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Memoria del
silencio
-
Sonetos
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- 4 -
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Soneto a Juan Gil-Albert
-
- 5 -
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Soneto a Gloria Fuertes
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- 6 -
-
A la muerte de Antonio Bienvenida
-
- 7 -
-
A la Virgen de los Desamparados
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- 11 -
-
Playa de Nazaret de Valencia
-
- 12 -
-
Testamento espiritual de Rafael Duyos
Giorgeta
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- 19 -
-
Soneto villancico en el nacimiento de Javier
García Coronado
-
- 20 -
-
Mario Cabré en Benicásim, después
de visitarle...
-
- 24 -
-
Hoy tengo el corazón...
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- 35 -
-
A la muerte de Rafael Duyos
-
- 36 -
-
Sonetos a Blanca: 1953 - 1978
-
- 65 -
-
A Rafael Alberti, en su noventa
cumpleaños
-
- 80 -
-
50 Aniversario de la bomba atómica sobre
Hirosima
-
- 90 -
-
Hoy me siento a la orilla...
-
- 91 -
-
No es el mar quien separa...
-
- 92 -
-
Del venero donde la estrella mana
-
- 93 -
-
Tanta salud me dieron...
-
- 94 -
-
Quiero alcanzar el tiempo...
-
- 97 -
-
¿Dónde estará la
rosa...
-
- 124 -
-
Estaba, Satanás tan aburrido...
-
- 132 -
-
Aún por las viejas calles...
-
- 133 -
-
A Blanca en su 36 aniversario de boda
-
- 141 -
-
Por la puerta de un sueño...
-
- 145 -
-
Iba por los mares orientales un barco cargado de
niños
-
- 146 -
-
A veces nace un día tan oscuro...
-
- 154 -
-
Cuántas veces en el umbral...
-
- 165 -
-
Quizás seas un ánimo de
rosa...
-
- 166 -
-
Para mi hermano en las Musas, Juan José Barcia
Goyanes, por su libro Canto del cisne
-
- 168 -
-
A veces va de caza la tristeza...
-
- 170 -
-
Autoepitafio sobre la tumba de William
Shakespeare
-
- 171 -
-
A F. G. L. en el 40 aniversario de su
muerte
-
- 180 -
-
Mientras existan fábricas...
-
- 189 -
-
El Cabo San Antonio (Jávea)
-
- 192 -
-
No sé en qué redes tuyas...
-
- 194 -
-
Soneto a Lourdes en el día de su boda con
Juanjo
-
- 207 -
-
A una pluma estilográfica, regalo de unos
amigos
-
- 211 -
-
Carta soneto a Blanca en su sesenta y dos
cumpleaños
-
- 213 -
-
Quien escribió estos versos...
-
- 216 -
-
Dio, Jesús, en andar por esas
calles
-
- 232 -
-
Cuando me brota un verso...
-
- 233 -
-
Ante una fotografía de Celia
-
- 234 -
-
Por darle a nuestro juego...
-
- 241 -
-
Primer soneto de amor del año 1998
-
- 243 -
-
A Celia que empieza a ser mujer...
-
- 247 -
-
Soneto a Mari Ángeles Coronado en su fiesta
onomástica
-
- 251 -
-
Me paso la mañana en un sesteo
-
- 252 -
-
Hay que ganar dinero como sea
-
- 264 -
-
Se me ha negado el vuelo...
-
- 265 -
-
A mi nieto, Ramón, al cumplir sus primeros
quince años
-
- 266 -
-
Si es ser y estar mi estado...
-
- 273 -
-
A un soneto me obliga, Tortajada...
-
- 283 -
-
Se me rompió la vena del soneto
-
- 286 -
-
Ayer por un camino en que vagaba
-
- 297 -
-
Hablando del que esto escribe...
-
- 302 -
-
Quevedo habla con una joven lavandera
-
- 303 -
-
A mi maestro en humanidades, Juan José Barcia,
al alcanzar los primeros cien años de edad
-
- 305 -
-
Soneto a las madres de mis nietos
-
- 328 -
-
Soneto a la exposición de fotografías de
José Segura
-
- 340 -
-
A Dios me lo metieron por las venas
-
- 356 -
-
Soneto sobre la muerte de la Poesía
-
- 358 -
-
De un poeta del siglo XXI, buscando el estilo de
pasados siglos
-
- 363 -
-
Soneto a Elena en el día de su agua
bautismal
-
- 366 -
-
El poeta aconseja a la niña Silvia
-
- 368 -
-
Para Celia al cumplir 13 años
-
- 371 -
-
Con los años y el tiempo...
-
- 373 -
-
El primer soneto del siglo XXI
-
- 376 -
-
A Cintya, la deportista, en mis últimos metros
de amor
-
- 380 -
-
Me muero de un soneto en terminales
-
- 392 -
-
Soneto del siglo XVI por Ramón García
González
-
- 394 -
-
El poeta a la playa del Calderer, tras una larga
ausencia
-
- 397 -
-
El poeta habla con Antonio Gala (poeta)
-
- 398 -
-
Contestación del poeta Antonio Gala al poeta
Ramón
-
- 401 -
-
Que te escriba, me pides, que te
escriba...
-
- 406 -
-
Por las laderas del monte Abantos
-
- 407 -
-
A mi maestro en humanidades, Juan José Barcia,
al alcanzar los primeros cien años de edad
-
- 410 -
-
Hoy han operado a mi hijo Monti de una hernia inguinal
y, en el reposo, fluye este soneto, ajeno al trato
-
- 412 -
-
A la mala salud de un tal Sabina
-
- 414 -
-
La muñeca del «maestro
Ponce»
-
- 415 -
-
Para una pelea «poética» entre
Joaquín Sabina y Alfonso Ussía
-
- 418 -
-
Al Real Madrid Club de Fútbol
-
- 421 -
-
A la muerte de Lope de Vega
-
- 424 -
-
Se trata de decir, que no sé nada
-
- 429 -
-
Si no encuentras en este verso mío
-
- 430 -
-
Conmigo los de andar entre poemas
-
- 431 -
-
El que pueda decir lo que yo digo
-
- 437 -
-
Cada día suspiro con más
ganas
-
- 438 -
-
A Celia en su catorce cumpleaños
-
- 439 -
-
¿Quién me puede causar tanta
tristeza...
-
- 444 -
-
Para David Coronado González, en el día
que tomó las aguas bautismales
-
- 445 -
-
El poeta se regala un soneto
-
- 450 -
-
Soneto a las «bodas de plata» de Manolo y
Julia
-
- 455 -
-
Cómo debía empezar El
Quijote
-
- 456 -
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El poeta asoma su esperanza...
-
- 457 -
-
Desde el siglo XVII, el poeta da las gracias a su
«editora» Francesca
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- 458 -
-
¡Viva Madrid, que es mi pueblo!
-
- 463 -
-
A Lope, hermano en el verso
-
- 474 -
-
A mis «bodas de diamante» con la vida (75
años)
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- 485 -
-
A mis queridos catedráticos
-
- 486 -
-
A mi cuñado, Ángel González
Santiago, rey de los fogones y sus derivados, con un cariño
bien aderezado
-
- 492 -
-
Con letras de mi amor al triste tango
|
-
A cambio de racimos
de ternura
-
A Dios me lo
metieron por la vena
-
A esta Ciencia de
nobles conjeturas
-
A la más
presumida pone a caldo
-
A la orilla de un
río, seducía,
-
A mi mujer: Que es
todo mi equipaje.
-
A mí nadie
me dijo que dolía,
-
A ti, luz de la
luz, crisol de soles,
-
A ti, que me
soportas con paciencia,
-
A todos los que
piensan que mi suerte
-
A un soneto me
obliga, Tortajada,
-
A veces al doblar,
cualquier esquina,
-
A veces el poeta
tiene el día
-
A veces me despierto
por la noche
-
A veces nace un
día tan oscuro
-
A veces nace un
día tan oscuro
-
A veces recordando
los amores
-
A veces sin fortuna
y sin amigos
-
A veces va de caza
la tristeza
-
A ver si se
descubre la vacuna
-
Abrí mi
corazón para que entrara.
-
Abro mi
corazón y, ¡allí está ella!
-
Al crítico
buscón de imperfecciones
-
Al dorado
pichón que fue tu fama,
-
Al fin está
la sierra más serrana;
-
Al Olimpo del
Número, llamado,
-
Al perfumar de amor
este cuarteto
-
Alabado por Lope y
por Quevedo
-
Algo tiene de ti,
la Primavera,
-
Andaba como un
perro vagabundo
-
Andaba la muleta a
medios pelos,
-
Andaba por mis
sueños tan contento
-
Andaba por mis
sueños tan perdido
-
Andaba por mis
sueños tan perdido
-
Andaba yo buscando,
donde hacerme,
-
Ando sobre la arena
de la playa,
-
Antes de ser
embrión del dulce lecho
-
Antes de ser tus
padres, gloria y cielo,
-
Apenas deja el Sol
el aura fría
-
Aquí cuando
termina todo evento,
-
Aquí no cabe
un verso de amargura,
-
Aquí no
queda ya ni la basura.
-
Aquí, donde
me lees, estoy despierto.
-
Aquí, los
que no saben como duele,
-
Arquitecto de
sueños, edifico,
-
Así como
presiento la tristeza
-
Aún por las
viejas calles de mi infancia,
-
Aún
soñando, que claro es el acento,
-
Ayer por un camino
en que vagaba
-
Bastó que
viera el sol por vez primera
-
Bendito sea el
bendito que bendice
-
Buscando el
manantial de la belleza
-
Cada día me
cuesta más trabajo
-
Cada día
suspiro con más ganas,
-
Cada vez cuesta
más hacer camino;
-
Cada vez me produce
más tristeza,
-
Cada vez que
amanece me pregunto
-
Cada vez que la
aurora se levanta
-
Cada vez te
complicas más la vida;
-
Celestial claridad
que precedía
-
Ciego, más
que levanta, inunda el cielo,
-
Cien gramos de
salud, en este instante,
-
Clamaba el pescador
del mar airado;
-
Claridad
desprendida de la Luna.
-
Colecciono dolores
de cabeza
-
¿Cómo
aquella mirada prometiendo
-
Como aquellos que
fueron castigados
-
Como ni Dios su
brazo a dar torcía
-
Como nuestros
amigos han llegado
-
Cómo puedo
decir que estás ausente
-
¿Cómo
ser en la vida más dichoso
-
Como un león
dormido en la marea
-
Como un
tímido actor, cuando en escena,
-
Compañera de
amor y madrugada.
-
Con agua de
limón me desayuno
-
Con los años
y el tiempo se madura
-
Con los mimbres
más simples del lenguaje
-
Conmigo los de
andar entre poemas,
-
Conoceréis
los números contando
-
Costaba mil pecados
ser humano
-
Creí que
todo aquello que decía
-
Cuando anoche la
lluvia se rompía
-
Cuando llega la luz
a Peralejo,
-
Cuando me brota un
verso de tristeza
-
Cuando mi
corazón quede silente,
-
Cuando mi Musa
busca su reposo,
-
Cuando te falta el
aire en los pulmones
-
Cuando todas las
sombras, sólo son,
-
Cuando veo
marchitas tantas flores
-
Cuanta tristeza
lleva en su conciencia
-
¡Cuántas veces cruzando el
Manzanares,
-
¡Cuántas veces el viento es mi
alimento,
-
Cuántas
veces en el umbral del día
-
¡Cuántos versos nacidos al
relente
-
Dale a mi
corazón cualquier motivo,
-
Dale sólo un
momento de osadía
-
Dame un sólo
momento de tu vida;
-
Darle la luz del
sol, es ofenderla.
-
De pronto
Satanás, es generoso,
-
De que dolor mortal,
quejarme puedo,
-
¿De
qué esencia y qué luz, te dieron vida,
-
Debí de
presentir en tus mejillas
-
Debió de ser
un toro de bandera
-
Deja que cada
tiempo se resbale
-
Deja que cada
tiempo se resbale
-
Dejadme navegar,
dijo al arrojo
-
Dejar de ser
aquello que uno era;
-
Dejé por ser
lector de tus sonetos
-
Del silencio del
mar y ecos del viento,
-
Del venero donde la
estrella mana
-
Denuncio al editor
de tanta escoria.
-
Desconsolado quise
dar consuelo
-
Desde mañana
mismo, ¡jubilado!
-
Después de
descubrir la Poesía,
-
Di con mi cuerpo y
alma en esta tierra,
-
Dice que es
azafata, no de vuelo,
-
Dignada claridad
que a mí desciendes
-
Dile a mi
corazón tu edad dichosa.
-
Dime dolor,
¿quién toca? ¿a quién te
acercas?
-
Dime dónde
no estás. Dónde eres nada.
-
Dio, Jesús,
en andar por esas calles
-
Dios no sabes
quién eres y me guardo
-
¿Dónde
estará la rosa inmaculada
-
¿Dónde
hay un corazón con más ternura
-
¿Dónde hay un corazón
con más ternura
-
Donde me ves,
reposo, buen amigo.
-
Doy fe que mis
sonetos han gustado
-
Doy gracias a mis
ojos porque han sido
-
Él hablaba
de un sol que ya no existe.
-
Él no sabe
poner en pentagrama
-
El primero me debe
portar algo,
-
El que pueda decir
lo que yo digo,
-
El que venga
detrás que coma mierda
-
¡El Siglo
Veintiuno! ¡Qué bien suena!
-
El soneto es un
canto tan sublime,
-
Ella me deja un
gramo de ternura
-
Ella navega siempre
entre dos mares
-
Ella puede pasar
inadvertida
-
Ella puede pasar
inadvertida
-
Empezar con un
Mario a la cazuela,
-
Empiezo este soneto
el día treinta,
-
En el año
dos mil, la Poesía,
-
En esta
posición de hombre tranquilo,
-
En este
arrobamiento de mesura
-
En un lugar
Manchego que aún ignoro,
-
En un mundo de
cánceres y sidas
-
En un valle cercano
a noble villa
-
Era un azul
distinto y otro cielo,
-
Era uno de esos
días, mal perdidos,
-
Eres como de
pétalos al tacto
-
Eres tan juvenil y
transparente
-
Es cada
endecasílabo un ladrillo
-
Es como si de
pronto hubiera visto
-
Es como un tibio
día de verano.
-
Es más dulce
que el dulce de membrillo.
-
Es tan pura esta
tarde tu presencia
-
Es un juego:
«El Juego de las Prendas».
-
Escribir tu virtud
poco me cuesta,
-
Escribo para ti y
tú lo sabes,
-
Ese azor que planea
por tu mente
-
Esparcido
jazmín que forma el cielo
-
Esta blanca paloma
que me brota
-
Esta dulce criatura
que ha nacido
-
Esta gloria bendita
que es mi casa,
-
Esta parte de
mí que nunca enseño
-
Esta playa que hoy
sirve de letrina
-
Estaba en el
jardín deshabitado
-
Estaba la mujer: La
más hermosa.
-
Estaba la palabra
tan radiante,
-
Estaba mi
Ramón, junto a la orilla
-
Estaba, Lucifer,
tan aburrido
-
Estaba,
Satanás, tan aburrido
-
Estaban los amigos
más queridos;
-
Estaban los saleros
de la Gloria
-
Estás hecha
de música de auroras,
-
Este dolor que
viene y va en mi seno,
-
Este pan y
quesillo, tan cotorra,
-
Este que en bronce
está reproducido
-
Este saber que soy
por ti querido
-
Estos que ven volar
mis esperanzas,
-
Estoy solo en la
casa. Oigo un ruido.
-
Estoy veraneando
con mi gente
-
Fácil es
comprender tanta armonía,
-
Fue un manantial de
amor y de ternura.
-
Fui precavido al
irme de viaje
-
Hace cuatro semana
que estoy muerto
-
Hace tiempo que
tengo mala suerte,
-
Hace tiempo, para
conmemorar,
-
Halla paz, y
más halla entre poetas,
-
Hay horas tan
amargas en la vida
-
Hay que ganar
dinero como sea,
-
Hay quién
piensa que el cielo es el paisaje
-
Hay temporadas
largas de carencias
-
Hay temporadas
negras, tan odiosas,
-
Hay un momento
mágico del día
-
Hay una cara oculta
de la Luna
-
He dejado por ti
sobre los mares
-
He nacido con poca
artillería
-
He nacido
fotógrafo y poeta
-
He sentido tu voz de
madrugada
-
He tenido en la
vida tanta suerte
-
He visto en los
jardines de las grandes ciudades,
-
Herida fue la rosa
amamantada
-
Hita es Guadalajara
y es España.
-
Hoy bendigo la luz
que cada día
-
Hoy cumple trece
años. Y es mi nieta.
-
Hoy ha pasado un
ángel por el cielo,
-
Hoy ha sido un buen
día para todos
-
Hoy he visto al
Sabina con el Drago,
-
Hoy he vuelto a
Madrid y estoy contento.
-
Hoy la Musa que
siempre me da aliento
-
Hoy me duele la voz
y la cabeza
-
Hoy me pide mi
bruja una alabanza.
-
Hoy me puedo morir
de aburrimiento
-
Hoy me siento a la
orilla del remanso,
-
Hoy me toca el
dolor de la rutina
-
Hoy me vendo por
menos de una entrada.
-
Hoy mi bruja me
pide: Barrio Chino.
-
Hoy parece que todo
tiene estilo,
-
Hoy pasó por
mi cielo de poeta
-
Hoy que puedo
pagarme un restaurante
-
Hoy quiero
dedicarme este soneto
-
Hoy tengo el
corazón lleno de pena
-
Hoy tengo que
escribir en mi diario:
-
Iba Dios por la
playa, derramando,
-
Irreversiblemente
condenado
-
Irse ganando todo,
poco a poco,
-
La cocina que
esté limpia y dispuesta,
-
La Duda, el Buen
Obrar y la Prudencia.
-
La noche más
oscura se avecina
-
La oscuridad cegada
por la albura
-
Las cenizas no
tienen cervicales,
-
Le faltaba a este
cielo de mi vida,
-
Le faltaba a su
albura la palabra
-
Les he visto decir:
«a esa la mato,
-
Les vi poner su
nombre a los enterradores;
-
Llegan como
invasores a mi hacienda,
-
Lo que pierde el
Madrid, ni Dios lo gana,
-
Los días que
he vivido, yo pensaba,
-
Los he visto llevar
sobre los hombros
-
Los he visto subir
como la espuma,
-
¡Madre y Virgen
de los Desamparados!
-
Más amiga
que amante. Más humana.
-
Más de una
ves he visto el nacimiento
-
Más que el
hombre que se tiró en su cama
-
Más que la
luz del sol que me ilumina
-
Más sencilla
no puede ser la cosa,
-
Me dejaron el toro
de la vida
-
Me dispongo a
escribir un buen soneto,
-
Me estaba
pareciendo un desatino
-
Me exiges aprender
Ortografía
-
Me gozaba en mirar
y no hacer nada,
-
Me gusta tu pisada
diminuta
-
Me ha pedido un
soneto, una ramera,
-
Me la trajeron
«ciega» de heroína.
-
Me levanto con
hambre de comida
-
Me muero de un
soneto en terminales,
-
Me paso la
mañana en un sesteo
-
Me subía la
calle de Segovia,
-
Me suceden las
cosas más extrañas,
-
Me tengo que operar
y no me opero.
-
¡Me
tenía que dar a mí este amago!
-
Me voy a regalar un
buen soneto,
-
Meditaba a la
orilla de un arroyo,
-
Mi amigo el
ruiseñor, me dijo un día,
-
Mi querido
Ramón: Desconocido.
-
Mi reino
está en los pliegues de tu enagua,
-
Mientras cruce la
calle donde vivo
-
Mientras existan
fábricas de muerte,
-
Muera yo en ti, y
tú en mí resucita,
-
Nada me alegra
más que visitarte
-
Nada serena
más que ser amado
-
Nadie conoce a
nadie en las ciudades,
-
Ni mi mano dirige
los que escribe,
-
No basta con
querer. Hay que decirlo.
-
No conoce la paz ni
el buen sosiego
-
No de la vil
palabra que envilece
-
No encontrar el
momento más propicio
-
No era la voz de
algún sexto sentido
-
No es el mar quien
separa nuestra vida,
-
No es un
presentimiento de poeta,
-
No escribo
más sonetos por pereza
-
No está el
horno, Señor, para sonetos,
-
No existe luz
más pura que la de tu mirada.
-
No fue que Dios te
hiciera luminosa
-
No hay mayor
soledad, ni más agravio,
-
No hay secretos en
esto que yo hago,
-
No me acusa el
espejo de ser viejo,
-
No me dejes entrar,
ni que me hospede,
-
No me gustan los
gestos del Sabina
-
No me importa
morir, si colaboro,
-
No me llamo
García, por derribo,
-
No me lo dijo el
viento marinero,
-
No me pidas,
jamás, que te dedique,
-
No me pidas,
Señor, más procesiones,
-
No me preocupa
nada, en este instante,
-
No me quita ni Dios
de que te quiera,
-
No merezco corona de
laureles
-
No pudo ser un
libro quien quebrara,
-
No puede haber amor
que iguale al mío,
-
No sé en
qué redes tuyas de ternura
-
No se merece Amor,
quien no padece,
-
No sé si es
tierra o nube lo que piso;
-
No sé si la
verdad es soñadora
-
No se te parte el
alma, ni aunque diga,
-
No te aguanto,
Señor, tu largo hastío.
-
No te olvido
Sabina. No te olvido.
-
¿No te
parece, amor, qué cada día,
-
No vino a
mí, de pronto, como el viento,
-
Nos golpeó
el Amor, con saña fiera,
-
Nunca se da el
olvido por vencido,
-
Nunca será
la muerte más dichosa
-
¡Oh, plato de
lentejas estofado!
-
Para dar más
sabor a nuestra gana
-
Para decir ¡te
quiero!, soy silente
-
Para decir, te
quiero, soy silente
-
Para el dolor del
hombre y su amargura
-
Para escribirte,
amor, un buen soneto;
-
Para nacer Madrid.
No cualquier parte.
-
Pasé de ser
osado a ser prudente,
-
Pecar con
ignorancia es socorrido.
-
Pedían los
rebeldes de Castilla
-
Perdí por
ser tu amante temporero
-
Perdonar por llamar
a vuestra puerta
-
Pienso que veo en
ti, cuando te miro,
-
Por culpa de un
anillo impertinente
-
Por darle a nuestro
juego más picante
-
Por dejarme una luz
siempre encendida
-
Por entonces
reinaba la Belleza.
-
Por la gracia de un
ser que me ha parido
-
Por la orilla del
mar. No mar adentro.
-
Por la puerta de un
sueño inesperado
-
Por nacer inquilino
en tu soneto
-
¿Por
qué el primer amor, nunca se olvida?
-
Por tratar de curar
un mal de amores;
-
Por tres veces tu
cuerpo se hizo fuente
-
Por un momento,
sólo por un momento,
-
Por verte
sonreír, yo pagaría,
-
Por vivir solamente
de tristeza
-
Porque estás
en el mundo por ser bella
-
Porque nunca florece
en mi ternura
-
Porque tuve tu amor,
cuando este era,
-
Porque, Cela,
quizás no conocía,
-
Puede que tú
te sientas ya maduro
-
Pueden llenar mi
cuerpo de cadenas.
-
Puedes decir que el
tema no te gusta.
-
Puedo hacerte volar
por otro cielo
-
Puso el ave la
gracia en movimiento
-
¡Qué
aroma tiene el paño de ternura,
-
¡Qué
bien hablas, ladrón! Le digo al Gala.
-
¡Qué
el cielo azul y limpio me proteja
-
Que esperanza le
queda a la belleza
-
¿Qué
existe, corazón, o qué no existe,
-
Qué me
importa que esté la luna llena
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Que no te falta
nada es bien sabido,
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Que se me va la
Vida, es tan seguro,
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¿Qué
será de nosotros, Blanca mía,
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¿Qué
será de vosotros cuando muera?
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¿Qué
te compare a un sol de primavera?
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Que te escriba, me
pides, que te escriba,
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¡Qué
termine, Señor, en «ina» o en
«ente»
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Quedar en un
remanso del camino
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Querubín que
nació en la misma estrella
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Quien
escribió estos versos de tristeza;
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¿Quién me puede causar tanta
tristeza,
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Quién me
puso una mano sobre el hombro
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Quien piensa
celebrar horas de gozo,
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¿Quién
se acuerda de aquellas golondrinas
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Quien se puede
salir de la cordura
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¿Quién te puede escribir con
tanto celo
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Quieren que te
compare con el cielo
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Quiero acabar el
año dando rima,
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Quiero alcanzar el
ser octogenario,
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Quiero alcanzar el
tiempo del retiro
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Quiero dejarte,
Blanca, por herencia
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Quiero empezar el
año dando forma
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Quiero morir al
hilo de una tarde,
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Quise escribir de
ella, y no podía
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Quisiera ser la
estrella matutina
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Quisimos recordar
como era ella...
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Quiso el pan ser
más bueno, y nunca pudo,
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Quizás era la
Musa concebida
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Quizás seas
un ánimo de rosa
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Ramón pasa
la vida haciendo versos,
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Raudo río
que tomas de mis venas
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Recrearse
soñando es el destino
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Reflejaba la luna
de un espejo
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Respondo a tu
silencio y a tu olvido
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Ruegas como sudario,
una estameña
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Ruego de
corazón a quien decida
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Se apagaba la tarde
más ardiente
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Sé bien lo
que molesta mi alegría
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Se busca por la
calle, algún testigo,
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Se le acercó
la Parca conocida
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Se me ha negado el
vuelo, y tengo el ala,
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Se me rompió
la vena del soneto
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Se nos murió
de ser buena persona.
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Sé que mana
de ti toda alegría
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Sé que tengo
que hacer la última escena;
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Sé que
vendrás vestida de piñata
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Sé que voy a
perder lo que mantiene
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Se quedó
para siempre tu sonrisa,
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Se reparten el Gala
y el Sabina
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Se te queda al
mirarme una mirada
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Se trata de decir,
que no sé nada,
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Si al llegar la
vejez estoy contento
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Si camino despacio,
soy cansino.
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Si derramas tu voz
me desespero
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Si dispongo de
tiempo, cualquier día,
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Si el poeta y la
música se adoran
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Si es ser y estar
mi estado, más tranquilo,
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Si es tu cara,
Señor, el negativo
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Si la fortuna
hubiera remediado
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Si le pones a todo
siempre un pero.
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Si mantengo al amor
con mi sustento
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Si me falta un
soneto en la comida,
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Si me quedara solo
y no tuviera
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Si me quito las
prótesis dentales
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Si no encuentras en
este verso mío
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Si no fuera inmoral
el pensamiento,
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Si por buscar mi
tumba, estás perdido,
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Si predico cultura,
soy pedante;
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Si pudiera escribir
sobre los mares
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Si pudiera explicar
lo que yo siento
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Si pudiera mi
cuerpo, como el ave,
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Si pudiera pintar,
en donde escribo
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Si pudiera ser luz,
te llenaría,
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Si puedo decidir, a
buen seguro,
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Si tuviera tu voz en
mi garganta
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Si un hombre triste
sirve de consuelo
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Siempre
habrá quien incite a la bebida
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Siento que me
derrumbo lentamente,
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Sin razón
aparente, este soneto,
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Sobre el celeste
mar que es nuestro cielo,
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Sois tan pura y
azul que nuestra mente,
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Sólo dijo
que estaba por mis huesos,
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Son cien
años, y un siglo, y cualquier día,
-
Son cien
años, y un siglo, y cualquier día,
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Son las doce de un
claro mediodía.
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Son tus manos la sed
y son la fuente
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Son, de la Facultad
de Medicina,
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Tan al revés
me sale siempre todo
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Tan claros son tus
ojos como el cielo
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Tan herido de amor
yo me sentía
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Tan perfecto es el
sueño que has creado
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Tanta fama te dan
de milagrosa
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Tanta salud me
dieron y he tenido
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Tanto gozo me das
con la lectura
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Tanto me gusta el
luto de mi duelo
-
Tanto sufro de
día que en la oscura
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Te agradezco,
Señor, tu indiferencia,
-
Te bendigo,
Señor, por el regalo
-
Te cambio por un
cromo mi esperanza
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Te imagino nocturno
y aburrido,
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Te vendo un
corazón en buen estado,
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Temí decir,
con mi palabra, puedo;
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Tener catorce
años es la gloria,
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Tengo el azul del
mar por pentagrama
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Tengo el canguelo
propio del pureta
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Tengo la cara y
cruz, siempre en un grito,
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Tengo la mente
fresca como un fruto
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Teniendo sed de
todo, no ser nada.
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Tiene mi
corazón un mal sin cura.
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Tratando de buscar
la nueva forma,
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Tu corazón
será siempre la ermita
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Tú no
entiendes, amor, lo que yo escribo,
-
Tu nombre es
adjetivo de la rosa
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¿Tú
sabes lo que dice la leyenda?
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Tú, me
decías siempre: Después nada.
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Tú, piensas
que te cuidas ¡qué ignorante!
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Un aroma se esparce
por la orilla
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Un contador de
cuentos orientales;
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Un maricón
del culo se quejaba,
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Un soneto me manda
hacer mi hermano,
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Una cima nevada
blanca y pura.
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Uno llega a un
estado en que se entrega,
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Vamos a ver,
Ramón, hablemos claro.
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Vino un
sueño de amor que yo sentía
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Vino, y sólo
me dijo: ¿me esperabas?
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Volverás con
las sienes de platino
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Voy con mi
corazón, por la ribera,
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Voy sin voz por la
playa, musitando,
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Y dejaré la
luz por las tinieblas
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Y tan hecho al
dolor llevo mis penas
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Ya no cuento las
horas ni los días,
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Ya no es mi
corazón, aquel que un día,
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Ya no me miro
más en los recuerdos
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Ya no me quita
nadie que me muera
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Ya no puedo
escribir, ni a quien yo quiero
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Yo la llevé
de niño entre mis manos
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Yo me sentía
hervir cuando leía
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Yo sé que tu
belleza es la Belleza.
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Yo tengo dos amores
en mi vida
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«¿Ha
escuchado, señor, lo que me ha dicho?»
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«¿Qué te pasa,
Ramón?» Dijo el soneto.
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