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ArribaAbajoActo II

 

Entra la reina TEODOSIA, de salvaje; y con las mismas pieles, ROSAURA, que es la niña que quitó a su hermana.

 
TEODOSIA
Siempre tengo de reñirte
sobre que de aquí no salgas
y tu peligro decirte;
que de mi amparo te valgas,
no es posible persuadirte.5
¿Cómo, di, tan atrevida,
al peligro de la vida
osas del monte bajar
hasta que te vengo a hallar
en su maleza perdida?10
Mira, Rosaura: que adviertas
que somos dos animales
que con armas encubiertas
busca el hombre, y que, si sales,
seremos presas o muertas.15
¿Cómo te das a entender
que es cosa segura el ir
siendo imposible el volver?
ROSAURA
¿Quién podrá, madre, sufrir
el deseo de saber?20
—fol. 138v→
Cuando era niña pequeña
bien tomaba sus liciones,
sin pasar de aquella peña,
conociendo las razones
de que me advierte y enseña.25
Ya grande, cual soy agora,
no las tomo bien, señora;
porque, a su mucha aspereza,
mi propia naturaleza
se rebela de hora en hora.30
¿Qué es lo que arriba se ve?
TEODOSIA
Cielo en que vive el autor
de cuanto es, ha sido y fue.
ROSAURA
¿No dices que es el criador,
cuando me enseñas su fe,35
de todas las crïaturas?
TEODOSIA
Sí digo.
ROSAURA
¿Y que hizo un hombre,
madre, enseñarme procuras,
que fue Adán su propio nombre?
TEODOSIA
Como un escultor, figuras40
o modelos suele hacer:
hizo al hombre.
ROSAURA
Y ya formado,
¿no dice que a la mujer
sacó del mismo costado,
y que los mandó querer45
como en una carne a dos?
TEODOSIA
Sí, porque los hizo Dios,
para aumento del humano
género.
ROSAURA
Su eterna mano
quiso que, de dos en dos,50
fuese colmando la tierra
de fruto de bendición:
lo demás que vivo encierra,
decís que animales son,
ya en el prado, ya en la sierra;55
y que solo el hombre tiene
el rostro elevado al cielo,
porque es el centro a que viene.
TEODOSIA
De cuanto vive en el suelo,
solo al hombre le conviene.60
ROSAURA
Pues siendo ansí, ¿cómo dice
que nosotras somos fieras
si a Dios alaba y bendice
en cosas tan verdaderas?,
¿no ve que se contradice?65
Si a mí me llama animal,
¿para qué dice que el cielo
es mi patria natural,
y dice que deste velo
se cubre un alma inmortal?70
Si alma tengo, y fue crïada
para el cielo, no soy fiera.
TEODOSIA
Eres fiera en ser tratada
como fiera, y, donde quiera,
del hombre crüel buscada.75
ROSAURA
Eso deseo saber;
que si al hombre la mujer
le dieron por compañía,
¿cómo perseguir podría
a quien debiese querer?80
TEODOSIA
No eres tú mujer.
ROSAURA
¿Pues qué?
TEODOSIA
¡Cosa que degeneró
del primero ser que fue!
ROSAURA
¿Pues a mí quién me engendró?
Porque, según vuestra fe,85
yo no nací como planta,
pues alma tengo que al cielo
mis pensamientos levanta.
TEODOSIA
Este monte, nieve y yelo.
ROSAURA
Vuestra locura me espanta.90
El monte puede engendrar
árboles, frutas y flores;
la nieve no más de helar.
TEODOSIA
Y estos ciervos corredores
y aves que has visto volar,95
¿no los engendra esta sierra?
ROSAURA
No, que el ave por el viento
vuela, aunque nace en la tierra;
mira que tu entendimiento,
en cuanto me dices, yerra.100
Que no soy ave se ve
en que no vuelo y que tengo
—fol. 139r→
lengua.
TEODOSIA
Engáñaste.
ROSAURA
¿Por qué?
TEODOSIA
Porque en oír me entretengo
su canto; y su lengua sé.105
ROSAURA
¿Tú?
TEODOSIA
Yo.
ROSAURA
Pues di lo que agora
ha dicho aquel ruiseñor.
TEODOSIA
Dice que a su esposo adora.
ROSAURA
No dice sino que amor
naturalmente enamora.110
TEODOSIA
¿Pues eso cómo lo sabes
si tú no entiendes las aves?
ROSAURA
¿Y tú cómo lo defiendes,
pues que las aves no entiendes,
que aquellas quejas süaves115
no son voz como la mía?
Y si tú entiendes la suya,
tú eres ave, y yo podría
no ser de la forma tuya.
TEODOSIA
¡Ea!, ya no más porfía.120
ROSAURA
Madre no te has de enojar
de que desee saber.
TEODOSIA
Las fieras han de callar;
las fieras no han de entender
ni argüir ni preguntar.125
ROSAURA
Si soy fiera, a toda fiera
veo con su esposo al lado:
las ciervas desta ribera
de su esposo han engendrado;
no, madre, de otra manera.130
Si es que yo soy animal,
¿con qué animal te juntaste
para que naciese igual
al ser que de ti imitaste,
que es ser con alma inmortal?135
Enséñame el padre mío.
TEODOSIA
Yo fui tu madre y tu padre.
ROSAURA
Eso, madre, es desvarío.
TEODOSIA
El nácar de perlas madre
hija engendra del rocío.140
Ábrese la concha bella,
en el mar, por la mañana,
y entra el sol y el alba en ella.
La generación humana
forma el sol; y de la estrella145
con que nace una persona,
toma aquella inclinación.
ROSAURA
Que el sol engendra, no abona,
madre, tu fuerte razón;
el argumento perdona.150
Porque si solo engendrara,
otro sol como él hiciera;
y que hay otro es cosa clara
que le ayuda y de quien fuera
la materia que tomara.155
Que ayude el sol no lo niego,
mas para engendrar un yo,
otro yo es fuerza: que el fuego
dará calor al que obró
el ser que me forma luego.160
TEODOSIA
Pues eso mismo te digo:
que el sol que una vez llegó
a estar, Rosaura, conmigo,
en mí misma te engendró.
ROSAURA
Al sol alabo y bendigo.165
Pues, madre, tener querría,
por si vós os acabáis,
otro yo en mi compañía:
decidme cómo os juntáis
con ese sol y en qué día;170
que quiero formar un yo
que viva sujeto a mí
como yo a vós.
TEODOSIA
¿Quién te dio
ese pensamiento?
ROSAURA
Hoy vi,
si el aire no me engañó,175
una cosa, madre mía,
que casi me parecía;
y este el sol debe de ser
con que vós soléis tener
alguna vez compañía.180
TEODOSIA
¿Hombre has visto?
ROSAURA
Luego son
hombres aquellos que vi:
pienso que tenéis razón.
TEODOSIA
¡Ay, Rosaura, que por ti
—fol. 139v→
espero mi perdición!185
ROSAURA
Por unas zarzas metida
vi que aquel se desnudaba
cierta cosa que, vestida,
todo su cuerpo adornaba;
y, a un ramo de un olmo asida,190
en una fuente se echó
y se lavó y se enjugó;
y, volviéndose a vestir,
no me harté de bendecir
la madre que lo parió.195
Aunque también me reí
de ver que vestirse pudo,
y dije, madre, entre mí:
«Mejor estabas desnudo;
¿por qué te vistes ansí?».200
TEODOSIA
Calla, que me enojas tanto
que de mi furor me espanto
como te sufro.
ROSAURA
Pues, madre,
si era el sol, y si es mi padre,
¿qué testimonio os levanto?205
TEODOSIA
Es porque pudo abrasarte;
que no por otra ocasión,
si el sol viniera a mirarte.
ROSAURA
¡Ay, madre! Tiene razón:
que desde verle a esta parte210
toda me siento morir;
el sol debió de encenderme,
que ni comer ni dormir
he podido más, ni verme
conmigo en quietud vivir.215
Digo, madre, ¿estaba así
aquel día que al sol vio?
TEODOSIA
¿Qué dices, triste de mí?
¿Hombres has visto?
ROSAURA
Hombres no,
pero al sol, desnudo, sí.220
TEODOSIA
Vive el cielo que te mate
si sales de aquesta cueva.
¿No temes que te maltrate
si te coge el sol o lleva
donde jamás te desate?225
ROSAURA
Sí temo; mas ¿qué he de hacer,
si acaso le acierto a ver?
Deme algún remedio.
TEODOSIA
Advierte
que puede darte la muerte
si te acertase a coger.230
Y para que huya de ti
haz la cruz que te enseñé.
ROSAURA
¿Con la cruz huirá de mí?
TEODOSIA
Sí, Rosaura.
ROSAURA
Pues a fe
que yo me defienda ansí.235
TEODOSIA
Ven por aquesta espesura,
que al pie desta fuente clara
es la caza más segura.
ROSAURA
Madre, si el sol no abrasara
era linda crïatura.240
 

(Salga LAURO, ya viejo, con un gabán y báculo en la mano, y FELIPE, ya mancebo, con un venablo, y VELARDO, villano.)

 
LAURO
Cosa me cuentas peregrina y rara.
VELARDO
Yo no te la contara a no ser cierta.
FELIPE
Pues, padre, ¿no era muerta aquella fiera
que a toda la ribera, selva y monte
deste nuestro horizonte daba espanto?245
LAURO
Veinte años ha que tanto fue buscada
que cueva ni emboscada, en bosque o sierra,
quedó por esta sierra, y yo creía
que difunta sería.
FELIPE
Por muy cierto
—fol. 140r→
contaba el viejo Alberto, las pesadas250
noches de invierno heladas -que él sabía
del animal de Hungría las memorias-
al fuego las historias, afirmando
que le mataron cuando en esta encina
la princesa Faustina, venturosa,255
parió una niña hermosa; pues la fiera,
viva, libre y entera como hoy vive,
y de su rey recibe mil favores,
se la dejó en las flores deste prado
y por el enriscado monte arriba260
se llevó fugitiva la criatura.
LAURO
Tuvo en eso ventura desdichada
y llegó de espantada al fin postrero.
FELIPE
¿No tienen heredero?
LAURO
No, Felipe,
porque no participe de un engaño265
que por ser tan estraño no le digo;
pero a solas contigo, que en efeto
eres hombre discreto, y procedido
de españoles, que han sido tan leales,
sabrás los grandes males que esta historia270
conserva en mi memoria.
FELIPE
En ese día,
a la crïanza mía de que vivo
obligado y cautivo, das y pones
nuevas obligaciones.
LAURO
Años hace
que donde agora nace aquella oliva,275
o poco más arriba, que aún me enseña
señales esa peña, triste y solo
te hallé al ponerse Apolo.
FELIPE
Dios os guarde,
que por vós vive y arde aquesta vela;
que con tanta cautela tantos vientos280
contrastaban sedientos de mi muerte.
LAURO
Di, amigo, ¿de qué suerte has visto agora
aquella fiera que estos campos mora?
VELARDO
¡Cómo una fiera no más!
Digo, señor, que son dos.285
LAURO
Dos hizo el miedo.
VELARDO
Por Dios,
que aunque no me vi jamás
con más temor que ayer tarde,
que sé que eran dos muy bien.
LAURO
¿Llegaron cerca?
VELARDO
También,
290
así Dios tus años guarde,
aunque no por valor mío;
porque corriendo tras mí
las vi cerca, y socorrí
mi vida en medio del río,295
—fol. 140v→
donde fue cuento gallardo
las piedras que me tiró
la mayor.
LAURO
Bien pienso yo
que no fue temor, Velardo.
Pero, en fin, ¿dices que viste300
dos?
VELARDO
Sin duda fue, señor.
FELIPE
Velardo, si fue temor,
di la verdad.
VELARDO
Si consiste
en los ojos la verdad:
dos vi; sin duda dos son305
de notable perfeción
y mayor velocidad.
Ya sabéis que no es Velardo
zagal que gusta en su aldea
de decir lo que no sea;310
que de aqueste sayal pardo
cubro un alma que se precia
de tratar siempre verdad;
que huyo de la ciudad
porque la verdad desprecia.315
Creed que hay aquí linajes
de salvajes; yo los vi.
FELIPE
¿Tú?
VELARDO
Yo, digo, porque a mí
siempre me siguen salvajes.
FELIPE
¿Por qué?
VELARDO
Porque quiso el cielo
320
que naciese a tanto mal.
LAURO
Conocer este animal
me daba tanto recelo...
Sé que es la Reina, y pensé
que, como quien es, guardara325
castidad; mas cosa es clara
que si parió, no lo fue;
porque esta no puede ser
la criatura que le hurtó
a Faustina, porque yo330
al Rey se la vi traer
entonces hecha pedazos:
sin duda que algún pastor
trata de secreto amor
con poco honestos abrazos.335
¡Oh terrible soledad!,
¿a qué desdichas no obligas?
FELIPE
¿Qué dices, Lauro?
LAURO
No digas,
Velardo, por la ciudad,
que has visto aquestos salvajes.340
VELARDO
No haré por más que me importe,
porque tienen en la Corte
parientes en buenos trajes.
Harto he procurado a fe
verme libre de animales,345
porque son perjudiciales
desde el cabello hasta el pie.
Lo que agora me conviene
es envolverme, si puedo,
porque tengo al agua miedo350
por la calidad que tiene,
en dos sábanas de vino.
FELIPE
¿Bebértelo no es mejor?
VELARDO
No, porque tengo temor
que digan que desatino.355
 

(Vase VELARDO.)

 
LAURO
Hijo, ya que estás solo te querría
preguntar una cosa que ha menguado
mi edad creciendo la desdicha mía.
Dime, Felipe, ¿no te da cuidado
ser sobrino de un rey, nieto de un conde360
de Barcelona, y verte en este estado?
¿No te pregunta el alma cómo y dónde
naciste y te crïaste? ¿Ni el deseo
que vayas a saberlo te responde?
—fol. 141r→
¿Es posible que estés, como te veo,365
contento en una choza, humilde y pobre,
más bárbaro que el indio adusto y feo?
¿Ni sientas que te falte o que te sobre
el vestido, el sustento y la grandeza
que ya es razón que tu cuidado cobre?370
¿Es posible, Felipe, que la alteza
en que naciste no te mueve el alma
y fuerza a aborrecer tanta aspereza?
¿Cómo vives aquí, la mar en calma
de tantos generosos pensamientos,375
debiendo a tu valor corona y palma?
¿Aún no te dan primeros movimientos
del bien perdido y de la patria amada,
no habiendo en medio más que mar y vientos?
Emprende, ¡oh, gran Felipe!, una jornada380
a España antes que yo mi muerte vea
porque vea tu frente coronada.
Yo te crïe; mi corazón desea
restitüirte a España: ¿qué respondes?
FELIPE
Que no es posible, ¡oh, padre!, que amor sea.385
Y si es mi bien, ¿por qué el amor escondes
en palabras tan ásperas y esquivas?
Yo no conozco príncipes ni condes:
solo le pido a Dios, Lauro, que vivas
y que te sirva yo como lo debo.390
¿Por qué razón de ti, señor, me privas?
LAURO
Como te veo próspero mancebo,
gallardo, generoso y tan valiente
que pueden envidiarte Marte y Febo;
y veo que mi casa pobremente395
regala y sirve tu valor, Felipe,
quisiera verte en un lugar decente;
porque por más que Lauro se anticipe,
¿qué puede darte? Aquí todo es pobreza.
FELIPE
¿Decislo porque acaso no disipe400
la hacienda vuestra, Lauro?
LAURO
Esa aspereza
no la merece, hijo, el amor mío:
a lágrimas obligas mi terneza.
Nunca te he visto, ingrato, ese desvío:
me ha parecido mal en tantos bienes405
—fol. 141v→
como el cielo te dio.
FELIPE
Fue desvarío:
deja, padre, las lágrimas, que vienes
muy viejo aquesta tarde y no querría
que pienses mal de quien por hijo tienes.
Ni el cetro, el reino ni la patria mía410
me dan cuidado; porque más te quiero
que a todo el oro que el Oriente cría.
Las coronas, llegado el fin postrero,
vemos en calaveras descarnadas
con risa y ambición del heredero.415
Yo precio, padre, más mirar colgadas
vuestras paredes de esos paños viejos
con figuras apenas divisadas
y, mientras asa Alcina dos conejos
muertos con mi arcabuz en ese monte,420
escucharos un cuento y dos consejos,
que el palacio del sol que vio Faetonte.
Aunque en vez de aquel carro y los caballos
fuera donde el veloz Belorofonte,
¿qué crïados, amigos y vasallos425
como estos verdaderos labradores
que pueden muchos reyes envidiallos?
Aquí las aves y las varias flores
son músicas y alfombras de la mesa
que se suele cercar de aduladores.430
Viva el señor que la ciudad profesa
entre solicitudes y cuidados
de la ambición que de inquietar no cesa;
yo entre aquestos robles y ganados,
donde solo murmuran arroyuelos,435
y no envidiosos de sufrir cansados...
LAURO
Hijo, bien sé que tratas mis consuelos,
pero ninguno para mí tan grande
como que traten de tu bien los cielos.
Bien puedes ir, y bien es que te mande,440
como padre, que a España des la vuelta
mientras la rueda en tus desdichas ande:
allá sabrás si acaso está revuelta
por la desgracia de tu hermosa madre,
que ya de la prisión estará suelta;445
sabrás si reina el Conde o si tu padre,
—142r→
y con lo que mejor te esté de todo
y a tus heroicos pensamientos cuadre,
podrás volverme a ver del propio modo,
y si es bonanza iré a vivir contigo,450
porque no te podré perder del todo.
FELIPE
De esa manera, padre, yo me obligo
ir y volver: no llores de esa suerte.
LAURO
Sabe Dios la piedad con que lo digo.
FELIPE
No te vayas, aguarda.
LAURO
El trance es fuerte:
455
a la noche hablaremos, Dios te guarde;
y a mí también para volver a verte,
puesto que estoy con tanta edad cobarde.
 

(Vase LAURO.)

 
FELIPE
No niego el justo deseo
que de veros tengo, España,460
puesto que en esta montaña
en mayor quietud me empleo;
más cuando imagino y veo
que nací en tanto valor:
él mismo obliga al honor465
para que veros procure
y que la vida aventure
a todo trance y rigor.
Pero si la madre mía
murió a manos de mi abuelo,470
y a mi padre quiso el cielo
castigar el mismo día
para ver la tiranía
de un hombre sin esperanza
de poder tomar venganza:475
no me parece cordura;
que para más desventura
no es discreta la mudanza.
 

(Entre ROSAURA.)

 
ROSAURA

 ([Aparte.] 

Sin licencia de mi madre,
el sol he venido a ver480
como quien viene a saber
nuevas de su mismo padre;
que puesto que no me cuadre
según ella me aconseja,
su vista, porque me deja485
de tanta luz abrasada,
el mismo fuego me agrada
y es mayor cuando se aleja.
No puedo sin él vivir;
sin él no acierto a comer:490
gran cosa debe de ser,
pues no me deja dormir.
Pero tanto resistir
de Teodosia en que no vea
quien tanto el alma desea:495
no puedo saber lo que es;
pero sabrelo después
que de esperiencia lo crea.
Dice que haciendo los dedos
una cruz huirá de mí500
como demonio; y que ansí
perderé todos mis miedos.
Los ángeles se están quedos
si este con la cruz lo está
y en viéndola no se va:505
que es ángel es testimonio.
Y si se fuere, es demonio.
¡Vade! ¡Cruz: formela ya!
¡Por el cielo soberano!,
que se está quedo y compuesto510
—fol. 142v→
con haberle la cruz puesto
a los ojos con la mano:
él es ángel, esto es llano.
Mas no la debió de ver:
quiero llamalle y hacer515
a un tiempo la cruz; veamos
si acaso nos engañamos,
que pienso que puede ser.)
¡Hola, hola!
FELIPE
¿Quién me llama?
ROSAURA
¡Cata la cruz!
FELIPE
¡Santo Dios!
520
ROSAURA
¿Hüis? Demonio sois vós.
FELIPE

 ([Aparte.] 

Mas, ¿dónde voy, si me infama
el verme sola una rama
deste monte? Sacar quiero
de la vaina el blanco acero.)525
¡Aquí estoy, monstruo crüel!

 [Aparte.] 

Puesto que me espanto dél,
morir o matarle espero.
ROSAURA
¡Cata la cruz!
FELIPE
Eso fuera
justo decírtelo a ti.530
¿Pero tú, demonio, a mí?
ROSAURA
Ángeles, pues ¿qué me espera?
FELIPE
¿Quién eres, hermosa fiera,
que, acercándome a tu cara,
la mano y la espada para?535
¿Eres demonio o mujer?
Que todo lo puede ser
una hermosura tan rara.
ROSAURA

 [Aparte.] 

Basta que habla como yo
y bien lo que dice entiendo.540
FELIPE

 [Aparte.] 

Si es aqueste el monstruo horrendo,
el temor os engañó;
que yo sé que no formó
la sabia naturaleza
monstruo de tanta belleza.545
ROSAURA

 [Aparte.] 

Más cerca al sol he mirado
y antes el fuego he templado
en su hermosa gentileza.
FELIPE

 [Aparte.] 

¿Este llaman en Hungría
animal? O ellos son tales,550
o tú de los celestiales
que pinta el astrología:
que habiendo estrellas en ti
eras animal del cielo.
ROSAURA

 [Aparte.] 

Ya su fuego y ya su yelo555
poco a poco siento en mí;
pero es con una blandura
que si de aquí se ausentara
sospecho que me matara
la falta de su hermosura.560
FELIPE
Desvía bien los cabellos,
pues no vengo a hacerte daño:
será el rostro desengaño
de lo que temo por ellos.
Déjate ver sin temor.565
ROSAURA
Sí haré, si te dejas ver.
FELIPE
¿Eres, por dicha, mujer?
ROSAURA
Quien a ti te tiene amor,
¿cómo en el mundo se llama?
FELIPE
Mujer.
ROSAURA
Pues eso seré.
570
FELIPE
¿Pues tiénesme amor?
ROSAURA
No sé
qué es lo que tiene quien ama.
Dímelo tú y, si conforma
con lo que siento en mi pecho,
sabré si es amor.
FELIPE
Sospecho
575
que es el amor desta forma:
   mirar por acidente y agradarse,
y al alma por los ojos imprimirse;
y tanto más a su memoria unirse
cuanto procura el alma desvïarse.580
   En esto los sentidos conformarse
y no poder, queriendo, divertirse
y, hasta que vienen todos a rendirse,
—fol. 143r→
en tales pensamientos regalarse.
   Tener por centro, por descanso y gloria585
la sujeción del alma a tanta pena,
y adorar por favores los desdenes.
   Perder de todo punto la memoria,
colgar la vida en voluntad ajena:
esto es amor; tú sabes si le tienes.590
ROSAURA
¡Notable cosa es amor
como aquí me lo has pintado!
FELIPE
Esto llaman su cuidado,
su deseo y su temor.
ROSAURA
Ya lo que siento prevengo.595
FELIPE
Tu pecho de aquí lo arguya.
ROSAURA
¡Óyeme, por vida tuya,
porque sepas si le tengo!
   Yo vi, yo me admiré; mas de admirarme
nació un regalo en que sentí perderme;600
los sentidos hallé como el que duerme
sin poder la memoria despertarme.
   Sentí notable pena en ausentarme;
y, ausente, sólo pudo entretenerme
imaginando en la presencia verme605
que pudo entristecerme y alegrarme.
   Mil esperanzas a mi pena ofrezco:
con todas estoy bien, y mal conmigo;
en un punto me alegro y entristezco.
   Huyo de la razón y el gusto sigo:610
esto siento, esto tengo, esto padezco;
si esto es lo más de amor, lo menos digo.
FELIPE
No lo has pintado muy mal:
tu traje encubre el valor.
ROSAURA
¿Quién pudiera sino amor615
enseñar un animal?
FELIPE
¿Dónde naciste?
ROSAURA
¿Yo? Aquí.
FELIPE
¿De quién?
ROSAURA
De otra como yo.
FELIPE
Sí, pero ¿quién te engendró?
ROSAURA
El sol.
FELIPE
¿El sol?
ROSAURA
Mi bien, sí.
620
FELIPE
El sol y el hombre, dirás.
ROSAURA
¿Qué es ‘hombre’?
FELIPE
Yo.
ROSAURA
¿Tú eres hombre?
FELIPE
Ese es mi ser y mi nombre.
ROSAURA
Ya te voy queriendo más.
¿Luego mi madre no pudo625
del sol engendrarme a mí?
FELIPE
No; ni el sol ni ella sin mí.
ROSAURA
Sin duda es verdad que dudo...
Y si yo quisiese hacer
otra yo que esté conmigo,630
¿querrá el sol venir contigo?
FELIPE
Si no llueve podrá ser.
ROSAURA
Pues buscar un día claro.
FELIPE

 ([Aparte.] 

¡Oh, varia naturaleza!
¿Que dieses tanta belleza635
a un monstruo? ¡Milagro raro!
Esta, sin duda, ha nacido
de aquel primero animal;
—fol. 143v→
y amor, pasión natural,
la debe de haber rendido.)640
Dime, ¿hasme visto otra vez?
ROSAURA
Yo te vi una siesta ardiente
bañar en aquella fuente,
y todo el cielo es juez;
que fue mucho resistirme,645
de no hablarte sin temor;
mas un no sé qué mayor
me tuvo dudosa y firme.
¿Sabes tú cómo se llama
lo que a la mujer detiene?650
FELIPE
Vergüenza, porque conviene
mucho a toda honesta dama.
En fin, ¿te parezco bien?
ROSAURA
Me enloqueces.
FELIPE
Pues reporta
ese amor; porque te importa655
que yo te quiera también.
ROSAURA
Luego, cuando una mujer
quiere a un hombre, ¿no sucede
lo mismo al hombre?
FELIPE
Bien puede
el hombre no la querer.660
ROSAURA
¿Cómo no? Di la razón.
FELIPE
Querer otra.
ROSAURA
¿Y dónde está
esa otra?
FELIPE
Él la tendrá
primero en el corazón.
ROSAURA
Luego, ¿tú puedes querer665
otra mujer?
FELIPE
Bien podría.
ROSAURA
Desdichada suerte mía...
FELIPE
Ya no tienes que temer,
que yo te quiero en estremo.
Mas di: ¿dónde te he de hallar?670
ROSAURA
En este mismo lugar.
FELIPE
Voces dan: tu vida temo.
Quédate escondida aquí.
Iré a ver lo que es; mas quiero
saber tu nombre primero.675
ROSAURA
Rosaura.
FELIPE
¿Rosaura?
ROSAURA
Sí.
Dime el tuyo.
FELIPE
Yo me llamo
Felipe.
ROSAURA
¿Vendrasme a ver?
FELIPE
Pues no.
ROSAURA
Y aquella mujer
otra que tanto desamo,680
¿quiéresla bien?
FELIPE
No, por Dios;
que por ti me abraso y ardo.
ROSAURA
Pues, Felipe, aquí te aguardo.
FELIPE
Ya nos veremos los dos.
 

(Vase FELIPE.)

 
ROSAURA
   Bellísimo animal parece el hombre;685
ninguno he visto que me agrade tanto:
ya por su ausencia me provoco a llanto,
que no hay vergüenza que mi pecho asombre.
   Dame licencia que te llame y nombre,
Felipe mío; pues si a ver levanto690
la vista al monte, todo causa espanto
si no es el eco de tu dulce nombre.
   ¡Felipe!, ¡hola Felipe! Por los cielos
que aquella otra le detiene y tiene
entre los brazos, y esto llaman celos.695
   Pues otra: que le dejes te conviene;
que iré a matarte si me dan recelos
que por otra hermosura se detiene.
 

(Entra SILVANA, labradora.)

 
SILVANA
Todas se fueron sin mí
por no querer esperarme:700
pues a fe que he de vengarme.
—fol. 144r→
Temblando voy por aquí...
Estaban cogiendo flores
las zagalas del aldea:
plega a Dios que mejor sea705
la siesta que mis temores.
Contaban del animal
que ha vuelto al monte de nuevo,
y que ayer con un acebo
dejó tendido a Pascual.710
Y que a no entrarse Velardo,
vestido, dentro del río,
pagara su desvarío
como Riselo y Pinardo.
Y con el miedo se huyeron;715
y en el monte me dejaron,
tan a prisa, que dejaron
las más flores que cogieron.
Dios me libre de topar
con la fiera hasta el aldea.720
ROSAURA
No acabo de ver qué sea,
ni sé si acierto en llegar;
pues este animal no es hombre:
animal es diferente,
porque la barba y la frente725
muestran su diverso nombre.
La que Felipe tenía
era con ciertos cabellos,
y en esta no hay señal dellos:
solo como yo los cría.730
A mí tiene semejanza;
pues quiero llegar: ¿quién eres?
SILVANA
¡Ay, triste!
ROSAURA
Ya no hay qué esperes
si no es morir tu esperanza.
Di presto el género tuyo:735
¡di qué animal!; ¡presto, acaba!
SILVANA
Muerta soy, yo soy tu esclava:
aquí estoy, que no me huyo.
No soy la que te ofendí:
otra soy.
ROSAURA
¿Otra?
SILVANA
Sí, a fe.
740
ROSAURA

 ([Aparte.] 

Notable dicha, a otra hallé.)
¿Que tú eres otra?
SILVANA
Yo sí.

 [Aparte.] 

Que no soy la que ella piensa:
otra soy muy diferente.
ROSAURA
Mi muerte tengo presente745
y la causa de mi ofensa.
¿Conoces al animal
más bello y hermoso aquí?
SILVANA
¿Qué nombre?
ROSAURA
Felipe.
SILVANA
Sí.
ROSAURA
No lo niega, ¡hay cosa igual!750
La vergüenza que decía
Felipe aquesta perdió
desde que le vio y habló:
más fue la vergüenza mía.
Dime, otra, desdichada:755
¿quién es Felipe?
SILVANA
Un mancebo,
hijo de Lauro y de Febo,
Dafne en laurel transformada;
vive en una casería
que no está lejos de aquí.760
ROSAURA
¿Quiéresle tú bien?
SILVANA
Yo sí;
que le ha crïado mi tía.
ROSAURA
¿Quién dices?
SILVANA
Otra mujer.
ROSAURA
Luego, ¿hay más otras allá?
SILVANA
Tan lleno el lugar está765
que no se pueden valer.
ROSAURA
Muerta soy, Felipe ingrato,
pues que tantas otras tienes:
poco haré, pues que no vienes,
si una de tantas te mato.770
¿Cómo te juntas, traidora,
con Felipe?
SILVANA
Eso es notorio...
Ánimas de Purgatorio:
¡libradme, valedme agora!
ROSAURA
¿Dime en qué tiempo?
SILVANA
Las fiestas
775
en el baile.
ROSAURA
¿Qué es el baile?
SILVANA
El corro.
ROSAURA
Ve luego y traile.

 (Dele unas castañuelas.) 

SILVANA
Mire con aquestas puestas...
Nos ajuntamos los dos
y nos hace el son Benito.780
ROSAURA
Muestra.
SILVANA
San Antón bendito:
cegalda.
ROSAURA
¿Con esto?
SILVANA
¡Ay Dios!
—fol. 144v→
Con aquestas en las manos
y andar de aquí para allí.

 [Aparte.] 

¡Oh si la engañase ansí!785
ROSAURA
Por los cielos soberanos,
Otra, que no has de vivir.

 (Péguela.) 

SILVANA
¡Ay, que me mata!
ROSAURA
No quiero
que bailes cuando yo muero
con quien me obliga a morir.790
 

(Entra TEODOSIA.)

 
TEODOSIA
¿Qué haces? ¿Por qué das muerte
a esta mujer?
SILVANA
¡Ay de mí!
ROSAURA
Que no es mujer; otra sí.
SILVANA
Desdichada fue mi suerte:
juntándose van salvajes.795
TEODOSIA
Vete, mujer.
SILVANA
Cielo santo,
valedme.
 

(Vase SILVANA huyendo.)

 
ROSAURA
No entiendo tanto
destos tan varios linajes
como tú. Mas yo sé bien
que, con dejarla ausentar,800
das a Felipe lugar
para que juntos estén.
TEODOSIA
¿Qué Felipe?
ROSAURA
Ansí se llama
el sol que contigo habló;
y que es hombre me contó,805
y que adora, quiere y ama
a las otras de su aldea,
y esta es una.
TEODOSIA

 ([Aparte.] 

¡Triste yo!)
¿Hablaste con alguien?
ROSAURA
No,
que no sé lo que ‘alguien’ sea.810
Pero con Felipe sí,
que es bellísimo animal.
TEODOSIA
¿Qué Felipe?
ROSAURA
¡Hay cosa igual!
El que me engendró de ti.
TEODOSIA

 [Aparte.] 

Esta habló con algún hombre.815
ROSAURA
Sí madre: el que vi en la fuente.
Habla en él, que estando ausente
solo me alienta su nombre.
TEODOSIA
Si le hicieras apartada
la cruz...
ROSAURA
No, no, madre mía;
820
ya hice cuantas podía,
mas no aprovechó de nada.
Es ángel, que no es demonio;
no ha de hüir, estase quedo.
TEODOSIA
¿Que no le tuviste miedo?825
ROSAURA
¿No ve claro el testimonio?
Hablele, hablome en amor;
díjome lo que sentía,
y es que, como en mí vivía,
sabe mis cosas mejor.830
Que se juntase conmigo,
y con el sol, le rogué.
TEODOSIA
¿Juntose?
ROSAURA
No, que se fue,
y con el alma le sigo.
Díjome que me quería835
si otra no se lo estorbase;
y como sola quedase,
quiso la ventura mía
que viniese este animal;
y dijo que se llamaba840
Otra y a Felipe amaba.
¿Viste atrevimiento igual?
Cogila de los cabellos,
y si no vienes...
TEODOSIA
¿Qué has hecho,
traidora?
ROSAURA
¡Ay madre!, en el pecho
845
tengo aquellos ojos bellos
como dos duras espinas:
o me los haga sacar
o mañana me ha de hallar
por fruta destas encinas.850
TEODOSIA
¡Ay Rosaura!, que has de ser
mi ruïna y perdición;
y pues ya tu inclinación
te dice que eres mujer:
advierte que ese animal855
es hombre, y que ha de obligarte
a perder la mejor parte
—fol. 145r→
de una mujer principal.
Mira que es gran deshonor
sujetarse a un hombre ansí.860
ROSAURA
Pues, madre, remedie en mí
esto que llaman amor
o dígame de qué modo
ella por hija me tiene.
TEODOSIA
Eso por sus tiempos viene;865
que el tiempo lo ordena todo.
Hay unos hombres que llaman
maridos, y este fue el mío;
que es deshonra y desvarío
en las que los otras aman.870
ROSAURA
Pues, madre, ¿no puede ser
marido aquel que yo vi?
TEODOSIA
Cuando llegue el tiempo sí;
y tú serás su mujer.
ROSAURA
Haga cuenta que es llegado.875
TEODOSIA
Sí, pero en mujer de honor
es bajeza y deshonor
mostrar amor declarado.
En las leyes del querer
es el hombre el que ha de amar;880
porque es, llegar a rogar,
gran bajeza en la mujer.
ROSAURA
Toda esa ley está errada.
TEODOSIA
No digas tan gran locura.
ROSAURA
Adonde está la hermosura885
ha de ser solicitada.
Si no puede la mujer
sin el marido pasar:
claro está que ha de rogar
la que más ha menester.890
TEODOSIA
Ha dado naturaleza
al hombre más perfeción;
y, por la misma razón,
a la mujer más belleza.
Y como proceden dellas895
guárdanlas ese respeto.
ROSAURA
Pues si el hombre es más perfeto,
¿cómo son ellas más bellas?
¿No es la beldad perfeción?
TEODOSIA
Gente siento: espera, iré900
a verlo; y después daré
a tu pregunta razón.
 

(Vase TEODOSIA.)

 
ROSAURA
Aunque más razón me deis,
seguiré mi natural
que me enseña a amar mi igual:905
por eso no os descuidéis;
que es muy colérico amor
y no da espacio a la fe.
 

(Entre FELIPE.)

 
FELIPE
Pienso que aquí la dejé,
entre esta retama en flor.910
ROSAURA
¡Felipe!
FELIPE
¡Rosaura mía!
Mucho he sentido tu ausencia...
ROSAURA
Y yo perdí la paciencia
de ver que te detenía
la crüel otra, tu dama;915
mas una dellas cogí
y me ha vengado de ti.
FELIPE
Verdad es que otra me ama;
mas no la quiero querer,
después, mi bien, que te vi.920
ROSAURA
Yo hablé con mi madre aquí,
y dice que soy mujer
y que puedo con mi honor
quererte como a marido:
¿dice verdad o ha mentido?925
FELIPE
Es el más perfeto amor
y sin ofensa del cielo:
en todo dice verdad.
ROSAURA
Hoy veré tu voluntad.
FELIPE
Di lo que quieres.
ROSAURA
Direlo:
930
ruégame como que quieres
que me rinda si te escucho;
que dizque esto importa mucho
al honor de las mujeres.
—fol. 145v→
Y seré yo tu mujer935
y tú serás mi marido.
FELIPE
Digo que muy justo ha sido;
que el servir, el pretender
y el rogar es para el hombre;
y así te ruego me quieras.940
ROSAURA
Y aunque tú no lo dijeras
y se infamara mi nombre,
me rindiera a ti: yo soy
tu mujer.
FELIPE
Yo tu marido.
ROSAURA
Mas una cosa te pido945
ya que a tu servicio estoy.
FELIPE
Dilo.
ROSAURA
Que no has de querer
a otra más en tu vida.
FELIPE
Tú sola serás querida
como mi propia mujer.950
Mas también quiero avisarte
que a otro no quieras bien.
ROSAURA
Luego, ¿hay más otros?
FELIPE
También.
ROSAURA
¿Adónde?
FELIPE
En cualquiera parte.
ROSAURA
No hayas miedo que a otro quiera.955
FELIPE

 [Aparte.] 

No se usara por allá
esta llaneza.
[VOCES]

 (Dentro.) 

Aquí está
aquella espantosa fiera:
prevenid las armas presto.
 

(Salen los villanos con diversas armas.)

 
VELARDO
Ve tú delante, Silvana.960
ROSAURA
¿Qué es esto?
FELIPE
Gente aldeana
que armada ocupa este puesto:
¿si vienen en busca tuya?
TIRSO
Llegad todos, que aquí está.
FELIPE
Villanos, teneos allá.965
GIL.3
Téngase él, por vida suya.
FELIPE
Ponte aquí detrás de mí,
que temo que han de matarte.
ROSAURA
¿Subireme en alta parte?
FELIPE
Sube y espérame allí.970
RISELO
Apártate, Felipe; que no es justo
que un animal tan pernicioso y malo
defiendas, con tu espada, de esa suerte.
FELIPE
Yo sé que no es razón que le deis muerte.
TIRSO
¿Cómo que no es razón? Quítate digo975
o vive Dios...
FELIPE
Villano, ¿tú amenazas
un hombre como yo?
SILVANA
Mientras defiendes
que lleguen con las armas, ya la fiera
entre las peñas se escondió ligera.
RISELO
No has tenido razón; pero nosotros980
la culpa hemos tenido por tenerte
respeto que en aquesto no mereces:
¡Afuera!, digo. Y tras la fiera vamos,
que quien defiende un monstruo no es cristiano.
FELIPE
¡Tente, Riselo!; y mira que la fiera985
no es animal sino mujer.
RISELO
¡Aparta!,
que si fuera mujer no maltratara
a las mujeres con rigor tan fiero.
TIRSO
Pasad todos por fuerza, aunque no quiera.
FELIPE
¡Tente, Riselo, digo!
RISELO
¡Pasar tengo!
990
—fol. 146r→
¡Ay, muerto soy!
FELIPE
¡Ya te avisé primero!
VELARDO
¿Muerto Riselo?
SILVANA
¡Sí!
VELARDO
¡Fuera! ¡Dispara,
Tirso, aquese arcabuz!
FELIPE
¡Teneos, villanos!
TIRSO
¡Que no hay «teneos»! ¡Date a prisión luego
o el arcabuz disparo!
FELIPE
¡Tente, espera!
995
SILVANA
¡O le prended o muera!
TIRSO
¡Muera, muera!
FELIPE
Amigos, yo me doy por preso. En todo
fue Riselo culpado.
TIRSO
¡Rinde luego
las armas!
FELIPE
Que se rinda un hijo de un hidalgo
a un tropel de villanos... ¡Gran bajeza!1000
TIRSO
¡Vaya preso a la cárcel!
VELARDO
¡Vaya preso!
SILVANA
¡Mal haya mi venganza!
FELIPE
¡Hay tal suceso!
 

(Vanse y llévanle preso; y baja ROSAURA.)

 
ROSAURA
Preso dicen que le llevan:
sin duda a matarle van.
¿Mis fuerzas adónde están?1005
¿Estos dejo que se atrevan
a la muerte que le dan?
¿Esta es la dura fiereza
que me ha dado esta aspereza
y el nacer desta montaña?1010
¿Ansí el amor me acompaña
debido a tanta belleza?
Altos robles que me vistes,
aunque en fuerzas desiguales,
despedazar animales1015
entre estos cipreses tristes
que hoy muestran blancas señales:
¿no os avergoncéis de ver
que me llamase mujer
de un hombre que es mi marido,1020
y que le lleven rendido
a morir y a padecer?
Claras cristalinas fuentes,
a quien yo las vedrïeras
teñí de vuestras corrientes1025
con la sangre de las fieras,
destos montes eminentes,
¿cómo no me murmuráis
entre el agua que lleváis,
que dejé a cuatro villanos1030
llevar atadas las manos
del ángel por quien lloráis?
Afuera, vil corazón,
seguirle quiero, y libralle
o morir en la prisión;1035
la libertad quiero dalle,
que me dio en esta ocasión.
Aguarda, Felipe, espera,
no digas, ni Dios lo quiera,
que fui mujer en amarte,1040
cobarde amigo en dejarte
y en irme a los montes fiera.
 

(Váyase, y entren los villanos y un ALCALDE y LAURO.)

 
ALCALDE
¡Ponedle bien la cadena!
LAURO
Haced, señores, justicia:
pero sea con templanza,1045
si el ser quien soy os obliga.
TIRSO
Vós habéis crïado un hijo,
cual tenga el diablo la dicha,
que por librar una fiera
mató al mejor de la villa.1050
¿Qué templanza han de tener?
FELIPE
Padre, dejad por mi vida
—fol. 146v→
que hagan lo que quisieren.
LAURO
No hay rigor, furia y malicia
como la de un vulgo airado.1055
SILVANA
¿Malicia es bien que se diga
matar al pobre Riselo?
LAURO
Silvana, si tú codicias
la muerte del hijo mío
que en los brazos de tu tía1060
se ha crïado tantos años,
y es bien que tú le persigas:
acaben, pues que tú quieres,
su vida y la triste mía.
SILVANA
Lauro, yo tengo razón;1065
y, si tú la causa miras,
verás que es poco el rigor.
FELIPE
Padre, ¿tú a rogar te inclinas
unos villanos como estos?
ALCALDE
¡Qué bien nos templa la ira!1070
Pues voto al sol que ha de ir,
encima de una pollina,
con catorce arcabuceros
y, de hierro, ochenta libras,
a la Corte antes de un hora;1075
que no ha de estar en la villa.
LAURO
Hacienda tengo: no importa;
y cuando no, el rey de Hungría
sabrá quién es el mancebo:
que es lo mejor de Castilla,1080
que Felipe es español...
FELIPE
Detente, padre; no digas
cosa que me importa tanto:
antes me quiten la vida.
 

(Entre ROSAURA con un bastón.)

 
ROSAURA
Pasos cuyo atrevimiento1085
justamente el amor guía:
llevadme a librar el alma
entre bárbaros cautiva.
No diga jamás mi esposo
que fui cobarde y fingida,1090
pues su vida no defiendo
cuando él defiende la mía.
¡Hombres, dejad a Felipe!
TIRSO
Cielos, ¿no es la fiera misma
que buscamos en el monte?1095
ROSAURA
Soy a lo menos su hija.
¡Dadme mi esposo, villanos!
ALCALDE
¡Cercadla, tenedla, asidla!
Muera, o si fuese posible,
cogedla para el Rey, viva.1100
VELARDO
¡Ay, que me ha descalabrado!
FELIPE
Rosaura, señora, amiga,
esposa, ¡ay Dios!, ¿quién pudiera
favorecerla?
TIRSO
¡Desvía,
que con aqueste arcabuz1105
presto haré yo que se rinda!
FELIPE
¡Date, mi bien, date presto!;
¡ríndete, Rosaura mía!
ROSAURA
¿Quieres que muera?
FELIPE
Eso no.
ROSAURA
Pues, ¿qué me mandas?
FELIPE
Que vivas.
1110
ROSAURA
¿Harete gusto en vivir?
FELIPE
Tanto como en darme vida.
ROSAURA
Pues yo me rindo.
ALCALDE
¡Prendedla!
LAURO
¡Cielos!, ¿qué nuevas enimas
son estas en que me veo?1115
FELIPE
Padre y señor, no te aflijas.
LAURO
¿Dónde viste aquesta fiera?
ROSAURA
Tú lo sabrás algún día.
ALCALDE
¡Gran ventura hemos tenido!
Desta vez a nuestra villa1120
hará el Rey grandes mercedes.
VELARDO
¿No ves que es la fiera chica
y que allá queda la grande?
ALCALDE
No importa; yo sé que estriba
toda la paz desta tierra1125
en que a Dios y al Rey se sirva
con llevársela en prisión.
TIRSO
Mas que quiere el Rey que viva
atada en los corredores.
VELARDO
¡Vendrá a verla toda Hungría!1130
ALCALDE
¡Vaya, Felipe, con ella!
  —fol. 147r→  
VELARDO
En un potro harán que diga
adónde queda su madre.
LAURO
Felipe, ¿es esta tu hija?
FELIPE
Mi hija, señor, pues ¿cómo?1135
LAURO
¡Ah, cielos! ¿Tantas fatigas
para mi vejez guardabas?
ROSAURA
¡Felipe!
FELIPE
¡Rosaura mía!
ROSAURA
Por ti no temo la muerte.1140
FELIPE
Por ti no estimo la vida.