100. Que se ponga por capítulo a los corregidores la buena ejecución de todo esto.
101. Que se nombre un caballero cada año, en cada ciudad, por Protector de los huérfanos.
102. Que se encargue a los prelados que ayuden a esta obra tan santa.
103. Que está este negocio asegurado en la conciencia por muchos y muy graves teólogos.
104. Que a todos y en particular a los caballeros procuradores de Cortes, ha agradado lo contenido en estos discursos.
105. Que se allane la perdición de los gitanos.
106. La forma de castigar a las mujeres vagabundas.
107. Que con la reformación de los albergues quedarán muchas vagabundas de las que se fingían pobres: las cuales es bien que se reduzgan y castiguen.
108. Que serán las que entraren en la reclusión, buenas cristianas y hacendosas, con el remedio que se dirá adelante.
109. Que el castigo con deshonra sólo sirve de hacerles perder más la vergüenza a las delincuentes.
110. Que se haga la prueba del provecho desto ejecutándose en esta Corte, y, si saliere bien, se podrá hacer en los demás lugares dichos.
111. El vestido y traje que será bien traigan estas mujeres en la reclusión.
112. Que se ejerciten las vagabundas en esta reclusión en diferentes oficios, para que ganen el valor de lo que comieren.
113. Que haya alcaides viejos de valor en estas casas, y algunas mujeres de aprobación y virtud, siendo una dellas madre de todos.
114. Que se ejecutará esto en un patio de los cuatro que ha de tener el albergue de los pobres desta Corte.
115. Que con este castigo se hace muy buena obra a ellas y a las mujeres honradas también, pues se les da quien las sirva con cuidado.
116. Que los padres de mozas las persuaden que no perseveren.
117. Que preguntan las mozas muchos requisitos cuando entran a servir, desaviniéndose si ven que hay en aquella casa algún poco más de trabajo.
118. Que las mozas de servicio sean acomodadas por diferente manera qeu hasta ahora.
119. Provechos que se siguen de remediar esto.
120. Que con este castigo perseverarán las mozas de servicio en las casas donde entran a servir.
121. Que se acomoden los niños y niñas en oficios de la república.
122. Que procurándose que nadie esté ocioso en estos reinos, estarán más ricos y descansados en los espiritual y temporal.
123. Escándalo que reciben los infieles de nuestras malas costumbres.
124. Que en hacerse esto se va seguramente a ganar y no a perder.
125. Que se han opuesto algunas objeciones y dudas con deseo que se acierte mejor en este negocio.
126. Cómo se entiende la doctrina de los Santos, que dicen que no se haga examen ni escrutinio de pobres mendigantes.
127. Que si el tiempo destos Santos hubiera tanta desorden en mendigar fingidos, aconsejaran se remediaran tantos daños.
128. Que viendo a los pobres aprobados por la república, nadie se pondrá a examinarlos.
129. Que con este remedio no se les quita a los pobres el pedir por las calles.
130. Que con sólo hacer que sean virtuosos, se desparecerán muchos pobres que no lo son de espíritu.
131. Que en pocos años se reducirán los albergues a solos pobres legítimos.
132. Que las señales no significan más mal ni bien de la causa por que se traen.
133. Que las señales no significan más mal ni bien de la causa por que se traen.
134. Que es muy necesario que los pobres traigan señal.
135. Adviértese que la medalla para la señal acordada es vaciada de bronce, y la imagen del misterio de la Encarnación.
136. Que duerman los pobres con luces y más patentemente para escusarse delitos y torpezas.
137. Que los juzgue el administrador desde su aposento, porque vivan quietos los pobres.
138. Que si algunos pecados hubiere dignos de castigo, se descrubrirán mejor.
139. Que no habrá enfermedades tantas en estos reinos, cesando los embustes de los vagabundos.
140. Que se curen y amparen los incurables en alguna parte, por cuenta de estos albergues.
141. Que los pobres que enfermaren en los albergues, no se han de curar allí.
142. Que lo que se procura es buscar orden y traza apacible de ejecutar las premáticas de esto.
143. Que es cosa justa ponerse en ejecución esto, y que asi mandaron los emperadores antiguos que fuesen castigados los vagabundos.
144. Que por leyes de gentiles y cristianos está mandado remediar esto de los pobres fingidos.
145. Si lo que se dice es bueno, no importa que sea quienquiera quien lo escribe.
146. Satisfácese a los que dudan quién es el autor destos discursos.
147. Que este negocio es de tanta importancia que no habrá quien se desdeñe de haberlo trabajado.
148. Pago que da el mundo a los que se ocupan en obras buenas.
149. Que la limosna que se junta fingidamente se debe restituir a los pobres verdaderos.