Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


 

411

Historia Moderna, Tomo I, págs. 186-7.

 

412

Nuevo Luciano, Conversación 5.ª

 

413

Nacimiento y Desarrollo de la Filosofía en el Río de la Plata. 1536-1810, págs. 67-9.

 

414

Vargas. Cultura de Quito Colonial, pág. 154.

 

415

J. T. Medina: Noticias bio-bibliográficas, pág. 311.

 

416

El Licenciado Gaspar de Villarroel y Coruña fue considerado como poeta. Conócese de él únicamente un soneto en elogio del Autor De arauco domado, Pedro de Oña, que se publicó, entre otras poesías, al frente de la edición de la Primera Parte del Poema, aparecido en Lima en 1596. Era a la sazón abogado de la Audiencia de la misma ciudad.

 

417

Ob. cit. Pág. 141.

 

418

Cuatro Grandes Clásicos Americanos, pág. 203.

 

419

Villarroel no influyó en nuestra nacionalidad, pero le comunicó su gloria, como le comunicaron otros quiteños a quienes la Providencia llevó a altas honrase como un Domingo de Valderrama, arzobispo de Santo Domingo; un fray Luis de Armendáriz, arzobispo de Tarragona y Virrey de Cataluña; un José de Peralta, catedrático de Salamanca; un Martín de Peralta, oidor de México; un Lope de Armendáriz, primer marqués de Caldreita, virrey de México y Embajador en Alemania; un José Antonio de Rocha y Carranza, marqués de Villarrocha, presidente de Panamá; un José Javier de Aráuz, arzobispo de Bogotá; un Diego Rodríguez Rivas, obispo de Guadalajara; un Joaquín Mateo Rubio de Arévalo, obispo electo de Popayán; un José Vicente de Silva y Olave, rector de la Universidad de San Marcos y Obispo de Guamanga, nativo de Guayaquil; un Gaspar de Escalona y Agüero, nacido en Riobamba y oidor de Chile, que escribió la obra, provechosa en su tiempo, denominada Gazophilacio peruvico (Madrid, 1647) y una monografía acerca Del oficio del virrey; un Doctor Vasco de Contreras y Valverde, en fin, que después de doctorarse en Lima, alcanzó altos cargos en la Iglesia de Quito y los de consultor de la Inquisición y obispo de Popayán y Guamanga. Hombre docto, mereció justicieros elogios de Solórzano y compuso trabajos acerca del derecho de visita de los Prebendados en las iglesias catedrales y del título que los nativos de América tenían a la provisión de beneficios. El servicio eclesiástico era la poderosa oportunidad para que el talento y la virtud de los hijos de la Presidencia brillasen fuera de sus fronteras.

 

420

Historia de las Ideas Estéticas en España, Siglo XVIII, Tomo III, págs. 508-II, Espasa 1943.

Indice