201
'bollos de bizcocho de forma troncocónica'.
202
Los Doce Pares -por ser todos iguales- formaban el séquito de Carlomagno; «los siete pares de Francia» en el original.
203
En la Chanson de Roland, 168-173, se narra cómo Marsilio, rey musulmán de Zaragoza, ataca la retaguardia de Carlomagno. Gravemente herido, Roldán intenta romper su espada Durendal-Durandarte en el Orlando furioso- golpeándola contra la piedra, pero el acero ni se rompe ni se mella.
204
Astobizcar e Ibañeta son cumbres de Roncesvalles, en Navarra.
205
Promontorios formados por Hércules al abrir el mar Mediterráneo. Yendo hacia España a través de las costas africanas, el héroe griego dejó un monolito en cada orilla al cruzar el estrecho, uno en Gibraltar y otro en Ceuta, llamados luego «Las Columnas de Hércules». Formaban parte del blasón de Carlos I.
206
Bernardo del Carpio, figura legendaria cantada en romances fechados desde la primera mitad del XIV, aparece ya en algunos fragmentos épicos de los siglos XIII y XIV.
207
El Bernardo o Victoria de Roncesvalles consta de cinco mil octavas reales y vio la luz en Madrid en 1624. A la leyenda sobre Bernardo del Carpio, Balbuena le añade hechicerías, alegorías, elementos carolingios de los libros de caballerías, del romancero y de la Divina Comedia de Dante, y recuerdos clásicos e históricos.
208
El doctor Balbuena (1568-1627) estudió en Guadalajara y México, donde fue ordenado sacerdote. A los treinta años era cura de San Pedro Lagunillas, donde escribió su famoso poema épico sobre Bernardo del Carpio. En 1604 publicó Grandeza Mexicana y en 1607, la novela pastoril El Siglo de Oro en las selvas de Erifile. Viajó a España, y luego pasó como Abad a Jamaica. En 1620 fue elegido obispo de Puerto Rico.
209
Alcina, símbolo del apetito amoroso, lo narra a Morgana en el canto segundo del Libro Segundo del Bernardo («Cuenta Alcina a Morgana la causa de su venida, las admirables cosas que vio en la cueva de los Hados y para darle entera relación de la persona de Bernardo, que las ha de dar vengadas de Orlando y los demás paladines; refiere el origen de los godos de España»).
210
Para la princesa Micomicona / Dorotea, véase el Quijote, I-XXXVI, I-XXXVII y I-XXXIX. En el original figura Mico-Micona.