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1

Werner Mackenbach revela un panorama actual de las nuevas novelas históricas centroamericanas en su estudio «La nueva novela histórica en Nicaragua y Centroamérica». Ver Werner Mackenbach, «La Nueva Novela Histórica en Nicaragua y Centroamérica» en Ponencia en el VII Congreso Internacional de Literatura Centroamericana Antigua, Guatemala, (Marzo), 2000.

 

2

María Cristina Pons, Memorias del Olvido. Del Paso, García Márquez, Saer y la Novela Histórica de Fines del Siglo XX, México, Siglo XXI, 1996.

 

3

«Si bien estas novelas históricas manifiestan una explícita desconfianza hacia el discurso historiográfico, no se trata de un mero cuestiona miento indiscriminado a la práctica historiográfica per se». Ibid., pág. 258.

 

4

Homi Bhabha le otorga gran importancia estratégica a la dedicación literaria y teórica de esta posición: «The move away from singularities of 'class' or 'gender' as primary conceptual and organizational categories, has resulted in an awareness of the subject positions -of race, gender, generation, institutional location, geopolitical locale, sexual orientation- that inhabit any claim to identity in the modern world. What is theoretically innovative, and politically crucial, is the need to think beyond narratives of originary and initial subjectivities and to focus on those moments or processes that are produced in the articulation of cultural differences. These 'in-between' spaces provide the terrain for elaborating strategies of selfhood -singular or communal- that initiate new signs of identity, and innovative sites of collaboration, and contestation, in act of defining the idea of society itself» . Homi Bhabha, The Location of Culture, London and New York, Routledge, 1994. En México se puede observar un proceso cultural similar, especialmente en la obra de Carmen Boullosa. La escritora mexicana ofrece dos ejemplos particularmente interesantes: Duerme y Son Vacas, Somos Puercos.

 

5

Thomas Wägenbaur, «Postmoderne und Multikulturalität. Der Feine Unterschield» en Kessler, M. & Wertheimer, J. (eds.), Multikulturalität, Tübingen, Stauffenberg, 1995.

 

6

Un ejemplo de la creación de una figura de la experiencia de desgarro lo da el autor guatemalteco: Luis Alfredo Arango, Después del tango vienen los moros, Guatemala, Grupo Literario Editorial «RIN-78», 1988.

 

7

Rosario Aguilar, La niña Blanca y los Pájaros sin Pies, Managua, Nueva Nicaragua, 1992.

 

8

Gloria Guardia, Libertad en Llamas, México y Barcelona, Plaza y Janés, 1999.

 

9

Sergio Ramírez, Margarita, está Linda la Mar, Madrid, Alfaguara, 1998.

 

10

Doña Beatriz es la única de estas mujeres que llega a ser mencionada como Beatriz de la Cueva, ello hasta en la historiografía más actual. Edelberto Ver Torres-Rivas, Historia General de Centroamérica, Madrid, Sociedad Estatal Quinto Centenario/FLACSO, 1993, pág. 153. Pero el mismo libro sólo menciona como yerno de Pedrarias a Rodrigo de Contreras (pág. 152) y no así el nombre de la hija (María) misma. Doña Luisa y Doña Leonor al menos parecen valer una nota a pie de página (págs. 93 y 251) y unas palabras en la biografía de Pedro de Alvarado (pág. 246); José Milla, Historia de América Central, Guatemala, Editorial Piedra Santa, Biblioteca Centroamericana de Ciencias Sociales, 1879/1882, quien menciona con más respeto también a Doña Beatriz (págs. 251 a 253). Doña Isabel aparece en esta obra histórica sin nombre, sólo como esposa de Pedrarias (pág. 64) e hija de la condesa de Moya, una amiga de la reina Isabel. En Tomas Ayon, La Historia de Nicaragua: desde los Tiempos más Remotos hasta el Año de 1852, Managua, Fondo de Promoción Cultural, BANIC, 1993, está mencionada Doña Isabel de Bobadilla sólo una vez como «mujer» de Pedrarias (pág. 108); su hija María Peñalosa encuentra un poco más de atención en esta obra por las peleas que hubo por la herencia de su esposo Rodrigo de Contreras (pág. 203).