néctar y ambrosía
en una rica mesa al cinthio Apolo,
cuando llegue en Toledo al mediodía,
que él la merece solo:
Versos también, después, para esta empresa
del ingenio feliz de Blas de Mesa.



Blas de Mesa (dice Montalbán en su Memoria de los que escriben comedias en Castilla solamente) a pesar de ocupaciones mayores, las hace con primor; tanto que no tiene que envidiar a cuantos hoy las escriben en España.

Los Silvas y Ayalas. Manuscrito autógrafo, sin fecha; en la biblioteca del duque de Osuna. Lleva una aprobación dada en 1.º de octubre de 1621. Se ha impreso anónima.

Fundadora de la Santa Concepción, o vida y muerte de doña Beatriz de Silva, primera y segunda parte. Manuscrito de 1664: señor Durán.

Cada uno con su igual. (P. 16.)

FERNÁNDEZ MONTERO (DOCTOR DON JERÓNIMO). Mencionado por Montalbán en su Catálogo de ingenios naturales de Madrid.

El doctor don Gerónimo Fernández Montero, que hoy está en Italia, aventajadísimo teólogo, predicador y poeta lírico y cómico. (Para todos, 1632.)



Olvidado por Baena.

FERNÁNDEZ DE RIBERA (ALONSO).

Los milagros del Santo Cristo del Valle.

FERNÁNDEZ DE SOLANA (DON DIEGO).

Lo que vale un Español. Manuscrito antiguo autógrafo: señor Durán. Está impresa.

FERNÁNDEZ DE VARGAS (LICENCIADO FRANCISCO).

A gran daño gran remedio. Con este título se atribuye una a Villayzan.

FERREIRA (ANTONIO). Ingenio lusitano de los que más honraron su patria en el siglo XVI. Nació en Lisboa, año de 1528; sus padres, de distinguida nobleza, fueron Martín Ferreira, del hábito de Santiago, y María Froes Varela. Estudió jurisprudencia en Coimbra, se doctoró y ejerció esta profesión obteniendo cargos públicos, y el título de hidalgo de la casa real. Murió de cuarenta y un años en la epidemia de Lisboa, la de 1569. Su tragedia portuguesa: Doña Inés de Castro, es una bellísima obra de poesía; fue traducida con felicidad al castellano por nuestro fray Jerónimo Bermúdez, según ya dijimos, y al francés por un anónimo, cuya versión se imprimió en París. La original de Ferreira se publicó al fin de sus Poemas lusitanos, primera parte (Lisboa, 1598), y dos comedias suyas salieron con las Obras de Saa de Miranda, en una edición de 1622.

Tragedia de Doña Ignés de Castro. (Poemas lusitanos de Antonio Ferreira, primeira parte. -Lisboa, 1598-1771.)

O Bristo.

O Zeloso. (Comedias.)

(Obras de Francisco de Saa de Miranda. -Lisboa, 1622.)

FERREIRA (CRISTÓBAL). Natural de Carvoeira, en Portugal; profesó la cirugía, y compuso algunas comedias, de las cuales se menciona manuscrita la

Acclamaça del Rey don Joa IV.

FERREIRA DE LA CERDA (DOÑA BERNARDA). Hija de Ignacio Ferreira Leitaon, canciller mayor de Portugal, caballero de la Orden de Santiago, y de doña Paula de Sá Pereira. Nació en Oporto, año 1595. Desde niña dio muestras de su raro ingenio; aplicóse a toda clase de estudios filosóficos y científicos, al paso que cultivaba la poesía y la música, y aprendía con perfección los idiomas latino, italiano y español. El rey Felipe III la conoció y admiró durante su estancia en Portugal, honrándola con el cargo de preceptora de los infantes don Carlos y don Fernando, que renunció modestamente. Casó con Fernando Correa de Sousa, de quien tuvo varios hijos. Fue no menos estimable por sus talentos que por sus virtudes; y mereció como poetisa las alabanzas que la tributaron grandes ingenios, entre ellos Lope de Vega, en el Laurel de Apolo106. Murió en Lisboa, el l.º de octubre de 1644.

Muchas de sus obras quedaron manuscritas, entre ellas las comedias. Las más notables que publicó, fueron el poema:

España libertada, primera parte. -Lisboa, Craesbeck, 1618; 4.º Dedicado al rey Felipe III.

y un tomito de poesías líricas que tituló:

Soledades de Buçaco. -Lisboa, Matías Rodríguez, 1634; 8.º

Dedicó este a las monjas carmelitas de Buoçaco, y contiene versos mejores que los cultos y afectados del poema: España libertada, cuya segunda parte sacó a luz, póstuma, su hija doña María Clara de Meneses. -En Lisboa, Joao da Costa, 1673; 4.º

FERREIRA DE VASCONCELOS (JORGE). Natural de Coimbra, o, según otros, de Montemor el Viejo. Fue caballero profeso de la Orden de Cristo. Sirvió en la ilustre casa de Aveiro; y después obtuvo destino en las oficinas del tesoro real de Portugal y en la casa de la India. Estuvo casado con doña Ana de Souza, de quien tuvo un hijo, que murió en la batalla de Alcácer, y una hija que casó con don Antonio de Noroña. Murió en el año de 1585. Dotado de agudísimo ingenio y de vasta erudición, escribió varias obras de inventiva, sin expresar nunca su nombre en las que dio a la estampa, que fueron: la Comedia Eufrosina, en 1560, y dos libros caballerescos titulados:

Triunfos de Sagramor, em que se tratan os feitos dos cavalleiros da segunda Tavola Redonda. -Coimbra, Ioa Alvarez, 1554; folio.

Memorial das proezas dos cavalleiros da segunda Tavola Redonda. -Lisboa, Ioa Barreira, 1587; 4.º o folio.

Salieron póstumas sus comedias: Ulyssipo y Aulegrafia; quedó manuscrita otra denominada: Peregrino. Todas son del género de las Celestinas. Cítanse de él dos Diálogos también inéditos.

Comedia Eufrosina. De nouo reuista, e em partes acrecetada. Impressa en Coimbra. Por Io de Barreyra, impressor da Vniuersidade. Aos dez de mayo. MDLX. (Sobre este título un grabador en madera, que representa una de las escenas; y encima, de letra de imprenta, los nombres de Zelotypo, Eufrosina, Silvia de Sousa; interlocutores de la misma escena); 8.º

Proemio ao Príncipe N. S. Sin fecha ni firma. Dedícala Ferreira sin declarar su nombre, al príncipe don Juan de Portugal. «Veuho (dice) ante V. A. com as primicias de meu rustico engenho, que he a comedia Eufrosina; e foy o primeiro fruto que delle colhi, inda bem tenrro...». «Prólogo da comedia Eufrosina. Autor l despera Deos». El autor o representador Juan de espera en Dios, que figura el primero en la lista de interlocutores, hace el prólogo, en prosa también como toda la comedia, al auditorio. Divídese la pieza en cinco actos.

Colofón final. -«Foy impressa a presente obra em... Coimbra por lo de Barreyra... Com privilegio Real... Acabouse nos dez dias do mes de mayo. De MDLX ».

Comedia Eufrosina. -Évora, por Andrés de Burgos, impressor y cavallero de la casa del cardenal Infante, 1566. Segunda edición, que se ha citado equivocadamente como primera. Prohibida en el Índice expurgatorio.

Comedia Eufrosina. -Lisboa, por Antonio Álvarez, 1616. Edición corregida por Francisco Rodríguez Lobo, excelente poeta portugués, natural de Leiria, que la retocó y cercenó a su arbitrio. Esta Impresión ya fue permitida por el Santo Oficio.

Comedia Eufrosina. Traducida de lengua portuguesa en castellana, por el capitán don Fernando de Ballesteros y Saavedra. -Madrid, en la imprenta del reino, 1631; 8.º

El traductor siguió la edición expurgada, de Lobo. Salió esta versión dedicada al infante don Carlos, hermano de Felipe IV; con un prólogo de Quevedo y aprobada por Valdivielso y Jiménez Patón.

Comedia Eufrosina. Traducida de lengua portuguesa en castellana, por el capitán don Fernando de Ballesteros y Saavedra. Con licencia. -En Madrid, en la oficina de Antonio Marín, año de 1735; 8.º

Reimpresión hecha por diligencia de don Blas Antonio Nasarre y Ferriz, que firma la dedicatoria a doña Sofrosina Pacheco con el seudónimo de don Domingo Terruño Quexilloso.

Comedia Vlyssipo, de Jorge Ferreyra de Vasconcellos. Nesta segvnda impressa apurada, et correcta de algs erros da primeira. Com todas as licencas necessarias. -Em Lisboa, na ofticina de Pedro Crasbeeck. Anno MDCXVIII. Com privilegio Real; 8.º

Licencias y aprobaciones de Lisboa (1617 y 18). -Advertencia al lector, en la cual se prometen la Comedia Aulegrafía, y otras obras de Ferreyra.

Esta comedia, de cinco actos, en prosa, contiene algunos versos castellanos. Es ingeniosa, y del género mismo de la Eufrosina y Aulegrafía; todas novelas dialogadas, imitaciones de la Celestina.

Comedia Aulegrafía. Feita por Iorge Ferreyra de Vasconcelos. Agora novamente impressa á custa de dom Antonio de Noronha. Dirigida ao marquéz de Alemquer... Con todas as licenças necessarias. -Em Lisboa. Por Pedro Craesbeeck. Anno 1619; 4.º En prosa; cinco actos; un interlocutor habla en castellano.

Peregrino. (Comedia manuscrita.) En prosa; del mismo género de las antedichas.

FERRER (DON ALEJANDRO). Escribía en la primera cuarta parte del siglo XVIII.

No es en la deidad venganza, lo que solo es enseñanza. También habla lo insensible, o encantos de Rosimunda y aventuras de Perseo.

Baile: La estatua.

Entremés: El Poeta y los duendes. Citado en el Índice del señor Guerra.

FERRER Y CARDONA (DON LUIS). En Valencia, por los años de 1574, nació don Luis Ferrer y Cardona, hijo de don Jaime Ferrer, señor de las baronías de Sot y Cuartell, menino que fue de la reina de España, caballero de Santiago y comendador de Cieza, general gobernador de la ciudad y reino de Valencia desde antes de 1608 hasta 1625. Recibió don Luis una instrucción sólida y exquisita, dándose a conocer desde muy joven por sus talentos y superior ingenio, y mereciendo ser admitido en la Academia valenciana de los Nocturnos, que se instaló en el año de 1591. Adoptó el nombre académico de Norte, e ilustró aquella célebre reunión literaria con sus apreciables tareas.

Casó en Valencia con doña Ana Ferrer y Despuig107, de la cual no tuvo sucesión. En el año de 1608 era ya también caballero de la Orden de Santiago y coadjutor de su padre en el oficio de general gobernador de Valencia. Regentó dos veces con general aceptación este cargo, y por fin le obtuvo en propiedad, muerto su padre, año de 1625. Era su familia muy ilustre y numerosa en aquella ciudad; a los juegos de cañas que allí se celebraron entre los festejos por la beatificación de san Luis Bertran, año de 1608, concurrieron formando cuadrilla con nuestro don Luis, otro don Luis Ferrer de Proxita, señor de la baronía de Quart y villa de Chilches; don Jerónimo Ferrer, del hábito de Santiago, comendador de Orcheta y diputado, y don Pedro Ferrer, del hábito de Calatrava. Ennoblecida con la sangre del ilustre patrón de Valencia, no es de extrañar que fuese apreciada de aquellos naturales y honrada por nuestros reyes con toda clase de distinciones.

A la posición elevada que don Luis Ferrer y Cardona ocupaba en la ciudad del Cid, a su afable y popular carácter y a la afectuosa protección que dispensaba y amistoso aprecio con que favoreció siempre a los hombres de letras, debió sin duda en muy principal parte los grandes elogios que le tributaron sus contemporáneos, y que, sin dichas circunstancias, tal vez por solas sus producciones literarias no hubiera conseguido. -Aurelio Mey, apreciable tipógrafo y poeta valenciano, le dedicó, en 1608, su colección de Doce comedias de cuatro poetas naturales de... Valencia, que comprende seis de Tárrega, tres de Aguilar, dos de Castro y una de Beneyto. La dedicatoria, escrita en tercetos, fue reproducida después al frente de la Tercera parte de las comedias de Lope de Vega y otros autores, cuya primera edición sospecho se hizo, o por lo menos estuvo dispuesta para hacerse, en Valencia, año de 1611. -Cervantes en su Viaje del Parnaso, escrito por el año de 1613, le tributó el elogio siguiente:


   Y en esto descubrióse la grandeza
de la escombrada playa de Valencia,
por arte hermosa y por naturaleza.
    Hizo luego de sí grata presencia
el gran don Luis Ferrer; marcado el pecho
de honor, y el alma de divina ciencia.
    Desembarcáse el dios, y fue derecho
a darle cuatro mil y más abrazos,
de su vista y ayuda satisfecho.



Lope de Vega en La Filomena, le mencionó entre los ingenios cuyos retratos finge colocados en su alegórico jardín:


Aquí don Luis Ferrer con tal decoro
muestra el semblante en pórfido del Turia,
que le respeta de Aganipe el coro.



Después en el Laurel de Apolo (1628 a 1630) le dedicó este panegírico:


¡Oh tú, don Luis Ferrer, cómo no templas
la dulcísima lira,
pues tu sonoro canto el mundo admira,
si la ocasión contemplas
en que puedes honrar tu patria hermosa
de ingenios, que produce como flores,
pues tienes voz y mano milagrosa.



Pasemos a examinar cuáles fueron las obras que granjearon a Ferrer y Cardona la fama de eminente poeta, y los encomios de nuestros dos primeros ingenios.

Desde luego hallamos publicadas bajo su expreso nombre diversas composiciones poéticas que escribió para certámenes y fiestas, según abreviadamente refiere don Justo Pastor Fuster (Biblioteca valenciana), en las Relaciones descriptivas de las de san Luis Bertran, por Gaspar de Aguilar; de la Concepción, por Creuhades; del beato Tomás de Villanueva, por Martínez de la Vega, y del Siglo IV de la conquista de Valencia, por Marco Antonio Ortí. Además, en cierto romance «a un licenciado que deseaba hacer comedias», escrito por don Carlos Boyl, e inserto en la Segunda parte de las de poetas valencianos, publicada en 1616, con título de Norte de la Poesía española, se da claramente a entender que don Luis Ferrer compuso excelentes loas.

Aquí terminaríamos su noticia bio-bibliográfica, añadiendo que falleció en 1641, y que de él hablan el historiador Escolano y Samper en su Montesa ilustrada, si una cuestión literaria relativa a su persona, cuestión curiosísima, que fue iniciada, sin ser ampliamente debatida, en el pasado siglo, no exigiese aquí nuestro detenido y atento examen.

Publicáronse en la referida Segunda parte de comedias de autores valencianos, titulada: Norte de la Poesía española, ilustrado del sol de doce comedias... y de doce escogidas Loas y otras Rimas a varios sugetos, sacado a luz ajustado con sus originales, por Aurelio Mey. -Valencia, 1616, en la imprenta de Felipe Mey..., bajo el seudónimo de «Ricardo de Turia», cuatro comedias

La burladora burlada.

La Belígera Española.

La fe pagada.

Vida, martirio y muerte de San Vicente, mártir, (patrón de Valencia); un

Discurso apologético sobre el juicio de las comedias108 y algunas

Poesías sueltas. (Epitafio a un gran músico; soneto; octavas a un desdén.)

El padre José Rodríguez en su Biblioteca valentina y Catálogo de los insignes escritores naturales de la ciudad y reino de Valencia, obra que ya quedó impresa a la muerte del autor, 1737, y que salió diez años después aumentada con originales del mismo, y continuada por el padre fray Ignacio Savalls, hizo mención, entre los anónimos, del titulado Ricardo de Turia; y en un Apéndice añadió haber sabido que el tal encubierto autor fue don Luis Ferrer de Cardona, poeta celebrado por Lope de Vega. He aquí sus textuales palabras:

«Don Luis Ferrer de Cardona. Folio 463, col. 2.ª, referí entre los anónimos un escritor que ocultando sus nombres propios con los supuestos de Ricardo de Turia, quiso publicar las obras allí notadas. Impresa ya aquella relación, he sabido por persona de cabal inteligencia, y noticia de nuestros valencianos antiguos, que dicho sugeto fue don Luis Ferrer de Cardona, por tantas veces de general gobernador en nuestra ciudad y en nuestro reino. Deseoso de confirmar este aviso, hallé en el Jardín, de Lope...». (Aquí hace mérito de los elogios, tan conocidos, de Lope a Ferrer, y añade las noticias que de éste da Escolano, el cual solo habla de su familia, honores y destinos.)



Ahora bien: esta relación del padre Rodríguez (de quien escribe don Gregorio Mayans: fuit homo diligentissimus, sed parum doctus, el parum emunctoe naris...) ¿qué fundamento y origen tiene? Cierta persona desconocida, en extremo sabia y erudita, da esa noticia sin servirse indicar de manera alguna las fuentes en qué la ha bebido. ¿Qué valor es el de tal noticia en buena crítica? Ninguno. -Así don Vicente Jimeno, en su Biblioteca de Escritores del reino de Valencia (tomo II, página 2), limitándose a citar la creencia, sobre este punto, del buen padre Rodríguez, que justa y razonablemente debe tenerse por destituida de todo apoyo, dedica un artículo a don Pedro Juan de Rejaule y Toledo, como a verdadero autor de las obras escritas bajo el seudónimo de Ricardo de Turia, apoyándose en un testimonio contemporáneo de estas obras, el de Onofre Esquerdo, natural y jurado de Valencia, que en su Catálogo manuscrito de ingenios valencianos, descubrió ese anónimo, y las declaró, con pormenores que no parece dejan lugar a la duda ni motivo a la sospecha, debidas al ingenio del citado Rejaule y Toledo, hijo ilustre de la ciudad de Valencia, y juez criminal en ella, honrosamente elogiado por Cervantes en el Viaje del Parnaso. Onofre Esquerdo, erudito apasionado a libros e historiógrafo de su ciudad patria, nació en 1635, y murió de sesenta y cuatro años, el de 1699109.

Debía de creerse completamente resuelto este punto con testimonio de tan suficiente autoridad. Pero muy lejos de eso. Las noticias dadas por Jimeno han quedado casi oscurecidas por defecto, a lo que infiero, del índice de su obra. No ha faltado quien corrobore la indicación del padre Rodríguez, al parecer, con sólidos fundamentos; y don Luis Ferrer y Cardona ha quedado, en la más general opinión, por legítimo padre de las obras publicadas bajo el consabido disfraz. Continuemos la historia de este, a nuestro juicio equivocado concepto, y examinemos cuál sea la fuerza y el valor de las bases en qué se apoya.

El erudito adicionador de Jimeno, don Justo Pastor Fuster, dedicó un artículo en el tomo I de su Biblioteca valenciana, impresa el año de 1827, a don Luis Ferrer y Cardona. Después de referir allí las noticias biográficas de este ingenio, que dejamos apuntadas, su cuna, calidad y empleos de su padre, su nombramiento de gobernador en el año de 1625, casamiento, y finalmente, muerte sin sucesión en 1641; después de indicar que hablan de él Escolano, Samper, y el padre Rodríguez, y que le alaba Lope de Vega, añade:

Fue nuestro Ferrer académico Nocturno, y escribió, bajo el nombre de Bicardo del Turia, cuatro comedias con este título... (aquí los títulos consabidos), y Discurso apologético sobre el juicio de las comedias. -Y continúa: -Hace memoria de todo lo que referimos Aurelio Mey en su Norte de la poesía Española, pág. 6.



No habiendo yo hasta la fecha logrado ocasión de comprobar esta cita, me limitaré a calcular cuáles pueden ser sus grados de certeza y exactitud.

A primera vista encontramos en ella una falta insubsanable de precisión. «Hace memoria, dice, de todo lo que referimos, Aurelio Mey, en su Norte...» etc. El Norte de la Poesía española se imprimió en el año de 1616. ¿Hará allí memoria Mey, en profecía, del nombramiento de Ferrer en 1625 y de su muerte ocurrida en 1641? Las comedias, poesías y discurso, impresos bajo el fingido nombre de Ricardo de Turia, lo fueron en el mismo libro. ¿Cómo Pastor Fuster calla esta circunstancia, tan propia del suyo, tan precisa o indispensable en él?

Ahora, pues, concediendo que en los preliminares del Norte de la Poesía española, exista una advertencia o prólogo del colector Mey en que se hable de nuestro Ferrer, o quizás alguna dedicatoria al mismo (prólogo, advertencia o dedicatoria que no mientan ni Schack; ni Münch Bellinghausen, describiendo éste dos ejemplares del libro)¿es creíble que en esa pieza se tomase el colector la libertad de alzar el antifaz a quien por su gusto, conveniencia o necesidad, se presentaba encubierto en el texto de la obra?

Los eruditos hispanistas que acabamos de citar, señores Schack y Münch Bellinghausen, han estampado y repetido con empeño, que Ricardo de Turia fue don Luis Ferrer y Cardona. Ambos tuvieron a la vista ejemplares del Norte de la Poesía española. ¿Por ventura se refieren al supuesto testimonio de Aurelio Mey? De manera alguna. Refiérense únicamente al padre Rodríguez y a Pastor Fuster, por lo respectivo a modernas autoridades, contentándose con indicar las páginas en que estos bibliógrafos estampan la noticia, sin cuidarse de apurar su origen y procedencia.

Ninguno de los dos literatos alemanes ha conocido el artículo de Jimeno, relativo a don Pedro Rejaule y Toledo. Schack, sin embargo, vio en el Catálogo de autores dramáticos valencianos que don Luis Lamarca inserta en su interesante folleto: El Teatro de Valencia desde su origen hasta nuestros días (1840), citado a Rejaule como autor de las obras suscritas con el seudónimo consabido. Hácese cargo de esto, y lo refuta alegando la fecha de 1651, en que Rejaule vivía; después de haber presentado a favor de la causa de Ferrer, una que a él le parece irrecusable prueba. Veámosla.

Entre las diversas rimas sueltas que comprende el tomo en que se funda esta entretenida cuestión, el Norte de la Poesía española, léese, compuesto por don Carlos Boyl, autor de la comedia: El marido asegurado, allí también incluida, cierto romance: «A un licenciado que deseaba hacer comedias», del cual copia el señor barón de Schack el pasaje siguiente:


   Letras, loas y entremeses
buscará de mano ajena,
porque la propia de todos
como propia se condena.
    De don Gaspar Mercader,
Conde de Buñol, las letras
serán, porque siendo suyas,
tendrán gracia y serán buenas.
   Las loas del gran Ferrer
que ha de gobernar Valencia,
el divino don Luis
doctísimo en todas sciencias.
   El verso conceptuoso
y las quintillas perfetas,
del culto Ricardo busque,
pero no afecte su estrella.
   Y al fin de espada y capa,
dará a las salas comedias,
y al teatro para el vulgo
de divinas apariencias.



Ahora bien, dígase imparcialmente si esto no prueba todo lo contrario de lo que el señor Schack pretende. El divino don Luis Ferrer y el culto110 Ricardo de Turia, oparecen aquí tan distintas y diversas personas, que solo una decidida prevención puede confundirlos.

Aprovechado este apreciable dato, preguntaremos: ¿qué necesidad hubiera tenido Schack de ofrecerle como testimonio, con error tan evidente, si al frente del libro se leyese, hecha por Aurelio Mey, la declaración expresa de ser don Luis Ferrer y Cardona quien allí escribía con nombre de Ricardo de Turia?

Concluyamos aventurando una conjetura: acaso en el Norte de la Poesía española, hay algo debido al ingenio del celebrado gobernador de Valencia; acaso le pertenecen algunas de las doce loas que preceden respectivamente a los dramas allí contenidos.

Publicado últimamente el tomo XLIII de la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra, primero de Dramáticos contemporáneos a Lope de Vega, su colector el señor don Ramón de Mesonero Romanos, da en él noticia de los dos tomos de la Colección de poetas valencianos, que ha examinado en la biblioteca de S. M.

Decidiéndose el señor Mesonero, en la cuestión sobre el anónimo Turia, por la noticia del padre Rodríguez, alega en su apoyo el romance de Boyl, pero ni una sola palabra dice de la existencia, en la Segunda parte, de esas noticias escritas por A. Mey; como de seguro lo haría, en el caso de que allí se encontrasen estampadas, para irrecusable prueba de la opinión que sigue y defiende.

FERRUZ (MAESTRO).

Auto de Caín y Abel. Figuras: Abel, Caín, Dios Padre, la Envidia, la Culpa, Lucifer, la Muerte, y cuatro que la traen.

Manuscrito firmado por el autor. Se halla comprendido en el códice de noventa y cuatro piezas manuscritas del teatro antiguo español anterior a Lope de Vega, letra del siglo XVI, existente en la Biblioteca Nacional.

FIGUEIRA (ANTONIO BENITO). Nació en Setúbal, año de 1681, y murió en 1713. Su comedia: La corona por justicia se representó con grande aplauso en el palacio del infante don Miguel, hijo de don Pedro II de Portugal.

FIGUEROA LASSO DE LA VEGA (DON MANUEL ANTONIO DE).

Palestra de las Ciencias, que en alabanza del Angélico Doctor el Sr. Santo Thomás de Aquino, celebraron sus amantes alumnos el Domingo primero de Abril de este año de 1731 en la Iglesia de el Espíritu Santo (Clérigos menores) de esta Ciudad de Sevilla. Siendo Rector el Sr. D. Pedro de Orio. Dirígese al Excelentíssimo Señor Don Thomás Idiáquez... Capitán General de la Provincia y Reynos de Andalucía. Compvesta por Don Manvel Antonio de Figueroa Lasso de la Vega, un menor Alumno de el Sapientíssimo Doctor.

Colofón final: «Con licencia, en Sevilla, en la Imprenta castellana y latina de Diego López de Haro, en calle de Génova».

Pieza en verso y variedad de metros, con música. Interlocutores: Astrología, Matemática, un Ángel, Filosofía, Lógica, Teología, Cánones. -(Colección del señor Sancho Rayón.)

FIGUEROA Y CÓRDOBA (DON DIEGO DE). Don Diego y don José de Figueroa y Córdoba, hermanos; el segundo, a lo que infiero, más joven; éste caballero de Calatrava, y aquel de la de Alcántara y señor de las villas de los Salmeroncillos, florecieron en Madrid a mediados del siglo XVII, escribiendo, ya juntos, ya separadamente, varias comedias de notable mérito. Las noticias que de ellos tenemos son bien escasas. Ambos concurrieron a la academia que en 1654 presidió y publicó bajo el título de Jardín de Apolo, en esta corte, el famoso don Melchor de Fonseca y Almeyda, autor del Sueño político. Juntos concurrieron asimismo al certamen poético, celebrado en el convento de la Victoria de esta capital, en 1660, para festejar la traslación de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad a su nueva y suntuosa capilla, y los dos recibieron premio. Fue la composición de don Diego una glosa; el vejamen que le dio el fiscal Avellaneda es el siguiente:

Don Diego de Córdoba, que por el hábito de sus gracias y la salsa de sus donaires, es peregil de Helicona; poeta de tantas esperanzas que su musa, siendo de Alcántara, es de Santiago el Verde, y con gran propiedad lo aseguran sus habilidades, pues son todas de Sotillo; pide ligero, porque tiene pie de pluma, un premio de carrera. Fray Urban le arrojó todas las barandillas de una azotea, voceando:


Barandillas por favor
lleve un joven tan ligero,
porque viene a ser primor
en un galán caballero
profesar de corredor.



En 1661 y 1664 se publicaron en Madrid, dedicadas «a don Diego de Córdoba y Figueroa, caballero del hábito de Alcántara, y señor de las villas de los Salmeroncillos», dos colecciones dramáticas, intituladas:

Rasgos del ocio, en diferentes bailes, entremeses y loas, de diversos autores.

Imprimió la primera, José Fernández de Buendía; y la segunda parte, Domingo García Morras.

Obras cómicas de Figueroa y Córdoba (don Diego).

Entremés de La Presumida. Manuscrito, biblioteca de Osuna. Lleva esta nota: «En Madrid a 16 de octubre de 1661 años; lo sacó Sebastián de Alarcón del original que tiene Antonio de Escamilla para cassa del señor don Juan de Góngora. -Sebastián de Alarcón».

La Hija del Mesonero, o la ilustre Fregona. (P. 14.)

La lealtad en las injurias. (P. 49.)

La Sirena de Tinacria. (P. 44.)

(?) Todo es enredos amor, y diablos sois las mujeres. (P. 37.) Imprimióse por primera vez esta comedia bajo el nombre de don Diego de Córdoba y Figueroa, en la Parte treinta y siete de Varios, Madrid, 1671, tomó colectado por Matos Fragoso, que le dedicó, en 22 de diciembre de 1670, a don Jacinto Romarate y Varona, diciendo:

«Estas doce comedias, donde hay algunas mías y otras de los mayores ingenios de España, nunca buscaron dueño, pues desde el punto que las recogí, tenían legitimada su memoria en la protección de vuestra merced; pues confiriendo este dictamen con algunos que las escribieron, aprobaron mi elección», etc.



Reimprimióse en la Verdadera tercera parte de las comedias de Moreto, Valencia, 1676-1705, atribuida a este último, y se publicó suelta, unas veces bajo el nombre del mismo, otras con el de don Diego. Yo daría más fe a don Juan de Mitos que al editor de la Parte tercera, póstuma, de Moreto; creyéndola producción de don Diego de Figueroa y Córdoba, que probablemente vivía, y pudo facilitarla para su publicación; pero suspendo el juicio en vista del proceder de Matos al colector las Partes treinta y siete y treinta y nueve. (Véase su artículo.)

La más heroica fineza y fortunas de Isabela. (Con su hermano don José y con Matos.) (P. 33.)

FIGUEROA Y CÓRDOBA (DON JOSÉ DE). Hermano de don Diego; con él escribió diversas comedias y concurrió a certámenes en Madrid, a mediados del siglo XVII. Fue don José el más joven, y tuvo el hábito de Calatrava. En 1654 asistió y escribió en la academia que, presidida por el autor del Sueño político, don Melchor de Fonseca y Almeida, se publicó bajo el título de Jardín de Apolo. Para la justa poética de la Universidad de Alcalá en celebridad del nacimiento del príncipe don Felipe Próspero, año de 1657, hizo una glosa que se halla impresa en la Relación de aquella fiesta literaria (Alcalá, 1658). Concurrió al certamen de la Soledad, en 1660; no consta su nombre al frente de la composición que presentó; pero sí consta su asistencia del vejamen que le dio don Francisco de Avellaneda.

Don Josef de Figueroa es el más florido ingenio de España; su musa, la celebrada de Manzanares por florida. Llámanle sus dueñas el divino; más a Josef, ¿quién le puede negar la gracia de las flores? Sus sainetes son de Santa Cruz, y sus comedias de Aranjuez, por ser todas de placer. Viene a gastar su hipocondría al claustro de la Victoria, cantando por la mano:


Que es bien, muestra mi musa
en cuanto escribe,
para todos alegre,
para mí triste.



Alúdese aquí a los sainetes de nuestro don José; y en efecto, compuso algunos entremeses, de los cuales conozco tres, impresos en la Floresta de entremeses y rasgos del ocio. (Madrid, 1691.) Uno de ellos se encuentra en otra Colección de entremeses varios, impresa en Zaragoza por aquel tiempo.

Muchos aciertos de un yerro. (P. 22.)

Entremés de La Tranca.

Entremés de El día de Compadres.

Entremés de La Hija del Doctor. (Floresta de entremeses y rasgos del ocio... Escritos por las mejores plumas de nuestra España. -En Madrid... año de 1691.)

Entremés de La Tranca. (Entremeses varios ahora nuevamente recogidos de los mejores ingenios de España. -En Zaragoza, por los herederos de Diego Dormer, y a su costa. Sin año, fines del siglo XVII; 8.º)

Comedias que escribieron ambos hermanos en colaboración, publicadas en la Colección de escogidas.

Vencerse es mayor valor. (P. 11.)

Pobreza, amor y fortuna. (P. 13.)

Leoncio y Montano.

Mentir y mudarse a un tiempo. (El Mentiroso en la corte.) (P. 14.)

La Dama capitán. (P. 24.)

Rendirse a la obligación. (P. 34.)

La más heroica fineza, y fortunas de Isabela. (Con Matos.) (P. 33.)

Escribieron, y se imprimió suelta, la titulada:

A cada paso un peligro.

En la colección de la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra, se han insertado las dos comedias: Mentir y mudarse a un tiempo, y Pobreza, amor y fortuna, que escribieron juntos ambos hermanos.

FIGUEROLA (DON FRANCISCO). Caballero valenciano; nació a mediados del siglo XVII y murió en 1694. Fue de natural y feliz ingenio, aunque no cultivado por otro estudio que el de la gramática; imprimió pocas obras y dejó muchas manuscritas, entre estas:

Una Loa.

Un Baile entremesado.

Una mojiganga titulada: Fiestas de Valencia en el jardín de Flora.

FLOR (LICENCIADO JUAN DE LA). De la Universidad de Salamanca, dice Fajardo al citarle como autor de la comedia:

El Caballero sastre.

FLORES (DON ANTONIO FRANCISCO DE). Este autor vivió a fines del siglo XVII y alcanzó los primeros años del subsiguiente. Cambiaso cita el curioso papel, que en metro popular escribió refiriendo el martirio del inocente niño Juan Páez de los Ríos, padecido en Cádiz, año de 1708, a manos, según se presume, de unos fanáticos judaizantes:

Romance, en arte menor, del maravilloso suceso del niño Juanico, por don Antonio Francisco de Flores. Dedicado al señor Obispo. -Cádiz. 1708; hoja suelta.

Hállanse bajo su nombre dos comedias, y no es imposible que sea también suya la titulada: Firmeza, amor y venganza, publicada en la Parte diez y ocho de Varios (Madrid, 1662),a nombre de cierto Antonio Francisco.

Al certamen poético de nuestra Señora de la Soledad, celebrado en el convento de la Victoria, de esta corte, año de 1660, concurrió cierto don Antonio Flores, mereciendo uno de los primeros premios. El vejamen que recibió del fiscal Avellaneda es el siguiente:

¡Plaza, plaza, que entra el asunto del fuego (el incendio de la Plaza Mayor) y don Antonio Flores, luminaria de Alconchiste, haciéndose rajas con sus octavas! Por ver algunos octavianos premiada su musa en primer lugar ¡con qué veneno la miran! y no es mucho siendo salamanquesa. Por pedir el premio en altas voces le arrrojaron lo que va en esta quintilla:


    Al que por premio escribió
todo el fuego de la plaza,
por lo bien que se arrojó,
lleve por su linda traza
al albañil que cayó.



Entre las composiciones a la muerte de Montalbán (Lágrimas Panegíricas, 1639), se hallan dos décimas de un tal don Antonio Flores y Vergara, que ciertamente pudiera ser el poeta del certamen referido. A la verdad no parece muy probable la identidad de este último con el Flores de 1708.

De don Antonio Flores, natural de Salamanca, he visto un papel poético suelto, impresión del siglo XVII.

El sitio y loma de Dobay.

El sitio de Ceuta, primera parte.

FLORES (ANTONIO DE).

Entremés de Amar sin saber a quién. Manuscrito, citado por el señor Fernández-Guerra.

FOLCH DE CARDONA (DON ANTONIO).

(Véase CARDONA.)

FOMPEROSA Y QUINTANA (PADRE PEDRO DE). De la Compañía de Jesús; prefecto de los estudios del Colegio Imperial, de Madrid, por los años de 1671 y 1672. A su cargo estuvieron las fiestas con que celebraron aquellos estudios en el expresado año de 1671, la canonización de san Francisco de Borja; y para ellos, teniendo presente y refundiendo la comedia de San Francisco de Borja, compuesta por Calderón antes de 1651, la cual no ha llegado a nuestros días, escribió la denominada: San Francisco de Borja, Duque de Gandía, que fue representada el 10 de agosto, y cinco años después impresa en la Parte cuarenta y dos de Varios (Madrid, 1676), a nombre de don Melchor Fernández de León. Infiérese este hecho con evidencia: 1.º, de la declaración expresa de Calderón, que incluyó su referida comedia en la Memoria autógrafa de las suyas; 2.º, de las alusiones que leemos en la refundida o imitada por Fomperosa, y en otra del propio argumento, escrita por el padre Diego Calleja, que se representó después, el siguiente día 11, con igual objeto festivo; 3.º, de las reticentes frases con que el autor de la Relación descriptiva de dichas fiestas: Días sagrados y geniales, celebrados en la canonización de san Francisco de Borja (Madrid, 1672), don Ambrosio de Fomperosa y Quintana, capitán de la guarda de S. M., y hermano de nuestro jesuita, se expresó, al hablar de estas comedias, indicando la cansa de no darlas a la estampa en el mismo libro; y por último, se comprueba con el testimonio de don Juan Isidro Fajardo, que en su Índice declara el padre Fomperosa por autor de otras dos piezas dramáticas. Débense estas investigaciones al señor don J. E. Hartzenbusch (Comedias de don Pedro Calderón de la Barca, tomo IV; Catálogo cronológico).

Para festejar las bodas del rey Carlos II con la princesa doña María Luisa de Borbón, representaron los estudiantes del Colegio Imperial, de esta corte, el día 11 de febrero de 1681, la comedia titulada: Vencer a Marte sin Marte, o Cadmo y Armonía, con su Loa y dos Sainetes. Imprimióse esta Fiesta real en Madrid (sin año), probablemente a poco de su celebración. Fajardo nos revela que el autor anónimo de Cadmo y Armonía y de otro drama titulado: El cerco de Viena en el año 1680, fue el jesuita Fomperosa, que debió de ser hombre erudito y muy versado en los estudios humanísticos, pero de escasa inventiva dramática y no mayor facilidad para la versificación.

Hállase ya citado el padre Fomperosa, entre los poetas que componían dramas de asuntos de la Sagrada Escritura, en la Apología de las comedias que, dirigida al rey don Carlos II, se publicó en 1667, de la cual hablamos en otro lugar.

San Francisco de Borja, Duque de Gandía111. (P. 42.)

El cerco de Viena del año 1680.

Vencer á Marte sin Marte. -Fiesta real, qve para celebrar la memoria de la entrada de la reina nuestra señora doña María Luisa de Borbon, y sus felices bodas con nuestro católico monarca Gárlos segvndo, representaron en presencia de sus Magestades, y la sereníssima reina madre doña Mariana de Avstria los estvdiantes del Colegio Imperial, que se crian á la prudente, sábia y christiana educacion de los RR. PP. de la Compañía de Iesus. Representóse en el lugar destinado á sus actos y conclusiones, martes once de febrero de 1681. Con licencia. -En Madrid, por Iulian de Paredes, Impressor de libros, 4.º

En el texto lleva la comedia el epígrafe de Cadmo y Armonía; fábula. Precédela una Loa.

A continuación de la comedia van:

La visita de los locos. (Sainete primero.)

La visita de los locos. (Sainete segundo.)

Al principio se describen el pensamiento de la comedia, y la empresa y lemas que se pintaron en el telón.

FRANCISCO (ANTONIO).

Firmeza, amor y venganza. (P. 18.)

FREIRE DE ANDRADE (DON MANUEL). Natural de la villa de Alhandre (patriarcado de Lisboa). Fue caballero de la Orden de Cristo; residió muchos años en Madrid, donde concurrió a reuniones literarias, muy estimado de los doctos. Murió en esta corte año de 1686. Está sepultado en Santa María. Su comedia: Verse y tenerse por muertos fue muy popular, y se ha impreso repetidas veces. Contiene una composición suya lírica la Academia celebrada en la Real Aduana de Madrid. -Imprenta Real, 1678; 4.º

Verse y tenerse por muertos. (P. 34.) (Comedias de los mejores y más insignes ingenios de España. -Colonia, 1697).

Baile de El Cojo. (Ramillete de sainetes escogidos de los mejores ingenios de España. -Zaragoza, 1672.)

Baile de El ciego Amor vendado. Manuscrito. Índice del señor Guerra.

FRIAS Y SANTOS CALDERÓN DE LA BARCA Y VILLEGAS (DON FERNANDO DE).

No hay agravios como celos, si son los celos ofensa. Manuscrito de 1697: en el códice M-181 de la Biblioteca Nacional. Impresa bajo el nombre de don Antonio Frias.

FRUMENTO (DON ANTONIO). Autor del segundo tercio del siglo XVIII.

En vano es querer venganzas, cuando amor pasiones vence.

Lances de amor, desdén y celos.

Sastre, Rey y reo a un tiempo; o el Sastre de Astracán.

FUENMAYOR (LUIS DE). Equivocadamente se le da un coloquio hecho en fiestas de Sevilla a San Francisco de Borja titulado:

Los agravios satisfechos del desengaño en la muerte. (Sevilla, 1674.) (Véase esta pieza en las anónimas.)

FUENTE (JERÓNIMO DE LA). Natural de Madrid. Fue boticario de cámara del Rey Felipe III; escribió en su facultad, sobre la preparación de los purgantes, una obra que intituló: Fons et speculum claritatis... -Matriti, 1609-1647; folio.

Cultivó con afición e ingenio la poesía dramática y lírica, mereciendo singulares elogios de Lope de Vega y de Montalbán; Lope en el Laurel (Silva 8.ª), le dedica el siguiente, con alusión a su comedia (inédita y desconocida) de Adán, o la creación del mundo:


Pero venid, Parnásides hermanas,
y adornar de un Jerónimo la frente,
que con tan claro ingenio y tan fecundo
pintó la infancia al mundo,
de nuestra vida prólogo eminente.
Que de cuantos corona
Febo en la sacra fuente de Helicona,
ninguno se llamó más propiamente
el apellido de la misma Fuente;
porque si a Persio por un libro solo
ciñe la frente de laurel Apolo,
quien describió el principio en dulce verso
de todo el universo
y por Fuente primera se corona,
bien merece ser fuente de Helicona.



Montalbán le incluye y alaba en su Memoria de los que escriben comedias en Castilla con estas palabras.

Gerónimo de la Fuente trabaja las comedias con mucho Ingenio, como se vio en la famosa de Adán, que se hizo en toda España con opinión de la mejor y que dio más dinero.



Esta notable pieza se ha perdido, y solamente se conoce una comedia de nuestro Jerónimo, inserta en la Parte tercera, de Madrid.

Escribió excelentes composiciones poéticas para las dos justas de san Isidro: años de 1620 y 1622.

Comedia de Adán. Mencionada con grande elogio por Lope, de Vega y Montalbán. No se ha conservado.

Engañar con la verdad. (P. 3.ª)

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