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Amar sin saber a quién


Lope de Vega



PERSONAS
 

 
DON FERNANDO.
DON PEDRO.
DON JUAN DE AGUILAR.
DON LUIS DE RIBERA.
SANCHO.
CESPEDOSA.
ROSALES,   preso
LISENA,   dama.
LEONARDA,   dama.
INÉS,   criada.
LIMÓN,   criado.
ALGUACIL.
ESCRIBANO.
Un ALCAIDE.
Presos.
[JUSTICIA.]
[DIONISIO.]
[Criados.]




  -fol. 149v-  

ArribaAbajoJornada I

 

Salen DON PEDRO y DON FERNANDO.

 
DON FERNANDO
Ya estamos en el castillo
de San Cervantes.
DON PEDRO
Y aquí
diré lo que allí sentí,
pues aquí puedo decillo.

 (Mete mano.) 

DON FERNANDO
¿Con la espada respondéis? 5
  -fol. 150r-  
DON PEDRO
Solo con acero puedo,
que es la lengua de Toledo,
a quien vós agravio hacéis.
La brevedad es de sabios,
la dilación siempre enoja; 10
respondo en sola una hoja
al libro de mis agravios.
DON FERNANDO
En agravios tan pequeños
es resuelto el responder,
y hay libros que suelen ser 15
libelos para sus dueños.
DON PEDRO
Sacad la espada.
DON FERNANDO
Mirad
que estará la culpa en vós
y que ya estamos los dos
muy lejos de la ciudad. 20
 

(Sale DON JUAN DE AGUILAR, galán, de camino, como que se apea por haberlos visto.)

 
DON JUAN
Aunque mal agüero sea,
¿cómo es posible escusallo?,
pues no es justo que a caballo
reñir estos hombres vea,
que parecen caballeros. 25
DON FERNANDO
A tanta resolución
ya responde la razón,
que se infaman los aceros.
 

 (Riñen.) 

DON PEDRO
¡Ay!
DON JUAN
¡Ténganse!
DON FERNANDO
¿Para qué?
DON JUAN
Pasole todo el acero. 30
DON FERNANDO
Esto es hecho.
 

 (Vase DON FERNANDO.) 

DON JUAN
¡Ah, caballero!
No habla, el otro se fue
y confuso me dejó.
¿Qué haré? Dios contigo sea.
¿Quién habrá que ya no crea 35
que yo le he muerto? Espiró.
Vengo de Sevilla aquí
a matar un caballero
y al entrar hallo este agüero.
No lo será para mí, 40
que si me avisa y humilla
Dios con ponerme este miedo
antes de entrar en Toledo...;
quiero volverme a Sevilla.
En llegando mi crïado 45
doy la vuelta a Orgaz. ¿Qué es esto?
La mula en salvo se ha puesto.
¿Si el matador la ha llevado?
Crüel con entrambos fue
sobre pagar mal mi celo, 50
que al uno deja en el suelo
y al otro ha dejado a pie.
 

(Salen la JUSTICIA, ESCRIBANO y criados.)

 
ALGUACIL
¡Téngase al Rey!
DON JUAN
Por fuerza he de tenerme,
y detenerme ya será forzoso,
pues el que dio la muerte cauteloso 55
la mula me ha llevado en que venía.
ESCRIBANO
Bueno es hablar con esa gallardía.
¿Un hombre muerto en el Real camino
y nos quiere decir que ahora vino?
ALGUACIL
¡Por Dios, señor Mendoza, que el difunto 60
-fol. 150v-
es Don Pedro Ramírez!
ESCRIBANO
Es sin duda,
hasta el color del rostro se le muda.
DON JUAN
En desdichado y desgraciado punto
vine a Toledo.
ALGUACIL
¡Asilde bien!
DON JUAN
¡Teneos!
ALGUACIL
No nos venga a vender ricos trofeos. 65
¡Muestre la espada!
DON JUAN
¡Hidalgos, poco a poco!
 

(Sale LIMÓN, criado de DON JUAN, de camino.)

 
LIMÓN
Desde que vi la gente vengo loco.
¿Qué es esto?
DON JUAN
¿Dónde, necio, te has quedado?
ALGUACIL
¿Quién es aqueste mozo?
DON JUAN
Es mi criado.
LIMÓN
Traigo una mula enjerta en dromedario, 70
que a puros sonsonetes me ha traído
sin ver todo mudado el calendario.
ALGUACIL
Asid aqueste.
LIMÓN
¿A mí, que aún no he venido?
DON JUAN
Señores, si probar es necesario
mi inocencia y no basta mi vestido, 75
mis plumas, mis espuelas y mis botas,
vamos a la ciudad.
LIMÓN
¿Qué te alborotas?
Toma tu mula y vamos, pues es llano
que eres un caballero sevillano.
DON JUAN
Della bajé para sacar la espada 80
y ponerlos en paz, y una estocada
anticipó, Limón, mi buen deseo:
cayó el uno y el otro, a lo que creo,
subió en mi mula y epretó de suerte
que me dejó la culpa de su muerte. 85
LIMÓN
Trocar alguna joya, alguna espada,
algún caballo a otro es buen concierto,
mas no trocar la mula por un muerto.
ALGUACIL
Abrevien, vayan presos; no haya estremos,
que allá podrán hablar.
DON JUAN
¡Bien medraremos!
90
La maleta y la mula me ha llevado
y por él en la muerte voy culpado
de un hombre que le vi después de muerto.
LIMÓN
¿Voy preso yo también?
ESCRIBANO
¿Eso no es cierto?
LIMÓN
Pues, señores, mi mula vaya presa, 95
que si matar delito se ha llamado,
delito cometió, que me ha matado.
 

(Vanse.)

 
  -fol. 151r-  
 

(Sale LEONARDA y INÉS, criada.)

 
INÉS
Escoge, así Dios te guarde.
LEONARDA
No me mandes escoger,
que es presto para querer. 100
INÉS
Para querer nunca es tarde.
LEONARDA
Ya sé que la voluntad
por amorosos engaños
nunca roparó en los daños,
ni en mucha ni en poca edad. 105
INÉS
Si te enternecen palabras,
aunque más lo disimules,
ponte a las rejas azules,
deja la manga que labras,
melancólica Jarifa, 110
verás al galán Audalla.
LEONARDA
¿Estudias romances?
INÉS
Calla,
que ya la mora Jarifa
está diciendo a su hermana
que al moro bizarro vea, 115
que nuestra calle pasea
en una yegua alazana.
LEONARDA
Después que das en leer,
Inés, en el romancero,
lo que aquel pobre escudero 120
te podría suceder.
INÉS
Don Quijote de la Mancha,
perdone Dios a Cervantes,
fue de los estravagantes
que la coronica ensancha. 125
Yo leo en los romanceros,
y se me pega esta seta
tanto que de ser discreta
no tengo malos aceros.
Por la parte del amor 130
he dado en imaginar
a quién podría yo amar.
LEONARDA
Ama, Inés,...
INÉS
Dilo.
LEONARDA
A un dotor
que te cure esa locura.
INÉS
Leonarda, mal de amores 135
no lo curan los doctores.
LEONARDA
¿Pues quién?
INÉS
El tiempo los cura.
Yo no he llegado a querer.
LEONARDA
¿Pues por qué me persüades
que quiera?
INÉS
Las voluntades
140
me dicen que han de nacer
cuando nacen las personas.
LEONARDA
No tienes qué me enseñar
si en naciendo se ha de amar.
INÉS
Sin ocasión me ocasiona; 145
Don Luis de Ribera es hijo
del Corregidor, señora,
bien sabes tú que te adora.
LEONARDA
A mí, Inés, él me lo dijo,
que su alma no me habló; 150
pero yerran las mujeres
en querer, como tú quieres,
quien de otra suerte nació.
INÉS
¿Pues no eres tú bien nacida?
LEONARDA
Ninguna mejor, Inés; 155
mas ya la soberbia ves
de las cosas desta vida.
Es del Duque de Alcalá
deudo don Luis; tiene el pecho
de aquella cruz satisfecho, 160
que tan justo honor le da.
INÉS
¿Pues con quién te has de casar,
si tu tierno enamorado
de ti está más olvidado
que un gran señor de pagar 165
las deudas de alguna fiesta
que ha días que ya pasó?
LEONARDA
Mi hermano se enamoró;
tú sabes lo que le cuesta.
 

(Sale DON FERNANDO.)

 
INÉS
Él viene.
DON FERNANDO
Traigo un disgusto;
170
-fol. 151v-
vengo a darte cuenta dél.
LEONARDA
Déjanos, Inés.
INÉS
Si en él
no soy de provecho, es justo.
 

 (Vase.) 

DON FERNANDO
Leonarda, hermana discreta,
y más que hermana, Leonarda 175
amiga, porque a ser necia,
fueras solamente hermana.
Oye con atentos ojos,
porque conoce quien habla
la atención de quien le escucha 180
en los dos quicios del alma.
No se advierte en los oídos
cuando se mira en la cara;
los ojos son el espejo
que el pensamiento retratan. 185
LEONARDA
¡Qué prólogos tan notables!
¡Qué turbación tan estraña!
¿Qué tienes?, que ya te escucho.
DON FERNANDO
¡Escucha por Dios, Leonarda!
Ya sabes que amé a Lisena. 190
LEONARDA
Ya sé que a Lisena amabas.
DON FERNANDO
Que de noche la servía.
LEONARDA
Ya recelo tu desgracia.
DON FERNANDO
En la nave San Cristóbal,
así creo que se llama 195
donde en la iglesia Mayor
los caballeros se embarcan
a tener conversación...
LEONARDA
Ya sé, Fernando, que tratan
después de misa las cosas 200
que pasan y que no pasan.
DON FERNANDO
Estábamos yo y don Pedro,
tratábase de las damas
de Toledo a quien el cielo
dio tanta hermosura y gracia. 205
Dicen que una ley dispone
que si acaso se levanta
sobre un vocablo porfía
de la lengua castellana,
lo juzgue el que es de Toledo. 210
Y que otra ley promulgaba
que en hablando de hermosura,
que entendimiento acompaña,
solo juzgarlas pudiera
una dama toledana. 215
Aquí, pues, hablando dellas,
necio, don Pedro, se alaba
de que una dama le quiere,
le favorece y regala.
Celoso yo, que bien sabes 220
que aunque los nombres se callan,
bien se ve por las razones
a quién le tiran las cañas,
respondo que hay muchos necios
que presumen que los aman 225
de quien las damas se burlan
y quieren a los que callan.
Él replicó: «Nunca tuve
sin favores confïanza,
pero la dama a quien sirvo 230
yo sé que me ha dado tanta
que prefiero a algún villano
que con necias esperanzas
pretende la posesión,
que me ha dado su palabra 235
y que en la Chancillería,
de amor ejecutoriada,
la tengo y he de tener
por vínculo de mi casa.»
Yo, haciendo donaire, digo: 240
«El mentir es cosa usada
desde el principio del mundo,
pues cuando Dios preguntaba
al homicida primero:
"¿qué es de tu hermano?", con saña 245
le responde: "¿Qué sé yo?"
cuando de matarle acaba.»
-fol. 152r-
El «mentís», aunque iba envuelto,
Leonarda, en la historia sacra,
conociose por «mentís» 250
entre cuantos allí estaban,
que fue como algunos hombres
hipócritas, que con capa
de santidad, cuantas honras
topan deslustran y infaman. 255
Calló y al partirse todos,
ya cuando las doce daban,
me hizo señas como quien
con algún secreto aguarda.
La puerta de los Leones 260
fue a salir porque no hallaba
otra dentro de la iglesia
el agravio a la venganza.
Pero él, más hecho león
que los que en las basas blancas 265
de las colunas sustentan
aquellas sagradas armas,
me dijo: «Oíd, don Fernando.»
Yo respondí con voz baja:
«¿Dónde?» «Si sois caballero», 270
dijo, «en la puerta Bisagra,
o en lo alto del castillo
de San Cervantes.» La capa
tercio y digo: «Ese lugar
se cerca de peñas altas 275
y es más solo y más seguro
para sacar las espadas.»
Siguiome, paso la puente,
edificio del rey Bamba,
y al camino de Sevilla 280
subimos entre pizarras.
Metió mano valeroso,
debió de ser su desgracia,
llegó mi espada primero,
que saben ser las espadas 285
como las nuevas, que llegan
más presto las que son malas.
Cayó muerto al tiempo cuando
un caballero llegaba,
apeado de una mula 290
como San Telmo en la gavia,
acabada la tormenta.
Llegó a mirar si espiraba;
yo entretanto así el arzón
y sin afirmar la planta 295
en el estribo, que el miedo
tiene por estribos alas,
subí y piqué al monasterio
del santo, que como carta
hizo sello de una piedra 300
sobre nema colorada.
Paro en la silla, no veo
seguirme y por no dar causa
a más sospecha me vuelvo,
dejando en una posada 305
la mula del caballero,
que con seis hombres de guarda
iba a la cárcel real
diciendo el vulgo en voz alta
que era el que mató a Don Pedro. 310
Agora conviene, hermana,
hacer por el hombre preso,
que será bajeza ingrata
no ayudarle si por dicha
padeciese prisión larga. 315
Que yo aseguro que el hombre,
por su talle y por sus galas,
es persona principal
y de lindo aspecto y gracia.
Esto sin que él entendiese 320
quién le regala y ampara
de dineros y favor.
¿Parécete que yo vaya
disimulado a la cárcel?
LEONARDA
¡Yerras, Fernando, no hagas 325
desatino en que te pueda
conocer!
DON FERNANDO
¿Pues por qué causa
-fol. 152v-
ha de padecer por mí?
LEONARDA
Oye una invención gallarda
para que acudirle puedas 330
sin que él conozca tu cara.
Yo le escribiré un papel
diciendo que es de una dama
que le vio pasando al tiempo
que a la cárcel le llevaban 335
y que piadosa le envía
joyas, regalos o plata.
DON FERNANDO
Dulce entendimiento tienes.
LEONARDO
Pues espera, no te vayas
mientras escribo el papel; 340
pero di lo que me mandas
que ponga en él.
DON FERNANDO
No sea poco.
LEONARDA
¿Docientos escudos?
 

 (Vase.) 

DON FERNANDO
Bastan.
Casi arrepentido estoy
que padezca por mi causa 345
quien la culpa no ha tenido;
mas, pues estoy libre, vaya
adelante este suceso
hasta ver en lo que para.
 

(Sale la JUSTICIA.)

 
JUSTICIA
Dese, señor don Fernando, 350
a prisión.
DON FERNANDO
¿Pues por qué causa?
JUSTICIA
Por la muerte de don Pedro
que os lleve preso me mandan,
pero no os dé pesadumbre,
que solamente es la causa 355
porque os reconozca el preso.
DON FERNANDO
Palabra doy.
JUSTICIA
Yo no os pido
ni disculpa ni la espada.
DON FERNANDO
Vamos pues; ¡hola!, decid
que preso voy a mi hermana. 360
 

(Vanse.)

 
 

(Entren LIMÓN en la cárcel, SANCHO, CESPEDOSA y ROSALES, presos.)

 
LIMÓN
Ya digo que me han tomado
cuanto en la mula traía.
SANCHO
Pague y haga cortesía.
ROSALES
Cara tiene de hombre honrado.
LIMÓN
¿En qué lo ha visto?
ROSALES
En que tiene
365
la nariz en su lugar.
LIMÓN
¿Pues adónde había de estar?
CESPEDOSA
¿En eso a reparar viene?
¿No la pudiera tener
a un lado o muy desigual? 370
LIMÓN
Eso pareciera mal.
SANCHO
Tan larga pudiera ser
que adivinaran por ella
de qué tribu decendía.
LIMÓN
Largas hay con hidalguía 375
y muchas cortas sin ella.
Si narices lenguas hacen,
sospechas no dicen bien,
porque sepan que hay también
judíos que romos nacen. 380
CESPEDOSA
¿Cómo?
LIMÓN
Tres veces cayó
aquella gente en el güerto,
que vino al traidor concierto
del que a su señor vendió.
Vulgo, al fin, cobarde y bajo 385
porque luego que le oyeron
con el espanto cayeron
boca arriba y boca abajo.
Si así las narices tomas
hallarás dellas a cargas 390
las que boca arriba, largas,
las que boca abajo, romas.
CESPEDOSA
Bellaco me ha parecido.
  -fol. 153r-  
LIMÓN
Soy de Sevilla, señor.
SANCHO1
Acabe, pues, con valor; 395
haga lo que es tan debido.
LIMÓN
Sele decir, por muy cierto,
que todo me lo han llevado.
SANCHO
¿No tiene en fin...?
LIMÓN
No han dejado
un cuatrín.
SANCHO
De noche, advierto,
400
que cuando oyere silbar
no se espante si requiebra
un culebro, una culebra.
LIMÓN
Oyen, si quiero enviar,
que allá en Zamora la vieja 405
un rincón se me olvidaba,
esta coba que guardaba,
gasten.
SANCHO
¡Qué bien se aconseja!
¿Tiene destas?
LIMÓN
No, señor,
no tengo destas.
ROSALES
El cielo
410
le dé en su prisión consuelo.
LIMÓN
Librarme será mejor.
 

(Vanse. Y sale INÉS, con manto.)

 
INÉS
¿Esto es cárcel? No sé quién
no es santo por no venir
a verla.
LIMÓN

 (Aparte.) 

Quiero fingir
415
que soy muy hombre de bien,
que si no hay en la prisión
lo que es piedad de mujer,
todo será perecer.
INÉS

 (Aparte.) 

Aquí viene un picarón, 420
¡qué cara! Preso estará
por dos muertes.
LIMÓN
¡Ah, doncella!,
¿qué busca en la cárcel ella?
¡Qué dichoso! En ella está.
INÉS
Señor preso, un caballero... 425
LIMÓN
Yo soy.
INÉS
¿Que ya le han sacado?
LIMÓN

 ([Aparte.] 

¡Por Dios, que me la ha pegado!
Hablarla en mi lengua quiero.)
¡Toledana!, que hasta hoy
no hubo necia toledana, 430
¡claro sol, linda mañana
de aquesta noche en que estoy!
Yo soy un cierto crïado
de un caballero, tan nuevo
en la cárcel que me atrevo 435
a decir que no ha llegado.
Si te ayudase mi talle
y te dolieses de mí,
que no es el que traigo aquí
el que suelo por la calle, 440
errarías esta cara
y este pecho acertarías.
INÉS
Para las entrañas mías,
menos ocasión bastara.
En fin, ¿que no eres ladrón? 445
LIMÓN
¿Tengo yo cara de hurtar?
INÉS
Vengo de prisa a buscar
ese hidalgo a la prisión,
que es un cierto sevillano
que por una muerte está. 450
LIMÓN
¿Prendiéronle hoy?
INÉS
Sí.
LIMÓN
Pues ya
le tienes como en la mano:
yo soy de ese sol lucero.
INÉS
¿Cómo?
LIMÓN
Voy siempre adelante;
pero deja que me espante 455
de que siendo forastero
haya quien le busque aquí.
Si le quieres, aquel es.
INÉS
Hablarle quiero, y después
te hablaré despacio a ti. 460
  -fol. 153v-  
 

(Sale DON JUAN.)

 
DON JUAN
¡Escuro laberinto, cárcel fuerte,
sepultura de vivos afligidos;
leona, cuyos bufos, con bramidos
salen a luz para vivir sin verte;
sueño del tiempo, lazo de la muerte, 465
seso de locos, rienda de perdidos,
monstro sin pies, cabeza sin oídos,
dado donde el favor pinta la suerte!
No hay desdichas que puedan igualarte,
si bien de la justicia eres el peso, 470
y para bien vivir la mejor arte.
Tanto, que el sol, con ser con tanto exceso
libre, para salir de cualquier parte,
no quiere entrar en ti, por no estar preso.
LIMÓN
Aquí, aguardándote está 475
una dama, dama en fin
de otra dama serafín.
DON JUAN
¿A mí, Limón? ¿Dónde está?
INÉS
Aquí, señor; he venido
a ver vuestro talle y cara. 480
DON JUAN
En mis desdichas repara,
pues sin culpa me han prendido.
INÉS
No sin causa, mi señora
se ha enamorado de veros;
tanto, que intenta quereros 485
y serviros desde agora.
Desde la ventana os vio
y este papel os envía.
DON JUAN
Si es tanta la dicha mía,
¡bien haya, quien me prendió! 490
¿Cómo se llama esta dama?
INÉS
No os puedo decir quién es,
vós lo entenderéis después
que esté segura su fama.
DON JUAN
¿Que es de tanta calidad? 495
INÉS
No os lo quiero encarecer.
DON JUAN
¿Pues qué la obliga a querer
usar de tanta piedad?
INÉS
Leed el papel, que en él
sabréis mejor vuestra dicha. 500
DON JUAN
De yerro fue mi desdicha,
y mi dicha de papel.

 (Lee.) 

«Al ruido de la gente que os llevaba preso, me puse a la ventana y os vi, galán forastero y de tan gallardo talle, que me llevasteis los ojos más presos que a vós los alguaciles. Dícenme, que lo quieren estar mientras vós lo estéis, servíos dellos y de esos docientos escudos, que en la cárcel que estamos los dos vós los habréis menester y a mí me quedan muchos.»

DON JUAN
Yo he leído este papel.
LIMÓN
Y yo el papel he escuchado,
-fol. 154r-
y es el papel muy honrado 505
y la que viene con él.
¿Adónde trae el dinero?
DON JUAN
¡Calla, necio, en hora mala,
que dicha a mi dicha iguala!
LIMÓN
La dicha del forastero 510
que no sé lo que se tiene.
Diga, reina, ¿adónde está
este dinero, que ya,
como de los cielos, viene?
DON JUAN
¿Quieres callar?
LIMÓN
No señor,
515
si la justicia nos quita
nuestro dinero, permita
tu nobleza ese favor.
Muestre por su vida y crea
que hoy no había qué comer. 520
INÉS
¿Podré darlo?
LIMÓN
¿Qué es poder?
Tengo poder, aunque sea
el tesoro veneciano.
DON JUAN
Tómalo, que es necedad
ser ingrato a su piedad 525
y a su generosa mano.
¿Que no he de saber quién es?
INÉS
Si vós sois agradecido,
vós lo sabréis.
DON JUAN
Y nacido
de buena sangre.
LIMÓN
No estés
530
deteniendo esta señora
en lo que no ha de decir.
Su merced se puede ir,
y vuelva dentro de un hora
con otro tanto dinero, 535
que bien será menester.
INÉS
¿Pues no quieres responder?
DON JUAN
Ha dado este majadero
en no me dejar hablar.
Digo que escribir querría, 540
que no fuera cortesía
tomar su carta y callar.
Allí, en aquel aposento,
he visto tinta y papel.
INÉS
Yo sé que tendrá con él, 545
mi dueño, tanto contento,
que os deberé las albricias.
DON JUAN
Yo voy.
 

 (Vase DON JUAN.) 

LIMÓN
Pues solos quedamos,
¿quieres que amistad hagamos,
si un hombre honrado codicias? 550
INÉS
Temo mucho un bellacón;
paréceme que lo eres.
LIMÓN
Siempre soléis las mujeres
tener esa condición.
Un lindísimo mancebo 555
destos que dicen: acción,
en substancia, reducción,
y todo vocablo nuevo,
que como manteo guarnece
hasta el cuello el chamelote, 560
y con guedeja y bigote
media máscara parece.
Destos que traen arquilla
con sus ciertos badulaques,
más morisco en los alfaques 565
que de Argel los ve la orilla.
¿Para qué puede ser bueno
si no un bellacón hombrón,
como río socarrón,
más hondo en lo más sereno? 570
Este sí, dime tu nombre,
y pues amas quieren amos,
los crïados nos queramos.
INÉS
¡Lindo pícaro es el hombre!
Él me va poniendo lazos; 575
no es de la jaula el que canta.
LIMÓN
Di tu nombre.
INÉS
El de la santa
con el cordero en los brazos.
LIMÓN
Como no crezca el cordero,
de tus brazos soy, Inés, 580
mas si ha de crecer después,
-fol. 154v-
huir de tus brazos quïero.
INÉS
¿Tu nombre?
LIMÓN
Suélese dar
en Castilla.
INÉS
¿Qué es?
LIMÓN
Limón.
INÉS
¿Agrio?
LIMÓN
Dulce, en ocasión.
585
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