 Jornada segunda
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Salen DIANA y LAURA, como acechando.
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DIANA | Pues, señor César, agora
| | podéis entrar. |
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Sale CÉSAR.
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CÉSAR | Yo
lo hago; | 5 | llamado he venido aquí | | de un papel vuestro.
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DIANA | Es
ansí; | | ya a las dudas satisfago | | que tendréis.
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CÉSAR | Verdad
decís, | | dudoso estoy. |
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DIANA | No
me espanto; | 10 | cierra esa puerta entre tanto. | |
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DIANA | Si
me oís, | | saldréis de todo recelo. | |
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CÉSAR |
No es recelo el que es cuidado, | | ¿qué queréis?
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DIANA | Yo
os he llamado | 15 | para un mal. |
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DIANA | Consuelo es otra piedad: | | remedio es bien
que me deis. | |
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CÉSAR | Mirad que soy Gibelino | | antes de
hablar. |
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CÉSAR | Güelfo vuestro hermano fue.
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CÉSAR | Enemigos siempre
son | 25 | vuestro linaje y el mío. | |
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DIANA | Ya lo sé,
y de vos me fío | | con toda esta prevención.
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CÉSAR | ¿Qué podrá ser? que estoy mudo.
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DIANA | (Aparte.) | No sé si en hablarle acierto. | 30 |
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CÉSAR | (Aparte.) | Si es pesar, él será
cierto. | |
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CÉSAR | (Aparte.) | Mas
¿qué dudo? | | Siempre he de ser su enemigo. | |
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DIANA |
Vencer su amistad pretendo. | |
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CÉSAR | Pues hablad, que
ya os atiendo. | 35 |
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DIANA | Pues oid, que ya os lo digo. | | En vuestra
casa huyendo, | | si no estáis olvidado, | | me acogí
por sagrado | | del furor, del enojo y del estruendo | 40 | que
despertó un papel que vio en mi mano. | | Yo por entonces
ciega, | | sin ver que es poco para ser delito | | un papel medio
escrito | | que dice una afición y el dueño niega,
| 45 | con el temor y el susto, | | sin ver que no era justo | | por
entonces huir, como supistes, | | y mi hermano con vos (mas
ya lo vistes) | | quietando sus recelos, | 50 | fingió dejarlos
o dejó sus celos. | | Fuese, y yo más segura,
| | dando lugar a la razón, advierto | | que era gran
desconcierto, | | cuando mi fama en esto se aventura, | 55 | hacer
de casa ausencia | | sin causa, dando escándalo en Florencia;
| | determino volverme luego al punto | | a mi casa, a la vuestra
tan vecina, | | Casandra me apadrina, | 60 | metime en vuestro coche,
| | llego a mi casa, aun antes que la noche; | | por mi hermano
pregunto, | | hablo con él, confieso que estoy ciega;
| | niego que hay culpa yo; Casandra ruega; | 65 | el huir me condena,
| | echo la culpa al miedo y a la pena, | | la ocasión
del papel pregunta airado, | | echo la culpa al ocio y no al
cuidado; | | en fin, aunque recela, | 70 | ya fuese desenojo o ya
cautela, | | quedé en mi casa, donde en dudas muero:
| | mas no es aqueste el mal para que os quiero; | | calle agora
esta pena por ociosa, | | mayor la busco, vamos a otra cosa.
| 75 | Descuidada vivía, | | libre mi juventud, y yo muy
mía; | | ¿vivía dije? miento, | | pasaba yo mi
edad, bien dije ahora, | | que cuando el pecho ignora | 80 | algún
dulce desvelo, algún tormento | | desto que al mundo
abrasa, | | no se vive la edad, sino se pasa, | | que aun los
bienes tal vez fueran pesados | | a no estar con el mal interpolados,
| 85 | cuando ese monstruo fiero | | cizaña universal del
mundo entero; | | cuando esa dulce guerra, | | ocasión
de las paces de la tierra; | | ese invencible fuego, | 90 | padrastro
de la vida y del sosiego | | esa dulce armonía, | | música
de la sangre y simpatía; | | esa llama ambiciosa | | que
hasta el último estrago no reposa, | 95 | veneno del oído,
| | tósigo del sentido, | | del tacto hechizo breve, | | y ponzoña suave, que la bebe | | con acíbar
de enojos | 100 | el paladar inmenso de los ojos; | | amor, en fin,
que aqueste es su apellido, | | si no está por las señas
conocido; | | amor, en fin, por fuerza, por halago, | | por elección,
por gusto, por estrago, | 105 | por razón, por destino,
| | me inclinó; mas yo soy la que me inclino | | a un
caballero; mal mi asunto empieza | | que no me fue motivo la
nobleza; | | a un hombre tan galán; mas poco he dicho,
| 110 | que gala a solas no llenó el capricho: | | a un amante
tan firme, no es bastante, | | que nadie quiere al otro por
amante; | | a un joven tan valiente, no lo entiendo, | | que
valiente no más es sólo estruendo; | 115 | a un hombre
tan discreto, no lo escucho, | | que a discreción no
más le falta mucho; | | no sé qué señas
dé, ni amor las rige; | | a Carlos, vuestro hijo, ya
lo dije, | | ya me atreví, no importa, poco ha sido,
| 120 | lo más es confesaros que he querido; | | porque en
una mujer de mi respeto | | el todo está en amar, no
en el sujeto, | | que en desvelos que llego a confesarlos,
| | yo monto más, pues sépase que es Carlos;
| 125 | Carlos es el que adoro, | | por Carlos me arriesgué,
por Carlos lloro; | | a él mi estrella me inclina, | | Güelfa es mi sangre, el alma Gibelina; | | no quiere
tanto el prado, | 130 | de la sed del estío atormentado,
| | nube de oculta plata | | que en líquidos alivios se
desata; | | menos afectuosa, | | acechando la luz, quiere la
rosa, | 135 | ajada de la noche, | | dividiendo las cárceles
del broche, | | el arrebol, o afeite de la aurora, | | lavándose
la cara en lo que llora; | | no tanto, en fin, desea | 140 | ponerse
del verano la librea | | por parecer quizá menos anciano
| | ese monte galán que está tan cano, | | aunque
aspiraba a eterno | | de sufrir pesadumbres del invierno; | 145 | no tanto el peregrino | | quiere la luz que le gobierna el
sino; | | no tanto el caminante, | | solo, ciego y errante, | | escuchando distantes los latidos, | 150 | la cabaña acechó
con los oídos; | | no tanto quiere el fuego | | de su
región el natural sosiego; | | su centro lo pesado,
| | el puerto el navegante derrotado; | 155 | el agua el pez, el
rico su tesoro, | | el avariento el oro, | | el jardín
los albores, | | los campos al Abril, al sol las flores, | |
la noche el triste, y el enfermo el día, | 160 | como a
Carlos adora el alma mía. | | pues, César generoso,
| | si en vuestra edad primera | | probasteis del amor la llama
fiera, | | si amar supisteis, que será forzoso | 165 | venzaos
una terneza, | | una pasión, un llanto, una tristeza,
| | un amor deste modo, | | y el confesarlo yo, que es más
que todo. | | Yo adoro a Carlos, y ha de ser forzoso, | 170 | si
se resuelve el mundo, ser mi esposo; | | mi hermano, receloso,
aunque halagüeño. | | En voz, en vista y sueño,
| | me parece que finge, estudia y piensa | | algo contra mi
vida por su ofensa; | 175 | yo estoy poco segura: | | mi vida, y
aun mi fama se aventura | | dilatado el remedio; | | de todos
el mejor es este medio: | | Carlos mi dueño ha sido,
| 180 | mi disculpa mejor será un marido. | | Güelfos
y Gibelinos | | dejen por mí y por vos sus desatinos,
| | que no los llamo agravios, | | que no duraran tanto en hombres
sabios; | 185 | harta sangre ha lavado | | ese necio rencor, que
ha vinculado | | por mayorazgo suyo | | el odio porfiado de quien
huyo; | | ya los bandos que ves, y Italia mira, | 190 | se guardan
más por tema que por ira; | | cúbrase aqueste
fuego | | con las dulces cenizas del sosiego; | | que nada se
interesa | | en avivar dormida la pavesa; | 195 | ya la ofensa (si
acaso ofensa hubo) | | lavada está con sangre, ya fin
tuvo; | | ya las señas borradas | | están del tiempo,
a su pesar gastadas; | | pues nadie las acuerde, | 200 | si aun el
tiempo, mañoso, no las muerde; | | destos peñascos
vivos, | | que peñas son, y aun cielos vengativos | |
el iris de paz sea | | mi amor, y vuestro celo en vos se emplea
| 205 | esta hazaña piadosa; | | hijo tenéis, merézcame
su esposa. | | Y para que hoy enlace | | vuestro celo mejor la
paz que hace, | | hija tenéis, que al cielo desafía
| 210 | y apuesta perfecciones con el día; | | hermano tengo;
que en hacienda y talle | | ninguno en toda Italia ha de igualalle,
| | suya a Casandra vea, | | duplíquense estas dichas
porque sea | 215 | soborno tan divino | | quien negocie la paz al
Gibelino. | | Esto ha de ser, señor César, amigo,
| | hazme este bien, y el mundo sea testigo | | de hazaña
tan honrosa, | 220 | así tu mesa con vejez dichosa | | corone
entre lisonjas y respetos | | el repetido enjambre de tus nietos.
| | Así tu edad compita | | con el ave que el ámbar
resucita; | 225 | así burlen tus verdes lozanías
| | la circular carrera de los días. | | Y así
Parca ofendida | | no adelgace el aliento de tu vida, | | ni
te pongan del tiempo los engaños | 230 | los instantes a
cuenta de los años. | | Sea Carlos un esposo, | | sácame
deste riesgo tan forzoso, | | habla a mi hermano, fírmense
las paces, | | viva por ti mi honor; y si lo haces, | 235 | tierna,
firme, rendida, | | hija, esclava, obligada, agradecida | | seré
a tus obediencias | | cera, que ignore siempre resistencias.
| | Seré Clicie constante | 240 | a cada variedad de tu semblante.
| | Seré metal sujeto | | conducido al imán de
tu respeto; | | seré mar de olas llena, | | a quien tu
ceño servirá de arena; | 245 | neblí, volando
al cielo, | | de quien tu voz menor será señuelo.
| | Pero si no te mueve | | mi voz, firme, cruel, injusto, aleve,
| | seré rayo violento | 250 | que no cabe en las bóvedas
del viento; | | seré mina abortada, | | que habla en estruendos
de callar cansada; | | raudal seré oprimido, | | que inunda
las campañas afligido; | 255 | y, en fin, seré (que
está más ponderado) | | mujer que su afición
ha confesado, | | y sin ser remediada | | se ve perdida y llora
desairada. | |
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CÉSAR | La admiración, Diana, | 260 | de
escuchar tus intentos, | | me embargó los acentos | |
para dar la respuesta a que se allana | | mi atención;
mas supuesta | | la admiración, escucha la respuesta.
| 265 | El Duque soberano | | de Florencia... |
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Sale LAURA
asustada.
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LAURA | Señora,
apriesa, luego; | | casi muriendo llego. |
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LAURA | Pienso que es tu hermano, | | que un
hombre por las tapias de la huerta | 270 | se entró. |
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DIANA |
Sin
duda es él, es cierto; | | ¿Qué haré?
¡Ay de mí! | |
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CÉSAR | No importa, que aunque viejo...
| | (Empuñando.) |
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DIANA | No será, señor
César, buen consejo; | | llévale tú allá
fuera, | 275 | y entraos en ese cuarto de mi hermano, | | donde puede
decirle que le espera, | | fingiendo algún negocio,
con que es llano | | que yo quedo excusada. | |
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DIANA | Pues
seguid esa criada. | 280 |
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CÉSAR | Vamos; en su aposento | |
a Federico le diré mi intento. | |
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LAURA | El primer viejo
ha sido | | que hasta hoy en la comedia se ha escondido. | |
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(Vanse
los dos.)
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DIANA | De temor estoy muerta; | 285 | ¿mi hermano por
las tapias de la huerta? | | ¿Si pretende matarme? | | Huir quiero;
mas no, que esto es culparme; | | constante aquí le
espero; | | ya siento pasos, esforzarme quiero, | 290 | y fingirme
turbada; | | ¿Quién es? ¿quién se entra? hola,
Laura, Flora, | | ¿No hay alguna criada? | |
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Sale LAURA.
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DIANA | Un hombre
aquí se ha entrado | 295 | en mi cuarto, atrevido y recatado.
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DIANA | Allá
fuera | | he de salir y ver... |
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Sale ALEJANDRO y COSME.
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DIANA | ¡Válgame
el cielo! | | Mayor es que pensaba mis desvelo; | 300 | hombre o
monstruo cruel, ¿qué te ha movido | | a entrar de aqueste
modo? |
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LAURA | Hombrecillo soez y desairado, | | ¿quién
aquí te ha metido? |
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DIANA | ¿Amor? ¿pues es amor el que así infama
| 305 | el honor tan sin gusto de la dama? | |
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LAURA | ¿Pecado? ¿pues
no hay más, señor Batueco, | | que sin hablar,
éntrome acá, que peco? | |
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DIANA | Vuélvete
luego, al punto, | | y agradece que el susto tan difunto | 310 |
me tiene el corazón, que apenas deja | | alimentos de
voces a la queja; | | que sino... |
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|
ALEJANDRO | Calla,
Diana, | | no ofendas el amor mío | | bautizando las finezas
| 315 | con el nombre de delito. | | Yo soy, Diana, que vengo | | a
beber todo el hechizo | | de tus ojos, apurando | | ese tósigo
divino. | 320 | Yo soy, que huyendo furioso | | de mi padre y de
mí mismo | | dejar pretendí a Florencia, | | y
vuelto desde el camino | | sin poder sufrir la muerte | 325 | de
un mes que ha que no te he visto, | | y a hartarme de que me
abrasen | | aquesos incendios vivos, | | pelota soy, que impelida
| | se vuelve irritada al sitio | 330 | de donde salió; saeta
| | soy que el arco ha despedido, | | y de haber estado opresa
| | se va vengando con silbos. | | Fuente soy (que de la mano
| 335 | oprimida un rato) bríos | | cobró de la privación,
| | brotada en rayos de vidrio. | | Pólvora soy, que callando
| | en el cañón, cuanto quiso | 340 | la mano, después
se venga | | del silencio en estallidos. | | Rayo soy, cuyas
infancias | | en el seno opaco y frío, | | abrigadas de
la nube, | 345 | crecen después a prodigios; | | y, en fin,
soy un hombre solo, | | ausente de lo que quiso, | | que vuelve
con más violencia | | que flecha anhelando al sitio,
| 350 | que pelota vuelta al centro, | | que cristal volando en vidrios,
| | que pólvora ardiendo en llamas, | | que rayo tronando
en giros, | | que esto y más es quien anhela | 355 | por ver
tus ojos divinos, | | muriéndose de no verlos | | y muerto
de verlos visto. | |
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DIANA | Señor Alejandro, ¿cuándo
| | (aunque por vos os estimo) | 360 | os he dado yo ocasión
| | de ser tan desvanecido | | que me queráis tan a costa
| | de mi vida, y de vos mismo? | | Y ya que sufra el quererme,
| 365 | que la inclinación no os quito, | | quered un poco
más cuerdo, | | que adoráis con mucho ruido;
| | por la fineza de verme | | entrándoos aquí
atrevido, | 370 | arriesgáis mi honor, no es bien | | ser
a mi costa tan fino. | | Volveos apriesa, por Dios, | | o sino...
|
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ALEJANDRO | Asombro
divino, | | que a mis nativas fierezas | 375 | templas con dulces
desvíos, | | trátame mal, no me ausentes | | de
tus ojos, que aunque vivo... | |
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DIANA | ¡Oh, pese a mis ojos!
¿tiempo | | es este, cuando me miro | 380 | cercada de tantos miedos,
| | de hacer requiebro el delito? | | Vive Dios... |
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ALEJANDRO |
No
os enojéis, | | que temo (aunque soy prodigio | | de crueldades)
vuestro enojo. | 385 |
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DIANA | Pues si le teméis, yo os digo
| | que os volváis de cortesía | | o de miedo;
esto os suplico, | | por Dios, por mí, por mi honor,
| | por vos, o, si sois tan fino, | 390 | por mi vida, que es lo
más. | |
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ALEJANDRO | Bien decís; lo más ha
sido. | |
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DIANA | Pues apriesa, Laura; sea, | | sea sin dilución;
el postigo | | del jardín... |
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ALEJANDRO | Esperad, que ya que os sirvo, | | me pesa de que
tengáis | | tanta gana... |
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COSME | Por
postigo falso | | nos vacían, bellaco arbitrio; | 400 | no
daré por mi limpieza | | desde hoy más un sambenito.
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LAURA | Apriesa, no esté de chanza, | | cuando me tiene
el peligro | | sin pulsos; atrevidón, | 405 | determinadazo,
altivo, | | que ponen en contingencia | | mi honor casto, claro
y limpio. | |
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COSME | Vamos,
| | infanta del baratillo. | 410 |
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|
ALEJANDRO | Ya os obedezco, a pesar
| | de mi amor. |
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(Ha de haber una ventana en el tablado,
y al irse ALEJANDRO tiran una piedra por de dentro.)
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|
COSME | Llamaron
| | a esta ventana, por Cristo. | |
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DIANA | (Aparte.) | Esta es
la seña de Carlos. | 415 |
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LAURA | (Aparte.) | ¡Ay cielos!
este el Carlillos, | | apriesa. |
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ALEJANDRO | ¿Y
para esto era | | la priesa? |
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DIANA | Alejandro,
idos | | apriesa, que este es mi hermano. | |
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ALEJANDRO | ¿Los hermanos
hacen ruido | 420 | de amantes y entran con seña? | |
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COSME |
¿Con seña los hermanitos? | | Deben de ser muy carnales
| | estos hermanos. |
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|
DIANA | Ya
os digo | | que es Federico; acabad, | 425 | no me arrestéis
os suplico, | | que me quitaré la vida. | |
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|
ALEJANDRO | No
es menester, que ya os sirvo. | |
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|
LAURA | Vamos, pues. | (Vuelven
a hacer la misma seña.) |
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LAURA | (Aparte con DIANA) | Sin duda Carlos le
ha oído | 430 | hablar, y llama celoso. | |
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|
DIANA | Es sin duda
gran peligro | | si se ven los dos. |
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|
LAURA | Perdido
| | se me ha la llave. |
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|
COSME | ¿Tampoco? mira en las naguas | | a pliegues
dos mil y cinco. | |
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|
DIANA | (Aparte.) | Si
envío | | a Alejandro, está a la puerta | 445 | su
hermano; si acaso elijo | | no abrirle la puerta a Carlos,
| | sospechará lo que ha sido, | | claro está,
y si dejo que entre | | se encuentran aquí, y perdido
| 450 | queda con ambos mi honor, | | ¿qué he de hacer, cielos
divinos? | |
|
|
|
(Llaman otra vez más recio.)
|
COSME | ¿Otra
vez? ya esto no es seña | | sino alguacil o ministro
| | que trae soplo. |
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|
DIANA | Por ese cuarto, que es mío | | podéis
iros retirando | | hasta el jardín, y escondidos | | entre
las hojas estar | | hasta que bajen a abriros. | 460 |
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|
|
|
|
(LAURA se va por el otro lado.)
|
ALEJANDRO | Veré
si fue Federico | | escondido aquí. |
|
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|
(Éntranse los dos, y dicen dentro CARLOS,
y LAURA, y DAMIÁN.)
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CARLOS | O haré que los celos míos | 465 | vuelvan
ceniza la casa; | | yo he de entrar. |
|
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|
Entran los tres,
LAURA, DAMIÁN y CARLOS.
|
DAMIÁN | No
hay excusas, | | todo lo habemos oído. | |
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|
DIANA | ¿Qué
es esto, Carlos? mi dueño, | 470 | mi bien, mi señor,
Rey mío... | |
|
|
CARLOS | No vengo, ingrata Diana, | | de mi
agravio persuadido, | | crédulo a escuchar ternezas,
| | cobarde a sentir desvíos, | 475 | ciego a pagarme de engaños,
| | y infamemente remiso | | a buscarme satisfecho | | cuando me
encuentro ofendido; | | a apurar mi agravio vengo, | 480 | y a ser
escándalo altivo | | de mi ofensa despreciando | | aun
la duda por alivio. | | Yo he de examinar tu casa, | | y el semblante
aborrecido | 485 | de mi agravio cara a cara | | he de ver, si el
cielo mismo... | |
|
|
DIANA | Detente, Carlos, espera, | | (apenas
el pecho frío | | halla la voz) y detente, | 490 | no creas
(mas harto he dicho), | | no creas, pues soy quien soy, | | y
pues siempre te he querido, | | lo que ves, quiero decir, | | lo que tú piensas que has visto; | 495 | ¿dónde
vas? detente. |
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|
CARLOS | En
vano | | me detienes, es delirio. | |
|
|
DAMIÁN | No, has de
entrar, viven los cielos. | |
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|
CARLOS | Si se pusieran los riscos
| | del Caúcaso en medio, fueran | 500 | para mí celos
de vidrio. | |
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CARLOS | Aparta,
que altivo | | he de ver... |
|
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|
Salen ALEJANDRO y COSME.
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ALEJANDRO | ¿Qué
miro? | 505 | ¡Válgame Dios! |
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DAMIÁN | Por san Cosme, que es Cosmillo. | |
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|
LAURA |
Mucho se ha apretado el paso, | | aflojémosle un poquito.
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ALEJANDRO | ¿Carlos en aquesta casa? | 510 |
|
|
CARLOS | ¿Alejandro aquí
escondido? | |
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|
ALEJANDRO | De cólera hablar no puedo. | |
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DIANA | Los afectos
de los dos | | en mi pecho están unidos. | 515 |
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CARLOS | ¿Pues
cómo tú en esta casa | | viendo que a Diana estimo?
| |
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ALEJANDRO | ¿Pues cómo tú aquí sabiendo
| | que Diana es dueño mío? | |
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CARLOS | ¿Tú contra mi honor altivo?
| |
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ALEJANDRO | ¿Tú contra mi gusto amante? | |
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CARLOS | Vengaré
los celos míos. | 525 |
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|
ALEJANDRO | Cenizas te hará
mi enojo. | |
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DIANA | Esperad, tened, que el brío, | | echa
a perder, sí, mi honor... | | Turbada estoy... sí
en mí digo... | | Ni hallo voz para templarlos, | 530 | ni
hallo con qué persuadirlos. | |
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|
ALEJANDRO | Habla; ¿cómo
me detienes | | cuando ardientes rayos vibro? | |
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|
CARLOS | Habla;
¿cómo me suspendes | | la razón con que me irrito?
| 535 |
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ALEJANDRO | Pues vuelvo a flechar mi enojo. | |
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CARLOS |
Pues vuelvo otra vez altivo. | |
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ALEJANDRO | Riñe, aborrecido
hermano. | 540 |
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(Riñen.)
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ALEJANDRO | Aquesta vez de tu sangre | | me he de hartar. |
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CARLOS |
Un
basilisco | | de mi agravio es esta espada. | |
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COSME | Torbellinos
| 545 | de carne humana parecen. | |
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ALEJANDRO | Corrido
| | Estoy de que tanto dures. | |
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CARLOS | Riñe, y verás
un prodigio. | |
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ALEJANDRO | Cenizas he de volverte. | 550 |
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Sale
CÉSAR y LAURA.
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CÉSAR |
¿Qué
ruido | | es este? ¡Válgame el cielo! | | ¿Estos dos no
son mis hijos? | | Hijos, detened. |
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CARLOS | ¿Qué
miro? | 555 | Sólo este nombre pudiera | | refrenarme; ya
me rindo. | |
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CÉSAR |
¿Qué es esto, Alejandro, hijo? | |
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|
ALEJANDRO | Nadie se
me ponga en medio, | 560 | que llevaré de camino | | cuanto
se ponga delante. | |
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ALEJANDRO |
Cuando
riño | | no tengo padre; cobarde, | | riñe ya.
|
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CARLOS | Si
no has creído | 565 | mi valor, yo haré que veas...
| |
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CÉSAR | Tente, infame, tente, hijo. | | (Deteniendo a
CARLOS.) |
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ALEJANDRO | Más
con tu vista me irrito. | |
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CÉSAR | Aparta, o haré
que veas | 570 | por fuerza, fiero prodigio, | | mi valor. |
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ALEJANDRO |
Espera,
aguarda, | | ten el acero, el cuchillo, | | que me matas, y es
impropio | | ser verdugo de su hijo | 575 | un padre. ¡Válgame
el cielo! | | Muerto soy, un hielo frío | | se ha introducido
en mis venas. | |
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CARLOS | Suspenso estoy, y sin bríos.
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CÉSAR | Apartad, hijos ingratos | 580 | al ser que habéis
recibido, | | o haré... |
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CARLOS | Ya
por ti suspendo | | el enojo. |
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ALEJANDRO | Ya
desisto, | | a mi pesar, de mis iras. | |
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CÉSAR | Idos, pues,
fieros cuchillos | 585 | de mi vida y de mi sangre. | |
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ALEJANDRO | Va, a mi pesar, te obedezco.
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CARLOS | ¿Que deidad en ti adivino? | |
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ALEJANDRO | ¿Que en ti
miro oculta fuerza?... | 590 |
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CARLOS | ¿Qué respeto con desvíos?...
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ALEJANDRO | Que me aparta con horrores, | | y en ti contemplo
un ministro | | de mi muerte. | (Vase.) |
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CARLOS | Y
en ti veo | | de Dios un traslado vivo. | 595 | (Vase.) |
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LAURA | Secreto ha sido divino. | | (Vase.) |
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DIANA | ¡Gran deidad
la de los padres! | |
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| (Vase.) |
CÉSAR | ¡Grande amor el
de los hijos! | | (Vase.) |
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Sale CASANDRA, medio desnuda,
y FEDERICO huyendo.
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CASANDRA | Traidor,
espera, | | haz que con tu espada muera. | |
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CASANDRA | Villano,
| | no has de salir. |
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FEDERICO | Casandra
eres, | 605 | ¿qué me sigues? ¿qué me quieres? | |
Suéltame. |
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CASANDRA | No
has de escaparte, | | que la puerta está cerrada. | |
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FEDERICO |
Ventanas hay, que de ti | | huyendo no es frenesí | 610 |
arrojarme. | (Sácale la espada.) |
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CASANDRA | Pues
tu espada | | ha de vengar, porque veas | | si mi honor más
atrevido... | |
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FEDERICO | Bien harás, imita a Dido | | pues
te dejo como Eneas. | 615 |
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FEDERICO | Ya
por aquí | | he con la puerta topado; | | adiós,
que ya me he vengado | | de tu linaje y de ti. | | (Éntrase
por una puerta.) |
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|
CASANDRA | ¡Ah traidor! mas es en vano | 620 |
escaparte, aunque has huido, | | que por ahí te has
metido | | en el cuarto de mi hermano, | | que no tiene otra
salida | | si no es esta puerta, y preso | 625 | haré que
mi honor... |
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Sale el CÉSAR.
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CÉSAR | Casandra, ¿qué espada es
esta? | |
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CÉSAR | Ya tu
silencio culpada | 630 | te deja sin la respuesta. | |
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CÉSAR | Dolor,
| | mal principio, perdonad, | | muy grave es la enfermedad | | que comienza por honor. | 635 | ¿A quién cerraste esta
puerta? | | Habla, si en mal tan terrible | | tienes voz. |
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CASANDRA |
Ya
es imposible | | encubrirlo, yo estoy muerta. | | quiero decir
mi pasión | 640 | para que apliques prudente | | los remedios
al doliente | | conforme la relación. | | y así
sabe, que mi afrenta... | |
|
|
CÉSAR | Tente, aguarda: ¿quién
vio tal, | 645 | que tenga el enfermo el mal, | | y que el médico
le sienta? | |
|
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Sale ALEJANDRO al paño.
|
ALEJANDRO | En casa le buscaré, | | hoy mi hermano morirá;
| | pero aquí mi padre está, | 650 | no me vea, esperaré.
| |
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|
Sale CARLOS por el otro lado al paño.
|
CARLOS | Hoy
viera Alejandro en mí, | | cuando mi padre llegó...
| | Pero aquí está, no me vio, | | pues quiero
esperar aquí. | 655 |
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|
CÉSAR | (Aparte.) | Muda Casandra
se ve, | | saber temo lo que pienso. | |
|
|
CASANDRA | (Aparte.) |
Mi padre calla suspenso, | | temiendo lo que diré. | |
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CÉSAR | (Aparte.) | Pero si en la dilación | 660 |
la padezco, oiga la ofensa. | |
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CASANDRA | (Aparte.) | Mas si
del callar la piensa, | | diga clara mi pasión. | |
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CÉSAR | (Aparte.) | Y pues de la duda sé | | el mal, aunque
no el origen, | 665 | pues más las dudas me afligen, | | hoy
el origen sabré. | |
|
|
CASANDRA | (Aparte.) | Y pues tengo
aquí al villano | | que adoré, sin resistencia
| | muera, o aquí por violencia | 670 | remedie mi honor su
mano. | |
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|
CÉSAR | (Ap. | Este es el medio mejor: | | nadie
escucha, a solas puedo | | perder a mi honor el miedo.) | | Habla,
dime tu dolor. | 675 |
|
|
CASANDRA | (Ap. | Esto es en desdicha tal | |
lo mejor: vencer intento | | los grillos del sentimiento.) | | Pues oye, escucha mi mal. | |
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CÉSAR |
Pues habla, si he de escuchar. | |
|
|
CASANDRA | Pues oye si he de
decir. | | Siempre fue pasión, oh César, | | (que
no he de llamarte padre | 685 | hasta que tú lo parezcas
| | cuando llegues a vengarme), | | siempre fue pasión
forzosa | | (ya lo sabrás, no te espantes) | | de la juventud
amor, | 690 | culpa de los hombres fácil. | | Permíteme
que sin miedos | | por este delito pase, | | porque si empiezo
a temer | | en este, que es disculpable, | 695 | como es fuerza que
te diga | | otro mayor y más grave, | | quizá no
hallará razones | | que te venzan y te ablanden, | | acostumbrada
la lengua | 700 | a temer en esta parte; | | y así guardadas
se queden | | para lo más importante. | | Amé,
en fin, ya está supuesto, | | que no culpa ser amante;
| 705 | amáronme, ya se ve, | | que no es mucho que me amasen.
| | Un principal caballero | | (algo disculpa la sangre) , | | fue
el imán de mis suspiros | 710 | y el centro de mis pesares.
| | Güelfo fue, y en mi delito | | ser de contrario linaje
| | no es lo más, tampoco es esto | | en lo que he de
embarazarme. | 715 | Mirele como rendida, | | asistiome como amante;
| | defendime como noble, | | sufriome como cobarde. | | Paso en
silencio finezas, | 720 | olvido amorosos lances, | | callo agora
galanteos | | y músicas dejo aparte, | | cartilla por
donde empiezan | | a enseñarse los amantes; | 725 | ¡oh! ¡nunca
el vil Federico | | lo fuera mío! pues fácil...
| | Pero aun no es tiempo de quejas, | | presto llegarán,
no es tarde; | | y como en la guerra suelen | 730 | los astutos capitanes
| | ganar por trato la fuerza | | que no supo vencer Marte, | | viendo que rebelde dura | | mi honor, fuerza inexpugnable,
| 735 | sitiada en vano de quejas, | | de halagos batida en balde,
| | entró por trato en las sombras | | de la noche a que
le aguarde | | una criada, que siempre | 740 | de suyo, sin importarles,
| | son demonios del honor | | que mueren por tener parte | | en
el delito, viviendo | | de las culpas que otros hacen; | 745 | en
fin, esta noche, ¡oh nunca | | la sombra, padrino infame | |
de los delitos, hubiera | | vestido de negro el aire! | | En
fin, esta noche misma, | 750 | cuando empezaba a fiarles, | | a la
soledad y al lecho | | tantas ocultas verdades | | que tuvo envueltas
el día | | entre las cifras del traje, | 755 | triste, asustada
y confusa | | veo salir (¡fuerte lance!) | | de junto a mi lecho
un hombre | | que el susto creció a gigante. | | Doy voces,
él me asegura, | 760 | conozco que era mi amante. | | No tanto
acaso ofendido | | de rústica huella errante | | a morder
a quien le pisa | | se vuelve irritado el áspid, | 765 | como
yo de Federico | | culpando la acción infame | | me ofende
desenvainando | | en ofensas y en ultrajes | | cuanto una mujer
(que es mucho) | 770 | decir enojada sabe, | | despídole ciega
y loca, | | replica ciego y amante; | | háblole yo con
no verle, | | respóndeme con mirarme; | 775 | ruega quejoso,
y humilde | | oigole cruel y arrogante; | | no me obligo con
ternezas, | | no se ofende de desaires, | | despídole
más con voces, | 780 | y él porfía sin hablarme;
| | ¡oh cómo son más mañosas | | las porfías
del semblante! | | porque al fin, su amor, sus quejas, | | sus
ternezas, sus pesares, | 785 | sus réplicas, sus tristezas
| | (que engañando con el traje | | pidiendo llanto a
los ojos | | se vistieron de verdades), | | labrando, en fin,
en mi pecho | 790 | poco a poco por matarme, | | primero en oírle
solo, | | y desto un solo escucharle. | | Luego atender de curiosa,
| | después sentirlo de fácil, | 795 | luego ciega
no ofenderme, | | después suspensa dejalle; | | y, en
fin, torpe de piadosa, | | y de lastimada afable, | | y rendida
de mujer, | 800 | que este es el mayor achaque, | | vino a formarse
en mi pecho | | un volcán, un fuego, un áspid,
| | que alimentado en mi honra | | hizo en mí que yo,
cobarde, | 805 | sin manos la resistencia, | | y sin gana los desaires
| | hiciese... ¡pero qué digo! | | La voz el silencio
embargue, | | la vergüenza el labio hiele, | 810 | no es justo
que me declare. | | Harto he dicho para hija, | | harto entiendes
para padre. | | Diome palabra de esposo, | | y con juramentos
graves | 815 | aseguró la promesa | | el traidor. ¡Oh qué
mal hace | | quien cree los juramentos | | de tahures y de amantes!
| | No te irrites, no te ofendas, | 820 | que agora para ablandarte
| | saco aquellas prevenciones | | que tuve guardadas antes.
| | Ya son menester, Señor, | | todas aquellas piedades,
| 825 | o si no rómpeme el pecho | | antes que en culpa tan
grave | | sepas, oh padre, oh Señor. | | Que aun no pararon
mis males; | | porque el traidor Federico, | 830 | después
de rendido amante, | | pretendiente estuvo fino, | | premiado
pagó en desaires; | | porque cauteloso y fiero | | (oye
la maldad más grande | 835 | que caber puede en un hombre
| | con ser tanto lo que cabe) , | | cauteloso, fiero, ingrato,
| | después que triunfó arrogante | | de mi honor,
al despedirse, | 840 | en vez de halagos suaves, | | me dijo (¡oh
nunca en mi vida | | estos órganos, capaces | | de tanta
especie, en mi ofensa | | percibieran sus desaires! | 845 | ¡Nunca
entraran sus razones | | a la fantasía, antes | | las
volantes y las cuerdas | | deste reloj elegante | | de la vida
se rompieran | 850 | en delirios incapaces!) | | porque ingrato,
aleve, injusto, | | me dijo, que por vengarse | | de la opinión
de su hermana, | | de quien Carlos es amante, | 855 | fingió
promesas de esposo | | (¡que extraordinario coraje!) | | por
vengarse de nosotros, | | en mi honor más arrogante,
| | pareciéndole las vidas | 860 | pequeña venganza,
y fácil | | para el rencor que los Güelfos | | tienen
a nuestro linaje. | | Yo, furiosa y ofendida, | | hendiendo a
voces los aires, | 865 | torcer sus intentos quiero; | | él
me paga con dejarme, | | sígole ofendida y ciega; | |
huye culpado y cobarde; | | háblole como sin honra;
| 870 | respóndeme como infame; | | ruego: y irrítase
al ruego; | | hablo, y no quiere escucharme; | | deténgole
ciega y loca, | | quiere furioso escaparse; | 875 | sácole
su mismo acero, | | piensa que la puerta sabe; | | entrase en
aquese cuarto, | | cierro advertida la llave, | | llegas tú,
donde en diluvios... | 880 |
|
|
|
Sale ALEJANDRO.
|
ALEJANDRO | Detén,
aguarda, no pases | | adelante, yo te he oído. | |
|
|
|
Sale CARLOS.
|
CARLOS | Yo también, y he de vengarte.
| |
|
|
CASANDRA | ¡Ay de mí! que en ellos temo | | más
rigores que en mi padre. | 885 |
|
|
CÉSAR | Hijos, si en esta
desdicha | | puede mi llanto... |
|
|
ALEJANDRO | No
gastes | | el tiempo en pedirnos quejas, | | que no es tiempo
de quejarte: | | muera Federico, y mueran | 890 | cuantos Güelfos
arrogantes | | sangre tienen, que mi ofensa | | en rojos diluvios
lave. | | Sepa Florencia... |
|
|
CARLOS | Alejandro,
| | no siempre tienen los males | 895 | medicina en el acero, | | remedios
hay más suaves. | | Federico, receloso | | de su hermana,
por ultraje, | | sin intento de cumplirlos | 900 | dijo quizá
estos desaires | | de Casandra en el honor. | | El más
peligroso achaque | | es no casarse con ella, | | aunque a Federico
mates. | 905 | Examinemos primero | | si acaso lleva adelante | | los
intentos de ofendernos; | | y si no quiere casarse | | muera
entonces, que yo solo | 910 | haré que Italia se espante.
| |
|
|
CÉSAR | Bien dice Carlos, bien suenan | | en mi oído
estas piedades. | |
|
|
ALEJANDRO | Calla, no ofendas remiso | | con
razones semejantes | 915 | mi pundonor, que se corren | | mis oídos
de escucharte. | | ¿Fuera bueno que en los Güelfos | | la
sangre de Salviati | | fuera soborno a una ofensa? | 920 | ¿Con un
Güelfo ha de casarse | | la hermana de un Gibelino, | |
haciendo que agora falte | | en nosotros el rencor | | que anciano
en las venas arde? | 925 |
|
|
CÉSAR | Bien dice, mi honor apoya
| | este rigor por mi ultraje; | | muera Federico. |
|
|
CARLOS | Espera,
| | mira, Señor, lo que haces, | | que su muerte solamente
| 930 | nuestro honor no satisface. | | Cuando por un brazo solo
| | el cuerpo peligra, antes | | que le corte riguroso, | | suele
el médico aplicarle | 935 | otros más suaves medios,
| | por si acaso son bastantes; | | peligroso está tu
honor | | yo te confieso el achaque, | | con sangre pide el remedio;
| 940 | pero averigüemos antes | | si bastan otros remedios,
| | y si acaso no bastaren, | | cortemos el brazo entonces | |
para que el daño se ataje. | 945 |
|
|
CASANDRA | Señor,
aunque agora diga | | que conmigo ha de casarse | | Federico,
será el miedo | | quien por ahora le ablande, | | y después
quizá en mi vida | 950 | se vengará más cobarde;
| | y así, pues, él es mi esposo, | | en cuanto
a mi honra pague | | el intento de ofendernos, | | muriendo,
y después matadme, | 955 | que con este mismo acero, | | cuando
las brasas me falten, | | Porcia seré de Florencia | | que hasta el corazón me trague | | las llamas, por
ver si encuentro | 960 | en él a un fingido amante. | |
|
|
CÉSAR |
Ea, Casandra, bien dices; | | más tienes tú de
mi sangre | | que Carlos; muera el aleve. | |
|
|
ALEJANDRO | Ahora
sí que mi padre | 965 | has parecido, esta vez | | este nombre
he de llamarte; | | muera Federico, inunde | | mi venganza cuantas
calles | | tiene Florencia y los Güelfos; | 970 | para que mi
sed se apague, | | se desaten en diluvios | | de humana púrpura,
en mares | | de sangre. |
|
|
|
|
|
|
CÉSAR | No
lo soy, | | pues no te irritan mis males. | |
|
|
|
ALEJANDRO | No
lo pareces | | en ser infame y cobarde. | |
|
|
|
|
|
|
|
|
CARLOS | Pues entremos a matarle, | | que bien pude
yo prudente | | lo mejor aconsejarte; | 985 | mas si lo peor eliges,
| | no fuera bueno dejarte, | | que bien puede errar un hijo
| | en lo que yerra su padre. | |
|
|
ALEJANDRO | Pues muera el vil
Federico. | 990 |
|
|
CÉSAR | Lave mi honor con su sangre. | |
|
|
CASANDRA |
Pague su vida su intento. | |
|
|
CARLOS | Corran de su sangre mares.
| |
|
|
TODOS CUATRO | Para que sólo una ofensa | | con cuatro
venganzas pague. | 995 |
|
|