1
Agradezco de la forma más sincera el continuo apoyo de mi director de tesis doctoral Javier San José Lera, así como sus correcciones y sugerencias para la confección de este trabajo.
2
La noción de «espacio dramático» deriva de los estudios semióticos elaborados por Elam (1980: 98-134); Ubersfeld (1989: 109-136); Bobes (1997, 2001) y Rubiera (2005: 81-97).
3
Elam (1980); Profeti (1996) y Bobes (1997: 32-33).
4
Para las consecuencias derivadas de la plasmación impresa del texto teatral vid. San José (2013).
5
Todos los pasajes citados son de la ed. de Canellada (Fernández, 1976), por lo evito repetir la referencia.
6
Para la importancia de su literatura en la época véase Encina (2001: XXVII-LXXXII; 2008: 11-80).
7
Centro mi análisis exclusivamente en las piezas profanas porque englobar el estudio de los espacios dramáticos de las Farsas y églogas en conjunto llevaría un tiempo del que no dispongo.
8
El estudio de la presencia de este espacio rural en Encina daría lugar a otro trabajo, sin embargo, sirva a modo de ejemplo el Aucto del Repelón, en el que los aldeanos, que se hallan en la villa, hacen referencia a su lugar de procedencia. Las referencias se podrían multiplicar, sin duda.
9
Según la información que facilita la Diputación de Salamanca, actualmente y desde el año 2000, el núcleo de población de Beconuño carece de habitantes según el INE.
10
Según el INE, en 2013 Navarredonda de Salvatierra tiene un total de doce habitantes.