Jornada I |
|
MENÓN, SEMÍRAMIS, en hábito de hombre, ZOPIRO.
|
MENÓN | El fiero son del temeroso asalto, | | que enciende y hiela los humanos pechos, | 40 | subía por el aire a lo más alto | | de los eternos estrellados techos, | | cuando, con amoroso sobresalto, | | en medio de las armas y pertrechos, | | me dieron, mi dulcísima querida, | 45 | nueva de vuestra súbita venida. | | Arremetía ya al abierto muro, | | puestos los ojos en la gloria y fama, | | pero sabiendo que llegastes, juro | | que me trajo volando a vos mi llama. | 50 | Y aunque el honor viniendo me aventuro, | | verá quien me juzgare, si me infama, | | que importa más gozar de vos, mi cielo, | | que cuanta gloria puede darme el suelo. | | Semíramis querida, ¿es cierto, es cierto | 55 | que llegastes a ver al que os adora, | | al que es sin vos un cuerpo casi muerto | | que eternamente gime, pena y llora? | |
|
|
SEMÍRAMIS | Amado esposo, alegre y dulce puerto | | de mis deseos, si llegara ahora | 60 | a ser universal reina del mundo, | | al bien de veros fuera bien segundo. | |
|
|
MENÓN | Era tal el dolor de verme ausente | | de vos, que sois mi bien, mi gozo y gloria, | | acrecentaba tanto el fuego ardiente | 65 | de mis dulces deseos la memoria, | | que tuviera sin duda la inclemente | | muerte ya de mi vida la vitoria, | | si no esperara verme en esos ojos, | | que convierten en glorias mis enojos. | 70 | No los peligros de la guerra airada, | | ni sus trances crueles i furiosos, | | no el ver la frágil vida aventurada | | en los bravos rencuentros temerosos, | | no el ver de la fortuna la enojada | 75 | cara, con mil desdenes rigurosos, | | mellaran de mi pecho los aceros, | | sino solo dejar, mi bien, de veros. | | Y no vitorias que la guerra ofrezca, | | ni prósperos sucesos i grandezas, | 80 | ni ver que mi apellido i nombre crezca | | con hazañas notables i proezas, | | ni ver que la fortuna me enriquezca | | con sus mayores bienes i riquezas, | | darán contento a esta alma que os adora, | 85 | sino solo gozar de vos, señora. | |
|
|
SEMÍRAMIS | Según eso, podéis estar contento, | | Menón, querido esposo, pues os pago | | con otro tal vuestro amoroso intento, | | y con mi fe la vuestra satisfago. | 90 | Y, si es verdad que lo que digo siento, | | bien lo podéis juzgar por lo que hago, | | en haber emprendido este viaje | | con este al mío diferente traje. | | Pero dejemos cosas tan sabidas | 95 | como son las conformes voluntades | | que tienen abrazadas nuestras vidas | | para firmes y eternas amistades, | | y decidme las cosas sucedidas | | en la gran rebelión de estas ciudades, | 100 | y el punto de la guerra, y algún hecho | | de vuestro valeroso brazo y pecho. | |
|
|
MENÓN | De mí no hay que decir más de que atiendo, | | por segunda persona del gran Nino, | | a mi gobierno y cargo, prosiguiendo | 105 | de la alta gloria el áspero camino, | | a los graves peligros ofreciendo, | | con el favor de mi fatal destino, | | esta vida, que solo por ser vuestra | | la fortuna le da la amiga diestra. | 110 | La guerra siempre ha sido y es tan brava, | | tan cruel, tan sangrienta y rigurosa | | que al cielo parecía que admiraba, | | y a la tierra tenía temerosa. | | El sol con tristes rayos lo mostraba, | 115 | y con la faz sangrienta y tenebrosa, | | y de la triste tierra mil temblores | | mostraban sus espantos y temores. | | Pero, ¿cuál cielo o tierra o elemento, | | cuál animal, cuál piedra o cuál acero | 120 | dejará de mostrar gran sentimiento | | habiendo visto aquel conflito fiero | | en que murieron un millón y un cuento | | de hombres de las dos partes, y el primero | | el sabio Zoroastes, rey famoso | 125 | de este pueblo soberbio y belicoso? | | Retirose después de esta batalla | | el príncipe Alejandro con la gente | | dentro de esta fortísima muralla, | | adonde se defiende osadamente. | 130 | Ningún ardid, ninguna fuerza halla, | | aunque mil cada día Nino intente, | | para poder entrar la fuerte tierra, | | en diez meses que dura el cerco y guerra. | | Hoy con todo el ejército arremete | 135 | a la fuerte ciudad por cinco partes, | | y son, sin el asalto de hoy, ya siete | | sin mellar sus soberbios baluartes. | |
|
|
SEMÍRAMIS | ¿Y cómo por aquí no se acomete? | |
|
|
MENÓN | En vano son las fuerzas y las artes | 140 | para sitio tan áspero y tan fuerte. | |
|
|
SEMÍRAMIS | Antes, señor, es flaco y llano, advierte. | | En estos altos riscos confiados | | tienen, según lo veo, sin defensa | | todas estas almenas los cercados, | 145 | seguros de tener por aquí ofensa; | | y así, mientras que de esto descuidados | | acuden todos a la furia inmensa | | de la gente de Nino, fácilmente | | subir por aquí puede alguna gente. | 150 |
|
|
MENÓN | No digáis más, señora, que ya al cabo | | estoy de vuestro heroico pensamiento. | | El consejo discreto y sabio alabo, | | y en obra le pondré luego al momento. | | Zopiro, vuela y llámame a Celabo | 155 | y di que, con presteza de ave o viento, | | y con sus valerosas camaradas, | | hasta aquí siga en vuelo tus pisadas. | |
|
|
|
|
|
(MENÓN, SEMÍRAMIS.)
|
MENÓN | Y vos, dulce Semíramis, querida, | 160 | al corazón, que en fuego se resuelve, | | y en él, cual Fénis, halla nueva vida, | | mientras vuestro valor y ser revuelve, | | dalde en vuestra alma albergue y acogida, | | para que entienda de ella las grandezas | 165 | y goce sus tesoros y riquezas. | | De ese divino espíritu que anima | | esa belleza, única en el mundo, | | de ese divino aviso que es la prima, | | y de ese rico ingenio sin segundo, | 170 | de ese valor que pone espanto y grima, | | y de ese entendimiento tan profundo, | | tan acertado aviso estaba cierto. | |
|
|
SEMÍRAMIS | Tengo vuestra alma en mí y por eso acierto. | |
(MENÓN, SEMÍRAMIS, ZOPIRO, CELABO, TIGRIS, GIÓN, TELEUCRO, [PUEBLO].)
|
|
|
CELABO | Capitán valeroso y señor mío, | 175 | ¿qué se ofrece en que emplee mi persona | | y las de Tigris, Gión y Teleucro? | |
|
|
MENÓN | Seas, Celabo amigo, bien llegado. | | Sabiendo tu valor, esfuerzo y honra, | | y la de tus valientes camaradas, | 180 | os envié a llamar para que un caso | | emprendáis, digno del heroico pecho | | que cada cual en otros ha mostrado. | | Por esta parte veo sin defensa | | al enemigo, por la confianza | 185 | que en estas peñas enriscadas tiene. | | Pienso, sin duda, amigos míos fieles, | | que, si arrimáis escalas, fácilmente | | podéis veros los cuatro sobre el muro, | | y en él subidos, en lo demás callo, | 190 | pues sé lo que sabéis en tales trances, | | y lo que pueden vuestras manos fuertes. | |
|
|
CELABO | Tigris, traé volando aquí una escala. | | Tú, famoso general, advierte | | que primero verás hechos pedazos | 195 | los cuerpos de estas fuertes camaradas, | | y el de Celabo, tu mayor amigo, | | que vernos retirar un pie, si acaso | | para poner los nuestros sobre el muro | | la fortuna nos da la amiga mano. | 200 |
|
|
TIGRIS | Ya la escala y el ánimo están prestos. | |
|
|
CELABO | Pues arrímala luego al fuerte muro | | y, con vuestra licencia, yo el primero | | subo por ella al trono de la gloria, | | donde la eternidad ponga mi nombre | 205 | en boca de la fama, pregonera | | de heroicos hechos como el que emprendemos. | |
|
|
[TIGRIS] | Y yo te sigo con deseo ardiente | | de ser segundo en tus famosas obras. | |
|
|
GIÓN | Yo, a tales dos, procuro ser tercero, | 210 | para que llegue el nombre de mi espada | | donde llegan mis altos pensamientos. | |
|
|
TELEUCRO | Y si entre tales tres yo fuere cuatro, | | gloria será que podré ser con ella | | famoso eternamente en todo el mundo. | 215 |
|
|
MENÓN | Ea, valientes y animosos hombres, | | que este es el día que os ofrece el cielo, | | pues demás del honor, que es primer premio, | | el segundo que yo ofreceros puedo, | | debajo de mi fe y palabra ofrezco | 220 | que será cual merecen vuestros pechos. | |
|
|
ZOPIRO | Y yo con tu licencia también subo. | |
|
|
MENÓN | No esperaba yo menos de tu espíritu. | |
|
|
CELABO | ¡Mueran, mueran! ¡Vitoria, Asiria, Nino! | |
|
|
PUEBLO | ¡Libertad, Batra! ¡Al arma, al arma, al arma! | 225 |
|
|
|
(Después de gran batalla dentro, salen NINO, MENÓN, SEMÍRAMIS, CELABO, TIGRIS, GIÓN, TELEUCRO, ZOPIRO.)
|
NINO | Soldados valerosos y prudentes, | | del suelo y cetro Asirio honor y gloria | | para todos los siglos y las gentes, | | a vosotros se debe la vitoria | | y el alto triunfo de este alegre día, | 230 | de quien tendrá la eternidad memoria. | | Vuestra prudencia y vuestra valentía | | han dado honroso fin a mi jornada, | | cuando la suerte en duda le tenía. | | Y así vuestra alta empresa y señalada, | 235 | demás del premio eterno que granjea, | | por mí será también gratificada. | | Haré yo, buen Celabo, que se vea, | | por el premio que os diere, cuál fue el hecho, | | y que en él mire quien valer desea. | 240 |
|
|
[CELABO] | El premio es agradarte, y satisfecho | | cada cual de nosotros queda habiendo | | en tu servicio este servicio hecho, | | del cual solo Menón la causa siendo, | | a él solo, señor, todo se debe | 245 | cuanto yo pude obrar obedeciendo. | |
|
|
MENÓN | No es bien, Celabo, que el oído cebe | | en esas tus corteses alabanzas, | | sin que con cortesía las repruebe. | | Tú el premio, tú el honor, Celabo, alcanzas | 250 | con tus fuertes y honrados compañeros. | |
|
|
NINO | Cesen los cumplimientos y crianzas, | | todos sois valerosos caballeros, | | todos mostráis prudencia y fortaleza, | | dos cosas contra quien no hay ofenderos, | 255 | y sepa yo quién fue de esta proeza | | el inventor. |
|
|
|
MENÓN | Señor, no ha sido | | sino esta sierva tuya. |
|
|
SEMÍRAMIS | Vuestra Alteza | | me dé la mano. |
|
|
NINO | Levantaos. Yo os pido | | que el caso me contéis estensamente, | 260 | y quién es el que es hombre en el vestido, | | y vos le dais el nombre diferente. | |
|
|
MENÓN | Cuando tuve el gobierno de la Siria, | | poderoso monarca y rey del mundo, | | tus haciendas y tierras visitando, | 265 | al lago de Ascalón llegué, do estaba | | Sima, el gran mayoral de tus ganados, | | en cuya casa, como me alojase, | | a Semíramis vi, su hija única, | | de la cual me pagué tanto, que luego | 270 | la pedí por mujer al viejo padre, | | que me la dio, con gran contento y gusto, | | y yo la recibí con gozo y gloria. | | De allí vine a servirte en esta guerra, | | y a mi mujer de allí la envié a Nínive, | 275 | donde ha estado, aunque sola, acompañada | | de mis padres, mis deudos y mi alma. | | No la quise traer comigo entonces, | | así por escusarle los trabajos | | del militar desasosiego, como | 280 | por pensar que la guerra fuera breve. | | Pero viendo alargarse la jornada | | y crecer la pasión en mí de ausencia, | | pedile que viniese a verme, y ella, | | en este traje puesta, vino, a causa | 285 | de venir más segura y desenvuelta. | | Hoy llegó, y en llegando, como supo | | de mí el asalto que se daba a Batra | | y viese este lugar, ella dio el orden | | que Celabo y los suyos han tenido | 290 | para hacer la varonil hazaña, | | y este es extensa y brevemente el caso. | |
|
|
NINO | Hame puesto, por cierto, maravilla. | | Pero, Menón, antes que sea más tarde, | | id a poner en orden el ejército, | 295 | haciendo que la gente se retire | | a sus alojamientos y que quede | | la ciudad con la guardia que conviene. | | Celabo y los demás que están presentes | | vayan con vos, y en tanto en este puesto | 300 | puede quedar Semíramis comigo. | |
|
|
MENÓN | Harase todo lo que mandas luego. | |
|
|
|
(NINO, SEMÍRAMIS.)
|
NINO | ¿Que de Nínive llegáis? | | ¿Es posible? ¿Creerelo? | | Por cierto en lo que mostráis | 305 | antes creo que del cielo, | | hermosa dama, bajáis. | | Y está muy claro de ver | | que esa belleza y aviso | | dan cierto indicio de ser | 310 | un ángel del paraíso, | | no, como fingís, mujer. | | Pero si sois verdadera | | mujer, y yo devaneo, | | pienso que sois lo que fuera | 315 | un ángel, a lo que creo, | | si un ángel cuerpo tuviera. | | Casi más que naturales | | mil cosas en vos se ven, | | con que dais claras señales | 320 | de las que por fe se creen | | de espíritus celestiales. | | Hasta aquí, en las más hermosas | | lo más que visto se ha | | es una mezcla de cosas, | 325 | que son tenidas acá | | por más lindas y preciosas; | | y estas con tanta belleza, | | con tal orden y artificio | | puestas por Naturaleza, | 330 | que den admirable indicio | | de su poder y grandeza. | | Mas es sobrenatural | | cuanto en vos miro y contemplo, | | y así creo, viéndoos tal, | 335 | que sois verdadero ejemplo | | del divino original; | | que en vos la descompostura, | | cuánto más queráis usalla, | | vencerá a la compostura, | 340 | donde más perficionalla | | naturaleza procura; | | y vuestra sombra será | | luz más eficaz y clara | | que la luz que ella dará | 345 | a la más hermosa y rara | | imagen que pintará. | | ¡Oh, cuán bienaventurado! | | ¡Oh, cuán de veras dichoso | | es, señora, el que ha llegado | 350 | a ser vuestro amado esposo, | | a ser vuestro esposo amado! | | Y quizá, si a mano viene, | | no lo sabrá conocer, | | que ordinariamente aviene | 355 | no saber hombre entender | | la dicha cuando la tiene. | | ¡No fuera Nino Menón, | | aunque Menón fuera Nino! | | [Aparte.] | (Mas, ¡que poco corazón! | 360 | Si a serlo me determino, | | ¿quién hará contradición? | | Mas, ¿harele fuerza yo? | | Sí, pues me la hace a mí | | el amor, que me rindió. | 365 | ¡Qué presto que he dicho sí! | | ¡Qué cierto agüero de un no! | | Mas no es tiempo ya de estar | | suspenso ni embelesado. | | Quiérome aquí remediar, | 370 | pues la fortuna me ha dado | | ocasión, tiempo y lugar.) | | Bella Semíramis, veo... | |
|
|
SEMÍRAMIS | Señor, no me digas más. | | Ya adivino tu deseo. | 375 |
|
|
NINO | Con adivinar harás | | que crea más lo que creo, | | que es de potencias divinas | | el adivinar. Mas di, | | señora, lo que adivinas. | 380 |
|
|
SEMÍRAMIS | Adivino lo que oí | | y entiendo lo que imaginas. | | Creo que quieres hacer, | | contra toda ley y fuero, | | aquesta triste mujer, | 385 | de mujer de un caballero, | | esclava de tu querer. | |
|
|
NINO | No sufriré tal. Ahora | | digo que adivinas mal. | | Por mi esposa y mi señora | 390 | te quiero, y hacerte igual | | con esta alma que te adora. | |
|
|
SEMÍRAMIS | Príncipe y señor, pues miras | | a la obligación que tienes | | y de la pasión retiras | 395 | la razón, con que te avienes | | en las obras con que admiras, | | y pues a tus pensamientos | | tu generoso valor | | dio siempre fines contentos, | 400 | haciéndote vencedor | | contra mil fieros intentos, | | ese valor tan profundo | | no te falte ahora aquí, | | si le quieres sin segundo, | 405 | pues es más vencerse a sí | | que vencer a todo el mundo. | | Y más que será notado | | en un rey tan poderoso, | | ya que así lo hayas pensado, | 410 | hacerse por fuerza esposo | | de esposa de su criado. | |
|
|
NINO | No curéis de adelgazar | | tanto lo que hace un rey, | | pues es de considerar | 415 | que su voluntad es ley, | | y cual ley se ha de guardar; | | y más viendo que le fuerza | | al rey otro rey mayor, | | y en su pretensión se esfuerza, | 420 | que es el poderoso Amor, | | contra quien ni hay ley ni fuerza. | | Así que dejando aparte | | livianos inconvenientes, | | faltos de razón y de arte, | 425 | tomad los casos presentes | | como el amor los reparte, | | y no os duela de Menón, | | que le daré por mujer, | | en vuestra satisfación, | 430 | quien no lo pudiera ser | | sino por vuestra ocasión. | | A mi hija le prometo, | | y aunque pierde más en vos | | y él es valiente y discreto, | 435 | no fueran pares los dos | | sino por vuestro respeto. | | Así que él y vos y yo | | ganamos, y siendo así, | | pues el amor lo ordenó, | 440 | justo es que me deis el sí, | | y sería injusto el no. | | Dándome este sí, señora | | de mis estados seréis, | | y de esta alma que os adora, | 445 | y estado al igual tendréis | | del ánimo que en vos mora. | | Así vuestro ser tendrá | | el grado que le conviene, | | sin quien sin razón está. | 450 | Mas Menón veo que viene, | | y él por mí os lo rogará. | |
|
|
|
(NINO, SEMÍRAMIS, MENÓN.)
|
MENÓN | Queda, señor, como mandaste en orden | | la gente del ejército y del pueblo: | | la una por cuarteles dividida, | 455 | y la otra rendida ya y sujeta. | | Hay un cuerpo de guardia en cada plaza | | de aquel cuartel que cada nación tiene, | | y en el Alcázar alojé tu guardia, | | y allí Creonte, su capitán, queda | 460 | repartiendo las guardas y las postas. | | Allí también, porque en estremo es grande | | el Alcázar real y fuerte y rico, | | la gente de tu casa y corte alojan. | | Al fin todos están bien repartidos, | 465 | y todo está en el orden que conviene. | | Yo llegué a tiempo, cuando fui al Alcázar, | | que pude entrar con la primera gente | | que al saco de él entraba cudiciosa, | | y subiendo el primero, en una cuadra, | 470 | después de unos hermosos corredores | | y de dos grandes salas, entré, y hallo | | en ella una visión horrenda y brava, | | un horrendo espetáculo espantoso; | | al príncipe Alejandro, desarmado, | 475 | vi, tinto en sangre desde el pie a la frente, | | sin espada ni daga, sino sola | | esta soga cruel, con que ahorcado | | estaba de las verjas de una reja, | | que a aquella cuadra sale de un retrete. | 480 | Al tiempo que yo entré, aun vi las piernas | | y los brazos moverse, y sentí un grito | | ronco, triste, espantoso y mal formado. | | Corrí volando y con la espada al punto | | corté la soga para dalle vida, | 485 | pero por presto que lo hice, tarde | | fue para el desdichado de Alejandro, | | que sin alma cayó ante mí, poniendo | | terrible horror y lástima y espanto | | a los que vimos el doliente caso. | 490 | Esta es la soga que quité al cuitado, | | que la traje comigo para ejemplo | | de los crueles casos de fortuna. | |
|
|
NINO | También quiso mostrarnos Alejandro | | su furor diabólico en la muerte | 495 | como en la vida. Justa paga tiene | | de sus soberbios y arrogantes hechos. | | Pero dejemos estas cosas y oye, | | Menón querido, una en que mi gusto, | | mi contento y mi gloria se atraviesan. | 500 |
|
|
MENÓN | No es otro mi deseo y mi cuidado | | sino que tú, señor, de cualquier suerte, | | de gloria y de contento y gusto goces. | |
|
|
NINO | Ya sabes el aviso y la belleza | | de Sosana, mi hija tan amada, | 505 | ya de su estado y sangre la grandeza | | está, Menón, bien claro averiguada, | | y que de mis tesoros la riqueza | | por dote para ella está guardada. | | A ella, pues, con cuanto la enriquezco, | 510 | en trueco de Semíramis te ofrezco. | | Quiero decir, Menón, que a tu querida | | Semíramis me des por mujer mía, | | y tomes tú a Sosana, enriquecida | | de toda mi riqueza y monarquía; | 515 | y es justo de ti ser agradecida | | esta mi petición y cortesía, | | pues, siendo yo tu rey, te pido aquello | | que de potencia puedo yo tenello. | | Las gracias de Semíramis me han hecho | 520 | tan suyo, ¡oh, mi Menón!, que te prometo | | que consumiera mi encendido pecho | | si te tuviera mi deseo secreto. | | Haz por tu rey este amoroso hecho, | | con voluntad, pues eres tan discreto. | 525 | Dame un sí por respuesta, pues en pago | | mi yerno y mi gobierno y rey te hago. | |
|
|
MENÓN | Aunque suspenso, atónito y pasmado | | me tiene tu demanda, señor mío, | | y si es o no de veras lo tratado | 530 | no sepa ni distinga mi albedrío; | | y aunque en confusas dudas engolfado | | de acertar a salvarme desconfío, | | en vez del «sí», que pides por tal gusto, | | a darte un «no» me fuerza el amor justo. | 535 | Y digo que aunque el cielo me atormente | | con sus mayores fuerzas y tormentos, | | y tú, señor, airado e inclemente, | | pruebes en mí mil fieros pensamientos, | | y aunque me abrase el fuego eterno, ardiente, | 540 | y un caos hagan de mí los elementos, | | y aunque vuelva a no ser, que es mayor mengua, | | no podrá dar tal «sí», jamás mi lengua. | |
|
|
NINO | ¡Oh, villano, grosero, mal nacido, | | torpe, bárbaro, vil desventurado! | 545 | ¿Tal respuesta me das? Al fin ha sido | | respuesta de villano vil, rogado. | | Mas, pues tan locamente has respondido, | | quedarás de tu loco osar pagado | | con llevarme a Semíramis sin darte | 550 | de ella, de mí, ni de mi hija parte. | |
|
|
MENÓN | Rey y señor, escucha, atiende, espera. | |
|
|
NINO | No me repliques, quédate, y advierte | | que ha de ser esta vez la vez postrera | | que he de hablarte, que he de oírte o verte. | 555 | Juro por Dios de darte la más fiera, | | la más cruel, la más amarga muerte | | que pueda dar un rey, si con destierro | | no purgas tú la culpa de este yerro. | |
|
|
SEMÍRAMIS | Rey, mira que es injusto lo que haces. | 560 |
|
|
|
|
NINO | Donde tenga tu ser lo que merece. | |
|
|
SEMÍRAMIS | ¡Oh, injusto apartamiento! |
|
|
|
|
(MENÓN.)
|
MENÓN | ¡Oh, bárbaro inhumano, | | ingrato a mis servicios, | 565 | cruel, tirano, inico, injusto y fiero! | | Con rigurosa mano | | en medio de tus vicios, | | mostrándose el gran Júpiter severo, | | te ponga en este miserable trago, | 570 | y me dé con tu muerte justo pago. | | Cansada y triste vida, | | vida cansada y triste, | | que como nave de contrarios vientos, | | acá y allá traída, | 575 | nunca jamás pudiste | | llegar a puerto con tus pensamientos, | | sino por un inmenso mar de penas | | corriendo has ido con las velas llenas, | | no hagas resistencia, | 580 | no me impidas mi intento, | | no me persigas más, no me atormentes, | | huye de mi presencia, | | deja ya tu aposento | | a la remediadora de las gentes, | 585 | a la muerte dulcísima, que es sola | | quien en mi bien las armas enarbola. | | Alma desventurada, | | si de la cárcel fuerte | | en que estás, con tan ásperas prisiones, | 590 | prendida y amarrada, | | libre deseas verte, | | no aguardes, si estas pierdes, ocasiones; | | está donde la muerte el dardo vibra, | | y de tu muerte y tu pasión te libra. | 595 | Sin vos, cabello de oro, | | sin vos, nevada frente, | | sin los arcos del cielo, sin los soles, | | que al inmenso tesoro | | vencen del rico Oriente, | 600 | y a las luces del cielo y arreboles, | | y sin vos, boca, que ganáis la raya | | en olores a Arabia y a Pancaya, | | sin vos, pecho de armiño, | | adonde albergan junto | 605 | Mercurio, Marte, Júpiter, Diana | | y el poderoso niño, | | teniendo ahí en su punto | | cuanto bien da naturaleza humana; | | y sin las manos que en las blancas palmas | 610 | tienen mil corazones y mil alma. | | Y, al fin, sin ti señora, | | que eres mi alma y vida, | | no puedo yo vivir, no, no es posible. | | Llegue, pues, ya la hora | 615 | de la muerte querida, | | en que yo salga de este mal terrible. | | Y tú, dulce Semíramis, si tienes | | acuerdo aún de mis pasados bienes, | | si de aquella dulzura, | 620 | si de aquel gozo y gloria, | | y si de aquella firme confianza, | | que en esta desventura | | hacen tan triste historia | | y entonces eran bienaventuranza, | 625 | y, al fin, si te acordares del constante | | y rico amor de tu primer amante, | | con lágrimas siquiera | | celebra mi martirio, | | y al alma que tu cielo solo quiere | 630 | no le seas austera, | | cuando en el suelo asirio | | sin ella el cuerpo de Menón cayere, | | sino con tu piadoso pecho dale | | albergue tal que con su fe se iguale. | 635 | Vos, lazo, que sacastes | | de estas miserias tristes | | al discreto Alejandro, en vos fiado, | | el bien que le causastes, | | la vida que le distes, | 640 | dalda también a aqueste desdichado, | | pues, sin duda, el traeros fue que el cielo | | quiere que vos me deis este consuelo. | | Vos, lazo, que instrumento | | sois para mi remedio, | 645 | no os conjuréis con mi contraria suerte, | | sino cumplid mi intento, | | sedme propicio medio | | para que salga de esta triste muerte, | | de esta muerte que llama vida el mundo, | 650 | con ceguedad y con error profundo. | | Soldados valerosos, | | que cada paso y punto | | ponéis la vida en manos de la muerte, | | y en mil hechos famosos | 655 | el alma y vuestro punto | | entregáis al rigor de vuestra suerte, | | siguiendo los furores y los gustos | | de estos crueles príncipes injustos; | | discretos cortesanos, | 660 | que con honrado intento | | y con el alma de esperanzas llena | | seguís estos tiranos, | | sírvaos a todos mi rabiosa pena, | | pues harto bien hará mi mala suerte | 665 | si a otros causa vida y a mí muerte. | | Recibe, amada esposa, | | mi alma con la tuya, | | y tú, lazo, recibe esta garganta | | con vuelta presurosa, | 670 | para que en breve huya | | el alma de pasión y pena tanta; | | y vos, aire, no deis el cuerpo amigo | | a la tierra do reina mi enemigo. | | Semíramis querida, | 675 | esposa mía amada, | | gloria mía, llegaos, llegá la mano, | | y en huyendo mi vida, | | esta alma, dedicada | | a solo vuestro cielo soberano, | 680 | téngala en él la mano poderosa | | que me distes, Semíramis, de esposa. | | Ya voy, ya parto, espera, | | señora, no te alejes; | | Semíramis, no huyas de tu esposo, | 685 | y a la luciente esfera, | | sobre los altos ejes, | | donde tienes tu trono suntuoso, | | pues con tan grande fe te llamo y sigo, | | llévame, mi Semíramis, contigo. | 690 |
|
|
|
(MENÓN, ZOPIRO, CELABO.)
|
ZOPIRO | Notables casos, admirables hechos, | | horrendos espetáculos se han visto | | hoy en esta ciudad, Celabo amigo. | |
|
|
CELABO | Estoy, Zopiro, atónito y pasmado, | | que con haber tantas batallas visto, | 695 | tantos sacos y asaltos de ciudades, | | digo que, cuanto he visto junto, es menos | | de lo que hoy ha pasado de miseria | | en este miserable y triste pueblo. | |
|
|
ZOPIRO | ¡Qué lástima era ver las damas bellas | 700 | tratadas por mil bárbaros soldados | | tan rigurosa, tan violentamente! | | ¡Qué compasión el grito de los niños, | | qué terneza los llantos de los viejos, | | qué horror la muerte de los fuertes mozos, | 705 | qué temor la braveza y furia airada | | de la crueles armas vencedoras | | de las gentes, indómitas, feroces, | | qué confusión el diligente saco, | | el bullicioso ardiente y fiero robo | 710 | de la cruel y cudiciosa gente, | | qué espanto, qué recelo el fuego airado | | que se prendía por los altos techos, | | qué terror, qué fiereza los rumores, | | las altas estampidas y estallidos | 715 | que las casas y templos, muro y torres | | daban, viniendo con su peso abajo! | | ¡Oh, soberano artífice del mundo, | | y en cuán inormes formas se ha mostrado | | la sangrienta crueldad en este día! | 720 |
|
|
CELABO | Zopiro, ya es razón que demos vuelta | | hacia palacio, que Menón no dudo | | sino que ya estará en su alojamiento | | gozando de Semíramis a solas. | |
|
|
ZOPIRO | Según la deseaba y según la ama, | 725 | no hay duda en eso. Vamos, como mandas. | |
|
|
CELABO | ¡Eterno Dios!, ¿es ilusión, es sueño, | | es fantasma, es demonio lo que veo? | |
|
|
ZOPIRO | ¡Ay, Celabo, querido, no es fantasma, | | no es ilusión, no es sueño ni demonio, | 730 | sino Menón! ¡Menón, el sin ventura! | |
|
|
CELABO | ¿Quién le ha podido dar tan fiera muerte? | | ¿Quién a un hombre tan bueno así ha tratado? | |
|
|
ZOPIRO | ¿Qué consejo tendremos en tal caso? | | ¿Qué debemos hacer, Celabo amigo? | 735 |
|
|
CELABO | Quitémosle de aquí, que es lo más justo, | | y al rey le presentemos, pues es cierto | | que, según lo que el rey le debe y ama, | | hará pesquisa y ejemplar castigo | | de maldad tan inorme y tan horrenda. | 740 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
FIN DE LA PRIMERA JORNADA
|