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Lucía Sánchez Saornil
(Madrid, 1895-Valencia, 1970)
Lucía Sánchez Saornil colaboró con el ultraísmo desde sus inicios. En 1916 publicó sus primeros poemas en la revista Los Quijotes. Utilizaba el seudónimo de Luciano de San-Saor. A partir de 1919 ese nombre aparecía en las más significativas revistas de la vanguardia: Cervantes, Ultra, Tableros, Plural. Guillermo de Torre saludó con las siguientes palabras, de retórica muy de la época, su incorporación a la nómina de los poetas vanguardistas: «Después de haber logrado una admirable perfección técnica y una cristalización temática en cierta modalidad lírica extinta, abandonar esa ribera, iniciando un tránsito a otra más ardua y alboreante, es una decisión heroica que revela
un temperamento arrostrado y una sed literaria sincera -más allá del whisky y del ajenjo decorativos-. Y he aquí la gesta realizada por esta sentimental poetisa que -enmascarada tras Luciano de San-Saor- orna nuestros frisos de avanzada y enciende sus palabras fosfóricas sobre el mármol polémico de nuestra mesa confraternal»
(Grecia, 1920, citado en el prólogo a Poesía, pág. 16).
Los años republicanos serán para Lucía Sánchez Saornil años de activa militancia política. Desde 1916 hasta 1931, en que es expulsada por sus actividades sindicalistas, trabaja en la Telefónica. Durante esa época abandona el verso por la prosa, colaborando activamente en publicaciones libertarias como Tierra y Libertad, Solidaridad Obrera o la revista de la C.N.T. madrileña, de la que llegaría a ser secretaria de redacción. En esa revista, el año 1933, hace una
autocrítica de su militancia en las filas de la vanguardia: «Los vanguardistas eran "hijos del burgués". Algunos, llevados de nuestra inquietud y de un sincero deseo de verdad, giramos engañados como falenas en torno a aquella ficción; y
hemos tenido que llegar hasta aquí, a codearnos con el dolor -que es el yunque único donde la nueva vida, aquella que soñamos, se está forjando- para comprender que todo lo demás es literatura, snobismo, miedo al anonimato. Por eso son
reímos ante ciertas cosas que parecen audacias. Lo nuevo y lo viejo, lo burgués y lo antiburgués, son términos propios, netamente burgueses. Sabemos de qué campo proviene el que los maneja; sin duda sabe el valor de las palabras, pero desconoce qué porción de mañana está contenida en la jornada de un peón»
, (tomo la cita del prólogo a Poesía, pág. 18). En 1936 funda el movimiento libertario feminista
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Mujeres Libres. Terminada la guerra, conoce el exilio y luego un regreso a España en el que abandona la militancia política y vuelve a escribir una poesía ya muy alejada tanto de la inicial experiencia vanguardista como del compromiso posterior.
Romancero de Mujeres Libres, Barcelona, 1937.
Poesía (ed. Rosa María Martín Casamitjana), Valencia, Pre-Textos/Ivam, 1996.
MARTÍN CASAMITJANA, Rosa María, «Introducción», en Poesía, págs. 7-28.
NASH, Mary, «Dos intelectuales anarquistas frente al problema de la mujer: Federica Montseny y Lucía Sánchez Saornil», en Convivium, núms. 44-45, 1975, págs. 71-99.
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Los cisnes | ||||
cobijan la luna bajo sus alas. | ||||
¿Quién ha sembrado el fondo negro | ||||
de anzuelos de oro? | ||||
Las hojas de los árboles | ||||
sobre el estanque sueñan | ||||
con un viaje a ultramar. | ||||
Me ha tentado el suicidio | ||||
y al mirarme en el espejo | ||||
me ha espantado mi doble | ||||
ahogándose en el fondo. |
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Detrás de nosotros | |||||
dejamos un rastro de cadáveres. | |||||
A cuántos los quisiéramos resucitar | |||||
y darles su sol y su cantar y su sonrisa | |||||
Nada hay que pueda ponerlos en pie | |||||
De algunos nos hemos traído el perfume | |||||
pero ellos van en sus cajas negras | |||||
río abajo. |
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Anochecer de domingo | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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La ventana bosteza | ||||
en el fondo | ||||
cansada de mirar | ||||
siempre el mismo paisaje | ||||
En el plano del alma | ||||
nadie pone su mano. | ||||
En la ciudad | ||||
la cinta cinemática | ||||
desenrolla su metraje. | ||||
No quiero | ||||
no quiero | ||||
no quiero | ||||
Film para los horteras | ||||
y las porteras. | ||||
La semana | ||||
canta su estribillo. | ||||
El lago del recuerdo | ||||
se colma de suspiros | ||||
Un gramófono ronca | ||||
Domingo | ||||
domingo | ||||
domingo. |
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Se ahoga en el canal la voz del río | ||||
y el agua que cantaba suena ahora, | ||||
a la luz indecisa de la hora, | ||||
un paisaje sin voz, yerto de frío. | ||||
En finísima nube de rocío | ||||
la pereza del agua se evapora, | ||||
y mojando la atmósfera, colora | ||||
de un tenue violeta el praderío. | ||||
El paisaje en la niebla sepultado, | ||||
dudando entre lo real y lo soñado, | ||||
un mensaje nos trae en cada cosa. | ||||
Y tan alto y tan hondo lo sentimos | ||||
que acude la palabra temblorosa | ||||
sólo por recordarnos que vivimos. |
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Creíste renacer y estabas yerta, | ||||
bien yerta sí, bien fría, fatalmente, | ||||
nada podrás hallar que te caliente; | ||||
estás definitivamente muerta. | ||||
Ayer, no más, creías estar cierta | ||||
que campanas de gloria de repente | ||||
cantaban para ti, y alegremente, | ||||
para oír la señal, fuiste a la puerta. | ||||
No más que ayer... pero hoy has escuchado | ||||
un doblar de campana acompasado | ||||
que te avisa que ya no estás despierta. | ||||
Y en vano junto a ti la vida grita, | ||||
porque era de verdad que estabas muerta, | ||||
y un muerto de verdad no resucita. |
[Poesía]