|
Suena dentro la MÚSICA y mientras se canta se
abre en lo alto de un carro una gruta y sale de ella el
HOMBRE, vestido de pieles,
como escuchando con admiración.
|
MÚSICA |
Venid, venid, peregrinos, |
|
venid, venid, que este
año |
|
la puerta se abre que estuvo
cerrada |
|
por tantas edades, por siglos tan
largos; |
|
y pues que la vida es jornada de
todos, |
5 |
felices aquellos que
peregrinando |
|
merezcan que el año reparta
con ellos |
|
la acción de piadoso, el
renombre de Santo. |
|
|
|
HOMBRE |
Rásguese las
entrañas |
|
el centro que en sus bóvedas
me encierra, |
10 |
primer prisión de la fortuna
mía, |
|
y entre las dos
campañas |
|
del cielo y de la tierra, |
|
a la voz desta métrica
armonía, |
|
salga a gozar la breve edad del
día, |
15 |
símbolo de mi edad, pues
cuando nace |
|
de ansias el Hombre, y de miserias
lleno, |
|
bien como el día, de uno en
otro seno, |
|
tránsito es el que hace |
|
con vida tan escasa |
20 |
que de un sepulcro a otro sepulcro
pasa. |
|
Dígalo yo, que apenas |
|
miro del sol la lumbre |
|
desde el umbral de mi primer
destino, |
|
cuando de horrores llenas, |
25 |
hallo en las quiebras de una y otra
cumbre |
|
el precipicio aun antes que el
camino. |
|
Sin elección, sin tino |
|
nazco, y sin que comprenda |
|
mi natural deseo, |
30 |
de dos sendas que veo |
|
cuál es la mejor senda, |
|
para que llegue menos fatigado |
|
a ver el fin para que fui
criado. |
|
¡Oh, si de aquellas
voces |
35 |
los ecos repetidos, |
|
otra vez escuchara los
acentos, |
|
y halagando veloces |
|
la paz de mis sentidos, |
|
articularan otra vez los
vientos |
40 |
los humanos acentos, |
|
diciéndole a mi
engaño |
|
la voz de sus oráculos
divinos... |
|
|
|
MÚSICA |
Venid, venid, peregrinos, |
|
venid, venid, que este
año |
45 |
la puerta se abre que estuvo
cerrada |
|
por tantas edades, por siglos tan
largos. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Qué puerta
será aquella |
|
que hasta hoy se vio cerrada |
|
y hoy abierta convida al
peregrino? |
50 |
Mas, ¿qué duda mi
estrella, |
|
si desta voz guiada |
|
norte es vocal que me dirá
el camino? |
|
Pero entre dos, cuál es no
determino |
|
el que elijan mis ojos, |
55 |
que no sé cuál me
acerca o me desvía |
|
desta dulce armonía; |
|
uno de rosas es, otro de
abrojos: |
|
divina voz, si acaso por
despojos |
|
del cielo esos avisos me
estás dando, |
60 |
¿qué me quieres decir
por tales modos? |
|
|
|
MÚSICA |
Que pues que la vida es jornada de
todos, |
|
felices aquellos que
peregrinando |
|
|
|
ÉL y MÚSICA |
merezcan que el año reparta
con ellos |
|
la acción de piadoso, el
renombre de Santo. |
65 |
|
|
HOMBRE |
Que es jornada la vida, |
|
y difícil jornada, |
|
en razón natural la voz
previene; |
|
que tendrá apercebida |
|
buena o mala posada |
70 |
la sobrenatural previsto
tiene: |
|
luego elegir conviene |
|
destas dos sendas bellas |
|
la mejor, que no en vano |
|
el cielo soberano, |
75 |
para adestrar mis
güellas, |
|
naturales y sobrenaturales |
|
razones dio a mis bienes y a mis
males. |
|
Mas, ¡ay de mí! Mal
puedo |
|
aunque me veo ilustrado |
80 |
de alma y cuerpo, potencias y
sentidos, |
|
elegir yo sin miedo, |
|
que no nace enseñado |
|
el Hombre, y todos son pasos
perdidos |
|
cuantos da inadvertidos |
85 |
nuestro discurso humano |
|
sin impulso divino; |
|
¿no habrá quien a un
viador diga el camino, |
|
para bajar desde este monte al
llano? |
|
|
|
|
(Sale el ALBEDRÍO en lo alto
también.)
|
|
HOMBRE |
De ti me fío;
|
90 |
pero dime quién eres. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Fue tuya aquella voz que el
viento envía |
|
llamándome? |
|
|
ALBEDRÍO |
Llamar no es acción
mía;
|
|
el mover sí, tu afecto o tu
cuidado, |
|
a ir, o no ir adonde te han
llamado; |
95 |
y así, al ver cuán
triste estás |
|
cuando por dos sendas vas, |
|
vengo a que una elijas. |
|
|
HOMBRE |
Pues
|
|
¿cuál la que he de
seguir es? |
|
|
|
ALBEDRÍO |
La que te agradare más, |
100 |
que yo siempre que estuvieres |
|
entre dos dudas perplejo, |
|
convendré en la que
eligieres; |
|
y así, toma mi consejo |
|
y echa por la que quisieres, |
105 |
si bien, al ver que caminas |
|
entre halagos y rigores |
|
de zarzas y clavellinas, |
|
diré que pises las
flores |
|
primero que las espinas. |
110 |
Ven por aquí, que este ha
sido |
|
el camino más trillado. |
|
|
|
|
(Va bajando y delante el ALBEDRÍO.)
|
HOMBRE |
Sí haré, y haberle
elegido |
|
me tiene más bien
hallado, |
|
pero no menos perdido, |
115 |
que si aquella voz que
oí |
|
ha de llevarme tras sí, |
|
cuando esotra senda dejo, |
|
pienso que de ella me alejo |
|
todo lo que voy tras ti. |
120 |
|
|
ALBEDRÍO |
Pues ¿qué voz,
qué acento extraño |
|
oíste entre estos dos
caminos? |
|
|
|
HOMBRE |
Decía, si no me
engaño... |
|
|
|
ÉL y MÚSICA |
Venid, venid peregrinos, |
|
venid, venid, que este
año |
125 |
la puerta se abre que estuvo
cerrada |
|
por tantas edades, por siglos tan
largos. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Oye, que el eco llevando |
|
tu voz por más dulces
modos, |
|
no sé qué está
pronunciando. |
130 |
|
|
ÉL y MÚSICA |
Que pues que la vida es jornada de
todos |
|
dichosos aquellos que
peregrinando... |
|
|
|
ALBEDRÍO |
(En el tablado.)
|
Con admiración y
espanto |
|
oigo sus acentos bellos. |
|
|
|
HOMBRE |
Calla, que prosigue el canto. |
135 |
|
|
ÉL y MÚSICA |
Merezcan que el año reparta
con ellos |
|
la acción de piadoso, el
renombre de Santo. |
|
|
|
HOMBRE |
Ella es, ven tú ahora tras
mí. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Sí haré, que el
imperio mío |
|
no es forzar, inclinar
sí, |
140 |
y no fuera tu Albedrío |
|
a no sujetarme a ti, |
|
que aunque yo tan libre soy |
|
es para el arbitrio ajeno, |
|
no para el propio, y estoy |
145 |
dispuesto a ser malo o bueno, |
|
según aquel con quien
voy. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Descubres en la
región |
|
del mundo o poblado o gente? |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Sólo mira mi
atención |
150 |
a la orilla de una fuente |
|
un bellísimo
garzón |
|
peregrino. |
|
|
|
|
(Dentro el AMOR.)
|
AMOR |
Haced
|
|
hora en las siestas estivas |
|
los que camináis con
sed, |
155 |
que esta es fuente de aguas
vivas: |
|
llegad, llegad y bebed. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Con el agua te han brindado, |
|
ya sus voces, ya sus
señas. |
|
|
|
HOMBRE |
Al primer paso que he dado |
160 |
agua me ofrecen las
peñas |
|
con que lave mi pecado. |
|
¡Oh tú, hermoso
serafín, |
|
que ilustrando este horizonte |
|
parece que a su confín |
165 |
has trasladado a otro monte |
|
las fuentes de Rafidín, |
|
bellísimo peregrino... |
|
|
|
|
(El AMOR de
peregrino.)
|
|
HOMBRE |
Lo que pregunto
|
|
es dónde va este
camino. |
170 |
|
|
AMOR |
Éste y todos van a un
punto. |
|
|
|
|
|
HOMBRE |
No imagino
|
|
cómo siendo varios ir |
|
a un punto puedan. |
|
|
AMOR |
Con ver
|
|
que la jornada es vivir, |
175 |
la primer patria nacer |
|
y la posada morir. |
|
|
|
HOMBRE |
Pues ¿cómo es posible
estén |
|
varias las sendas, si infieren |
|
a los ojos que las ven |
180 |
un fin? |
|
|
AMOR |
Como todos mueren
|
|
y no todos mueren bien. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Y qué senda es la
mejor? |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
HOMBRE |
Es error
|
|
pensar que Amor, siendo ciego, |
|
guíe bien. |
|
|
AMOR |
No es, que no soy
|
|
Amor de lascivo fuego. |
190 |
|
|
|
AMOR |
Amor que amando voy
|
|
a Dios y al prójimo
luego. |
|
|
|
HOMBRE |
Aun por eso, peregrino |
|
eres. ¿Dónde es tu
camino? |
|
|
|
AMOR |
A la ciudad militante |
195 |
que, corte de la triunfante |
|
Jerusalén, imagino |
|
hallar sus puertas abiertas, |
|
ya que cerradas sus puertas |
|
estuvieron hasta aquí. |
200 |
|
|
|
|
HOMBRE |
Suplícote que me
adviertas |
|
de qué puertas esas
son. |
|
|
|
AMOR |
Son las Puertas del
perdón. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Y quién sabe donde
están? |
205 |
|
|
AMOR |
La Apocalipsi de Joan |
|
en su celestial Sión. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
HOMBRE |
Saber intento
|
210 |
de qué suerte. |
|
|
|
|
AMOR |
Oye atento.
|
|
Que es el hombre peregrino |
|
en su patria, pues el centro |
|
de la tierra, que le engendra |
215 |
en sí le tiene violento |
|
hasta que vuelve a cobrarle, |
|
cuando, en cenizas resuelto, |
|
entrañas que fueron
cuna |
|
le sirven de monumento, |
220 |
que es el hombre peregrino |
|
en su patria, a decir vuelvo, |
|
principio tan asentado |
|
es de todos, que no tengo |
|
necesidad de probarle |
225 |
con ociosos argumentos, |
|
supuesto que con mi voz |
|
antes de ahora lo dijeron |
|
Job en sus lamentaciones, |
|
Jeremías en sus Trenos, |
230 |
y con David en sus Salmos |
|
Salomón en sus
Proverbios; |
|
y así, pasando a la
causa |
|
de ser peregrino, intento |
|
explicarla, y es que como |
235 |
el Hombre vive compuesto |
|
de cuerpo y alma, en quien
siempre |
|
batallan los dos extremos |
|
de la materia y la forma, |
|
con lo caduco y lo eterno, |
240 |
siempre en doméstica
lid |
|
viven los dos, porque siendo |
|
él un rústico
villano, |
|
hijo del polvo y del viento, |
|
y ella un espíritu
noble, |
245 |
nacida en mejor imperio, |
|
mal avenidos y mal |
|
hallados y descontentos, |
|
porfían a desatarse |
|
él del yugo que le han
puesto |
250 |
y ella de las ataduras |
|
de las cárceles del
cuerpo, |
|
de cuya desigualdad |
|
nace el encontrado afecto |
|
que los tray siempre de paso |
255 |
anhelando y pretendiendo |
|
de aquella vital unión |
|
romper los impedimentos, |
|
él por volverse a la
tierra, |
|
y ella por volverse al cielo, |
260 |
con lo cual, siendo la vida |
|
peregrinación, pasemos |
|
de una vez a qué camino |
|
es el mejor y más
cierto. |
|
Piensa el hombre cuando nace, |
265 |
o cuando empieza, a lo menos, |
|
formando entes de razón |
|
a obrar con entendimiento, |
|
que nace a emplear su curso |
|
solo en el uso de aquellos |
270 |
oficios a que le llama |
|
la vocación de su
genio; |
|
pues no, que ni el César
mismo |
|
nace solamente a serlo, |
|
el señor a ser
señor, |
275 |
a lucir el caballero, |
|
el soldado a dar vitorias, |
|
el ministro a dar consejos, |
|
el estudioso al aplauso, |
|
el político al
gobierno, |
280 |
el oficial al sudor, |
|
ni el mendigo al desconsuelo: |
|
todos nacen a otro fin, |
|
que es, si le examinan
cuerdos, |
|
servir a Dios y gozarle. |
285 |
Servirle dije primero, |
|
porque, para amar gozando, |
|
se ha de merecer sirviendo; |
|
y siendo así que este
solo |
|
es el principal empleo |
290 |
de la vida, y los demás |
|
acesorios a éste, vemos |
|
que es al que menos acuden |
|
los mortales, no advirtiendo |
|
que el que les importa
más |
295 |
es al que se aplican menos. |
|
Tú, pues ya que tan
desnudo |
|
naces al conocimiento |
|
desta verdad, solicita |
|
abandonar los pretextos |
300 |
de humanas comodidades, |
|
y ya que naces a tiempo |
|
que llueve el cielo el
rocío |
|
de sus piedades, cubriendo |
|
no de cándido
manná |
305 |
las campañas del
desierto, |
|
sino de lo figurado |
|
en él, pues con más
misterio, |
|
dando luces a las sombras, |
|
se ve en otro blanco velo, |
310 |
que, lloviéndose a
prodigios, |
|
se está agotando a
portentos, |
|
procura cogerle antes |
|
que corrompido y deshecho |
|
te le convierta en gusanos |
315 |
la flojedad de tu afecto. |
|
Todas las horas de quien |
|
están los días
compuestos, |
|
los días de quien
tejidas |
|
están las semanas,
siendo |
320 |
eslabones de los meses, |
|
como de los años ellos |
|
y los años de los
siglos, |
|
unidas partes del tiempo, |
|
todos los bendijo Dios. |
325 |
Santos son, yo lo confieso; |
|
pero tal vez se le
añaden |
|
por celestiales decretos |
|
al siglo, año, mes,
semana, |
|
día y hora, privilegios |
330 |
tales, que pueden alzarse |
|
con la antonomasia, y siendo |
|
todos santos, haber uno |
|
con el renombre de serlo. |
|
Éste es el que vives,
éste |
335 |
es el que gozas, supuesto |
|
que es el año que la
puerta |
|
se abre del perdón,
haciendo |
|
franca la entrada, que estuvo |
|
cerrada por tanto tiempo. |
340 |
Preguntásteme cuál
era. |
|
Satisfacerte deseo |
|
si alcanzare a mi discurso |
|
la cortedad de tu ingenio. |
|
La primer culpa del hombre, |
345 |
comprometida en su yerro |
|
toda la Naturaleza, |
|
cerró las puertas del
cielo |
|
de manera que aunque abrirlas |
|
quiso el llanto, intentó el
ruego, |
350 |
no pudo, porque no pudo |
|
incapaz de tanto efeto, |
|
hacer que fuese a la culpa |
|
igual el merecimiento, |
|
porque siendo ella infinita |
355 |
por ser infinito objeto |
|
Dios ofendido, fue fuerza |
|
quedase su esclavo hecho |
|
hasta que él
compadecido |
|
del miserable lamento |
360 |
de los padres que clamaban |
|
por el blando rocío
tierno |
|
de la aurora, que cuajado |
|
vimos ya en sombras y lejos |
|
en la piel de Gedeón, |
365 |
dispuso, satisfaciendo |
|
lo infinito a lo infinito, |
|
que se hiciese Carne el Verbo. |
|
Encarna en un virgen claustro |
|
de virtud y gracia lleno, |
370 |
y nace de madre virgen, |
|
antes y después de
serlo. |
|
A qué encarna y a qué
nace |
|
el morir lo diga, puesto |
|
que de la porción de
humano |
375 |
quiso sujetarse al feudo. |
|
Muere, pues, por nuestras
culpas, |
|
tan fiador de ellas, que
siendo |
|
ajenas las hace propias, |
|
y tanto que en el cruento |
380 |
sacrificio pareció |
|
que el que de pecado ajeno |
|
moría al pecador
salvando |
|
era el pecador muriendo. |
|
A este pasmo, a este horror, a
este |
385 |
asombro hizo sentimiento |
|
toda la varia, la hermosa |
|
fábrica del universo: |
|
tiemblan los montes, los mares |
|
se encrespan, gimen los
vientos, |
390 |
caducan los edificios, |
|
ábrense los monumentos, |
|
obscurécense las luces, |
|
chocan las piedras, y el
cielo, |
|
viendo sangrienta la faz |
395 |
de la luna, creyó
muerto |
|
el sol y que de su sangre |
|
salpicado el azul velo, |
|
eran gotas las estrellas |
|
y lágrimas los luceros. |
400 |
En tanto conflicto, en tanto |
|
temor, pasmo, asombro y miedo, |
|
aun el mayor fue de todos |
|
rasgarse el velo del templo, |
|
porque allí la Sinagoga |
405 |
respiró el último
aliento, |
|
siendo último parasismo |
|
de su ley el cumplimiento |
|
de las Escrituras, cuando |
|
el antiguo documento, |
410 |
sus ceremonias y ritos |
|
cedió al Nuevo
Testamento, |
|
vacando en aquel instante |
|
la variedad de preceptos |
|
del Levítico, que Dios |
415 |
les impuso, sino aquellos |
|
diez reducidos a dos |
|
del Decálogo, que
impresos |
|
más en la fee que en el
mármol, |
|
siempre han de vivir eternos. |
420 |
Hasta aquí en lo
literal |
|
se explica el Sagrado Texto, |
|
de cuyo sentido paso |
|
al alegórico, haciendo |
|
de místico y literal |
425 |
alegórico concepto, |
|
que a tu peregrinación |
|
ha de dar el argumento. |
|
¡Ea!, curiosos,
aquí |
|
os he menester atentos. |
430 |
Aquella gran remisión |
|
de pecados, jubileo |
|
plenísimo, a culpa y
pena, |
|
concedido por el mesmo |
|
Summo Pontífice Cristo, |
435 |
con todo el cónclave
pleno |
|
de cinco mil cardenales, |
|
dejó en el mundo este
ejemplo, |
|
para que de siglo en siglo |
|
haga la Iglesia el acuerdo, |
440 |
y siendo un siglo cien
años, |
|
que solía en otro
tiempo |
|
ser proporcionada edad |
|
del hombre, su piedad viendo |
|
cuánto extinguido el
vigor |
445 |
de la vida, viene a menos, |
|
para que podamos todos |
|
participarle, ha dispuesto, |
|
que el que era de siglo en
siglo, |
|
venga a reducirse a medio; |
450 |
y así, el año de
cincuenta, |
|
por ser la mitad del ciento, |
|
con el renombre de Santo |
|
goza este merecimiento. |
|
Suspenderse allí los
ritos, |
455 |
las ceremonias y fueros |
|
de la Ley Escrita, es |
|
suspenderse, si lo advierto, |
|
aquí las gracias que
estaban |
|
concedidas antes desto; |
460 |
y así, jubileo no hay, |
|
que este año no esté
suspenso; |
|
ser el ara de la Cruz |
|
el principal instrumento, |
|
es que las indulugencias |
465 |
de la Cruz siempre vivieron, |
|
y así, aunque todas las
otras |
|
cesaron, no estas, pues vemos |
|
pasar las de la Cruzada |
|
con todos sus privilegios. |
470 |
Abrirse la Puerta allí, |
|
que tuvo cerrada el Cielo, |
|
Corte y Cátedra de
Cristo, |
|
abrirse aquí es la del
templo |
|
que en la corte de la Iglesia |
475 |
es la cátedra de Pedro, |
|
y aun ser allí el que la
abre |
|
el inocente cordero |
|
de los siete sellos, es |
|
abrirla hoy un Inocencio; |
480 |
ser allí el día de su
muerte |
|
y aquí el de su
nacimiento |
|
es abrazar muerte y vida, |
|
principio y fin, y a este
efeto, |
|
ser cruento sacrificio |
485 |
Cristo allí humanado y
muerto, |
|
es aquí en la Hostia y el
ara |
|
ser sacrificio incruento. |
|
De manera que a dos luces, |
|
en dos sentidos tenemos |
490 |
lo que fue y es y será, |
|
reducido a un argumento; |
|
y así, si quieres venir |
|
a ganar el jubileo |
|
y indulugencia plenaria |
495 |
de tan alto Sacramento, |
|
mis compañeros y yo, |
|
cuyos fueron los acentos |
|
que te sirvieron de auxilio, |
|
hombre, te
acompañaremos: |
500 |
todos somos peregrinos, |
|
todos un camino hacemos |
|
y todos vamos a un fin, |
|
y así a seguirnos
dispuesto |
|
consulta con tu
albedrío |
505 |
si acetas mi ofrecimiento, |
|
persuadiéndote a que
solo |
|
has nacido para esto, |
|
porque majestades, pompas, |
|
cargos, oficios, trofeos, |
510 |
dignidades,
señoríos, |
|
honras, estados, aumentos, |
|
no son más que una
ilusión, |
|
un engaño, un devaneo, |
|
vanidad de vanidades, |
515 |
que el memento de un memento |
|
nos las convierte en ceniza, |
|
humo, polvo, sombra y viento. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Qué te parece,
Albedrío, |
|
de aquesta proposición? |
520 |
|
|
ALBEDRÍO |
Tuya ha de ser la
elección, |
|
y siempre el parecer
mío |
|
ha de estar sujeto a ti. |
|
|
|
HOMBRE |
Sí; pero siempre sujeto |
|
con repugnancia. |
|
|
AMOR |
En efeto
|
525 |
¿qué me
respondes? |
|
|
HOMBRE |
Que sí,
|
|
que supuesto que he nacido |
|
a lo mejor obligado, |
|
y a peregrinar el hado |
|
de mi vida me ha
traído, |
530 |
te he de seguir. |
|
|
AMOR |
Pues conmigo
|
|
por aquesta senda ven, |
|
que en ella hallarás a
quien |
|
te acompañe. |
|
|
HOMBRE |
Ya te sigo,
|
|
pero con temor, porque |
535 |
vas entrando a una aspereza |
|
toda horror, toda tristeza. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Si allí otra senda se
ve, |
|
no vamos por esta estancia. |
|
|
|
AMOR |
Este es el camino mío. |
540 |
|
|
HOMBRE |
Ven; no tan presto,
Albedrío, |
|
empiece tu repugnancia. |
|
|
|
|
(Sale el TEMOR
vestido de peregrino.)
|
TEMOR |
¿A dónde
estará segura |
|
mi vida? ¿Por dónde
voy, |
|
si cada paso que doy |
545 |
es sobre mi sepultura? |
|
Apenas muevo la planta |
|
cuando pienso que la tierra |
|
en sus abismos me encierra; |
|
cualquier pájaro que
canta, |
550 |
bien que con dulce
armonía, |
|
presumo que es a mi
oído |
|
de aquella trompa el sonido |
|
que Jerónimo
temía. |
|
Muerte y juicio hay a un
error; |
555 |
pena y gloria a una malicia. |
|
¿A dónde de tu
justicia |
|
seguro estaré,
Señor? |
|
|
|
HOMBRE |
¿Quién es aquel
peregrino, |
|
que parece que su sombra |
560 |
le atemoriza y le asombra? |
|
|
|
AMOR |
El Temor de Dios divino, |
|
que siempre vive asustado |
|
de su justicia y rigor; |
|
llega y háblale: Temor. |
565 |
|
|
TEMOR |
¿Si soy a juicio
llamado? |
|
|
|
|
TEMOR |
Solo Amor hacer pudiera... |
|
|
|
|
TEMOR |
Que el Temor no temiera.
|
|
¿Quién contigo viene
hoy? |
570 |
|
|
AMOR |
El Hombre en mi
compañía |
|
a ser peregrino fiel |
|
viene; no te apartes
dél. |
|
|
|
TEMOR |
¡Oh!, aprovéchele la
mía. |
|
|
|
HOMBRE |
Por vuestro amigo, Temor, |
575 |
ya me tened desde aquí. |
|
|
|
TEMOR |
Que vos me tengáis a
mí |
|
es lo que os está
mejor. |
|
|
|
|
(Abrázanse.)
|
HOMBRE |
Desde el instante,
Albedrío, |
|
que su pecho al mío
llegó, |
580 |
el corazón se me
heló |
|
dentro dél. |
|
|
ALBEDRÍO |
Pues ¿qué hará
el mío,
|
|
que con menos causa sabe |
|
temblar? Esta
compañía |
|
deja; o bástete la
mía |
585 |
o busca otra más
süave. |
|
|
|
HOMBRE |
No haré tal, pues antes
creo |
|
que con nadie iré mejor |
|
que con Amor y Temor |
|
a ganar el jubileo. |
590 |
|
|
|
(Sale el CULTO
DIVINO, viejo venerable, de peregrino.)
|
CULTO |
Descanse la vejez mía |
|
sin descaecer el fervor, |
|
pues que también el
Señor |
|
descansó el séptimo
día; |
|
a este báculo arrimado |
595 |
esté un caduco
edificio, |
|
que también es
sacrificio |
|
el ocio del fatigado. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Otro venerable anciano |
|
por allí sale al
camino. |
600 |
|
|
|
HOMBRE |
En su aspecto soberano |
|
que lo es no dificulto. |
|
|
|
|
|
ALBEDRÍO |
Solamente imaginar, |
605 |
si el culto es, que hablará
en culto. |
|
|
|
|
CULTO |
¡Oh Amor!
¿Quién contigo viene? |
|
|
|
|
CULTO |
Saber conviene
|
|
si viene con su
Albedrío |
610 |
para que le abrace yo. |
|
|
|
HOMBRE |
Si él conmigo no
viniera |
|
yo arrastrando le trujera. |
|
|
|
CULTO |
Vos podréis, pero yo
no, |
|
porque ha de ser voluntario |
615 |
el afecto para mí. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
A Amor y Temor seguí |
|
sin ser a los dos contrario |
|
hasta ahora. |
|
|
CULTO |
No dificulto
|
|
ya ofreceros mi favor, |
620 |
que Albedrío con Amor |
|
y Temor bien viene al Culto. |
|
|
|
|
(Cantan dentro la OBEDIENCIA y el PERDÓN.)
|
OBEDIENCIA |
Llega a la mesa legal |
|
de aquel sazonado Cordero
Pascual. |
|
|
|
PERDÓN |
Que dulce y sabroso espera |
625 |
a que le guste y le coma quien
quiera. |
|
|
|
HOMBRE |
Tras el Culto se han seguido |
|
misterios de un Sacramento. |
|
|
|
AMOR |
Oye y atiende a su acento. |
|
|
|
TEMOR |
Solo él regaló mi
oído. |
630 |
|
|
OBEDIENCIA |
(Cantado.)
|
Llega, mas con
desengaño, |
|
de que hace provecho y puede hacer
daño. |
|
|
|
PERDÓN |
Porque este manjar que ves |
|
fue antes león y cordero
después. |
|
|
|
HOMBRE |
Misteriosa es la
canción. |
635 |
|
|
CULTO |
Si declarártela espero, |
|
dice... |
|
|
|
|
|
(Salen cantando.)
|
OBEDIENCIA |
Llega, que en misterio tanto, |
|
tres veces Señor y tres
veces Santo, |
640 |
en un himno le declara |
|
el Ángel. |
|
|
PERDÓN |
Y en él, si bien se
declara,
|
|
castigo y premio se ven, |
|
porque es pan de vida y de muerte
también. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Feliz o infeliz mi
suerte |
645 |
hará tan nueva comida? |
|
|
|
AMOR |
Ama, porque es pan de vida. |
|
|
|
TEMOR |
Teme, porque es pan de muerte. |
|
|
|
OBEDIENCIA |
En gracia le has de comer |
|
para que llegue a satisfacer. |
650 |
|
|
PERDÓN |
Creyendo que en él
estén |
|
el premio o castigo de obrar mal o
bien. |
|
|
|
LOS DOS |
Llega, pues, llega al altar, |
|
si el bien que has perdido le
quieres cobrar. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Otros dos en vuestro traje |
655 |
son los que escucho cantar. |
|
|
|
CULTO |
Haránlo por aliviar |
|
las fatigas del viaje. |
|
|
|
HOMBRE |
¿Y quién aquestos dos
son |
|
que llegan a tu presencia? |
660 |
|
|
OBEDIENCIA |
Yo soy, Hombre, la Obediencia. |
|
|
|
|
|
ALBEDRÍO |
Bravas gentes vas topando. |
|
|
|
HOMBRE |
Todas al viaje convienen. |
|
|
|
|
HOMBRE |
Como todas tienen
|
665 |
significación. |
|
|
ALBEDRÍO |
¿Y cuándo
|
|
la explicación se ha de
ver? |
|
|
|
HOMBRE |
Que nos la dirá,
imagino, |
|
el discurso del camino. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Pues bien será menester |
670 |
tener atención con
ellos |
|
porque no por omisión |
|
se pierda la
explicación. |
|
|
|
CULTO |
De vuestros acentos bellos |
|
la voz me elevó. |
|
|
OBEDIENCIA |
Habrá sido
|
675 |
por tocarte la canción. |
|
|
|
TEMOR |
Vuelve, Obediencia;
Perdón, |
|
vuelve a suspender mi
oído. |
|
|
|
OBEDIENCIA |
(Cantado.)
|
Llega a la mesa legal |
|
de aquel sazonado Cordero
Pascual. |
680 |
|
|
|
(Dentro la SEGURIDAD a una parte y la
CASTIDAD a otra cantando
en ecos.)
|
|
|
CULTO |
Oíd, que en los
cóncavos güecos
|
|
responde el aire veloz. |
|
|
|
AMOR |
Atended, por si en su voz |
|
algo nos dicen los ecos. |
|
|
|
TEMOR |
Vaya cada uno guardando |
685 |
un sentido para sí, |
|
para juntarlos. |
|
|
|
AMOR |
Pues vuelve a empezar
cantando. |
|
|
|
OBEDIENCIA |
(Cantado.)
|
Llega a la mesa legal |
|
de aquel sazonado Cordero
Pascual. |
690 |
|
|
|
|
|
PERDÓN |
(Cantado.)
|
Que dulce y sabroso espera |
|
a que le guste y le coma quien
quiera. |
|
|
|
SEGURIDAD |
(Dentro
cantado.)
|
Quiera. |
|
|
CASTIDAD |
(Dentro
cantado.)
|
Quiera.
|
|
|
|
OBEDIENCIA |
(Cantado.)
|
Llega, mas con
desengaño |
695 |
de que hace provecho y puede hacer
daño. |
|
|
|
|
|
|
PERDÓN |
(Cantado.)
|
Porque este manjar que ves |
|
fue antes león y cordero
después. |
|
|
|
|
|
|
OBEDIENCIA |
(Cantado.)
|
Llega, que en misterio tanto, |
|
tres veces Señor y tres
veces Santo... |
|
|
|
|
|
|
PERDÓN |
(Cantado.)
|
En un himno le declara |
|
el Ángel. |
|
|
OBEDIENCIA |
Y en él, si bien se
repara...
|
705 |
|
|
|
|
|
PERDÓN |
(Cantado.)
|
Castigo y premio se ven, |
|
porque es pan de vida y de muerte
también. |
|
|
|
|
|
|
OBEDIENCIA |
(Cantado.)
|
En gracia le has de comer, |
710 |
porque te llegue a satisfacer. |
|
|
|
|
|
|
PERDÓN |
(Cantado.)
|
Creyendo que en él
estén |
|
el premio o castigo de obrar mal y
bien. |
|
|
|
SEGURIDAD |
(Dentro
cantado.)
|
Y bien. |
|
|
CASTIDAD |
(Dentro
cantado.)
|
Y bien.
|
|
|
|
LOS DOS |
(Cantado.)
|
Llega, pues, llega al altar |
|
si el bien que has perdido le
quieres cobrar. |
|
|
|
|
|
|
AMOR |
Volvamos ahora a juntar |
|
el eco, a ver qué
declara. |
720 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
LOS CINCO |
Con que viene a declarar |
|
la cifra del aire rara... |
|
|
|
TODOS y
MÚSICA |
Cualquier año es santo
para |
725 |
bien hacer y bien obrar. |
|
|
|
|
(Salen SEGURIDAD y
CASTIDAD cantando, de
peregrinos también.)
|
CULTO |
¿Quién sino
tú, Castidad, |
|
que hiciera prodigios, digo? |
|
|
|
CASTIDAD |
Y más viniendo conmigo |
|
mi misma Seguridad. |
730 |
|
|
ALBEDRÍO |
A ninguno la esclavina |
|
mejor que a ella está, y lo
fundo... |
|
|
|
|
ALBEDRÍO |
En que ella es en el mundo
|
|
la cosa más peregrina. |
|
|
|
HOMBRE |
Y es verdad, que nunca vi |
735 |
más peregrina
hermosura. |
|
|
|
AMOR |
Llegad, que el hombre procura |
|
seguir a las dos. |
|
|
CASTIDAD |
En mí
|
|
tendrás quien te dé
favor, |
|
si a ser vienes peregrino. |
740 |
|
|
SEGURIDAD |
Y en mí de todo el
camino |
|
la seguridad mayor. |
|
|
|
TEMOR |
¿Quién compuso,
Castidad, |
|
la letra a que
respondió |
|
el eco que se oyó? |
|
|
|
(Sale la VERDAD.)
|
|
|
|
|
|
ALBEDRÍO |
¿Y la Castidad la tray? |
|
Cuando en el mundo no hay |
|
se va hallando por
aquí. |
750 |
|
|
|
(Salen el DESPRECIO y el HONOR de peregrinos.)
|
DESPRECIO |
Peregrinos de la tierra, |
|
ya que nuestra
compañía |
|
está junta, antes que el
día |
|
la cumbre de aquella sierra |
|
nos encubra, a caminar |
755 |
empezad, que porque no |
|
tardéis, el Honor y yo |
|
os venimos a buscar. |
|
|
|
|
|
ALBEDRÍO |
Cuanto allá no hay,
aquí ves. |
760 |
|
|
|
|
|
|
ALBEDRÍO |
¿El Desprecio y el
Honor |
|
amigos y juntos? |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Por maravillas que vi, |
765 |
no vi ninguna mayor. |
|
|
|
HONOR |
Pues no la tengas por tal, |
|
que entre nosotros honrado |
|
es más el más
despreciado. |
|
|
|
CULTO |
Ya que de los diez cabal |
770 |
está el número, y
desea |
|
el Hombre desengañado, |
|
de los diez acompañado |
|
hacer su viaje, sea |
|
en el traje peregrino |
775 |
como en el nombre. |
|
|
AMOR |
Yo quiero
|
|
ser quien le asista el
primero; |
|
y para esto determino |
|
desnudarle de la piel |
|
(Quítale las
pieles.)
|
de los hábitos
villanos, |
780 |
que son afectos humanos. |
|
|
|
HOMBRE |
Propio oficio es de amor fiel, |
|
desnudar de otros afectos. |
|
|
|
TEMOR |
Pues yo, que soy el Temor, |
|
la túnica del dolor |
785 |
le visto, cuyos efetos, |
|
(Pónele la túnica de
peregrino.)
|
como en la serpiente
harán |
|
que otra nueva piel reciba, |
|
para que nuevo hombre viva. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Poniéndote vas
galán. |
790 |
|
|
CASTIDAD |
Si es ceñirse autoridad |
|
(Dale el ceñidor.)
|
del Apóstol, este ha
sido |
|
el cíngulo que tejido |
|
te ofrece la Castidad. |
|
|
|
CULTO |
Pues yo, a quien al Cielo
plugo |
795 |
dar del Culto la divina |
|
autoridad, la esclavina |
|
(Dale la esclavina.)
|
doy que significa el yugo |
|
de la ley. |
|
|
OBEDIENCIA |
Yo darle quiero
|
|
por ser don de la obediencia, |
800 |
para que haga reverencia, |
|
al más humilde, el
sombrero. |
|
(Dale el sombrero.)
|
|
|
PERDÓN |
Recibe, pues que la
acción |
|
en que debes estribar |
|
es el saber perdonar, |
805 |
el báculo del
perdón. |
|
(Dale el
bordón.)
|
|
|
SEGURIDAD |
Y por que vayas seguro, |
|
el báculo que te dio |
|
el Perdón, estoque yo |
|
haré, porque así
procuro |
810 |
mostrar que la fortaleza |
|
es don de Seguridad. |
|
(Desenvaina del bordón una
espada.)
|
|
|
VERDAD |
Pues yo, que soy la Verdad, |
|
daré a la Naturaleza |
|
testimonios de que eres |
815 |
peregrino en tierra y mar, |
|
porque te dejen pasar |
|
por dondequiera que fueres; |
|
aquí protestan firmando |
|
Job, David y Salomón, |
820 |
la auténtica
información |
|
de que vas peregrinando. |
|
(Dale una caja con papeles, como
traen los peregrinos.)
|
|
|
DESPRECIO |
Yo, Desprecio de lo humano |
|
para sustentarte iré |
|
pidiendo limosna, en fee |
825 |
de que todo honor es vano. |
|
|
|
HONOR |
Sino el mío, pues le
fundo |
|
en ese mismo desprecio. |
|
|
|
|
HOMBRE |
Necio,
|
|
siempre yo lo fui del mundo. |
830 |
|
|
ALBEDRÍO |
¿Y es todo este el
ministerio |
|
a que los diez han venido? |
|
|
|
HOMBRE |
Quizá trayn otro
escondido. |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Mientras llega ese misterio, |
|
con serlo, aun no te veo traza |
835 |
de ser peregrino honrado, |
|
pues por cosas que te han
dado, |
|
te falta la calabaza, |
|
si ya no es que la cabeza |
|
te sirva de todo. |
|
|
AMOR |
Ya
|
840 |
que igual en el Hombre
está |
|
hábito y naturaleza, |
|
porque se explique mejor |
|
el auto del peregrino, |
|
empecemos el camino. |
845 |
|
|
DESPRECIO |
Y aliviando su rigor, |
|
sea cantando el misterio |
|
del pan que hemos de pedir |
|
de limosna para ir |
|
desde aquí al romano
imperio. |
850 |
|
|
|
ALBEDRÍO |
Yo imagino,
|
|
si ellos cantan responder, |
|
que hoy todos hemos de ser |
|
franchotes a lo divino. |
|
|
|
|
(Cantan en tono de peregrinos que piden
limosna.)
|
|
(Cantan.)
|
[TODOS] |
Al Unigénito, |
855 |
al Padre mágximo |
|
y al Santo Espíritu, |
|
de ambos Paráclito, |
|
pidamos húmiles |
|
que en estos ásperos |
860 |
valles de lágrimas |
|
desiertos y áridos |
|
su Amor ayúdenos, su Gracia
sálvenos. |
|
Porque no débiles |
|
en este tránsito |
865 |
tardemos míseros, |
|
pedid su viático. |
|
¡Oh, pan, de quien
símbolo |
|
fueron los ácimos, |
|
emblema físico |
870 |
y enigma cándido: |
|
tu Amor ayúdenos, tu Gracia
sálvenos! |
|
|
|
|
(Habiendo dado vuelta con estos versos, se entran cantando
y salen como oyéndolos con admiración, LUZBEL por una parte y por otra la
LASCIVIA y ellos cantan a
lo lejos.)
|
LUZBEL |
¿«¡Oh, pan de
quien símbolo»... |
|
|
|
LASCIVIA |
...«fueron los
ácimos»... |
|
|
|
LUZBEL |
...«emblema
físico»... |
875 |
|
|
|
LOS DOS |
¿«Tu Amor
ayúdenos, tu Gracia sálvenos!»? |
|
|
|
LUZBEL |
¡Oh, cegárase mi
vista... |
|
|
|
LASCIVIA |
¡Oh, ensordeciera mi
oído... |
|
|
|
LUZBEL |
...antes que hubiera
escuchado... |
880 |
|
|
LASCIVIA |
...primero que hubiera visto |
|
|
|
LUZBEL |
...de aquella cristiana
tropa... |
|
|
|
LASCIVIA |
...de aquel escuadrón
divino... |
|
|
|
LUZBEL |
...la congregación de
fieles. |
|
|
|
LASCIVIA |
...la alabanza de sus himnos. |
885 |
|
|
LUZBEL |
¿De qué me ha
servido, oh cielos... |
|
|
|
LASCIVIA |
¿De qué, oh montes,
me ha servido... |
|
|
|
LUZBEL |
...el ser astuta serpiente... |
|
|
|
LASCIVIA |
...el ser traidor basilisco... |
|
|
|
LUZBEL |
...si al acento de su voz... |
890 |
|
|
LASCIVIA |
...si de su planta al
destino... |
|
|
|
LUZBEL |
...mis orejas no se cierran... |
|
|
|
LASCIVIA |
...no matan los ojos
míos... |
|
|
|
LUZBEL |
...y a pesar de mi veneno... |
|
|
|
LASCIVIA |
...y a despecho de mi
arbitrio... |
895 |
|
|
LUZBEL |
...oigo aquellas alabanzas... |
|
|
|
LASCIVIA |
...aquellas escuadras miro... |
|
|
|
LUZBEL |
...donde de su voz el eco... |
|
|
|
LASCIVIA |
...de su viaje el motivo... |
|
|
|
LUZBEL |
...es de mi garganta lazo... |
900 |
|
|
LASCIVIA |
...es de mi cuello cuchillo... |
|
|
|
LUZBEL |
...a cuyo mortal ahogo... |
|
|
|
LASCIVIA |
...a cuyo embotado filo... |
|
|
|
LUZBEL |
...tan atormentado muero... |
|
|
|
LASCIVIA |
...tan desesperada vivo... |
905 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
LOS DOS |
...rabio, lloro, peno y gimo. |
|
|
|
LUZBEL |
Parece que de mis voces... |
910 |
|
|
LASCIVIA |
Creo que de mis suspiros... |
|
|
|
LUZBEL |
...articulados los ecos... |
|
|
|
LASCIVIA |
...los acentos repetidos... |
|
|
|
LUZBEL |
...me han respondido las
peñas... |
|
|
|
LASCIVIA |
...los montes me han
respondido... |
915 |
|
|
LUZBEL |
...pues si también a las
iras... |
|
|
|
LASCIVIA |
...si también a los
gemidos... |
|
|
|
LUZBEL |
...hay en las grutas
halagos... |
|
|
|
LASCIVIA |
...hay lisonjas en los riscos. |
|
|
|
LUZBEL |
Dime, ¡oh tú!...
¿Pero qué veo? |
920 |
|
|
LASCIVIA |
Dime, ¡oh tú!...
¿Pero qué miro? |
|
|
|
|
|
|
LASCIVIA |
Pregúntatelo a ti
mismo, |
|
que si con un corazón, |
|
con un aliento vivimos |
925 |
tan uno los dos, que somos |
|
solo en el nombre distintos, |
|
¿quién duda,
¡ay de mí!, quién duda |
|
que habrás en este
distrito |
|
lo que yo escuché,
escuchado, |
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y lo que yo he visto, visto? |
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LASCIVIA |
Si asientas, que eres
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mitad mía, o todo
mío, |
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llegando yo a padecerlo |
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¿qué tienes tú
que decirlo? |
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Ya sé que el hombre,
inspirado |
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de aquel celestial auxilio |
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del Amor, con que su Gracia |
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siempre le sale al camino, |
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junto a la apacible orilla |
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de la fuente del Baptismo, |
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su compañía
acetó, |
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y en traje de peregrino, |
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con las Virtudes, que son |
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de su bando (en quien admiro |
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las raíces de los diez |
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preceptos que el dedo mismo |
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de Dios en el duro
mármol |
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dio a Moisés), ir ha
querido |
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a ganar el jubileo, |
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y como pobres mendigos, |
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aquel Pan de cada día |
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van pidiendo al Cielo a
gritos. |
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LUZBEL |
Pues si ya sabes que es ese |
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su paz y nuestro conflito, |
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su favor y nuestra pena, |
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su dicha y nuestro martirio, |
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haya, pues cautela somos, |
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cautela contra el designio |
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de sus intentos. |
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LASCIVIA |
¿Cuál es?,
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que ya a seguirla me animo, |
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pues soy contra esas Virtudes |
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el capital de los Vicios. |
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LUZBEL |
Ellos de la frase usando |
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de alegóricos sentidos |
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y metáforas, ¿no
son |
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disfrazados peregrinos? |
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LUZBEL |
Pues usemos nosotros
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de aquese argumento mismo, |
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y llevemos adelante |
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los riesgos de los caminos. |
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LUZBEL |
Desta suerte:
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¡ah del Mundo! |
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