Presentación del portal Archivo Fundación Pública Gallega Camilo José Cela
Por Adolfo Sotelo Vázquez
(Universitat de Barcelona / Cátedra CJC, Universidad Camilo José Cela, Madrid)
La vocación literaria de CJC se inicia en 1931, y lo hace como lector, un lector ordenado y consciente: los clásicos, los modernos del 98 y Ortega y Gasset. Su primer perfil como escritor es el de poeta: Pisando la dudosa luz del día (1945) fue escrito en los primeros meses de la Guerra Civil e inicia una voz, timbrada en los magisterios de Alberti y Neruda. El segundo perfil, el indispensable, se configura en 1942 con La familia de Pascual Duarte. CJC es novelista que, con Unamuno, Baroja y Valle-Inclán en su equipaje, abre los caminos de la novela de posguerra, para culminar una trayectoria que mereció el Premio Nobel de Literatura de 1989. La narrativa breve dibuja su tercer perfil. Cuentos, fábulas, apuntes carpetovetónicos (genial creación que une lo intrahistórico unamuniano con la perspectiva orteguiana) y divertimentos constituyen una amplísima gavilla que es la médula de su escritura.
Pese a la radical unidad de la obra de CJC, la pluralidad de sus manifestaciones autentifica un cuarto perfil: el autor de libros de viaje. Para ello amalgama la tradición aprendida en los viajeros del 98 con Unamuno a la cabeza, las notas de andar y ver
de Ortega y los libros de Josep Pla. El quinto perfil es el que dibujan la inacabable lista de colaboraciones periodísticas con las que CJC sembró la prensa española desde 1942 hasta el siglo XXI. El lector atento descubrirá en esta escritura del día
muchas de las invariantes de su pensamiento y una constante glosa del mundo en torno. Al margen de sus importantes quehaceres en los dominios de la lexicografía y otros saberes anexos (otro verdadero perfil) y de sus creaciones teatrales, el último perfil de este gigante de las letras españolas contemporáneas lo constituye su obra memorialista.
Estas son las caras del poliedro Cela: novelista, narrador, articulista, vagabundo, dramaturgo, memorialista, lexicógrafo y, sobre todo, poeta. Son sus perfiles, todos ellos guardados, documentados y clasificados en los archivos de la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela de Iria Flavia, Padrón, A Coruña.
El 11 de junio de 1991 los Reyes de España inauguraron la Fundación que lleva el nombre del escritor de Iria Flavia, quien pronunció un discurso que constituye el ideario y las señas de identidad de su Fundación. Era el deber que Cela tenía con Galicia y que constituye el legado excepcional de la hoy Fundación Pública Gallega Camilo José Cela: Esto es devolverle a Galicia lo mucho que Galicia me dio
(1994).
Faro de la cultura gallega y española, la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela atesora los manuscritos de sus obras, la documentación de la génesis textual de todas sus novelas, unas excepcionales biblioteca y hemeroteca y un amplísimo epistolario de más de cien mil cartas. A todo ello hay que añadir una riquísima colección de recortes periodísticos que dan entera noticia de la presencia de Cela en la prensa desde 1942 a 2005, una amplia fototeca y una sobresaliente pinacoteca con obras de Picasso, Miró, Zabaleta, Díaz Pardo, Laxeiro y un largo etcétera.
La Fundación Pública Gallega Camilo José Cela desarrolla una intensa labor de divulgación de su patrimonio a todos los niveles y en muchos ámbitos, facilita las investigaciones sobre Cela y el mundo de su entorno, y se afianza como enclave cultural imprescindible de la Galicia y de la España del siglo XXI.