Sección de Historia
La Monarquia Hispanica Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes


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Los reinos cristianos

Martín I el Humano
(1396 - 1410)

Martín I el Humano      Martín I rey de Aragón, nacido en 1356, es el segundo hijo de Pedro IV el Ceremonioso y de Leonor de Portugal.

     El Humano -llamado así por su carácter bondadoso y, también, por la protección que prestó a las Humanidades-, fue durante el reinado de su hermano Juan I el Cazador, lugarteniente general de Aragón, cargo que ostentó hasta que heredase la corona de Aragón después de que el rey falleciera prematuramente sin dejar descendencia masculina. La muerte de Juan I sorprendió a Martín en Sicilia, de donde era gobernador. Hasta el año siguiente no regresó a Aragón, actuando como regente su esposa María de Luna, condesa de Luna, con la que se había casado en 1372. De esta unión nacieron cuatro hijos, pero sólo uno, Martín el Joven -rey de Sicilia por su matrimonio con María de Sicilia-, llegó a edad adulta. Este matrimonio constituía un intento de reincorporar Sicilia a los dominios aragoneses

      La regente hubo de repeler la invasión a cargo de Mateo Castellbo, conde de Foix, casado con Juana, la única hija de Juan I y de su esposa Violante de Bar. Intentaba tomar Cataluña y así, pretender la corona de Aragón con el afán de defender los derechos sucesorios de su mujer. Pero sus propósitos fracasaron al ser derrotado por el ejército del conde Jaime de Urgell en Barbastro en 1396.

      Un año más tarde, en 1397, Martín I regresó hacia Barcelona, pero antes se detuvo en Avignon para entrevistarse con Benedicto XIII, el papa Luna, pariente de su mujer, para tratar con él el problema con el Cisma y prestarle su apoyo. En 1399 juraba en Zaragoza los fueros de Aragón.

    Al contrario que su hermano que se apoyó en la nobleza, Martín I lo hizo en el pueblo y en la burguesía. Esta actitud de Juan I había facilitado la formación de sólidos partidos o bandos nobiliarios y los duros enfrentamientos entre ellos, como fue el caso de los surgidos entre los Luna y los Gurrea en Aragón o los Centellas y los Soler en Valencia. Para hacer frente a esta situación, el monarca tuvo que convocar Cortes y negociar con las distintas estirpes nobiliarias.

      La política del reinado de Martín I fue muy activa, pues se tuvo que atender muchos frentes. En el Mediterráneo nunca descuidó los asuntos de Sicilia y Cerdeña. Organizó, aunque con escasos resultados, dos expediciones contra los corsarios de Tremecén en 1398 y Bona en 1399. Y en el interior, incorporó a la corona el condado de Ampurias en 1401.

      A finales de 1406 moría en Villarreal la reina María de Luna, principal sostenedora de la política de su esposo, lo que aumentó el descontrol del reino.

      La sublevación en Cerdeña, apoyada por Génova y Francia, fue sofocada por su hijo Martín el Joven, que venció a las fuerzas rebeldes en la batalla de San Luri en junio de 1409. Pero unos meses más tardes una nueva desgracia caería sobre el reino, el Joven fallecía a consecuencia de las fiebres contraídas durante la campaña. La muerte de éste convirtió a su padre en rey de Sicilia.

      Sin heredero, Martín I, aceptando el ruego de sus consejeros, contraría segundas nupcias con Margarita de Prades para solucionar el problema de la sucesión. Pero este nuevo matrimonio no dio el ansiado fruto. Mientras, el rey presionaba para que los estamentos reconocieran a Fadrique, hijo ilegítimo de el Joven, como rey. Sus esfuerzos resultaron infructuosos. En estas circunstancias, la salud del monarca se fue debilitando y el 31 de mayo de 1410 moría Martín I el Humano dejando a los miembros de sus reinos la responsabilidad de elegir sucesor.

      El trono quedó sin herederos directos y deseado por muchos pretendientes iniciándose así un período denominado Interregno o el Compromiso de Caspe.

Ante esta situación, las Cortes, reunidas en Alcañiz decidieron intentar nombrar un nuevo rey. Así se congregaron en Caspe nueve compromisarios para decidir quien sería el futuro rey de Aragón. El elegido fue Fernando I el de Antequera, de la casa de los Trastámara.

La decisión de elegir a Fernando de Antequera fue más por evitar una guerra con Castilla que por otra cosa y aumentó el malestar dentro de la Corona.

De este modo la rama menor de la casa de Trastámara quedó instalada también en la Corona de Aragón. El establecimiento de una misma dinastía en Castilla y Aragón fue un poderoso factor en el camino de la unificación española.


Fuentes
  • Diccionario de los Reyes de España. Manuel Ríos Mazcarelle. Tomo I. Madrid, Alderabán, 1995.
  • Artehistoria.

Biografías
  • Cronica del regnat de Martí I / transcripció,introducció i notes de F.-P. Verrié. -- Barcelona : Marques de Mura, 1951. 25 p. Felicitación de Navidad.
  • Fort Cogul, Eufemià Margarida de Prades / Eufemià Fort i Cogul. -- 2 ed.. -- Barcelona : Rafael Dalmau, 1998. 58 p. . -- (Episodis de la Història ; 7) ISBN 8423205231
  • Javierre Mur, Aurea María de Luna, Reina de Aragón / Aurea L. Javierre Mur. -- Madrid : Instituto Jerónimo Zurita, 1942. 334 p. ; 24 cm. Índices p. 297-300




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