201
Ambos factores, el generacional o histórico y el socio-económico, tenía que tenerlos en cuenta el escritor realista; aunque, como se verá, esa diferenciación no fuese el determinante principal de la forma del desdoblamiento. (N. del A.)
202
R. Cardona, «Nuevos enfoques críticos con referencia a la obra de Galdós», Cuadernos Hispanoamericanos, 250-52 (1970-71), 69. (N. del A.)
203
Sólo en parte, desde luego, puesto que Alejandro Miquis, con no pocos elementos autobiográficos (véase A. Rodríguez, «Ido del Sagrario: notas sobre el otro novelista en Galdós», en Estudios sobre la novela de Galdós (Madrid: José Porrúa Turanzas, S. A., 1978), pp. 87-104), muere joven, hecho casi inaudito en la novelística de Galdós. (N. del A.)
204
Continúan ecos de El licenciado Vidriera a través de todo El doctor Centeno, tocando a Miquis más que a Celipín a partir del momento en que el propio Galdós indica que «en vez de un héroe ya tenemos dos»: la locura, crematístico-amorosa, que induce La Carniola tiene alguna relación con la locura que el amor (también de una mujer de la vida) induce en el personaje cervantino; y Galdós tiene que estar pensando en el envenenamiento que produce la locura del licenciado cuando, cómicamente, inserta lenguaje como «era beber con la salvia el jugo de la locura y comer con los cañamones el tuétano y la sustancia de todos los desvaríos posibles» en la célebre comida de Miquis con su tía Isabel Godoy (I, 3, VIII). (N. del A.)
205
Véanse, Gullón, p. 582; y J. L. López Muñoz, «Felipe Centeno, un héroe oscuro e inédito», Papeles de Son Armadans, 73 (1974), 257. (N. del A.)
206
Cardona, p. 68. (N. del A.)
207
Nimetz, p. 66; y W. T. Pattison, Benito Pérez Galdós (Boston: Twayne Publishers, 1975), p. 72. (N. del A.)
208
Es de notar que gran parte de la experiencia de vida de Wilhelm Meister ocurre en el teatro y que, aunque también coincidente con los afanes juveniles del propio Galdós, toda la identificación quijotesca de Miquis es también con el teatro. Al héroe alemán la experiencia del teatro le salva en parte, al héroe español lo mata en parte. Véase, por ejemplo, G. Correa, Realidad, ficción y símbolo en las novelas de Pérez Galdós (Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1967), páginas 74-79. (N. del A.)
209
Centeno termina sus apariciones novelísticas, desde luego, tal y como las comienza, de criado. Para la percepción de la vida éste como algo bastante menos que un éxito, véase G. M. Scanlon, «El doctor Centeno: A Study in Obsolescent Values», Bulletin of Hispanic Studies, 55 (1978), 251. (N. del A.)
210
This was true even before the establishment of the University of Kansas Junior Year in Costa Rica in 1959. (N. del A.)