Para sopesar
el costo de la modernización ortográfica de las obras
cervantinas, es necesario conocer su pronunciación. Un estudio de la
rima y estructura interna de sus versos revela una fonética toledana. La
modernización ortográfica no le traiciona en la medida que se
había supuesto. Se ve mejor, en cambio, como los componedores de Cuesta
han estorbado nuestro conocimiento de su fonética.
En este
trabajo se propone una nueva manera de ver el episodio pastoril de Marcela y
Grisóstomo. Utilizando la metodología del feminismo
francés y anglo-americano, se procura un nuevo análisis de las
relaciones sociales en el episodio. La investigación procede de tres
premisas feministas: 1. que el episodio refleja y transmite un
conocimiento subversivo de las relaciones entre los sexos y entre las clases
sociales del medio en el cual se ha producido la obra cervantina; 2. que
Marcela, por ser marginada -pues no es aristócrata y es huérfana-
aporta una perspectiva diferente sobre la cuestión de clase social y de
las relaciones «apropiadas» entre hombre y mujer en su
época; 3. que es posible que las ambigüedades que se
encuentran en el episodio tengan su origen en el conflicto que el autor siente
frente a valores de su sociedad que no comparte y con las cuales no está
de acuerdo.
La
intención explícita de
Don Quijote, intención
generalmente descartada por la crítica moderna, es la de parodiar los
libros de caballería. Como parte de dicha parodia, Cervantes crea un
protagonista cómico cuyas fuerzas pueden menos que sus deseos: un ser
literal y figuradamente impotente. Este estudio explora algunos de los
símbolos repetidos de la impotencia humorística del protagonista,
entre ellos el brazo inhábil y la lanza rota. Al mismo tiempo, se
analiza la relación cómica entre amo sexualmente incapaz y
caballo rijoso. El interés en lo erótico constituye otro rasgo
del ideal caballeresco que el protagonista cervantino no logra imitar, y por
tanto, es otro aspecto de la novela destinado a provocar la risa a carcajadas
en el lector.
Muchos
críticos han comentado sobre la función estética de los
varios narradores en
Don Quijote. En su reciente estudio,
James A. Parr trata de nuevo esta cuestión, utilizando un concepto
derivado de la narratología estructural de Gérard Genette: los
'niveles' narrativos. Este concepto ciertamente sirve para clarificar varios
elementos del
Quijote, entre ellos, la
representación de Cardenio como personaje y como narrador. El concepto
de niveles también ayuda a clarificar ciertos problemas teóricos,
como la unidad artística y la relación problemática entre
la ficción y la historia. Demuestra, finalmente, cómo la
representación textual de Cardenio -de naturaleza fragmentada y
discontinua- ejemplifica la ficcionalidad 'perspectivista' que es uno de los
aspectos más esenciales del
Quijote.
Rinconete y Cortadillo se presta a una interpretación
alegórica, basada en la subordinación de toda moral tradicional
al afán cervantino de crear una obra de forma teatral y narrativa a la
vez. El éxito formal de la obra, de la «creación
artística» en sí, ennoblece a la par el contenido
ético de
Rinconete y Cortadillo y eleva a sus
personajes al rango de creadores también. Tanto Rinconete y Cortadillo
como Monipodio forjan, primero, un destino propio, para después imponer
este destino, hecho estructura vital, en un mundo desprovisto de tales
estructuras civilizadoras. En efecto, los tres personajes mencionados crean una
sociedad para sí y, en el caso de Monipodio, incorporan bajo una ley
paternalista a todos aquellos que viven fuera de la sociedad
«oficial». Este proceso de incorporación en que se inventan
nuevos sistemas y estructuras del caos, es comparable a la labor cervantina y
explica en gran parte la unidad de forma y fondo de
Rinconete y
Cortadillo.