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ArribaAbajoPedro García Cabrera

Pedro García Cabrera

Pedro García Cabrera
(La Gomera, 1905-Santa Cruz de Tenerife, 1981)

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Pedro García Cabrera fue uno de los fundadores de la revista Gaceta del Arte (1932-1936), tardía y fundamental contribución española a las corrientes de vanguardia. Sus primeros poemas, incluidos en el libro Líquenes, se inscriben en una línea tardomodernista y neopopularista. Transparencias fugadas, su segunda entrega, ha sido puesta en relación con el surrealismo, pero quizá resulta más evidente la influencia de Salinas y el creacionismo. Más claramente surrealistas son sus libros siguientes, Dársena con despertadores y Entre la guerra y tú, que no pudieron editarse en su momento. Buena parte de la obra de Pedro García Cabrera permaneció inédita hasta que se publicó póstumamente en sus Obras completas. Entre 1937 y 1945, García Cabrera, militante de izquierdas, permaneció encarcelado. Durante la posguerra, su poesía experimentó un proceso de rehumanización que le aproximó a los postulados de la llamada poesía social (Leopoldo de Luis, sin embargo, no le incluyó en su conocida antología).

Obra poética

Líquenes, Santa Cruz de Tenerife, Hespérides, 1928.

Transparencias fugadas, Santa Cruz de Tenerife, Gaceta de Arte, 1934; 2.ª ed., Las Palmas de Gran Canaria, Inventarios Provisionales, 1970.

Día de alondras, Santa Cruz de Tenerife, Goya-Ediciones, 1951.

La esperanza me mantiene, Madrid, 1959.

Entre cuatro paredes, Santa Cruz de Tenerife, Gaceta Semanal de las Artes, 1968.

Vuelta a la isla, Santa Cruz de Tenerife, 1968.

Hora punta del hombre, Las Palmas, La Quincena, 1970.

Las islas en que vivo, Santa Cruz de Tenerife, 1971.

Elegías muertas de hambre, Madrid, Rialp (col. Adonais), 1975.

Ojos que no ven, Madrid, 1977.

A la mar fui por naranjas, Las Palmas de Gran Canaria, Edirca, 1980.

Hacia la libertad, Santa Cruz de Tenerife, 1980.

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Dársena con despertadores, Santa Cruz de Tenerife, 1980.

La rodilla en el agua, La Laguna, 1981.

Obras completas (ed. S. de la Nuez, N. Palenzuela y R. Fernández), 4 vols., Madrid, Gobierno de Canarias, 1987. Contiene los libros inéditos Los senos de tinta (1934), Entre la guerra y tú (1936-1939), Romancero cautivo (1936-1940), La arena y la intimidad (1940), Hombros de ausencia (1942-1944), Viaje al interior de tu voz (1944-1946), Odas de vidrio, madera y cartón (1947), El mar, tocayo mío (1967-1970), El verso que salta (1960-1980), La blanquísima soledad (1978) y Poemas del cuaderno verde (1979-1980).

Antología (selección y prólogo de Sebastián de la Nuez), Santa Cruz de Tenerife, Centro de Cultura Popular Canaria, 1993.

Bibliografía

Amado Santana, Esteban, Pedro García Cabrera: en torno a una existencia poética, Santa Cruz de Tenerife, Aula de Cultura del Cabildo de Tenerife, 1985.

Fernández, R., «Pedro García Cabrera: los años vanguardistas», en A. Sánchez Robayna (ed.), Canarias: las vanguardias históricas, Las Palmas de Gran Canaria, CAAM, 1992.

Palenzuela, Nilo, El primer Pedro García Cabrera, Las Palmas de Gran Canaria, Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria, 1991.

Sánchez Robayna, Andrés, «Significación de Pedro García Cabrera», en La sombra del mundo, Valencia, Pre-Textos, 1999, pág. 125-138.

Sotto, Danielle, El orbe poético de Pedro García Cabrera, Tenerife, Aula de Cultura, 1980.

VV.AA., Pedro García Cabrera. Homenaje de la Universidad de La Laguna, La Laguna, 1981.

——, Pedro García Cabrera: El hombre en función del paisaje, Santa Cruz de Tenerife (col. LC de Cultura Canaria), 1981.

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ArribaAbajo[El aire]


ArribaAbajo el aire entraba en mí sin encontrarme.
en el globo cautivo de mi pecho
me contaba las islas invernadas,
las agujas piteras, los barrancos,
los desmandados mares sin adioses.
y persiguió los pozos de las venas,
las galerías de los instintos,
las puertas de las cámaras vitales.
y se marchó de mí sin encontrarme.
yo me hallaba tan hondo y tan espejo
que era invisible al aire.

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ArribaAbajo[Ni llegas]


ArribaAbajoni llegas. ni vas. ni estás presente.
por dentro de ti mismo
organizas tus fugas, tus pájaros,
tus juegos de ajedrez con las arenas.
y siempre de pie sobre tus hombros, asomado
asomado al alféizar de tu cuerpo,
recorriendo tus músculos, tus bielas,
sin irte, sin llegar, sin detenerte.
y sin saber que todos los espejos
han preparado un lecho a tu fatiga.

[Transparencias fugadas]




ArribaAbajoNoche de absurdos


ArribaAbajo Aunque laves los pies a la lluvia
nunca dispondrás
de calcetines blancos que ponerle.

Aunque el telar de angustia de la sangre
siga tejiendo el lienzo de tu espalda
nunca lograrás
la camisa del hombre feliz.

Aunque te multipliquen por música de pasacalles
siempre andarás a paso de tortuga.

Aunque vistan sedas universitarias
los tuyos, al final
siempre tendrás el rabo entre las piernas.

Ya pueden los rostros sentir vértigos de esperanza,
estrecharse la mano los siempre y los nunca,
dejarse crecer barba las olas de los mares,
vivir una familia en un grano de arena.

Porque aun aumentando el nivel de vida
sólo verás de tu renta per cápita
unos zapatos rotos.

[Hora punta del hombre]

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ArribaAbajo Isla de lobos


ArribaAbajo Qué ideograma de la mar.
Qué sintaxis de piedras salteadas.
Qué gallo de pelea.
Estoy vivaqueando entre tus rocas,
rocas con un cariz de aves de presa,
rocas que rumian un tormento
de castradas colmenas,
rocas con un candado en las entrañas
y una luz de pimienta en los costados.
Pero rocas que entran por los ojos,
pisapapeles de los mares,
para que la palabra en que sonrío
no se lleve de mi mesa el viento.

[Suite majorera (Obras completas)]