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Pasajes de los «Apuntes inéditos del curso de Literatura de José Enrique Rodó», impartido en la Universidad de Montevideo, tomados por Hipólito M. Barbagelata hacia 1898 o 1899, folios 102-119, 140-145, 252-253, 289-308 y 329-333. La ortografía ha sido modernizada y se han corregido algunos errores, como nombres incorrectamente citados (o mal escuchados por el «copista»). El lector curioso tiene que saber que en los Apuntes de historia literaria, de Alfredo Vázquez Varela, que se comentaran ampliamente en este volumen, casi no hay diferencias con los textos referidos a Dante (págs. 313-325), Garcilaso de la Vega (págs. 33-37), Baudelaire (464-466) y son menores las que existen con las literaturas hispanoamericana y uruguaya (págs. 140-170) y norteamericana (págs. 535-543). En cambio, difiere completamente el texto sobre León Tolstoi. Ese día, seguramente, Vázquez Varela o su informante faltó a clase.

Hay, con todo, en los pasajes coincidentes varias y notables distancias: una organización diferente de los materiales en el transcurso de la exposición; un mayor esmero en la sintaxis en el caso del libro pirata; el agregado de algunas notas, comentarios e incluso de capitulillos. En el caso del panorama sobre literatura uruguaya, aparte de los tratados en los Apuntes inéditos, el libro comenta la obra de Carlos Reyles, del apaleado y ofendido Víctor Pérez Petit, del propio Rodó, Carlos Roslo (sic), Julio Herrera y Reissig, Armando Vasseur, Javier de Viana, Benjamín Fernández y Medina, Samuel Blixen, Eduardo Ferreira, los hermanos Carlos y Daniel Martínez Vigil, Alberto Nin Frías, Carlos Vaz Ferreira, Ángel Floro Costa, Emilio Frugoni, Guzmán Papini y Zas, Roberto de las Carreras y una lista de otros dieciséis autores que apenas se reseñan en dos líneas.

 

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Continúa, por este orden, con la mera descripción de los cantos I (Infierno), C (Paraíso) y XXIII (Infierno). La pulcritud de las notas parece delatar que fueron elaboradas por el propio Barbagelata, sobre todo porque no existe la menor opinión, el menor juicio, ni siquiera los acostumbrados adjetivos elogiosos que distribuía el profesor Rodó.

 

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Se respeta estrictamente la disposición establecida por Hipólito M. Barbagelata, incluyendo las alteraciones en el orden numérico y la ausencia de notas dedicadas a Shakespeare, no obstante indicado entre los autores del curso.