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Beatriz Paternain Miranda: Quién cuenta la historia. Estudios sobre el narrador en los relatos de ficción y no ficción
(Pamplona: Ediciones Eunate, 1999, 206 páginas)
Tradicionalmente se ha considerado el estudio del narrador como un terreno reservado exclusivamente para el campo filológico, por lo que su figura se ha visto relegada hasta hace pocos años al ámbito exclusivo de la ficción literaria. Frente a ello, este libro tiene el acierto de reunir en un solo volumen seis capítulos con un mismo objetivo, analizar este elemento narrativo desde seis perspectivas diferentes: la literatura de ficción impresa, el cine, la radio, el documental cinematográfico y televisivo, el reportaje televisivo y la ficción interactiva.
El primer capítulo del libro, titulado El narrador en literatura. Su papel en el carácter ficticio y en la credibilidad del texto, cuya autora es Teresa Imízcoz, se acerca a la figura del narrador analizando sus cambios y su evolución a lo largo del siglo XX, sus causas histórico-filosóficas, y la situación actual vista desde otras formas narrativas. Asimismo, recoge diferentes concepciones que sobre el narrador nos —516→ ofrece la teoría literaria, analizando su figura en diversos textos de ficción. Aplica sus aportaciones a la novela La dama de blanco de Wilkie Collins. Una de las mejores contribuciones es el apartado dedicado a la credibilidad, tal y como señala la propia autora.
El segundo capítulo está dedicado al papel del narrador en el cine. Efrén Cuevas analiza los conceptos y tipologías de éste, indicando las corrientes de estudio en el terreno cinematográfico, y dedica una especial atención a lo que denomina como «narración delegada», especialmente a su tipología y a su fiabilidad. Para ello elige la película Sospechosos Habituales, centrándose no sólo en la narración delegada, sino también en su temporalidad narrativa, para concluir con un apartado dedicado a la verosimilitud: «verdad y mentira narrativas en Sospechosos habituales».
El tercer capítulo está dedicado a la gran olvidada en los estudios sobre el narrador: la radio. Hecho que resulta paradójico al tener a éste como elemento central y fundamental. María del Pilar Martínez-Costa comienza con una fundamentación teórica sobre los antecedentes y evolución de la figura del narrador radiofónico, continuando con su aplicación a los relatos de no ficción. Sobre esta base teórica sustenta un análisis de este elemento en relación con sus diferentes funciones. Para ello estudiará la figura del conductor en los relatos radiofónicos y su función operativa, el presentador en los relatos radiofónicos y su función narrativa, el comunicador en los relatos radiofónicos y su función comunicativa. También incluye el comunicador en el magazine y el presentador de reportaje. Aplica así su metodología al análisis del reportaje radiofónico emitido por la cadena SER el 12 de julio de 1998, con motivo del primer aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco Garrido. En este último apartado la autora realiza una sinopsis de este reportaje, mostrando su estructura, analizando la tipología del narrador, y la función y características del narrador principal.
Bienvenido León analiza la concepción del narrador en los documentales cinematográficos y televisivos y su tipología, centrando su atención en el narrador extradiegético e intradiegético, en el narrador delegado, y en la objetividad y credibilidad del narrador. Finaliza el capítulo con el análisis de dos documentales de Félix Rodríguez de la Fuente: Operación Zorro y El lirón careto.
Asimismo, José Alberto García Avilés realiza, en primer lugar, un análisis conceptual centrándose en la fundamentación del narrador en la teoría literaria y cinematográfica, continuando con la naturaleza de —517→ la narración en el reportaje televisivo, el concepto de narrador, su presencia en el reportaje, sus modos y funciones, su credibilidad y su veracidad y verosimilitud. Para analizar la figura del narrador, se sirve del reportaje 112, realizado por los profesionales del espacio Equipo de Investigación de TVE, que se emitió en el programa Documentos TV el 6 de febrero de 1991, y que fue nominado con diferentes premios.
Por último, José Luis Orihuela estudia el papel del narrador en la ficción interactiva, señalando cómo «las viejas convenciones resultarán inútiles para dar cuenta de los nuevos universos de ficción que emergen con las tecnologías digitales». Este autor estudia la figura del narrador y del lector en hipertextos literarios, y analiza una historia y sus voces múltiples en el CD Califia, de M.D. Coverley, dedicando un apartado especial a cada una de sus secuencias. En opinión de este autor, «Lejos de los temores maximalistas, la ficción interactiva no plantea la desaparición del autor, ni del narrador, sino más bien la apertura de algunas de sus funciones a un lector con avidez de participar en el proceso narrativo de un modo más activo, sin que ello le eleve a la categoría de autor, ni se convierta a las máquinas y a sus programas en nuevos narradores» (203).
Finalmente, hay que señalar que uno de los principales valores del libro es el espacio que se dedica en los diferentes capítulos al concepto de la credibilidad del narrador y de los recursos que se utilizan para lograrla. Asimismo, dada la escasez de trabajos sobre este tema y desde estos campos -aun cuando sea un elemento fundamental en ellos-, el libro Quién cuenta la historia puede ser un buen pionero para el inicio de estudios interdisciplinares que continúen aportándonos luz sobre elementos fundamentales de la Teoría literaria. No en vano, los diferentes capítulos muestran los puntos de concomitancia y las diferencias existentes entre el narrador de los relatos de ficción y los de no ficción. Hay que recordar que estos últimos basan sus estudios en la Teoría literaria adaptándola a sus respectivos medios. Como conclusión, cabe señalar que la elaboración, la profundidad y el rigor definen cada uno de los capítulos de este libro que puede ayudarnos a conocer mejor esa pieza fundamental de la ficción literaria y de los medios de comunicación que es el narrador.
Beatriz Paternain Miranda
(ISLTYNT-UNED)