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ArribaAbajoCAPITULO V.

De las Pinturas, é Imágenes del martirio de S. Juan Evangelista, de S Estanislao Martir, y de los Santos Domitila, Neréo, y Achîléo


I Como el ingenio humano es amante por lo comun de cosas maravillosas, y de novedades, no han faltado muchos Autores de primera clase, y aun Santos Padres que fueron de parecer, que el electo, y amado Discípulo S. Juan Evangelista, no habia muerto, ó que despues de muerto, habia resucitado luego, ó finalmente, que le reservó Dios para que muriese al fin del mundo, y resucitase entonces: cuyos nombres, y opiniones sería largo de referir, ni es cosa de mi propósito. Véa quien quisiere, ó tenga tiempo para ello, á algunos Autores de los que cito abaxo1297, mientras yo voy á mi asunto.

2 S. Juan, y su hermano Santiago, hijos del Zebedéo, como pidiesen las primeras sillas en el Reyno de Christo que ellos por entonces lo imaginaban temporal, y preguntándoles expresamente el Señor:1298 ¿Podeis beber el caliz, que yo he de beber? y respondiendo ellos animosamente, Podemos; añadiese Jesu-Christo: A la verdad bebereis mi caliz, &c. Nace de aquí la qüestion que han tocado casi todos los Santos Padres, ¿cómo se haya cumplido el vaticinio del Señor, ó qual haya sido el martirio que padecieron los dos hermanos? Pues este era, y no otro, el caliz que Christo les habia significado. De Santiago claramente refieren los Hechos Apostólicos, que Herodes Agripa mandó   —194→   matarle á cuchillo, con estas palabras1299: El Rey Herodes envió tropa para maltratar á algunos de la Iglesia; y mató á Jacobo el hermano de Juan á cuchillo: pero de S. Juan Evangelista, nada nos refieren las Sagradas Letras: antes al contrario, por tradicion de la Iglesia, y monumentos de mucho peso, consta haber muerto en Efeso una muerte plácida, y tranquila, quando pasaba ya de noventa años1300. S. Gerónimo propuso la duda mas claramente que los demas, á que responde probando el martirio de S. Juan por monumentos, é Historias Eclesiásticas. No quiero omitir sus mismas palabras, que dicen así1301: Pregúntase ¿de qué manera bebieron el caliz del martirio los hijos del Zebedéo, á saber, Santiago, y S. Juan? refiriéndonos solamente la Escritura haber cortado Herodes la cabeza á Santiago, y habiendo Juan acabado la vida por muerte natural. Pero, si leémos las Historias Eclesiásticas en que se dice, que el mismo S. Juan por el martirio fué metido dentro de una tina, ó caldera de aceyte que estaba hirviendo; que de aquí salió el athleta de Christo para recibir la corona, y que luego fué desterrado á la Isla de Patmos; veremos que no le faltó ánimo para el martirio, y que bebió Juan el caliz de la confesion, que bebieron los tres muchachos en el horno de Babylonia, aunque el tirano no hiciera derramar su sangre

3 Las Historias Eclesiásticas, y monumentos que cita aquí S. Gerónimo, juzgo ser los que se sacan del grande, y antiguo Autor Tertuliano1302, el qual, conforme observó bien su Comentador Christiano Lupo, fué el primero que escribió el martirio de S. Juan Evangelista, pues estas son sus palabras: Luego que el Apóstol Juan, despues de haberle metido dentro del aceyte hirviendo,   —195→   no padeció, ni sintió nada, fué desterrado á una isla. A que subscribe S. Ambrosio, y S. Gerónimo1303, no solo en el lugar citado, sí tambien en el libro contra Joviniano, donde despues de otras cosas, dice: Refiere Tertuliano, que habiéndole metido en Roma dentro de una caldera de aceyte que estaba hirviendo, salió de allí mas puro, y robusto de lo que habia entrado. Por la misma razon Eusebio de Cesaréa1304 no duda tampoco llamarle Martir.

4 Esto es por lo que toca al hecho. Pero por lo que mira á la Pintura, me desagradan en gran manera dos cosas en las Imágenes que mas freqüentemente vemos de este Santo. La primera, que como el genio de los Pintores es tenaz en conservar aquellas máxîmas, y costumbres en que han estado imbuídos, pintan muy joven al Evangelista, y Martir S. Juan en el ilustre testimonio que dió de su Fé, y constancia, y nos le representan casi de la misma edad que tenia, quando Christo le llamó para ser su mas íntimo Discípulo, y tener estrecha amistad con él; pues era entonces mozo, como nadie ignora. Pero quando padeció martirio, pasaba lo que menos, de noventa años. ¡O qué bien dice esto con pintarle tan joven en su pasion! Pero ni esto, ni todo lo que hemos notado en el discurso de toda esta obra, podrá recabar de los Pintores, que le representen de diversa manera en sus Pinturas: sin embargo he querido advertirlo, para que lo reparen los que sean mas instruídos.

5 Lo segundo que me disgusta mucho en esta Pintura, es, que segun se representa, pintan al Santo Apostol no metido en una grande caldera, sino como que estuviera arrodillado, y que el aceyte hirviendo apenas le llegára á las rodillas; sin embargo de constar   —196→   por los monumentos antiguos, que le metieron dentro de ella. No digo esto por pensar que S. Juan no pudiera ser atormentado bastante, y aun quedarse muerto en tan terrible baño; sino que dicha Pintura no denota bastantemente el hecho, ni se representa á la vista el milagro de haber quedado libre el glorioso Athleta, saliendo de la caldera de aceyte hirviendo, como dice S. Gerónimo en el lugar citado, mas puro, y robusto de lo que habla entrado. Téngalo esto presente el Pintor cuerdo, y erudito, y considére, si sería mejor pintar al Santo viejo metido hasta el cuello, ó aun hasta los hombros, en la gran caldera de bronce, y puesto fuego debaxo, para representar mas al vivo todo el hecho. Pero esto, segun pienso, es dar música á un sordo.

6 El dia 7. del mismo mes, se celébra la memoria de S. Estanislao Obispo de Cracovia; cuyo dia está destinado á su Festividad, por estár ocupada la Iglesia el dia siguiente, que es el propio de dicho Santo, en celebrar la Fiesta del Arcangel S. Miguél. De este Prelado, hombre integérrimo, y lleno de méritos, y lo que es mas principal, ilustre Martir de Christo, casi nada tendria que decir por lo que toca á mi intento, á no haber observado en algunas Imágenes que he visto de este Santo, no representarse su pasion muy conforme á las leyes de la historia. Píntanle vestido con adornos Pontificales, y traspasándole el verdugo sus costados: lo que, á mi parecer, contiene tres cosas, que deberán enmendar, y corregir los Pintores. Porque en primer lugar, este esclarecido Prelado, acérrirno zelador de la ley, y gloria de Dios, fué muerto dentro del Templo quando estaba celebrando; por cuya razon, antes se le debe pintar con Casulla, que con Capa Pontifical. Ademas: no debe pintarse traspasados los costados, sino herido en la cabeza con un terrible, y mortal golpe. Finalmente, no se le debe pintar herido por algun verdugo, sino (¡causa horror   —197→   el decirlo!) por el pésimo, é impurísimo Boleslao Rey de Polonia, que hizo las veces de verdugo: ó mejor será pintar al mismo Rey, adornado con alguna insignia de dignidad, ó magestad real, hiriendo por su propia mano al Santo Obispo. Todo lo dice su rezo con estas palabras: Al fin el impío Rey cortó la cabeza por su propia mano al Sacerdote del Señor, que estaba ofreciendo en el altar la hostia inmaculada. Mas, poniéndolo todo excelentemente á la vista un Historiador de los Hechos de Polonia1305, y con un estilo mas elegante de lo que se podia esperar de un Sármata, me ha parecido bien poner aquí toda su narracion. El mismo Estanislao (dice este Historiador) iba caminando á escondidas con pocos Sacerdotes hácia la Iglesia de S. Miguél, que está en una peña escarpada sobre el Vístula, á la frente del alcazar, para celebrar allí el Santo Sacrificio. Apenas tuvo noticia de esto Boleslao, y le cercioraron de ello los suyos, tomando un dia las armas, y estando fuera de sí, se encaminó allá con mucho acompañamiento, y gran número de alabarderos. Envia antes á algunos, que saquen por fuerza á Estanislao del altar donde estaba diciendo Misa, para matarle, como habia determinado: los quales, como hubiesen entrado en la Iglesia, heridos por un repentino, é insólito resplandor, cayeron en tierra boca arriba; y tuvieron que salir á gatas de la Iglesia. Envia el Rey á otros segunda, y tercera vez, pero lo mismo sucede á estos, que á los primeros. Y no pudiendo ya sufrir tanta tardanza, arrebatado de furor, y reprehendiendo la cobardía, y miedo de los alabarderos, éntrase él mismo con ímpetu por el templo desenvaynada la espada, y dándole un golpe mortal, hirió al Santo Obispo en lo sumo de la cabeza, de suerte que cayendo en tierra, quedó la pared próxima salpicada de su celébro. Hasta aquí el mencionado Autor.   —198→   Parecia ahora, que debíamos decir algo del Arcangel S. Miguél, cuya Aparicion se celébra el dia ocho de este mes: pero no ofreciéndose cosa particular que advertir, bastará que el Lector dé un repaso á lo que diximos arriba tratando de las Pinturas, é Imágenes de los Angeles.

7 El dia 10. de este mes, celébra la Iglesia Romana la Fiesta de Santa Flavia Domitila, descendiente de noble linage, y de sangre consular, junto con sus siervos, y criados también Mártires, Neréo, y Achîléo; aunque es verdad, que el Martyrologio Romano hace memoria de Domitila el dia 7 de este mes. No es mi ánimo referir ahora largamente, quan noble fuese esta esclarecida Virgen, ademas de las muchas virtudes que la adornaban, lo que explica difusamente el Cardenal Baronio, y el insigne ilustrador de las cosas de España D. Nicolas Antonio en su Biblioteca Antigua Española1306. Pero, ni en su martirio, que se consumó encendiendo el mismo quarto en donde moraba con otras dos Vírgenes Eufrosina, y Theodora; ni en sus Imágenes, y Pinturas, hay cosa especial que notar. Y así omitiría gustoso el hablar de dicha Santa, á no querer advertir una cosa, que la he diferido hasta aquí. Escriben de esta Santa, y esclarecida Virgen, que el Pontífice S. Clemente le confirió el sagrado velo de las Vírgenes: asunto, sobre que podrian decirse cosas muy selectas; pero no quiero amontonar mucho. Lo cierto es, que hubo costumbre en los principios de la Iglesia, de que los Obispos cubrieran solemnemente con el sagrado velo á las Vírgenes consagradas á Dios: lo que no solamente consta por Autores antiguos, y Santos Padres, sí tambien por los mismos Cánones de la Iglesia, y Sagrados Concilios1307.

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8 Ni paró solo en esto el pudor, y la modestia Christiana. Pues recomendando tan seriamente el Apostol que anden cubiertas las mugeres, de aquí dimanó la costumbre en la Iglesia, de que todas ellas, así las vírgenes que estaban ya en edad de casarse, como las casadas, y viudas, se cubriesen con un velo comun: y el Autor gravísimo, y antiguo S. Clemente Alexandrino1308 es de parecer, que el Apostol mandó á las mugeres Christianas, no solo que cubrieran con velo su cabeza, sí tambien todo el semblante. Por esto acostumbraron algunas, particularmente las Vírgenes consagradas á Dios, tapar no ya con velo, sino con una mantilla, ó paño grosero, así su cabeza, como su cara. Suelen algunas madres (dice S. Gerónimo)1309, quando han prometido que su hija ha de ser virgen, vestirla luego una túnica obscura, y cubrirla con una mantilla parda. Educadas de este modo las mugeres Christianas, tenian por gravísimo dispendio de su pudor, el que las quitáran el velo de su cabeza: lo que advirtiendo astutamente los perseguidores, y enemigos del nombre Christiano, les mandaron muchas veces por ignominia, y en lugar de suplicio, desnudar sus cabezas. Así se lée en las verdaderas, y genuínas Actas de Santa Areta Martir1310: Como él (esto es, el perseguidor) lo hubiese oído, miró airado á los que estaban presentes, y habiéndoles dicho: ¿Qué desvergonzadamente se porta contra nosotros esta exêcrable muger? mandó quitarle el velo de su cabeza, y de la de sus hijas, y de este modo, y tendido el cabello, llevarlas ignominiosamente por los reales. Hasta aquí las Actas de esta Santa.

9 Ni solo practicaron esto las mugeres Christianas (pues quiero añadir esto, para que se entienda mas lo grave del asunto) sino que lo hicieron tambien las Judías,   —200→   y Gentiles, que eran tenidas por bárbaras. De las Judías, dice Tertuliano1311: Entre los Judíos, es tan freqüente el andar sus mugeres con velo en la cabeza, que por ahí se conocen. Y en quanto á las Romanas, puede bastar lo que refiere Valerio Máxîmo, el qual dice1312: Terrible fué tambien la severidad marital de Caio Sulpicio Galo; pues repudió á su muger, por haber sabido que había andado fuera de casa, descubierta la cabeza. Lo mismo viene á decir Tácito hablando de Popéa Sabina1313: Rara vez (dice) salía en público, y entonces cubierto en parte el semblante, por no ser apetecida, ó porque así lo pedía la decencia. Con efecto, hablando Plutarco de los Romanos, atestigua, que sus mugeres solían andar cubierta la cabeza1314: Suelen (dice) salir en publico, cubierta la cabeza las mugeres, y los hombres, descubierta. Por lo que mira á los Griegos, confirma lo mismo Apuleyo, diciendo1315: Las mugeres suelen andar resplandecientes con su manto blanco. Finalmente el mismo Plutarco, dice1316: Las Doncellas de Lacedemonia acostumbran salir en público, descubierto el semblante, y cubierto, las casadas: aquellas, para así encontrar maridos; y estas, para significar que ya no deben agradar mas, que á su marido. Y en quanto á las naciones bárbaras, nadie ignora, que observaron tambien la misma costumbre: pues hablando Tertuliano de las mugeres Gentíles de la Arabia, dice1317: Serán nuestros jueces las mugeres Arabes Gentiles, que no solamente cubren la cabeza, sino tambien todo el semblante, de tal modo que dexando solo libre un ojo, prefieren no gozar mas que la mitad de la luz, que prostituir todo su semblante. A que podría añadir otros muchos exemplos que omito gustoso.

10 Pero ¿para qué son menester mas pruebas? quando   —201→   las mugeres Mahometanas, tanto en Asia, como en la Africa, y en Europa, observan no solo religiosa, pero casi supersticiosamente el cubrir su cabeza, y su rostro, como nos lo refieren por extenso testigos oculares. Y que dicha costumbre se observa no solo de algun tiempo á esta parte, sino de tiempos muy antiguos, lo notó un varon de recóndita lectura, y erudicion1318, en el libro que dió á luz para ilustrar la Ley Real acerca de cubrir sus rostros las mugeres; libro, que podrá vér el que quiera instruirse á fondo, y saber lo mas recóndito sobre esta materia, que á mí me basta haber tocado esto de paso: pues ciñéndome á lo que es de mi asunto, he querido notarlo, á fin de que los Pintores modestos, y eruditos, dexen la perversa costumbre de pintar á las Santas Vírgenes, y Mártires de Christo, como si fueran verdaderamente otras Helenas, ó Diosas Venus, esto es, con la cabellera rubia, despejado, y encarnado el semblante, descubierta totalmente la cabeza, por no referir otras cosas acaso menos honestas, que en ninguna manera dicen bien con la pureza, y candor virginal que debe observarse entre Christianos.

II Acerca de los dos hermanos Neréo, y Achîléo, siervos de Domitila, casi no tengo que advertir otra cosa, sino que estos Santos, como tambien S. Juan, y S. Pablo, y otros que se ofrecen muchas veces, deben pintarse con semblante de eunucos. Pues nadie ignora que solían ser tales los que se destinaban para servir á las mugeres ilustres; lo que no dudo se podria confirmar tambien por las Sagradas Letras, donde leémos freqüentemente, que los palacios de los Reyes estaban llenos de ellos1319: y aun hoy entre los Turcos, y en el palacio de su Emperador, no se admiten sino á estos para servir á las mugeres nobles que están custodiadas   —202→   en él: con tal severidad, que les obligan á castrarse enteramente para poder servir á dichas mugeres, como afirman unánimemente los Escritores de las Historias de los Turcos1320




ArribaAbajoCAPITULO VI.

De las Pinturas, é Imágenes de los Santos Españoles Santo Domingo de la Calzada, S. Pedro Regalado, y S. Isidro Labrador


I Aunque no son muchas, ni muy recónditas las cosas, que se ofrecen que decir, y notar acerca de Santo Domingo de la Calzada, S. Pedro Regalado, y S. Isidro Labrador, sin embargo por ser ellas algunas, no debieron de pasarse en silencio en un libro escrito por un Español. Con efecto, Santo Domingo de la Calzada, varon de grande santidad, y opinion, que hizo tan grandes, y magníficas obras, de quien tomó el nombre la Ciudad que vulgarmente llamamos Santo Domingo de la Calzada, que antiguamente tuvo Obispo, y aun hoy tiene Catedral; en tanto que el Obispo de Calahorra tiene el título de Obispo de Calahorra, y de la Calzada: A este tal, y tan grande varon, digo, no faltan Autores, bien que no de los mas instruídos, sino de los mas comunes, y menos exâctos, los quales imbuídos de opiniones, y preocupaciones vulgares, lo tienen por Monge Benedictino. Por lo que, si alguno de ellos le pintára, ó mandára pintar en trage de Monge de S. Benito (pues podria el Pintor no estár instruído en estas materias) obraría contra la fé de la Historia, y cometeria un error que aunque en ninguna manera pernicioso, sin embargo se opondria á la verdad del hecho. Es verdad que este Santo, que floreció por el siglo XI. y murió á principios del XII. pidió con mucho ardor quando mozo, ser admitido   —203→   en la Religion de S. Benito, lo que nunca pudo conseguir. Oigamos lo que de él se dice en su Rezo de los Santos de España, en donde se explica todo claramente con estas palabras: Pensando el Santo, que esto (á saber, el unirse con Dios, y obedecer con mas firmeza sus preceptos) lo conseguiría mas facilmente viviendo baxo la disciplina Monástica, suplicó humildemente ser admitido por Monge al Abad de Valvanera de la Orden de S. Benito, y despues al Monasterio de S. Millan, tambien de la misma Orden. Pero no habiendo sido admitido en ninguno de dichos Monasterios, disponiéndole Dios para cosas mayores, llevó una vida eremítica por espacio de cinco años, que pasó en continua oracion, y en varias mortificaciones del cuerpo, en el desierto de Bureba; donde edificó una pobre choza, y una Capilla á la Virgen Santísima. Debe, pues, pintarse Santo Domingo de la Calzada, no con Hábito de S. Benito, sino en trage mas sencillo de Ermitaño, esto es, con túnica, y capa: sin que por esto se pueda inferir legítimamente, que fué Monge Benedictino, antes lo contrario.

2 Ni hubiera tenido yo el cuidado de advertir esto, á no haberme movido á ello la autoridad de un varon ilustre, y Excelentísimo, muy versado en el conocimiento de la Historia, y antigüedad Eclesiástica1321. Este erudito Autor, negando, que S. Fructuoso, Hijo, y Patrono de Segovia, fuese Monge Benedictino (como defendian algunos, fundados en las monstruosas historias de Julian, del Falso Luitprando, y de Auberto de Sevilla) se valen del argumento tomado de las Pinturas, é Imágenes antiguas, en las quales se nos representa S. Fructuoso, no con Hábito de Monge, sino en trage de Ermitaño: lo que en vano procurará evitar, si quiere recurrir á no sé qué Instituto de Ermitaños Benedictinos. Pero este efugio, tal qual es, lo previeron ya, y preocuparon hombres   —204→   muy doctos, y que han tratado muy bien sobre las Actas y hechos de los Santos1322. Confieso yo, y me confesaré perpetuamente muy afecto al Instituto, y Orden de S. Benito; pero la verdadera gloria, y que está apoyada con sólidos fundamentos, no necesita á la verdad de un honor falso, y prestado.

3 Como la naturaleza humana es muy inclinada á los deleytes, á la gula, y á los regalos, no faltan algunos, no solo del vulgo, sino (lo que es mas de sentir) de los que hacen mas papel que el vulgo, de los quales he oído yo mismo algunos que estaban disputando sériamente, segun á ellos les parecia, sobre este particular; los quales son de parecer, que S. Pedro Regalado, hombre el mas observante del muy áspero, y severo Instituto del Gran Padre S. Francisco, y el primer rigidísimo Reformador de esta Orden que hubo en España, fué llamado así, por comer con alguna mayor delicadez, y por haber sido criado con mas delicias, y regalos. Por lo que, si alguno llevado de éste error, pintára, ó mandára pintar á este Santo, sin duda lo propondria á la vista, qual se representó en otro tiempo aquel, que dixo:


Me pinguem, et nitidum benè curata cute vises,
Cùm ridere voles, Epicuri de grege porcum

Pero lejos estén los ánimos, no solo de los Pintores, sí tambien de toda la gente juiciosa, de semejantes delirios, y errores crasísimos; no fuese caso, que le hiciesen al Pintor trastornar su juicio (que en verdad deberá siempre desearse en él); aunque hayan engañado alguna vez á hombrecillos de la ínfima plebe, á quienes dió ocasion de errar el renombre mal entendido de este varon insigne en santidad, y penitencia Christiana, á quien honró principalmente la Iglesia, dándole el elogio   —205→   de hombre mortificado en la carne. Porque el llamarle Regalado, que en efecto es el apellido de una noble, y distinguida familia, que hay, ó hubo en Valladolid, y que segun la locucion Española, suena lo mismo, que un hombre entregado á los deleites, y regalos; hizo, que lo que era un mero renombre (de donde quiera que lo hubiesen heredado sus antepasados) por ignorancia de los hechos, se transfiriese á las costumbres.

4 Acaso hubiera sido mas célebre la memoria de S. Isidro Labrador, hijo (como se crée) y esclarecido Patrono de Madrid, si hubiese florecido en tiempo en que los hombres se hubieran dedicado mas á escribir, y notar lo que acontecia en su siglo. Escribió sin embargo sus ilustres hechos, y su vida llena de testimonios de su gran santidad, é inocencia, un cierto Juan Diácono (de quien han tomado los demas) cuyo escrito original se conserva hoy en la Iglesia Parroquial de S. Andrés: y su Cura Párroco, y Amigo mio, hombre dignísimo á la verdad de todo honor, y alabanza, el Doctor D. Juan de Ferreras1323, afirma tenerlo en su poder. Fué S. Isidro, conforme lo dice su renombre, Labrador, y lo que aun parecerá menos á los ojos del mundo, no tal que cultivara él sus propios campos, sino que ganaba su vida trabajando en las posesiones de su amo. Este, que en aquel tiempo, esto es, en el siglo XI. y en el siguiente, pasaba por uno de los mas nobles Madrileños, dicen, se llamaba Iván de Vargas, ó lo que yo tengo por mas verdadero, Juan: pues como por ignorancia del siglo, escribiesen en Castellano Iván en lugar de Juan, ni se leyera mejor que se escribia; el que en Castellano se llamaba Juan, le nombraban freqüentemente Iván, pronunciando la v consonante en lugar de la b. Lo qual, aunque de paso, y   —206→   sin tratar directamente esta materia, me ha parecido bien advertir.

5 Por manos de este Varon tan grande, y de tanta santidad, se cultivaban entonces los campos de Madrid: por lo que no es de extrañar, que llevaran frutos tan abundantes, como dicen, acaso mas en atencion al pío trabajo de quien los cultivaba, que á la abundancia, y feracidad de ellos, aunque de suyo muy fértiles. Esto me hace venir á la memoria lo que graciosa, y elegantemente dixo Plinio tratando de la fertilidad de los campos de Roma, cuya fecundidad atribuye á la dignidad de los labradores1324: Por manos (dice) de los mismos Emperadores se cultivaban los campos, gozándose (como es de creér) la tierra con tener la reja coronada de laureles, y un labrador triunfante. Basten estas, aunque cortas alabanzas en honor, y reverencia de tan ilustre Patrono, á cuyos méritos atribuyo mi larga vida (¡oxalá, que la que se me ha concedido la hubiera empleado mejor!) pues conforme me refirieron los que podian informarme sobre este particular, como yo (quando aun no habia cumplido quatro años) hubiese caído en una peligrosa enfermedad, y me contasen ya en el número de los muchos,


Quos dulcis vitæ exortes, & ab ubere raptos
Abstulit atra dies, & funere mersit acerbo;

ofreciéndome mi madre á este piadosísimo, y poderosísimo Patrono, no sin admiracion, convalecí casi de repente: en testimonio de lo qual, y en cumplimiento del voto, se colgó una tablilla con mi retrato en la Ermita del Santo, la que acaso ha subsistido hasta estos tiempos, en que, por la diligencia, y cuidado de un Señor Excelentísimo, se ha ensanchado, y renovado   —207→   á su costa la antigua Capilla, dándole otra estructura mas decente, y hermosa.

6 Por lo que mira á sus Pinturas, é Imágenes, la mas freqüente de todas es, en la que se vé pintado al Santo Labrador arando con un par de bueyes, y mirando al Cielo; pues aunque trabajaba con afan la tierra, pensaba mas en las estrellas, y en el Cielo, que es la verdadera patria, y tierra de los vivientes: de suerte que no fuera del caso podria alguno decir aquí: Cœlum findetur aratro: Será hendido el Cielo con el arado. Pero quando yo contemplo esta Imagen, se me hace muy sensible el ver, que le falten á su lado dos, no ya Labradores, sino Angeles moradores de la Patria Celestial, supliendo sus veces en el cultivo de los campos. Lo que el Pintor propondria delante de la vista con mucha mas fidelidad, y felicidad que pueda yo referir, si hiciera reflexîon á solas las palabras de que usa la Iglesia en su rezo: donde, despues de contar el desvelo quotidiano de este hombre santísimo, el qual ya muy de mañana no empezaba á trabajar sin visitar primero las Iglesias dedicadas en honor de la Virgen, y de los Santos, añade: Por lo que, como el amo del campo llevára muy á mal su tardanza, y lo aguardase un dia desde un lugar mas elevado para reprehenderle con mas libertad, vió á dos Angeles que iban arando con dos pares de bueyes, y en medio de ellos á Isidro. No podia decirse cosa mas clara, ni mas expresa.

7 Los demás hechos, y milagros de este Santo, los describió elegantemente D. Francisco Ricci, Pintor del Rey, en la magnífica, y verdaderamente Real Capilla, que dedicó á, S. Isidro Felipe IV. Rey de España, y está unida á la misma Iglesia Parroquial de S. Andrés Apostol, en cuyo cimenterio estuvo enterrado por espacio de quarenta años, conservándose tan entero, é incorrupto, como si ya estuviera revestido de la inmortalidad.   —208→   Entre estas Pinturas hay una en que se vé pintada la célebre batalla, que unidos entre sí todos los Reyes de España, tuvo D. Alfonso Rey de Castilla, en la llanura que llaman las Navas de Tolosa, contra el formidable exército de los Moros: y junto á los combatientes está pintado S. Isidro, vestido en el trage vulgar, y acostumbrado de Labrador; al qual le pintan en esta ocasion, por haber creído muchos, y divulgado, que aquel rústico desconocido, que dudando mucho los nuestros penetrar por lo mas escarpado del monte, les enseñó el camino (de quien hace mencion un Escritor antiguo que asistió en la misma batalla, D. Rodrigo Ximenez1325 Arzobispo de Toledo); no fué otro que nuestro S. Isidro Labrador, el qual, benévolo, y agradecido para con su Patria, quiso socorrer al Rey, que peleaba á favor de ella, y de la Religion. Sobre lo qual, aunque muchos Autores, y los mas graves, nada nos hayan dexado escrito, esto no quita, que otros muchos llevados de su piedad, y devocion, lo crean, y afirmen.




ArribaAbajoCAPITULO VII.

De las Pinturas de S. Pedro Celestino, de S. Bernardino de Sena, de Santa María del Socós, Virgen: y de las de Santa María Magdalena de Pazzis, y de S. Urbano Papa, y Martir


I De un Labrador pasamos á un Ermitaño: tal fué S. Pedro de Morón, llamado Celestino por el nombre con que se llamó siendo Pontífice. Este Santo amante de la vida solitaria, y luego fundador de la Congregacion de Monges baxo la regla de S. Benito, á quienes se les dió despues el nombre de Celestinos, floreció mucho en   —209→   virtud, y santidad, y con un raro, y nuevo exemplo, sin saberlo él, y aun rehusándolo, fué elevado á la suprema Dignidad de Sumo Pontífice el año de M.CC.XCIV. siendo de edad de setenta y nueve años. Pero, el que estaba acostumbrado á otros negocios, y ocupaciones, oprimido, y agoviado con la nueva carga, mas pesada para él que para ningun otro; y movido no menos por su admirable candor, y sencillez de ánimo, que por las malas artes de algunos, renunció el Pontificado, cosa que antes de él nadie habia hecho, ni lo hará tal vez otro en adelante. Volviendo, pues, á su vida particular, y lo que es mas de admirar, puesto en una cruel prision, al cabo de dos años despues de su elevacion al Solio Pontificio, le llamó Dios, no sin la gloria de los milagros, para ocupar en el Cielo un lugar mas sublime, y elevado, el año de M.CC.XCVI., y en el de M.CCC.XIII. le canonizó Clemente V. en el mismo Concilio de Viena.

2 He visto repetidas veces la Imagen, y Pintura de este Varon Santísimo, en que se le representa como que actualmente está renunciando el Pontificado, y entregando á los Clérigos, y Cardenales aquella insignia de honor, esto es, aquel género de sombrero redondo, y con ínfulas, cercado de tres coronas, que vulgarmente llamamos Tiara, y que los Italianos en su idioma vulgar, llaman Triregno: lo que debe tenerse por cosa enteramente libre de error. Pues, aunque esta insignia no es muy antigua en la Iglesia, y aun dicen algunos (y ciertamente me acuerdo haberlo leído, y observado en alguno de ellos, á quien hasta ahora no he podido encontrar) que Bonifacio VIII. succesor de Celestino, fué el primero que la introduxo; sin embargo, como ya por espacio de mas de quatro siglos, en que cada dia fué floreciendo mas, y mas el Arte de la Pintura, se haya recibido la insignia de la Tiara por propia, y peculiarísima del Romano Pontífice; por esto   —210→   los Pintores que no se han parado tanto en indagar semejantes materias, atribuyeron este género de adorno, con que siempre se ha denotado la suprema Dignidad del Pontificado, á los Pontífices Romanos antiguos: en tanto grado que la Universidad de Salamanca, madre de Ciencias, y de virtudes, á quien nombro por el honor, y reverencia que le tengo, y cuyo alumno, y Doctor soy (aunque sin merecerlo) y por tal me tendré siempre, parece aprobarlo con su dictámen; pues que no tiene por insignias, ó por armas otra cosa, sino las Llaves de la Iglesia y la misma Tiara Pontificia.

3 Y para que á alguno no le parezca extraño el decir, que el uso de la Tiara es moderno en la Iglesia, me parece á propósito tocar algo aquí de la insignia Episcopal mas antigua, y mas recibida, que llamamos Mitra. Hablando de este adorno un Escritor pío, y diligente, digno de ser respetado por su elevada dignidad, dice1326: Algunos piensan ser esta una nueva invencion que empezó cerca del año mil de Jesu-Christo, cuya opinion prueban en primer lugar por las Pinturas, y otros monumentos antiguos, en los quales, así los Sumos Pontífices, como los demas Obispos, se vén vestidos con todos los adornos Pontificales, pero descubierta siempre su cabeza. Prueban lo mismo en segundo lugar por los Rituales escritos mas hace de setecientos años, y por los Escritores antiguos de las cosas de la Iglesia, los quales, refiriendo con bastante individualidad todos los ornamentos Episcopales, no hablan palabra alguna de la Mitra. Otros por el contrario piensan que el uso de la Mitra dimanó de los mismos Apóstoles, lo que intentan persuadir con varias razones, y monumentos: añadiendo, que la otra sentencia se funda solamente en sutilezas de poco peso, y que carece de todo fundamento sólido. Pero yo juzgo (añade poco despues el mismo Autor) que ambas   —211→   opiniones se pueden conciliar con mucha facilidad, diciendo, que la Mitra, conforme se usa en el dia, es un adorno moderno que apenas se habia introducido aun antes del año mil de Jesu-Christo. Todo esto que acabo de referir, me persuado no será muy fuera de propósito, para que de aquí se eche de vér, que la Mitra, de que usan hoy los Señores Obispos celebrando de Pontifical, y muchas veces tambien el Romano Pontífice, no es un adorno muy antiguo, aunque los Pintores pinten con ellas á los Obispos de los primeros siglos: y que la Tiara, de que solamente usa el Supremo Pontífice, es todavía mucho mas moderna, por mas que freqüentemente la atribuyan tambien á los Romanos Pontífices antiguos. Si alguno quiere instruirse á fondo sobre el uso de la Mitra, así sagrada, como profana, léa al Padre Lelio Bisciola, varon muy erudito, en su obra intitulada Horæ subsecivæ lib. 17. c. 13. pues no es mi ánimo explicar ahora todo lo que hay sobre esta materia.

4 Si el método que he adoptado, me permitiera explicar brevemente, y en compendio, los hechos de S. Bernardino de Sena, brillante lumbrera de la Religion Seráfica, tendria que tocar muchas cosas, que las dexo para los Escritores de dicha Religion, los quales (como tambien otros extraños) han escrito mucho de este varon santísimo, y doctísimo. Por lo que mira á sus Imágenes, es cierto que S. Bernardino fué no solo de semblante agradable, y ahidalgado, sí que tambien tuvo una cara agraciada, y hermosísima: lo que dió ocasion, para que sin embargo de ser de tanto embarazo la hermosura del cuerpo para la castidad;


.........Rara est adeo concordia formæ,
Atque pudicitiæ...................................

consiguiese ilustres victorias de los insultos del demonio,   —212→   y de los engaños de la lascivia. Y aunque murió ya algo viejo, y cumplidos sesenta y tres años, esto es, el año de Christo M.CD.XLIV. teniendo quebrantada su salud por su grande penitencia, y trabajos que habia pasado en la predicacion del Evangelio; sin embargo es de creér, que conservaria el decoro, y magestad del semblante, quanto decia bien con un hombre viejo, y gravísimo, permitiéndolo así Dios para manifestar su pureza, y candor de ánimo. Acerca de aquella tablilla con que le pintan siempre, y deben pintarle, en que se vé resplandeciente el santísimo nombre de JESUS, cercado de rayos de luz por todas partes, con sus acostumbradas letras; tocaría aquí algo, á no haberlo hecho ya, quando traté de este Santísimo Nombre1327. Suelen tambien, y deben pintarse á sus pies las insignias Episcopales, á saber, las Mitras de que acabamos de hablar: pues que habiéndosele ofrecido espontaneamente tres insignes Obispados, y aun instádosele con ansia que los admitiese, los renunció constantemente el humildísimo Santo. Dichos Obispados fueron los de Sena, Ferrara, y Urbino, que de ningun modo quiso aceptar; y así justamente se pintan echadas las Mitras á sus pies. Finalmente, es justo, el que sin embargo de que no se le pinte con la borla, é insignias regulares de los Doctores, con todo se le represente como Doctor, por haber escrito píos, y doctos libros, y sermones llenos de erudicion no vulgar. La Religion Seráfica cuidó de dar á luz todas sus obras, que se hallan impresas en cinco tomos en Leon de Francia el año de M.D.CL.

5 Es muy célebre en santidad la gloriosa Virgen, y primera Monja de nuestra Religion Santa María llamada de Cervelló, conforme á su apellido patrio, y de Socós, ó de Subsidio, por haber socorrido muchas veces   —213→   á los navegantes: cuya festividad, como hasta aquí se hubiese celebrado el dia XXV. de Septiembre, por un moderno decreto de N. SS. P. Benedicto XIII. de feliz memoria, se ha anticipado al dia XXI. de Abril, con rito doble de segunda clase, y octava por toda nuestra Orden, asignándose ademas á dicha Santa un insigne, y magnífico elogio en el Martirologio Romano. En otro tiempo escribí un breve compendio de su vida, que imprimí en Salamanca en 1965., adonde remito gustoso á los devotos de esta Santa. Por lo que respeta á su Imagen, solamente he de advertir, que en su mano derecha debe pintarse un navío guarnecido con velas, y con el demas aparato que le corresponde: lo que se hace con mucha razon, por haber socorrido muchas veces á los navegantes que corrian grave peligro; de que (como antes deciamos) tomó su renombre. En la izquierda se le debe poner una cándida azucena, en señal de su castidad, y pureza virginal: sin que se me ofrezca otra cosa que notar. Porque, que el navío (de que acabamos de hablar, y que se vé pintado en la Imagen de esta Santa) esté armado con cañones, aunque esto contiene algun error, pues en los tiempos de esta Santa todavía no se habia descubierto la funesta invencion de la pólvora, es un anacronismo en que apenas repáran los hombres mas advertidos.

6 Llévense en este capítulo todas las palmas, y laureles, España, é Italia: y despues de haber hablado de una Virgen Española, y Barcelonesa, hablemos de otra de Toscana, qual es Santa María Magdalena de Pazzis: cuyas grandes virtudes, y cúmulo de celestiales gracias con que fué enriquecida, mas quiero pasarlas en silencio, aunque son muchas, y á la verdad dignísimas de admiracion, que tocarlas solo ligeramente, y de corrida. Por lo que mira á sus Imágenes, la vemos freqüentemente pintada de edad que apenas pasa de diez y seis años, sin embargo de que conforme á   —214→   la regla que oportunamente prescribimos arriba, deben pintarse los Santos, y Santas en la edad que murieron: y consta haber muerto esta Santa de edad de quarenta y un años cumplidos; pues que habiendo nacido el dia 2 de Abril de 1566, murió en Florencia á 25 de Mayo de 1607. Por lo que, sería mejor, y mas á propósito pintarla de dicha edad. No ignoro dos cosas que pueden oponerme los que practican lo contrario. La primera, que las doncellas libres de los cargos del matrimonio, conservan por mas tiempo floreciente, y robusta su juventud; lo que tambien se observa muchas veces en las que no están dotadas de tan excelente santidad. La segunda, que esta Santa tuvo freqüentes éxtasis, é ilustraciones celestiales: y se ha observado varias veces, que las personas que tienen la dicha de lograr tan celestiales delicias, particularmente en el acto de gozarlas, se rejuvenecen de un modo admirable. Todo lo qual podría probarse facilmente con muchos exemplos tomados de la vida, y hechos de esta esclarecida Virgen.

7 Pero el que hiciera estas dos objeciones, debería tambien tener presente otras dos cosas. La una, que esta Santa, como las demas, no se entregó á la ociosidad, y regalos, sino que refrenó su carne, y la lozanía de su cuerpecito con exercicios, y trabajos de una vida la mas austéra, y abstinente, de suerte que lo reduxo casi á un esqueleto. La otra, que aquel resplandor, y jovialidad de su semblante al parecer mas joven, así que volvia del éxtasis, lo perdia, como sucedia tambien á las demas Santas: de suerte que por lo mismo se echaba bien de vér, que esto último era propio de la naturaleza debil, y flaca, y aquello privilegio de la gracia. Y así (como decíamos antes) es mucho mas conforme á razon, que se la pinte de edad mas adelantada, qual es la que diximos. No tiene duda, que Christo Señor nuestro por el singular amor   —215→   que tiene á los que le aman, imprimió á esta Virgen interiormente, y en su alma, las sagradas señales de sus llagas, no sin algun dolor, y señal sensible en el acto de executarlo1328, segun nos refieren los Historiadores de su vida. Pero no por esto deberá pintarse con dichas señales patentes, y visibles, lo que solo se concedió al Seráfico Padre S. Francisco: sino casi de la misma manera que se lée en la vida de Santa Catalina de Sena. Véase lo que notamos antes tratando de sus Pinturas1329. Finalmente, representan los Pintores á Santa María Magdalena de Pazzis (y esta es la Pintura mas freqüente de dicha Santa) descubierto un tantico el pecho, y patente su corazon, donde con letras de oro están grabadas aquellas palabras dignísimas de fixarse en los corazones de todos: Verbum caro factum est. Aunque yo estoy persuadido por muchas razones, no ser tal Pintura histórica, sino simbólica, para denotar (lo que con ningunas palabras puede bastantemente expresarse) el singular amor de esta Virgen para con el inefable Misterio de la Encarnacion. Por lo que, otra Pintura de la misma Santa, en que se la representa llevando en su mano su propio corazon encendido, é impresas en él con letras de oro las palabras dichas, tiene un no sé qué, que me agrada mucho mas, y me parece mucho mas á propósito.

8 El mismo dia, en que se venéra la memoria de Santa María Magdalena de Pazzis, se celébra tambien la del Pontífice, y Martir S. Urbano, á quien pasaría enteramente en silencio, sin decir apenas nada acerca de sus hechos, á no haberse extendido mucho sobre esta Imagen el principal Escritor de estas materias1330. Supone este Autor, que pintan á Urbano con una vid, de que vá indagando la razon, con mas trabajo, y   —216→   anhelo de lo que era debido; y añade, que este Pontífice pintado con la vid, no es realmente el Papa, y Martir S. Urbano, sino otro Urbano Obispo Lingonense: pero yo, que nunca jamas he visto la Imagen de este Pontífice pintado con la vid, no es menester que me detenga en una cosa enteramente dudosa, contentándome con decir, que saben bien nuestros Labradores por la misma experiencia, que las viñas estarán defendidas de los hielos, y escarchas, el año que pasen el dia de S. Urbano (esto es, el 25 de Mayo) sin haber recibido semejante daño.




ArribaAbajoCAPITULO VIII.

De las Pinturas de S. Felipe Neri, de S. Fernando Rey de España, y de Santa Petronila Virgen


I Despues de haber tratado de una Virgen Italiana, y de Florencia, síguese tratar de otro Santo tambien Italiano, y Florentino. Este es S. Felipe Neri, celebérrimo Fundador de la Congregacion del Oratorio, é ilustre en la Iglesia de Dios por sus insignes méritos: cuyos esclarecidos hechos, si intentára describirlos aunque en compendio, apenas bastarían libros enteros. Yo, como he dicho repetidas veces, no apartándome en nada, ó lo menos que es posible, del intento que me he propuesto, solo notaré brevemente lo que respeta á sus Imágenes. En primer lugar, segun he podido observar, hacen bien en pintar á este Santo de edad muy avanzada, por haber dexado el mundo este viejo dignísimo del Cielo, de edad de mas de ochenta años, el año 1595. dia 26. de Mayo, en que se celebraba aquel año la Fiesta del Corpus, ó del Santísimo Sacramento, cuyo culto, y veneracion con tanto ardor, y anhelo habia promovido. Tambien le pintan freqüentemente con vestiduras Sacerdotales, bien que igualmente suelen pintarle de otro modo. Ninguna de ambas cosas puede tacharse de error, y   —217→   la primera parece confirmarse, de que casi al mismo tiempo que subía á los Cielos, dicen haberse aparecido á una piadosísima muger, adornado con vestiduras Sacerdotales.

2 Píntanle tambien (conforme lo he observado muchas veces) acompañado de un niño con alas, esto es (segun se crée) de su Angel Custodio, á quien por el singular amor, y respeto que le tenia, le dió limosna alguna vez en figura de pobre, y habiendo caído de noche en un hoyo, le sacó de allí admirablemente. Pero esto, aunque no contiene en sí ningun error, quisiera sin embargo, que le pintáran acompañado no de un niño, sino de un joven; lo que ciertamente es mas conforme á lo que hemos dicho poco ha. Ademas, que si bien en un niño se denota mas la inocencia, y pureza Angelical, tambien en un joven Angélico, se representa mayor esfuerzo, y actividad. No quiero pasar en silencio el que le pintan (á lo menos así debiéran pintarle, y mas á menudo) rasgado algun tanto el vestido junto al costado izquierdo, y como que el mismo Santo con ambas manos está buscando el alivio del ayre á su enfermo, y palpitante corazon: pues de este modo se expresaria elegantemente aquel milagro con que enriqueció Dios á su fidelísimo siervo, lo que se describe muy bien en su rezo con estas palabras: Herido de amor de Dios, estaba continuamente enfermo, y su corazon encendido con tanto ardor, que no pudiendo contenerse dentro de sus límites, ensanchó Dios admirablemente su seno, rotas, y levantadas dos de sus costillas

3 Refiérese de Pyrrho Rey de Epiro, de quien se hace freqüente mencion en la Historia Romana, que llevaba un anillo en que estaban representadas las nueve Musas, y Apolo, no tanto por destreza, y habilidad del Artífice, quanto por un juego, y milagro de la misma naturaleza: Porque dicen haber tenido Pyrrho1331 (refiere   —218→   el mas célebre Autor de la Historia Natural) una piedra, en que se veían las nueve Musas, y Apolo con su cítara, no por medio de algun artificio, sino por un rasgo de la misma naturaleza: estando repartidas las manchas con tal proporcion, que cada una de las Musas tenia su insignia particular. Mas, sobre si era posible pintar en la misma piedra, ó en otra de iguales dimensiones, todos los Reyes buenos que ha habido de dilatados Reynos, y que mereciesen ser colocados en el número de los Santos; es cosa que algunos, no sin chiste, y donayre han puesto en qüestion: ¡en tanto grado los malos exemplos, y la adulacion (vicio capital de la Corte) pervierte, y ofusca á los hombres de muy buen natural, y de sano juicio, y que tenian inclinaciones casi celestiales! Pero séase de esto lo que se fuere, hubo ciertamente un Rey, no como quiera bueno, sino bonísimo, Fernando Tercero de este nombre, Rey de Castilla, y de Leon, á quien con razon se le llamó, y se le dió el renombre de Santo. Este Rey, hijo de Alfonso IX. Rey de Leon, y de Berenguela, hija primogénita de Alfonso tambien IX. Rey de Castilla, resplandeció en España, y en todo el Orbe Christiano, al modo que resplandece un astro de primera magnitud: pues que brillando igualmente en las obligaciones propias de un Rey, y de un Príncipe, que en las virtudes de un hombre Christiano, y piadosísimo, dexó en duda, en quales de ellas resplandeció mas. Y ya que hemos hecho mencion de los Padres de un Héroe tan grande, paréceme no ser fuera del caso, si contra mi costumbre, advierto aquí algunas cosas, que se me deberán condonar, ó por la dignidad de la materia, ó por la gratitud á que estoy obligado.

4 Alfonso IX. Rey de Leon, Padre de S. Fernando, fuera de otros insignes hechos suyos, fue el que instituyó, y erigió la Universidad de Salamanca, de que ha resultado tanto bien, no solamente á España, sí tambien á todo el Orbe Christiano: en que gustoso me detendria   —219→   mas, si lo pidiera el asunto. Pero yo refiero


Rem nulli obscuram, nec nostræ lucis egentem

Con efecto, como la Universidad de Salamanca, no solo es Madre de Ciencias, sino tambien de virtudes, ha tenido siempre la debida veneracion á su Fundador, y deseando eternizar su memoria, puso debaxo de su Imagen pintada en una pared, un Epígrama, que tal qual es, por haberlo compuesto yo, me disimulará el Pintor erudito el que lo ponga aquí: el Epígrama dice así:


Viderat heu quondam profugas Hispania Musas,
Et prope iam nullum tristibus esse locum
Dira sed Augustus miracula non tulit Heros,
Atque modum celeri iussit inesse fugæ
Nec mora: suscepit reduces, ac sedibus istis
Reddidit incolumes magnus Apollo Deas

¡Ilustre accion! Porque sucediendo S. Fernando á su Padre en el Reyno de Leon, donde está Salamanca, favoreció, y fomentó en gran manera la Universidad que su Padre habia fundado, cuidando poco, ó por mejor decir, no haciendo caso de la que pocos años antes habia fundado en Palencia su Abuelo Alfonso Rey de Castilla. Por cuyo motivo, y por la proteccion de su hijo Alfonso, llamado el Sabio, llegó poco á poco á tanta grandeza. Pero baste sobre este punto.

5 Berenguela Reyna de Castilla, muy buena Madre de nuestro S. Fernando, fué Señora dotada de todo género de virtudes, como saben bien aun los que solo tienen una ligera tintura de nuestras cosas. Esta Señora, como insinuamos antes, fué la hija primogénita de Alfonso Rey de Castilla, y no al contrario, como han pensado mal algunos Escritores, particularmente extrangeros, y poco afectos á España, no dudando llamar á S. Fernando usurpador del Reyno de Castilla, que segun   —220→   derecho (como ellos dicen) pertenecia á S. Luis IX. ilustre Rey de Francia, por ser hijo de Doña Blanca, que era hermana mayor (segun ellos pretenden) de Berenguela: en que no quiero detenerme mas. Pero, gracias á Dios, que ya de dia en dia se está esperando la Vida de S. Fernando, que va á imprimirse, escrita por un hombre doctísimo, y amigo mio el R. P. Joseph Casani: en cuya obra, conforme nos prometemos, se verá tratado todo esto con tanta claridad, y destreza, que el que en adelante quiera sentir de otro modo, parecerá ciertamente, que al modo de la lechuza se ciega con la luz del medio dia.

6 Tampoco puedo pasar enteramente en silencio, el que este Santo Rey fué insigne Bienhechor, y Patrono, como el que mas, de mi Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, Redencion de Cautivos. Pues habiendo libertado á las esclarecidas Ciudades de la Andalucía del yugo, y señorío de los Moros, fundó, y erigió en todas ellas, con real piedad, y magnificencia, particularmente en las mas principales Conventos, y casas de mi Instituto. Las Ciudades subyugadas (omitiendo las menores, aunque muy fuertes, y muy bien pertrechadas) fueron Baza, que tomó el dia 30. de Noviembre de 1227. Ubeda, de la qual se apoderó el dia 29. de Septiembre de 1234. Córdoba, que es una de las mas principales Ciudades de la Bética, y fecunda en grandes ingenios, en la qual entró despues de haberla combatido, el dia 29. de Junio de 1236. Jaén, Ciudad tambien de mucho nombre, la que tomó con fuerza, y maña, á mediados de Abril de 1246., y finalmente Sevilla, que se consideraba como la Metrópoli de España, la que habiéndola combatido con el mayor valor, al fin entró vencedor en ella á 23. de Noviembre de 1248. En todas estas Ciudades erigió casas, y Conventos de mi Orden: ni solo esto, sino que les dió rentas, y les concedió varios privilegíos. Quien quiera informarse quales sean estos, léa á otros; pues   —221→   yo no he tomado á mi cargo el oficio de Historiador, sino otro muy diverso: para lo qual sirve algun tanto lo que he notado de paso, cosa, que se me debe perdonar, como he insinuado antes, por el afecto á la gloria de España, por la gratitud de Catedrático, aunque sin merecerlo, de la Universidad de Salamanca, y por el título de hijo de la Orden de Redencion de Cautivos.

7 Cumpliendo, pues, ya con lo que es de mi oficio, este Santo en ningun modo debe pintarse viejo, como le pintaría el que estuviera imbuído de las opiniones de algunos, que pensaron haber muerto S. Fernando de edad, lo que menos, de mas de sesenta años, omitiendo á otros, que segun afirma un Autor grave, y erudito1332, se alejaron tanto de la verdad, que dixeron habia muerto este Santo Rey de ochenta años: todo esto hace la ignorancia de nuestras cosas. Habiendo, pues, nacido S. Fernando el año 1200. antes del mes de Agosto, como lo prueba muy bien el Doctor, y Amigo mio D. Juan de Ferreras, á quien he citado muchas veces1333, y habiendo muerto el dia 30. de Mayo de 1252, es constante, que trocó el Reyno temporal por el eterno, quando aun no habia cumplido 52. años, y por lo mismo se echa de vér, en que edad deberá pintarle el Pintor cuerdo, y erudito. Este, si quiere oír mi consejo, véa la Imagen que en las Actas, y hechos de este grande Rey, y Santo, fixó el eruditísimo Padre Daniel Papebroquio, en el libro que escribió sobre esta materia1334: la Imagen, digo, que colocó antes de la misma primera página, despues de algunas que no están numeradas; que con efecto es su verdadera efigie: pues otra que hay en la misma frente de la obra, que representa al Santo de cuerpo entero, no me agrada, especialmente, porque las piernas, y muslos están pintados al   —222→   modo de los Romanos, y á lo militar, lo mismo que si se representára á la vista la imagen de Cesar, ó la de Pompeyo.

8 Seria manifiesto error el dexar de pintar al Santo Rey con vestiduras Reales, y magníficas, ó sin la Púrpura, y demas insignias Reales, por haber oído alguno, ó leído, que el Santo Rey fué muy modesto, y humilde, y que llevó una vida muy austéra, y penitente. Pues estas particulares alabanzas nada dicen que se oponga á la dignidad, y magestad Real; la que ciertamente por medio de los adornos exteriores hiere los ojos de los que la miran. Porque, ni S. Fernando fué Santo de otro modo, sino como era correspondiente á un Rey, ni fué Rey, sino del modo que correspondia á un Santo.

9 Cierra el florido mes de Mayo la Virgen Santa Petronila, la qual, aunque muchos, y gravísimos Escritores niegan haber sido hija del Apostol S. Pedro, lo que otros entienden, no solo de la educacion espiritual, sí tambien segun la carne; sobre lo qual observo un profundo silencio en muchos de los Autores antiguos: sin embargo parece lo confirma bastantemente el Martirologio Romano, quando dice1335: En Roma Santa Petronila Virgen, hija del Apostol S. Pedro, &c. Sobre cuyas palabras, el Cardenal que puso notas al Martirologio, trae aquellos versos de un Autor que para mí es desconocido:


Tum pridie Petronilla de germine Sancto
Fulgida virgo micas Christi trabeata decore

Ciertamente, si esto es verdad, como lo afirman algunos, aunque no se pinte á Santa Petronila con las insignias de Martir, puesto que la Iglesia la adorna solamente   —223→   con la laureola de la virginidad, y no con la del martirio: sin embargo no faltarian para convencerlo motivos, y razones bastante probables, tomadas no de otra parte, sino del mismo Martirologio, que dice así: La qual (Petronila) despreciando el casamiento de Flaco principal caballero, le pidió plazo de tres dias para determinarse: y en ellos se ocupó en continua oracion, y ayunos, y el tercer dia acabando de recibir el Santísimo Sacramento, dio el alma al Señor. Pero séase de esto lo que se fuere, y aunque, como decia, no la pinten con las insignias del martirio; con todo no es dudable que fué hija de ilustres Mártires. Porque de S. Pedro (si con efecto este fué su padre) de ningun modo puede dudarse: y en quanto á su madre (á quien llaman algunos Santa Perpetua) consta por un monumento bastante convincente de un Theólogo antiquísimo, haber padecido martirio: pues Clemente Alexandrino1336 nos asegura, que esto se decia como una tradicion recibida: Dicen á la verdad (son palabras de dicho Escritor) que como el Bienaventurado San Pedro hubiese visto, que llevaban al suplicio á su muger, se alegró con efecto por esta vocacion, y porque volvia á su mansion. Y que exhortándola, consolándola, y llamándola por su propio nombre, le dixo: Acuérdate del Señor. Hasta aquí Clemente Alexandrino. Por lo que, si se prueba que Santa Petronila fué hija del Apostol S. Pedro, manifiestamente se convence, que fué hija de muy esclarecidos Mártires.



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ArribaAbajoCAPITULO IX.

De las Imágenes de S. Norberto Fundador, de S. Bernabé Apostol, y de S Juan de Sahagun, Doctor, y Catedrático de la Universidad de Salamanca


I Quan ilustre, y de quan grande mérito haya sido en la Iglesia S. Norberto, Fundador de la Orden de Canónigos Premonstratenses, se echa bastantemente de vér por las Cartas llenas de afecto, y de amor, que le escribió S. Bernardo. Dicho Santo, que era de linage noble, y abundante en riquezas, resplandeció mucho en el palacio de Enrique Emperador de Alemania, y de Flandes; pero sin duda resplandeció mucho mas, quando renunciando los honores, y la renta Eclesiástica que tenia, se dedicó qual otro Elías, con el mayor zelo, y ardor á la predicacion de la divina palabra, y vestido con ásperas pieles, y trepando á pie descalzo por las nieves mas espesas, y congeladas, relució en toda la Iglesia, mostrándose no menos esclarecido por sus obras, que por sus palabras. El fué el Fundador de los Canónigos, á quienes apellidaron los pueblos ya desde sus principios, Premonstratenses: cuya Orden, como se hubiese propagado admirablemente, se aumentó en gran manera en muchos lugares de la Europa, particularmente en una, y otra Alemania, y floreció tambien en nuestra España, donde aun hubiera florecido mas, si las dañadas intenciones de algunos, no hubiesen impelido á ciertos poderosos, para que algunos Conventos, y Monasterios de dicha Orden, digna siempre de alabanza, se adjudicáran á otra Religion, á la verdad esclarecida, pero que no tenia necesidad de ellos: lo que mas conviene callarlo, que referirlo aquí largamente. S. Norberto, pues, habiendo combatido antes valerosamente á favor de la Iglesia,   —225→   y ayudado mucho á Inocencio II. contra el malvado cisma de Pedro Leon, fué elegido, aunque rehusándolo él, y contra su voluntad, Obispo de Magdeburg, esto es, el décimoquinto Obispo de aquella Silla; y finalmente lleno de méritos, y virtudes, y procurando que se eligiera por Prepósito de la Orden que habia fundado, á su compañero Hugo, subió al Cielo el dia 6 de Junio de 1134.

2 Acerca de las Pinturas, é Imágenes de este Santo, solo se me ofrece advertir, que suelen, y deben pintarle teniendo en su mano aquel precioso vaso en que está la Sagrada Euchâristía, y que vulgarmente llamamos Viril, ó Custodia. La causa de esto es, el que habiendo un perverso herege llamado Tanquelino, vomitado en Antuerpia muchas impiedades contra el Santísimo Sacramento de la Euchâristía en los tiempos de este Santo, y esparcido varias heregías contra tan augusto Misterio; como los Fieles hubiesen llamado allá á Norberto, reprimió con tanto valor, y esfuerzo dicha heregía, que apenas volvió despues á brotar, hasta los tiempos en que saliendo del abismo nuevas furias infernales, tuvieron la osadía de despreciar, y combatir impía, y nefariamente, este mismo adorable Misterio.

3 Aunque por lo comun, quando se pintan los Apóstoles, no se pinta regularmente á S. Bernabé, no obstante de haber tenido la misma dignidad, como consta de aquellas palabras1337: Díxoles el Espíritu Santo: Separadme á Saulo, y á Bernabé para el ministerio á que los he llamado; y este séa tambien el comun consentimiento de la Iglesia, convendrá sin embargo no pocas veces, pintarlo separado de los demas. Por lo que será del caso advertir, que conforme dicen algunos Escritores de la vida de este Apostol, los quales acaso lo tomaron de cierto Alexandro Monge de Chipre   —226→   (de cuya fé, y autoridad, no es ahora lugar de tratar); fué S. Bernabé de estatura hermosa, y venerable, como lo nota tambien claramente S. Juan Chrisóstomo Autor mas calificado1338; y fuera de esto, paréceme á mí confirmarse lo mismo por un argumento de bastante peso, tomado de que los Gentiles de Iconio (Ciudad de Licaonia) donde moraban entonces S. Pablo, y S. Bernabé, como hubiesen visto un patente milagro que habia obrado S. Pablo, quisieron venerarles á ambos por Dioses, y aun ofrecerles sacrificios: Llamaban Júpiter á Bernabé (dice el Sagrado Historiador)1339 y á Pablo, Mercurio. Viene esto muy al caso: porque á S. Bernabé que tenia un aspecto mas venerable, le tenian por Júpiter; esto es, por el Dios Supremo: y á S. Pablo1340, cuya presencia corporal (como él mismo dice) era flaca, ó de pequeña estatura, le tuvieron por Mercurio, por la facilidad, y eloqüencia con que se explicaba. Convendrá, pues, que el Pintor erudito tenga presente en la Pintura de S. Bernabé, su semblante respetable, y venerando.

4 Por lo que, dos cosas me restan que advertirle. La primera, quanto al género del martirio que padeció: lo que digo señaladamente, porque nadie con razon podrá dudar que muriese Martir, aunque entre los antiguos, que tratan de S. Bernabé, es muy rara la noticia que nos dan de su martirio. Pero ya la Iglesia lo ha afirmado constantemente, tanto por lo que ella ha practicado, como por lo que nos ha enseñado; y ademas, conforme observó un Autor grave, y erudito1341, ya los Syros desde una antigüedad muy respetable, han acostumbrado hacer mencion en sus ordenaciones, así de los demas Apóstoles, como de S. Bernabé; no solo como á Apostol, sí tambien como á Martir. Pero ¿para   —227→   qué son menester tantas pruebas? El Martirologio Romano, y el Rezo Eclesiástico dicen lo mismo: y lo que es mas en el Canon de la Misa, que no hay cosa mas sagrada, se lée el nombre de San Bernabé con los títulos de Apostol, y de Martir; sin que séa necesario poner aquí sus palabras, que no deben tratarse sino con suma veneracion, y respeto. La sentencia comun que ha prevalecido, es, que al Santo Apostol le apedrearon los Judíos que moraban en Chipre: y así no se hará mal en pintar algunas piedras á sus pies, ó como que las recibia en el pecho: al modo que he observado pintado á S. Esteban, que padeció este mismo género de muerte.

5 La segunda cosa que tengo de advertir al Pintor, es, que debe pintar á S. Bernabé con un libro en sus manos: lo que digo, no porque le tenga por Autor cierto de aquella Carta que anda con su nombre, y que aun los antiguos la miran con grande veneracion, sino porque el libro, como diximos antes, es caracter del ministerio Apostólico, ó por otra causa mas particular de que hablarémos luego. Con efecto, Autores Eclesiásticos muy antiguos hacen honorífica mencion de dicha Carta: la cita Clemente Alexandrino1342, Orígenes, Eusebio, y lo que no es de menos autoridad, hace tambien mencion de ella S. Gerónimo, y la atribuye constantemente á S. Bernabé, aunque hasta ahora, ni la Iglesia, ni los Concilios la hayan recibido en el número de las Escrituras Canónicas. Y qué? ¿si dixéramos, que S. Bernabé debe pintarse con un libro por haberse encontrado en su pecho al abrir su sepulcro, no pocos años despues de su muerte, el Evangelio de S. Mathéo escrito por la misma mano de S. Bernabé?   —228→   lo que ademas del citado Monge Alexandro, lo refiere Theodoro Lector1343, y otros despues de él. Lo mismo refiere también su rezo con estas palabras: En la Isla de Chipre, reynando el Emperador Zenón, fué hallado su cuerpo, en cuyo pecho estaba el Evangelio de S. Mathéo escrito por mano de S. Bernabé. He querido tocar esto con ocasion de aquella venerable Carta, tal qual séa. Porque quanto á los demas escritos, que los hereges, ó algunos menos inteligentes han atribuído á S. Bernabé, no es menester decir nada; pues que el mismo Cardenal Baronio1344 con su acostumbrada erudicion, los convence de falsos, supositicios, é indignos de tan grande Apostol.

6 El mismo dia dedicado á S. Bernabé, murió el insigne, y bienaventurado S. Juan de Sahagun, á quien pasaría totalmente en silencio, si el honor de la Universidad de Salamanca, á quien procuro obsequiar quanto está de mi parte, no me impeliera á no olvidar la memoria de este Santo, y á que, contra, ó fuera de mi costumbre, en honor de tan esclarecido Héroe, tocára aquí, aunque por encima, los puntos mas principales de su vida. S. Juan, pues, de Sahagun (llamado así del Lugar en que nació, conforme á la costumbre de aquellos tiempos que solia apellidar á los hombres, particularmente á los Religiosos, por el renombre de su Patria) nació de padres nobles, Juan Castrillo, y de Sancha Martinez el año de Christo 1430; el qual, quando apenas habia cumplido los primeros años de su niñez, luego se traslució en él, no solo una muy buena índole, sí tambien un ingenio excelente: y habiéndole recibido por uno de sus familiares el esclarecido D. Alfonso Cartagena Arzobispo de Burgos, y dádole una Canongía en aquella Iglesia, resplandeció   —229→   en gran manera por los exemplos que dió de sabiduría, y virtud. Pero este Santo, llamado para cosas mayores, renunciando la Canongía, y demas renta Eclesiástica, se fué á Salamanca, donde le llamaba Dios para que con sus sermones, y exemplos, pusiera fin, y remedio á las crueles sediciones, que á la sazon habia en aquella Ciudad.

7 Allí, segun se convence por monumentos irrefragables, fué Colegial del célebre Colegio de S. Bartholomé, al qual solo con nombrarle se le llena de las mayores alabanzas. Y habiéndose hecho Religioso de la Orden de Ermitaños (como yo les llamo siempre) del Gran Padre S. Agustin, y entrado en el famoso Convento de esta Religion que hay en la misma Ciudad de Salamanca, hizo allí su solemne Profesion, difundiendo por todas partes mayores rayos de su santidad, y doctrina, de suerte que era celebrado, y admirado de todos: á que se añadía el haberle dado Dios la gracia de hacer milagros. Ni sirvió de poco su sabiduría; pues que hallándose en la famosa Universidad de dicha Ciudad, que florecia ya mas de dos siglos habia, regentó una Cátedra de Escritura, con cuyas luces, sermones, y sus grandes exemplos de santidad que dió al público, apaciguó, y extinguió con la gracia de Dios aquellas turbulencias, y sediciones de que antes he hablado, que ya habian llegado al extremo, de que unos á otros se daban mutuamente la muerte. En esto empleó su vida, hasta que una muger deshonesta, á cuyo galán habia convertido el Santo, le emponzoñó (permitiéndolo así Dios para mayor bien de su siervo) y murió de sus resultas en la misma Ciudad, el año de 1479., el mismo dia de S. Bernabé, como notamos antes. Esta es la suma de sus ilustres hechos, y de su vida dignísima por cierto del Cielo: dexando á los Escritores de dicha Orden, como ya con efecto lo han hecho, el hacer una mas larga, y circunstanciada narracion de su Vida.

  —230→  

8 Por lo que respeta á sus Imágenes, no puedo menos de aprobar la piedad, ó afecto de los que pintan con el manto, y beca propia de los Colegiales de S. Bartholomé, á este Santo, que entonces no era muy mozo, pero ni tampoco muy viejo, segun consta por la chronología, que sigue exâctamente el Escritor de su Vida1345; en que no puedo, ni quiero detenerme mas: particularmente floreciendo ya él entonces en dicho insigne Colegio en gran santidad, la que quiso Dios testificar alguna vez con ilustres milagros, como fué el que estando un dia ocupadísimo, y habiéndosele pasado por olvido natural el rezar el Oficio Divino, acordándose de ello con la mayor angustia, y pesadumbre quando estaba ya muy adelantada la noche, y no encontrando entonces luz en ninguna parte, mereció que Dios le ayudára, y consolára. ¡Caso admirable! Pues quando estaba lleno de angustia, y de temor, se le apareció de repente un Angel con una hacha encendida, y afianzándose en un ciprez, que todavía se vé en nuestros dias, se estuvo allí alumbrándole con luz mas clara que la del Sol, hasta tanto que el siervo de Dios hubo concluído todo su Oficio; como lo refiere el mencionado Escritor1346 citando á otros.

9 Pero, como este Santo vivió 16. años Religioso de la Orden del Gran Padre S. Agustin, en cuyo estado murió, es mas freqüente (y con razon) el pintarle vestido con el Hábito de que usan los Ermitaños Augustinos: pero no deben pintarle (como lo hacen regularmente, á lo menos así lo he observado) muy joven, ni tampoco de mucha edad; por haber muerto, conforme anvertimos antes, quando no habia cumplido aun quarenta, y nueve años. Píntanle tambien llevando con mucha reverencia en sus manos aquella Custodia de oro, ó dorada, en que se expone el Santísimo Sacramento para la adoracion del Pueblo: no que el Santo hubiese tenido necesidad   —231→   en Salamanca, ó en otra parte, de disputar con los hereges sobre la verdad de tan grande Misterio; no permita Dios en España, de donde nunca salió nuestro Santo, tan fatal desgracia: es muy diversa la razon de dicha Pintura, la que hemos de tomar de otra parte. Muchos Autores fidedignos refieren constantemente, que nuestro S. Juan era tan devoto del Santísimo Sacramento de la Euchâristía, que para celebrar se preparaba cada dia con singular pureza de alma; y ademas, que para acercarse (por usar de las palabras del Grande Augustino, Padre suyo, y nuestro) á aquella mesa celestial, y verdaderamente del Poderoso, se excitaba con tales ardores, considerando como debia prepararse, que lo que menos, gastaba dos horas enteras en la celebracion del tremendo Sacrificio. Por lo que Christo S. N. que verdaderamente ama á los que le aman, se manifestaba á su siervo de varias, y admirables maneras. Pero óiganse las palabras de oro (pues que son de un Santo) de un Religioso de la misma Orden: este es Santo Thomas de Villanueva (de quien hablarémos en su lugar) el qual lo compendió todo en estas palabras1347: Hubo ademas un cierto Fr. Juan de Sahagun de nuestra Orden, y Religion de S. Agustin, á quien venera el pueblo de Salamanca con singular piedad, y afecto (aunque todavía no está canonizado) por los innumerables milagros que obra continuamente. Este varon, como celebrase todos los dias el Santo Sacrificio de la Misa, y en él se detuviese mucho tiempo, y por tanto lo llevasen á mal los que se la oían, le mandó su Prelado en virtud de obediencia, que la concluyese mas presto; lo que ya antes, aunque con mas suavidad, le habia advertido otras muchas veces. Entonces el mencionado Religioso, porque no podia menos de obedecer, le manifestó todo su interior, diciéndole: Perdóname, te ruego, Padre mio, que no puedo hacer otra cosa,   —232→   pues que yo pecador véo cada dia con estos mis ojos á Jesu-Christo S. N. resplandeciente en la hostia. Atemorizado el Prelado con tal respuesta, postróse en el suelo, pidiéndole perdon de la molestia que le habia causado, y le dió facultad amplísima para detenerse quanto quisiese. Esto lo supe yo, no por el mismo Prelado, sino por otro varon gravísimo de nuestra Religion, que se lo habia oído á él mismo Hasta aquí el esclarecido Prelado Santo Thomas de Villanueva: con quien concuerdan otros, á quienes cita el mencionado Escritor de la Vida de este Santo. Y esta es la razon por que á S. Juan, á quien vulgarmente llamamos de Sahagun, lustre, y gloria de la Universidad de Salamanca, se le pinta llevando en su mano el adorable Sacramento de la Euchâristía.

10 Y ya que hemos hecho mencion mas de una vez de dicha Universidad tan celebrada en todo el Orbe Christiano, será puesto en razon tocar aquí algo, aunque de paso, de los honores que ha tributado esta Universidad á su dignísimo Catedrático, despues de gozar ya de la Gloria celestial. Como cundiera, pues, mucho la fama de su santidad, que cada dia se hacía mas ilustre por la freqüencia de milagros, el Papa Clemente VIII. de feliz memoria, le beatificó el dia 15. de junio de 1601.; cuya noticia no bien llegó á oídos de dicha Universidad, quando á instancias de hombres sabios, y gravísimos del Convento de S. Agustin de Salamanca, y principalmente del Ilustrísimo D. Fr. Agustin Antolinez, que entonces regentaba la Cátedra de Durando, y despues fué Arzobispo de Santiago, se juntó Claustro de Doctores el dia 24. de Mayo de 1602., y en él (habiéndose tratado el negocio con madura reflexîon) se determinó, que en adelante el dia 12. de Junio, en que se venéra la memoria de S. Juan, fuese feriado de la Universidad, lo que imitó despues la misma Ciudad de Salamanca por lo que mira á los negocios civiles,   —233→   y políticos, añadiendo otras demonstraciones de suma veneracion, que no es de este lugar referirlas á la larga: á que se agrega, que el año 1691. habiendo llegado á Salamanca, con mucha alegria de todos, la noticia de que el Pontífice Alexandro VIII. de feliz memoria, antes Cardenal Protector de mi Orden, habia canonizado á S. Juan de Sahagun; es increíble con que demonstraciones de alegria recibieron tan plausible noticia el Ayuntamiento de la Ciudad, la Universidad, el Colegio de S. Bartholomé, y por fin el Convento de PP. Augustinos. Séame permitido añadir aquí, el que estando yo entonces en Salamanca, inducido de los honrosos premios que proponian á las Musas en un Certamen celebrado por el citado Colegio de S. Bartholomé siempre digno de alabanza, compuse un Poema á la verdad mas largo de lo permiten las leyes de un Epígrama: pero esta era la ley, que se me impuso. El Epígrama con su lema, dice así:

Canonizó á S. Juan de Sahagun el Papa Alexandro VIII. de feliz memoria, llamado antes Pedro Ottobono, el qual murió poco tiempo despues: sobre cuyo asunto, por ley del Certamen, se compuso el siguiente


EPIGRAMA.
Orbis ad extremos victor pervaserat Indos
Rex Macedo, patriæ gloria rara suæ:
Cum sibi divinos tumidus decrevit honores
Mens hominum heu nullum docta tenere modum!
Vicit at hæc vani pietas conamina fastus,
Et datus est Divis quem meruere polus
Nam sacer Antistes, cœli in quo summa potestas
Fulget, Alexandri nomen & omen habens,
Salmantina tuum veneranda Minerva Joannem
Divorum in fastos retulit Ottobonus
Macte animo hoc: sanctæ nam te Pater optime gentis,
—234→
Qui facis indigetes, quis neget esse Deum?
Hinc properè heu, stygiæ tua facta ursere sorores
Protinus Elisiæ te rapuere domus
Scilicet egregium factum sic ambiget ætas,
Anne hominum quisquam fecerit, anne Deum?1348

Esto es lo que me ha parecido decir sobre las Pinturas, é Imágenes de S. Juan de Sahagun: poco á la verdad por lo grande del asunto; pero demasiado por razon del estilo, y método que suelo observar.