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Don Fernando el Emplazado

Drama histórico en cinco actos

Manuel Bretón de los Herreros



  —7→  

Estrenado en el teatro del Príncipe el día 30 de noviembre de 1837.

PERSONAJES
 

 
DON FERNANDO IV,   rey de Castilla.
EL INFANTE DON PEDRO.
EL INFANTE DON JUAN.
DOÑA SANCHA.
DON GONZALO CARVAJAL.
DON JUAN CARVAJAL.
DON PEDRO CARVAJAL.
DON JUAN ALFONSO BENAVIDES.
DON JUAN FERNÁNDEZ DE LEIVA.
DON PEDRO DÍAZ DE CASTAÑEDA.
DON HERNÁN RODRÍGUEZ DE CASTRO.
PELÁEZ.
FORTÚN.
ROBLEDO.
RUPÉREZ.
EL MÉDICO.
EL MERINO MAYOR.
DON MENDO.
UN CARCELERO.
EL VERDUGO.
Alguaciles.
Soldados.
PUEBLO.
 

La acción pasa en Martos y en Jaén. Año de 1312.

 




ArribaAbajoActo I

 

Salón del palacio del REY en Martos.

 

Escena I

 

DON PEDRO CARVAJAL. BENAVIDES.

 
BENAVIDES
Don Pedro, será mejor
que olvidéis a doña Sancha.
PEDRO CARVAJAL
Soy hijodalgo y sin mancha.
¿Por qué negarla a mi amor?
Tal desaire no esperaba 5
quien ofensa no os ha hecho,
don Juan, y adorna su pecho
con la cruz de Calatrava.
BENAVIDES
Cruces, don Pedro, se dan
menos que a rancia nobleza 10
al ruego de la pobreza.
PEDRO CARVAJAL
O al valor de un capitán.
Del mío da testimonio
el agareno andaluz.
BENAVIDES
Harto es llevar una cruz 15
sin la cruz del matrimonio.
¿Qué es un miserable feudo
en tres hermanos partido
para haberos atrevido
al honor de ser mi deudo? 20
Muchas victoriosas lides
han de daros fama y medro
—8→
antes de alzaros, don Pedro,
al solar de Benavides.
PEDRO CARVAJAL
Cuando la Reina María, 25
digna de eternos loores,
puso fin a los rencores
de vuestra casa y la mía,
el último Carvajal
en valía os superaba; 30
mas cuando paz os juraba
no perjuró desleal.
Riquezas, que no ambiciono,
yo que a la patria las di,
¿cómo despiertan así 35
de vuestro pecho el encono?
Ni vuestra soberbia es ley,
ni mi demanda es delito
porque seáis favorito...
del favorito de un rey. 40
BENAVIDES
No es favor su confianza;
que el lustre no se mancilla
de un infante de Castilla
por darme a mí su privanza.
PEDRO CARVAJAL
Cierto. De él nada dirán 45
porque os proteja constante;
de vos sí, que aunque es infante...,
es el infante don Juan.
BENAVIDES
Si una lengua maldiciente
sus blasones...
PEDRO CARVAJAL
¡Oh cuán bellos!
50
No hayáis miedo de que en ellos
la envidia clave su diente.
Contarlos puede el califa
de quien fue siervo villano;
y si calla el africano, 55
hable el puñal de Tarifa.
Mas juzgue al Infante Dios,
que aquí es su nombre excusado,
y me mueve otro cuidado,
don Juan, a tratar con vos. 60
Deponed el odio insano,
que no os pretende agraviar
quien os viene a saludar
con el título de hermano.
Por mis hechos y mi cuna 65
Fernando me da soldada.
Si es corta, tengo una espada
para acrecer mi fortuna.
Si en tierna solicitud
pido a Sancha mi ventura, 70
la espero de su hermosura
y la fundo en su virtud.
Cuál sea su dote ignoro,
que avaro no fui jamás,
ni Sancha valiera más 75
aunque la pesaseis de oro.
Ni que ella averigüe creo
antes del amante nudo
los cuarteles de mi escudo
o las villas que poseo. 80
BENAVIDES
¿La habláis?
PEDRO CARVAJAL
Sí, mas vuestra queja,
don Juan, sería infundada,
yo caballero, ella honrada,
y entre los dos una reja.
BENAVIDES
¿Qué escucho! Mujer liviana... 85
PEDRO CARVAJAL
Tened la lengua por Dios.
Ved que os injuriáis a vos
injuriando a vuestra hermana.
BENAVIDES
Y ella ¿os ama? ¿Y para esposo
admite...
PEDRO CARVAJAL
A vos no viniera
90
si primero no me diera
su labio el sí venturoso.
Don Juan, quien de veras ama
y en algo precia su honor,
sólo le pide al amor 95
el corazón de una dama.
BENAVIDES
Del amor el desvarío
quede a mujeres sin nombre,
mas la hermana de un rico-hombre
no ha de tener albedrío. 100
Al lustre se debe toda
del linaje en que ha nacido;
no elige, acepta marido,
y ama... después de la boda
PEDRO CARVAJAL
Esa práctica es locura, 105
y el que iluso la defiende,
cuanto más guardarla entiende
tanto más su honra aventura;
que el cielo a todas no dio
las virtudes que atesora 110
la incomparable señora
que mi pecho cautivó.
Mano que avara o cruel
los fueros del alma huella
tal vez la casta doncella 115
convierte en esposa infiel.
BENAVIDES
Excusemos más razones,
que si al ruego no cedí,
menos lograrán de mí
temerarias reflexiones. 120
PEDRO CARVAJAL
Firme y puro es nuestro amor,
no pasajero capricho,
y ese tirano entredicho
más avivará su ardor.
BENAVIDES
Cesarán los devaneos 125
de Sancha, y si no se humilla,
conventos hay en Castilla
que curen torpes deseos.
PEDRO CARVAJAL
¡Benavides!... Vive Dios
que no hay sufrimiento ya... 130
BENAVIDES
Paso, que también habrá
calabozos para vos.
PEDRO CARVAJAL
¡Para mí! Ciño una espada,
y antes que tan vil intento...
Mucho os desvanece el viento 135
de esa corte depravada.
Vuestra amenaza es quimera,
que el Rey no ha de ser injusto
conmigo por daros gusto,
ni un Carvajal lo sufriera; 140
y aunque es mi fortuna ingrata,
hermanos tengo, don Juan,
que mi sangre vengarán
si aleve hierro me mata.
Cien lanzas mantiene fiel 145
—9→
Gonzalo, que es el mayor;
el otro es comendador
de Martos, que adora en él.
Mirad, don Juan... Mas ¿qué digo?
Vos seréis cuerdo mañana 150
y otorgaréis a la hermana
lo que negáis al amigo.
Vos no querréis inhumano
provocar con furia loca
al maldición de su boca, 155
la venganza de mi mano.
Amor, que es ya frenesí,
la rinde mi corazón,
y con la misma pasión
el suyo late por mí. 160
A entrambos guía una estrella;
mi herida fuera su herida;
que no queremos la vida
ella sin mí, y yo sin ella.
BENAVIDES
¡Raro amor! ¡Tanto interés...! 165
PEDRO CARVAJAL
Vuestro es también.
BENAVIDES
¡Cómo!...
PEDRO CARVAJAL
Adiós.
O el altar para los dos...,
o tumba para los tres.


Escena II

 

BENAVIDES.

 
¡Por Dios que me han irritado
sus fieros! Mas yo le excuso. 170
No hay amante venturoso
que no desafíe al mundo.
No a él; sólo a ti, liviana
mujer aleve, te culpo.
Yo te haré lanzar del pecho 175
el amor que te sedujo,
o antes que el ara nupcial
verás abierto el sepulcro.
El Rey.


Escena III

 

BENAVIDES. El REY. DON JUAN, CASTAÑEDA, cortesanos.

 
 

(El REY viene hablando con DON JUAN sin reparar en BENAVIDES, con el cual se reúnen y hablan los demás cortesanos.)

 
REY
¡Hermosa mujer,
aunque altiva hasta lo sumo! 180
¡No abrir a su Rey la puerta!
No sé, tío, cómo sufro
tal ultraje.
DON JUAN
Doña Sancha
estaba sola, y el vulgo
malicioso...
REY
Por ventura
185
¿es mi visita un insulto?
DON JUAN
Sois casado.
REY
Soy monarca.
DON JUAN
No obstante su ceño adusto,
es grato a altiva hermosura
que se sujete a su yugo 190
todo un Rey. Acaso teme
a su hermano...
REY
No presumo
que le estuviera tan mal
a ese necio linajudo
que su esquiva hermana fuese 195
dama de un príncipe augusto.
DON JUAN
Señor, al tiempo y las dádivas
encomendad vuestro triunfo.
REY
¡Oh! Si ella cede a mis ruegos,
poco le valdrán sus humos 200
al señor don Juan Alfonso
Benavides. Yo le juro...
DON JUAN
Mirad no os oiga. Está allí.
REY

 (Reuniéndose a los cortesanos.)  

Caballeros, os saludo.
BENAVIDES
Guarde Dios a Vuestra Alteza. 205
REY
Buenas nuevas os anuncio.
Don Pedro, mi noble hermano,
estrecha el cerco a los muros
de Alcaudete, y presto en ellos
se alzará mi real escudo. 210
Don Garcilopez, maestre
de Calatrava, redujo
a Cártama, y victorioso
sigue al arráez perjuro
de Málaga, que rehúsa 215
dar el pactado tributo.
BENAVIDES
Buen soldado es el Maestre.
¿Cómo no siguen su rumbo
los Carvajales?
REY
De Martos
es comendador el uno, 220
y está a su cargo el convento
hasta que al prior difunto
se reemplace.
BENAVIDES
Mas el otro...
REY
Amor de hermano le trujo,
y negarle por seis días 225
licencia no fuera justo,
pues ya se la dio el Maestre.
BENAVIDES
En buen hora, pero es mucho
que de tan bravo guerrero
descanse el brazo robusto 230
cuando pudiera en servicio
de Vuestra Alteza...
REY
No dudo
de su valor y lealtad.
En los pasados disturbios
siempre partieron conmigo 235
la dicha y el infortunio
los Carvajales.
BENAVIDES
Señor,
—10→
si he de decir lo que juzgo,
su afecto es a vuestra madre
más que a vos. No los acuso, 240
pero...
REY
Hablad.
BENAVIDES
Cuando dejarla
en Valladolid os plugo
quedó con ella Gonzalo,
que es su valido.
REY
Muy duro
fuera yo si, aun desterrada, 245
no le consintiera el gusto
de quejarse y murmurar
con algún criado suyo.
BENAVIDES
Creed, señor, que mi celo...
REY
Decid más bien que iracundo 250
habla por vos el rencor
mal apagado, aunque oculto.
Yo no soy amigo de ellos,
porque mi imperio absoluto
tal vez severos reprenden, 255
y me molesta su orgullo.
Si en efecto son traidores
sus cuellos daré al verdugo,
mas de pasiones ajenas
no ha de regirme el impulso. 260
DON JUAN
(Soberbio mozo, en las tuyas
toda mi esperanza fundo.)


Escena IV

 

El REY. DON JUAN. BENAVIDES. CASTAÑEDA. CASTRO. Cortesanos.

 
CASTRO
Vuestra licencia, Señor,
para hablaros pide un nuncio
de la Reina vuestra madre. 265
REY
(¡Tanto mensaje importuno!...)
Llegue. ¿Quién es?
CASTRO
Don Gonzalo
Carvajal.


Escena V

 

El REY. DON JUAN. BENAVIDES. CASTAÑEDA. CASTRO. DON GONZALO CARVAJAL. Cortesanos.

 
GONZALO CARVAJAL
Vuestros augustos
pies...
REY
Levantad.
GONZALO CARVAJAL
Esta carta...
REY
Mostrad.
GONZALO CARVAJAL
(¡Con rostro sañudo
270
la recibe cual si fuese
del mayor contrario suyo!)
REY

 (Ha leído la carta.) 

¡Extraña obstinación la de mi madre!
¿Tan mal se halla en la corte de Castilla?
¿A qué seguir mis bélicos pendones 275
arrostrando peligros y fatigas?
Allá los pueblos que mi herencia fueron
con blando imperio su prudencia rija
en tanto que mis huestes vencedoras
aquí del moro la arrogancia humillan. 280
Allá pueden dar fruto sus virtudes;
aquí es ocioso el brazo que no lidia.
Mal se avienen los yelmos y las tocas.
Basto yo a gobernar la Andalucía.
GONZALO CARVAJAL
Las agresoras armas depusieron 285
Portugal y Aragón. Francia enemiga
os reconoce Rey. El de la Cerda,
que arrojaros del solio pretendía,
ya a los tratados de Ágreda sumiso,
o más bien al rigor de su desdicha, 290
prefiere a un vano título caduco
la quieta posesión de algunas villas.
El hijo indigno de Fernando el Santo,
don Enrique, aquel monstruo de perfidia,
maldecido del cielo y de los hombres, 295
hunde ya en el sepulcro su ignominia.
En suelo extraño al turbulento Lara
consume la ambición, roe la envidia.
Ya en venturosa paz Castilla duerme,
y esa paz se la dio doña María. 300
Sagaz, prudente, valerosa reina
cual madre tierna y viuda sin mancilla,
triunfó de tres monarcas coligados,
y de alevoso acero parricida
cien veces os salvó huérfano débil. 305
—11→
Si una diadema en vuestra frente brilla,
bien que don Sancho os la legó muriendo,
de vuestra madre fue noble conquista.
Sólo este amor solícito de madre
mueve su afán de veros; no codicia 310
de vana autoridad. Ni os agraviara
si de madre a las plácidas caricias
añadiera sus próvidas lecciones;
que sois, ¡oh Rey! muy mozo todavía,
y aunque holló vuestra madre a los perversos 315
aún fermenta en el lodo su semilla.
REY
El tránsito es penoso y dilatado,
la estación rigorosa, ardiente el clima,
y exponer por un frívolo capricho
su preciosa salud...
DON JUAN
Cuando sumisa
320
al mandato real doña Constanza,
bien que esposa del Rey, vive tranquila
en Ávila, estrechando al casto pecho
el niño Alfonso en quien España cifra
su más dulce esperanza, bien pudiera 325
sufrir sin murmurar doña María
tan breve ausencia.
GONZALO CARVAJAL
El maternal afecto
tal vez consuela, Infante, a la afligida
esposa tierna; pero amar a un hijo,
no aspirar a otra gloria ni a otra dicha 330
que morir en sus brazos; y angustiada
tan lejos de él llorar, es cruda espina
que el corazón traspasa; y el inicuo
que aconseja la dura tiranía
de quebrantar los vínculos más santos 335
sangre de tigres en el seno abriga.
Mas ¿qué consejo que feroz no sea
puede dar el verdugo de Tarifa?
DON JUAN
¡Temerario!...
REY
Mirad que yo os escucho.
Enfrenad, Carvajal, vuestra osadía, 340
o si de heraldo traspasáis el fuero,
no os podrá libertar de mi justicia.
Perdonad a la lengua de un soldado
que no sabe con bajas cortesías
disfrazar la verdad; mas quien la tema, 345
no la provoque.
REY

 (Aparte a DON JUAN.)  

¿Oís? De vuestra vida
toda la historia lenguaraz contara
si yo no le atajase; y peregrina
fuera la narración, amado tío.
DON JUAN
Señor, ya mi lealtad...
REY
Me es conocida.
350
Confesadme, don Juan, que largos años
fuisteis muy pecador; mas de rodillas
me demandasteis gracia arrepentido,
y os di con ella la confianza mía.
DON JUAN
Mi gratitud sincera...
REY
(No la creo.)
355
Desde que apoyo en vos mi regia silla
límite a mis deseos no conozco
y entre placeres vaga embebecida
mi ardiente juventud. Sois buen ministro.
(Tú mi venganza llorarás un día.) 360
  —12→  
GONZALO CARVAJAL
¿No respondéis, señor, a mi demanda?
REY
¿Aún estáis vos aquí? Ved que me irrita
el necio porfiar. Mi augusta madre,
crédula o recelosa en demasía,
se queja sin razón. Altos motivos 365
a no atender su ruego me precisan.
Ejemplo de obediencia a mis vasallos
si me ama debe dar doña María.
Desista de su empeño. El hijo amante
por el público bien se lo suplica... 370
y se lo manda el Rey. ¿Es la corona
vano adorno en mis sienes? ¿O imagina
que debo yo en tutela perdurable
mis días consumir? Ya no vacila
mal segura mi planta; ya mi mano 375
el cetro empuña y el estoque vibra;
ya el desvalido infante es hombre adulto,
y sólo al cielo dobla la rodilla.
GONZALO CARVAJAL
Yo a vuestros pies la doblo suplicante
para romper el velo que os fascina. 380
¡Cuando la gloria de María excelsa
a vulnerar se atreve torpe envidia,
la abandonáis, señor, en su destierro!
No en vuestro corazón hallen cabida
la negra ingratitud y la soberbia 385
que a un abismo tal vez os precipitan.
Esa que vos lanzáis del seno esquivo
os albergó en el suyo; y la apellidan
numen celeste los leales pueblos
que a vuestro nombre oprimen y esclavizan 390
viles tiranos. ¡Por piedad!
REY
Infante,
oíd vos esa plática prolija.


Escena VI

 

DON JUAN. DON GONZALO CARVAJAL. BENAVIDES.

 
GONZALO CARVAJAL

 (Levantándose airado.)  

De cólera estoy sin mí.
¡A un rico-hombre de Castilla
tal afrenta, tal mancilla!... 395
Mas esto merece, sí,
quien a tiranos se humilla.
¡Oh Reina a quien sirvo fiel!,
sólo por tu amor sufriera
menosprecio tan cruel, 400
y otro que tu hijo no fuera
arrepintiérase de él!
¡El hijo de tus amores
sometido al yugo vil
de infames aduladores! 405
Ve aquí, mujer varonil,
el fruto de tus sudores.
¡Oh iniquidad! ¡Oh vileza!
Al ver, Castilla, tu suerte,
¿qué dijera Sancho el Fuerte 410
si hoy alzase la cabeza
desde el lecho de la muerte?
De tanta gloria ¿qué ha sido?
Ya no guardan los Guzmanes
tu dosel esclarecido. 415
¡Tu palacio es torpe nido
de traidores y rufianes!
DON JUAN
Mirad que al Rey represento.
Tened, Carvajal, la lengua,
que es sobrado atrevimiento... 420
GONZALO CARVAJAL
Probadme, don Juan, que miento
y mía será la mengua.
Probadme que al Rey defiende
y que leal puede ser
quien torpes lazos le tiende; 425
probadme que hoy no le vende
quien le destronala ayer.
DON JUAN
Respetad las intenciones.
Todo hombre tiene pasiones,
y sea el Rey bueno o malo, 430
ni ha menester mis lecciones...
ni yo las vuestras, Gonzalo.
BENAVIDES
Sin concederle licencia
de juzgar vuestra conciencia
le hacéis ya sobrada gracia, 435
y tanto como su audacia
me admira vuestra paciencia.
GONZALO CARVAJAL
Si por temor o por fuero
no venga don Juan su agravio
—13→
retadme vos, caballero, 440
y lo que afirma mi labio
sabrá mantener mi acero.
BENAVIDES
El mío os hará...
DON JUAN
Callad.
Bien que su ciego furor
ultraja a la Majestad, 445
es Gonzalo embajador;
su título respetad.
De vuelta a Valladolid
vos a la Reina decid
que la obediencia es su ley; 450
mas entre tanto advertid
que sois vasallo del Rey.
GONZALO CARVAJAL
Fuilo, y más leal que vos,
harto lo sabéis los dos;
mas ya no, que el desdichado 455
desde que sois su privado
está maldito de Dios.
Sírvale el triste pechero;
yo reclamo el libre fuero
que patrias leyes me dan, 460
y seguir la huella quiero
de Rodrigo y de Guzmán.
No sufren tamaño ultraje
los hombres de mi linaje.
A extraño reino me voy; 465
decídselo, y desde hoy
cesa mi pleito homenaje.
DON JUAN
Diréis a la Reina viuda...
GONZALO CARVAJAL
No. Vos hallaréis sin duda
otro a quien mejor le cuadre 470
con flecha herir tan aguda
el corazón de una madre.
DON JUAN
Pues ya en el número os cuento
de los Guzmanes y Cides,
el Rey sabrá vuestro intento. 475
Aquí esperad un momento.
Seguidme vos, Benavides.


Escena VII

 

DON GONZALO CARVAJAL.

 
No, ya no es honra en Castilla
vestir el pesado arnés,
y con fatigas y sangre 480
comprar bélico laurel
para que un tirano impío
lo aje y lo pise después.
Hasta que alfombra a tus plantas
fuera esa turba rahez, 485
sólo a ti, doña María,
consagrara mi broquel;
mas tú que de tantos héroes,
bien que en mísera viudez,
eclipsaste la memoria 490
en el campo, en el dosel,
hasta afirmar la diadema
de un hijo ingrato en la sien,
hoy que eres sola infeliz,
sólo sabes ¡ser mujer! 495
¡Oh, dieras tú la señal,
y cien caudillos y cien...!
Mas ¿qué veo! ¡Mis hermanos!
¡Oh Juan! ¡Pedro mío!


Escena VIII

 

Los tres Carvajales.

 
 

(Se abrazan.)

 
JUAN CARVAJAL
¡Es él!
PEDRO CARVAJAL
¡Gonzalo!
JUAN CARVAJAL
¡Dichoso instante!
500
¿Es posible que te ven
mis ojos?
PEDRO CARVAJAL
No te esperaba.
GONZALO CARVAJAL
Como repentino fue
mi viaje...
JUAN CARVAJAL
Lo hemos sabido
por tu escudero Garcés, 505
que a la puerta del alcázar
guardando está tu corcel,
y afanosos de abrazarte...
GONZALO CARVAJAL
¡Será la postrera vez!
PEDRO CARVAJAL
¿Qué dices!
GONZALO CARVAJAL
Con fiero orgullo,
510
y de hijo hollando el deber,
el mensaje de María
oyó de mi boca el Rey.
Yo, que ni adulé jamás
ni a reyes pedí merced, 515
de hinojos, ¡mengua a mi nombre!
por su madre le rogué;
y la espalda me volvió
con insolente desdén;
¡y escarnio fui de juglares 520
entre el polvo de sus pies!
JUAN CARVAJAL
¡Eso hace el rey de Castilla
con quien le ha servido fiel!
PEDRO CARVAJAL
¡Y a tránsfugas fementidos
abandona su poder! 525
GONZALO CARVAJAL
¡Oh! Si de justa venganza
no ahogara mi honor la sed,
yo al desenvuelto mancebo
le enseñara a ser cortés;
mas nunca fueron rebeldes 530
caballeros de mi prez.
JUAN CARVAJAL
¿Cuáles son pues tus intentos?
GONZALO CARVAJAL
Acogiéndome a la ley,
de su servicio me aparto
y de sus reinos también. 535
JUAN CARVAJAL
¡Gonzalo!
GONZALO CARVAJAL
¿No lo aprobáis?
JUAN CARVAJAL
Si es fuerza...
GONZALO CARVAJAL
¿Me seguiréis?
En Aragón, en Navarra,
en el suelo portugués,
donde quiera que el valor 540
y la constancia y la fe
se estimen algo, hallaremos
—14→
digna acogida los tres.
PEDRO CARVAJAL
Yo te siguiera, Gonzalo,
aunque en extraño bajel 545
cual otro Guzmán bogaras
a los desiertos de Fez;
mas invencible pasión
me encadena, y no podré...
GONZALO CARVAJAL
¡Amor!...
JUAN CARVAJAL
Sí, y amor funesto
550
que no ha de parar en bien.
GONZALO CARVAJAL
¿Indigno de ti?
PEDRO CARVAJAL
Eso no,
que es muy honesta mujer
doña Sancha Benavides.
GONZALO CARVAJAL
¡Ella, y con fiera altivez 555
contra mí su aleve hermano
mostró de su alma la hiel!
PEDRO CARVAJAL
Centella ha sido mi amor
que al soplo del interés
el odio, por mí olvidado, 560
hizo en su alma renacer;
pero este amor es mi vida,
y en mi corazón juré
alzar una ara de fuego
a doña Sancha; y a fuer 565
de caballero y soldado
mi promesa cumpliré.
GONZALO CARVAJAL
¡Infeliz! Lástima tengo
de tu flaqueza. ¿No ves
alzada ya contra ti 570
aleve daga cruel?
PEDRO CARVAJAL
No temas. Sancha me adora.
Si el yugo es fuerza romper
del fiero hermano..., la fuga...
Acaso te seguiré 575
pronto... ¿Adónde...?
GONZALO CARVAJAL
A Portugal.
Queda tú a velar por él,
amado Juan. Es muy mozo
y tu apoyo ha menester.
Profeso y comendador 580
de Calatrava, ya sé
que sin orden del Maestre
de tu regla la estrechez
te impide salir de Martos.
JUAN CARVAJAL
Al altar me consagré 585
y, guerrero sacerdote,
sólo contra el moro infiel
vibrar me es dado el acero
acaudillando mi grey,
gloria del Santo Raimundo, 590
noble rama del Cister.
A las humanas pasiones
mi pecho es férreo cancel;
ni sé temer, ni envidiar,
ni si en Castilla hay un Rey, 595
y a nadie llamo enemigo
si de Cristo no lo es.
Pues tu partida es forzosa,
favor el cielo te dé,
y él a todos nos alumbre 600
por el sendero del bien.
GONZALO CARVAJAL
Pues delincuentes no somos.
Dios velará por los tres.
Idos ahora. Si juntos
en el alcázar nos ven, 605
¿quién sabe si atroz calumnia...?
Aquí del que fue mi Rey
la respuesta aguardo.
PEDRO CARVAJAL

 (Abrazándole.) 

¡Adiós!
JUAN CARVAJAL

 (Lo mismo.) 

Gonzalo mío, detén
la ira si asoma al labio, 610
pues indefenso te ves.
PEDRO CARVAJAL
No. Yo a su lado...
GONZALO CARVAJAL
Es inútil...
¿Quién sería osado, quién...?
¡Eh! no más...
PEDRO CARVAJAL
¡Gonzalo!
JUAN CARVAJAL
Hermano.
GONZALO CARVAJAL
Yo me sabré contener. 615
Adiós. Antes de partir
os abrazaré otra vez.


Escena IX

 

DON GONZALO CARVAJAL.

 
 

(Empieza a oscurecer.)

 
¡Pobres hermanos! Me han hecho
llorar como una mujer...
No por mí, que a torpe yugo 620
doblar el cuello no sé,
y donde libre respiro
mi patria está y mi placer.
¡Ay tristes de los que quedan
de un tirano a la merced! 625


Escena X

 

DON GONZALO CARVAJAL. BENAVIDES.

 
BENAVIDES
El Rey deciros me manda
que sin pesar y sin ira
el homenaje os retira
y accede a vuestra demanda.
Yo, con la ayuda de Dios, 630
venceré, ha dicho, al infiel
sin vasallos como él.
GONZALO CARVAJAL
Sí; los querrá como vos.
BENAVIDES
Para salir de esta villa
tres días de plazo os cuenta. 635
GONZALO CARVAJAL
¡Insigne favor! Cuarenta
me da la ley de Castilla.
Mas vive el cielo que aún es
dadivoso en demasía:
decidle por vida mía 640
que sobran dos de los tres.
BENAVIDES
Se holgará...
GONZALO CARVAJAL
Y es largo espacio.
—15→
Partiré sin dilación,
no infeste mi corazón
el aire de su palacio. 645
Fogoso alazán me espera.
Mañana en mejor asilo
libre dormiré y tranquilo
allende de la frontera;
y aunque agraviado me alejo 650
no le ofenderé enemigo,
que si ha menester castigo
en buenas manos le dejo.


Escena XI

 

BENAVIDES.

 
Yo te diera el que mereces,
mas ya que tú te lo impones 655
con voluntario destierro,
excusa mi saña el golpe.
¿Por qué también no te siguen
tus hermanos y en la noche
del olvido para siempre 660
no se sepulta su nombre!


Escena XII

 

BENAVIDES. DON JUAN.

 
DON JUAN
¿Partió don Gonzalo?
BENAVIDES
Sí,
lanzando injurias enormes
contra vos, contra Fernando...
DON JUAN
Dejadle que desahogue 665
su rabia...
BENAVIDES
Mejor sería
que los filos de un estoque
la atajasen.
DON JUAN
¡En palacio!
Sería atentado enorme,
peligroso... Huya en buen hora. 670
Al enemigo que corre,
puente de plata. Si el centro
de la tierra no le esconde
no temáis que mi venganza
aunque tarde se malogre, 675
que doquier sobran puñales
cuando hay oro que los compre.
BENAVIDES
Poco importa que Gonzalo
huya a extranjeras regiones
si aquí en sus hermanos deja 680
dos aceros vengadores.
DON JUAN
Pues un Carvajal me insulta
no es mucho que yo los odie
a todos tres; pero a vos
que los pasados rencores 685
ya en halagüeña concordia
trocado habíais, ¿de dónde
os viene el nuevo furor
que os inspiran esos hombres?
BENAVIDES
Míos son vuestros agravios. 690
Y a mí también los baldones
de Gonzalo...
DON JUAN
Mas primero
yo os oí contra el más joven
acusaciones amargas,
que por cierto no muy dócil 695
escuchó el Rey. Por ventura
¿media algún lance de amores?...
BENAVIDES
Tal vez...
DON JUAN
Amor en mi pecho
embota ya los arpones;
mas la venganza nos une, 700
bien que por distinto móvil.
Si no queréis malograrla
más cauto sed en la corte.
Guardaos de dar consejos
a quien suspicaz los oye. 705
El Rey es altivo, indómito,
temerario, y otro norte
no le guía que el impulso
de sus vehementes pasiones.
Manejarlas a mi grado, 710
sin mover otros resortes
que la astucia y la lisonja,
dorando los eslabones
de la invisible cadena
que amarra su cuello indócil, 715
he aquí toda mi política.
Y cuando así no le dome,
¿hay más que soltar la rienda
y que él mismo se desboque?
Así un día su corona 720
mi sien ceñirá, y entonces...


Escena XIII

 

DON JUAN. BENAVIDES. LEIVA.

 
 

(Es ya de noche. Criados de palacio iluminan la estancia.)

 
LEIVA
Tumultuosa conmoción
reina en Martos. Los rumores
del mensaje de María
y de que el Rey lo desoye 725
han agitado los ánimos.
Cree el pueblo que en prisiones
gime la madre del Rey.
Mueran, grita, los traidores
y viva doña María. 730
DON JUAN
¿Será cierto...?
LEIVA
Ya las voces
cerca suenan del alcázar.
DON JUAN
Acudid, Leiva. Que doblen
las guardias; que se guarnezcan
las almenas de la torre... 735

  —16→  

Escena XIV

 

DON JUAN. BENAVIDES. LEIVA. El REY. CASTRO. CASTAÑEDA. Caballeros. Soldados.

 
 

(Óyese gritería de gente amotinada.)

 
REY
¿Qué es esto, Infante?
DON JUAN
Señor...
REY
¿Por qué airado el yugo rompe,
ese pueblo? No decíais
que sus fieles moradores
me adoraban? Yo no gusto 740
de tales adoraciones.
DON JUAN
Señor, mi sorpresa...
REY
¿Quién
ha excitado ese desorden?
DON JUAN
Los indicios... Mis sospechas...
Entre tanto pecho noble 745
sólo un Carvajal... Gonzalo...
PUEBLO

 (Dentro.) 

¡Mueran, mueran los traidores!
LEIVA
Antes que el pueblo se alzara,
de Martos salió a galope
don Gonzalo. Yo le vi. 750
DON JUAN
Mas sus hermanos feroces,
bienquistos con esa plebe...
REY
Basta; los aceros obren.
¿Qué sirven lenguas ahora?
BENAVIDES
Ballesteros, ricos-hombres, 755
seguidme. Con su cabeza
Benavides os responde
del triunfo.


Escena XV

 

El REY. DON JUAN.

 
PUEBLO

 (Dentro.) 

¡Viva María!
¡Mueran, mueran los traidores!
REY

 (En el acto de partir con la espada desnuda.)  

Morirán, sí; y a mis manos. 760
DON JUAN
¿Adónde, señor, adónde
corréis...?
VOCES

 (Dentro.) 

¡Viva el Rey!
REY
Dejadme...
DON JUAN
No os aventuréis. La noche
es oscura. Si a su sombra
algún aleve... Ya se oye 765
más apartado el motín.
 

(Mirando por una ventana. El REY se acerca también a ella.)

 
¡Vencimos! Mirad. Se rompen
los amotinados grupos.
¿No veis cuál huyen veloces?
VOCES

 (Más cerca.)  

¡Viva el Rey!
REY

 (Volviendo al proscenio.)  

¡Oh si en mis manos
770
viese a los viles autores
de la horrible sedición!
Yo les juro por mi nombre...


Escena XVI

 

El REY. DON JUAN. CASTRO. LEIVA. CASTAÑEDA. Caballeros. Soldados.

 
CASTRO
El tumulto se ha deshecho.
Unos huyen a los montes 775
otros en la calle espiran
o a los hogares se acogen.
Mas quiere Dios que con sangre
esclarecida se compre
la victoria. Benavides... 780
REY
¿Herido...?
CASTRO
¡Muerto!
DON JUAN
¡Mi pobre
amigo fiel...!

 (Aparte al REY.)  

Dadme albricias.
Ya no hay hermano que estorbe.
Vuestra será doña Sancha.
REY
Sus claras cenizas se honren 785
en suntuoso funeral,
y los valientes le lloren;
y pues huérfana ha quedado
su hermana, darela dote
y mi pupila ha de ser. 790
¿Se han hecho algunas prisiones?
CASTRO
A don Juan de Carvajal
y a su hermano...
REY
¡Ah! Los felones
¿son ellos?
CASTRO
Entre los grupos
los han preso y a dos hombres 795
del pueblo...
REY
Si fueren reos
no esperen que los perdone.
DON JUAN
(Sí, reos serán. ¡Oh gozo!)
REY
Que los lleven a la torre
de Palacio. Mi justicia 800
ha de estremecer al orbe.



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