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Anuario de la Sociedad Española de Literatura General y Comparada

Sociedad Española de Literatura General y Comparada Madrid

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ArribaAbajoI Coloquio de Literatura Comparada (1974)

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ArribaAbajoEl I Coloquio de Literatura Comparada

Francisco López Estrada


(Madrid, 3-4 de mayo de 1974)

En Madrid, durante los días 3 y 4, en el Colegio Mayor «Jaime del Amo», se ha reunido el I Coloquio de Literatura Comparada, patrocinado por la Fundación del Amo en colaboración con la Sección de Filología Moderna de la Universidad Complutense de Madrid y las universidades americanas de California y Vanderbilt. La reunión ha sido la primera de esta naturaleza que se celebra en España, donde los estudios de literatura comparada no han logrado hasta ahora un cauce específico para su difusión y desarrollo en las aulas universitarias. En general, lo que actualmente se realiza sobre Comparatismo se encuentra implícito en los estudios que los diferentes investigadores de literatura española realizamos, en la medida que lo requiere la peculiaridad del planteamiento de los diversos trabajos emprendidos. No hay tampoco enseñanzas de esta especie que se expliquen en nuestras universidades, salvo cursos aislados, de orden monográfico, que en ocasiones suelen explicarse para los alumnos de doctorado. El profesor Marcel Bataillon, de París, en el discurso inaugural del Coloquio, desde su magistral experiencia, subrayó este hecho, que viene ocurriendo ya de hace tiempo; como bien indicó, somos muchos los comparatistas sin proponérnoslo, e insistió en que, afirmando la condición científica de esta clase de estudios, no debe, sin embargo, su casuística impedir el goce artístico de la literatura. Es de esperar, en relación con la situación de España, que, poco a poco la parquedad de estudios comparatistas y su forzosa participación con otros planteamientos literarios se resuelva cuando las secciones de Filología Moderna, de expansión relativamente reciente, creen un grupo de jóvenes profesores que, además de la base de lengua y literatura españolas, conozcan en grado suficiente las lenguas y literaturas modernas de otros países. El Comparatismo requiere esta base lingüística imprescindible y, como subrayó el profesor Emilio Lorenzo, de la Universidad Complutense, moderador de la primera sesión, estas secciones se encuentran en franco crecimiento de profesores y alumnado, de unos años a esta parte.

Al comienzo del Coloquio en las palabras de apertura el profesor Claudio Guillén, de la Universidad de California, hizo notar que el comparatismo que trata de establecer fuentes e influencias entre dos literaturas, no es metodológicamente el único ni el que actualmente obtiene más favor en los estudios más recientes. Sin embargo, esta técnica tradicional del Comparatismo tiene que ser labor de roturación previa de cualquier intento de más amplitud o de más actualidad   —10→   metodológica, y la que está más al alcance de los estudiantes en una primera descubierta del rico dominio de estudios, tanto por su limitación del campo como por la forma en que permite acotar los campos de estudio, adecuada para una iniciación en las investigaciones. Algunas de las ponencias respondieron a este dominio del comparatismo literario: así las comunicaciones del profesor Hans Juretschke, de la Universidad Complutense, sobre «Comentario a tres traducciones españolas de la balada Leonore, de Buerger», en que examinó las versiones más o menos libres de Leopoldo A. Cueto, Jerónimo Roselló y Juan Valera. La ponencia del profesor Manuel Alvar, de la misma Universidad, sobre: «Vinculaciones europeas de la Historia de Apolonio» puso en juego las relaciones de cinco textos diferentes, examinando sus condiciones.

La mayor parte de las ponencias trataron de aspectos del Comparatismo que tocaban cuestiones de teoría literaria y a la exploración y precisión de conceptos instrumentales con ella relacionados. El Comparatismo corrió por las vías de la literatura general, como subrayó el profesor Claudio Guillén, sobre todo en los aspectos que relacionan el fundamento lingüístico con el hecho literario. Tales fueron las ponencias de Emilio Alarcos Llorach, de la Universidad de Oviedo, sobre «Poesía y estratos de la lengua», y las de Antonio Prieto, de la Universidad de Madrid, sobre «De la diferencia entre formas y estructuras», así como la de Claudio Guillén sobre «De la forma a la estructura: fusiones y confusiones». Referidas a cuestiones más específicas de teoría literaria fueron las ponencias de Carlos Bousoño, de la Universidad de Madrid, sobre «Un aspecto del irracionalismo poético: la fe en la literatura absurda», y la de René Etiemble, de la Universidad de París, sobre «Critères de pertinence pour traduire le haiku en langues indo-européennes», en la que se puso de relieve el interés del estudio del profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo, de la Universidad de Sevilla, autor de un reciente libro sobre El haiku japonés, en relación con el esfuerzo por verter este género poético al español.

Una cuestión que atrajo de cerca o de lejos la atención de los ponentes fue el planteamiento del género literario, tanto en su relación con la creación poética como en su aprovechamiento para la organización de los estudios literarios. Así ocurrió con la ponencia del profesor Fernando Lázaro Carreter, de la Universidad Autónoma de Madrid, «Sobre el género literario», adecuado planteamiento de un concepto, cuya utilidad cada vez se precisa más en la teoría de la literatura; y con la del profesor Cesare Segre, de la Universidad de Pavía, sobre «Le strutture narrative e la storia», que realizó un hábil planteamiento entre el paralelismo de los factores de texto y contexto, en la lectura y en la creación de la obra narrativa. En un campo más concreto se establecieron las ponencias de la profesora Eva Kushner, de la Universidad de Ottawa, sobre «Le dialogue de la Renaissance: oeuvre d'art ou quête de vérité?», en este caso centrada sobre el diálogo renacentista; y la de Francisco Rico, de la Universidad Autónoma de Barcelona, sobre «La primera persona como género literario», referida en especial a la literatura medieval con base en Dante y Petrarca.

La cuestión de la periodización en los estudios literarios fue planteada por el profesor István Sötér, de la Universidad de Budapest, sobre «Littératures européennes comparées» (que en su ausencia fue leída por la profesora Yllera), que defendía sobre todo el encabalgamiento de los movimientos literarios existentes en una misma época, a través de una sincronía distinta en las diferentes literaturas europeas.

El Comparatismo artístico estuvo representado por el profesor Roger Bauer, de la Universidad de Munich, que trató sobre el tema «Retour à Cythère: la   —11→   redécouverte du rococo dans la littérature du 19° siècle», estudiando la presencia operante del concepto de decadencia en su función poética a fines del siglo XIX. El profesor Jorge Urrutia, de la Universidad de Cáceres, en su ponencia «Estructuras cinematográficas en obras literarias», trató de las relaciones entre cine y literatura.

Abierta sobre un amplio campo del Comparatismo fue la ponencia de Margarita Smerdou Altolaguirre, de la Universidad Complutense de Madrid, sobre «El engaño a los ojos: un motivo literario» estudiado en Lucanor, Cervantes y del Olmo; y referida en concreto a la situación de una obra determinada de nuestra literatura, fue la del profesor Joaquín Casalduero, de la Universidad de Madrid, sobre «Sentido y forma del Guzmán de Alfarache», que planteó la cuestión con el método que domina en la forma magistral de sus conocidos estudios análogos.

Esta primera reunión ha resultado el comienzo de un cambio de opiniones evidentemente fructífero para los asistentes, y en especial para los universitarios, pues cada ponencia fue seguida de un coloquio. La noción de Comparatismo adquiere de esta manera una conciencia más explícita, y de ser una dimensión posible y necesaria en muchos aspectos de los estudios de la literatura española, se convierte en una técnica y una táctica de trabajo sumamente aprovechables y de un gran valor humanístico en el mundo actual, en el que las relaciones de comunicación se hacen cada vez más estrechas e inevitables, pues ya es imposible establecerse sólo en el dominio encastillado de las literaturas nacionales. Y, al mismo tiempo, el Comparatismo puede valer para perfilar mejor los rasgos de la propia literatura, establecer valoraciones más certeras, ofrecer criterios más viables en la periodización de los conjuntos y ampliar los horizontes de estudio, no sólo ya dentro de la unidad europea, sino en un sentido universal y general.

La iniciativa del profesor Claudio Guillén que, en colaboración con Antonio Prieto y la profesora Margarita Smerdou, ha promovido esta reunión, merece el reconocimiento de todos, como se dijo en la sesión final del Coloquio en especial por la oportunidad de este primer cambio de puntos de vista. Lástima que las sesiones resultaran tan apretadas de asuntos, con tan poco tiempo como fueron los dos días de la duración del coloquio, pero el camino está abierto y puede continuarse y ampliarse en forma conveniente.



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