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En 1879 sale elegida una mayoría de concejales democráticos (a principios de mayo, Leopoldo Alas había sido elegido miembro de comité de la Unión Democrática de Oviedo (La Unión, 10-V-1879)).

 

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Con la siguiente puntualización: «En la alternativa de faltar a mi promesa de darle a Vd. algún original para el primer número o tener que escribir atropelladamente el artículo a que me refiero, he arbitrado un medio: enviar a Vd. la siguiente composición dedicada a Jovellanos y que conservaba inédita, autorizándole a publicar como segura la publicación de mi artículo que concluiré en cuanto pueda» (Archivo Clarín). La poesía «A Jovellanos» siguió inédita hasta su publicación en La Voz de Asturias de 6-XI-2000 por Ana Cristina Tolivar Alas.

 

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Con un tema relacionado, por lo visto, con el prólogo que luego pondrá a La lucha por el derecho (1881): «por los temores que despertaron en la Presidencia algunas de sus referencias y afirmaciones de índole esencialmente científica, hubo de verse forzado a truncar y reducir la emprendida tarea» lamenta Saladino/Aramburu en la Revista de Asturias de 30-IV-1880 (p. 128).

 

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Según El Comercio. Diario de Gijón, 18-VIII-1881.

 

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En algún momento, sobre todo cuando escribe para lectores asturianos, llega a «soltarse» un poco, dejándose llevar por la nostalgia o con un entusiasmo tal vez exagerado aunque no fingido (véase, por ejemplo, sus comparaciones entre Madrid y Asturias en la sección «Correo de Madrid» en la Revista de Asturias en 1878 o la reseña de Vivir con honra de Félix Aramburu en la misma Revista (15-VI-1878). Pero nunca se muestra antimadrileño por demagogia y sus «Madrileñas», pensadas para un público provinciano, suelen ser serias y objetivas.

 

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«En mi tierra no se presenta más que un candidato», «¡Para esta clase de regocijos Asturias, mi patria, mi Oviedo!», escribe, por ejemplo. A Guimarán lo llamaba «la aldea» según recuerda Posada (apud Coletes, 2001, 48).

 

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Por ejemplo, su visita al obispo Ceferino González en Córdoba en 1883 la hace como «hijo de asturianos».

 

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Gil Blas, 21-V-1882.

 

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En los «Correo(s) de Madrid», las «Correspondencia(s) literaria(s)» o los «Ecos y rumores» publicados en la Revista de Asturias se puede notar una forma de complicidad entre profesional y espontánea al dirigirse a un público asturiano, no observable en sus artículos publicados en La Unión.

 

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«Un verde de que no tienen idea los que no han estado en Asturias» destaca en su artículo sobre «Las costas de Asturias», puntualizando: «bien vale el azul de arriba».