Guillermo de Torre: «Problemática de la literatura». Ediciones Losada, Buenos Aires, 1951
Ricardo Gullón
En este libro Guillermo de Torre se ha propuesto investigar los fenómenos literarios en su génesis, en su problemática raíz; para ello analizó escrupulosa y ordenadamente el ambiente espiritual de nuestro tiempo, las tendencias e ideas nutricias, partiendo del supuesto fundamental de que los problemas planteados en la obra de arte están en estrecha vinculación con la época -con la totalidad de la época y no sólo con lo políticosocial-. Las circunstancias históricas deberán ser tenidas en cuenta, principalmente por ser determinantes de una crisis general que engloba «la crisis del concepto de literatura».
La literatura se ha convertido en problema e incluso hay dudas sobre su legitimidad, su campo propio y la zona de acción que le corresponde, y sobre el tono en que debe de manifestarse. Jean Paul Sartre propuso una solución calificada por algunos, como escueta fórmula, como la muerte de la literatura. La visión de Guillermo de Torre, mucho más matizada, tiene en cuenta elementos que el autor de Situaciones desdeña. El problema es complejo y sólo haciéndose cargo de esa complejidad será posible esbozar un cuadro exacto.
Se habla de crisis, pero crisis del «concepto de la literatura», y no de la literatura misma, aunque las repercusiones de aquéllas sean visibles en los productos de ésta; por encima de los problemas literarios importa desentrañar el problema que plantea la existencia de la literatura, pues, a pesar de todo, existe, incluso en las obras de quienes la niegan. Este negativismo se ejerce, paradójicamente, en las letras y a través de ellas, y es curioso observar que las enconadas disputas, réplicas y contrarréplicas promovidas en torno a su negación, no hacen sino enriquecerlas.
«La literatura se ha hecho cuestión de sí misma». Cierto. Y de esa cuestión ha salido, o está saliendo, reafirmada. Guillermo de Torre estudia la crisis de nuestro tiempo, examinando en la primera parte de su obra los datos esenciales. La inclinación romántica a exaltar lo oscuro le parece entrañar graves riesgos contra la adecuada organización del mundo. Atraído por los llamamientos de lo irracional, declara, al mismo tiempo, su repugnancia a lo arbitrario y caótico. Afrontando especialmente la crisis artística, encuentra en su origen el desdén de los escritores por su tarea y la ardorosa voluntad puesta en el intento de negarla. Menciona casos extremos, ejemplos significativos. Las distintas fases del corrosivo movimiento quedan expuestas en cinco apartados, subdivididos a su vez en capítulos, para la más clara comprensión de los diversos frentes de batalla.
Quiero señalar dos notorias excelencias de este volumen: la abundancia y selección de los materiales utilizados y la severa organización en que fueron estructurarlos. Es acaso la más hábil y completa defensa de la literatura, hasta ahora intentada en lengua española, y una de las más valiosas exposiciones de las polémicas y debates registrados en los últimos cincuenta años con relación al problema analizado. Torre ve la literatura en estrecha vinculación con la vida, como parte de la vida, y por eso cargada de la pasión con que el hombre se siente existir y quiere dejar constancia de su existencia. Ninguno de los movimientos registrado en el medio siglo fue omitido en este concienzudo estudio; ninguno deja de ser examinado con objetividad, buscándole explicación y tratando de explicar las razones que determinaron su nacimiento.
La información de Guillermo de Torre (la erudición, diríamos con más propiedad si no temiéramos los enojos equívocos que el término pudiera causar) no registra un solo fallo, y, gracias a su vigoroso don de síntesis, logra el autor acumular en unas trescientas cincuenta páginas lo esencial de las posiciones que han afectado al concepto de literatura, con predominio ciertamente de las registradas en Francia, pero no por desatención hacia los demás países, sino porque son nuestros vecinos quienes sintieron y sienten mayor interés por estos asuntos. La obra está construida con gran ponderación; las diversas partes constituyen densas monografías sobre los temas estudiados y el conjunto encierra un espléndido y hormigueante panorama de las ideas y corrientes entrecruzadas que agitan el mundo literario y artístico en nuestro siglo.
Tan considerable masa de datos está movilizada críticamente con perfecto sentido de la proporción y al servicio del pensamiento rector. Digo que su utilización se hizo críticamente porque si la exposición es siempre pulcra y desapasionada, no falta en cada caso el comentario adecuado y valorizador y muchas veces la constatación de una divergencia parcial o de una disconformidad total.
Tiene este libro intensa unidad y no sería justo destacar del todo ninguna de las partes; los diversos miembros están ensamblados con una cohesión derivada de la briosa fuerza con que el pensamiento se manifiesta en el discurso y de la nitidez y la seguridad de ese mismo pensamiento. Problemática de la literatura es la obra más importante publicada hasta ahora por Guillermo de Torre.