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Jornada II


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Cuadro I

 

Salen DON MENDO y NUÑO, su criado.

 
D. MENDO
¿Quién te contó todo eso?
NUÑO
Todo esto contó Ginesa,
su criada.
D. MENDO
El Capitán,
después de aquella pendencia
que en su casa tuvo (fuese 5
ya verdad o ya cautela),
¿ha dado en enamorar
a Isabel?
NUÑO
Y es de manera,
que tan poco humo en su casa
él hace como en la nuestra 10
nosotros. En todo el día
no se quita de su puerta;
no hay hora que no le envíe
recados; con ellos entra
y sale un mal soldadillo, 15
confidente suyo.
D. MENDO
Cesa;
que es mucho veneno, mucho,
para que el alma lo beba
de una vez.
NUÑO
Y más no habiendo
en el estómago fuerzas 20
con que resistirle.
D. MENDO
Hablemos
un rato, Nuño, de veras.
NUÑO
¡Pluguiera a Dios fueran burlas!
D. MENDO
¿Y qué le responde ella?
NUÑO
Lo que a ti, porque Isabel 25
es deidad hermosa y bella,
a cuyo cielo no empañan
los vapores de la tierra.
D. MENDO
¡Buenas nuevas te dé Dios!

 (Da una manotada a NUÑO en el rostro.) 

NUÑO
A ti te dé mal de muelas, 30
que me has quebrado dos dientes.
Mas bien has hecho, si intentas
reformarlos, por familia
que no sirve ni aprovecha.
¡El Capitán!
D. MENDO
¡Vive Dios,
35
si por el honor no fuera
de Isabel, que lo matara!
NUÑO
Más mira por tu cabeza.
D. MENDO
Escucharé retirado.
Aquí a esta parte te llega. 40
 

(Salen el CAPITÁN, el SARGENTO y REBOLLEDO.)

 
CAPITÁN
Este fuego, esta pasión,
no es amor sólo, que es tema,
es ira, es rabia, es furor.
REBOLLEDO
¡Oh! ¡Nunca, señor, hubieras
visto a la hermosa villana 45
que tantas ansias te cuesta!
CAPITÁN
¿Qué te dijo la criada?
REBOLLEDO
¿Ya no sabes sus respuestas?
D. MENDO

 (Aparte a NUÑO.) 

Esto ha de ser, pues ya tiende
la noche sus sombras negras, 50
antes que se haya resuelto
a lo mejor mi prudencia,
ven a armarme.
NUÑO
¡Pues qué! ¿Tienes
más armas, señor, que aquellas
que están en un azulejo 55
sobre el marco de la puerta?
D. MENDO
En mi guadarnés presumo
que hay para tales empresas
algo que ponerme.
NUÑO
Vamos
sin que el Capitán nos sienta. 60

 (Vanse.) 

CAPITÁN
¡Que en una villana haya
tan hidalga resistencia,
que no me haya respondido
una palabra siquiera
apacible!
SARGENTO
Éstas, señor,
65
no de los hombres se prendan
como tú; si otro villano
la festejara y sirviera,
hiciera más caso dél;
fuera de que son tus quejas 70
sin tiempo. Si te has de ir
mañana, ¿para qué intentas
que una mujer en un día
te escuche y te favorezca?
CAPITÁN
En un día el sol alumbra 75
y falta; en un día se trueca
un reino todo; en un día
es edificio una peña;
en un día una batalla
pérdida y vitoria ostenta; 80
en un día tiene el mar
tranquilidad y tormenta;
en un día nace un hombre
y muere; luego pudiera
en un día ver mi amor 85
sombra y luz, como planeta;
pena y dicha, como imperio;
gente y brutos, como selva;
paz e inquietud, como mar,
triunfo y ruina, como guerra; 90
vida y muerte, como dueño
de sentidos y potencias.
Y habiendo tenido edad
en un día su violencia
de hacerme tan desdichado, 95
¿por qué, por qué no pudiera
tener edad en un día
de hacerme dichoso? ¿Es fuerza
que se engendren más despacio
las glorias que las ofensas? 100
SARGENTO
Verla una vez solamente,
¿a tanto extremo te fuerza?
CAPITÁN
¿Qué más causa había de haber,
llegando a verla, que verla?
De sola una vez a incendio 105
crece una breve pavesa;
de una vez sola un abismo
fulgúreo volcán revienta;
de una vez se enciende el rayo
que destruye cuanto encuentra; 110
de una vez escupe horror
la más reformada pieza;
de una vez amor, ¿qué mucho,
fuego de cuatro maneras,
mina, incendio, pieza y rayo, 115
postre, abrase, asombre y hiera?
SARGENTO
¿No decías que villanas
nunca tenían belleza?
CAPITÁN
Y aun aquesa confianza
me mató, porque el que piensa 120
que va a un peligro, ya va
prevenido a su defensa;
quien va a una seguridad
es el que más riesgo lleva,
por la novedad que halla, 125
si acaso un peligro encuentra.
Pensé hallar una villana;
si hallé una deidad, ¿no era
preciso que peligrase
en mi misma inadvertencia? 130
En toda mi vida vi
más divina, más perfecta
hermosura. ¡Ay, Rebolledo!
No sé qué hiciera por verla.
REBOLLEDO
En la compañía hay soldado 135
que canta por excelencia.
Y la Chispa, que es mi alcaida
del boliche, es la primera
mujer en jacarear.
Haya, señor, jira y fiesta 140
y música a su ventana;
que con esto podrás verla,
y aun hablarla.
CAPITÁN
Como está
don Lope allí, no quisiera
despertarle.
REBOLLEDO
Pues don Lope,
145
¿cuánto duerme, con su pierna?
Fuera, señor, que la culpa,
si se entiende, será nuestra,
no tuya, si de rebozo
vas en la tropa.
CAPITÁN
Aunque tenga
150
mayores dificultades,
pase por todas mi pena.
Juntaos todos esta noche;
mas de suerte que no entiendan
que yo lo mando. ¡Ah, Isabel, 155
qué de cuidados me cuestas!
 

(Vanse el CAPITÁN y el SARGENTO, y sale la CHISPA.)

 
CHISPA

 (Dentro.) 

¡Téngase!
REBOLLEDO
Chispa, ¿qué es eso?
CHISPA
Ahí un pobrete, que queda
con un rasguño en el rostro.
REBOLLEDO
Pues ¿por qué fue la pendencia? 160
CHISPA
Sobre hacerme alicantina
del barato de hora y media
que estuvo echando las bolas,
teniéndome muy atenta
a si eran pares o nones; 165
canséme y dile con ésta.

 (Saca la daga.) 

Mientras que con el barbero
poniéndose en puntos queda,
vamos al cuerpo de guardia
que allá te daré la cuenta. 170
REBOLLEDO
¡Bueno es estar de mohína
cuando vengo yo de fiesta!
CHISPA
Pues ¿qué estorba el uno al otro?,
aquí está la castañeta,
¿qué se ofrece que cantar? 175
REBOLLEDO
Ha de ser cuando anochezca,
y música más fundada.
Vamos, y no te detengas.
Anda acá al cuerpo de guardia.
CHISPA
Fama ha de quedar eterna 180
de mí en el mundo que soy
Chispilla, la Bolichera.

 (Vanse.) 



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Cuadro II

 

Salen DON LOPE y PEDRO CRESPO.

 
CRESPO
En este paso que está
más fresco, poned la mesa
al señor don Lope. Aquí 185
os sabrá mejor la cena;
que al fin los días de agosto
no tienen más recompensa
que sus noches.
DON LOPE
Apacible
estancia en extremo es ésta. 190
CRESPO
Un pedazo es de jardín
do mi hija se divierta.
Sentaos; que el viento suave
que en las blandas hojas suena
destas parras y estas copas, 195
mil cláusulas lisonjeras
hace al compás desta fuente,
cítara de plata y perlas,
porque son en trastes de oro
las guijas templadas cuerdas. 200
Perdonad si de instrumentos
solos la música suena,
sin cantores que os deleiten,
sin voces que os entretengan;
que como músicos son 205
los pájaros que gorjean,
no quieren cantar de noche,
ni yo puedo hacerles fuerza.
Sentaos, pues, y divertid
esa continua dolencia. 210
DON LOPE
No podré, que es imposible
que divertimiento tenga.
¡Válgame Dios!
CRESPO
¡Valga, amén!
DON LOPE
Los cielos me den paciencia.
Sentaos, Crespo.
CRESPO
Yo estoy bien.
215
DON LOPE
Sentaos.
CRESPO
Pues me dais licencia,
digo, señor, que obedezco,
aunque excusarlo pudierais.

 (Siéntase.) 

DON LOPE
¿No sabéis qué he reparado?
Que ayer la cólera vuestra 220
os debió de enajenar
de vos.
CRESPO
Nunca me enajena
a mí de mí nada.
DON LOPE
Pues,
¿cómo ayer, sin que os dijera
que os sentarais, os sentasteis 225
aun en la silla primera?
CRESPO
Porque no me lo dijisteis;
y hoy, que lo decís, quisiera
no hacerlo; la cortesía,
tenerla con quien la tenga. 230
DON LOPE
Ayer todo erais reniegos,
por vidas, votos y pesias;
y hoy estáis más apacible,
con más gusto y más prudencia.
CRESPO
Yo, señor, siempre respondo 235
en el tono y en la letra
que me hablan; ayer vos
así hablabais, y era fuerza
que fueran de un mismo tono
la pregunta y la respuesta. 240
Demás que yo he tomado
por política discreta
jurar con aquel que jura,
rezar con aquel que reza.
A todo hago compañía; 245
y es aquesto de manera,
que en toda la noche pude
dormir, en la pierna vuestra
pensando, y amanecí
con dolor en ambas piernas; 250
que por no errar la que os duele,
si es la izquierda o la derecha,
me dolieron a mí entrambas.
Decidme, por vida vuestra,
cuál es y sépalo yo, 255
porque una sola me duela.
DON LOPE
¿No tengo mucha razón
de quejarme, si hay ya treinta
años que asistiendo en Flandes
al servicio de la guerra, 260
el invierno con la escarcha,
y el verano con la fuerza
del sol, nunca descansé,
y no he sabido qué sea
estar sin dolor una hora? 265
CRESPO
Dios, señor, os dé paciencia.
DON LOPE
¿Para qué la quiero yo?
CRESPO
No os la dé.
DON LOPE
Nunca acá venga,
sino que dos mil demonios
carguen conmigo y con ella. 270
CRESPO
Amén, y si no lo hacen
es por no hacer cosa buena.
DON LOPE
¡Jesús mil veces, Jesús!
CRESPO
Con vos y conmigo sea.
DON LOPE
¡Voto a Cristo, que me muero! 275
CRESPO
¡Voto a Cristo, que me pesa!
 

(Saca la mesa JUAN.)

 
JUAN
Ya tienes la mesa aquí.
DON LOPE
¿Cómo a servirla no entran
mis criados?
CRESPO
Yo, señor,
dije, con vuestra licencia, 280
que no entraran a serviros,
y en mi casa no hicieran
prevenciones; que a Dios gracias,
pienso que no os falte en ella
nada.
DON LOPE
Pues no entran criados,
285
hacedme favor que venga
vuestra hija aquí a cenar
conmigo.
CRESPO
Dila que venga
tu hermana al instante, Juan.
 

(Vase JUAN.)

 
DON LOPE
Mi poca salud me deja 290
sin sospecha en esta parte.
CRESPO
Aunque vuestra salud fuera,
señor, la que yo os deseo
me dejara sin sospecha.
Agravio hacéis a mi amor; 295
que nada deso me inquieta;
que el decirla que no entrara
aquí, fue con advertencia
de que no estuviese a oír
ociosas impertinencias; 300
que si todos los soldados
corteses como vos fueran,
ella había de acudir
a serviros la primera.
DON LOPE

  (Aparte.) 

¡Qué ladino es el villano, 305
o cómo tiene prudencia!
 

(Salen JUAN, INÉS e ISABEL.)

 
ISABEL
¿Qué es, señor, lo que me mandas?
CRESPO
El señor don Lope intenta
honraros; él es quien llama.
ISABEL
Aquí está una esclava vuestra. 310
DON LOPE
Serviros intento yo.

 (Aparte.) 

(¡Qué hermosura tan honesta!)
Que cenéis conmigo quiero.
ISABEL
Mejor es que a vuestra cena
sirvamos las dos.
DON LOPE
Sentaos.
315
CRESPO
Sentaos, haced lo que ordena
el señor don Lope.
ISABEL
Está
el mérito en la obediencia.
 

(Siéntanse. Tocan guitarras dentro.)

 
DON LOPE
¿Qué es aquello?
CRESPO
Por la calle
los soldados se pasean 320
cantando y bailando.
DON LOPE
Mal
los trabajos de la guerra
sin aquesa libertad
se llevaran; que es estrecha
religión la de un soldado, 325
y darla ensanches es fuerza.
JUAN
Con todo eso, es linda vida.
DON LOPE
¿Fuérades con gusto a ella?
JUAN
Sí, señor, como llevara
por amparo a Vuexcelencia. 330
UN SOLDADO

 (Dentro.) 

Mejor se cantará aquí.
REBOLLEDO

 (Dentro.) 

Vaya a Isabel una letra.
Para que despierte, tira
a su ventana una piedra.
CRESPO

 (Aparte.) 

A la ventana señalada 335
va la música. ¡Paciencia!
UNA VOZ

 (Canta dentro.) 

Las flores del romero,
niña Isabel,
hoy son flores azules,
y mañana serán miel. 340
DON LOPE

 (Aparte.) 

(Música, vaya; mas esto
de tirar es desvergüenza...
¡Y a la casa donde estoy
venirse a dar cantaletas!
Pero disimularé 345
por Pedro Crespo y por ella.)
¡Qué travesuras!
CRESPO
Son mozos.

 (Aparte.) 

Si por don Lope no fuera,
yo les hiciera...
JUAN

 (Aparte.) 

Si yo
una rodelilla vieja, 350
que en el cuarto de don Lope
está colgada, pudiera
sacar...

 (Hace que se va.) 

CRESPO
¿Dónde vais, mancebo?
JUAN
Voy a que traigan la cena.
CRESPO
Allá hay mozos que la traigan. 355
SOLDADOS

 (Dentro, cantando.) 

Despierta, Isabel, despierta.
ISABEL

 (Aparte.) 

¿Qué culpa tengo yo, cielos,
para estar a esto sujeta?
DON LOPE
Ya no se puede sufrir,
porque es cosa muy mal hecha. 360

 (Arroja la mesa.) 

CRESPO
Pues ¡y cómo si lo es!

 (Arroja la silla.) 

DON LOPE

 (Aparte.) 

(Llevéme de mi impaciencia.)
¿No es, decidme, muy mal hecho
que tanto una pierna duela?
CRESPO
Deso mismo hablaba yo. 365
DON LOPE
Pensé que otra cosa era.
Como arrojasteis la silla...
CRESPO
Como arrojasteis la mesa
vos, no tuve que arrojar
otra cosa yo más cerca. 370

 (Aparte.) 

Disimulemos, honor.
DON LOPE

 (Aparte.) 

(¡Quién en la calle estuviera!)
Ahora bien, cenar no quiero.
Retiraos.
CRESPO
En hora buena.
DON LOPE
Señora, quedad con Dios. 375
ISABEL
El cielo os guarde.
DON LOPE

 (Aparte.) 

A la puerta
de la calle ¿no es mi cuarto?
Y en él ¿no está una rodela?
CRESPO

 (Aparte.) 

¿No tiene puerta el corral,
y yo una espadilla vieja? 380
DON LOPE
Buenas noches.
CRESPO
Buenas noches.

 (Aparte.) 

Encerraré por defuera
a mis hijos.
DON LOPE

 (Aparte.) 

Dejaré
un poco la casa quieta.

 (Vase.) 

ISABEL

 (Aparte.) 

¡Oh, qué mal, cielos, los dos 385
disimulan que les pesa!
INÉS

 (Aparte.) 

Mal el uno por el otro
van haciendo la deshecha.
CRESPO
¡Hola, mancebo!
JUAN
Señor.
CRESPO
Acá está la cama vuestra. 390

 (Vanse.) 


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