321
292-10. los peces del Guadiana: cons. Clem., IV, 436; R. M., IV, u. e. 470. (N. del E.)
322
294-6. Y no toma, etcét.: Desde este punto no es D. Q., sino Montesinos quien habla, continuando el relato. (N. del E.)
323
295-22. alla baxo: alg. edit., entre ellos Hartz. y R. M. enmiendan allá abajo, lección propuesta por Clem. en una nota; pero allá baxo ocurre otra vez en la pág. 297-10, y así pudo estar en el manuscrito. (N. del E.)
324
298-7. quando de Bretaña vino: comp. D. Q., I, 64-16. (N. del E.)
325
299-5. El texto: le. (N. del E.)
326
300-8. hasta los: alg. edit. enmiendan hasta a los, R. M., atribuyendo la falta de a a omisión mecánica. ¿Y si faltase en el manuscrito? (N. del E.)
327
300-20. ser un Fucar: vid. R. Ehrenberg: Capital and Finance in the age of the Renaissance; a study of the Fuggers, Londres, 1928; K. Haebler: Die Gesch. der Fuggerschen Handlung in Spanien, Weimar, 1897; The Fugger News-letters etcét. (1568-1605) edic. V. v. Klarwill, N. Y. y Londres, 1924-6. (N. del E.)
328
300-32. espirar en mitad de la montiña: D. Q., I, 88-9. (N. del E.)
329
301-5. las siete partidas del mundo, etcét.: no se debe el decirse siete en vez de cuatro partidas del mundo «a contaminación con el nombre del famoso codigo de las Siete Partidas», como opina R. M. Ya en tiempos del Rey Sabio la gente hablaba de las siete partes del mundo, y el propio Alfonso explica por qué se decía así en su General Estoria (edic. Solalinde, I, 66):
«Estas siete estrellas eran ya mas arriba e mas celestiales e de la natura de Dios que los elementos, e dexaron de aorar aquellos e aoraron a estas. E fizieron los ende siete partes del mundo, siete templos muy grandes, etcét.» Góngora escribió en un romance (edic. Cossío, 1927, pág. 67):
de la Cosmographia | |||
pasó pocas millas | |||
aunque oyó al Infante | |||
las siete partidas. |
Comp. D. Q., II, 349-26, donde hay mención de «todas las quatro partes del mundo». Cerv. recuerda el Libro del Infante Don Pedro de Portugal, que anduvo las quatro partidas del mundo; las edic. antiguas son rarísimas: un ejemp. de la edic. de Salamanca, 1547, se conserva en la Bibl. Nat. de París; hay edic. de Burgos, 1563, Bibl. Nac., ejemp. que fue de Gayangos; Gallardo, núm. 1028, citó una edic. de Zaragoza de 1570. En Vélez de Guevara hay alusión al Infante don Pedro d. P. el que anduvo las siete partidas del m. Vid. El diablo coj., edic. Bonilla en Bibliof. Mad., 1910, pág. 185; cons. Viajes del Infante D. Pedro de P. en el siglo XV, etcét., por D. Ces. Fernández Duro, en Bol. de l. Soc. geog., 1903. (N. del E.)
330
301-14. ay: alg. edits. enmiendan: haya. (N. del E.)