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106-15. Los eruditos no han estado conformes sobre el título del último libro aludido por Cervantes en este pasaje. Fíjese el lector en estos detalles: 1), que Cervantes acaba de tratar sólo de obras en verso; 2), que los libros aludidos se condenan al fuego por malos; 3), que Cervantes parece tratar de libros que forman un grupo lógico como antes en el caso de la Araucana, la Austriada y el Monserrate; 4), que extrañaría que mezclase con dos poemas despreciables trabajos serios de historia y en prosa, siendo además el último libro mencionado digno de todo elogio precisamente por el estilo contra el cual pecan los dos primeros. Por consiguiente, las tres obras que forman este grupo (todas en «cantos»), serán: a) La Primera Parte de la Carolea, que trata las victorias del Emperador Carlos V, Rey de España, etc., compuesta por Hieronymo Sempere, Valencia, 1560; a ésta sigue una Segunda Parte de la misma fecha, haciendo en conjunto un poema de treinta cantos (Biblioteca Nacional). (Consúltese: Ticknor-Gayangos: Historia, III, página 135; Gallardo: Ensayo, IV, col. 581.) b) Primera y Segunda Parte de El Leon de España, por Pedro de la Vezilla Castellanos, etc., Salamanca, 1586, en veintinueve cantos (Biblioteca Nacional); trata de la fundación de León y se elogia a los leoneses y los gloriosos mártires de aquella ciudad. (Consúltese: Cej., Historia, III, 277; Cort.: I, 166; Salvá: Catálogo, número 1052; y Gallardo: Ensayo, IV, col. 952.) c) En cuanto a los Hechos del Emperador, se supone otro libro de índole poética como los anteriores, y no el Comentario del illustre Señor Don Luis de Auila y Çuñiga, etc, de la Guerra de Alemaña, hecha de Carlo V, etc., Venetia, 1548 (ejemplar en el Museo Británico). Hay reimpresión en el tomo XXI, B. A. E., páginas 409 y siguientes. (Consúltese: Cej., Historia, II, 199; Gallardo: Ensayo, I, col. 346; Salvá, número 2825.) Se justifica la sospecha, por tanto, que Cervantes, al escribir D. Luis de Avila, pensase en D. Luis Zapata, que escribió «de los hechos, las empresas, las hazañas» del Emperador en un poema largo de cincuenta cantos, titulado: Carlo famoso, Valencia, 1566. Por no haberse leído nunca, se encuentran ejemplares de esta obra, en buen estado, en muchas bibliotecas. Salvá lo tenía por «libro raro» (número 1087). (Consúltese: Gallardo, IV, col. 1099); Gayangos, en Memorial Histórico español, XI, 1859; Menéndez y Pelayo: Orígenes, II, páginas 37 y siguientes; J. Menéndez Pidal: Discurso de ingreso en la Academia Española, 24 enero 1915; Pellicer: Don Quijote, I, 71 y siguientes; Clem., I, 155-56.) (N. del E.)

 

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107-8. B, C, Br: aora. (N. del E.)

 

313

107-19. B, C, Br: aora. (N. del E.)

 

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107-19. C: traygame. (N. del E.)

 

315

107-23. B, C, Br: assi. (N. del E.)

 

316

107-30. C: escrudiñador; R. M., I, 244. (N. del E.)

 

317

108-3. B: mudassen, según la fe de erratas, y así Br. (N. del E.)

 

318

108-10. B, C, Br: fue yr a ver. (N. del E.)

 

319

109-26. pan de trastrigo. Cf. E. de Carcer y de Sobíes: Las frases del Quijote, etc., Barcelona, 1916, página 74. (N. del E.)

 

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110-17. tener sal en la mollera: esta frase se lee ya en las poesías de López de Ayala. (Consúltese edición A. Kuersteiner, Nueva York, 1920, I, página 46:


Conuiene que lo coman con bien o con mal,
y luego en la mollera tienen presta (puesta?) la sal.


Estrofa 266.)                


En la Tragedia Policiana, Orígenes, etc. Menéndez y Pelayo, III, página 7, se lee: «puesta lleuo ya la sal en la mollera». (N. del E.)