JOSÉ
ECHEGARAY.
Escena
I
|
|
ROGER de Peralada,
en primer término. Por el fondo, un momento después,
BERENGUEL de Las
Panizas.
|
BERENGUEL |
Dios guarde al buen Peralada. |
|
|
|
ROGER |
Dios traiga para algo bueno |
|
al alcaide de la torre, |
|
que en este maldito cerco, |
|
más nos importa guardar |
5 |
contra el francés, por don
Pedro. |
|
|
|
BERENGUEL |
Mientras tenga Berenguel |
|
las llaves del
«torreón viejo», |
|
quien entre al grito de
«¡Francia!» |
|
en él dejará los
huesos; |
10 |
que aquella vetusta mole |
|
y aqueste almogávar
fiero, |
|
no reconocen más rey, |
|
de Valencia al Pirineo, |
|
que el monarca de
Aragón, |
15 |
el noble Pedro Tercero. |
|
(Saludando.)
|
|
|
ROGER |
Me agrada en ti ese lenguaje. |
|
|
|
BERENGUEL |
¿En qué
ocasión ni en qué tiempo |
|
no afirmé con mis
palabras |
|
lo que proclaman mis hechos? |
20 |
¿Dudas de mí? |
|
|
|
BERENGUEL |
¿No? Pues por ti lo
celebro. |
|
|
|
ROGER |
Es, Berenguel, que muy tristes |
|
son los años que
corremos, |
|
más fecundos en
infamias |
25 |
que ricos en escarmientos. |
|
Que la «lealtad» anda
viuda, |
|
porque no hay caballero |
|
que la despose, y en cambio, |
|
la «traición»
los halla a cientos. |
30 |
No hay amigo del amigo, |
|
ni los deudos son ya deudos, |
|
ni hay hermano para hermano, |
|
si anda la ambición por
medio. |
|
|
|
BERENGUEL |
Dígalo el que el
Rosellón |
35 |
ha vendido al reyezuelo |
|
que entre un «legado del
Papa» |
|
y el «rey de Francia»
soberbio, |
|
mandó Roma vengativa |
|
a recoger de este suelo |
40 |
la noble y férrea
corona |
|
de don Jaime y de don Pedro. |
|
Él «le»
abrió nuestras fronteras: |
|
¡mal rayo le hubiera
abierto! |
|
Mas a cerrarlas venimos |
45 |
con peñascos y con
pechos, |
|
y el Pirineo es muy duro, |
|
y el aragonés muy
terco. |
|
|
|
ROGER |
¡Ojalá que todo
salga |
|
a medidas del deseo! |
50 |
Pero asómate a las
torres |
|
de este castillo roquero, |
|
y verás la odiosa
hueste |
|
en que nos vemos envueltos, |
|
apretando sus anillos |
55 |
contra nuestros muros viejos. |
|
¡Ah Berenguel, que no
bastan |
|
duras piedras, nobles pechos, |
|
para atajar el torrente |
|
que asoma por esos cerros! |
60 |
El mismo Carlos de Francia, |
|
de sus fuerzas con el grueso, |
|
se nos vino por sorpresa |
|
encima. |
|
|
BERENGUEL |
Ya le tendremos
|
|
debajo, que para todo |
65 |
se encuentra manera y tiempo. |
|
Como el conde de Argelez, |
|
(Con misterio.)
|
de aqueste castillo
dueño, |
|
quiera resistir... |
|
|
ROGER |
¡Don Jaime!...
|
|
Si hay un hombre en todo el
reino |
70 |
capaz de arrancar al diablo |
|
cotona, cabeza y cetro, |
|
ese hombre es el conde. Y pon |
|
en lo que dices más
tiento. |
|
|
|
BERENGUEL |
Ni dudo de su coraje, |
75 |
ni hay varón de más
esfuerzo, |
|
ni en las torres de Argelez |
|
nació mejor caballero. |
|
Pero el hombre al fin es
hombre, |
|
y so lo que hay aquí
dentro |
80 |
(Golpeándose en el pecho.)
|
está en poder de una
hermosa, |
|
ya no es suyo. |
|
|
|
BERENGUEL |
Temo
|
|
que la condesa le apoque, |
|
y que en llegando el momento |
|
del estrago, por salvarla, |
85 |
abra el muro al extranjero. |
|
Ya lo dije. |
|
|
ROGER |
Y si lo dicho
|
|
no recoges, te prevengo |
|
que a estocadas volverá |
|
(Poniendo la mano en el
puño de la espada.)
|
a tu garganta de perro. |
90 |
|
|
BERENGUEL |
Es poco hombre Peralada |
|
para Berenguel el viejo. |
|
No bastan manos de niño |
|
para tan curtidos cueros, |
|
y son dardos mis palabras |
95 |
que se meten carne adentro. |
|
|
|
ROGER |
En eso sí que verdad |
|
dijiste. |
|
|
BERENGUEL |
Pues ya lo creo.
|
|
En eso y en todo, y siempre |
|
sé lo que digo,
mancebo. |
100 |
En este castillo sobran |
|
mujeres: y me refiero |
|
a la condesa; y si acaso |
|
no te basta, darte puedo |
|
otro nombre: cierta Juana, |
105 |
esposa de un escudero, |
|
sin tacha como soldado; |
|
pero, como hombre, sin seso. |
|
|
|
ROGER |
Y por si no te bastase |
|
morder al conde, tu
dueño, |
110 |
y ultrajar a la condesa |
|
con tus malos pensamientos, |
|
¿babeas contra mi Juana |
|
lo que queda de veneno? |
|
Pues probemos si es tan duro |
115 |
como dices tu pellejo, |
|
que ya no te aguanto
más |
|
insolencias, ¡vive el
cielo! |
|
(Desnuda la espada.)
|
|
|
|
|
BERENGUEL |
Pues probemos. |
(Lo mismo.)
|
|
|
|
Escena
II
|
|
ROGER,
BERENGUEL, BEATRIZ y JUANA. Las dos últimas, por la
izquierda, primer término. JUANA hace un movimiento; la
CONDESA la contiene. Los
pajes se retiran después de dejar las luces sobre la
mesa.
|
ROGER |
¡La condesa! |
(Bajando su
acero.)
|
|
|
|
|
|
BEATRIZ |
¿Qué es eso?
|
|
¿Es que ya no hay
enemigos |
|
en los altos Pirineos, |
|
y armas que huelgan afuera |
125 |
distracción buscan
adentro? |
|
¿Es que al ver a los
franceses |
|
guardar tan poco respeto |
|
a esos muros señoriales |
|
queréis los dos no ser
menos? |
130 |
|
|
|
(BERENGUEL
envainando la espada; lo mismo, ROGER.)
|
BERENGUEL |
Perdóneme mi
señora; |
|
hice mal, y lo confieso. |
|
|
|
|
BERENGUEL |
Me llamó
|
|
el conde y aquí le
espero. |
|
|
|
BEATRIZ |
Salió a visitar los
fuertes, |
135 |
las atalayas y puestos |
|
avanzados, y no sé |
|
cuándo volverá. |
|
|
BERENGUEL |
Si es eso,
|
|
y licencia concedéis... |
|
(Como para retirarse.)
|
Hago falta hace ya tiempo |
140 |
en mi torreón. Cuando
cierre |
|
la noche vendré de
nuevo. |
|
|
|
|
BERENGUEL |
(Saludando para
salir.)
|
Señora...
|
|
|
|
ROGER |
(En voz baja.)
|
¿Cuándo podré
verte? |
|
|
BERENGUEL |
(Lo mismo.)
|
Luego.
|
|
(Vase BERENGUEL por el
fondo.)
|
|
|
Escena
III
|
|
BEATRIZ,
JUANA y ROGER. BEATRIZ se sienta junto a la mesa;
JUANA y ROGER, a su lado, en pie.
|
|
ROGER |
Ese hombre
|
145 |
infunde a todos sospechas. |
|
Si en el castillo no hay
brechas |
|
todavía, ¡por mi
nombre! |
|
que abrirlas al enemigo |
|
puede de noche un traidor, |
150 |
y que la brecha mejor |
|
para un muro es un postigo. |
|
|
|
BEATRIZ |
Berenguel fué siempre
leal. |
|
|
|
|
|
ROGER |
¿Quién
|
155 |
se libra de pensar mal? |
|
|
|
|
ROGER |
Alguna tengo,
|
|
y con ella brego y lucho. |
|
|
|
BEATRIZ |
Pues habla, que ya te escucho. |
|
|
|
ROGER |
Pues a la verdad me atengo. |
160 |
(Pausa. Se acerca con misterio a
la CONDESA.)
|
Anoche, para cumplir |
|
orden que el conde me
dió, |
|
ya muy tarde, bajé yo |
|
al subterráneo que
abrir, |
|
como encubierto camino, |
165 |
hizo el conde Bonifacio |
|
desde este antiguo Palacio |
|
hasta el collado vecino. |
|
Sabéis que rodeando
pasa |
|
del torreón viejo el
cimiento, |
170 |
que en él busca
fundamento |
|
con su enorme cueva rasa, |
|
y que de ella, bien o mal, |
|
le separan noche y día |
|
un muro de cantería |
175 |
y una verja de metal. |
|
Por la angostura avancé |
|
con la linterna tapada; |
|
llegué a la verja
cerrada, |
|
me detuve y escuché. |
180 |
Sombras, silencio medroso; |
|
húmedo y frío el
ambiente; |
|
y por encima el torrente |
|
que viene a llenar el foso. |
|
A pasar iba más lejos, |
185 |
cuando en la cueva de al lado, |
|
y por entre el enrejado, |
|
vi de una luz los reflejos. |
|
Me asaltan extrañas
dudas; |
|
me paro y miro al
través; |
190 |
son Berenguel y un
francés, |
|
los dos con cara de Judas. |
|
Escucho, pero no hay modo |
|
de entender su charla eterna; |
|
salen por una poterna... |
195 |
|
|
|
ROGER |
Lo sabe todo.
|
|
Por eso le llama aquí, |
|
y él por eso teme el
daño. |
|
|
|
|
|
JUANA |
(Mirando al
fondo.)
|
¡Don Jaime! |
|
|
ROGER |
(Lo mismo.)
|
Don Jaime, sí.
|
200 |
|
|
Escena
IV
|
|
BEATRIZ,
JUANA, ROGER y DON JAIME. Este aparece en la puerta
del fondo con algunos capitanes. Allí se detiene y habla con
ellos. Viene con loriga, guanteletes y casco, o como el actor crea
oportuno, dado que acaba de efectuar un
reconocimiento.
|
DON JAIME |
(En el fondo, como dando
órdenes.)
|
De asalto al menor asomo, |
|
la campana el aire hiera; |
|
de trecho en trecho, una
hoguera |
|
para derretir el plomo; |
|
las catapultas, armadas; |
205 |
los honderos, prevenidos; |
|
los hierros, enrojecidos, |
|
y las estopas, mojadas. |
|
Esta noche no hay reposo, |
|
que en el campo hay
movimiento, |
210 |
y que vengan al momento |
|
Lauria, Marquet y Barroso. |
|
|
|
|
(Los capitanes se retiran. DON JAIME avanza quitándose el
casco y los guanteletes.)
|
BEATRIZ |
¡Jaime!..., ¡mi
Jaime!... |
|
|
|
|
DON JAIME |
Por mí, nada;
|
|
por ti todo, prenda amada. |
215 |
(A ROGER, con afán.)
|
¿Hablaste? |
|
|
|
DON JAIME |
(Llevándole aparte, y en
voz baja.)
|
¿Y dará paso
seguro |
|
el francés? |
|
|
ROGER |
Buenas son ésas:
|
|
cien doblas aragonesas, |
|
mejor que el mejor conjuro, |
220 |
en el diablo hacen desmoche |
|
y le truecan en cordero. |
|
|
|
|
|
|
|
DON JAIME |
¡Gracias a Dios! Me has
quitado |
225 |
horrible peso de encima. |
|
Porque sé que se
aproxima |
|
el trance desesperado; |
|
que está Carlos
prevenido, |
|
que sus máquinas
apresta, |
230 |
que ya cruje la ballesta, |
|
que ya el arco está
tendido; |
|
y antes que luzca sus galas |
|
la aurora del nuevo
día, |
|
veremos con agonía, |
235 |
por cien flotantes escalas |
|
sujetas con garfios duros, |
|
cual del jabalí los
perros, |
|
los franceses de esos cerros |
|
colgándose a nuestros
muros. |
240 |
(En voz alta.)
|
Oye, Juana. |
|
|
|
|
JUANA |
Cumplo lo que he prometido |
|
por mi Dios y por mi honor. |
|
|
|
DON JAIME |
Para el rey pliegos le di, |
245 |
y paso pude lograrle. |
|
¿Tú quieres
acompañarle? |
|
|
|
JUANA |
(Sin poder dominar su
contento.)
|
¿Fuera del castillo? |
|
|
|
|
DON JAIME |
Pues bien, prepáralo
todo. |
250 |
Y tú le explicas... |
(Volviéndose a ROGER; éste hace una
señal de inteligencia.)
|
|
|
|
DON JAIME |
De que esta noche
salgáis. |
|
|
|
JUANA |
¡Pero dejaros!
Jamás |
|
(A BEATRIZ, con
cariño.)
|
podré yo salir sin vos. |
|
|
|
BEATRIZ |
Padre y madre, dijo Dios, |
255 |
por tu esposo dejarás. |
|
|
|
ROGER |
En la colina cercana |
|
(Como dando
prisa.)
|
está esperando el
francés. |
|
|
|
DON JAIME |
(A JUANA, separándola de
BEATRIZ.)
|
De eso hablaremos
después. |
|
|
|
|
|
|
(Vanse JUANA y
ROGER por la izquierda,
primer término.)
|
Escena
V
|
|
BEATRIZ y
DON JAIME.
|
DON JAIME |
Pálido está tu
semblante |
|
y tristes están tus
ojos. |
|
¿Tienes enojos? |
|
|
BEATRIZ |
¿Enojos
|
|
con esposo tan amante, |
|
con mi Jaime, con mi bien? |
265 |
Si contigo me enojara, |
|
¿para quién, Jaime,
guardara |
|
mi cariño? ¿Para
quién? |
|
|
|
DON JAIME |
Las angustias del asedio, |
|
sus martirios, sus rigores, |
270 |
pudieran darte temores, |
|
o al menos tristeza y tedio. |
|
|
|
BEATRIZ |
No, te equivocas; jamás |
|
tan dichosa me he sentido. |
|
El mismo Dios ha querido |
275 |
reunirnos, y tú
verás |
|
cómo este lazo es tan
fuerte |
|
que resiste, y no te asombres, |
|
a la maldad de los hombres |
|
y al estrago de la muerte. |
280 |
|
|
DON JAIME |
¡Ah pobre niña,
mecida |
|
en la cuna de mis brazos |
|
desde que en divinos lazos |
|
despertaste a nueva vida! |
|
¿Qué sabes tú
del deshecho |
285 |
furor de esta horrible
empresa, |
|
si siempre estuviste presa |
|
en la cárcel de mi
pecho? |
|
Si el mundo no conociste |
|
ni entre sus olas luchaste; |
290 |
si a mí tan sólo
adoraste |
|
y a ninguno aborreciste. |
|
Si yo forjé en mis
castillos, |
|
entre enamorado y terco, |
|
de mis manos con el cerco, |
295 |
tus esposas y tus grillos. |
|
Si jamás llegó el
dolor |
|
en tu blanco seno a herir; |
|
si a nadie viste morir |
|
más que a tu Jaime de
amor. |
300 |
¡Qué sabes tú
del delirio |
|
que infunde al hombre la
guerra, |
|
si no sentiste en la tierra |
|
más martirio que el
martirio |
|
que impuso a tu blanca tez |
305 |
algún beso enamorado |
|
en el camarín dorado |
|
de mi torre de Argelez! |
|
|
|
BEATRIZ |
Ese recuerdo tenaz |
|
de aquellos tiempos ¡me
mata! |
310 |
|
|
DON JAIME |
Sí, Beatriz, bien se
retrata |
|
el dolor sobre tu faz. |
|
Ahora la muerte doquiera; |
|
muy pronto el asalto fiero... |
|
Oye, Beatriz, yo no quiero... |
315 |
|
|
BEATRIZ |
Yo sí, ¿qué
importa que muera? |
|
Con tal que yo muera
aquí, |
|
(Dice esto aproximándose a
DON JAIME,
aferrándose a él, cual si temiese que los separasen,
y mirando con recelo alrededor.)
|
a tu lado, como honrada; |
|
con tal que no venga nada |
|
a separarme de ti; |
320 |
con tal que del alma el foco, |
|
en que eterna esencia hierve, |
|
puro hasta el fin se conserve, |
|
¡lo demás importa
poco! |
|
La muerte es sueño
profundo |
325 |
que sólo espanta al
cobarde; |
|
la verdad viene más
tarde |
|
con la vista de otro mundo. |
|
Me basta, Jaime, con verte, |
|
pero verte sin espanto, |
330 |
y siempre amándome
tanto |
|
en el seno de la muerte. |
|
(Se abraza aún más a
él y oculta el rostro.)
|
|
|
DON JAIME |
Y yo, conde de Argelez, |
|
el más noble de esta
tierra, |
|
el espanto de la guerra |
335 |
contra el moro de Jerez, |
|
por lograr tu
salvación, |
|
y sacarte de esta villa, |
|
diera al árabe Castilla |
|
y al francés el
Aragón. |
340 |
|
|
BEATRIZ |
Es fantástica quimera |
|
y es tristísimo
desbarro |
|
en un ídolo de barro |
|
poner la existencia entera. |
|
No, Jaime, no; tu deber |
345 |
y tu honor conserva ilesos; |
|
esos tus ídolos, esos |
|
que siempre son, deben ser. |
|
|
|
DON JAIME |
Tu nobleza al contemplar, |
|
tu hermoso acento al
oír, |
350 |
más te amara, a no
sentir |
|
que más no te puedo
amar. |
|
Por fortuna la honra
mía |
|
y tu amor no se preparan |
|
a luchar, que si lucharan |
355 |
yo sé bien cuál
vencería. |
|
Muy al contrario, a mi ver, |
|
en este trance de horror, |
|
sólo salvando mi amor |
|
puedo cumplir mi deber. |
360 |
|
|
|
DON JAIME |
Pues oye,
|
|
Beatriz y no me interrumpas. |
|
En lamentos no prorrumpas |
|
cuando mi mano se apoye |
|
en tu mano de este modo, |
365 |
(Se acerca a ella, le coge una
mano, la mira fijamente y la atrae a sí.)
|
y en tus ojos busque tu alma |
|
y te pida fuerza y calma |
|
para decírtelo todo. |
|
(Pequeña pausa.)
|
Que mi castillo es muy viejo, |
|
que el sitiador
entrará, |
370 |
que quien no ceje caerá |
|
y que yo Beatriz, no cejo. |
|
Sin recursos no es de ley, |
|
ni yo puedo resistir; |
|
pero yo puedo morir |
375 |
por Aragón y su rey. |
|
|
|
BEATRIZ |
Ya lo sé. Ya lo he
pensado, |
|
que esa gente es fiera y
terca; |
|
por eso quiero estar cerca, |
|
para morir a tu lado. |
380 |
|
|
DON JAIME |
Mira que lo he de evitar. |
|
|
|
BEATRIZ |
Pues mira cómo ha de
ser. |
|
|
|
DON JAIME |
Estando al amanecer |
|
mi esposa en el
castañar |
|
que por la parte de Oriente |
385 |
termina ese bosque
umbrío; |
|
pasando después el
río, |
|
y escoltada por mi gente, |
|
que es de confianza y de prez, |
|
en todo el camino viejo, |
390 |
del sol al postrer reflejo |
|
llegando al fin a Argelez. |
|
|
|
|
DON JAIME |
No; por mi hermano
|
|
Manfredo allí
protegida, |
|
aguardas de esta embestida |
395 |
el desenlace cercano. |
|
Responde, Beatriz:
¿irás? |
|
|
|
BEATRIZ |
No. ¿Separarme de ti, |
|
y mientras mueres aquí |
|
yo con Manfredo? Jamás. |
400 |
|
|
DON JAIME |
Pues todo está
preparado, |
|
y con Roger y con Juana |
|
has de partir. |
|
|
BEATRIZ |
Lucha vana.
|
|
No hay poder en lo creado, |
|
mal a mal o bien a bien, |
405 |
que me obligue a abandonarte. |
|
|
|
DON JAIME |
Es que yo quiero salvarte. |
|
|
|
BEATRIZ |
(Para
sí.)
|
Salvarme quiero
también. |
|
|
|
|
|
|
Escena
VII
|
|
BEATRIZ y
DON JAIME. MANFREDO, por el fondo.
|
|
|
MANFREDO |
(Aparte.)
|
Ella y él juntos
están. |
|
|
|
|
|
DON JAIME |
(Reconociéndolo.)
|
¡Manfredo!
|
|
|
BEATRIZ |
(Con horror.)
|
¡Manfredo!
|
420 |
|
|
|
(DON JAIME va a su
hermano con afán y le abraza con
cariño.)
|
|
MANFREDO |
Porque el rey
|
|
pliegos me dió para ti, |
|
(Saca unos pliegos y se los
entrega.)
|
y porque supe que aquí |
|
se luchaba, y es de ley, |
|
mientras se conserve entera, |
425 |
que no esté ociosa la
espada |
|
contra esa infame cruzada |
|
que cruzó nuestra
frontera. |
|
|
|
DON JAIME |
Pero di, ¿cómo
pudiste |
|
pasar el campo francés? |
430 |
|
|
MANFREDO |
Mi lema sabes cuál es: |
|
«Querer y basta.» |
|
|
|
MANFREDO |
Y quise y pasé. Y es |
|
cosa averiguada que ya |
|
nadie me separará |
435 |
de mi hermano y de su esposa. |
|
|
|
DON JAIME |
Pues ya tardas, y es desliz, |
|
en darle brazos de hermano. |
|
(Señalando a su
esposa.)
|
A mí primero, esto es
llano, |
|
pero después, a
Beatriz. |
440 |
|
|
MANFREDO |
(Acercándose a BEATRIZ.)
|
Los estragos de la guerra |
|
empañar no
consiguieron, |
|
cuando al espacio subieron |
|
en vapores de la tierra |
|
en una y otra jornada |
445 |
del asedio de la villa, |
|
ni el carmín de esa
mejilla |
|
ni el fulgor de esa mirada. |
|
Pálido pensé
encontrar |
|
ese divino semblante, |
450 |
¡pero no hay sombra
bastante |
|
para tanto luminar! |
|
|
|
BEATRIZ |
Velaba Jaime por mí, |
|
y por mí velaba Dios. |
|
|
|
MANFREDO |
Pues ahora seremos dos |
455 |
y Dios a velar por ti. |
|
|
|
DON JAIME |
Tarde es ya; la ruina llega |
|
y el muro ya no protege, |
|
y es forzoso que se aleje |
|
de este castillo, y se niega. |
460 |
|
|
MANFREDO |
¡Salir del castillo! |
(Con sorpresa y enojo mal
contenidos.)
|
|
|
DON JAIME |
Escudo
|
|
que se rompe se abandona. |
|
Torre que se desmorona |
|
no aprovecha. |
|
|
MANFREDO |
(A BEATRIZ, con
afán.)
|
¿Y tú?
|
|
|
BEATRIZ |
Yo dudo.
|
|
(Con intención y
mirándole fijamente.)
|
|
|
DON JAIME |
¿Qué dices, que el
corazón |
465 |
se me ensancha al escucharlo? |
|
|
|
BEATRIZ |
Digo, después de
pensarlo, |
|
que quizás tengas
razón. |
|
Aquí tu cuidado
absorbo, |
|
amortiguo tu pujanza, |
470 |
soy estorbo a tu venganza, |
|
y a tu gloria soy estorbo. |
|
Todo el tiempo que a mis pies |
|
con caricias te aseguro, |
|
haces falta sobre el muro |
475 |
cerrando el paso al
francés. |
|
Tienes que pensar en dos |
|
en tanto que yo esté
aquí, |
|
pues no pienses más que en
ti |
|
y en tu patria, Jaime...
¡Adiós! |
480 |
|
|
DON JAIME |
¡Beatriz, alma de mi
vida!... |
|
(Atrayéndola hacia
sí; ella huye la mirada de su esposo.)
|
¡Que tu faz a mí se
incline! |
|
|
|
MANFREDO |
(Aparte.)
|
¡Entonces para qué
vine! |
|
|
|
|
DON JAIME |
Prevenida.
|
|
Roger... Juana... |
(Acercándose a la primera
puerta de la izquierda y llamando.)
|
|
|
Escena
VIII
|
|
DON JAIME,
BEATRIZ, MANFREDO, JUANA y ROGER. Los dos últimos, por la
izquierda, primer término.
|
ROGER |
Todo está
|
485 |
esperando a la condesa. |
|
El crepúsculo
acabó, |
|
la noche viene muy negra, |
|
el campamento en reposo, |
|
a la escucha el centinela. |
490 |
Tan sólo se oye a lo
lejos, |
|
cual bramido de una fiera, |
|
el del torrente que baja |
|
desde la vecina sierra, |
|
engrosado por las nieves |
495 |
e irritado por las
peñas. |
|
|
|
|
ROGER |
Apareció
|
|
en la atalaya que cierra |
|
la boca del
subterráneo. |
|
|
|
|
|
DON JAIME |
Pues esperadme un instante, |
|
sólo un instante, a que
lea |
|
estos pliegos y a que traiga |
|
otros que al rey interesan, |
|
y que has de llevar tú
mismo, |
505 |
(A ROGER.)
|
a Gerona o a Figueras, |
|
o donde don Pedro se halle |
|
y le alcance tu presteza. |
|
Volveré... Beatriz...,
hermano... |
|
(Despidiéndose.)
|
Entra luego, que una idea |
510 |
(A MANFREDO.)
|
tengo y quiero consultarte. |
|
|
|
MANFREDO |
Entraré, Jaime, no
temas. |
|
|
|
|
(Vase DON JAIME
por la izquierda, segundo término.)
|
Escena
IX
|
|
BEATRIZ,
MANFREDO, JUANA y ROGER.
|
BEATRIZ |
(Habla afectando cierta
alegría y procurando dominar su
emoción.)
|
Al fin vamos a escapar |
|
de este infierno. Aquí se
quedan |
|
los hombres para la lucha. |
515 |
Manfredo, no te lo ruega |
|
mi labio, porque es
inútil. |
|
¡Por mi Jaime! ¡Por
él vela! |
|
¡Es mi vida! |
|
|
MANFREDO |
Si es tu vida,
|
|
por él daré mi
existencia, |
520 |
que vida que a ti te importa |
|
bien vale la que me pesa. |
|
|
|
BEATRIZ |
(Separando la vista de
MANFREDO.)
|
Aun cuando no me importase, |
|
es tu hermano. |
|
|
MANFREDO |
Mala cuenta,
|
|
que a veces en esta lucha |
525 |
de las pasiones revueltas, |
|
se vierte la sangre propia |
|
mejor que la sangre ajena. |
|
|
|
BEATRIZ |
Pues yo sé bien que por
él... |
|
|
|
MANFREDO |
Por él y «por
ti». |
(Bajando la voz y acercándose. JUANA y ROGER hablan en el
fondo.)
|
¿Tan negra
|
530 |
es mi suerte que te ofende |
|
de mi cariño esta
prueba? |
|
|
|
BEATRIZ |
(Mirando con recelo a JUANA y a ROGER.)
|
Más bajo, por Dios,
más bajo. |
|
|
|
MANFREDO |
¿Pues qué sentido le
presta |
|
a tal palabra
«cariño» |
535 |
tu razón y tu
conciencia, |
|
que tanto temes que se oiga? |
|
(Acercándose con
apasionamiento.)
|
Mi cariño, ¿a
qué te suena |
|
que quieres que sólo a
ti |
|
llegue y en ti sólo
muera? |
540 |
|
|
BEATRIZ |
(Turbada.)
|
¿Yo temer? ¿Y por
qué causa? |
|
Ha sido no sé qué
idea... |
|
De tanto fragor de muerte, |
|
de tanto grito de guerra, |
|
cuajados están los
aires, |
545 |
manchadas están las
piedras, |
|
y los más dulces
acentos, |
|
y las palabras más
tiernas, |
|
contra esos ásperos
muros, |
|
y en esta atmósfera
densa, |
550 |
toman algo de siniestro |
|
y en algo infame se truecan. |
|
Manfredo, verdad dijiste: |
|
¡Yo la torpe! ¡Yo la
necia! |
|
Manfredo, verdad dijiste: |
555 |
¡vela por tu hermano,
vela! |
|
¡Que es mi esposo, que es tu
sangre! |
|
¡Yo lo pido!... ¡Dios
lo ordena! |
|
(Oculta el rostro entre las manos
y llora.)
|
|
|
JUANA |
(Acercándose y procurando
consolarla.)
|
No lloréis. |
|
|
BEATRIZ |
¡Ay Juana mía!,
|
|
tú estás libre de
esta prueba; |
560 |
tu Roger contigo parte, |
|
aquí mi Jaime se queda. |
|
|
|
MANFREDO |
(En voz baja y separándola
de JUANA.)
|
Si tanto te ama, ¿por
qué |
|
no te sigue? Yo muriera |
|
por él dentro de estos
muros |
565 |
sin proferir una queja, |
|
si esto te agradase. Y, mira, |
|
la misma sangre corriera, |
|
ya muriendo el de Argelez, |
|
ya Manfredo el de Provenza. |
570 |
Y aunque su mano es muy
fuerte, |
|
no es más fuerte que mi
diestra. |
|
Y el que rodase hasta el foso, |
|
o ensangrentase la almena, |
|
bajo el golpe formidable |
575 |
de mi doble hacha de guerra, |
|
entre el uno y otro hermano |
|
no es fácil que
distinguiera; |
|
que no hiere más
profundo |
|
que yo, ni con más
presteza. |
580 |
|
|
BEATRIZ |
Si fuera capaz mi Jaime |
|
de aceptar tan vil oferta |
|
y de manchar por mi amor |
|
el nombre ilustre que lleva, |
|
entonces, Manfredo...,
entonces... |
585 |
|
|
MANFREDO |
(Con
energía.)
|
Es que amaría de veras: |
|
que así saben los
«bastardos» |
|
(Golpeándose el
pecho.)
|
amar; aunque nunca llegan |
|
ni a señores de
Argelez, |
|
ni a dueños de tal
belleza. |
590 |
(Señalándola con
pasión.)
|
|
|
BEATRIZ |
(Turbada y
temerosa.)
|
¿Por qué me miras
así? |
|
|
|
MANFREDO |
Perdón: mi señor me
espera. |
|
(Vase por la misma puerta que
DON
JAIME.)
|
|
|
Escena
X
|
|
BEATRIZ,
ROGER y JUANA. BEATRIZ, separada de los otros, que
forman un grupo.
|
ROGER |
(A JUANA.)
|
Siniestro el bastardo va |
|
y ella espantada se queda. |
|
Algo dijo él por lo
bajo |
595 |
que en voz alta no dijera. |
|
|
|
JUANA |
¿«Siniestro»
dices? Quizá |
|
como todo hombre de guerra |
|
que acorralado se ve |
|
y apareja la defensa. |
600 |
¿«Espantada» mi
señora? |
|
Juzga cómo yo estuviera |
|
si al abandonar la torre |
|
mi Roger quedase en ella. |
|
|
|
ROGER |
No es eso. Si es que el
bastardo, |
605 |
más que por la
descendencia, |
|
es bastardo por el alma |
|
que dentro del cuerpo lleva. |
|
|
|
|
|
JUANA |
Roger, ese odio me inquieta, |
610 |
que temo que alguna vez, |
|
por no refrenar tu lengua, |
|
de Manfredo los enojos |
|
al fin contra ti se vuelvan. |
|
Eres humilde escudero |
615 |
y él es noble. |
|
|
ROGER |
Sólo a medias;
|
|
y es preferible tener |
|
toda la sangre plebeya, |
|
pero honrada, a dividirla |
|
en dos mitades opuestas: |
620 |
una limpia, otra manchada, |
|
y ambas por las mismas venas, |
|
que basta muy poco cieno |
|
para enturbiar una alberca. |
|
|
|
JUANA |
Habla más bajo, que
puede |
625 |
escucharnos la condesa. |
|
|
|
|
(Siguen hablando.)
|
BEATRIZ |
«Pensamiento», que me
abrasas; |
|
«corazón», que
te rebelas; |
|
«voluntad», que
desfalleces; |
|
«alma» que no
estás entera, |
630 |
¿qué fuisteis que ya
no sois? |
|
¿Qué sois, que me da
vergüenza |
|
tan sólo el imaginar |
|
que tan sólo allá en
la idea, |
|
y sólo por un momento, |
635 |
y del sueño entre las
nieblas, |
|
y por mi parte sin culpa, |
|
hayáis sido por
sorpresa |
|
lo que si yo sospechase |
|
que pudierais ser de veras, |
640 |
a todos cuatro os llevara |
|
a la muerte con mi afrenta, |
|
arrojándome en el foso |
|
por el hueco de una almena? |
|
¡A todos cuatro conmigo |
645 |
y con mi cuerpo que os lleva! |
|
A «ti», por ser tan
impuro; |
|
(Oprimiéndose la frente,
habla con su pensamiento.)
|
«a ti», por tu ruin
ralea; |
|
(Oprimiéndose el pecho, se
refiere al corazón.)
|
«a ti», voluntad, por
débil; |
|
«alma», a ti, porque
eres media, |
650 |
y si la otra está en el
cieno, |
|
en el cieno estés
entera. |
|
Juana, partamos al punto; |
|
Roger, tu brazo me presta, |
|
que aquí se me acaba el
aire, |
655 |
que aquí se me hunde la
tierra, |
|
que ya me falta hasta el cielo |
|
bajo esta bóveda negra. |
|
|
|
|
|
|
|
Escena
XI
|
|
BEATRIZ,
JUANA, ROGER, DON JAIME y MANFREDO. Los dos últimos, por
la izquierda, segundo término; DON JAIME trae un pergamino que
entrega a ROGER.
|
DON JAIME |
Para don Pedro. Y apura |
|
tanto, que así que
lleguéis |
|
al castillo y que
dejéis |
|
a la condesa segura, |
|
a llevarlo has de salir. |
665 |
(Señalando el pergamino.)
|
Y tú, que veles por
ella. |
|
(A JUANA.)
|
Y tú, mi Beatriz, mi
estrella, |
|
(Separándola de los
demás y hablándole a ella sola.)
|
cielo de mi porvenir, |
|
si es posible adivinar |
|
en un rostro el pensamiento, |
670 |
adivina lo que siento, |
|
porque no lo sé
expresar. |
|
Sólo sé que ha rato
lucho |
|
con una lágrima osada |
|
bajo el párpado
encerrada, |
675 |
y si no la oprimo mucho |
|
para que bien la sujete, |
|
no es difícil que
consiga, |
|
o rodar por la loriga |
|
o manchar el coselete. |
680 |
Y ya ves que en un guerrero |
|
tal flaqueza indigna fuera: |
|
mi mismo hermano dijera |
|
que este arnés de fino
acero |
|
no forjó con tanto
afán, |
685 |
ni a costa de fuego tanto, |
|
para mandarlo de llanto |
|
el armero de Milán. |
|
Conque sal pronto de
aquí. |
|
|
|
|
(Rechazándola dulcemente. MANFREDO, aparte, los contempla con
enojo. JUANA y
ROGER, algo en segundo
término.)
|
|
DON JAIME |
Mi Beatriz, mi fe,
|
690 |
no olvides lo que te
amé |
|
cuando estés lejos de
mí. |
|
|
|
BEATRIZ |
Si nos separa a los dos |
|
la muerte, aún queda otra
vida. |
|
|
|
DON JAIME |
¡Adiós, mi esposa
querida! |
695 |
¡Adiós!... No digas
«¡adiós!» |
|
(Conteniéndola y
separándose de ella.)
|
Dame los brazos, Manfredo. |
|
(Acercándose a su hermano, abrazándole y en
voz baja. BEATRIZ los mira
con extrañeza.)
|
Es quizá la última
vez. |
|
Cuando llegues a Argelez |
|
desciende, pues yo no puedo, |
700 |
a la cripta sepulcral |
|
en que mi padre reposa; |
|
besa su fúnebre losa |
|
y di a su sombra inmortal |
|
que he muerto en este
torreón |
705 |
en que él vió la luz
primera, |
|
abrazado a la bandera |
|
de don Pedro de Aragón. |
|
|
|
MANFREDO |
¿Pero la puerta de
bronce |
|
de la cripta? |
|
|
|
BEATRIZ |
(Aparte, con
terror.)
|
¡Qué están
diciendo! ¿Será...? |
|
|
|
|
|
|
(Suena la campana de la torre.)
|
|
|
(MANFREDO se
acerca a BEATRIZ.
DON JAIME se separa hacia
la derecha.)
|
BEATRIZ |
(A MANFREDO.)
|
¿Y vas a venir? |
|
|
MANFREDO |
Él mismo
|
|
me lo ha rogado allá
dentro. |
|
|
|
BEATRIZ |
(Aparte.)
|
¡De modo que siempre
encuentro |
715 |
en mi camino el abismo! |
|
(Pausa. MANFREDO
procura llevarse a BEATRIZ; ésta se resiste; lucha
consigo algunos instantes; al fin se precipita hacia su esposo y le
abraza.)
|
¡Jaime!... ¡No quiero
partir! |
|
|
|
|
|
DON JAIME |
¿Qué
hacéis,
|
|
Manfredo, Roger? ¿No
veis |
|
que no puedo resistir? |
720 |
|
|
|
(MANFREDO y
ROGER se
acercan.)
|
BEATRIZ |
Si tus enojos provoco, |
|
recházame de tu pecho, |
|
pero en ellos no hay derecho. |
|
|
|
DON JAIME |
¡Si yo no puedo tampoco! |
|
Puede el hombre en su
pasión |
725 |
el corazón traspasarse, |
|
pero no puede arrancarse |
|
(Contemplándola
amorosamente.)
|
a sí mismo el
corazón. |
|
¿Por qué no
venís, por qué? |
|
|
|
BEATRIZ |
¡Nadie romperá estos
lazos! |
730 |
|
|
DON JAIME |
¡Arrancadla de mis
brazos, |
|
que no la defenderé! |
|
|
|
|
(MANFREDO la
separa, llevándola hacia la izquierda, donde esperan
JUANA y ROGER.)
|
BEATRIZ |
¡No quiero! |
(En voz baja.)
|
¡Me das horror!
|
|
|
|
MANFREDO |
¡Horror! ¡Ni siquiera
pena! |
|
¡Yo cumplo lo que él
me ordena! |
735 |
|
|
|
|
BEATRIZ |
¡Suelta! |
(JUANA se
aproxima, y entre ella y MANFREDO se la llevan hasta la
izquierda, primer término. En la puerta aguarda ya
ROGER. DON JAIME, en el extremo
derecha.)
|
¡Jaime!
|
|
|
|
BEATRIZ |
¡Que no ha de ser!
|
|
¡Jaime! |
(Tendiéndole los brazos.)
|
|
|
DON JAIME |
¡No la quiero ver!
|
|
(Después de un movimiento
como para ir a buscarla, vuelve la cabeza.)
|
|
|
|
|
(En este momento, y al dar el último grito
BEATRIZ, salen ella,
JUANA, MANFREDO y ROGER por la izquierda, primer
término.)
|
DON JAIME |
¡No la quiero
oír!
|
740 |
(Tapándose los
oídos. Cae desplomado en un sillón, a la derecha.)
|
|
|
Escena
XII
|
|
DON JAIME.
BERENGUEL, después,
por el fondo.
|
BERENGUEL |
(Acercándose a DON JAIME, que permanece anonadado,
con la cabeza entre las manos y sin notar la presencia del
almogávar.)
|
¿Eso es dormir o
llorar? |
|
Si duerme, muy mal la torre |
|
vigila, y peligro corre |
|
de ir al foso a despertar. |
|
Y si llora, ¡por mi
tierra |
745 |
y mi santo!, que el remedio |
|
no es muy propio de un asedio, |
|
ni gran máquina de
guerra. |
|
A su edad, ¡qué ha de
servir, |
|
(Mirándole
desdeñosamente.)
|
aunque se llame Argelez! |
750 |
Para enamorar, tal vez; |
|
pero no para reñir. |
|
Para esta marcial
función |
|
es preciso ¡haber
vivido!..., |
|
y tener ya muy curtido |
755 |
el cutis y el corazón. |
|
Tiempo es ya de concluir. |
|
Aquí estoy. |
(En voz alta.)
|
|
|
DON JAIME |
(Levantándose con
ímpetu.)
|
¿Y quién es
él?
|
|
|
|
|
|
BERENGUEL |
Me habéis mandado
venir; |
760 |
pero si acaso importuno... |
|
|
|
|
|
DON JAIME |
Ya para mí no hay
descanso |
|
ni más pensamiento que
uno. |
|
|
|
BERENGUEL |
Entonces aquí me quedo. |
765 |
|
|
DON JAIME |
Mírame de cerca y fijo, |
|
y di la verdad. La exijo. |
|
Al mirarme, ¿sientes
miedo? |
|
|
|
|
(Pausa. DON JAIME
le mira fijamente. BERENGUEL se sonríe con
desdén.)
|
BERENGUEL |
Allá en mis años,
señor, |
|
con otro «don Jaime»
andaba, |
770 |
con otro que se llamaba |
|
«don Jaime el
Conquistador». |
|
Me miró más de una
vez, |
|
y nunca miedo sentí. |
|
(Dice esto con cierta insolencia.)
|
|
|
DON JAIME |
¿Pero ahora lo sientes,
di, |
775 |
al mirar al de Argelez? |
|
A esto responde, o al potro |
|
tu lengua y tu cuerpo doy. |
|
Y en cuanto a ti si fuí y si
soy, |
|
soy tan bueno como el
«otro». |
780 |
|
|
BERENGUEL |
Y vos, ¿qué
pensáis de quien |
|
os mira de modo tal? |
|
|
|
DON JAIME |
Que te han juzgado muy mal; |
|
(Después de mirarle un
momento.)
|
o que tú finges muy
bien. |
|
|
|
|
DON JAIME |
Corre el rumor,
|
785 |
rumor que llegó a mi
oído, |
|
que al francés estás
vendido. |
|
|
|
|
|
BERENGUEL |
Y tiene algún
fundamento |
|
lo que dicen. |
|
|
DON JAIME |
(Con voz
amenazadora.)
|
¡Berenguel!
|
790 |
¿Con el francés? |
|
|
|
|
BERENGUEL |
¡Cabal! Yo nunca
miento.
|
|
Con el extranjero trato, |
|
(Dice todo esto con aire de
triunfo y como gozándose de la sorpresa de su
dueño.)
|
aunque no por mi ganancia. |
|
Con el mismo rey de Francia |
795 |
hablé claro y largo
rato. |
|
Y en la enorme cueva vieja, |
|
cual fantasmas con arneses, |
|
un buen golpe de franceses |
|
ya sus armas apareja. |
800 |
(Riendo.)
|
|
|
DON JAIME |
(Echándole mano con
ímpetu.)
|
¡Traidor! |
|
|
BERENGUEL |
Sí, traidor se llama,
|
|
al pronto, al que os ha
traído |
|
a Felipe el atrevido, |
|
con su famosa oriflama, |
|
al centro del gran
torreón, |
805 |
clave de la fortaleza; |
|
mas si por traidor empieza, |
|
es por su cuenta y
razón. |
|
|
|
DON JAIME |
(Sin poder casi dominar su
impaciencia.)
|
¿Cuál es? |
|
|
BERENGUEL |
Así les arguyo.
|
|
(Con malicia y refiriéndose
a los franceses.)
|
«Una señal. El
asalto. |
810 |
¡Arriba entonces! Yo
falto, |
|
y, claro, el torreón es
suyo.» |
|
(Ríe de nuevo por el chasco
que les prepara.)
|
|
|
DON JAIME |
Jugando estás con la
muerte, |
|
y jugada va tu vida: |
|
ten la espada prevenida |
815 |
porque voy a echar la suerte. |
|
|
|
BERENGUEL |
Echada está y no me
aterra. |
|
|
|
DON JAIME |
¡Pero con traición y
dolo! |
|
|
|
BERENGUEL |
Como queráis; yo sé
sólo |
|
que son artes de la guerra. |
820 |
|
|
DON JAIME |
En un infierno has metido |
|
mi pensamiento anhelante; |
|
aún no comprendo
bastante, |
|
pero ten por entendido |
|
que yo no mancho mi honor |
825 |
con empresas traicioneras, |
|
y que de todas maneras |
|
vas a resultar traidor. |
|
|
|
BERENGUEL |
(Ya algo desconcertado ante el
enojo de DON
JAIME.)
|
Pues o traidor o leal, |
|
ya en la empresa me
metí, |
830 |
que estando en guerra
creí |
|
que no os pareciese mal. |
|
Pero tal como ella es, |
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si vos no la rematáis, |
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la fortaleza entregáis |
835 |
cual un traidor al
francés. |
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DON JAIME |
(Con suprema
angustia.)
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¿Puedo impedirlo? |
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BERENGUEL |
(Le mira y se ríe con risa
entre estúpida, maliciosa y feroz.)
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Es corriente.
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(Acercándose a él y
con voz de triunfo y de misterio.)
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En el hueco cavernoso |
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se mete «el agua» del
foso |
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y también «la»
del torrente. |
840 |
(DON JAIME da un
grito de terror y retrocede. BERENGUEL le sigue explicando su
plan.)
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«Una» les corta la
entrada; |
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«otra» corta la
salida. |
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¡La gente queda cogida, |
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y es ya nuestra la jornada! |
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Lo mejor de aquella grey: |
845 |
seis varones esforzados, |
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más de quinientos
soldados, |
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y tal vez el mismo rey. |
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DON JAIME |
Pero, ¡mal rayo te parta |
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y partido te confunda!, |
850 |
ese torrente que inunda |
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y de su cauce se aparta, |
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¿adónde va,
Berenguel? |
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DON JAIME |
(Cogiéndole por un brazo y
sacudiéndolo, furioso.)
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¿Cuál? |
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BERENGUEL |
El subterráneo viejo.
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855 |
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DON JAIME |
(Con voz
terrible.)
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¡La condesa va por
él! |
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BERENGUEL |
¡Ella!... Lo siento... y me
pesa. |
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DON JAIME |
Tu infame traición lo
quiso. |
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BERENGUEL |
(Rehaciéndose con
fiereza.)
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Pues elegir es preciso |
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entre el rey y la condesa. |
860 |
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BERENGUEL |
Que empiezo a dudar infiero. |
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(Con desconfianza.)
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DON JAIME |
Lo primero es lo primero. |
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BERENGUEL |
(Disponiéndose a
salir.)
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¡Me encontraréis
frente a frente! |
865 |
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DON JAIME |
(Poniéndose
delante.)
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Siempre así me
encontrarás. |
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DON JAIME |
(Con voz
terrible.)
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¿Para qué? |
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DON JAIME |
Pues que tanto lo desea, |
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al fin logra desatarlo; |
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(Desnudando la espada.)
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pero el torrente soy yo. |
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BERENGUEL |
(Lo mismo.)
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El traidor debéis
decir. |
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(Quiere pasar y DON
JAIME le cierra el paso.)
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¡Paso! |
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(Riñen con furia y en silencio.)
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(Cae BERENGUEL
muerto. DON JAIME queda en
pie contemplándolo.)
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