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ArribaActo III

 

Salón del palacio.

 

Escena I

 

LEONORA. -CARLOS.

 
LEONORA
Carlos, ni sois obediente
a lo que el Duque os encarga,
ni con dilación tan larga
dais muestra de diligente.
Un año ha que me juráis 5
que tenéis amor a quien
os dije que os quiere bien;
y tan poco lo mostráis,
que cuando os allano el paso,
respondiendo mal y tarde, 10
o dais muestras de cobarde,
o hacéis de mí poco caso.
CARLOS
Hay tantas contradicciones,
señora, en lo que mandáis,
que aunque estorbos allanáis, 15
y dais lugar a ocasiones,
no me puedo persuadir
que es seguro aqueste amor.
LEONORA
No hay, Carlos, sordo peor
que aquel que no quiere oír. 20
CARLOS
Vueselencia me ha mandado
que hable a Sirena.
LEONORA
¿Pues?
CARLOS
Y para gozar después
esta ocasión sin cuidado,
dice que tome a su cargo, 25
por más que el Duque se ofenda,
que no lo sepa ni entienda.
LEONORA
De todo aqueso me encargo.
¿Qué hay de dificultad
en eso, qué os da cuidado? 30
CARLOS
Mucho. El Duque me ha mandado
que de vuestra voluntad
no salga un punto, si intento
privar con él, como veis,
porque de que vos lo estéis, 35
pende el estar él contento.
Por otra parte enloquece
por Sirena, y cada hora
la sirve más y enamora;
pues ¿cómo se compadece 40
amalla, y mandarme a mí
que cuanto vos me digáis
ejecute, si gustáis,
pues vive Sirena aquí,
que la hable y que la goce? 45
LEONORA
¡Cómo!
CARLOS
¿No me dais promesa
de hacer cómo a la Marquesa,
que este favor reconoce,
alcance, por más que intente
mi dicha el Duque estorbar, 50
dándome industria y lugar
para la merced presente?
LEONORA
¿Que a Sirena alcancéis vos
os tengo yo prometido?
CARLOS
Como la corte es olvido, 55
no me espantaré, por Dios,
que lo que agora dijistes,
lo hayáis olvidado ya.
LEONORA

  (Aparte. 

Medrado mi amor está.)
¡Lindamente me entendistes! 60
¿Según eso de Sirena
ha un año que sois amante?
CARLOS

  (Aparte.) 

¿Qué mudanza en un instante
mis dichas hoy desordena?
LEONORA
¿Y que por cierto tuvistes 65
que yo, Carlos, os servía
con Sirena de tercera?
CARLOS
Vos ¿no me lo prometistes?
LEONORA
Algún planeta tercero
me debe de ser propicio, 70
pues me da el Duque ese oficio,
y de vos también le adquiero.
A amaros me habían movido
celos del Duque importunos,
y por huir de los unos, 75
en los otros he caído.
Pero porque no aleguéis,
Carlos, desde hoy ignorancia,
y, para ejemplo de Francia,
pues os ofende, os venguéis 80
del Duque, cuya locura
a persuadirme le obliga
que a Sirena su amor diga
y conquiste su hermosura;
los ojos he puesto en vos, 85
y la voluntad también.
Vengarnos nos está bien
(pues nos ofende a los dos)
del Duque; que de Sirena
ya he venido a persuadirme 90
que no es tan constante y firme
como en Bretaña se suena;
pues a no estorballo yo,
ya el Duque rendido hubiera
diamantes de acero, en cera, 95
que el tiempo y oro ablandó.
CARLOS

  (Aparte.) 

Eso anoche a una ventana,
siendo testigos los cielos,
lo oyeron mis justos celos.
¡Ah Sirena! al fin liviana. 100
LEONORA
Procurad corresponder
conforme mi voluntad,
y excusad la enemistad
de una celosa mujer
que su amor os manifiesta. 105
Porque al Duque le diré
lo que de Sirena sé,
si me dais mala respuesta.
CARLOS

 (Aparte.) 

A tanta desenvoltura,
delito es el responder. 110
¡Ah Sirena! al fin mujer,
sol de enero, que no dura.

  (Vase.) 



Escena II

 

LEONORA.

 
Sin responderme se ha ido;
pero no hay de qué espantar,
que hay mucho que consultar 115
y va de celos perdido.
A hacer el efeto en él
que en mí los del Duque han hecho,
mi amor veré satisfecho,
y mi venganza crüel. 120
No pienso yo que osará
decir al Duque, si es sabio,
que por vengarme le agravio,
porque satisfecho está,
si le declaro, ofendida, 125
que en su competencia llama
a Sirena prima y dama,
lo que peligra su vida.


Escena III

 

SIRENA. -LEONORA.

 
SIRENA

 (Sin ver a la DUQUESA.) 

No quepo en toda la casa;
mas si los celos son fuego, 130
¿cómo ha de tener sosiego
quien entre celos se abrasa?
¿Carlos tiene atrevimiento
de decirme a mí en la cara
que hay en casa quien repara 135
el gusto que en velle siento?
¿Carlos vuelve el paso atrás
que mi amor llevó adelante?
¿Carlos me dice inconstante
que no me ha amado jamás? 140
¿Obligaciones olvida
Carlos, mudable y cruel?
¿Que cuando encuentre con él,
que no le mire me pida?
¿Que eche por otra sala, 145
porque hay quien le pida celos?
¿Así paga Carlos ¡cielos!
a quien no sólo le iguala,
sino a un duque le antepone,
que quiso duquesa hacerme? 150
¿Carlos se atreve a ofenderme?
El seso y vida perdone,
pues razón es que le pierda;
que no es mujer de valor
la que perdiendo el honor, 155
queda viva o queda cuerda.
LEONORA
¿Qué cara es esa, Sirena?
Mala estáis.
SIRENA
Habrá ocasión,
porque la indisposición
no sabe hacer cara buena. 160
LEONORA
Ayer estábades sana,
y hoy tenéis color mortal.
Mas ¿que os hizo anoche mal
el sereno a la ventana?
SIRENA
Bien puede ser; no lo sé. 165
LEONORA
Si tan indispuesta andáis,
¿por qué causa madrugáis?
SIRENA
Por morir, señora, en pie.
LEONORA
¿Morir? No tanto como eso.
Celos serán; que quien ama, 170
nunca hacen los celos cama;
que tienen humor travieso.
SIRENA
¿Yo celos?
LEONORA
A lo que escucho,
pues madrugáis, no son vanos;
lo que tienen de villanos 175
les hace madrugar mucho.
Mas como en la facultad
de amor vais tan adelante,
madrugáis como estudiante.
SIRENA
Señora, ¿qué novedad 180
de hablar es esa? Reprima
vueselencia...
LEONORA
No me engaño:
Carlos dice que ha ya un año
que os lee cátedra de prima
y goza la propiedad: 185
como es primo y le queréis,
primogénito le hacéis,
Marquesa, en la voluntad.
Celosa estoy; que aunque jura
no hablaros por mí ocasión, 190
si es de un año el afición,
difícil será la cura.
Y de vos estoy quejosa,
pues no osándoos declarar
conmigo, distes lugar 195
a mi pasión amorosa.
Amad al Duque, Sirena,
y no deis a una pasión
con sospechas ocasión,
si la lengua desenfrena, 200
que se diga lo que pasa.
Esta noche os ha de hablar,
todos suelen imitar
a su dueño en una casa:
yo imito al Duque en los modos 205
de su loco frenesí;
imitadme vos a mí,
y desquitémonos todos.
SIRENA
Perdóneme vueselencia;
que no puedo responder. 210

  (Aparte. 

Hoy, Carlos, tienes de ver
de mi agravio la experiencia,
de mi desesperación,
de la lealtad que has quebrado,
de un secreto mal guardado, 215
y una rota obligación.)

  (Vase.) 



Escena IV

LEONORA
Es reloj la voluntad:
desconcertada una rueda,
no hay quien concertalla pueda,
si no es con dificultad. 220
La rueda han desconcertado
los celos que amor labró,
y pues no tengo orden yo,
nada ha de andar ordenado.


Escena V

 

El DUQUE. -LEONORA.

 
DUQUE
Duquesa, si verme sano 225
porque os adore, queréis,
¿cómo en mi cura ponéis
tan tibiamente la mano?
¿Por qué la vais alargando,
pues cuanto fuere más corta, 230
más, mi Leonora, os importa?
LEONORA
De vicio os venís quejando.
¿Tan mala noche tuvistes
la pasada en el terrero,
donde a unas rejas de acero 235
de cera un diamante vistes,
que del médico dais quejas?
Diligencias mías fueron
las que favor os hicieron,
no la noche ni las rejas. 240
DUQUE
¿Luego ya os contó Sirena
lo que con ella pasé?
LEONORA
Si industriada de mí fue,
¿qué mucho?
DUQUE
Cesó mi pena.
¿Estábades vos allí? 245
LEONORA
¿A qué propósito?
DUQUE
Debo
mucho a Carlos; mas no es nuevo
servirme Carlos así.
LEONORA
Antes le debéis tan poco,
que si algún estorbo impide 250
que de su rigor se olvide
Sirena, y no os traiga loco,
es Carlos, que por no hacer
lo que le mandáis, no hace
mi gusto.
DUQUE
¿Pues de qué nace
255
su rebelde proceder?
LEONORA
De que vos no le mandáis
con eficacia que acuda,
sin poner estorbo o duda,
a servirme: si gustáis 260
ver este imposible llano,
mandádselo con rigor.
DUQUE
Esto será lo mejor.
Haralo, como villano,
por fuerza, pues no lo hace 265
por bien, como bien nacido.
Llamalde.
LEONORA
Él mismo ha venido.
Voyme.
DUQUE
Si no satisface
a vuestro gusto, desde hoy
satisfará mi venganza. 270
LEONORA
De él estriba la esperanza
que de la Marquesa os doy.

  (Vase.) 



Escena VI

 

CARLOS. -El DUQUE.

 
CARLOS
Porque el fuego no me ahogue
del veneno que provoco,
no oso parar: como el loco, 275
como el que ha tomado azogue,
como el bruto que ha perdido
los hijos, como el que pasa
por un monte que se abrasa,
como el ladrón que anda huido, 280
así me traen mis desvelos;
pero ¿qué mucho, si son
veneno, azogue y ladrón
los infiernos de mis celos?
DUQUE
No es posible que en tus venas 285
sangre noble se reparte,
sino que por deshonrarte,
están de villana llenas.
No es posible que tu madre,
con liviano desvarío, 290
por no hacerte deudo mío,
no hizo agravio a tu padre.
Vete, villano, de aquí,
sal de mi corte.
CARLOS
Señor...
DUQUE
¡Buen pago das a mi amor, 295
y al caso que hice de ti!
Vete, o si no...
CARLOS
¿Pues qué he hecho
para indignarte conmigo?
DUQUE
No por lo hecho te castigo,
sino por lo que has deshecho. 300
Leonora se me ha quejado,
y con sentimiento justo,
que no acudes a su gusto
como yo te lo he mandado.
Cuando en su presencia estás, 305
te enfadas, y cuando llega
y alguna cosa te ruega,
sin respondella te vas.
¡Bien tu lealtad solicito!
¡Bien en agradarme entiendes! 310
CARLOS

  (Aparte.) 

¡Bueno es que me reprehendes,
porque el honor no te quito!
¡Ah mujeres, monstruos fieros!
¿Con qué traición no saldréis,
si aun los maridos hacéis 315
de vuestro gusto terceros?
Estoy por decillo todo.
DUQUE
Maquina entre ti, villano,
disculpas; piensa, aunque en vano,
para engañarme algún modo; 320
que mientras no satisfagas
a Leonora, no hay pensar
que me has de desenojar,
por diligencias que hagas.
¿Callas?
CARLOS
Digo que me pesa
325
que de mí quejas te den;
mas no te está, señor, bien
que yo sirva a la Duquesa.
DUQUE
¿Por qué, villano?
CARLOS
Tu honor...
DUQUE
No le pierdo en que a Leonora 330
nombre por intercesora,
ni en eso me hables, traidor.
Sirena es esta; si intentas
tus culpas satisfacer,
delante de mí has de hacer 335
lo que en mi ausencia violentas.
Dila que esta noche quiero,
si darme gusto la agrada,
cumplir lo que la pasada
significó en el terrero; 340
y cuando rebelde esté,
di que te importa la vida
el serme hoy agradecida.
Conjúrala, enojaté;
que si como anoche oí, 345
mi amor le causa cuidado,
y hoy de opinión ha mudado,
te he de echar la culpa a ti.
CARLOS
Si así quedas satisfecho,
digo mil veces, señor, 350
que la hablaré.

 (Aparte. 

¡Ay ciego amor!
¡Qué de injurias que me has hecho!)
 

(Apártase el DUQUE y sale SIRENA.)

 


Escena VII

 

SIRENA. -CARLOS, el DUQUE, desviado de los dos.

 
CARLOS
Confusa, prima, venís,
y tan pensativa andáis,
que ni sabéis dónde estáis, 355
ni en quien os mira advertís.
Mas no me espanto, que habita
en vuestra alma nuevo dueño,
que al antiguo por pequeño
posesión y vida quita. 360
Y como a ella se pasa,
que la alborote no hay duda;
que cuando el huésped se muda,
descompónese la casa.
¿Qué tenéis? ¿Estaréis mala? 365
SIRENA
¿Cómo a hablarme os atrevéis?
¿Por qué, Carlos, si me veis,
no echáis por esotra sala?
CARLOS
Del Duque traigo licencia,
que para hablaros me llama. 370
SIRENA
Pues yo no de vuestra dama,
que como es toda excelencia,
por excelencia os dará,
si ve que me habláis, enojos.
CARLOS
¡Qué bajos tenéis los ojos! 375
¿Sois novicia?
SIRENA
No, que ya
he profesado en querer
a quien por mi amor suspire.
¿No me mandáis que no os mire?
¿Cómo los he de tener? 380
CARLOS
Licencia el Duque os ha dado;
hablarme y verme os consiente;
no por tenelle presente,
tengáis recelo o cuidado;
que aquí estoy por su respeto. 385
SIRENA
¡Donosa está la porfía!
CARLOS
De mí su secreto fía.
SIRENA
¡Qué mal fïado secreto!
Si el Duque sus esperanzas
osa fïar, por ser loco, 390
de quien hay que fiar tan poco,
perderase por fïanzas;
que no es el secreto en vos
moneda para fïar,
pues aun no sabéis guardar 395
el vuestro.

 (Enojada.) 

A no estar los dos
delante del Duque, ingrato,
dando causa a que me escuche,
un cuchillo de mi estuche
la venganza que dilato 400
hubiera ya ejecutado,
sacándote esa vil lengua,
que en mi agravio y en tu mengua,
lo que un año oculto ha estado
hizo público, en deshonra 405
de quien tu traición confiesa.
Gozaras de la Duquesa,
quitárasle al Duque la honra,
no hicieras caso de mí,
y con términos aleves 410
pagaras lo que me debes;
muriera yo honrada así,
quedando el error con llave
que ya la Duquesa cuenta,
pues la deshonra no afrenta 415
hasta el punto que se sabe.
CARLOS
Eso quisieras tú, ingrata,
porque el mundo no supiera,
si con el Duque te viera
cuando deshonrarme trata, 420
que a mi firme amor has sido
después de un año traidora,
y porque, muerta Leonora,
fuera el Duque tu marido.
Y andando al uso del mundo, 425
el engaño jardinero
le vendiera por primero
el fruto que ya es segundo.
Cogelle esta noche intenta;
pero no le has de engañar; 430
que tengo de presentar
mil testigos en tu afrenta.
Moriré vengado así;
que no es bien que viva oculta
infamia que en mí resulta. 435
SIRENA
Huyendo dél y de ti
esta noche, haré segura
la fama que me has quitado,
y buscaré un despoblado
donde me den sepultura 440
los brutos que en él están,
que aunque de piedad desnudos,
por lo menos serán mudos,
y no me deshonrarán.
CARLOS
Crüel, aunque finjas más, 445
hoy has de ser mi homicida.
SIRENA
Si hoy has de perder la vida,
a la noche lo verás.

  (Vase.) 



Escena VIII

 

El DUQUE. -CARLOS.

 
CARLOS
¡Buen enojo me ha costado
el haber sido, señor, 450
aquí tu procurador!
DUQUE
Como habéis tan bajo hablado,
solamente he apercebido,
Carlos, cuál y cuál razón,
que cuando las junto, son 455
como de papel rompido.
Ya vi que enojado la has,
diciendo a la despedida:
«Si hoy has de perder la vida,
a la noche lo verás». 460
CARLOS
Es que habiéndome injuriado,
porque siendo caballero
y haciéndome tu tercero,
su amor he solicitado,
me respondió: «Aunque es verdad 465
que fïada del secreto
pensé poner en efeto
su gusto y mi liviandad,
por librarme de la pena
con que importunada he sido, 470
y porque me ha prometido
por esposo al de Lorena;
pues así te has declarado,
siendo mi primo, conmigo,
no te he de hablar, en castigo 475
de un secreto mal guardado.»
DUQUE
Así es: no sé qué oí
de mal guardados secretos,
dando de agraviada efetos.
CARLOS
Díjela que si de mí 480
tenía lástima, advirtiese
que esta noche, de no hacer
tus ruegos, había de ser
causa de que yo muriese;
y en fin, como visto has, 485
respondió al irse, sentida:
«Si te ha de costar la vida,
a la noche lo verás.»
DUQUE
Ya de ti quedo seguro,
Carlos; si sin hijos muero, 490
Bretaña por mi heredero
te jurará, y yo lo juro.
Vuélvela a hablar, no te canses,
pues sabes lo que interesa
mi vida de esa promesa 495
y de que su enojo amanses.
CARLOS
Voy, porque el servirte elijo.

 (Aparte. 

Quiérola satisfacer,
no se vaya; que es mujer,
y lo hará, pues que lo dijo.) 500

  (Vase.) 



Escena IX

 

LEONORA, FLORO. -El DUQUE.

 
LEONORA
El Duque mi padre está
tan cercano de Bretaña,
que, si Floro no me engaña,
a tu corte llegará
mañana al amanecer. 505
Si le piensas recebir,
luego te puedes partir.
DUQUE
¿Pues qué ocasión puede ser
la que sin darnos aviso
de su venida, Leonora, 510
le trae con tal prisa agora?
LEONORA
Por excusar gastos, quiso
venir, a mi parecer,
a verte sin avisarte.
DUQUE
¿Dónde está?
FLORO
Esta noche parte
515
de tu casa de placer,
que los duques de Bretaña
tienen, señor, en Dinhan;
diez millas hay; llegarán
mañana.

  (Vase.) 

DUQUE
Desdicha extraña
520
es la mía; creí gozar
esta noche de Sirena,
y la suerte desordena
cuanto pretendo trazar.
LEONORA
¿No te quedan hartas noches? 525
DUQUE
Ya sabes que la ocasión
riñó con la dilación;
mas ¿qué he de hacer? Traigan coches.
LEONORA
Ya yo mandé aparejarlos,
que he de ir en tu compañía. 530
DUQUE
Vamos.

 (Aparte. 

¡Ay Sirena mía!)
LEONORA

 (Aparte.) 

Ya voy olvidando a Carlos.
 

(Vanse.)

 


Escena X

 

SIRENA, CORBATO, NISO, FENISA.

 
CORBATO
Par Dios, señora, si entre tanta seda,
tantos tapices de brocado y oro,
tanto paje sin capa y caperuza, 535
tanta bellaquería también vive,
buena pro os hagan pavos y faisanes,
y coma yo a la noche, si no hay olla,
un pedazo de pan y una cebolla.
SIRENA
Corbato, los deseos del aldea, 540
incitados agora del agravio
con que el Duque mi honor manchar pretende,
huir me mandan del confuso infierno
donde son los pecados cortesanos.
FENISA
¡Y luego dirán mal de los villanos! 545
NISO
Pues Carlos vueso primo ¿no os defiende?
SIRENA
Cortesano es también, todos son uno,
no hay que fiar.
NISO
Es hospital la corte.
¡Venturoso el que sano de ella escapa!
Péganse como bubas los pecados. 550
CORBATO
Y aun por aqueso tien tantos bubosos.
FENISA
¡Ah cortesanos tiesos y engomados!
Líbreme Dios de cuellos amoldados.
SIRENA
Ya los duques, Corbato, se habrán ido,
y si espero que vengan, corre riesgo, 555
o mi vida, o mi honra, o todo junto.
A mí me importa, hasta que tenga aviso
del peligro en que ando el rey de Francia,
esconderme de suerte, que no sepa
el Duque dónde estoy, aunque me busquen 560
sus mismos pensamientos.
CORBATO
No os dé pena;
que a veros a buen tiempo hemos venido.
SIRENA
Amigos, permisión del cielo ha sido.
CORBATO
Ya vos sabéis que cerca de Belvalle,
en Fuente-Rubia, tengo yo una granja 565
de encinas y castaños guarnecida,
donde parece que naturaleza,
por si acaso faltasen en el mundo
los árboles diversos que le adornan,
quiso juntar allí cuantos reparte 570
en los diversos bosques que matiza;
y es tanta su espesura, que parece
que es cabeza del mundo aquella sierra
según son los cabellos que la cubren,
y de la gente y sol mi granja encubren. 575
SIRENA
Pues a tal tiempo el cielo os trajo a verme,
y en mi favor los duques ha ausentado,
Fenisa ha de partir conmigo agora
sus aldeanas ropas.
FENISA
Que me place.
Tres sayas traigo, dos de cordellate, 580
y una de paño fino; que la gala
de nuestras labradoras los disantos
es cargar de sayuelos y basquiñas.
Venid, trocad palacios por campiñas.
SIRENA
Sígueme, pues; que en este cuarto mío 585
esta transformación haré segura.
Los demás me aguardad en esta sala.
CORBATO
Par Dios, si vais allá, que no os descubra
el perro de San Roque, aunque trabuque
el monte todo el Papa, Rey o Duque. 590
 

(Vanse SIRENA y FENISA.)

 


Escena XI

 

CARLOS. -CORBATO, NISO.

 
CARLOS
En despedir los duques he ocupado
el tiempo. ¡Ay mi Sirena! ¿Si te has ido?
¡Desdichado de mí que lo sospecho!
Y si es verdad, mis juveniles años
verán hoy su fin trágico, acabando 595
a un tiempo mis desdichas y mis celos.
Las puertas la cerrad, piadosos cielos.
CORBATO
¡Ah, señor Carlos! ¿Ya no quiere hablarnos?
Mas no me espanto; que entre tanta seda
piérdese un pobre labrador de vista. 600
CARLOS
¡Oh alcalde! ¡Oh Niso! ¿Qué hay acá de nuevo?
¿Habéis visto a mi prima?
NISO
A eso venimos.
CORBATO
Y habrando con perdón de vuesas barbas,
par Dios, que diz que sois un gran bellaco.
NISO
La marquesa Sirena lo confiesa, 605
y no puede mentir una marquesa.
CARLOS
¿Luego ya la habéis visto?
CORBATO
Si sois hombre
de guardarme un secreto, que me hurga
acá porque le escupa, sabréis cosa
que tien, por lo que os toca, de importaros. 610
CARLOS
Acaba, pues: ¿qué esperas?
NISO
Callá, alcalde.
CORBATO
Pardiobre que no puedo, y tengo miedo
de un secreto en el cuerpo detenido,
con que me muera yo, y enviude Menga.
Niso, cámaras hay también de lengua. 615
Sabed que está Sirena en su aposento
vistiéndose dos sayas de Fenisa,
y trocando damascos por la frisa.
Del Duque se va huyendo, que esta noche
diz que quiso, par Dios, desdoncellalla; 620
y de vos también huye, porque dice
que por gozar lo mucho que os promete,
de primo habéis saltado en alcahuete.
Par Dios, desque el secreto he desbuchado,
que parece que estoy desopilado. 625
CARLOS
Sirena me ha culpado injustamente;
que ignora lo que su honra he defendido.
Mas ¿dónde podrá estar tan encubierta
que no lo sepa el Duque, que en volviendo
ha de hacer diligencias exquisitas? 630
CORBATO
Par Dios, aunque haga más que un pleiteante,
que en Fuente-Rubia suelen, si se emboscan,
no hallar salida liebre ni raposa,
y cansadas, morir a nuestras manos.
Bien sabéis vos el sitio y la espesura, 635
que le esconden y guardan de la gente.
CARLOS
La traza y el lugar es excelente.
Yo también quiero irme con vosotros,
de vuestro traje mismo disfrazado;
mas no sepa Sirena de esto nada, 640
que está de mí sentida injustamente,
y si ve que seguilla determino,
ha de mudar de intento y de camino.
CORBATO
Yo no pienso encargarme de secretos
que tanta inquietud dan; Niso los guarde, 645
si es que se atreve, porque yo en dos credos,
si me embargaren, meteré los dedos.
CARLOS
Pues veníos conmigo, iremos juntos,
y Niso podrá irse con mi prima;
que si ella está a peligro de la honra, 650
yo del alma, que no se halla sin vella.
CORBATO
Vámonos pues, que ya estará vestida.
CARLOS
Cortesanos agravios y recelos,
hasta el vestido aquí quiero dejaros,
como en lugar que está apestado todo; 655
que es la corte ramera, y ya no dudo
que he de salir de su interés desnudo.
 

(Vanse.)

 


Escena XII

 

Portal de una casa de labor.

 
 

CARMENIO, CELAURO, PEINADO, CLORI, MENGO, TIRSO.

 
 

Suena grita dentro, y van saliendo mojados CARMENIO, CELAURO y otros pastores.

 
CARMENIO

 (Dentro.) 

Tirso, a recoger las parvas;
que viene el agua sin tino.
CELAURO

 (Dentro.) 

Deja el bieldo con que escarbas 660
la paja; que el torbellino
nos da con ella en las barbas.
CLORI
Saca el trigo de las eras,
las gavillas mete en casa.
 

(Salen CELAURO y CARMENIO.)

 
CELAURO

 (Saliendo.) 

Junta la paja, ¿qué esperas? 665
CARMENIO
Que ya la tempestad pasa.
CELAURO
Par Dios que viene de veras.
CARMENIO
El cielo tien mal de madre.
PEINADO

 (Saliendo.) 

Eso sí. ¡Verá si afloja!
CARMENIO
Recogeos acá, comadre. 670
CLORI

 (Saliendo.) 

Agua, Dios, que ruin se moja.
PEINADO
Y mojábase su padre.
CARMENIO
¿Está el trigo recogido?
CELAURO
Lo más se queda trillado.
PEINADO
Según el agua ha venido, 675
temo que se ha de ir a nado
lo que hogaño hemos cogido.
CELAURO
Fue a ver nuesamo a Sirena,
y a fe que él vuelva fiambre.
CLORI
Sí, aguardaldos con la cena. 680
CARMENIO
No ha de quedar vivo enjambre
según lo mucho que truena.
PEINADO
Esta es la hora que el cura,
metido en la igreja en folla,
nubes hisopa y conjura. 685
CARMENIO
¡No esté él jugando a la polla!
Que si un todo dar procura,
no le harán ir por justicia
a conjurar.
CELAURO
Sí, eso tiene;
que si en el juego se envicia, 690
no hay conjuros.
PEINADO
Pues bien viene
por el diezmo y la primicia.
MENGO

 (Saliendo.) 

¡Madre de Dios, y cuál vengo!
Dadme un camisón y un sayo.
CLORI
Remojado venís, Mengo. 695
MENGO
Mató las mulas un rayo;
no sé cómo vida tengo.
CARMENIO
¿Las mulas?
MENGO
Y de camino
el mastín. Dadme otra ropa;
que vengo hecho un palomino. 700
PEINADO
¡Qué calado!
MENGO
Hecho una sopa;
mas dadme algunas en vino,
porque unas sopas con otras
se avengan acá mejor.
CLORI
Bien tu enfermedad quillotras. 705
Lumbre hay.
MENGO
Vo a entrar en calor.
¡Qué mal tiempo para potras!

  (Vase.) 

TIRSO

 (Saliendo.) 

¡Ah! ¡Pese a quien me parió,
y al borracho que me hizo!
CARMENIO
¿Qué traes, Tirso?
TIRSO
¿Qué sé yo?
710
No he de ser más porquerizo.
CELAURO
¿La piara...?
TIRSO
Ahí quedó
en la zahúrda; ahogado
se han diez o doce cochinos.
CARMENIO
Tal agua escupe el nublado. 715
TIRSO
No han bastado los encinos
para no haberme calado
hasta el alma.
CLORI
Éntrate allá.
TIRSO
¡Pobre de aquel que le coge
do tan presto no hallará 720
poblado!
CARMENIO
Cuando se moje,
¿deso a ti qué se te da?
Mas gente a caballo suena.
CELAURO
A la fe que vien de prisa.
CLORI
Huéspedes teme la cena. 725
CARMENIO
¿Quién son?
PEINADO
Corbato y Fenisa,
que con Carlos y Sirena,
de labradores vestidos,
como abadejo en remojo,
vienen del agua perdidos. 730
CLORI
Echa en la lumbre un manojo.
CELAURO
Ellos sean bien venidos.
CLORI
Ropa enjuta les vo a dar,
y aderezalles la cena.

  (Vase.) 

CARMENIO
Corre, que si a su pesar 735
tanta agua bebió Sirena,
gana traerá de cenar.
CELAURO
Aún no escampa, y ya anochece.


Escena XIII

 

El DUQUE, LEONORA; ENRICO, duque de Borgoña, FLORO. -Dichos.

 
DUQUE

 (Dentro.) 

El camino hemos perdido.
FLORO

 (Dentro.) 

Hacia allí una luz parece. 740
TIRSO
De nuevo suena rüido,
y el tiempo se está en sus trece.
FLORO

 (Saliendo.) 

¡Ah buen hombre! Hacé avisar
al dueño de aquesta casa
que a los duques den lugar 745
mientras la tempestad pasa,
que ya se entran a apear.
PEINADO
¿Qué duques?
FLORO
Los de Bretaña,
y el de Borgoña.
PEINADO
¡Arre allá!
TIRSO
Llama a Corbato, alimaña. 750
PEINADO
Si aun no cabemos acá,
¿dó cabrá tanta compaña?

  (Vase.) 

 

(Salen de camino LEONORA, el DUQUE DE BRETAÑA, y ENRICO, todos mojados.)

 
ENRICO
¡Rigurosa tempestad!
DUQUE
No la vi igual en mi vida.
Hola, a la gente llamad, 755
que por el bosque esparcida
los pierde la oscuridad.
ENRICO
Poned luces, y verán
dónde estamos. -Pues, Leonora,
con rigor tratado os han 760
las nubes.
LEONORA
No ha más de un hora
que salimos de Dinhan,
y más en ella he pasado,
señor, que en toda la vida.
ENRICO
Poco el coche os ha guardado 765
esta vez.
LEONORA
Vengo perdida.
Lindamente me he mojado.
DUQUE
No fue posible llegar
a esta aspereza los coches,
y obligonos a apear 770
la borrasca.
LEONORA
A muchas noches
de estas, no hay qué desear.
ENRICO
¡Extraños truenos!
LEONORA
No puedo
volver en mí.
DUQUE
¡Qué de espantos
hicistes!
LEONORA
Téngolos miedo.
775
ENRICO
Pues hartas santas y santos
acomodastes al credo.


Escena XIV

 

CORBATO, PEINADO, y luego FENISA. -Dichos.

 
CORBATO
Mucho el agua me ha obrigado
esta vez, en mi conciencia,
pues por acá los ha echado. 780
Bien venido sea su excelencia,
y el buen viejo que trae al lado.
DUQUE
¡Oh Corbato! ¿Sois el dueño
de esta granja vos?
CORBATO
¿Pues no?
Aunque es astil el terreño, 785
Menga esta hacienda me dio
en dote del matrimeño.
FENISA

 (Saliendo.) 

Con salud la Duca venga.
Éntrese acá.
CORBATO
Aho, Fenisa,
haz que lumbre el hogar tenga, 790
y saca tú una camisa
que mude la Duca, Menga;
que aunque groseras y rotas,
limpias al menos están.
FENISA
¿Mas que heis de chorrear gotas? 795
TIRSO
Hechos palominos van.
DUQUE
Descalzadnos estas botas.
 

(Éntranse los duques.)

 
CORBATO
Hola, Crinudo, Mellado,
id vosotros y quitad
la ropa a los que han llegado, 800
y en el hogar la colgad.
Corre tú, Tirso, al ganado;
trae dos cabritos o tres,
y tú otros tantos lechones.
TIRSO
¿Ha escampado?
CORBATO
¿No lo ves?
805
Corre tú, y pela pichones
y gallinas.
PEINADO
Vamos pues.
CORBATO
Aquí en el portal estén
los escaños y la mesa;
que es más ancho y cabrán bien. 810
Saca tú fruta.
PEINADO
¡La priesa...!
TIRSO
Ya van.
CORBATO
En un santiamén.
 

(Vanse TIRSO y PEINADO, y los otros pastores.)

 


Escena XV

 

CARLOS, SIRENA. -CORBATO.

 
CARLOS
Basta, esposa de mi vida,
que el cielo nos ha juntado
todos aquí.
SIRENA
La venida
815
del de Borgoña ha quitado
mi miedo, pues si no olvida
servicios y parentesco
de mi padre, espero dél
el descanso que te ofrezco. 820
CARLOS
No temo la ira cruel
de Filipo, si parezco
delante dél, pues está
el de Borgoña ahora aquí.
CORBATO
¿A qué os salís por acá? 825
¿A que os conozcan? Así
¿desaquillotrástesos ya?
¿Hase el enojo acabado?
CARLOS
El agua del torbellino
nuestros celos ha ahogado. 830
CORBATO
Él es gentil desatino
andar arracacinchado
con ese diablo o celera,
que a los de la corte os da.
SIRENA
¿No hay celos aquí?
CORBATO
Es quimera,
835
quítase eso por acá
con cavar una haza entera.
Mas escondeos, que si os ven
los duques, que están al fuego,
no pienso que os irá bien. 840
CARLOS
¿No han de cenar aquí?
CORBATO
Y luego.
CARLOS
Pues cuando a la mesa estén,
dejadme, Corbato, vos
trazar los platos.
CORBATO
Sí haremos
de buena gana, par Dios; 845
que en el campo no sabemos
cuál es principio o pos.
CARLOS
Pues entrémonos, Marquesa,
antes que a cenar se asienten.
 

(Vanse CARLOS y SIRENA.)

 
CORBATO

 (Mirando hacia adentro.) 

Ea, ¿no traéis la mesa? 850


Escena XVI

 

PEINADO y TIRSO que sacan la mesa puesta. -CORBATO.

 
TIRSO
¡Ah! pregue a Dios que revienten
con ello el Duque y Duquesa.
CORBATO
Calla, bestia. Saca sillas.
PEINADO
¿Pues han de caber en estas
tanta braga y lechuguillas? 855
CORBATO
Si a duques tienen acuestas,
bien vienen ser de costillas.
Di que salgan a cenar;
que ya se habrán enjugado.
PEINADO
Tirso, velos a llamar. 860
CORBATO
¿Mas qué no tienes pensado
algo agora que cantar?
TIRSO
Si tengo o no, ello dirá.
PEINADO
¿Mas que nos haces reír?
TIRSO
Los duques salen acá. 865


Escena XVII

 

El DUQUE, LEONORA, ENRICO, FLORO, FENISA, CLORI, NISO, pastores. -Dichos.

 
DUQUE
Luego nos podemos ir,
pues ha serenado ya.
CORBATO
Cenaréis, señor, primero;
que porque estiméis mijor
vueso estado, daros quiero 870
la cena a lo labrador,
pues falta a lo caballero.
DUQUE
Yo, Corbato, os pagaré
la costa.
CORBATO
Poca es la hecha;
ningún cuidado eso os dé; 875
que todo es de la cosecha
con lo que os hemos mercé.
Ea, no hay más que esperar
son sentarse; que se enfría
lo poco que hay que les dar, 880
si es que antes que salga el día
a la corte han de llegar.
DUQUE
Estamos en casa ajena:
obedezcamos, señor.
 

(Dan aguamanos a los duques, siéntanse, y van cenando los tres, y FLORO está detrás del DUQUE DE BRETAÑA. Sirven FENISA y CLORI y algunos pastores.)

 
PEINADO
¿Esta es la Duca?
TIRSO
¿No es buena?
885
PEINADO
En Belvalle el regidor
dio a her una Madalena
para muesa cofradía,
y noramala, por Dios,
aho, para su señoría, 890
si se quedase entre nos.
TIRSO
¡Buena Madalena haría!
PEINADO
¿No tien gorguera y copete?
¿Faltábale más que el bote?
Digámosselo.
TIRSO
Anda, vete.
895
PEINADO
Más tiesa está que un virote.
TIRSO
Es moza de buen jarrete.
DUQUE
¿Úsase poner acá
de punta hacia el convidado
el cuchillo?
CORBATO
Ser podrá.
900
DUQUE
Al revés el pan me han dado.
FENISA
Anda todo al revés ya.
CORBATO
Comed, y no paréis mientes
en eso.
PEINADO
Empieza a templar.
TIRSO
Yo no tiemplo, impertinentes. 905
NISO
Sin templar podéis cantar
al son que os hacen los dientes.
TIRSO

  (Canta.) 

«Pero Gil amaba a Menga
desde el día que en la boda
de Mingollo el porquerizo 910
la vio bailar con Aldonza.
Mas en lugar de agradalla,
porque no hay amor sin obras,
al revés del gusto suyo
hacía todas las cosas. 915
Erraba siempre en los medios
guiándose por su cholla,
y quien en los medios yerra,
jamás con los fines topa.
Por fuerza quería alcanzalla; 920
mas no es la mujer bellota,
que se deja caer a palos
para que el puerco la coma.
Si botines le pedía,
la presentaba una cofia; 925
si guindas se le antojaban,
iba a buscalla algarrobas.
Nadaba en fin agua arriba,
y empeoraba de hora en hora
como rocín de Gaeta, 930
quillotrándose la moza.
Fue con ella al palomar
una mañana entre otras,
y mandole que alcanzase
una palomita hermosa. 935
Subió diligente Pedro,
y al tomalla por la cola,
volósele, y en las manos
dejole las plumas solas.
Amohinose Menga de esto, 940
contolo a las labradoras,
que al pandero le cantaban
cuando se juntaban todas:
       "Por la cola las toma, toma
       Pedro a las palomas. 945
       Por la cola las toma, toma."»
DUQUE
Si fueras poeta, Floro,

 (Hablando aparte con él.) 

en esta ocasión, no pongas
duda que de ti creyera
que escrito habías la historia 950
de mi amor mal gobernado.
FLORO
Desengáñente las coplas,
pues no te desengañó
lo que yo te dije en prosa.
DUQUE
Al revés serví a Sirena; 955
en la cuenta caigo agora,
aunque tarde, necio anduve
en fiarme de Leonora.
Galán al revés he sido;
mas, Floro, ¿cómo no notas 960
desde que aquí me senté,
que no hay manjar que me pongan
sino al revés? El cuchillo
la punta hacia mí acomodan,
el filo hacia arriba puesto, 965
la servilleta me doblan
al revés, el pan asientan
la cara abajo: ¿qué cosas
son estas?
FLORO
Son groserías
de esta gente labradora. 970
DUQUE
No, Floro; ordenadamente
van sirviendo al de Borgoña
y a la Duquesa los platos;
sólo excluyen mi persona.
Cuando aguamanos me dieron, 975
antes que me echasen gota,
me sirvieron la toballa.
FLORO
Turbación de gente tosca.
DUQUE
Cuando sentarnos quisimos,
vuelta hallé mi silla sola 980
las espaldas a la mesa;
después en la cena toda
mi sospecha he confirmado:
diéronme asada una polla
sobre una taza y la salsa 985
en un plato.
FLORO
Calla agora.
DUQUE
Cuando pido de beber,
agua me traen en la copa,
y el vino me echan encima.
FLORO
Así se usa en Barcelona. 990
¿Qué pueden aquí saber
de corteses ceremonias,
si no han sido maestresalas
ni trinchan sino cebollas?
DUQUE
Pronósticos con que amor, 995
porque me afrente y me corra,
mandando al revés servirme,
de amante al revés me nota.
TIRSO

  (Canta.) 

«Corrido Pedro de verse
que le corren por la posta, 1000
a su comadre Chamisa
dio parte de sus congojas;
mas respondiole la vieja:
"Pero Gil, cuando se enhornan,
se hacen los panes tuertos, 1005
y cocidos mal se adoban.
Si no aciertas al sembrar,
no te espantes que no cojas,
porque mal cantará misa
aquel que el a, b, c, ignora. 1010
El que por las hojas tira,
mal los rábanos quillotra,
que no se deja arrancar
el rábano por las hojas.
Ya que erraste a los principios, 1015
cántente en bateos y bodas,
en fe que eres un pandero,
a su pandero las mozas:
       'Por la cola las toma, etc.'"»
 

(Cuando se ha cantado esto, salen CARLOS y SIRENA de labradores, y saca cada uno un plato, y en él un rábano, las hojas hacia el DUQUE, delante del cual se hincan de rodillas.)

 


Escena XVIII

 

CARLOS, SIRENA. -Dichos.

 
FENISA
Señor duque de Bretaña, 1020
si no ha entendido la historia,
sepa que por él se ha dicho,
y no por otra persona.
Para postre de la cena,
porque no hay conserva o tortas, 1025
le presentan lo que ve,
el rábano por las hojas.
Diz que es tan mal pretendiente,
que empieza, cuando negocia,
por el Ite, Missa est, 1030
para acabar en la gloria.
Si es discreción esa o no,
nueso duque de Borgoña
lo diga, pues Dios lo trujo
a que estos preitos componga. 1035
DUQUE
¡Sirena! ¡Carlos! ¿Qué es esto?
CARLOS
Diligencias que la honra,
gran señor, hacer procura.
La tempestad rigurosa
nos ha juntado aquí a todos, 1040
para que alcance vitoria
contra amorosos deseos
en ti la razón honrosa.
La Marquesa que has amado,
es mi prima y es mi esposa. 1045
Juzga si es razón, señor,
volver por entrambas cosas;
y volviendo a la nobleza
de tu sangre generosa,
sal vencedor de ti mismo, 1050
y mi osadía perdona.
ENRICO
Duque, si vine a Bretaña,
quejas justas de Leonora
de mi estado me sacaron,
que han de averiguarse agora. 1055
Sabido he todo el suceso
del ciego amor que hace heroica
la constancia de Sirena,
y vuestra edad alborota.
Ella es deuda de los dos; 1060
mas no deuda que se cobra
en ofensa de su fama,
y agravio de vuestra esposa.
Pues Dios aquí nos juntó,
venturoso fin se ponga 1065
con que ella y Carlos se partan
desde este sitio a Borgoña;
que en el condado de Aspurg
mi amor a Sirena dota,
para que en descanso viva, 1070
pues la ausencia no ocasiona
juveniles apetitos.
LEONORA

  (Aparte.) 

Albricias, venganza loca,
que con escalas de celos
combatistes mi deshonra; 1075
que ausentes Sirena y Carlos,
a fortalecerse torna
la obligación de mi honor.
DUQUE
No es tiempo de que responda,
señor, al justo consejo 1080
que mi venganza os otorga,
sino que callando os pida
que le hagáis poner por obra.
ENRICO
Alto, pues; mis caballeros
con los marqueses se pongan 1085
cuando amanezca en camino,
y nosotros, pues es hora,
a Bretaña nos partamos.
CARLOS
Tu prudencia, señor, sola
ha sido bastante a dar 1090
feliz fin a tantas cosas.
Tus pies mil veces besamos.
DUQUE
Basta, Fenisa donosa,
que al revés me dais le cena...
FENISA
Y el rábano por las hojas. 1095
DUQUE
Yo en dote os doy mil ducados;
y a Corbato por la costa
de la cena otros dos mil.
CORBATO
Dete Francia su corona.
ENRICO
Alto de aquí, caballeros. 1100
CARMENIO
Aprienda a hacer desde agora
el amante pretendiente
las diligencias que importan.
FENISA
Y si no, véngase acá,
y cenará a poca costa, 1105
porque sólo le daremos
el rábano por las hojas.





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