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El romance de Amnón y Tamar

Un tema erudito en la tradición oral

Manuel Alvar



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Pocos temas como éste para ver la reelaboración de un motivo erudito. Nacido en las fraguas más cultas, ha trascendido a la literatura áurea, se ha aclimatado en la tradición oral y ha sido reacuñado por el más famoso de nuestros poetas modernos. Transmisión afortunada de una historia turbulenta que, entre vaharadas de negra pasión, se va haciendo sangre y carne de nuestras andaduras literarias. He estudiado el tema en el Romancero Gitano y en la tradición sefardí; me ocuparé ahora de su vida en la poesía oral de la Península.




1. La fuente

En el libro segundo de Samuel (XIII, I-34) se recoge la violenta historia de los hijos de David. He aquí la narración que ofrece un venerable testimonio, la Biblia, del rabí Mosé Arragel de Guadalfaxara1:

vv. 1 -2.—Abssalon, fiio de David, auia vna hermana, a la qual por nonbre Thamar llamauan, e bien queriala Amon, fiio de David, e amauala; e en tribulaçion Ammon fue fasta doliente por amor de Thamar, su hermana.

v. 6.—e echose Amnon, e doliente se fizo, e como el rey lo vino veer.

vv. 6-8.—dixo Amnon al rey: ¡o, señor! sy viniese Thamar, mi hermana, e fagame a mi oio dos escalphaduras, e comere de su mano.

Enbio el rey a Thamar a su casa a le dezir: ve a casa de Amnon, tu hermano, e guisale de comer.

E fue Thamar a casa de Amnon, su hermano, e fallolo echado, e tomo la massa, e enmasso e fizo las escalphaduras.

v. 9.—E tomo la caçuela e vaziola antel, e non quiso comer; e dixo Amnon: salgan de aqui quantos aqui estan, e salleron todos de ally.

vv. 11-14.—trauo della e dixole: hermana, ven e duerme comigo.

E ella dixole: ¡o mi hermano! non me afligias, que bien sabes que en Israhel lo tal non se costunbra fazer en Israhel, e non fagas esta vileza.

¿E yo donde auia de llevar la mi verguença e desonrra?

E non la quiso escuchar lo que dizia, e asio della e afligiola e durmio con ella.

v. 19.—E tomo Thamar çeniza sobre su cabeça, e la tunica de seda que sobre sy tenia rompiola, e puso sus manos en su cabeza e fuese alaridos dando.

v. 20.—Dixole Absalom, su hermano: non enbargante que Amnon, tu hermano, contigo algo ouo, tu calla, que tu hermano es; non pongas a tu coraçon aqueste fecho...

vv. 22-34.—E non fablo Absolom con Ammon en este fecho bueno nin malo, nin menos en otro, por quanto afligio a Thamar, su hermana... Dixo Absolom, e mando a sus donzeles diziendo: tened agora bien mientes como vierdes que el coraçon de Amnon gozoso e alegre esta con el vino, e vos yo dixere yo: matad a Amnon, matadlo, e temor non ayades, que yo vos lo mando...

...non digas, señor, tal razon, nin entiendas que todos los infantes fiios del rey son muertos, que syn dubda Amnon solamente es el que murio, que por boca de Absolom asy propuesto estaua desde el dia que afligio a Tamar, su hermana2.



He escogido este texto, entre tantas versiones españolas como hubiera podido, por su antigüedad (el prólogo está fechado en Maqueda el 14 de abril de 1422), muy en consonancia con la tradición romancesca que luego estudiaré; por la jugosidad de su lengua, barbecho blanco en nuestra filología; por el Prólogo que a su versión puso rabí Mosé, ya que en estas páginas, como él nos dice, del pueblo elegido, cuatro veces vamos a escuchar la misma historia, «de tal guisa que..., al acabar nuestro trabajo, hayamos oydo la leyçion texto e glosa quatro vezes»3.




2. Una antigua versión

En el homenaje a Alfonso Reyes4, Paciencia Ontañón publicó la única versión antigua que conozco de este romance. Por más que tiene aire muy popular (la qual se dize, dio parte a vn amigo), carece de cualquiera de las precisiones del texto religioso después de cumplido el incesto y de todos los elementos que la tradición oral ha ido incrustando en el relato (conversación de David y Amnón o de la madre y el hijo, precisión del manjar que come el enfermo fingido, conversación de los dos hermanos, modo de cumplirse la violación, etc.). No puede considerarse esta versión, copiada entre 1560 y 1568, como antecedente de los relatos tradicionales porque tiene rima -á... o y no -á ... a. Cierto que en algunas versiones del mapa 15 (tipo 1) se encuentra la rima -á... o, a partir de la visita que Tamar hace a su hermano fingidamente enfermo; pero ninguna interpolación parece que tenga nada que ver con el viejo romance, pues son motivos de carácter completamente heterogéneo. Tampoco me parece que se pueda relacionar «vn manjar que en su presencia / fuese por Tamar guisado» (texto del siglo XVI) con el guisado de Lober (punto 47) o el guiso de Almogía (157); son coincidencias puramente fortuitas y ocasionadas por la petición de Amnón de que Tamar, sólo ella, le prepare la comida.

Así, pues, el único romance antiguo de nuestro tema aparece desligado de la actual tradición oral, que ha de proceder de un texto distinto del que hoy custodia la Hispanic Society5. Nos encontramos, pues, con un caso más que añadir a los ya conocidos en que un texto antiguo denuncia pluralidad de versiones en época antigua. No hace mucho Giuseppe Di Stefano lo probó a propósito del romance Helo, helo; a comienzos del siglo XVI circularon versiones distintas del romance del Cid y Búcar6. Si nos atenemos a la tradición actual y al texto publicado por Paciencia Ontañón, tendremos que reafirmarlo7.




3. Versiones tradicionales

Mucho se ha hablado de los escasos motivos de origen bíblico que hay en nuestro romancero8; como única excepción de cuenta se aduce la adversa fortuna de Amnón y Tamar. Ciertamente es poco una golondrina para hacer verano, pero raya tantas veces el azul del cielo que bien vale por muchas.

Los materiales tradicionales que voy a elaborar proceden de diversas fuentes de información; unos han sido impresos, y consigno dónde; otros los recogí directamente, y -los más- me fueron facilitados por don Ramón Menéndez Pidal. En 1959, cuando yo estaba trabajando con los datos que poseía, don Ramón me ofreció cuantos materiales tenía allegados; entonces redacté la mayor parte de los comentarios que siguen con ánimo de ofrecérselos al maestro. Con él pude comentar la totalidad de estos mapas en una de las asiduas visitas que le hacíamos Antonio Badía, Luis Cintra y yo. Conste mi deuda y mi ininterrumpida devoción. Las versiones que proceden de la colección de Menéndez Pidal van marcadas con un asterisco pospuesto *.

En la lista que sigue enumero las localidades según van a ser citadas a lo largo del trabajo:

  • GALICIA9



    • LUGO

    • 1. Foz*.
    • 2. Castañosín (Fonsagrada)*.
    • 3. Idem*.
    • 4. Vilalle de Castroverde*.
    • 5. Baralla*.


    • ORENSE

    • 6. Orense.
    • 7. Palleirós (Puebla de Trives)*.
    • 8. Espiño (La Vega)*.
  • ASTURIAS

  • 9. Cabanín (Luarca)*.
  • 10. Pola de Somiedo*.
  • 11. Quirós*.
  • 12. Idem.
  • 13. Trubia*.
  • 14. Corredoira*.
  • 15. Oviedo.
  • 16. Idem.
  • 17. Mieres del Camino (Oviedo).
  • 18. Meres (Siero)*.
  • 19. Tolibia (Casielles)*.
  • LEÓN

  • 20. Vega de los Viejos (Murias)*.
  • 21. Rodiezmo*.
  • 22. Láncara*.
  • 23. Hueras de Gordón*.
  • 24. Llombera (Gordón)*.
  • 25. Peredilla (Gordón)*.
  • 26. La Robla*.
  • 27. La Seca de Alba (Cuadros)*.
  • 28. León*.
  • 29. Nocedo de Gordón*.
  • 30. Boñar (La Vecilla)*.
  • 31. Casares (La Vecilla)*.
  • 32. Pío (Sajambre)*.
  • 33. Ribota (Sajambre)*.
  • 34. Oseja*.
  • PALENCIA

  • 35. Astudillo10
  • 36. Palencia*.
  • 37. Idem*.
  • 38. Idem*.
  • 39. Idem11.
  • 40. Villamartín de Campos*.
  • ZAMORA

  • 41. Puebla de Sanabria*.
  • 42. Hermisende*.
  • 43. Figueruela de Arriba*.
  • 44. Nuez*.
  • 45. Flores*.
  • 46. Trabazos*.
  • 47. Lober*.
  • 48. Ferreros de Arriba*.
  • 49. Riofrío de Tábara*.
  • 50. Ferreruela de Tábara*.
  • 51. Losacio de Alba*.
  • 52. Videmala (Alcañices)*.
  • 53. Zamora*.
  • 54. Fresno de Sayago*.
  • 55. Corrales del Vino.
  • 56. Villalpando*.
  • VALLADOLID

  • 57. Bamba*.
  • 58. Valladolid*.
  • 59. Santovemia de Pisuerga*.
  • 60. Tudela del Duero*.
  • 61. Castrillo de Duero*.
  • SALAMANCA

  • 62. Aldeadávila*.
  • 63. Villarino de los Aires*.
  • 64. Corporario*.
  • 65. Ciudad Rodrigo*.
  • 66. El Payo*.
  • 67. Béjar*.
  • 68. Cespedosa de Tormes*.
  • 69. Peñaranda de Bracamonte.
  • 70. Macotera (Peñaranda).
  • CÁCERES

  • 71. Santiago del Carbajo.
  • 72. Aliseda*.
  • 73. Alcuéscar*.
  • 74. Idem12.
  • 75. Madroñera*.
  • BADAJOZ

  • 76. Almendral13.
  • 77. Fuente del Maestre.
  • 78. Llerena*.
  • 79. Herrera del Duque14.
  • SANTANDER

  • 80. Roiz (Valdáguila)15.
  • 81. Aradillos (Campo de Enmedio).
  • 82. Los Corrales de Buelna.
  • 83. Torrelavega*.
  • 84. Santander16.
  • 85. Lloreda.
  • 86. Gajano (Marina de Cudeyo)*.
  • BURGOS

  • 87.Villamedinilla17.
  • 88. Burgos*.
  • 89. Idem*.
  • 90. Santa Inés de los Montes Politanos (Lerma)*.
  • 91. Roa*.
  • 92. Belorado de Duero*.
  • LOGROÑO

  • 93. Haro.
  • SORIA

  • 94. San Esteban de Gormaz*.
  • SEGOVIA

  • 95. Nava de la Asunción*.
  • 96. Carbonero el Mayor*.
  • 97. Valverde del Majano*.
  • 98. Madrona*.
  • 99. Cantalejo*.
  • ÁVILA

  • 100. Peguerinos*.
  • 101. Fresnedilla*.
  • 102. Aliseda de Tormes*.
  • MADRID

  • 103. Somosierra18.
  • 104. Fresnedilla de la Oliva.
  • 105. Madrid*.
  • 106. Alcorcón.
  • GUADALAJARA

  • 107. Sigüenza*.
  • TOLEDO

  • 108. Real de San Vicente*.
  • 109. Navahermosa*.
  • 110. Mora*.
  • 111. Yébenes*.
  • CUENCA

  • 112. Villaconejos*.
  • CIUDAD REAL

  • 113. Navas de Estena*.
  • 114. Piedrabuena*.
  • 115. Alcázar de San Juan*.
  • 116. Almagro*.
  • 117. Idem*.
  • 118. Manzanares*.
  • 119. Valdepeñas*.
  • 120. Idem*.
  • 121. Infantes*.
  • 122. Villanueva de la Fuente*.
  • NAVARRA

  • Yesa*.
  • ZARAGOZA

  • 124. Zaragoza.
  • 125. Uncastillo19.
  • 126. Inogés20.
  • LÉRIDA

  • 127. Benés*.
  • 128. Vilanova de Meyá*.
  • BARCELONA

  • 129. Polinyá*.
  • ALICANTE

  • 130. Elche*.
  • ALBACETE

  • 131. Villarrobledo*.
  • 132. La Roda*.
  • 133. Idem*.
  • 134. Munera*.
  • 135. El Bonillo*.
  • 136. Alcaraz*.
  • MURCIA

  • 137. Jumilla.
  • HUELVA

  • 138. Aroche*.
  • 139. Moguer*.
  • 140. Palma del Condado*.
  • 141. Almadén de la Plata*.
  • SEVILLA

  • 142. Sevilla*.
  • 143. Idem*.
  • 144. Idem*.
  • 145. Lora del Río*.
  • 146. Montellano*.
  • 147. Osuna21.
  • CÁDIZ

  • 148. Algeciras*.
  • 149. LA Línea*.
  • CÓRDOBA

  • 150. Córdoba*.
  • 151. Idem*.
  • 152. Cabra*.
  • MÁLAGA

  • 153. Algarrobo.
  • 154. Idem
  • 155. Teba.
  • 156. Málaga.
  • 157. Venta de las Palomas (Almogría).
  • 158. Yunquera.
  • JAÉN

  • 159. Linares*.
  • GRANADA

  • 160. Granada.
  • 161. Idem.
  • 162. Granada.
  • 163. Güejar Sierra22.
  • 164. Albuñuelas.
  • 165. Albuñol.
  • 166. Cúllar-Baza.
  • 167. Huéscar.
  • 168. Galera.
  • ALMERÍA

  • 169. Tabernas*.
  • 170. Alhama de Almería.
  • 171. Almería*.
  • 172. Idem
  • CANARIAS

  • 173. Las Palmas de Gran Canaria.
  • PORTUGAL

  • 174. Lousa (Tras-os-Montes)23.

El análisis de todas estas versiones lo haré estudiando aisladamente cada uno de los motivos que las integran. Los mapas que he podido elaborar servirán en todo momento de apoyo a mis comentarios.




4. Versiones con introducción

Una serie de los textos recogidos presentan un preámbulo, surgido del mismo texto sagrado, que falta en la mayoría de las versiones. Sirvan como punto de referencia los versos de una variante de Zaragoza:


   Por los pasillos del rey          iba la linda Altamara,
derechita como un pino24,          relumbra como una espada.



Se trata de los versículos 8-9 del libro II de Samuel, capítulo XIII, cuya versión, transcrita por Mosé Arragel, es: «E fue Thamar a casa de Amnón, su hermano, e fallolo echado, e tomo la mansa, e enmasso e fizo las escalphaduras».

La distribución de las variantes con preámbulo muestran una gran concordancia. Las diferencias son ocasionales (ni una sola se repite dos veces) y afectan a los elementos de la comparación, acercándolos a una esfera más trivial: el pino es sustituido por un junco o por un huso25, y en un solo caso (punto 59) faltan las comparaciones, pero se conservan los otros dos versos, más anodinos.

A la vista de la geografía de las variantes, hay que considerar este rasgo como innovación central (asturiano-castellana) con irradiaciones hacia Aragón y la Mancha.

La introducción señalada en el mapa número 2 termina en ocasiones con unos versos alusivos a los pretendientes de Tamar. En el gráfico 3 recojo el motivo. Cotejando los dos mapas, vemos que -aun coincidiendo en líneas generales- el segundo tiene menor difusión que el anterior.

Observamos también que hay algunas alteraciones dentro de los dos versos (sin coincidencia con las que documento en el mapa 2) y que las innovaciones tienen geografía muy limitada.

Desde un punto de vista lógico, «el rey de Granada» es más verosímil que «el marqués...»; pero su escasez numérica y discontinuidad geográfica me hace dar preferencia a la última de las variantes. (No se me oculta que la aparición de marqués o rey en el segundo hemistiquio depende del rango jerárquico enunciado en el primero).




5. Comienzo bíblico. El nombre de Tamar

La narración sagrada («Abssalon, fiio de David, auia vna hermana, a la qual por nombre Thamar llamauan, e bien queriala Amon, fiio de David, e amauala», vv. 1-2), de forma bastante próxima, se perpetúa en buena parte de la tradición.


    Un rey moro tenía un hijo          que Tranquilo se llamaba,
se enamoró de Tamare          siendo su querida hermana.


(Linares, 159) (I)                


En el mapa número 4 consigno la difusión de este fragmento26. Coincidiendo con los versos anteriores, hay una larga teoría de variantes. Creo que todas ellas están condicionadas por el nombre que se da a la protagonista. En efecto, Altamar es forma muy difundida, y con ella se relaciona Altamara (numéricamente la más abundante), e insistiendo en la etimología popular, Altos mares (en el grupo de variantes que considero ahora) y Alta(s)mares. De esta pretendida analogía marinera surgen versiones en las que el nombre propio se convierte en apelativo común:


   Un moro tenía un hijo          que Tarquino se llamaba
y un día por altas mares          se enamoró de su hermana.


(I a)                


Claro que en este punto es muy fácil -ya- dar contenido lógico a esos dos versos últimos:


navegando por altas mares          se enamoró de su hermana.


(I b)                


Las variantes que señalo con a y b no parecen tener -entre mis materiales al menos- una gran difusión; sin embargo, presentan cierta densidad en la región manchega.

La consideración de los rasgos precedentes nos llevan a comprender una familia de -al parecer- disparatadas versiones. En efecto, en la Mancha y en el Sudeste peninsular están muy difundidos los siguientes versos:


El rey moro tenía un hijo          que Pepito se llamaba
y al bajar del automóvil          se enamoró de su hermana.


(I c)27                


En todo este grupo sudoriental no ha habido más que una sustitución: «trabajando en alta(s) mar(es)» por «al bajar del automóvil» (o cosa parecida). La geografía del hecho parece indicar que el neologismo procede de la Mancha, y desde allí ha irradiado. De ser exacta mi hipótesis, se explicaría muy bien el trueque: alta mare (sin -s final) dice muy poco en estas tierras del interior; entonces la relativa proximidad fonética (palabras del mismo número de sílabas, alguna vocal coincidente, dos consonantes idénticas) hizo asociar el término «no marcado» a otro de significación concreta. Nació entonces una familia rapsódica que, aislada, nos llenaba de extrañeza.

En otras ocasiones, el comienzo del enamoramiento es una comida o cena (III); en otras, un paseo (III a).

Volviendo al núcleo primitivo, del que nos han separado el nombre de Tamar y las derivaciones de él surgidas, he de señalar un grupo bastante compacto de variantes, en las que Amnón queda convertido en príncipe de España (I c)28.

Un grupo muy numeroso de versiones es el que sustituye ese tercer verso -inestable siempre, según he señalado- por otro de corte muy popular: «a la edad de quince años». Ahora bien, sobre esta nueva versión (IV):


El rey moro tenía un hijo          que Tranquilo se llamaba;
a la edad de quince años          se enamoró de su hermana.

(Haro, 93)29                


debió incidir el romance archipopular de La infanticida30, prestándole -posiblemente- un verso que hizo que la cuarteta tuviera esta forma (IV a):


El rey moro tenía un hijo          más hermoso que la plata;
a la edad de quince años          se enamoró de su hermana.

(Peñaranda, 69)31                


En estrecha relación con el texto bíblico (y con la variante que señalo con I) están también las versiones que agrupo en el apartado I d (del mismo mapa 4), mezcla de I y aditamentos probablemente salidos del IV:


El rey tenía dos hijos          que los quería en el alma:
uno se llamaba Altomor,          otro la linda Altamara.
El pícaro de Altomor          se enamoró de su hermana.

(Oviedo, 15)                


Son versiones poco difundidas geográfica (Asturias, Sanabria, irradiación a Ciudad Rodrigo) y numéricamente.




6. El epíteto de Tamar o de otros personajes de la introducción

La traducción de Arragel de Guadalajara falta de un epíteto que el texto sagrado confiere a Tamar: muy bella. Sin embargo, aparece, como era de esperar, en las modernas traducciones: «Sucedió que teniendo Absalón una hermana que era muy bella...» (Nácar-Colunga, II, Samuel, XIII, I). De acuerdo con la Biblia, aunque no sé si directamente, hay una serie de versiones (mapa 4), de las que elijo como más explícitas las de Casares (punto 31) y Rodiezmo (punto 21), ambos en la provincia de León:


Un rey tenía una hija          que se llamaba Tamara,
era blanca como la leche          y encarnada como grana,
hasta un hermano que tiene          de ella se enamoraba32.

Es casi exclusivamente sanabresa la variante que señalo con el número 3, ya que fuera de Zamora la encuentro una sola vez en El Payo, 66 (Salamanca), y otra en la gallega, sin localizar, de Cotarelo. La variante dice:


Tres hijos tenía el rey          todos tres como una grana,
el más chiquitito de ellos          se enamoró de su hermana.



Muy próxima a ésta es la versión de Nuez, 44 (Zamora), que si no va emparejada con ella, es por haber sido contaminada por la número 233. También parece relacionada con ella el texto recogido en Orense 634.

Los tres hijos del grupo 3 son sustituidos -Machado diría: «como en los cuentos»- por tres hijas. Del trueque sale un pequeño conjunto de versiones muy escasas y dispersas (apartado 4 del mapa), lo que me induce a pensar que sean subsidiarias de las incluidas en ese número 3.

Quedan, por último, algunas versiones aisladas y originales (la de Videmala, 52; la de Montellano, 146, y Sevilla, 143, estas dos vinculadas mutuamente) o muy abreviadas (la de Castañosín, 2). Causas, éstas, que impiden su ordenación dentro del conjunto.

Una ojeada sobre el mapa número 5 nos hace ver la gran difusión de la introducción del tipo I (mapa 4) y cómo León (tipo 2) y Sanabria (tipo 3) manifiestan un claro sentido de independencia, frente a la generalización de una familia de variantes. Hecho nada extraño si tenemos en cuenta el arcaísmo característico de estas regiones.

Ahora bien, si consideramos todos los esquemas que originariamente se reducían al tipo I (mapa 3), observaremos varios hechos:

1.º En Andalucía exclusivamente (salvo las referencias a los puntos 143 y 146) subsiste la forma más antigua de la versión.

2.º Dentro de esta gran área, Castilla la Vieja presenta cierta personalidad (variantes I c).

3.º El Centro-Occidente español coincide en un mismo tratamiento (variantes del tipo IV).

4.º La Mancha produce la innovación más reciente (tipo II).

5.º Considero innovaciones las variantes III y III a por apartarse del texto bíblico. Su geografía no ayuda a mayores concreciones (se trata de puntos bastante alejados unos de otros).




7. Los nombres de Amnón

Las formas de ascendencia bíblica están en notoria inferioridad numérica frente a las innovaciones que luego estudiaremos (mapa 6). En efecto, Amor aparece una sola vez (Polinyá, 129); otra, Anor (Vilanova de Meyá, 128), y fuera de Cataluña parecen mantener resonancias fonéticas del nombre antiguo, contaminado ahora con el de Tamar o Altamar: Timón (Láncara, 22), Altamón (Vega de los Viejos, 20), Altomoro (Trubia, 13), Altomor (Oviedo, 15) y Ramón (Puebla de Sanabria, 41)35. Por tanto, habrá que pensar en una supervivencia del arcaísmo en dos regiones muy conservadoras: Cataluña y Asturias-León.

El nombre del protagonista ha sido sustituido por otro, tomado de una nueva historia de violaciones: la de Tarquino y Lucrecia. Como es sabido, este romance, de motivo romano, goza de ancha difusión entre los judíos (Salónica, Orán, Marruecos)36 y acaso sea conocido en la Península37, puesto que el nombre de Amnón está sustituido por el del violador de la esposa de Colatino38.

Indudablemente, la forma más antigua del nombre es la de Tarquino. Llama la atención que la fidelidad se haya conservado únicamente en Andalucía (y en un punto -Aliseda, 72- de Extremadura); lo normal es que, por etimología popular, Tranquilo se haya impuesto -de una u otra forma- por todo el país. Las muchas versiones con el neologismo Tranquilo se extienden desde los Pirineos a Canarias39; pero la gran mancha deja de ser homogénea; en relación con Tarquino está Paquino (114, 145, 164) -iguales las vocales, la terminación y una consonante-, que se asoció inmediatamente al familiar Paquito.

En trance ya, actúan las analogías más absurdas: Pepito (71, 112, 115), Luisito (160), Periquito (137), y sin el asidero del sufijo se llega a los hallazgos que menos se esperan: Audente (113), Camilo (140), don Juan (99), don Carlos (73), Avelino (152)..., todos sin demasiada fortuna. Únicamente vemos repetido don Alonso en tierras de León o aledañas40. Este don Alonso41 -como el don Flores, de Aradillos, 81- son los únicos nombres con resonancia en la poesía tradicional.

Según todo esto, el nombre de Amnón permite deducir algunos resultados:

1.º Cataluña y Asturias presentan el máximo arcaísmo.

2.º Andalucía es la única región donde Tarquino se encuentra sin contaminaciones. Acaso podamos pensar que el neologismo salió del mediodía de España, y desde allí irradió hacia el Norte y Canarias.

3.º León presenta una innovación, basada en un nombre de carácter arcaizante.

4.º La Mancha, como otras veces, da formas nuevas, con un claro sentido neologista.




8. Los nombres de Tamar

Su variedad es menor que los de Amnón. La forma Tamar (mapa 7), originaria, es rarísima. Sin embargo, Altamar42 abunda mucho más y con una geografía bastante precisa: Castilla la Vieja. Más tardía -terminación analógica con los nombres femeninos- ha de ser la forma Altamara, circunscrita a una amplia -y densa- región castellano-leonesa. Desde aquí parece haber irradiado hacia el valle del Ebro, y luego, a Cataluña.

La etimología popular -a la que me he referido comentando el mapa número 4- ha hecho cambiar Altamar por Alta(s)- / Altos Mares. Ultramarina ha podido salir directamente de Altamara (hay en 82 y 107 Ultramara) o de una forma Altamarina (< * alta + Marina, nombre de mujer). Sin embargo, no coinciden Altos mares, etc.; nombre común con el homófono propio.

Formas disparatadas, como las que he señalado a propósito de Amnón, no se documentan (sólo una Eugenia en Alcázar de San Juan, 115, provincia de Ciudad Real)43.




9. Amnón se finge enfermo

El texto bíblico, fuente del romance, dice: «e en tribulaçión Amnon fue fasta doliente por amor de Thamar, su hermana... e echose Amnon, e doliente se fizo» (vv. 2 y 6)44.

En el mapa número 8 figuran las versiones más próximas a esta narración. Son las que tienen los versos:


desque gozarla no pudo          se fingió malito en cama


(20, 22, 33, 65)                



por gozar de su hermosura          se hizo el malo en la cama


(9, 29, 44)                


o la sustitución de fingió por afligió:


por gozar de su hermosura          se afligió enfermo en la cama.


(10, 13, 14)                


Dentro de estos versos, y antes de pasar a otras cuestiones, quisiera señalar el área del hemistiquio: «por gozar de su hermosura» (mapa 9), que parece irradiado eruptivamente desde Asturias.

En los versos que han dado lugar al mapa 7, la sustitución del intencional fingirse / hacerse por el casual caer determina la creación de un tipo muy difundido: cayó malito era la cama45.

También pueden estar directamente inspiradas en el texto bíblico las variantes que hablan de la dolencia amorosa de Amnón. Por ejemplo:


tanto le venció el amor          que cayó enfermo en la cama.


(II en el mapa 10)                


Con éstas deben vincularse otras variantes, tales como:


su hermano la pretendió,          de ella no consiguió nada;
de celos que le tenía          cayó malito en la cama.


(69, 46, 51) (II a en el mapa 10)                



de amores que le tenía          cayó malito en la cama.


(27) (íd.)                


Por último, con ellas también se relacionan aquellas versiones en las que el nuevo deseo hace enfermar a Amnón:


y para gozar de ella          cayó malito en la cama.


(II b del mapa 10)                


En el mapa 10 señalo la presencia del verso con el hemistiquio «viendo que no podía ser». Variante, sin duda, la de mayor difusión. Ahora bien, uno u otro tipo de introducción hará o no necesarios unos versos justificativos. Esto es, cuando el comienzo del romance proceda de los versículos bíblicos con que encabezo este apartado, un verso dará entrada a los que ahora tengo en cuenta (de este modo: «Y un hermanito que tiene — ha tratado de gozarla, / y viendo que no podía ser, — cayó malito en la cama») [I del mapa 10]; si, por el contrario, el comienzo es del tipo que señalo en el mapa 2, se narrará directamente («viendo que no podía ser, — cayó malito en la cama») [1 a del mapa 10].

Como puede verse en la página 15, algunas variantes de los versos cartografiados en el mapa 8 participan de este tipo [I b, del mapa 10].

El tipo I a se continúa en ocasiones, con especificación de la dolencia padecida. Una variante domina; es la que sigue [III, en el mapa 10]:


con dolores de cabeza          y una calenturita mala.


Otras veces el dolor es de corazón (46, 69) o de cualquier dolencia (en tales casos la geografía es muy limitada) [III a, en el mapa 10].

Algunas versiones exigen determinación cronológica de los hechos habitualmente porque explican ulteriores circunstancias. Son numéricamente escasas: «sábado por la mañana — cayó malito en la cama» (164), «y el domingo por la mañana...» (112), «el domingo por la tarde...» (100) [IV, del mapa 10]. A veces es una cronología totalmente vaga: «Un día...» (8), «al otro día siguiente...» (4, 12, 19, 32, 150) [tipo IV a, del mapa 10].

Por último, hay variantes ocasionales, documentadas una sola vez («Porque a sua hirman ven bañare — en ela se enamorara» (6), «el hermano pa enamorarla / se quedó un día en la cama») (30), o que respondan a distintos planteamientos de la cuestión («ésta tal tiene un hermano — que está...» (35), «el hijo se pone enfermo, — el hijo se pone en cama» (126), «estaba el hijo del rey — estaba malo...») (64).

Geográficamente hay que señalar:

1.º El mapa 8 muestra una de las probables regiones arcaizantes del motivo (Asturias y León, irradiaciones eruptivas a Zamora y Salamanca).

2.º El motivo representado en el mapa 9 tiene una difusión aproximada a la del precedente, aunque su irradiación esporádica es mayor.

3.º De acuerdo con el mapa 10, las versiones I del mapa 9 se localizan en las dos Castillas y León, mientras que las I a ocupan la mitad sur de España.

4.º Otra probable zona de arcaísmo es la señalada con II en el mismo mapa 9 (podríamos llamarla del Noroeste; sus irradiaciones son abundantes y de largo alcance).

5.º El centro de la Península parece ser región innovadora (adiciones al tema principal).




10. Visitas a Amnón

El versículo 8 («e como el rey lo vino a veer») está respetado íntegramente por la tradición. Del general consenso tan sólo se apartan unas cuantas variantes, en las que la madre -no el rey- visita a Amnón enfermo (vid. mapa 11). La distribución geográfica de los textos adulterados no ayuda a aclarar las cosas46.

Mucho más expresiva es la difusión de versiones en las que se ha adicionado alguna precisión temporal. La más generalizada es la del «domingo por la mañana», que se convierte en «un lunes...»47 o en «un domingo por la tarde». La consideración de estas interpolaciones es de una gran claridad: la epéntesis es de indudable signo andaluz, y desde el Mediodía ha migrado hacia la Mancha y el centro peninsular. Otras irradiaciones parecen tener carácter eruptivo48.




11. Coloquio de David y Amnón

En el relato bíblico la conversación de David y Amnón (vv. 6-7) carece de las especiosidades que reflejo en el mapa 12. Por tanto, con respecto a la fuente, son más fieles las versiones que carecen de este motivo (las indico con un trapecio); las demás deben ser innovadoras.

David pregunta a su hijo por la dolencia que sufre. La respuesta más extendida es


Tengo unas calenturitas          que me atraviesan el alma.


(Tipo I)                


Con este grupo incluyo algunas variantes que apenas difieren49: «Tengo una calenturilla — que arrebata con mi alma» (73), «Tengo unas calenturas — que me traspasan el alma» (124, 164), «con unas calenturitas - que me traspasan el alma» (100, 146, 161, 165), «que me ha dado calentura — y me ha traspasado el alma» (67, 112, 147, 153), «tengo unas calenturillas — que la vida me traspasan (135), « ...que la cabeza me esplaña» (29), « ...que otro mal en mí no se halla» (20, 22), « ...que me arrancan las entrañas» (23, 25), « ...que me han dado esta mañana» (12, 32), « ...que no se curan con nada» (115, 119, 159), « ...que me tiene hoy en la cama» (69), «con una calenturita — que a Dios le entrega su alma» (160).

La variante más difundida de las que -en mi opinión- se relacionan con el tipo I es la siguiente:


Tengo una calenturita,          que el corazón me traspasa.


(Tipo I b)                


Tras ella va, numéricamente, la variante:


Tengo una calenturita          que me la pegó mi hermana.


(Tipo I c)50                


Señalo con un rectángulo dos grupos de versiones:

a) Unas en que las calenturas van específicas, pero no acompañadas por otra dolencia (tipo II):


Tengo calentura lenta          que me está arrancando el alma.


(59, 82, 85)                



Una calentura doble          que me parte las entrañas.


(62)                



Su hermano cae en la cama          con calenturas malas.


(98)                


b) Otras en las que, además de la especificación de la fiebre, hay también otra enfermedad:


Tengo dolor de cabeza51          y una calentura mala (o falsa).


(Tipo II a)                


El grupo III lo he constituido por las versiones en las que aparece el vocativo padre (o padre mío). He aquí su ordenación:

III. Variante de mayor área (y otras muy próximas a ella):


Padre, calentura lenta          que me roe52 las entrañas.

III a. En vez del sustantivo entrañas aparece alma:


Calenturas, padre mío,          que me devoran el alma.


III b. Tipos con vocativo, pero que o carecen del segundo versillo «(Eu, meu pai, no teño nada», puntos 1 y 6), o responden a la situación propia del mapa 11 «(calentura, madre mía, — calentura que me alzara», 10), o carecen de precisiones agrupadoras «( ...calentura que no arranca», gallega sin localizar, 7, 8; « ...calenturas que me matan», 65).

Una ojeada sobre la distribución geográfica de los tipos nos permite observar:

1. La ausencia del motivo se da sobre todo en las versiones zamoranas y con menor intensidad en puntos que, bastante aislados, se documentan por toda España. Aplicando conceptos de la geografía lingüística53, tal vez podamos pensar que este tipo (el IV) debió ser general en lo antiguo.

2. Los tipos II y III aparecen estrechamente unidos a partir de las comarcas próximas al Duero, mientras que en las zonas cantábricas parecen estar limitados el tipo II a la montaña santanderina y el III a Asturias-León. Acaso sean éstos los primitivos focos de irradiación.

3. Andalucía está cubierta totalmente por el tipo 1 (nótese la enorme resistencia que opone a cualquier perturbación); justamente en ella se recogen 20 de las 26 variantes del tipo 1 sin alterar. Esto me hace pensar en su carácter autóctono dentro de la región y su migración hacia zonas a veces muy distantes.

Antes de pasar adelante, es necesario cotejar este mapa 12 con el número 10. Como he dicho, el motivo III del mapa 10 presentaba adiciones con respecto al esquema general. La adición que entonces he tomado como base era la siguiente:


Con dolores de cabeza          y una calenturita mala54.


Comparemos los materiales allegados en ambos mapas y veremos que en el 10 (motivo III) el testimonio anterior se localiza en los puntos 54, 68, 70, 73, 76, 102, 105, 108, 109, 110 y 111, mientras que en el mapa 12 (motivo II a) está en las localidades 5, 36, 39, 57, 70, 86, 87, 102, 105, 108, 110, 111, 28 y 129. La coincidencia escasamente es un 30 por 100, y es lógico. Se trata de una interpolación ajena al relato bíblico. En ocasiones es considerada como especificación de los motivos que obligan a Amnón a guardar cama; otras veces es un pretexto, lógico también, de conversación entre padre e hijo. Por eso la interpolación se hace unas veces antes (mapa 10) y otras después (mapa 12), y sólo se reitera innecesariamente en los puntos 70, 102, 105, 110 y 111. Señalando en el mapa 12 los datos que interesan del 1055 (figuran sin número y con una simple aspa en el mapa 12), veríamos que se adensaba la difusión central de la interpolación y se podía seguir su progreso hacia el Sur.




12. Derivaciones de la conversación de David y Amnón

El coloquio de David y Amnón -muy breve en el texto original- da lugar a muy variadas derivaciones. Para establecer cierto orden, las agrupo en los siguientes paradigmas:

1)


   —¿De los manjares del mundo,          cuál es el que más te agrada?
—¿De los manjares del mundo,          padre, una pollita asada.
   Que Altamara me la guise,          que Altamara me la traiga *;
Altamara venga sola,          que no venga acompañada **;
con el ruido de la gente,          me pongo peor que estaba.


(La Seca de Alba, 27)                


Con esta versión coinciden las que señalo con un rectángulo en el mapa número 13. Aunque no siempre haya una cerrada uniformidad, puesto que los manjares son sustituidos a veces por las cosas (I a)56; en ocasiones disponemos de versiones abreviadas (II a), que se detienen en el primer asterisco del testo (21, 23, 26, 33), en los dos (punto 82) o están limitadas a una escueta referencia, en la que van comprendidos los motivos anteriores (en el mapa, III a):


   —De las cosas de este mundo,          ¿qué comerás que te traiga?
—Una pollita nueva, que me la guise Altamara.


(18, 23, 24, 25)                


2)


   —¿Comieras una pollita          si te la guisa Altamara?
—Si Altamara me la guisa,          venga sola e sin compaña,
que la bulla de la gente          mucha pena me causaba.

(Oseja, 34)

Con un círculo superpuesto a una cruz señalo la forma abreviada: Hago caso omiso de variantes que no alteran el contenido.

3)


   —¿Qué comieras, el mi hijo          ¿qué comieras que te traiga?
—Yo me comiera, mi padre,          la pechuga de una pava.
   Que Tamara me la guise,          que Tamara me la traiga,
que Tamara venga sola          venga sola y sin compaña;
con el ruido de la gente          la calentura me carga.

(Flores, 45)

En Lober (47) la pava es sustituida por un guisado. En los puntos 20 y 22, la primera cuarteta continúa en el siguiente sesgo: «los padres tanto le quieren, — le conceden la palabra». Y los 10, 13, 14 y 15 forman un grupo homogéneo al tener el verso común «que la guise quien la guise, — que me la suba...»

4)


   —¿Haría que tu curase          el ala de un palomino,
la pechuga de una pava?
—Altamar que me lo guise,          Altamar que me lo traiga;
Altamar que suba sola,          que no suba acompañada.


(Haro, 93)57                


Este texto aparece abreviado en Gajano, 86, y con alargamiento, en Navas de Estena, 113 (IV a), alargamiento que es una contaminación de las versiones señaladas en el grupo III.

5)


   —¿Quieres que te mate un ave          de esas que vuelan por casa?
—Mátemela, padre mío,          que me la suba mi hermana*;
— que me la suba ella sola,          que no suba acompañada**;
porque si compañía trae,          mis penas serán dobladas.


En esencia, esta variante ocupa todo el sur de España; con ella pueden hacerse tres grupos: a) texto completo (V); b) hasta los dos asteriscos (V a); c) hasta el primer asterisco (V b)58. Ahora bien, el texto ha sufrido una alteración que afecta al centro peninsular; en vez del sumiso «Mátemela, padre mío», aparece un impertinente «Máteme, aunque sea ciento», tanto en versiones breves (V c) como en versiones largas (V d). Otros pormenores que ahora desatiendo serán considerados en el mapa 1559.

Una última derivación de este motivo es la que aparece con la epéntesis «quiero una taza de caldo». También ahora hay una redacción larga y otras abreviadas:


—¿Quieres que te traiga un ave          de las mejores que haya?
—No quiero ave ninguna,          ni tampoco quiero nada;
quiero una taza de caldo          que me traiga mi hermana*.
   Si viene, que venga sola          que no suba acompañada**,
que si acompañada sube,          soy capaz de devorarla.


La versión completa aparece señalada con un círculo ennegrecido en su parte inferior60; la menos abreviada (hasta los dos asteriscos), con un círculo cuya sombra está en el lado izquierdo61; la más resumida (hasta el primer asterisco), con otro emborronado en su parte derecha.

6)

Un grupo lo constituyen los textos gallegos de Palleirós (punto 7), Espiño (punto 8) y el no localizado de Cotarelo; con ellos coincide bien el de Zamora (punto 53). Dada su poca extensión geográfica, no me demoro en ellos62.

7)

Las versiones catalanas forman un grupo aparte. Presumo que son las más arcaicas, pues conservan -de acuerdo con la Biblia- el coloquio de David con Tamar, ausente en el resto de la tradición.

8)

Por último, la versión de Lousa (174), muy incompleta en este motivo, presenta un coloquio de los dos hermanos.




13. Manjares comidos por Amnón

En el mapa número 14 considero otro elemento del diálogo: el manjar que Amnón desea comer. Las versiones antiguas de la Biblia hablan de escalphaduras (Alba) o de fojaldres (Llamas), y las modernas, de hojuelas (Nácar-Colunga). Nada semejante en la tradición63. El motivo primitivo ha sido cambiado por otro ciertamente trivial; el caldo de ave se recomienda para recuperar las fuerzas perdidas en una enfermedad. Ruperto de Nola da algunas recetas: «para enfermos, caldo destilado, y para debilitados, muy singular», en las que el solsido se hace con gallinas o capones, y se obtiene un caldo que «tornaría un hombre casi muerto vivo, por ser tan singular y de tanta sustancia»64.

De acuerdo con estas prescripciones, el pueblo interpretó los hojaldres a su manera y los convirtió en polla, pollita o pechuga de una pava. Desde cualquiera de estas suculencias se pasaba fácilmente a la taza de caldo, extraída de ellas65.

La forma más antigua acaso sea la que atestigua polla, pollita (señalada con un círculo de trazo grueso en el mapa 14). Aparece en comarcas muy distantes: Asturias-Montaña-León, Valle del Duero, Extremadura, Cataluña, Murcia. Alguna de estas regiones (tierras altas, Cataluña) suelen ser de gran arcaísmo, y no será extraño que el término goce en España de una relativa antigüedad, sobre todo si pensamos en las sustituciones a que hago referencia más adelante66.

La pechuga de una pava suscita una doble cuestión: su aparente antigüedad, justificada por la presencia del sintagma entre los sefardíes de Marruecos67, y su innovación -¿acaso eufemística?- frente a polla, hipotéticamente generalizado por toda España. La antinomia tal vez pueda resolverse. El romance es moderno, según sabemos68; por tanto, a Marruecos ha podido pasar con la sustitución cumplida ya69. Su carácter de innovación parece descubrirse en que se da con geografía muy restringida: centro de Asturias, Zamora y brotes escasos en Castilla y uno en Extremadura.

Por una vez vamos a considerar innovadora a una comarca (Sanabria) de acentuado arcaísmo; pero la vida del romance en estas viejas tierras no se limita a vegetar, sino que se desarrolla con total vigor70. Por eso pienso que el motivo sea más reciente, ya que su localización está muy precisada y nunca penetra en Andalucía, región de máximo neologismo, ni en la llamada área romancesca del Sudeste (al menos con los datos que manejo).

Un rasgo, al parecer, emparentado con el anterior («el ala de un palomino, — la pechuga de una pava») se circunscribe casi exclusivamente a Castilla la Vieja, pero entremezclado con las formas más arcaizantes. Uniendo este motivo con el precedente (doble círculo o círculo de trazo discontinuo en mi mapa), el área aumentaría, naturalmente, pero sus límites avanzados hacia el Este no perturbarían las consideraciones generales que acabo de hacer.

Nos queda por considerar una última zona: la meridional. En ella la sustitución ha sido hecha por el genérico ave(s) (masculino o femenino)71. La penetración del Sur se abre paso, al parecer, sin gran dificultad hasta la línea Ebro-Duero72 y con rareza llega al Cantábrico. Es decir: 1) la zona más arcaizante opone mayor resistencia a la innovación; 2) la comarca creadora de un neologismo defiende su criterio modernizante frente a cualquier otra tendencia, aunque sea del mismo sentido.

Ocupémonos de la causa de las innovaciones. Se trata, sin duda, de una interdicción lingüística. Polla ha adquirido un sentido obsceno, que ha hecho necesaria la sustitución del término. Entonces la voz se ha barrido totalmente de algunas regiones. Justamente aquellas en las cuales está más arraigado el valor vitando. Me consta, al menos, para Andalucía; aunque hará falta comprobar su grado de vitalidad en el resto de España73. Sí puedo aducir el testimonio inverso: en el español de Cataluña y Valencia polla se emplea no sólo para nombrar a la cría de la gallina, sino corno término habitual para designar a las muchachas74. El mapa 14 señala cómo en Cataluña la sustitución no se ha cumplido, de acuerdo con el sentido innocuo que allí tiene la palabra75.

En conclusión, polla, pollita, de acuerdo con la medicina popular, aparecieron en el romance como terapéutica para curar al enfermo; con ellas se relaciona la taza de caldo que (fundida al motivo o independiente) se atestigua alguna vez. Ahora bien, la voz tiene sentido obsceno en muchas partes de España, lo que obligó a su sustitución, sobre todo en las regiones donde el término tiene carácter vitando. Encuentro dos focos fundamentales de innovación: uno, bastante limitado y sin una enérgica vitalidad (círculo de trazo discontinuo); otro, nacido en el Mediodía, dotado de poderosa fuerza expansiva y en su origen sin posibles coexistencias. Este último gana terreno a costa de las otras versiones, siendo su avance más lento allí donde el arcaísmo es mayor o donde se localiza el foco de otras innovaciones.



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