Volumen 21 - carta nº 824
De FRANCISCO SANCHO |
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO |
Lérida, 11 noviembre 1911
Mi distinguido señor: En mi poder su carta del 28 del pasado. Me hago perfecto cargo de cuanto me dice V. en la primera parte de ella y solo le ruego olvide V. la libertad tomada.
En cuanto al juicio que V. formula de mi obra en proyecto, lo acato como suyo, repitiendole por la molestia que supone su exteriorización, las gracias mas expresivas. Mas, no con objeto de rebatir ni refutar sus observaciones, siempre muy respetables para mí, sino con objeto de presentar las razones que me han impulsado á incluir en mi proyectada colección, las obras en el indice del prospecto anotadas, me permito apuntar lo siguiente:
-I. Presentar las obras filosóficas de Séneca y no incluir las Cuestiones Naturales que, por lo mismo que son un tratado de física salpicado de reflexiones morales, son obra didactica, que dan idea del estado de las ciencias en la apartada época de ha dos mil años, me ha parecido omisión censurable y nada inoportuno, por consiguiente su intromision tratandose de una colección de obras que tienen más ó menos colorido educativo.
-II. Si la Disciplina Clericalis , que es una colección de cuentos, ha sido incluida por T. P. Migne en una severa Patrologia latina , creo que dado su fin didáctico y por la indole de algunos apólogos, no discrepa tanto una obra escrita para la «enseñanza de los clérigos» en una Biblioteca histórica de pedagogia. La Revista de Educación de Barcelona publica, entre sus folletines, el Calila y Dimna .
-III. La obra de Maimónides Guia de los extraviados me ha hecho vacilar algun tanto antes de incluirla en mi colección, por ser obra de Filosofia pura y Teologia judaica. Pero la he incluido porque no pugna en una coleccion de obras pedagógicas una obra de filosofia de un personaje que representa una cultura determinada. Con todo, si me es dable lograr el Libro de la Ciencia del mismo Maimónides, lo sustituiría por la Guia .
-IV. En cuanto al Septenario, El Bonium, el Libro de los Doce Sabios y las Flores de Filosofia , no me ha parecido discordante incluirlos en mi Biblioteca ¸ porque si bien nada tienen que ver con las cuestiones de pedagogia, en el moderno sentido de la palabra, encajan muy bien en una pedagogia histórica , por dar á conocer el elemento didáctico-oriental, tan estimado de nuestros educadores medio-evales. Además, no he juzgado inoportuno y fuera del caso encerrar en una colección destinada á popularizar nuestros tratados didácticos, obras como el Libro de los Doce Sabios cuando de él escribe Amador de los Rios que «tiene por objeto principal la educación de los infantes» y las Flores de Filosofia , libro que «tiene por objeto la enseñanza general», según expresión del citado Amador de los Rios. En mi humilde criterio he juzgado que no estaban reñidas con la pedagogia catecismos ó compilaciones de sentencias de índole moral y religiosa.
-V y último. Las otras obras (y en general, todas ellas) las he incluido en mi coleccion, porque siendo ésta una ampliación de los resumenes ó nociones de la Historia de la Pedagogia Española, no he hallado ni hallo razón en que figuren los nombres de tales obras en los textos manoseados por nuestros escolares, con beneplácito de todo el mundo, y no puedan figurar las obras mismas en una coleccion que no es otra cosa que un texto más racional y práctico de la expresada disciplina.
Con el mayor respeto soy siempre de V. entusiasta admirador y s.s. q.s.m.b.
Francisco Sancho