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48-19. Cerrero equivale a bravío y cerril. Así se dijo también cerrerías, en el sentido de libertades y anchuras de la conducta. Compárese el Quixote, I, 50. «Como el apetito y voluntad -escribe Mateo Alemán (Guzmán, II, 3, 5)- sean tan cerreros, tan señores y enseñados a nunca obedecer ni reconocer superior...» (N. del E.)
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50-16. Compárese Quixote, II, 42. (N. del E.)
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50-30. Luis Quiñones de Benavente, en el entremés de Los alcaldes encontrados (tercera parte, edición Rosell, II, 244), dice también:
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(N. del E.)
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51-12. Sobra una sílaba. En vez de «desde lejos», los editores siguientes han leído: «de lejos». (N. del E.)
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52-10. Solacio, por solaz.
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(Torres Naharro, Comedia Himenea, jor. I.) |
(N. del E.)
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52-19.
«Y yo, pajas. Y Fulano, pajas. Da a entender que tanto puede hacer como los otros.» |
(Correas.) |
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(Quiñones de Benavente, El retablo de las maravillas.) |
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(Lope, Quien ama no haga fieros, I, 14, y véase a Quevedo, Cuento de cuentos.) |
(N. del E.)
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53-11. Humillos quiere decir raros. El discutidor Algarroba toma ralo en su propio sentido (lo contrario de espeso, o sea, claro). (N. del E.)
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54-20. «Atan», forma arcaica, por tan:
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(Verso 2.731.) |
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(Verso 2.201. Cantar de mío Cid, edición Mz. Pidal.) |
(N. del E.)
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54-22. Canción que dio nombre al antiguo baile de el polvillo. Cervantes la vuelve a mencionar en el entremés de El vizcaíno fingido, y alude también a ella en La gitanilla de Madrid. Quevedo recuerda asimismo el baile en El entremetido y la dueña y el soplón. (N. del E.)
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55-8. Endeliñado no está aquí por adeliñado, sino por aliñado o compuesto. Por lo demás, Cervantes emplea (Quixote, II, 42) adeliñarse en el sentido de componerse. En el siglo XIII, adeliñar tenía igualmente la significación de componer, aunque también conservaba la acepción de enderezarse o encaminarse a, que ostenta en el Poema del Cid. (N. del E.)