Escena
II
|
|
CAMILO.
PETRONILA.
|
CAMILO |
Él ha llegado en fin, y tal le tiene |
45 |
su amor desventurado, |
|
que algún fin desastrado |
|
recelo, Petronila, ¡oh trance fuerte! |
|
¡Oh mísero zagal! |
|
|
PETRONILA |
Su acerba suerte
|
|
debe hallar compasión en una roca. |
50 |
|
|
CAMILO |
Él en efecto se dará la muerte |
|
desesperado. |
|
|
PETRONILA |
¡Ah triste! ¡Cuanto,
cuanto
|
|
me duele su miseria! |
|
|
|
CAMILO |
La suya a mí no tanto |
|
como la de Quiteria, |
55 |
cuya penosa vida |
|
será después un infernal
tormento. |
|
De imágenes contino combatida, |
|
el ciego abandonado pensamiento |
|
le traerá siempre a su Basilio amado. |
60 |
Hallarale a su lado |
|
bañado en sangre por su amor vertida: |
|
le pedirá venganza: |
|
le acusará su pérfida mudanza: |
|
o amoroso y rendido |
65 |
le dirá mil finezas, que en su
oído |
|
falaces sonarán: irase al lecho, |
|
y al sucio en vano llamará: la Aurora |
|
tornará, y con su lumbre |
|
crecerá su dolor y su amargura. |
70 |
¡Ay cara Petronila! Que ser puede |
|
un lazo, que han formado |
|
sólo interés y paternal decoro. |
|
|
|
PETRONILA |
Bien se me alcanza; mas ceder de grado |
|
Quiteria debe a su feliz destino, |
75 |
las dichas contemplando y la riqueza |
|
del alto no esperado casamiento. |
|
Es la riqueza puerta de contento; |
|
y la cruda pobreza |
|
puerta de desventura, |
80 |
cuando Amor cesa, y queda su amargura. |
|
Amor, cual niño alegre, |
|
risas y juegos y donaires ama, |
|
cuanto pobreza lloros, |
|
que al punto apagan su celeste llama. |
85 |
|
|
CAMILO |
No, gentil Petronila, |
|
ni mísera fortuna, ni pobreza |
|
de un pecho fiel apagan la fineza. |
|
La inclinación, el gusto, |
|
la unión de voluntades |
90 |
decretada del Cielo, |
|
las sencillas verdades, |
|
de agradar el solícito desvelo, |
|
esto solo es Amor, y a los esposos |
|
ciñe la sien de flores, |
95 |
que jamás se marchitan, ni desdicen |
|
sus primeros verdores, |
|
lo demás es dureza y tiranía. |
|
|
|
PETRONILA |
Así es verdad, pues que tal vez dos
pechos, |
|
uno para otro hechos, |
100 |
lloran amargamente divididos |
|
por la cruel fortuna. |
|
|
CAMILO |
Esto me mueve,
|
|
como ya te decía, |
|
y el amor que nos une |
|
desde la edad primera, |
105 |
a que mil medios y caminos pruebe, |
|
por si logro impedir la muerte fiera |
|
del mísero Basilio, suspendiendo |
|
la triste infausta boda. |
|
|
|
PETRONILA |
¿Cómo, Camilo, suspenderla?
¿Cómo? |
110 |
¿Estás en ti? ¿Deliras?
¿O te burlas |
|
con pasatiempo vano? |
|
|
|
CAMILO |
Hacerlo, Petronila, está en tu mano. |
|
|
|
PETRONILA |
¡Yo turbar de mi hermana la ventura! |
|
¡Yo en tramas! ¡Yo en ardides!
¡Tú te atreves!... |
115 |
|
|
CAMILO |
Amada Petronila, hacerlo debes |
|
por la suerte de entrambos. |
|
|
|
PETRONILA |
Camilo, no es posible, |
|
no; ni aun hablarse en tan revuelto
día. |
|
|
|
CAMILO |
Pues esto al menos sea. |
120 |
Véanselos cuitados, giman, lloren, |
|
y quéjense y suspiren, |
|
y démosle aunque leve este contento. |
|
Acaso, Petronila... En un momento |
|
prodigios hace Amor. Di, ¿no es
Camacho |
125 |
rico, gentil, amable? ¿Por ventura |
|
(Túrbase PETRONILA, y CAMILO no lo advierte.)
|
no hallará cada hora |
|
otra y otra pastora |
|
si Quiteria le deja? |
|
Roba a Basilio aquesta sola oveja |
130 |
con tanto afán criada, y a la muerte |
|
helo al instante dado. |
|
|
|
PETRONILA |
Tú, Camilo, me vuelves a tu grado |
|
con tus dulces palabras. De Quiteria |
|
tentaré el corazón y sí hallo
modo... |
135 |
|
|
CAMILO |
Tu agudo ingenio lo disponga todo, |
|
que yo al ciego Basilio ver deseo, |
|
temiendo su furor. |
(Vase.)
|
|
|
Escena
IV
|
|
PETRONILA.
QUITERIA.
|
QUITERIA |
¡Oh como a un triste triste le parece |
160 |
la mayor alegría! |
|
Este valle... Mi hermana... Vida mía, |
|
para mí más suave |
|
que el alba a desvelado pastorcillo, |
|
y a solícita abeja |
165 |
oloroso tomillo; |
|
¿tú aquí sola? |
|
|
PETRONILA |
Ensayando
|
|
estaba mi tonada. |
|
|
QUITERIA |
Yo buscando
|
|
a Isabela venía, y ya dudosa |
|
en volverme pensaba. |
170 |
|
|
PETRONILA |
Mas, Quiteria, ¡tú triste!
¡Tú llorosa! |
|
|
|
|
PETRONILA |
De tu dicha
|
|
tan cerca ¡y no te alegras! ¡Y no
sientes |
|
aquel contento puro, aquel suave |
|
vivo placer, que los demás sentimos! |
175 |
|
|
QUITERIA |
Verse pasar de esta felice vida, |
|
Petronila querida, |
|
a ser de libre esclava, |
|
pender de ajeno gusto, |
|
y entrar en mil desvelos, |
180 |
no es mucho para risas. Si los cielos |
|
me diesen a elegir, yo libre y sola |
|
en esta grata soledad hiciera |
|
mi inocente morada, |
|
¡ay! Ni amante, ni amada. |
185 |
Fueran mis compañeras |
|
mis nevadas corderas: |
|
el arroyo, la vega, el verde soto, |
|
mi sencillo recreo, |
|
y mis galas las flores, |
190 |
y mis amantes tiernos ruiseñores. |
|
¡El Cielo en otra forma lo ha ordenado! |
|
|
|
PETRONILA |
Hablas, Quiteria, en el lenguaje usado. |
|
|
|
QUITERIA |
Tú sabes bien, que desdeñé
mil ruegos |
|
de importunos amantes, y que sólo |
195 |
pudo el precepto paternal vencerme |
|
de Camacho en favor. No, dulce hermana, |
|
no hay dicha, no hay ventura |
|
cual, la inocencia de una humilde vida |
|
de sujeción segura, |
200 |
y a quien el mundo olvida. |
|
Los bienes no son bienes: son prisiones |
|
que nuestra dicha impiden; y un engaño |
|
do crédulos caemos, |
|
cual en la red, el avecilla incauta. |
205 |
|
|
PETRONILA |
Mas antes es forzoso, |
|
que para asegurar nuestra ventura |
|
al yugo el cuello demos. |
|
Ninguna en libertad está segura, |
|
necesitamos de un arrimo. Pasan |
210 |
los años; y belleza, |
|
gracias y gentileza |
|
pasan también. La rosa |
|
somos, que con el día |
|
abre el purpúreo seno vergonzosa |
215 |
para perder con él su lozanía. |
|
Nadie de Amor se libra: jamás dejan |
|
sus tiros de acertar. Es la ventura |
|
hallar, cual has logrado |
|
en tu feliz estado, |
220 |
la conveniencia con el gusto unida. |
|
|
|
QUITERIA |
Sí, hermana, sí: mas pocas, |
|
pocas veces verás que juntos vayan; |
|
cuando solo interés las almas une, |
|
que inclinación debiera. |
225 |
Mejor es, pues, en libertad entera |
|
vivir, que al yugo someter el cuello, |
|
querer después y no poder rompello. |
|
|
|
|
QUITERIA |
Si en mi mano fuera
|
|
por siempre lo estaría. |
230 |
|
|
PETRONILA |
¿Y el mísero Basilio, vida
mía? |
|
¿Y aquel amor suave en la inocente |
|
tierna niñez criado? |
|
¿Aquel sacar entrambos el ganado |
|
a un hora, a un valle mismo? ¿Aquel
contarse |
235 |
hasta los pensamientos, y al hallarse |
|
quedarse embebecidos |
|
y suspirar al verse divididos? |
|
¿Te enterneces, Quiteria? |
|
|
QUITERIA |
La memoria
|
|
de tan plácidos días |
240 |
y puras alegrías |
|
conmueve, hermana, mi sensible pecho, |
|
que no de dura roca, |
|
sino de cera delicada es hecho. |
|
|
|
|
QUITERIA |
¡Ay querida!
|
245 |
Basilio... ya el cuitado |
|
habrá con muerte dura |
|
sus ansias acabado. |
|
Yo, yo la causa he sido; yo el agudo |
|
hierro llevé a su pecho, ¡oh sin
ventura! |
250 |
Ve si debo llorar. |
|
|
PETRONILA |
No te me angusties,
|
|
no, pues vive. |
|
|
|
PETRONILA |
Que en el valle
|
|
le he visto aunque a lo lejos triste, y solo |
|
lloroso, macilento y afligido, |
|
cual buscando los sitios do solía... |
255 |
|
|
QUITERIA |
¡Ay dulce hermana mía! |
|
El gozo me rebosa, mi abatido |
|
corazón desfallece con tan grata, |
|
tan felice noticia. ¿Vive el triste? |
|
|
|
|
QUITERIA |
(Muy afligida.)
|
¿Dónde ciega
|
260 |
me arrastró mi pasión?... En vano,
en vano |
|
vive ya para mí. Cede a tu dura |
|
suerte infeliz, Quiteria: ya no eres, |
|
no, la que ser solías. |
|
La ley de honestidad, la fe jurada |
265 |
te mandan que le olvides. |
|
¡Ay esperanza mía malograda! |
|
|
|
PETRONILA |
Templa el dolor, y el mísero lamento, |
|
que no es, no, leve anuncio de ventura |
|
haber él vuelto al valle. |
270 |
|
|
QUITERIA |
Para solo su daño y mi tormento. |
|
Mejor allá estuviera |
|
do jamás yo le viera. |
|
|
|
PETRONILA |
¿Y por qué no has de verle? |
|
|
QUITERIA |
La ley dura
|
|
de recato lo veda. |
|
|
PETRONILA |
¡Oh simplecilla!
|
275 |
¡Cuál te ciega el dolor! Dime:
¿qué daño |
|
en esto puede haber? ¿A quién
extraño |
|
será que habléis, lloréis con
los gemidos |
|
las quejas y los celos confundidos? |
|
¿No es sabida de todos su ternura? |
280 |
¿Tu honestidad a ti no te asegura? |
|
Él así lo desea, y congojoso, |
|
en breve alivio de su amarga suerte, |
|
a rogarme ha venido que en su nombre, |
|
y por su triste amor te lo rogara. |
285 |
¿Negárselo podrás? |
|
|
QUITERIA |
Será la muerte
|
|
para entrambos, hermana. |
|
|
PETRONILA |
¡Tan severa
|
|
contra tanta humildad! ¡Cuándo se
vido |
|
nacer de la cordera |
|
el lobo, ni de la cándida paloma |
290 |
el basilisco fiero! |
|
Hazle este gusto, y sea, sí, el
postrero. |
|
|
|
QUITERIA |
¡Ay! ¿Me lo mandas? Mas Camacho
asoma... |
|
(Viéndole por entre la
enramada.)
|
A Dios, que estoy turbada, y peligroso |
|
fuera que así me viese. |
295 |
|
|
|
QUITERIA |
En tu mano queda
|
|
mi corazón cuitado. |
|
Dispón dél lo mejor según tu
agrado. |
|
(Vase.)
|
|
|
Escena
V
|
|
PETRONILA.
CAMACHO.
|
CAMACHO |
¿Qué es esto, Petronila?
¿Cómo huye |
|
Quiteria de mis ojos, cuando ciegos |
300 |
en su bello semblante codiciaban |
|
consuelo hallar y plácida
alegría? |
|
¿Por qué tanto desdén, rigor
tan crudo? |
|
|
|
PETRONILA |
Ni huyó Quiteria, ni sentirte pudo. |
|
El deseo solícito a las veces |
305 |
los amantes engaña, |
|
feliz Camacho. |
|
|
CAMACHO |
Su tristeza extraña,
|
|
su esquivez, su silencio, |
|
me afligen de manera, |
|
que antes verme quisiera |
310 |
cercado de mil penas y dolores; |
|
que hallarla con desdén en mis amores. |
|
|
|
PETRONILA |
Siempre es la edad primera desdeñosa, |
|
y la tierna doncella, vergonzosa |
|
ama y recela, y su deseo esconde; |
315 |
y si amante la mira, |
|
se cubre de rubor, y se retira. |
|
|
|
CAMACHO |
¿Mas con su esposo tímida? |
|
|
PETRONILA |
¡Qué tierno!
|
|
¡Qué fino y receloso! |
|
¡Feliz zagala! |
|
|
CAMACHO |
Dulce Petronila,
|
320 |
mis recelos perdona: pero dime |
|
¿mi Quiteria me quiere? ¿Está
contenta? |
|
|
|
PETRONILA |
¿Puede no estarlo con tan tierno
esposo, |
|
y en el destino a que la llama el Cielo? |
|
¿Un mancebo gentil, rico y amable, |
325 |
de edad florida, de apacible pecho, |
|
y fácil trato, a quién feliz no
hiciera? |
|
Mucho, mucho te debe |
|
mi hermana en torno, si pagar espera |
|
tal amor, tal ventura. |
330 |
|
|
CAMACHO |
Sólo anhela el deseo |
|
que ella la goce en mi amoroso empleo. |
|
|
|
PETRONILA |
El Cielo liberal le dio hermosura: |
|
mas su edad ternezuela ser regida |
|
debe con asistencia cuidadosa, |
335 |
hasta que el trato y la costumbre la haga |
|
diestra en las prendas, que tener conviene |
|
la afortunada esposa |
|
de mayoral tan rico, |
|
y en todo a tu esperanza satisfaga. |
340 |
¡Oh cuánto tiene que aprender
Quiteria! |
|
(Aparte.)
|
¡Y que mal cubre mi afición el
pecho! |
|
|
|
CAMACHO |
Tú me la enseñarás, de tu
amor fío |
|
todo el contento mío. |
|
Y ahora oficiosa corre, |
345 |
corre, y dile que ciego |
|
ardo de sus ojuelos en el fuego. |
|
Haz tú por Dios que ingrata no me sea, |
|
mientras yo puedo hablar a aquel criado |
|
del nuevo huésped... |
(Viendo a CAMILO y SANCHO.)
|
|
|
PETRONILA |
¡Triste Petronila!
|
350 |
¡De qué gentil mensaje vas
cargada! |
|
|
|
Escena
VI
|
|
CAMACHO.
CAMILO. SANCHO.
|
|
SANCHO |
¡Bien regalado!
|
|
De la espuma me dieron. |
|
|
|
|
SANCHO |
Salieron
|
|
por espuma tres pollas, que añagazas |
355 |
al apetito hacían, |
|
y a la boca ellas mismas se venían. |
|
Luego dos gazapillos, |
|
y cuatro pichoncillos, |
|
y tras esto el licor, dulce embeleso |
360 |
de Sancho, con que el seso |
|
pierdo regocijado. |
|
¡Es de lo más añejo y
extremado! |
|
¡Oh qué bien que sabía! |
|
|
CAMILO |
Mas decidme,
|
|
¿qué es este vuestro amo? ¿A
qué estas armas, |
365 |
cual si por tierra de enemigos fuera? |
|
¿Qué busca? ¿Cómo
viene |
|
por estos despoblados? |
|
|
SANCHO |
¡Dudas tales
|
|
podéis tener! ¿No veis en las
señales |
|
que es mi Señor andante, caballero, |
370 |
y de los más famosos? |
|
|
|
|
SANCHO |
Es una cosa, hermano,
|
|
que no sabré decilla, |
|
porque ora se halla en la mayor mancilla, |
|
ora de un alto imperio soberano |
375 |
entuertos endereza: |
|
soberbios desbarata: |
|
de acá para allá corre |
|
malandrines venciendo: |
|
y el sabio encantador que le socorre, |
380 |
su pro y claras fazañas va
escribiendo: |
|
vuela su fama, y viene al cabo a hallarse |
|
de un gran rey en la corte, y a prendarse |
|
de la señora infanta, |
|
que es muy apuesta y bella, |
385 |
y por quítate allá casa con
ella, |
|
y hace conde a lo menos su escudero. |
|
|
|
|
SANCHO |
Caballero
|
|
como este mi Señor no le
halláredes |
|
luengos siglos atrás, más
esforzado |
390 |
en el acometer, ni en repararse |
|
más diestro y avezado. |
|
Más cortés, liberal, ni más
sabido. |
|
(A CAMACHO.)
|
Así que de tenerle a vuestras bodas |
|
alegraros debéis. |
|
|
CAMACHO |
Son dichas todas
|
395 |
de mi suerte feliz. Mas ya me llama |
|
de la fiesta el cuidado. |
|
Quedad a Dios. |
(Vase.)
|
|
|
Escena
VII
|
|
CAMILO.
SANCHO.
|
CAMILO |
¿Con que de tanta fama
|
|
es este caballero? |
|
|
SANCHO |
No hay deciros
|
|
sus fechos y proezas. |
400 |
Acometer le he visto denodado |
|
gigantes como torres, y meterse |
|
de dos grandes ejércitos en medio, |
|
Y al rey Pentapolín dar la victoria: |
|
fracasar un andante vizcaíno: |
405 |
libertar galeotes: |
|
ganar el rico yelmo de Mambrino: |
|
y luego si encantado no se viera, |
|
del gran Micomicón Rey estuviera. |
|
|
|
|
SANCHO |
Esperad, que no en un
día
|
410 |
la cabra al choto cría. |
|
Al valeroso andante |
|
venció de los espejos, |
|
y luego dos leones |
|
feroces, y tamaños |
415 |
como una gran montaña, |
|
cuyo nombre tomó para memoria |
|
de tan grande aventura, |
|
que antes el caballero se llamaba |
|
de la Triste Figura, |
420 |
sin otros mil encuentros y refriegas. |
|
¿Y todo para qué? Para una dura |
|
sobajada señora, |
|
la sin par Dulcinea, que ferido |
|
le tiene de su amor. |
|
|
CAMILO |
¿Luego sujeto
|
425 |
vive al amor? |
|
|
SANCHO |
Mirad, si así no
fuera,
|
|
no fuera caballero tan perfeto. |
|
|
|
|
SANCHO |
¿Quién? La
esfera
|
|
de la belleza misma, |
|
apuesta, comedida, y bien fablada, |
430 |
princesa del Toboso cuando menos. |
|
|
|
|
SANCHO |
Y por ley a los vencidos
pone,
|
|
que ante ella vayan a decir de hinojos: |
|
«Encumbrada señora, aquel
andante, |
|
lumbre de caballeros, norte y guía |
435 |
de valientes, famoso Don Quijote, |
|
nos manda ante la vuestra fermosura, |
|
a que de nos ordene a su talante». |
|
Y así, o me engaña la esperanza
mía, |
|
o sus fechos extraños |
440 |
un reino han de ganalle, |
|
y luego encaja bien a Sancho dalle |
|
la Ínsula, que ha de estar yo no sé
dónde, |
|
y verme así Gobernador, o Conde. |
|
Arrímate a los buenos: con quien
paces, |
445 |
Sancho, no con quien naces. |
|
Mas helo viene. Al lobo se mentaba, |
|
y él todo lo escuchaba. |
|
|
|
CAMILO |
(Aparte.)
|
¡Qué extraño
desvarío! |
|
Sin seso están... no importa... en todo
caso |
450 |
hacerle quiero mío. |
|
(Quedándose suspenso un
momento, como pensando algún ardid.)
|
|
|
Escena
VIII
|
|
DON QUIJOTE.
CAMILO. SANCHO.
|
CAMILO |
Felizmente, señor, os hallo al paso |
|
para besar rendido vuestras plantas, |
|
si tal dicha merezco. |
|
(Inclínase a DON QUIJOTE.)
|
|
|
DON QUIJOTE |
Alzad zagal gentil, yo os lo agradezco. |
455 |
|
|
CAMILO |
Esto a tanto valor hacer me toca. |
|
|
|
|
CAMILO |
Entre fortunas tantas,
|
|
no es del rico Camacho dicha poca |
|
teneros a su lado; |
|
pero mayor le vino a aquel cuitado, |
460 |
que verse libre espera de la muerte |
|
por ese brazo fuerte. |
|
¡Ay infeliz! |
|
|
DON QUIJOTE |
(Con tono caballeresco.)
|
Mi profesión, mi
estado
|
|
ayudar es a los que pueden poco, |
|
y agravios desfacer; que esta es forzosa |
465 |
ley de caballería, |
|
sin que cosa en contrario darse pueda. |
|
¿Algún menesteroso en este
día |
|
necesita de mí? Corramos luego... |
|
|
|
CAMILO |
Tal vez... pero yo os ruego, |
470 |
que moderéis, en tanto |
|
que él mismo os pueda hablar, el justo
enojo. |
|
|
|
DON QUIJOTE |
Toda tardanza para mí es quebranto. |
|
¡Ay alta Emperatriz! ¡Podrá
ofrecerte |
|
algún nuevo despojo |
475 |
este tu sandio, y reprochado amante! |
|
|
|
SANCHO |
¿Va que hay entre las bodas aventura? |
|
¿Y son en un instante |
|
como el sueño del can mis dulces
ollas?... |
|
|
|
DON QUIJOTE |
(A SANCHO con severidad.)
|
Habedos otra vez con más mesuras, |
480 |
Sancho, y no del alegre |
|
fagáis en demasía. |
|
El pro del escudero |
|
es pro de su señor, su villanía |
|
amengua al caballero. |
485 |
|
|
SANCHO |
¿Por lo pasado lo diréis? No
puede |
|
mas conmigo, señor, el airecillo |
|
(Algo socarrón.)
|
tras de sí me llevaba. |
|
|
|
DON QUIJOTE |
Ven acá, ¿te faltaba |
|
tiempo para comer? ¿O mi persona |
490 |
primero ser no debe? |
|
Nunca tan mal sirviera |
|
escudero a señor cual tú me
sirves. |
|
Cuidado pues, y sígueme que quiero |
|
a solas departir... |
(A CAMILO.)
|
El Cielo os guarde.
|
495 |
|
|
|
|
(Vanse DON QUIJOTE
y SANCHO.)
|
Escena
IX
|
|
CAMILO.
PETRONILA.
|
CAMILO |
Por fin ya libre
|
|
puedo esperar a Petronila. ¡Cómo |
|
será, que no la vea! |
|
Mucho temo que todo en vano sea |
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cuanto los dos tracemos. ¡Ah cuitado! |
500 |
Poco esperar te es dado. |
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Petronila no asoma... ¿Qué
camino, |
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Basilio, seguiré para librarte, |
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si todo es mal, cuanto de ti imagino? |
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Esperaré otro rato... No, mas cierto |
505 |
él buscarla ha de ser... |
(Viendo a PETRONILA de improviso.)
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¡Oh Petronila!
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PETRONILA |
Felice yo, que en encontrarte acierto |
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aquí a solas do pueda... |
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CAMILO |
Acaba, acaba.
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¿Vienes con muerte, o vida? |
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PETRONILA |
Vida traigo;
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pues ya dispuesta queda |
510 |
a verse con Basilio, aunque no hallaba |
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manera conveniente. |
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Todo era recelar: líbreme el Cielo |
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tener que persuadir a una inocente |
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tan simple como hermosa, |
515 |
que al punto mismo que en amor se arde, |
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recelosa y cobarde |
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cien mil estorbos halla en cada cosa. |
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Por último quedamos |
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en que dentro de un hora aquí vengamos |
520 |
los cuatro, porque puedan |
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ellos hablarse, y acechar nosotros. |
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CAMILO |
¡Oh dulce Petronila! ¡Oh voz
suave! |
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¡Muy más grata a mi oído, |
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que de arroyuelo plácido el
rüido! |
525 |
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PETRONILA |
Tú pues, Camilo, de Basilio cura, |
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que Quiteria es segura. |
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Y vamos, que tal vez de nuestra falta |
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habrán ya recelado. |
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CAMILO |
Ve pues por ese, y yo por este lado. |
530 |
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(CORO II DE
ZAGALAS.)
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UNA ZAGALA |
Zagalas hermosas, |
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que en grata armonía |
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tan alegre día |
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debéis celebrar: |
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venid presurosas, |
535 |
venid a cantar. |
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Zagalas venid, |
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y a la bien hadada |
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bella desposada |
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el himno decid. |
540 |
Zagalas venid. |
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CORO I |
(Saliendo por un lado a la
escena.)
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Los bienes, la ventura, |
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que a todos los pastores |
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esta unión asegura, |
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¡quién podrá encarecer! |
545 |
De guirnaldas y flores |
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nuestras sienes ciñamos, |
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bailemos y aplaudamos |
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tanta dicha y placer. |
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CORO II |
(Saliendo por el otro lado.)
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La vega de verdura |
550 |
se cubre y los collados: |
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sin guarda los ganados |
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pacen en libertad. |
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Todo es paz, todo holgura |
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por el dichoso suelo. |
555 |
¡Baja del alto cielo, |
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alma fecundidad! |
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UNA ZAGALA |
Zagalas seguid, |
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el himno decid. |
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CORO I |
¡Qué vástagos frondosos, |
560 |
cual de fecunda oliva |
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en torno de ella hermosos |
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se verán florecer! |
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La palma más altiva |
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humíllese a adorarlos: |
565 |
y el suelo por gozarlos |
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se llene de placer. |
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CORO II |
Colmad, piadoso Cielo, |
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ventura tan cumplida |
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y en sucesión florida |
570 |
sus vidas prolongad. |
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De angustia, de recelo |
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libradlos, y sellada |
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quede la paz jurada |
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para la eternidad. |
575 |
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UNA ZAGALA |
Zagalas seguid, |
|
el himno decid. |
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CORO I |
Fecundidad dichosa, |
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tú sola a los mortales |
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concedes bienes tales. |
580 |
Ven, implorada, ven. |
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CORO II |
Contigo deliciosa |
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baje la Paz, y en una |
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abundancia y fortuna |
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con el Amor estén. |
585 |
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UNA ZAGALA |
¡Oh dichosa vega |
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si a disfrutar llega |
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de tan alto bien! |
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CORO II |
... su zagal querido... |
590 |
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CORO I |
... en edad lozana |
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viva siglos mil. |
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CORO II |
Con su amada unido |
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viva siglos mil. |
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CORO I |
La feliz serrana |
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en edad lozana... |
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CORO II |
... su zagal querido |
|
con su amada unido... |
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|
UNA ZAGALA |
... vivan siglos mil. |
600 |
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TODO EL CORO |
... vivan siglos mil. |
|
Vivan siglos mil. |
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