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Claro es que sobre el resumen argumental se pueden efectuar lecturas de tipo ideológico o, incluso, epistemológico. Así, en la primera vertiente, Sanz Villanueva entiende que la finalidad de la novela es la de juzgar la necesidad de compromiso de los intelectuales (vid. Juan Rodríguez, 1998); Naharro-Calderón (1993: 232) considera al Diario como una «parodia de actitud asocial», y, en particular, «la parodia del escapismo de los espectadores endiosados a lo Ortega». Como lectura de otro signo, es sugerente la aportada por Naharro-Calderón, cuando atiende a los problemas epistemológicos que se plantean en el texto: «El autorreflexivo de las aporías de cómo representar el discurso social a través de la ficción, gracias al dilema polifónico del discurso poético-metafísico de Hamlet y el histórico-social de García» (Id.). De cualquier modo, objeto y objetivo del artículo me obligan a recorrer otro camino.
412
La forma de abordar estos aspectos remite a Niebla de Unamuno, en la que, también, el protagonista va cuestionándose conceptos y valores, ensartándolos al hilo de la trama, o, en ocasiones, llegando a constituir el verdadero hilo de la trama.
413
Líricos remansos, Logroño, 1919, pp. 1 a 4.
414
Ibíd, p. 2.
415
Los títulos de los poemas son, además del mencionado, los siguientes: Añoranza sentimental, Becqueriana, Epifanía profana, Escucha, mujer..., Vida rota, Sollozos, Ego sum, Visiones, Mis dos amores, Aguafuerte, Letanía carnal y La espera. La cita en pp. 5-6.
416
Romance, 7 de febrero de 1940.
417
Francisco Ayala, en La cabeza del cordero, ed. de Rosario Hiriart, Cátedra, Madrid, 1978, pp. 135-184.
418
Juan José Domenchina, Poesía (1942-1958), prólogo de Ernestina de Champourcin, Editora Nacional, Madrid, 1975, p. 214.
419
Ibíd., p. 199.
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Romance, 7 de febrero de 1940.