(Abriendo el
pliego.) |
Veamos de qué
se trata. | |
De alguna disposición | |
testamentaria...
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(Lee para sí rápidamente.) |
¿No
digo? | |
Ya se sabe; es de rigor. | |
Los nombramientos me
manda | 215 |
extender sin dilación | |
de aquellas secretarías
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que vacaban. Uno, dos... | |
Cinco son los agraciados
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y cinco las plazas son. | 220 |
¡El pobre Castro!... En su apoyo
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alcé sin fruto la voz. | |
(Recorriendo
la lista.) |
¡Pues! Todos son paniaguados... | |
¿Qué dice en este renglón?
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—151→
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(Lee.) |
«Quinto. El primo de Violante.» | 225 |
No fue vano
mi temor. | |
(Vuelve a leer.) |
«El
del memorial doblado | |
por el pico.» Ya, ya estoy... | |
Mas ¿cómo se llama ese hombre?, | |
que a esta hora
no lo sé yo. | 230 |
Y el Marqués, por lo que veo,
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también lo ignora. ¡Por Dios, | |
que estamos
medrados! ¿Quién | |
me dará ahora razón.
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de su nombre? ¡Tanto pueden | 235 |
la intriguilla y el favor,
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que logra un quídam anónimo | |
lo que
un buen patricio no! | |
¿Quién me alumbra en este
caos? | |
¡Por vida del gran Mogol!... | 240 |
Que Violante tiene
un primo | |
y es el que anoche me habló, | |
es
evidente, y también | |
que la Violante en cuestión
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es dama de Su Excelencia. | 245 |
Tantas razones en pro...
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¡Pero el nombre...! Poco a poco. | |
Si en lugar de
ese bribón | |
yo empleara al pobre Castro | |
que ha
días lo mereció... | 250 |
La instancia recomendada
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¿no es de Castro? Sí, señor. | |
Luego
si a Castro coloco | |
obediente al jefe soy | |
Mas lo de
primo y Violante | 255 |
está claro como el sol, | |
y la conciencia me dice | |
que ha habido aquí algún
error. | |
Lo malo es que apura el tiempo, | |
y si pierdo
esta ocasión.... | 260 |
¡Qué diablo! El Marqués
se va, | |
y no es crimen tan atroz, | |
siendo póstuma
la orden, | |
glosarla a mi gusto yo. | |
Como consiga cubrir
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el expediente por hoy... | |
¡Ah, qué idea! Doña
Marta, | |
que ripio nunca perdió, | |
para contarle
sus cuitas | |
está esperando al Barón. | 270 |
La
llamaré. |
(Desde la puerta.) |
¡Doña
Marta! | |
Venid, venid. |