41
En ibid., t. IV, p. 1740.
42
En ibid., t. VI, p. 334.
43
En ibid., t. VI, p.1461.
44
En ibid., t. V, p. 1835.
45
En ibid., t. V, p. 39.
46
En ibid., t. V, pp. 912-13.
47
En ibid., t. IV, p. 1099.
48
«El gabán», en op. cit., p. 153.
49
Continúa así: «Vemos diariamente personalidades que por el aire arrogantísimo y la cara bigotuda pertenecen al género militar, ¿y qué son? Pues jueces de primera instancia, o maestros de piano u oficiales de Hacienda. Hombres hallamos bien vestidos, y hasta elegantes, de trato amenísimo y un cierto ángel, que dan un chasco al lucero del alba, porque uno los cree paseantes en corte y son usureros empedernidos. Es frecuente ver un mocetón como un castillo, con aire de domador de potros, y resulta farmacéutico o catedrático de Derecho canónico. Uno que tiene todas las trazas de andar comiéndose los santos y llevando cirios en las procesiones, es pintor de marinas o concejal del Ayuntamiento». Ésta, como las restantes citas de Galdós que presentamos, pertenece a Torquemada en el purgatorio (parte I, capítulo XI), y se encuentra en la página 1040 del tomo V de la edición citada.
50
«Fisonomía de nuestra sociedad en 1825», en op. cit., p. 2.