Escena
I
|
|
El REY.
CASTRO.
|
|
(Aparece el REY
voluptuosamente reclinado sobre un escaño de junco bajo el
emparrado y entre las flores y frutales que adornan la entrada de
la quinta. CASTRO en pie a
su lado.)
|
REY |
Deliciosa quinta es esta. |
|
Los monarcas del oriente |
|
saben serlo, que no hay gloria |
|
como nadar en placeres. |
|
Buen alarbe que plantaste |
5 |
estos amenos vergeles, |
|
si yaces en torno mío |
|
bajo algún florido
césped, |
|
séate ligera mi planta; |
|
que aunque austera me lo vende |
10 |
más estrecha
religión, |
|
yo también, nieto de
reyes, |
|
perdidas cuento las horas |
|
que no hermosea el deleite. |
|
|
|
CASTRO |
Por cierto que vuestro hermano |
15 |
en el cerco de Alcaudete, |
|
entre cascos y ballestas, |
|
no tendrá tan buen
albergue. |
|
|
|
REY |
La esperanza de vencer |
|
le consolará. Es
valiente. |
20 |
Yo también de tal
blasono, |
|
mas acaudille mis huestes |
|
en buen hora; que es locura |
|
arrostrar soles y nieves |
|
por ganar, Castro, una villa |
25 |
el que tantas villas tiene. |
|
Me hallo bien entre las rosas |
|
y no envidio sus laureles. |
|
|
|
CASTRO |
Sólo faltaba,
Señor, |
|
a vuestra dicha que fuese |
30 |
menos vana y desdeñosa |
|
doña Sancha. |
|
|
REY |
Está rebelde,
|
|
mas no pierdo la esperanza; |
|
que el tiempo todo lo vence. |
|
|
|
—27→
|
CASTRO |
Olvidadla. Mil bellezas |
35 |
ansiarán lo que ella
pierde; |
|
que los reyes son contados |
|
y sin cuento las mujeres. |
|
|
|
REY |
Nacen todas caprichosas, |
|
mas Sancha a todas excede. |
40 |
¡Desprecia al Rey de
Castilla |
|
por un condenado a muerte! |
|
Confieso que al declararlo |
|
su boca, como un demente |
|
me enfurecí; mas la
calma |
45 |
otra vez al seno vuelve; |
|
que si de un placer me priva, |
|
otro más dulce me
ofrece; |
|
la venganza. |
|
|
CASTRO |
Aún no ha vencido.
|
|
Fiad en su sexo débil. |
50 |
Si ama a Carvajal, acaso |
|
cuando el momento se acerque |
|
del suplicio... |
|
|
REY |
No está lejos.
|
|
Pero ¿qué hace que no
viene |
|
mi caro tío? |
|
|
CASTRO |
Sin duda
|
55 |
temeroso de la plebe |
|
dictando está
precauciones... |
|
|
|
REY |
¿Qué concepto te
merece |
|
mi tío? |
|
|
|
REY |
¿Te turbas?
|
|
Hablar sin recelo puedes. |
60 |
|
|
CASTRO |
Pues le dais vuestra
confianza, |
|
digno de ella me parece. |
|
|
|
REY |
¡Lindamente! ¿Y
qué dirías |
|
si de mi gracia cayese? |
|
|
|
|
REY |
¡Señor!... Yo no
gusto
|
65 |
de aduladores;
¿entiendes? |
|
¡Que nunca se libre un
Rey |
|
de esa maldecida peste! |
|
Si te precias de sincero, |
|
di que es don Juan un aleve, |
70 |
un traidor, un ambicioso; |
|
di que España le
aborrece |
|
como le aborrezco yo; |
|
di que me afrenta y me vende. |
|
|
|
CASTRO |
(¿Hoy la toma con don
Juan? |
75 |
Seguiremos la corriente.) |
|
Pues queréis, señor,
que os diga |
|
la verdad, mucho se duelen |
|
vuestros súbditos
leales |
|
de que las riendas se
entreguen |
80 |
del Estado a un hombre odioso, |
|
indigno de su progenie |
|
excelsa, y cuya maldad |
|
ya es proverbio entre las
gentes. |
|
|
|
|
|
REY |
Escrita lleva en la frente |
|
la perfidia y la bajeza. |
|
|
|
CASTRO |
Rastrero y vil con el fuerte, |
|
tirano con el humilde; |
|
y si la fama no miente |
90 |
(perdone el señor don
Juan), |
|
tiene sus puntas de hereje. |
|
|
|
REY |
Yo mi privanza le di, |
|
mancebo inexperto y
débil. |
|
Sus lisonjas me
engañaron |
95 |
mas no tardé en
conocerle. |
|
Si aún sufro y el pie no
pongo |
|
sobre su cuello insolente, |
|
temor del poder inmenso |
|
que ha usurpado me detiene; |
100 |
que ese infame, aunque rubor |
|
el confesarlo me cueste, |
|
más que yo manda en
Castilla. |
|
Mas día vendrá en que
truene |
|
mi reprimido furor |
105 |
y él caiga y Castilla
tiemble. |
|
|
|
CASTRO |
(¡Si así pierde su
privanza, |
|
no sea yo quien la herede!) |
|
|
|
|
(Suena un atabal.)
|
|
CASTRO |
El pregonero,
|
|
que recorre los cuarteles |
110 |
anunciando la sentencia... |
|
|
|
|
|
(Pregón. Gritando dentro.)
|
|
El Rey y, en su
real nombre, el su Merino mayor: Visto el juicio formado contra los
hermanos don Juan y don Pedro Carvajal, acusados y convictos del
crimen de alevosía y traición y homicidio violento,
los condena a ser arrojados por mano del verdugo de lo alto de la
peña de esta villa de Martos para escarmiento de
traidores.
|
|
(Suena otra vez el atabal.)
|
REY |
¿Y cómo el terrible
fallo |
|
oyeron los delincuentes? |
|
|
|
|
REY |
Sus almas son de buen temple, |
|
y me huelgo de saber |
|
que como soldados mueren. |
|
|
|
|
(Corónanse de SOLDADOS las almenas del castillo. Un
oficial distribuye otros por la loma que conduce de la villa a la
peña. Otro coloca también centinelas en varios puntos
para tener en respeto al PUEBLO, que saliendo de la villa va
ocupando el cerro.)
|
Escena
II
|
|
El REY.
CASTRO. SOLDADOS. PUEBLO.
|
CASTRO |
Ya los arqueros asoman |
|
por las almenas del fuerte. |
120 |
|
|
—28→
|
REY |
Y el populacho curioso |
|
por la colina se tiende. |
|
|
|
CASTRO |
¡Que siempre atraigan al
vulgo |
|
espectáculos crueles! |
|
Miradlos. Con menos ansia |
125 |
asistieran a un banquete. |
|
|
|
REY |
¡Singular pasión! Y
acaso |
|
a los reos compadecen, |
|
y si librarlos pudieran... |
|
|
|
CASTRO |
No haya miedo que lo intenten, |
130 |
que está el cerro bien
guardado |
|
y hay cuatrocientos jinetes |
|
entre la plaza y la vega. |
|
|
|
|
(Sordo rumor y continuo movimiento de la muchedumbre de
ambos sexos y de todas edades que pugna por coger puesto. Los
SOLDADOS los
desvían con aspereza y procuran imponer
silencio.)
|
REY |
Como soy que me divierte |
|
aquel confuso bullicio. |
135 |
|
|
CASTRO |
Cubierto con esa verde |
|
espesura nadie os ve. |
|
|
|
|
(Siguen hablando aparte.)
|
|
|
|
OTRO |
¡Niños de leche
|
140 |
a estas funciones! ¿No
ve |
|
que es fácil que la
atropellen? |
|
|
|
UNA MUJER |
Lo traigo para que aprenda. |
|
|
|
UN HOMBRE |
¡Si apenas tiene seis
meses! |
|
|
|
UN SOLDADO |
(A otro grupo.)
|
¡Eh! Poca bulla. Ya he
dicho |
145 |
que se callen y se asienten. |
|
|
|
UN NIÑO |
Madre, ¿dónde
está la horca? |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
UN SOLDADO |
(Amenazando.)
|
¿Qué ha dicho? |
|
|
EL HOMBRE |
(Temblando.)
|
Yo nada..., nada...
|
|
|
|
OTRO SOLDADO |
¡Silencio! Nadie
resuelle. |
|
|
|
|
(Las amenazas de los SOLDADOS aterran a la multitud, y
aunque siguen los murmullos con muestras de general descontento, ya
nadie osa alzar la voz. Quién manifiesta oír a otro
con curiosidad e interés; otros alzan las manos al cielo, o
con diversas demostraciones mudas hacen ver la compasión que
les inspiran los sentenciados. Algunas madres y algunos ancianos se
ponen el dedo en la boca como para contener a la juventud
imprudente. La variada animación del cuadro, más o
menos perceptible, no ha de cesar hasta el fin del
acto.)
|
|
|
Escena
III
|
|
El REY.
CASTRO. DON JUAN. CASTAÑEDA. LEIVA. SOLDADOS. PUEBLO.
|
|
(DON JUAN,
CASTAÑEDA y
LEIVA vienen por parte de
la villa.)
|
REY |
¿Llegó la
hora?¿Es negocio |
155 |
tan grave...? |
|
|
DON JUAN |
Señor, faltaba
|
|
al freile de Calatrava |
|
degradar del sacerdocio. |
|
|
|
REY |
Si el prelado
resistía... |
|
|
|
DON JUAN |
No, que os ha servido bien |
160 |
el obispo de Jaén. |
|
|
|
|
DON JUAN |
Teneisle a vuestra obediencia. |
|
|
|
REY |
Gran pena os habrá
costado |
|
el conseguir del prelado |
165 |
ese acto de complacencia; |
|
que no sin cuenta y
razón |
|
a la corona real |
|
su báculo pastoral |
|
rinde mitrado varón. |
170 |
|
|
DON JUAN |
No es mucho que lo consienta |
|
y a vuestro querer se dome, |
|
pues Calatrava le come |
|
los dos tercios de su renta. |
|
|
|
|
(Suena otra vez el atabal y, dentro en ángulo
distinto, se repite el pregón; al oírlo se aumenta el
murmullo popular, pero la tropa lo reprime.)
|
DON JUAN |
Señor, vuestra
autoridad. |
175 |
|
|
REY |
No os hagáis, tío, de
nuevas. |
|
Ya sabéis que tengo
pruebas |
|
de su buena voluntad. |
|
Siento que el rostro me
tuerza, |
|
mas ¿qué me puede
pedir |
180 |
si yo le dejo elegir |
|
entre el amor y la fuerza? |
|
Doble la fe su rodilla |
|
o dóblela el torpe
miedo, |
|
¿o qué importa?
Contento quedo. |
185 |
Todo es reinar en Castilla. |
|
Mas ya el suplicio se apresta, |
|
y pues no acosa el calor, |
|
venid; desde el mirador |
|
|
—29→ |
gozaremos de la fiesta. |
190 |
|
|
LEIVA |
Podrá achacar esa
acción |
|
el mundo a cruel deseo. |
|
¡Ver un rey la cara al
reo |
|
sin concederle el
perdón! |
|
|
|
REY |
¿Qué os importa a vos
el juicio |
195 |
que el mundo forme de
mí? |
|
|
|
LEIVA |
Señor, mi celo...
Creí... |
|
|
|
|
LEIVA |
Si es deservicio
|
|
dar un prudente consejo... |
|
|
|
REY |
Es consejo impertinente, |
200 |
Leiva, y lo sufro indulgente |
|
porque sois un pobre viejo. |
|
Idos si os han de mover |
|
los traidores a piedad, |
|
y por sus almas rezad, |
205 |
que bien lo habrán
menester. |
|
Yo, que privarme no quiero |
|
de escena tan singular, |
|
así el nombre he de
ganar |
|
de monarca justiciero. |
210 |
|
|
Escena
VI
|
|
El REY.
DON JUAN. CASTRO. CASTAÑEDA. DOÑA SANCHA. SOLDADOS. PUEBLO.
|
|
(Llega DOÑA
SANCHA con el rostro pálido, el cabello descompuesto
y gritando con desesperación; quiere penetrar en la quinta y
los SOLDADOS se lo
impiden.)
|
DOÑA SANCHA |
Es una maldad horrible |
|
que la venganza provoca |
|
del cielo. ¡Son
inocentes! |
225 |
|
|
|
(Nueva agitación del PUEBLO reprimida por los SOLDADOS.)
|
REY |
¡Qué voz!
¡Doña Sancha ahora!... |
|
|
|
DOÑA SANCHA |
¡Crueles! Dejad que el
Rey |
|
me vea; dejad que oiga |
|
la verdad... |
|
|
DON JUAN |
Este impensado
|
|
accidente... |
|
|
REY |
Más hermosa
|
230 |
la hace el despecho a mis
ojos. |
|
Pero si al pueblo alborota... |
|
|
|
DOÑA SANCHA |
¡Allí está!
¡Señor, Señor! |
|
Si en algo estimáis la
gloria, |
|
si al grito de la justicia |
235 |
vuestra alma de rey no es
sorda, |
|
derogad esa sentencia |
|
atroz, fiera, escandalosa. |
|
¡Son inocentes! |
|
|
SOLDADOS |
(A los grupos del PUEBLO que se mueven con marcado
interés hacia donde se halla SANCHA.)
|
¡Atrás!
|
|
|
|
DON JUAN |
(Al PUEBLO.)
|
El dolor que la acongoja, |
240 |
amigos, turba su mente. |
|
Era la hermana amorosa |
|
de Benavides. La misma |
|
que asesinado le llora, |
|
por sus infames verdugos, |
245 |
demente, ¡oh dolor!
aboga. |
|
Compadeced su delirio. |
|
|
|
|
(El PUEBLO da
muestras de compasión.)
|
DOÑA SANCHA |
Miente esa lengua traidora. |
|
Yo deliro; el Rey lo sabe. |
|
Yo lo juro por mi honra, |
250 |
por mi vida, por mi alma. |
|
Son inocentes. Sus obras |
|
más que mi voz los
defienden. |
|
Otros merecen la nota |
|
de asesinos; ellos no. |
255 |
|
|
REY |
Ea, prended a esa loca, |
|
y conducidla a un encierro |
|
|
—30→ |
donde en segura custodia... |
|
(Los SOLDADOS
vacilan.)
|
Obedeced. |
|
|
|
(Varios SOLDADOS
rodean a SANCHA en actitud
de hacerla retirar.)
|
DOÑA SANCHA |
La verdad
|
|
ha de sonar en mi boca |
260 |
mientas respire. |
|
|
|
UN HOMBRE |
(A otro que va a embestir a los
SOLDADOS.)
|
¡Quieto, que la guardia
doblan! |
|
|
|
|
(Acude en efecto armada.)
|
REY |
¡Llevadla! ¡Pesia mi
saña!... |
|
|
|
DOÑA SANCHA |
¡Apartad!... ¡Ah, que
me ahoga |
|
el dolor!... Matadme,
impíos, |
265 |
si su noble sangre es poca |
|
para saciar a ese monstruo. |
|
Madres, hermanas, esposas, |
|
rogad, maldecid... ¡Dios
mío! |
|
¿Y es posible que aún
no rompas, |
270 |
pueblo oprimido, la
férrea |
|
cadena vil que te agobia? |
|
¡Cobardes! |
(Al son de atabales y trompetas aparecen por la loma y se
dirigen al castillo el juez, alguaciles, SOLDADOS y el verdugo.)
|
¡Ay! ¡El verdugo!
|
|
Yo... muero. |
|
|
|
(Cae desmayada entre los SOLDADOS y se la llevan.)
|
|
Escena
VIII
|
|
El REY.
DON JUAN. CASTRO. DON PEDRO CARVAJAL. DON JUAN CARVAJAL. El MERINO. El verdugo. Alguaciles.
ATABALERO. SOLDADOS. PUEBLO.
|
|
|
|
UN HOMBRE |
Aquel es Pedro; aquel es Juan. |
280 |
|
|
OTRO |
Ya le han quitado las
órdenes. |
|
|
|
|
|
|
|
|
UNA JOVEN |
¡Qué pena!
¡Morir así, |
285 |
y en lo mejor de su edad! |
|
|
|
OTRO SOLDADO |
Punto en boca. Vea y calle |
|
quien no los quiera imitar. |
|
|
|
PEDRO CARVAJAL |
(Abatido.)
|
¿Conque ya llegó el
momento? |
|
Sancha mía
¿dónde estás? |
290 |
¿Quién dijera que en
mis bodas |
|
fuera esta peña el
altar, |
|
y mis preseas de novio |
|
este infamado gabán |
|
y áspero derrumbadero |
295 |
mi tálamo conyugal! |
|
|
|
JUAN CARVAJAL |
Mostremos, hermano mío, |
|
la noble serenidad |
|
de cristianos y de nobles |
|
en el término fatal, |
300 |
y honrará nuestra
memoria |
|
la justa posteridad; |
|
que sólo al malvado
infaman |
|
la cuchilla y el dogal. |
|
|
|
PEDRO CARVAJAL |
No siento por mí la
muerte. |
305 |
Por Sancha... ¡Ay Dios!
¿Qué será |
|
de la infeliz? ¡Me ama
tanto!... |
|
¡Y llora en triste
orfandad!; |
|
y un tirano... |
|
|
JUAN CARVAJAL |
Su virtud
|
|
los cielos ampararán. |
310 |
Allí lauro inmarcesible |
|
guardado a los tres
está. |
|
Eleva el alma al
empíreo, |
|
y sobre ese lodazal |
|
de miserias y de
crímenes |
315 |
|
—31→ |
no tiendas la vista
más. |
|
No se diga, Pedro mío, |
|
que espanto ahora nos da |
|
la muerte que en cien batallas |
|
vimos con serena faz. |
320 |
¿Qué es el dolor de
un instante |
|
si se llega a comparar |
|
con la celeste ventura |
|
de toda una eternidad? |
|
|
|
PEDRO CARVAJAL |
¡Oh! tú confortas mi
espíritu. |
325 |
¡Tu voz es voz paternal, |
|
voz de Dios! Te
imitaré. |
|
Digno de ti me verás |
|
hasta el postrimer instante. |
|
|
|
REY |
(A DON JUAN.)
|
¿Aún no da el juez la
señal? |
330 |
¿A qué
aguarda?... |
|
|
MERINO |
Caballeros,
|
|
la hora pasó... Acabad. |
|
Cumplid vos vuestro deber. |
|
(Al verdugo.)
|
|
|
PEDRO CARVAJAL |
No lleguéis. Un
Carvajal |
|
no ha menester vuestro auxilio |
335 |
para morir. Apartad. |
|
|
|
JUAN CARVAJAL |
¡Pedro! Esa vida no es
tuya. |
|
Tu valor es criminal. |
|
Dios no te manda matarte, |
|
sino dejarte matar. |
340 |
Buen hombre, haced vuestro
oficio. |
|
¿Qué importa un
ultraje más? |
|
¡Así Dios lo ha
decretado! |
|
Cúmplase su voluntad. |
|
|
|
PEDRO CARVAJAL |
¡Dame el abrazo
postrero! |
345 |
|
|
JUAN CARVAJAL |
¡Adiós! En la eterna
paz |
|
tornaremos a abrazarnos. |
|
|
|
|
(Las nubes se condesan por instantes; los truenos, ya muy
cercanos, se multiplican; parte del PUEBLO se va retirando a la villa
huyendo de la tormenta que amenaza.)
|
DON JUAN |
Horrorosa tempestad |
|
nos amaga. Huid... |
|
|
REY |
(Turbado.)
|
No puedo.
|
|
¡La mano de
Satanás |
350 |
me clava aquí! |
|
|
|
|
|
(Al desprenderse DON
PEDRO CARVAJAL de los brazos de su hermano fija la vista en
el mirador y exclama.)
|
PEDRO CARVAJAL |
¿Qué veo! ¡El
tirano allí! |
|
¡Oh colmo de atrocidad! |
|
¿Aún quieres en
nuestra sangre |
355 |
(Gritando.)
|
los ojos apacentar? |
|
Verdugo de la inocencia, |
|
nuestra sangre caerá |
|
gota a gota sobre ti. |
|
El sol se niega a alumbrar |
360 |
tu fiereza, y truena horrible |
|
la cólera celestial. |
|
|
|
|
REY |
(Esforzándose a ocultar su
terror.)
|
No perdono.
|
|
|
|
|
(El teatro queda enteramente oscuro; sólo
algún relámpago deja ver los objetos por intervalos;
arrecia la lluvia; pocos del PUEBLO permanecen en la escena; los
demás huyen consternados; el REY queda solo en el mirador haciendo
vanos esfuerzos para retirarse.)
|