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Destaca el hecho de que sólo se mencione la procesión de San Marcos. En su escrito Fiestas que son de guardar en cada mes (en M. Menéndez y Pelayo (dir.), op. cit., p. 2), Fray Hernando, la señala como única fiesta en el mes de abril: es de guardar el día de Sant Marcos Evangelista, que es á veinte é cinco dias; no tiene vigilia.
Estas indicaciones son consecuencia de la importancia que tenía esta fiesta en ese momento histórico, siendo considerada como fiesta de «guardar», al igual que la de los apóstoles. Esta fiesta era célebre porque en ella se realizaban las letanías mayores a las cuales está haciendo referencia nuestro autor; éstas consistían en una procesión con canto solemne de las Letanías de los Santos y de otras preces, seguidas de la Misa. La finalidad era impetrar la misericordia de Dios, alejar los castigos merecidos por los pecados cometidos y la petición ferviente de bienes espirituales y temporales. Las letanías mayores están adscritas al 25 de abril, fiesta de San Marcos, pero el motivo de celebrarse no es la fiesta del Evangelista sino el ser el día 25 de abril
, nota 307, en J. M. Sierra López, op. cit., p. 245.
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L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 115: Ha de estar presente a las tinieblas aquellos tres dias de la semana santa que son exequias e honras que hace el pueblo cristiano en memoria de la sepultura de iesucristo nuestro redemptor: e assi mesmo ha de ser presente a los otros officios diuinos el jueves de la cena y el viernes sancto: e aun el sabado hasta dicha las visperas de la santa pascua e merecera mucho galardon de dios nuestro señor si esta acompañando honrrando e rezando al monumento todo aquel tiempo que el cuerpo de nuestro señor esta alli encerrado
. Para poder comprender las celebraciones en la época: J. M. Sierra López, op. cit., pp. 86-107.
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Se debía a que en estos maitines estaba incluida la antífona Tenebrae factae sunt.
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Acompañar si pudiere el cuerpo de nuestro señor cada que lo lleuan a algun enfermo. E lleuar si puede candela encendida: y ser assi mesmo presente si puede en la unción.
L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 115.
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L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 117.
46
En el Memorial anteriormente citado a los vecinos del Albaicín también insta a la recepción del sacramento de la confirmación (Que procuréis que cuanto más aína se pueda hacer, sean confirmados
, op. cit., p. 161).
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L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 116.
48
Cf. Concilio IV de Letrán, DH 812.
49
L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 116.
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L. Resines, La «Breve Doctrina»..., p. 116: Para estar verdaderamente confesado: es menester que antes que se confiese: piense y repiense en todos los pecados en que cayo despues que se confesso: e en los que nunca ha confessado. Y trabaje mucho por se acordar de todos ellos: leyendo o oyendo leer algund tratado: o libro que enseñen aquesto. E que de todo e de cada uno de ellos: se arrepienta e duela por que ofendio a nuestro señor, e que los confesse assi todos muy abierta mente: no se escusando: y que manifieste el lugar y el tiempo; y la qualidad o condicion de la persona si son tales circunstancias que hazen y añaden otro peccado. Y especialmente ha de confessar quantas vezes cometio cada vn peccado. E confiesse no solamente el mal que dixo o hizo: mas también confiesse el mal que quiso; e propuso de hazer avnque no lo puso por obra: lo qual todo ha de confessar: con firme propósito de se enmendar
.