Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
IndiceSiguiente


Abajo

El más impropio verdugo por la más justa venganza

Francisco de Rojas Zorrilla



PERSONAS
 

 
CÉSAR.
ALEJANDRO,   hijo de César.
CARLOS,   hijo de César.
FEDERICO.
DIANA,   dama primera.
CASANDRA,   dama segunda.
LAURA,   criada.
COSME,   gracioso primero.
DAMIÁN,   gracioso segundo.
EL DUQUE DE FLORENCIA.
JULIA,   criada.
CRIADOS.





ArribaAbajoJornada primera

 

En habiendo cantado la música, diga UNA VOZ en lo alto, sin oírse los músicos.

 
UNA VOZ

 (Dentro.) 

Arrojadle de la escala,
precipitadle, matadle,
baje en átomos al centro,
mida sin alas los aires;
Faetón de sí mismo sea, 5
que para la muerte dalle
comisión de Dios tenemos.
TODOS

 (Dentro.) 

¡Muera!
 

Baja rodando ALEJANDRO desde arriba con broquel y espada, acuchillando a los músicos, y dice.

 
ALEJANDRO
¡Oh, vil, canalla, infame!
MÚSICOS
Parece que una montaña
se vino abajo.
ALEJANDRO
Esperadme,
10
villanos; porque aunque todo
el infierno os acompañe,
pedazos os he de hacer;
estos son, huid, cobardes.
MÚSICOS
Tente, demonio, o quien eres, 15
que corno rayo bajaste
desde ese balcón al suelo.
TODOS
Huyamos.
 

(Vanse los músicos.)

 
ALEJANDRO
No ha de escaparse
una filáziga humana
de vosotros, ni de nadie 20
de cuantos al paso encuentre,
que escupo el alma en volcanes
por los ojos y la boca.
 

Sale CARLOS por otra parte con espada desnuda y broquel.

 
CARLOS
Hombre, detente, ¿qué haces?
¿Quién eres?
ALEJANDRO
¿Quién? El demonio.
25
CARLOS
¿El demonio? Obligárate
la cruz deste acero mío,
de las estrellas brillante
espejo, a que huyas.
ALEJANDRO
¿Yo?
Mal me conoces, mal sabes 30
quien soy, porque soy demonio
tan loco, tan arrogante,
que no huyo de las cruces
ni de un calvario: la calle
se ha de hacer, hombre, angosta, 35
y el mundo, para que escapes,
hecho cenizas de mí.
CARLOS
Pues están desnudas, hablen
las lenguas de acero solas,
y las arrogancias callen. 40
ALEJANDRO
Siempre e se me ha ofrecido
he hablado en ese lenguaje;
mas no he encontrado en Florencia
ni en el mundo, quien me aguarde
con tanto valor.

 (Pelean los dos.) 

CARLOS
Pelea,
45
y verás más adelante
el que descubres en mí.
ALEJANDRO
Confiésote que es notable:
¿eres Güelfo o Gibelino?
CARLOS
El valor hace linaje 50
de por sí.
ALEJANDRO
¿Carlos, mi hermano?
CARLOS
¿Es Alejandro?
ALEJANDRO
Y quien sale
de una batalla infernal
con hidrópico coraje
de beber mi sangre propia. 55
CARLOS
Bien podrás beber tu sangre,
que alguna pienso que vierte
este brazo del combate
que hemos tenido.
ALEJANDRO
Y el alma
quisiera también sacarte, 60
siendo segundo Caín
de Florencia a las edades
venideras, por poder
templar, Carlos, con matarte,
la infernal cólera mía. 65
UNA VOZ

 (Dentro.) 

Agradece a las piedades
secretas del cielo, fiera,
que para portentos naces,
el haberte revocado
la sentencia inexorable 70
de tu muerte, que sino
pedazos hecho...
ALEJANDRO
Aguardadme,
villanos, veréis si soy
de veras portento.

 (Vase.) 

CARLOS
¿Que áspid
nació con tanto veneno, 75
ni qué Africano Cerastes?
aguarda, Alejandro, espera
que aunque esas ofensas haces
a la sangre que tenemos,
al riesgo de acompañarte 80
a que tu furor te opone...
 

Sale DIANA a un balcón.

 
DIANA
Carlos es, quiero llamarle.
CARLOS
Alejandro, espera.
DIANA
¡Ah, Carlos!
¡Ah, Carlos!
CARLOS
La voz de un ángel
me detiene, que es Diana, 85
que como Diana sale
rayos de plata esparciendo,
dando a la noche cobarde
presunciones contra el día.
DIANA
Más que las voces suaves 90
de la música, el rumor
de las cítaras de Marte
me han obligado a salir
a este balcón, que en la calle
os recelé con peligro. 95
CARLOS
Mil años el cielo os guarde,
que basta para lograllos
en mi fortuna inmortales,
ese cuidado de veros,
aunque con tantas os pague 100
almas como pensamientos.
Yo voy siguiendo el alcance
de mi hermano, que ha tenido
con las sombras, con el aire
no sé que ocasión aquí, 105
y es forzoso no dejalle
de la mano, aunque primero,
juzgándome de la parte
contraria, me ha herido.
DIANA
¿Herido?
CARLOS
No es nada, en un brazo; dadme 110
licencia, y la grosería
de dejaros perdonadme,
pues veis que es deuda precisa
el acudir a mi sangre.
DIANA
Esta banda, y este lienzo 115
en lugar del dueño bajen
en este lance a serviros.

 (Echa una banda y un lienzo.) 

CARLOS
Serán para eternizarme.
DIANA
¡Ay, Dios! Mi hermano recelo,
Carlos, que ha entrado en la calle; 120
retiraos de suerte que él
no os encuentre a estos umbrales
y averigüe las sospechas
que de nuestras vistas trae,
que aunque para el casamiento 125
que intentáis somos iguales,
es Güelfo y vos Gibelino.

 (Vase.) 

 

Sale FEDERICO.

 
FEDERICO
Un hombre (si en engañarme
no está conmigo la noche
falsa) me parece, que antes 130
que yo llegase a mi puerta
estaba, y del sitio parte

 (Recatándose CARLOS.) 

agora la calle arriba,
procurando recatarse
de mí; mis sospechas andan 135
cerca del último examen;
sin duda que galantea
este a mi hermana; alcanzalle
pretendo, y reconocelle
aunque me cueste arriesgarme. 140
CARLOS
Federico me pretende
seguir, y no he de aguardalle
por Diana, y por poder
ir tras Alejandro.

 (Vase.) 

FEDERICO
Tarde
lo he intentado, que ya ha vuelto 145
la esquina, y es disparate
y temeridad seguille
y yo a mí propio agraviarme;
que puede ser diferente
de lo que sospecho pase 150
solamente por antojo.
 

Sale, COSME, gracioso, criado de ALEJANDRO.

 
COSME
Que aquí viniese a buscalle
me mandó Alejandro, y fuera
para mí dicha muy grande
no encontrar con él, que sirvo 155
a un duende, a un demonio. Tate,
que aquí hay gente; y si no es él,
defiende el puente gigante
desmesurado.
FEDERICO
Otra vez
el hombre vuelve a la calle, 160
o arrepentido de haberse
recatado en semejante
ocasión, o presumiendo
de hallar el puesto sin nadie;
al paso quiero salille. 165
COSME
Ni el compás de andar ni el talle
es de Alejandro, ¿qué haré?
FEDERICO
¿Quién va?
COSME
¿Quién viene?
FEDERICO
¡Notable
respuesta!
COSME
Traigo mojada
la pólvora.
FEDERICO
¿Qué lenguaje
170
es ese?
COSME
El que me enseñaron
mis abuelos y mis padres;
perdone vuesa merced.
FEDERICO
Pues vuélvase.
COSME
Que me place.
FEDERICO
Y advierta, en su vida que 175
por esta calle no pase.
COSME
Sea muy enhorabuena,
que eso dijeron a Zaide,
y no era tan obediente
como yo, con mil quilates. 180
FEDERICO
Hombre de gusto parece.
COSME

 (Aparte.) 

¡Lo que yo porque llegase
Alejandro diera!
FEDERICO
¿Cómo
no se acaba de ir?
COSME
Iranse
cuando vuesarced quisiere, 185
que no son bestias.
FEDERICO
Aguarde.
COSME
Obedezco.
FEDERICO
¿Qué buscaba
en este sitio tan tarde?
COSME
Yo lo diré, que fui amigo
siempre de decir verdades. 190
Alejandro, hijo mayor
de César de Salviati,
en Florencia conocido
por sus raras mocedades
y notables travesuras, 195
en esta casa...
FEDERICO
Adelante.
COSME
A Diana galantëa,
que es un florentín arcángel,
hermana de Federico
de Médicis, y es su amante 200
Carlos, su hermano también
y uno del otro no sabe.
Sirvo a Alejandro, y mandome,
que por aquí le buscase,
y vengo de muy bellaca 205
gana a estas horas a darle
ese gusto, porque tengo
desde el vientre de mi madre
muy poquita inclinación
de ver de noche las calles, 210
y a las lechuzas las dejo
que son más fantasmas que aves.
FEDERICO

 (Aparte.) 

Confesó de plano el hombre
sin darle tormento ¡Cuáles
son los criados!
COSME
¿Ireme?
215
FEDERICO
Bien puedes irte o quedarte.
COSME
También pienso que a Casandra,
(que es hermana de los tales
Alejandro y Carlos) quiere
Federico, para que anden 220
trocados los frenos.
FEDERICO

 (Aparte.) 

Todo
este villano lo sabe.
COSME
Y a no ser bandos contrarios
llegarán a declararse
y a pedillas por mujeres, 225
que, durante el doncellaje,
no lo son, que son enigmas,
son sabandijas neutrales,
ni bien hombres, ni bien hembras,
ni bien pescado, ni carne. 230
FEDERICO
Darme a conocer no quiero;
disimulando, y dejalle
en este puesto, y volver,
después que deje la calle,
a entrarme en casa.

 (Vase.) 

COSME
Él se fue,
235
y me dejó; nuevo achaque
debió de calle en la testa;
pero por estotra parte
viene otro hombre, que parece
espárrago de las Laudes; 240
porque ya han dicho maitines,
y dellos a salir tañen
estas monjas Filomenas
profesas, que aquí adelante
viven.
 

Sale DAMIÁN, segundo gracioso, con espada y embozado.

 
DAMIÁN
Dormime, por Dios,
245
que con el nuevo romance
me arrullé, el broquel por cuna,
y como si fuera en Flandes;
de la música el suceso
no he sabido, ni a qué parte 250
se fue Carlos, mi señor,
que aún no han quedado señales
de haber pisado estas piedras
plantas humanas.
COSME
Tornarme
no parece bien, que ya 255
me ha visto y será brindalle
con el miedo a más valor,
que no trae el hombre talle
de menos miedo que yo,
y de cobarde a cobarde 260
vence el que acomete.
DAMIÁN

 (Aparte.) 

Aquí
está un asombro de Marte.
COSME
¿Quién va?
DAMIÁN
¿Por qué lo pregunta?
COSME

 (Aparte.) 

Respondió con espantable
despejo: yo me he engañado, 265
la calle llueve Roldanes.
DAMIÁN
¿Qué dice?
COSME
Aquí no se dice,
sino solamente se hace.
DAMIÁN
Pues saque la espada.
COSME
Quiero
saber antes que la saque 270
si es Güelfo o es Gibelino.
DAMIÁN
Soy cuatro mil Barrabases.
COSME
¡Puto! ¿Cuatro mil?
DAMIÁN
Y son
pocos.
COSME
Pues vuelva a endiablarse
por más al infierno, si hay 275
en él más de ese linaje.

 (Ap. 

Sufriéndome va.) Que voto
a Dios, que con la de Juanes
se los haga pepitoria
todos.
DAMIÁN

 (Aparte.) 

El hombre es de partes
280
y con él no hay burlas.
COSME
Ea,
¿qué responde?
DAMIÁN
No me canse,
que le echaré en un tejado
con un dedo.
COSME
¡Lindo saque!
DAMIÁN
Que mal a Damián conoce. 285

 (Ap. 

En yendo sufriendo, dalle,
que es regla de los gallinas.)
COSME
¿Es Damianillo?
DAMIÁN
Es Galafre,
Oliveros y Roldán,
y todos los doce Pares. 290
COSME
Damianillo es.
DAMIÁN
¿Es Cosmete?
COSME
Dame esa mano, vinagre,
que me has vuelto el alma al cuerpo
y tú y yo a dos elefantes.
DAMIÁN
Somos ratones.
COSME
De un nido,
295
pues a dos hijos y a un padre,
en una casa servimos.
DAMIÁN
No puedo dar un alcance
a Carlos.
COSME
Ni yo a Alejandro.
DAMIÁN
Fuerza será ir a buscalle, 300
que me he quedado dormido
sobre aquellos pedernales
como si fueran colchones,
al son de ciertos gaznates
que trajo aquí (Dios nos libre), 305
a hacer gárgaras.
COSME
No sabe
que han conmutado en dinero
las damas a los galanes
las músicas.
DAMIÁN
Es galán
a lo antiguo; Cosme, dame 310
licencia para buscar
a mi amo.
COSME
Alá te guarde,
que es moro, y es renegado
el que a estas horas los mares
destas calles surca en corso 315
tras dos demonios andantes,
y pues Cosme y Damián somos
desde hoy amigos tan grandes,
júntenos un orinal
a los dos de aquí adelante. 320
DAMIÁN
Esa fue siempre la insignia
de los Cosmes y Damianes.
COSME
Adiós.
DAMIÁN
Adiós.

 (Vase.) 

 

Sale ALEJANDRO por donde se quiere ir COSME.

 
ALEJANDRO
¿Quién es?
COSME
Otra
aventura.
ALEJANDRO
¿Quién va?
COSME
Nadie.
que yo ya no voy ni vengo 325
a puro desatinarme.
ALEJANDRO
¿Es Cosmillo?
COSME
¿Es Alejandro?
ALEJANDRO
Si tardas más en nombrarme,
contigo en esotro mundo
doy de una estocada.
COSME
¡Zape!
330
Gran diligencia es, por Dios,
para tan largo viaje.
ALEJANDRO
¿Qué te has hecho?
COSME
No he podido,
por más que he andado, encontrarte,
¿qué te ha sucedido?
ALEJANDRO
Estoy
335
sin mí de cólera; dame
atención, que de un prodigio
quiero, Cosme, cuenta darte.
COSME
De las orejas abajo
seré una estatua de jaspe. 340
ALEJANDRO
Ya sabes que a Diana,
como del sol, de Federico hermana,
adoro de manera
que aspiro a Salamandria de la esfera
con humanos despojos 345
del soberano incendio de sus ojos;
bien que en sus dulces rayos
que nievan soles, y que llueven Mayos,
amante mariposa
por imposibles de jazmín y rosa, 350
dando tornos altiva,
mil veces muero, porque tantas viva,
y abrasado la adoro
en piélagos de luz y abismos de oro.
Este ingrato despego, 355
este desdén, este invencible fuego,
y el no esperar mudanza,
desesperaron tanto mi esperanza
que esta noche he intentado
el último remedio a mi cuidado. 360
Por ese monasterio
adonde, el cielo solo tiene imperio,
y despechado y loco
a nueva furia agora me provoco;
aunque es pretexto injusto 365
a la violencia remitir el gusto,
y gozar a Diana
por fuerza, que el amor todo lo allana,
en su propio aposento,
que por una pared deste convento 370
tiene fácil la entrada,
empresa loca fue, pero fue honrada.
Al fin, cuando al sosiego
común todas las monjas (ardo en fuego
de furor todavía) 375
estaban, para dar a mi porfía
fin, y a mi ciego antojo,
sobre aquella pared la escala arrojo,
y apenas puesta estuvo,
cuando a asaltar por ella al cielo subo, 380
sin recelar contrario;
y al tiempo que resuelto y temerario
quiero arrojarme dentro,
cuatro bultos me salen al encuentro
con antorchas por ojos, 385
y abortando después volcanes rojos,
diciendo el uno dellos
(aquí se me erizaron los cabellos,
y en mi vida he tenido
miedo, si no es entonces, conocido) : 390
«De la escala arrojadle,
precipitadle todos y matadle,
que para que le demos
la muerte comisión de Dios tenemos».
Quise, hacer resistencia 395
en mí, volviendo a la infernal violencia;
y como desde el cielo
bajé rodando por la escala al suelo
de camino tan agro,
quedando con la vida por milagro, 400
de mi valor profundo,
y presumiendo poca empresa el mundo,
Florencia, átomo o nada,
con aqueste broquel, y aquesta espada,
sin alas por el viento, 405
tomar venganza del infierno intento;
desbocado caballo
volver quiero a la escala, y no la hallo;
no hay riesgo que me ataje,
y por lograr mi bárbaro coraje 410
cuanto encuentro atropello,
veneno exhalo desde el pie al cabello:
hiero a Carlos, mi hermano,
topándonos los dos: la voz en vano
primera repetida 415
seguir procuro, y más de alguna vida
cuesta mi diligencia;
barro de hombres las calles de Florencia:
para mi desatino
todos son Güelfos, nadie es Gibelino, 420
y de polvo y sudor, ciego y bañado,
como toro español agarrochado
que del coso se escapa,
con esta vida y con aquella capa,
y con los dos lunados 425
cometas de caballos y tablados,
fue sangriento destrozo,
penacho haciendo de un errado trozo,
al arrugado cuello
que tremola arrogante por rompello, 430
viendo que le embaraza
y con él las estrellas amenaza,
que con bramidos roncos
vuelve otra vez a visitar los troncos
del monte comarcano 435
de adonde fue vecino y ciudadano;
a este puesto me vuelvo,
y en él a darte muerte me resuelvo,
si tardo en conocerte;
¡tan poco de tu vida hubo a tu muerte! 440
Rindiose mi porfía,
llegó la aurora, y tras la aurora el día
que desterró el lucero;
y cuanto largamente te refiero
sospecho que he soñado; 445
ponga treguas él mismo a mi cuidado
porque temple su fuego,
y vamos a dormir, que es hora, luego,
sin que el lecho, que tanto me recrea,
campo a mis ansias de batalla sea. 450
COSME
Pardiez que menos que ser
sueño el que cuentas, Señor,
que no bastara el valor
de Roldán ni Lucifer
para tanta patarata; 455
para un ciego en verso y prosa
era «relación famosa,
(diciendo a voces) que trata,
como dando testimonio
de corazón paladín, 460
un mancebo florentín,
peleó con el demonio;
y haciendo a su ardor lisonjas,
a arrojarle se dispuso
por una escala que puso 465
a un monasterio de monjas.
Y después dando en el suelo
volvió a acometelles bravo,
Con un villancico al cabo
contra el diablillo cojuelo». 470
ALEJANDRO
Humor gastas.
COSME
Ya llegamos
a casa, gracias a Dios;
yo me vengaré de vos,
nochecita, si allá entramos:
que estoy de sueño sin mí. 475
 

(Suene dentro un herrador.)

 
ALEJANDRO
¿Quién es el martillador
vecino?
COSME
Es el herrador.
ALEJANDRO
Llámamele, Cosme, aquí.
COSME
Yo voy.

 (Vase.) 

ALEJANDRO
Que me da, confieso,
Notable enfado.
 

Sale COSME con EL HERRADOR.

 
COSME
Aquí está
480
el señor maeso ya.
HERRADOR
¿Qué mandáis?
ALEJANDRO
Señor maeso,
yo vivo en aquella casa.
HERRADOR
Ya os conozco.
ALEJANDRO
Mi aposento
es aquel bajo.
HERRADOR
El intento
485
me decid; que el tiempo pasa,
y tengo mucho que hacer,
que acabar y a que acudir.
ALEJANDRO
Yo tengo más que dormir,
y silencio he menester, 490
que me trae a casa el día
de rendido y trasnochado,
de haberla toda pasado
en cierta aventura mía.
La música del martillo 495
para arrullarme no es buena,
ni la bigornia es sirena
que aduerma sin oillo.
¡Voto a Dios! que si la toma
de aquí a la noche en la mano 500
y mañana muy temprano
antes que beba ni coma
no se ha mudado de aquí,
que le tengo de mudar
a los infiernos a herrar, 505
que es lo más que se usa allí;
y acierte, pues despertando
está en el barrio a quien duerme,
esta vez a obedecerme
quien ha tanto que está herrando, 510
y sino, lo dicho, dicho.
HERRADOR
¡Notable temeridad!
COSME
Si va a decir la verdad
él es galante capricho.
HERRADOR
De obedeceros no puedo 515
dejar.
COSME
No hay que replicalle
si quedar quiere en la calle
busque otro oficio más quedo,
que de los siete podrá
ser este despertador. 520
ALEJANDRO
Habiendo sido herrador
con ninguno acertará;
y en este, el más singular
que albéitar aspira a ser,
yerra más lo que ha de hacer 525
que acierta lo que ha de herrar.
HERRADOR
Quedo de todo advertido.
COSME
Busque otro entre tantos artes,
y Dios le eche a aquellas partes
donde de nadie sea oído, 530
para que no martirice
de herrador con sólo el nombre.
HERRADOR

 (Aparte.) 

No hay burlas con él, que es hombre
que hace más de lo que dice.

 (Vase.) 

ALEJANDRO
Nadie de mi gusto apela 535
a otro ningún tribunal.
MAESTRO

 (Dentro.) 

Lean todos por igual.
 

Deletrean y leen como muchachos de escuela, con mucho ruido, todos los que puedan; y sale EL MAESTRO con palmatoria, cortando una pluma.

 
ALEJANDRO
¿Qué enjambre es este?
COSME
Una escuela.
ALEJANDRO
No es menos que el herrador
esto, Cosme; al maestro llama. 540
COSME
Él sale a hablar a una dama
que allí le aguarda.
ALEJANDRO
¿Ha, Señor
maestro?
MAESTRO
¿Qué me mandáis?
ALEJANDRO
Escuche atento.
MAESTRO
Decí.
ALEJANDRO
Ya sabrá que vivo aquí. 545
MAESTRO
Por muchos años viváis.
ALEJANDRO
Yo vengo a dormir ahora
y una mosca me despierta,
cuanto más junto a mi puerta
tanto tiple.
MAESTRO

 (Aparte.) 

Me enamora
550
el Alejandro.
ALEJANDRO
Haga luego,
como dicen, por soltallos
y a sus casas enviallos
dejando el barrio en sosiego;
y mañana múdese 555
a otro muy lejos de aquí;
que si no lo hace así,
voto a Dios (escúcheme)
que yo lo haga de modo
(si me obliga a que me enoje) 560
que en un tejado te arroje
con bancos, mesas y todo
el adorno, el badulaque
de la escuela, y le sujete
a hacella en un caballete, 565
y para los niños saque
(porque del furor que doy
muestras no reservo nada)
una comisión firmada
de Herodes.
MAESTRO

 (Ap. 

Temblando estoy.)
570
Digo, que obedeceré
todo cuanto me ordenáis.
ALEJANDRO
Libre con eso quedáis
y yo a gusto dormiré.
MAESTRO
Y yo os soñaré de aquí 575
adelante.
ALEJANDRO
No haréis mal.
COSME
Un miedo lleva Pascual
como Cirio.
MAESTRO
Voy sin mí.
No estaré aquí a mediodía.
De quién es da testimonio. 580
¡Válgate Dios, por demonio!

 (Vase.) 

COSME
Con esto queda vacía
de todo rumor la calle
y con gran facilidad
redimes la vecindad 585
que de venir tiene talle
a agradecértelo todos,
que a un martillo y a una escuela
¿qué bronce no se desvela?
que son de tormentos modos 590
que no los tiene el infierno,
no quitando pormenores,
los coches y empedradores.
ALEJANDRO
Ya he puesto en eso gobierno,
que por un empedrador 595
y un cochero que maté,
ninguno dellos a pie,
ni a caballo, con valor
ni libertad han quedado
para pasar por aquí. 600
COSME
¡Qué buen gusto!
ALEJANDRO
Por allí
hemos de entrar (si he llevado
la llave de aquel postigo)
por no encontrar a mi padre
que me gruña ni me ladre 605
que es mi mayor enemigo.
Aquí está la llave; toma,
Cosme, y adelantate
a abrille, que estoy en pie
dormido.
COSME
Otro moro asoma.
610
 

Arriba UN PREGONERO, con una colcha en la mano.

 
PREGONERO
Vengan a la almoneda
con moneda;
vengan a la almoneda.
ALEJANDRO
¿Pregonero? ¡Ha, Pregonero!
PREGONERO
Cien reales dan 615
por la colcha.
ALEJANDRO
¡Ah ganapán!
PREGONERO
¿Quién puja?
ALEJANDRO
¡Ah vinagre, ah cuero!
PREGONERO
¿Queréis la colcha?
ALEJANDRO
¡Ah, borracho!
Voto a Dios, si pregonáis
más, y la voz levantáis 620
solicitando el despacho
de esa almoneda, que os eche
desde ese balcón a hacer
la almoneda a Lucifer.
PREGONERO
¿No queréis que me aproveche 625
del oficio?
ALEJANDRO
Picaron,
eso ha de ser muchas millas
de aquí, en las siete cabrillas;
si subo arriba al balcón,
que tengo mi casa aquí 630
y voy a dormir agora,
por haber hasta la aurora
pasado la noche así
muy cansado y muy rendido,
y no es bien que un pregonero 635
(que parece mal agüero)
me esté gritando al oído;
y, en efecto, esto ha de ser,
porque es mi gusto.
PREGONERO

 (Aparte.) 

Él lo toma
de veras, y aunque no coma, 640
no quiero con Lucifer
pesadumbres ni ocasión.
ALEJANDRO
¿Qué dice?
COSME
¿Qué ha de chistar?
Sitio bajarse y echar
en otra parte el sermón 645
porque este púlpito no es
a propósito.
PREGONERO
Yo quedo
sin mí y temblando de miedo.
ALEJANDRO
Vámonos a dormir, pues,
que después de lo cansado 650
de suerte el sueño me llama,
que he de arrojarme en la cama,
Cosme, vestido, y calzado.
COSME
Dormir los kiries espero;
pues te aclamo vencedor 655
de una escuela, un herrador,
y de todo un pregonero.
 

(Vanse.)

 
 

Sale CÉSAR con barba blanca, una daga en la mano, y CASANDRA deteniéndole, y CARLOS con la banda en el brazo izquierdo que le dio DIANA, y DAMIÁN con él.

 
CASANDRA
¿Señor, Señor?
CÉSAR
No me impidas,
Casandra, por amparalle,
con este acero quitalle 660
a este villano mil vidas,
que con vergüenza tan poca
se viene de divertir
a estas horas a dormir.
CARLOS
Escucha.
CÉSAR
Cierra la boca,
665
ingrato; pues para el yerro
que has hecho en esta ocasión
no tienes satisfacción.
CARLOS
Si mi hermano...
CÉSAR
Calla, perro;
que querrás dar a tu hermano 670
la culpa de tus excesos,
cuando tú de sus traviesos
pasos pudieras, no en vano,
corregir los desperdicios,
aunque seas el menor, 675
con cordura y con valor.
CARLOS
Señor, ¿cuándo he dado indicios
los menores de faltar
a tu obediencia, he salido
un punto della atrevido? 680
¿Quién se queja en el lugar
de mí?
CÉSAR
No me satisfagas,
pues a estas horas de fuera
vienes.
CASANDRA
Señor, considera,
cuando ese cargo le hagas, 685
que es mozo, y que alguna vez
no es mucho un descuido veas
del primer yerro; no seas
tan riguroso juez.
Con sus amigos se habrá 690
esta noche entretenido
como hace Carlos.
CARLOS
No ha sido
esa la ocasión, quizá,
por estorbar a mi hermano
despeños de su furor, 695
vengo a estas horas, Señor,
y aun he venido temprano,
que he de volverle a buscar,
porque por toda Florencia
no le he podido encontrar. 700
CASANDRA
Por la puerta del jardín
pienso que se recogió
agora a su cuarto.
CARLOS
Dio
con eso a mis ansias fin,
que por seguille he tardado 705
tanto en recogerme.
CÉSAR
Sí;
para disculparte a ti
gentil achaque has hallado;
porque él tiene de travieso
opinión en el lugar, 710
le querrás hoy prohijar
por suyo tu loco exceso,
y quizás tú haces callando
mayores temeridades
que él que está sus mocedades 715
por las calles pregonando.
Tú con más hipocresía
quizá encubres más maldad.
CARLOS
Tiénesle más voluntad
que a mí, o es desdicha mía; 720
que sabe el cielo, que en cuanto
puedo parecer que soy
hijo tuyo, muestras doy.
CÉSAR
Eres un ángel y un santo.
CARLOS
No soy santo ni ángel; mas 725
obedecerte deseo
y darte gusto.
CÉSAR
No creo
en los pocos que me das,
que esa es verdad.
CARLOS
¿Hete dado
otra pesadumbre yo? 730
CASANDRA
Siempre, Carlos, se llevó
la inclinación y el cuidado
con los padres, en los hijos
el más travieso; aunque aquí,
el estar hoy contra ti, 735
de amor nace.
DAMIÁN
¡Qué prolijos
son los padres en llegando
a ser viejos, sin razón
de envidia, de ver que son
mozos los hijos!
CÉSAR
En dando,
740
Casandra en eso, me harás
perder el entendimiento;
no ha de quedar un momento
en casa.
CARLOS
Muy bien harás,
si en eso gusto te doy. 745
CÉSAR Y
este picaño también
ha de volar, que es con quien
se acompaña.
DAMIÁN
También soy
más que Cosme desdichado.
CÉSAR
Sois un bellaco.
DAMIÁN
Y aún dos;
750
pero hombre de bien, por Dios,
y fiel y leal criado.
CÉSAR
¿No me respondéis?
DAMIÁN
¿Soy yo
esclavo de nadie acaso?
Yo soy hombre.
CARLOS
Paso, paso,
755
que habláis con mi padre. ¡Oh!
CÉSAR
¿Os dio esas alas, picarón,
Carlos, vuestro amo? Por vida
de Casandra, que no impida
para que en esta ocasión 760
os muela a palos, villano,
mi furor su valimiento.
CARLOS
Señor, deste atrevimiento
y el mío, os pido la mano;
que yo le castigaré 765
como es razón y me toca.

 (De rodillas.) 

DAMIÁN
Digo, que he hablado por boca
de ganso.
CÉSAR
Levántate,
que no quiero hazañerías
tuyas.
CARLOS
Obediencia son,
770
respeto y obligación.
CÉSAR
¡Qué neciamente porfías!
CARLOS
Pues los pies te he de besar,
Señor, cuando no me des
la mano.
CÉSAR
Manos ni pies
775
te he de permitir tocar.
¿Qué banda es esa? ¿Es herida?
CARLOS
Es un golpe que me he dado.
CÉSAR
Que no le hayas achacado,
llamándole fratricida, 780
a Alejandro, me admiró,
porque crédito te diera.
CARLOS
No fuera mucho que él fuera
la causa.
CÉSAR
¿No digo yo?
Vive Dios, que las mentiras 785
que das por disculpa aquí,
con arrojarte de mí
he de castigar. -¿Qué miras?
¿Qué murmuras entre dientes?
CARLOS
Yo, Señor, bien sabe Dios... 790
CÉSAR
Tomad la puerta los dos,
cómplices y delincuentes
de mi disgusto, y jamás
por ella volveros vea.
-¿A qué aguardáis?
CARLOS
Señor...
CÉSAR
Ea.
795
CASANDRA
Cruel con Carlos estás.
CÉSAR
Esto, Casandra, ha de ser,
y no será el mundo parte...
CARLOS
Si en eso gusto he de darte,
yo te quiero obedecer. 800
CÉSAR
Y agradeced que este acero
no os rompe el pecho, villano.
CARLOS

 (Aparte.) 

Crueldad que intentó un hermano
también de un padre la espero.
CÉSAR
¿Qué decís?
CARLOS
Que ya me voy.
805
CÉSAR
Haced cuenta que esta casa
no está en el mundo, y si os pasa
por la memoria que soy
vuestro padre, no creáis
sino que ha sido ilusión. 810
Flandes hay, y en la ocasión,
mejor que en Florencia estáis;
que aun en Florencia no quiero
veros delante de mí.
DAMIÁN
Vámonos, Señor, de aquí. 815
¿Qué esperas más?
CARLOS
Nada espero;
sólo me pesa dejar
enojado al padre mío.
DAMIÁN
Este no es padre ni tío,
suegro le puedes llamar. 820
CARLOS
Vamos, Damián.

 (Vase.) 

CÉSAR
¿No se han ido?
DAMIÁN

 (Aparte.) 

Ya se van, don Faraón,
que tienes el corazón
más que esotro empedernido,
y con plagas han de hacerte 825
enternecer y ablandar.
CASANDRA
Sin mí quedo de pesar.
DAMIÁN

 (Aparte.) 

De probar vinagre fuerte
el Longinos ha quedado.
CÉSAR
¿Oye, hermano, compañero? 830
Cierre esa puerta.
DAMIÁN
No quiero,
que ya no soy su criado.

 (Vase.) 

CÉSAR
¿Qué dijo?
CASANDRA
No le escuché.
CÉSAR
¿Parece que lloras?
CASANDRA
Sí,
que es Carlos mi hermano.
CÉSAR
Y di,
835
Casandra, ¿no le engendré
a Carlos yo?
CASANDRA
Hoy te has cegado
de cólera, de manera
que ninguno lo creyera.
CÉSAR
Casandra, es razón de estado, 840
unos mismos pasos sigo
a la imitación de Dios,
trocando en mis hijos dos
la caricia y el castigo.
A este riño, a aquel regalo, 845
a uno apruebo, a otro condeno,
porque el malo se haga bueno
y el bueno no se haga malo.
Estos mis designios son,
dale, cuando despertare, 850
lo que Alejandro gustare;
y pues sois del corazón
que amor paternal abrasa
amadas prendas las tres,
a Carlos llama después, 855
Casandra, y métele en casa,
sin dar a entender que yo
lo sé, que esto importa.
CASANDRA
El cielo
te guarde para consuelo
de tus hijos.

 (Soñando ALEJANDRO, diga dentro.) 

ALEJANDRO
Quien me dio
860
la vida. ¿puede intentar
quitármela? Es un tirano.
CÉSAR
Mira que llama tu hermano.
CASANDRA
Señor, debe de soñar,
que durmiendo suele hacer 865
extremos; pero yo voy
a sabello.

 (Vase.) 

CÉSAR
Siempre estoy
entre el amar y el temer
lleno de ansias y desvelos.
¡Oh, hijos, lo qué costáis! 870
Desde que nacéis nos dais
inquietudes y recelos.
No hay para un padre reposo
en el sueño, en la comida,
con vosotros.
 

(Quédase dormido CÉSAR en una silla, y cáesele la daga a los pies, y dice dentro, soñando, ALEJANDRO.)

 
ALEJANDRO
¿De una vida
875
que me diste riguroso
me pretendes despojar?
Detén, verdugo inhumano
contra tu hijo la mano,
sin el golpe ejecutar; 880
depón el sangriento acero.

 Sale ALEJANDRO

Pero ¿qué es esto? Hasta aquí
me he levantado sin mí,
arrebatado de un fiero
sueño, prodigioso, en que 885
mi padre muerte me daba,
y aunque este rigor soñaba
parece que verdad fue.
Que el alma, siempre despierta,
en los sueños adivina 890
lo que el cielo le destina
y su mal presagia y cierra.
Mi padre dormido está
en esta silla ¡ah, cruel!
y una daga cerca dél 895
desta verdad muestras da.
Con esta quiero quitalle

 (Toma la daga que está en el suelo.) 

La ingrata vida primero,
y con el injusto acero
que me amenaza, matalle, 900
antes que me quite a mí
la que sin querer me dio;
porque primero soy yo
que mi padre; muera ansí
padre que intenta mi muerte, 905
que matando la ocasión
vanos mis temores son,
y aseguro desta suerte
mi vida.

 (Vale a dar, y despierta el viejo.) 

CÉSAR
¿Qué es lo que intenta
en mí tu brazo inhumano? 910
ALEJANDRO
Darle, no sé, de la mano

 (Cáesele el acero.) 

(O ha sido miedo o afrenta
de tan enorme traición,
de pensamiento tan fiero)
se me ha caído el acero, 915
y con él el corazón.
Parece que exhala fuego
por los ojos y el semblante;
quiero quitarme delante
que estoy a tus rayos ciego. 920
Que este impulso que en los dos
con la sangre el alma mueve
es respeto que se debe
a los padres como a Dios.
Y pues inhumanos nombres 925
los cielos me están poniendo,
con los brutos me iré huyendo,
de los ojos de los hombres.

 (Vase.) 

CÉSAR
Parece que todo ha sido
sueño, que también soñaba 930
yo que a Alejandro (¡ay de mí!)
quitaba de la garganta
la cabeza. Sin mí estoy.
 

Sale CASANDRA.

 
CASANDRA
Señor, ¿qué voces...?
CÉSAR
Casandra,
no ha sido nada. ¿Volviose? 935
CASANDRA
¿Quién?
CÉSAR
Alejandro a la cama.
CASANDRA
No sé que se haya, Señor,
levantado della.
CÉSAR
Guarda,
Casandra, ese acero allá;
que hubiera sido... ¡Sin alma 940
del sueño, y de ver sin ella
a Alejandro, estoy!
CASANDRA
Aguarda;
¿qué hubiera sido?
CÉSAR
Instrumento
de mi muerte.
CASANDRA
El cielo haga
inmortal tu vida.
 

Salen DIANA y LAURA, con mantos.

 
DIANA
Aquí
945
pienso socorrerme, Laura,
del rigor de Federico.
LAURA
¿Pues conoces esta casa?
DIANA
No la conozco; mas ¿dónde
no se amparará la causa 950
de una mujer como yo?
CÉSAR
Acá se entraron, Casandra,
dos mujeres.
DIANA
Caballero,
cuyas venerables canas,
la noble de vuestra sangre 955
ostenta. -Hermosa dama,
que merecisteis ser hija
suya, o deuda muy cercana
según los indicios veo
y lo contestan las caras 960
que como si entrambas fueran
dos cristales se trasladan;
amparad una mujer
noble, que huyendo se escapa
de la crueldad, de la furia, 965
de los celos, de la rabia
de un hombre, un rayo, un demonio,
que quiere tomar venganza
en mí deste agravio, y viene
contándome las pisadas, 970
residenciándome el viento
y alentando las espaldas.
Hombre sois, y habréis tenido
amor, amparad mis ansias;
mujer sois, y estáis sujeta 975
a amar, pues brutos y plantas
lo están, socorred mis penas,
y habréis comprado una esclava;
que obligaciones como estas,
con la vida aun no se pagan. 980
Ya le siento, ya le escucho,
ya me parece que pasa
de los umbrales, y pone
los pies en aquesta cuadra;
ya escupiendo por los ojos 985
veneno, el acero saca;
y con mi sangre... no sé
lo que digo de turbada.
¡Valedme contra este monstruo,
que me traen sus amenazas 990
sin corazón en el pecho
y entre los dientes el alma!
CÉSAR
Detrás de aquellos damascos
os esconded, que a estas canas
pagará el justo respeto 995
que les debe toda Italia.
DIANA
Aun no pienso que estaré
segura en una muralla
del incendio de sus ojos,
que flechan pólvora y balas. 1000
CASANDRA
¡Notable suceso!
 

Sale FEDERICO, terciada la capa.

 
FEDERICO
Aquí
se entró mi enemiga hermana
o me traen loco los celos.
CÉSAR
Caballero, ¿qué demanda
a entrar desta suerte os mueve 1005
desalumbrado en mi casa?
FEDERICO

 (Aparte.) 

Siguiendo (¡válgame el cielo!)
con su padre y con Casandra,
han dado mis desatinos
sin saber adonde entraba. 1010
CASANDRA

 (Aparte.) 

¡Qué es esto, cielos! Celoso
viene siguiendo a otra dama
Federico. ¡Ah, fementido
galán, traidor en palabras
y en obras al amor mío! 1015
CÉSAR
No hay aquí que buscar nada.
FEDERICO

 (Ap.  

Yo me debí de engañar,
que traigo a ciegas el alma
y los sentidos a escuras.)
Perdonad, Señor, si basta 1020
deciros, que he entrado ciego,
lleno de celosas ansias,
tras un áspid, tras un tigre,
tras una mujer ingrata
que me ofende en el honor. 1025
CASANDRA

 (Aparte.) 

Si está casado y me engaña
con infames apariencias,
sus quejas enamoradas
para burlarse de mí;
pero no se encubre nada 1030
al cielo, que hoy me da en esto
venganza de sus infamias.
FEDERICO
Que yo a vuestra casa tengo
el respeto que le guarda
toda Florencia.  (Ap.  Celosa 1035
parece que está Casandra,
y no puedo en este lance
tampoco desengañalla,
diciéndole la ocasión;
pues es deshonor que pasa 1040
desde mi hermana al blasón
de la sangre antigua y clara
de los Médicis.)
CASANDRA

 (Aparte.) 

Sin mí
me tienen, cielos, las falsas
lisonjas de Federico. 1045
FEDERICO
De acción tan desalumbrada
bastantemente os disculpan
los celos.
CASANDRA
El cielo os haga
con esa prenda dichoso.
CÉSAR
Guardeos Dios. -Vamos, Casandra. 1050
CASANDRA
Ya te sigo.

 (Al irse la detiene FEDERICO.) 

FEDERICO
Hermoso dueño
de mi vida, espera, aguarda.
CASANDRA
Ingrato, ya te conozco.
FEDERICO
Mira que te adoro.
CASANDRA
Aparta,
que hoy por tus labios, traidor, 1055
el cielo me desengaña
de tus mentiras.
FEDERICO
El cielo sabe
que te ha dado toda el alma...
CASANDRA
Vive Dios, mal caballero,
que si a quien soy no mirara... 1060
 

Sale CARLOS.

 
CARLOS
¿Qué es esto?
CASANDRA
¡Mi hermano, ay Dios!
FEDERICO

 (Aparte.) 

En ocasión bien extraña,
Carlos, su hermano, llegó.
CARLOS

 (Aparte.) 

Federico con mi hermana
a solas y dando voces, 1065
saber recelo la causa.
FEDERICO
Discúlpeme haber pisado
los umbrales desta casa,
Señora, unos locos celos,
que son veneno del alma, 1070
y que han deslumbrado al sol
muchas veces.
CASANDRA

 (Aparte.) 

¡Que aun no callas
mis ofensas!
FEDERICO
Y el señor
Carlos, pues ya destas ansias
puede tener experiencia; 1075
y guardeos el cielo.
CARLOS
Él vaya
con vos, señor Federico.
FEDERICO
O estoy sin mí, o esta banda
que Carlos trae puesta al cuello
es de mi enemiga hermana, 1080
y es él a quien escribía
el papel esta mañana;
y si lo averiguo, pienso
tomar la mayor venganza
que haya inventado el enojo. 1085

 (Vase.) 

CARLOS
Esas disculpas, Casandra,
no te valdrán otra vez
conmigo.
 

(Al paño DIANA y LAURA.)

 
DIANA
Ya pienso, Laura,
que Federico se fue;
mas, si el alma no me engaña, 1090
Carlos está aquí, y parece
que la está dando a esta dama
quejas.
LAURA
Antojos serán
tuyos, pues siempre, Diana,
hasta del aire los tienes. 1095
CARLOS
Si otra vez pone las plantas
en mi casa Federico,
vive Dios, que a los dos haga
escarmiento de Florencia.
CASANDRA
Si lo que he dicho no basta, 1100
no quiero a tus groserías
sospechosas y villanas
dar otras satisfacciones,
sino las que ver aguardas.

 (Vase.) 

DIANA
Celos son los que le pide, 1105
que las entrañas me abrasan.
CARLOS
Casandra, espera.
 

Al entrar, salen DIANA y LAURA, que la detienen.

 
DIANA
Yo quiero
responderte por Casandra,
ingrato Carlos.
CARLOS
¡Qué miro!
¿Eres ilusión, Diana? 1110
DIANA
Tu amor lo ha sido, enemigo.
LAURA
Desta vez, después de tantas,
dimos con todos los huevos
en la ceniza.
DIANA
¡Oh, mal haya
mujer que de hombre se fía! 1115
CARLOS
¿Loca estás?
DIANA
Desengañada
dirás mejor.
CARLOS
Oye, escucha.
DIANA
No he de escucharte palabra.
CARLOS
Vive el cielo que me pides
celos de mi propia hermana. 1120
DIANA
¿Qué dices?
CARLOS
Esto que escuchas.
DIANA
¿Luego esta es, Carlos, tu casa?
CARLOS
Sí, Diana.
DIANA
Ahora digo,
que he acertado,
por desgracia, 1125
una vez a mi ventura.
CARLOS
Y me tienes en extraña
confusión.
DIANA
De aqueste lance,
Carlos, has sido la causa,
entremos, que hay que hablar mucho. 1130
CARLOS
Tu esclavo soy.
DIANA
Yo tu esclava.
CARLOS
Tuya, Diana, es mi vida.
DIANA
Tuya, Carlos, es el alma.
CARLOS
A pesar de muchos miedos.
DIANA
No pesan con mi amor nada. 1135
CARLOS
Que no hay riesgo contra el gusto.
DIANA
Ni muerte para quien ama.
CARLOS
Viva mi firmeza.
DIANA
Y muera
la envidia de mi esperanza.
LAURA
Y Dios, en nombre del cura, 1140
buenos casados los haga.

IndiceSiguiente