Esto es, el papel no ha de estar inclinado en ningún sentido.
De auténtico; del gr. authenticos, de autos, uno mismo, y entea, objeto o mueble: lo que es de uno mismo. De conformidad con esta etimología, se dice auténtico un escrito cuando ha sido ejecutado por la misma persona a la cual se atribuye su ejecución. Los escritos no auténticos se llaman falsos o apócrifos. Del gr. apokryphos, de apokryptoo (yo) oculto: de autor oculto.
Del lat. reviseo; de revideo; de re, que indica repetición, y video (yo) veo: visión repetida.
Del lat. peritus: práctico, experimentado.
No hay necesidad de notar aquí con más detalles la maldad, vileza y cobardía que supone cualquiera de estos procedimientos de falsificación. Las personas honradas nunca los ponen en práctica.
El que esto escribe tuvo necesidad de informar sobre la autenticidad de la firma de un pagaré; manifestó que la firma era falsa o apócrifa, y el dictamen fue luego confirmado plenamente porque el documento aparecía firmado en fecha anterior a la fecha en que el papel había salido de la Fábrica Nacional del Timbre.
Como éstas: «De Vd. afectísimo servidor». «Soy suyo afectísimo servidor y amigo». «Disponga como guste de su amigo y servidor», et caetera.
En algunos países, como Norte América, no se usa la rúbrica.
Las tarjetas de visita no llevan señas de domicilio.
Si son del Giro Mutuo se llaman libranzas.